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Residencia y familia

Restituyendo el derecho a vivir en familia de J

Integrantes

José Almonacid A.

José Bahamondes V.

Paula Malermo S.
Descripción caso

Nombre del niño: J

Edad: 4 años

Período de internación: 3 años, 6 meses

El niño que nombraremos como “J”, nace de la relación consensuada entre la


señora P y el Sr. M con quien mantenía una relación disfuncional, siendo
víctima de violencia intrafamiliar recurrente, habiendo llegado ha sufrir un
aborto a partir de las agresiones físicas ejercidas en su contra por parte del
señor M. Esta situación junto a un delito cometido por el padre de J en contra
de terceros, generan su ingreso a un centro penitenciario del que egresó
recientemente sin saber de su paradero actual. En cuanto a la madre de J,
establece posterior al ingreso del niño a la residencia una nueva relación de
convivencia con el señor N, con quien vive actualmente en casa de su suegra y
de cuya relación nace un nuevo hijo, H, de 1 año y medio aproximadamente.

Entre los antecedentes relevantes del caso, se observa que la señora P posee
otro hijo de 20 años, D; nacido del fruto de otra relación. Este hijo habría sido
testigo en su infancia de los episodios de violencia intrafamiliar de la señora P
por parte del padre de J, impactando negativamente en su desarrollo,
repercutiendo en futuras conductas delictivas y consumo problemático de
droga. D habría recibido escasos cuidados por parte de su madre, siendo
principalmente cuidado por su abuela materna en la ciudad de San Antonio
pero manteniendo contacto regular con la señora P, asistiendo a celebraciones
especiales de la familia donde visitaría a J, llevándole algún presente.

Lo anterior es relevante ya que sitúa el contexto bajo el cual se comete la


vulneración de derechos que lleva a J a ingresar a la institución residencial y
permanecer hasta el día de hoy. De acuerdo a la información recopilada;
durante su relación con el padre de J, la señora P habría comenzado el
consumo de alcohol y pasta base; el que se habría visto complementado con
conductas de calle y mendicidad reactivas a su situación, estableciendo
relaciones sociales con gente de calle y manteniéndose días en situación de
calle bebiendo y compartiendo con gente en la misma condición. Es en este
contexto, que el niño es separado de su madre por carabineros en una ocasión
que la madre se encontraba consumiendo alcohol y drogas en la vía pública
con el niño de aproximadamente 6 meses de edad. Según la información, el
niño habría estado semidesnudo mientras su madre se encontraba en evidente
estado de ebriedad.

Actualmente el niño lleva 3 años 6 meses en la residencia, siendo difícil una


efectiva revinculación con la familia de origen debido a las dificultades que ha
presentado la madre para adherir a tratamientos de rehabilitación de drogas y
alcohol efectivos, así como también a episodios de violencia intrafamiliar al
interior de la familia. Por otra parte, la residencia no cuenta con el espacio
propicio o destinado para el fortalecimiento de una vinculación efectiva y
afectiva entre el niño y su familia.

En cuanto al estado actual de J, se observa que es un niño que se desenvuelve


de acuerdo a su edad tanto en la residencia como en el Jardín Infantil,
manteniendo un comportamiento extrovertido y relacionándose positivamente
con sus pares y compañeros de residencia. En este sentido, se observa que su
temprana institucionalización causo menores efectos negativos a diferencia de
otros niños que han ingresado con más años a la residencia. No obstante, sus
salidas y acercamiento familiar los fines de semana con sus abuela y madre,
logra confundirlo al momento de retornar a la residencia los días domingo, no
comprendiendo la figura de tener que pernoctar en el hogar a diferencia de su
hermano “H” quien siempre ha vivido con su madre. Situación que lo incita a
preguntar constantemente a los profesionales y cuidadoras si su madre lo ha
llamado o ha llegado.

El niño reconoce a la señora P como su madre, con quien ha mantenido el


vínculo aunque ésta actualmente no lo visite en la residencia sino que
solamente lo retire los fines de semana encontrándose en etapa de
acercamiento familiar, justificando su inasistencia durante la semana, con el
escaso espacio que tendría para interactuar privadamente con su hijo,
argumento poco aceptable desde los profesionales. En cuanto al resto del
grupo familiar, se observa que el niño reconoce a la nueva pareja de su madre
como su figura paterna y a la madre de este como su abuela; siendo ésta
última con quién se proyecta su egreso de la residencia; quién tendría un rol de
matriarca dentro del sistema familiar, siendo la principal proveedora económica
y quién se encontraría positivamente evaluada por programa DAM para ejercer
los cuidados del niño.

Uno de los aspectos que se analiza problemáticamente de J, es la relación con


su hermano menor H, quién nació mientras J se encontraba en la residencia,
generando constantes cuestionamientos del niño respecto al porqué su
hermano puede residir de lunes a viernes con su madre mientras él debe
regresar a la residencia. En este sentido, los cuidados personales de H fueron
asumidos por el padre del niño al momento de nacer, a causa del consumo
problemático de drogas de la madre, siendo una de las razones por las que la
madre se mantiene inserta dentro de este grupo familiar, ya que es en este
espacio donde encuentra protección, apoyo y contención.

Otro aspecto que preocupa a la institución, es que regresando los cuidados


personales con la madre; ésta pudiese recaer en conductas de riesgo con el
niño debido a la falta de adherencia que ha presentado con los programas de
rehabilitación de drogas a los que ha sido derivada. En éste sentido, la
residencia no tiene completa certeza de las estrategias de protección que la
madre pueda brindar al niño, proyectando en este sentido un egreso con la
madre de su nueva pareja (quien es vista por el niño como su abuela) en lugar
de ella.

Análisis:

Tipos de vulneraciones que ha sufrido Jojan:

Desde la familia:

 Testigo de VIF.
 Exposición a conducta de riesgos producto al consumo de alcohol y
drogas.
 Pernoctas esporádicas en la calle con el lactante por el consumo,
teniendo vivienda.
 Exposición del lactante a un medio hostil, semi-desnudo con riesgo vital
por parte de la madre durante su período de consumo.
 Escasa vinculación con la madre (en la residencia) por el consumo y no
adherencia.

Desde la residencia:

 Tiempo de permanencia; institucionalización desde muy temprana edad.


 Separar al niño de su madre biológica / separar la familia.
 No reconocer la importancia a las pertenencias del niño y el haberlas
mirado como posesiones: “J” no tiene fotos de su familia en su pieza,
juguetes propios.
 Privar a la madre biológica de algunos de sus roles, tales como
apoderada en jardín infantil; el asistirlo en situaciones de urgencias
médicas, acompañarlo a sus controles, restringir el horario de visitas en
la residencia.
 Intervenir a las familias basándose en prejuicios personales (origen de la
familia, barrio en el que vive, expresiones culturales, etc.).
 El no otorgarles los espacios adecuados (privado, de recreación,
esparcimiento) para vinculación entre el niño y la familia.

Estrategias de intervención que propicie el adecuado respeto de los derechos


de niños y niñas, así como de sus familias.

Con la familia:

 Generar espacios de acompañamiento familiar con la madre del niño


propiciando escucha y contención frente a los efectos de la separación
como también dar cuenta de las necesidades de la madre; y en el caso
que no adhiera a los propuestos por la institución, propiciar la
adherencia a otros programas donde si pudiese incorporarse
activamente.
 Gestionar con los programas sociales de la comuna una red de apoyo
para la familia en todas las áreas que necesiten: salud, educación,
programa de calle, rehabilitación de drogas, programa para la mujer, etc.
Con la residencia:

 Incorporar a las educadoras de trato directo, con la finalidad que


conozcan la historia y preferencias del niño para que existe un proceso
de constante retroalimentación que permite resolver y aclarar dudas
respecto a los cuidados que el niño necesita.
 Incorporar la visión de la madre en la propia historia de su hijo dentro de
la residencia y en el proceso de intervención: rutinas, rituales,
preferencias, etc.
 Tomando en cuenta el periodo del niño en la residencia, se vuelve
relevante que en un futuro egreso, las ETDs puedan comunicar o dar
cuenta de la historia del niño en la residencia y el papel que juegan ella
en el cuidado del niño.
 Flexibilidad en horarios de visitas en la residencia, permitirles ser el
apoderado del niño, ser partícipe en controles de salud, educación,
otros, propiciando la revinculación con el niño.
 Orientarlas e incorporarlas en programas de redes sociales en la
comuna.
 Otorgarles el espacio adecuado a las familias para que puedan
interactuar con el niño de manera privada, íntima y afectiva.

Discusión:

Analizando el caso de “J”, podemos dar cuenta de la relevancia del tema de las
pertenencias y posesiones, debido a la falta espacios dentro de la residencia
para que los niños puedan tener sus pertenencias. En general, dentro de la
residencia, los niños tienen sus habitaciones ornamentadas solo con su cama y
closet, no existiendo fotografías o juguetes que reconozcan como propias
siendo un espacio que propicia escasamente ser reconocido como propio. En
este sentido, observamos cómo se priva al niño de los objetos relevantes de su
historia, los cuales son una parte importante del proceso de construcción de
identidad del niño (Marchant, 2016). En el caso particular de “J”, este llega de
pocos meses a la residencia no contando con elementos de su historia familiar
que permitan vincularlo a ella.
Este aspecto es bien explicado por Correo, Ford, Marchant y Sanchez (2015, p.
81):

Están aquellos objetos que son pura propiedad privada, y que por lo tanto adquieren valor
de acuerdo a su utilidad o uso, y, por contraste, hay objetos que tienen valor en la medida
que conservan y atesoran recuerdos ya sea propios o compartidos. A éstos últimos, los
llamaremos pertenencias. Las pertenencias en tal sentido no son consideradas aquí como
objetos individuales, sino como un fragmento compartido con otro que lo vuelve
insustituible.

Asimismo, se observa que en los 3 años y medio que lleva dentro de la


residencia, no se le ha permitido guardar pertenencias de su paso por la
institución que lo vinculen a su historia con las cuidadoras dentro de la
residencia quienes se han constituido a través de los años como figuras
significativas para “J”. Lo cual se solucionaría, solicitándoles a las familias, los
objetos preferidos de sus hijos que tengan en sus casas. Permitiéndoles ser
partícipes en la decoración de sus habitaciones en la residencia.

En el caso de la madre de J, aparece la pregunta acerca de cómo involucrarla


en los procesos de la residencia con el niño, ya que esta tiende a justificar su
inasistencia semanal por el escaso espacio que tendría para relacionarse con
su hijo. Aludiendo al comentario de más arriba, incorporarla junto a su hijo en
los espacios que este sienta como personales, como por ejemplo su habitación.
Ayudar en ordenar su ropa, trabajar en el jardín, etc.

Otra discusión, es hacerle entender a la madre, la importancia de acercarse a


la residencia y visitar a su hijo, específicamente aludiendo a la necesidad de J
por sus propios intereses o comodidad. El niño necesita que su madre se
involucre en sus espacios, en su mundo, juegos y realidad.

Finalmente, otro aspecto a discutir tiene relación con la dificultad que se ha


generado para regresar al niño de la residencia con su madre. La escasa
adherencia a los tratamientos de rehabilitación por parte de ella siempre han
generado confusión en los equipos residenciales respecto al proceso de egreso
del niño con su familia, dificultando poder asegurar las condiciones de
seguridad y estrategias de protección hacia el niño . En torno a la familia del
niño y en especial respecto a la Sra. P, siempre se han generado dudas o
comentarios desde la comunidad que han llegado a la residencia, los que
nunca han podido ser confirmadas o desmentidas. Este factor entre otros, han
influenciado en la larga permanencia del niño dentro de la residencia. En este
aspecto el texto “Vulnerabilidad” (Marchant, 2014) permite al equipo reflexionar
respecto a un nuevo criterio para trabajar con la familia, entregando una nueva
mirada:

Trabajar con la vulnerabilidad significa para nosotros como programa aceptar y


conducirse a través de esa misma vulnerabilidad de la que estamos hechos. Somos
vulnerables, vulnerables hasta la medula del hueso quiere decir que aceptamos y nos
dejamos afectar por nuestra propia vulnerabilidad (Marchant, 2014, p.8).

En este sentido, el discurso de las condiciones de seguridad dificulta


enormemente realizar un proceso de acompañamiento sin tener que poner
rótulos sobre la familia y sobre la madre. Sin embargo, asumir un criterio de
vulnerabilidad desde donde poder trabajar con la familia nos sitúa en otro lugar
desde donde intervenir con la familia; un lugar que nos permite comprehender
mejor la historia de la familia y del niño dentro de ella.

En cuanto a las políticas públicas relacionadas a la niñez, éstas no deben ser


reducidas a la política o a un tema ético, en cambio, debe ser asumida como
una preocupación de todos los individuos de la sociedad. No basta con
encasillarlo a un tema donde una elite política discuta que hacer con nuestros
niños ingresados a residencias, o sea solo tema de intelectuales.

Las familias de niños como J, no están preocupadas por los asuntos que se
discuten en la esfera de La Política, pero sí, son quienes se ven afectados por
dichas políticas públicas.
3ra.evaluación

En cuanto a lo jurídico, a solicitud de la residencia para agilizar el proceso de


desinternación de J, fue solicitada evaluación de la suegra de la madre de J, a
realizar por parte de FAE PRO, a lo que Tribunal de Familia accede
favorablemente, pero directora de ese programa señala que, al estar viviendo
la progenitora en la misma casa que la persona a quién se solicita sea FAE, es
decir, suegra de la madre del niño, señala que no se encuentra dentro de los
lineamientos de ese programa, el que el factor de riesgo, en este caso la madre
de niño, resida junto a figura FAE (familia de acogida especializada).

Por otro lado, la residencia realiza coordinación con directora de PPF, la que
señala que mientras no exista informe de Centro de salud mental donde la
madre de J se atiende por consumo problemático de droga, no será posible su
ingreso a dicho programa de prevención focalizada. En este caso, el centro de
salud mental se ha demorado demasiado tiempo en enviar informe de estado
de la madre de J.

Para no esperar a que el tiempo pase y no extender demasiado la permanencia


del niño J en sistema proteccional residencial, desde la residencia se realiza
coordinación con Consejera Técnica de Tribunal de Familia donde se lleva la
causa de J, llegando a establecer que, se enviará oficio a ese Tribunal,
solicitando abiertamente que suegra de la madre del niño sea la persona que
logre iniciar salidas con el niño a su residencia bajo modalidad acercamiento
familiar, es decir, durante los fines de semana, para que J se relacione no solo
con su madre, sino además con su hermano menor. Desde Tribunal de familia,
se establece un período de 3 meses para evaluar dicho proceso de
acercamiento familiar, considerando esto positivamente dado el largo tiempo de
permanencia del niño en residencia, por lo que se establece rápidamente
estrategia con la familia para enfrentar el período a evaluar.

A nivel descriptivo, el trabajo reparatorio psicosocialmente que se ha realizado


para obtener la desinternación del niño J, es mediante la coordinación y
monitoreo con la Unidad de Salud Mental perteneciente al Hospital Claudio
Vicuña, en la que la madre de J debería estar siendo intervenida por el
consumo problemático de drogas que mantuvo en alguna época de su vida. No
obstante, la P, ha mostrado adherencia poco significativa como para establecer
la gravedad de su consumo, que de ser favorable, sería la oportunidad de
egresar al niño de la residencia bajo sus cuidados, situación que se vislumbra
lejana que ocurra bajo su responsabilidad. No obstante, como se ha
mencionado anteriormente, el niño J podría egresar con suegra de la Sra. P, ya
que ésta cuenta con las habilidades y competencias esperadas para ejercer el
cuidado de su nieto.

Como otro dispositivo de intervención considerados por el equipo psicosocial


de la residencia, en pro a obtener la desinternación del niño J, se realiza
coordinación con Programa FAE PRO, por la necesidad de evaluar a suegra de
la madre de J como posible cuidadora y con quien se podría realizar un egreso.
Los resultados de su evaluación resultaron favorables por parte de DAM en
cuanto a competencias marentales, económicas y habitacionales, no obstante,
esta posibilidad se descarta por el obstáculo que representa el estar viviendo
en el mismo hogar la madre de J, lo cual no se condice con los lineamientos
técnicos de FAE PRO, al considerarlo como factor de riesgo para la objetividad
de sus lineamientos. Sin embargo, aludiendo a las necesidades reparatorias en
el niño, un programa de este tipo de intervención, sería lo más apropiado para
él, el cual contaría con apoyo psicológico reparatorio a nivel personal, a
diferencia de los resultados que se obtendrían en el caso de ser derivados
(madre e hijo) a programa de intervención focalizada, en el cual la temática de
abordaje en cuanto a reparación, no apunta directamente a lo que necesita el
niño J, sino más bien, al fortalecimiento de habilidades parentales en la madre,
lo cual es igualmente significativo como método reparatorio para el grupo
familiar.

En cuanto al ámbito Psicológico se puede decir:

Acompañamiento Familiar;

Tomando en cuenta las dificultades que ha presentado la madre para adherir a


las instituciones y el rechazo que presenta frente a muchas de éstas; es que se
ha pensado la necesidad de incorporar un Acompañante Familiar que pueda
trabajar con la señora P en un espacio tranquilo, intimo y cómodo para ella, con
la finalidad de poder hablar entre otros temas, de los hechos que llevaron a la
separación como también a poder ayudar a resignificar experiencias dolorosas
del pasado que pudiesen estar afectando el proceso de revinculación con J.
Asimismo, el Acompañante Familiar podrá generar un espacio de contención y
escucha frente al impacto de la separación de su hijo y al largo período de
internación que lleva en la residencia.

Acompañamiento del Niño;

En cuanto a J, se ha pensado incorporar un Acompañante del Niño que pueda


llevar a cabo un proceso de reparación con el niño, abordando los efectos de la
separación temprana de sus padres; la razones y motivos que llevaron a ésta
separación temprana, y las consecuencias y efectos producidos por la
institucionalización del niño dentro de un espacio como son las residencias
(Marchant, 2014). A la actualidad, J lleva más de 3 años dentro de la residencia
sin contar con un proceso de historización que dé cuenta de su experiencia
dentro de la residencia. De ésta forma pareciese que el niño hubiese quedado
en un limbo dentro de la institución, detenido en el tiempo; sin identidad. En
este sentido, Marchant (2014, p. 173) comenta:

“Mientras vive en la institución el niño parece caer en un vacío en el tiempo


dado que sus principales acontecimientos pasan sin ser registrados en una
memoria que los organice y los articule”.

De ésta manera, el/la Acompañante del Niño, podrá abordar los aspectos que
hasta el día de hoy no podía abordar la institución por diversas razones; entre
ellas falta de personal, tiempo, foco en la protección, etc.

Bibliografía
Correa, M., Ford, A., Marchant, M., & Sánchez, L. (2015). Posesiones y
pertenencias: una distinción necesaria para el trabajo con niños y niñas
privados de cuidado parental. De familias y terapias, 24(38), 4.

Marchant, M. (2014).Vulnerabilidad. Jornada Clínica de la IARPP: “¿Qué nos


propone el psicoanálisis relacional acerca de los malos tratos en la infancia”.

Marchant, M. (2014). Vínculo y memoria: acompañamiento terapéutico con


niños internados. Ed. Cuarto Propio.

https://www.u-cursos.cl/facso/2016/2/EXT0026/1/material_docente/

Marchant, M. (2016).Pertenencias clase 2. [Diapositiva de powerpoint]. En


https://www.u-cursos.cl/facso/2016/2/EXT0026/1/material_docente/

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