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Construcción de cuestionarios y escalas: el proceso de la producción de la

información cuantitativa. Dr. Rodrigo Asùn Inostroza.

1. Las características de la tarea de construcción de instrumentos cuantitativos.


*Solo es posible hacen investigación cuantitativa si se dispone de información
válida registrada en forma numérica.. Por una parte, la principal limitación de
investigar cuantitativamente fenómenos sociales y/o históricos está en que muchas
veces el investigador no cuenta con las bases de datos ni los registros
cuantitativos que permiten realizar el análisis. Por otra parte, la calidad de la
investigación cuantitativa depende de la calidad de los datos analizados y estos a
su vez dependen del instrumento con el que han sido registrados
cuantitativamente.
Dado que parte importante de la realidad social no aparece directamente
cuantitativa, el investigador debe traducirla en un lenguaje numérico utilizando
procedimientos de operacionalización (que incluye la aplicación de un instrumento
cuantitativo). Este proceso de traducción puede darse de 3 formas diferentes. La
primera es denominada investigación con datos secundarios, es decir que la
información analizada no ha sido producida expresamente por el investigador.
Además reúne 3 rasgos característicos: lo registrado es generalmente un hecho, el
objetivo inicial que motivó el registro no fue hacer una investigación social y el
proceso de codificación tiene a no ser complejo. (No obstante lo que le interesa al
autor son las investigaciones con datos primarios) En la segunda denominada
investigaciones observacionales, se registra también un hecho pero según como
es percibido por los observadores. La tercera forma consiste en que el investigador
produzca él mismo la información que va a analizar donde sus fuentes de
información no sean fenómenos percibidos por sus sentidos sino declaraciones
que hacen determinados sujetos sobre un tema de conversación directa o
indirectamente con el investigador. Ahora, según el autor, el instrumento que
permite analizar cuantitativamente esa conversación (y que debe permitir al sujeto
entrevistado expresarse fundamentalmente de forma cuantitativa) es el
cuestionario. Por lo tanto, la calidad de este tipo de investigación cuantitativa
dependerá crucialmente de la calidad del cuestionario. Como requerimientos, el
constructor del cuestionario debe saber de metodología cuantitativa como también
tener un amplio y sólido conocimiento teórico sobre el tema que trabajará. Además
debe conocer el lenguaje, la cultura y formas de expresión de los sujetos
investigados, ya que como investigador debe traducir sus conceptos teóricos en
preguntas y respuestas comprensibles. En efecto, con el propósito de la calidad del
cuestionario y por tanto de la investigación cuantitativa, se requieren experticias y
habilidades de carácter metodológico, teórico y socio-antropológico. Aquí emerge
la necesidad de trabajar en equipo o interdisciplinariamente.
Por otra parte, el autor advierte en no olvidar que la construcción del cuestionario
implica una selección de lo que se puede preguntar y de los temas, por lo cual este
ejercicio de recorte de la realidad, involucra una toma de posición ideológica
consciente o inconsciente por parte del investigado, de manera que la información
que producirá será también construida a partir de su punto de vista.
Recomendaciones generales para elaborar un cuestionario: Primero, privilegiar el
trabajo en equipo ya que la presencia de diversas personas aportando su punto de
vista y experticia enriquecerán el producto final. Segundo, utilizar como base
instrumentos (cuestionarios) existentes sobre el tema. Tercero, no esperar
perfección, “se debe intentar construir el mejor instrumento posible, sin esperar que
el resultado sea totalmente perfecto.”p.67. Lo importante es que se cuente con un
buen núcleo de preguntas fiables, válidas e interesantes.
(La metodología cuantitativa se basa en la esquematización analítica de los
procedimientos.)

¿Qué es un cuestionario?
“Un cuestionario es un dispositivo de investigación cuantitativo consistente
En un conjunto de preguntas que deben ser aplicadas a un sujeto (usualmente
Individual) en un orden determinado y frente a las cuales este sujeto puede
Responder adecuando sus respuestas a un espacio restringido o a una serie de
Respuestas que el mismo cuestionario ofrece.”(p.67) “El objetivo general de un
cuestionario
Es “medir” el grado o la forma en que los sujetos encuestados poseen
Determinadas variables o conceptos de interés (sus opiniones, creencias,
conductas
Que recuerdan haber realizado, características demográficas, capacidades
Matemáticas, etc.).” (p.67)
Principales características: el cuestionario dirige una conversación no horizontal,
donde hay un encuestador y un encuestado que “solo escoge sus respuestas en
función de las posibilidades que se le presentan” (p.68).
La redacción de las preguntas conduce a limitar respuestas complejas o abiertas,
por lo que las respuestas están pre-redactadas.
El pre-establecimiento de preguntas (simples para respuestas preestablecidas)
permite facilitar el proceso de medición, de traducción y de codificación de las
respuestas. De esta manera permite lograr el principal objetivo de la aplicación de
un cuestionario, que es “medir la presencia de determinadas variables en las
personas de objeto de estudio” (p.68)
Debido a lo tan estructurada que es la conversación, es posible incluso eliminar o
alejar la figura del encuestador como ocurre en cuestionarios auto administrados,
donde investigador y encuestado se encuentran solo virtualmente en el mismo
espacio. Esto tiene como consecuencia que la encuesta tenga un costo menor a
las técnicas cualitativas debido a su simplificación.
Cada pregunta del cuestionario debe estar pensada en función de su capacidad de
cumplir con su objetivo de medir el grado o la forma en que los entrevistados
poseen determinadas variables.
Las preguntas constituyen la forma en que el investigador traduce los conceptos
que desea medir en preguntas y sus respectivas categorías de respuesta.

En síntesis el cuestionario es un instrumento que dirige una conversación vertical


hacia tópicos pre-establecidos, traduce conceptos derivados del enfoque teórico(o
ideológico) del investigador a preguntas y respuestas simples, “que permiten que el
encuestado exprese el grado o forma en que posee determinada variable o
concepto en forma numérica” (p.69) o cuantificable. Dicho proceso de traducción
se denomina operacionalizaciòn y está detrás de la redacción y sentido de todas
las preguntas.

3. La lógica de las preguntas y respuestas: el proceso de operacionalizaciòn.

Operacionalizaciòn: estrategia-procedimiento general para hacer observable


aquellos conceptos que no lo son en un primer momento. En términos generales
consiste en: a) definir cuidadosamente el concepto que se pretende medir y no es
observable, b) derivar supuestos que relacionen el concepto a medir con otra serie
de fenómenos usualmente simples que serian indicadores, c) medir el nivel de
presencia de estos indicadores, d) deducir de dicho numero el grado en que el
objeto estudiado posee la variable latente.
“La validez y precisión de la medición obtenida depende de lo directa que sea la
relación entre el concepto latente y el indicador disponible.” (p.70)

¿Cómo opera el proceso de operacionalizaciòn en los cuestionarios?


El primer paso en la construcción de un cuestionario consiste en determinar,
A partir de estas preguntas, el listado de variables que desea conocer de los
sujetos investigados. (p.70)
En términos generales, en un cuestionario las preguntas y respuestas cumplen la
función de
los indicadores, mientras que las variables que queremos medir se entienden
como conceptos latentes, no accesibles directamente al investigador. (p.70)
El concepto latente es información que no está disponible directamente para el
investigador y los indicadores son la información que contiene la respuesta del
sujeto investigado. (El sexo no es un concepto latente como sí lo es la edad).
La operacionalizaciòn en preguntas y respuestas de un concepto latente depende
en gran medida de la complejidad de dicho concepto.

71.
El solo hecho de preguntar puede producir un grado de cristalización en la opinión
de las personas, es decir, que el sujeto se coloque en una situación en la cual no
se había situado anteriormente. Esta cristalización depende fundamentalmente de
la simplicidad del concepto, en el sentido de que coincida el lenguaje del sujeto y
del investigador, para así poder hablar directamente del tema. Por el contrario,
mientras más se distancien ambos lenguajes, el cuestionario generará más
cristalización. Ahora bien, según el autor “(…) no cabe duda que el estudio de un
fenómeno en que ha existido más cristalización será menos válido que otro en que
la cristalización es mínima.
El proceso de operacionalizaciòn de los conceptos complejos se entiende como
una traducción del lenguaje del investigador hacia el habla o forma que tienen de
expresarse en torno al concepto(o variable).El proceso consta de dos fases, una
teórica y otra empírica. En la primera el investigador define el concepto y va
fraccionándolo en unidades teóricas más simples. Si estas continúan siendo
complejas debe el investigador seguir el proceso de disgregación teórica,
subdividiéndolas en subconceptos que resulten simples y comprensibles para el
encuestado. Por otra parte, la segunda etapa empírica consiste en la formulación
de preguntas en una sola puntuación, donde se produce la construcción de índices
o escalas. “En términos
concretos, un índice es una fórmula matemática que combina de alguna manera
las respuestas de las personas en una sola puntuación.” (p.75)

4. La formulación de las preguntas y respuestas: Tipología y recomendaciones de


redacción.
Desde el punto de vista del contenido preguntado, el cuestionario puede contener
preguntas (redactadas de la manera más clara posible) relativas a: a) hechos (no
obstante lo que se obtiene es una interpretación o percepción de esto), b) aptitudes
o conocimiento sobre un tema, c) de actitud u opinión de lo que el sujeto haría en
determinada situación (preguntas no cargadas positiva o negativamente).
Desde la perspectiva del tipo de alternativas de respuestas que incluyen las
preguntas, existen: a) preguntas abiertas(no hay alternativas fijas de respuesta
para que sea el sujeto quien estructure su respuesta, pero son poco habituales en
cuestionarios), b) preguntas cerradas de respuesta múltiple(puede elegirse más de
una pues las alternativas no son excluyentes entre sí, sin embargo son poco
frecuentes), c) preguntas cerradas de respuesta simple(son las más habituales con
una única respuesta y alternativas excluyentes entre sí).
Desde el punto de vista de la medición que implican: a) preguntas de respuesta
nominal dicotómica (dos alternativas antagónicas de respuesta), b) preguntas de
respuesta nominal no dicotómica, c) preguntas de respuesta ordenada (por
ejemplo muy de acuerdo, de acuerdo, indeciso, en desacuerdo, muy en
desacuerdo), d) preguntas de respuesta intervalar (amplia variabilidad de
respuestas y sensibilidad frente a actitudes).

Recomendaciones para redactar preguntas y respuestas.


Generales: Trabajo en grupo, conocimiento adecuado de la cultura y lenguaje de
los encuestados, adaptación del lenguaje, someter el cuestionario a una
evaluación de la pertinencia, longitud del lenguaje y el interés que provocará en los
encuestados.
Especificas: para preguntas; hacer preguntas donde las personas se distribuyan en
las diferentes opciones de respuestas, evitar preguntar por conductas
excesivamente deseables, no ocupar dobles negaciones en la pregunta (por
ejemplo “¿está en desacuerdo con la frase no me gusta esta democracia?) pues
conduce a la confusión, validar todas las posibles respuestas frente a temas
moralmente complicados, evitar palabras cargadas emocionalmente ya sea
negativa o positivamente, tratar de que la pregunta no sobrepase las 20
palabras(de lo contrario es difícil retener para el encuestado). Para alternativas de
respuestas: no hacer demasiadas alternativas (no más de 5 o 6), redacción simple
y breve, evitar palabras que signifiquen una carga negativa o positiva con un sesgo
emocional, regular el numero de alternativas de respuesta en función del nivel
educativo del/los encuestado(s) y de la forma de aplicación del cuestionario
(telefónico, autoadministrado, etc). Por otra parte, para las preguntas abiertas: no
incluir demasiadas (solo las indispensables), no dejar mucho espacio para que las
personas escriban respuestas muy largas. Para las cerradas de respuesta simple:
incluir una alternativa “otra”, en caso de que elijan demasiado dicha respuesta, el
autor recomienda eliminar esa pregunta del análisis. Por último, para preguntas de
respuesta intervalar: evitar errores originados de una ambigüedad en la escala
numérica, tratar de escribir palabras bajo el número de la escala para esclarecer la
interpretación. Por otro lado debe tomarse en cuenta que la calidad de las
respuestas de los encuestados está relacionada con el nivel de cansancio que
ellos llevan al responder. Por lo tanto no se deben dejar las mediciones de
conceptos que requieren más precisión para el final. En palabras del autor: “el
máximo
rendimiento de las personas se produce en el centro de la encuesta, por lo
que allí se deben incluir las preguntas cruciales del estudio.”

5. La construcción de índices y escalas: La utilización de múltiples preguntas.


El autor se enfoca en r<responder a la interrogante sobre cuantas preguntas se
deben utilizar para medir un concepto. Sostiene que si bien puede usarse una sola
pregunta para conceptos simples, en conceptos complejos hay ciertos riesgos en
confiar en una única pregunta. El autor aconseja utilizar varias preguntas para
medir un solo concepto o subconcepto, enfatizando en que “(…) el utilizar múltiples
preguntas para medir un concepto debiera ser un deber de primer orden al
construir un cuestionario.” (p.91).
En cuanto a la definición de índice, Manuel Canales afirma que “es una fórmula
que combina
en forma más o menos arbitraria un conjunto de preguntas con el objeto de
producir una sola puntuación que indicará el grado en que los sujetos de estudio
poseen un concepto latente.” (p.92). Al ser arbitraria quiere decir que no hay reglas
rígidas para la construcción de índices, por tanto cae en manos de las decisiones
del investigador. Estas, tienen 2 tendencias generales que las regulan: la de
jerarquización en preguntas que son conceptos más relevantes que pondera más
que otros y deben ser mayormente enfatizados) y por otra parte, la consistencia
interna de las respuestas de las personas, es decir, el grado de asociación que
tienen las preguntas entre sí.
Respecto de la diferencia entre índices y escalas, el autor señala que estas últimas
son índices pero con la característica que se rigen por reglas de elaboración
rígidas y estructuradas. El procedimiento de construcción de escalas más conocido
es la escala de Likert o escala sumativa (serie de 30 a 60). Otros procedimientos
menos utilizados son las escalas Thrustone, las escalas de distancia social y los
diferenciales semánticos (para medir el significado emocional de un concepto en
las personas).

6. El cuestionario como conjunto.


Tema de cómo construir el instrumento completo.
Orden de las preguntas en el cuestionario, el cual se divide en estas secciones:
una presentación (portada) que explica someramente el sentido y organización del
tema, señala el tiempo y expresa al encuestado que todas las respuestas son
validas (salvo sobre conocimientos o aptitudes). En esta etapa es importante
generar confianza con el encuestado para aumentar la validez de las respuestas.
La segunda parte son preguntas de identificación y demográficas como edad,
residencia, sexo, trabajo, nivel educativo. En tercer orden están las preguntas
temáticas, donde se abordan las preguntas respecto al tema que se quiere
estudiar, tratando de orientarlas en un orden lógico desde lo más simple a lo más
complejo. En cuarto lugar están las preguntas de identificación intrusivas, donde
tienen lugar las preguntas que generan más inseguridad en el encuestado. Por
último, en el cierre el investigador debe agradecer al encuestado por su
participación.
Debe tenerse en cuenta tanto el orden de las preguntas como la forma en que será
aplicado el cuestionario.

7. La validez y fiabilidad de la investigación con cuestionarios.


“definir la fiabilidad como la estabilidad de nuestras mediciones. (…) definir la
fiabilidad como el porcentaje de error de medición que tiene todo instrumento
aplicado en una determinada situación.” (p.101). En cuanto a la validez,
parafraseando a María J. Navas Ara, el autor plantea que “podemos entender la
validez como el grado en que son legítimas las interpretaciones que deducimos de
un instrumento.”(p.102).
Al igual que en el caso de la fiabilidad, la validez de un estudio es siempre parcial.
Teniendo por objetivo producir investigaciones lo más fiable y válidas posibles, es
necesario señalar las principales limitaciones a la validez al aplicar cuestionarios.
Estas son: a) no confiar en autorreportes. Las mediciones del cuestionario están
sujetas a un margen de error producto de esta mediación. b) La influencia de las
características particulares de las preguntas, c) adaptación de los sujetos a las
respuestas, d) cristalización (ciertos temas donde la persona encuestada no tiene
realmente una opinión, e) adopción de papeles, ya que los/las encuestados
asumen roles ante el cuestionario y esos roles asumidos influirán en las
respuestas. f) ambigüedades en la valoración, g) omisión de preguntas claves no
formuladas, h) incomprensión de las preguntas. Por parte de la fiabilidad, hay dos
limitaciones importantes: a) impacto de las variables externas sobre las
respuestas, b) el componente de azar que incluye la selección de respuestas.
El autor señala elementos para resolver la cuestión de“¿cómo podemos aumentar
la probabilidad de que nuestras mediciones sean válidas y fiables?” (p.107) En
este sentido: a) seguir las recomendaciones entregadas anteriormente por el autor,
redactar múltiples preguntas para medir cada concepto, indicaciones claras y
pertinentes, realizar una introducción adecuada para generar confianza y
responsabilidad en el encuestado, someter el instrumento a examen de jueces,
incorporar o adaptar estudios preexistentes, asegurar la confidencialidad y claro
está, hacer preguntas interesantes y pertinentes.
Dentro de los procedimientos para examinar la fiabilidad de índices o escalas, se
observan: a) repetición de la prueba, b) diseño de formas paralelas, c) consistencia
interna. Para chequear la validez en índices y escalas: a) análisis de convergencia,
b) análisis de divergencia, c) análisis de discriminación, d) análisis de jueces y f)
análisis teórico. En síntesis, el autor concluye que “si los resultados obtenidos en
un estudio se replican con los obtenidos
en otros, eso nos servirá para confirmar más aún la validez de nuestra información
y conclusiones.” (p.113).

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