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En esta ocasión hemos querido hacer un pequeño repaso a dos términos muy usados en el mundo de las
finanzas y la economía por su increíble funcionalidad a la hora de arrojar resultados sobre las empresas y
saber si es viable la inversión en un determinado proyecto, conocidos como el VAN y el TIR. Estas dos
herramientas pueden hacer que ganes mucho dinero o que te alejes de las malas opciones de una empresa.
Qué son el VAN y el TIR
El VAN y el TIR son dos tipos de herramientas financieras del mundo de las finanzas muy
potentes y nos dan la posibilidad de evaluar la rentabilidad que nos pueden dar los diferentes
proyectos de inversión. En muchos casos, la inversión en un proyecto no se da como inversión sino
como la posibilidad de poner en marcha otro negocio debido a la rentabilidad.
Ahora, vamos a hacer una pequeña introducción del VAN y el TIR, estos conceptos financieros por
separado para que puedas ver cómo se calculan y cuál es la mejor opción dependiendo de los
resultados que quieras conocer y las posibilidades que te ofrece el VAN y el TIR.
Que es el VAN
El VAN o Valor Actual Neto, se conoce a esta herramienta financiera como la diferencia entre el
dinero que entra a la empresa y la cantidad que se invierte en un mismo producto para ver si
realmente es un producto (o proyecto) que puede dar beneficios a la empresa
El VAN cuenta con una tasa de interés que se llama tasa de corte y es la que se usa para
actualizarse constantemente. Dicha tasa de corte, la da la persona que va a evaluar dicho proyecto
y que se hace en conjunto con las personas que van a invertir.
La tasa de corte del VAN puede ser:
El interés que se tenga en el mercado. Lo que se hace es tomar una tasa de interés a largo
plazo que se puede sacar fácilmente del mercado actual.
La tasa en la rentabilidad de una empresa. El tipo de interés que se marque en ese
momento, dependerá de cómo se financie la inversión. Cuándo se hace con capital que otra
persona ha invertido, entonces la tasa de corte refleja el costo de capital ajeno. Cuando se
hace con capital propio, este tiene un coste directo para la empresa pero le da rentabilidad
al accionista
Para poder hallar el TIR de la forma correcta, los datos que se van a necesitar son el tamaño de la
inversión y el flujo de caja neto proyectado. Siempre que se vaya a hallar el TIR, se debe usar la
fórmula del VAN que te hemos dado en la parte superior. Pero reemplazando el nivel de Van por 0
para que nos pueda dar la tasa de descuento. A diferencia del VAN, cuando la tasa es muy alta,
nos está diciendo que el proyecto no es rentable, si la tasa nos da menor, esto quiere decir que el
proyecto es rentable. Mientras más baja sea la tasa, mucho más rentable es el proyecto.
En resumen
El TIR o la tasa interna de retorno es un indicador muy fiable en lo que se refiere a la rentabilidad de
un proyecto en concreto. Cuando se lleva a cabo una comparación de las tasas de rentabilidad
interna de dos tipos de proyectos diferentes no se tiene en cuenta la posible diferencia que puede
haber en las dimensiones de los mismos.
Ahora, después de conocer todo esto nos preguntamos ¿es fácil de entender? ¿Ya sabemos lo que
es el VAN y TIR?
Puede que al principio VAN y TIR sean dos términos que te confundan un poco pero para el
rendimiento de tu empresa y sobre todo para que tu no pierdas dinero son de suma importancia, ya
que gracias a esto puedes saber cuándo un proyecto es realmente rentable para que puedas invertir
en él o si tienes la opción entre varios proyectos, puedas saber qué proyecto es más rentable.
También te permite conocer cuándo un proyecto es poco rentable cual es la diferencia que
dejarás de ganar.
Por lo tanto, tanto el VAN y el TIR son herramientas financieras complementarias y nos pueden
arrojar valiosos datos de las empresas o proyectos en los que estamos dispuestos a invertir,
haciendo que siempre tengamos el 100 % de las ganancias en los proyectos que quieras llevar a
cabo.
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