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Guía 10 de Tecnología e Informática Grado: 11

1. Indicadores de desempeño:

1.1 Reconoce la teoría de inteligencia múltiples y entiende que todas las personas tienen diferentes tipos fortalezas.

1.2 Identifica la necesidad de fortalecer la inteligencia emocional para su vida personal.

2. Contenido

El miedo obedece a un instinto de supervivencia

Si bien el miedo se genera en el cerebro, no es producto de un acto de pensamiento o intelectual; el miedo obedece a un
instinto elemental para la supervivencia pues hace que las personas actúen de inmediato ante una situación de riesgo, en
especial si es de muerte. Así lo indicó el doctor Francisco Romo, de la Facultad de Medicina de la UNAM, en el marco de
la ponencia "Dolor, percepción y conciencia. El circuito del miedo y sus padecimientos", al destacar que es por ello que
millones de personas en el mundo logran sobrevivir ante posibles accidentes, como cuando se logra correr cuando de
manera intempestiva aparece un auto conducido a muy alta velocidad, o en el momento en que se esquiva un objeto que
cae de algún edificio debido a cualquier cosa. En estos momentos de riesgo, puntualizó el experto, el cerebro actúa de
manera irracional, basándose sus órdenes al resto del cuerpo únicamente en el instinto básico y en experiencias pasadas.

¿Dónde se origina el miedo?


El especialista Francisco Romo refirió que investigaciones realizadas en conjunto por el Instituto Tecnológico de California,
Estados Unidos y el Friedrich Miescher Institute, Suiza, revelaron el "circuito del miedo", es decir, el origen y desarrollo
de esta sensación en el cerebro y cómo termina este episodio.
Es en la amígdala, expuso, donde existen dos tipos de células neuronales las cuales se encuentran conectadas a través
de un balancín el cual, en principio, se mantiene en las neuronas "sensoriales” las cuales están siempre expectantes ante
la posibilidad de que se susciten situaciones de riesgo y cuando estas aparecen, el balancín se traslada a las llamadas
neuronas “guardianes”, encendiéndose así él switch del miedo, por lo que de inmediato se alerta a otras regiones del
cerebro, a fin de que todas las partes del cuerpo actúen. Los indicadores de riesgo se dan de manera externa, ya sea por
el claxon de un auto, el sonido de una alarma, movimientos de tierra (temblores).

Uno de los aspectos más fascinantes señalados por el especialista de la UNAM, es la interacción entre las sensaciones
más primitivas hasta el razonamiento de que se está sintiendo miedo. Cuando la amígdala percibe situaciones de riesgo,
la reacción es primitiva en principio manifestándose a través de las hormonas del estrés (serotonina y dopamina), lo cual
a su vez produce que se aceleren; el ritmo cardiaco y la respiración; la sangre abandona los estratos superficiales de la
piel; y se dirige hacia los músculos internos; proveyéndoles una mayor cantidad de oxígeno, a fin de que el organismo
responda ante la emergencia, ya sea al huir o preparándose para una lucha.

Inmediatamente de estas reacciones en cadena, la alerta llega a otros centros del cerebro con el conocimiento, es decir,
tener conciencia de que se está en riesgo y tras ello es posible pasar a un estado de conocimiento, a partir del cual se llega
a un razonamiento, el cual puede ser sumamente complejo si de lo que se trata es de establecer una estrategia para salir
de una situación de peligro.

El riesgo de lo irracional
En el marco de la ponencia “Dolor, percepción y conciencia. El circuito del miedo y sus padecimientos”, del doctor Francisco
Romo, investigador de la Escuela de Medicina de la UNAM, se planteó que la irracionalidad del miedo conlleva por sí
misma riesgo para la persona que pueden mostrar signos de cobardía. Es decir, esta irracionalidad puede conllevar a
signos de un miedo sin fundamento que puede derivar incluso en situaciones de pánico, donde la persona que lo siente
no es capaz ni siquiera de reaccionar. En estos casos se encuentran las fobias al agua, a los insectos, a otras personas,
es decir, a agentes externos que representan en sí ningún peligro.

Por otra parte, existen riesgos externos que no tienen que ver con accidentes u otras situaciones intempestivas y de los
cuales, al tomar conocimiento (es decir ser conscientes) nos puede provocar un miedo que nos puede volver vulnerables
a la manipulación. Por ejemplo, si un niño es amenazado con enviarlo a su cuarto si no come todo lo que se le sirvió,
termina comiendo todo porque tiene “miedo” al castigo; pero lo mismo puede suceder con una persona que acepta malos
tratos como empleado porque tiene miedo de perder su trabajo.
Así, las amenazas y los chantajes son posibles gracias al miedo que hay dentro de diversas personas, las cuales requieren
de recibir apoyo especializado porque generalmente su sensación de temor está asociado a otras alteraciones o trastornos
mentales.
Fuente: https://sumedico.lasillarota.com/especialidades/el-miedo-obedece-a-un-instinto-de-supervivencia/288184
¿En qué consiste el miedo?
El ser humano, desde que tiene conciencia de tal, ha tenido una serie de sentimientos innatos, y uno de ellos, y quizá sea
una de las características principales para su supervivencia, siempre ha sido el miedo. Limitador y beneficioso por igual, el
miedo ha sido el culpable de guerras e incultura, y a la vez, inspirador de arte y colaborador para nuestra supervivencia…
¿En qué consiste este impulso humano?

El miedo en su ámbito físico biológico


El miedo se encarga en muchas ocasiones de hacernos conscientes de los peligros externos que nos pueden amenazar,
y nuestro organismo los interpreta de la siguiente forma:
Primero los sentidos captan el foco de peligro, pasando a ser interpretado por el cerebro, y de ahí pasa a la acción el
sistema límbico. Este se encarga de regular las emociones de lucha, huida, y ante todo, la conservación del individuo.
Además de todo esto, también se encarga de la constante revisión de la información dada por los sentidos, incluso cuando
dormimos, para poder alertarnos en caso de peligro. Cuando esto ocurre, se activa la amígdala, que se encarga de
desencadenar todo el sistema del miedo, y entonces nuestro cuerpo pasa a sufrir las siguientes reacciones:
Aumento de la presión arterial, Aumento de la velocidad en el metabolismo, Aumento de la glucosa en sangre, Detención
de las funciones no esenciales, Aumento de adrenalina, Aumento de la tensión muscular, Apertura de ojos y dilatación de
pupilas.
En determinados momentos de miedo, puede llegar el pánico, que hará que se desactiven nuestros lóbulos frontales,
retroalimentando el miedo y haciendo que se pierda la noción de la magnitud de este y en muchas ocasiones el control
sobre la conducta de uno mismo.

El miedo en la sociedad
El miedo, comenzó siendo algo positivo en las sociedades prehistóricas, que salvaguardaba a nuestros antecesores de
peligros como los depredadores, las inclemencias del tiempo y demás amenazas, colaborando así en la supervivencia de
la especie. A medida que las sociedades fueron avanzando, las teorías sobre los temores fueron creciendo paulatinamente
a estas, siendo utilizado en muchas ocasiones por los grandes poderes para controlar a las masas o para moldear a las
poblaciones a su antojo. Un ejemplo claro de esto fueron las grandes políticas autoritarias, que se apoyaban en el terror
para asentar sus mandatos, como el nazismo que asoló Europa durante los años 30 y 40 del siglo pasado, que basó gran
parte de su poder en el miedo. También la fundación de terrores en contra de otros colectivos o etnias ha ayudado a la
consolidación de sistemas políticos, demonizando y achacando males y peligros a diversos grupos que en muchas
ocasiones distaban de encarnar las características que se les atribuían. Las religiones y muchas supersticiones, también
se utilizaron para disminuir los miedos, como por ejemplo las promesas vikingas del Valhala, el paraíso donde iban los
muertos caídos en combate, que, a través de esa creencia, los guerreros perdían su miedo a la muerte en la batalla.
Muchas creencias han ayudado a las personas a lo largo de la historia como liberación contra fobias o como impulso para
la superación de terrores.
Los dioses vengativos, el infierno y las deidades malignas, las criaturas sobrenaturales… siempre han hecho que los
crédulos vivan temerosos de realizar actos “moralmente reprobables”, simplemente por el miedo a lo desconocido. Varios
rasgos comunes en muchas religiones siempre han sido el fin del mundo y los entes malignos, sembrando el pánico entre
los fieles.

El miedo en el imaginario popular y el arte


La exploración de los sentimientos más oscuros del ser humano siempre ha sido algo que ha cautivado al ser humano,
intentando interpretarlo y acentuarlo en todas las vertientes culturales. Desde las gárgolas de las catedrales, que evocan
monstruos horrendos con escorzos agónicos hasta el moderno cine de terror, desde que el ser humano tiene conciencia
de tal, siempre se ha regocijado en sus miedos, y, mientras que muchos de estos se mantienen desde el principio de los
tiempos (deidades malignas, la muerte, terrores sobrenaturales) otros, se han ido refinando o apareciendo a medida que
la sociedad avanzaba, como las fobias sociales, o las angustias modernas. Los artistas de todos los tiempos no han dudado
en explotar este sentimiento humano, y desde siempre podemos ver ejemplos de arte terrorífico en todas las disciplinas
posibles y en todas las vertientes de este…
Fuente: https://www.nationalgeographic.es/ciencia/en-que-consiste-el-miedo

3. Trabajo en casa, Conteste las siguientes preguntas


 Después de realizar la lectura y de acuerdo a su experiencia con el miedo ¿Crees que es una herramienta vital
para el cuerpo?
 De tres ejemplos en el cual sus padres o tutores utilizaran el miedo con ustedes para que realizaran sus oficios.
 Escriba dos ejemplos en donde el colegio haya usado el miedo para que usted siguiera las indicaciones.
 Realizar actividades nuevas genera ansiedad y miedo por lo desconocido. ¿Le ha sucedido esto en algún
momento y porque?
4. Entrega
Al terminar la actividad no olvides enviar la evidencia fotográfica de la tarea al Whatsapp del profesor.

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