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Riechmann, J., Un buen encaje en los


ecosistemas. Segunda edición (revisada)
de Biomímesis. Madrid: Los libros de la
Catarata. 2014, 383 pp.

© Ediciones Universidad de Salamanca Azafea. Rev. filos. 16, 2014, pp. 151-158
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sistemas naturales), (c) un problema de
Aunque en los últimos años se ha eficiencia (el uso de energía y materia-
escrito largamente sobre la crisis ecoló- les es arduamente ineficiente), (d) un
gica, que en última instancia responde a problema fáustico (descontrol de la po-
un conglomerado de problemas globales derosa tecnociencia) y (e) un problema
que se encuadran en una gran policrisis de desigualdad social (el capitalismo ge-
general, es sin duda Jorge Riechmann nera una desigualdad social creciente).
(Madrid, 1962) quien encarna el papel Todos ellos serán presentados bajo una
de cumplir con el verdadero imperati- óptica de la sospecha que trata de mos-
vo orteguiano de estar a la altura de los trar la irracionalidad de su desarrollo y
tiempos. Si bien su posición socioecoló- la posibilidad de llevar a cabo procesos
gica se concentra alrededor de los cinco sociales hacia fases sostenibles y racio-
volúmenes de la denominada pentalogía nales socioecológicamente. Frente a esta
de la autocontención, las reediciones en situación, Jorge Riechmann se pregun-
los últimos años datan de la constan- ta si es posible aún plantear un cambio
te revisión e incorporación de material de rumbo y de perspectiva; para ello,
empírico por parte del autor a las obras apoyándose en referencias científicas,
presentadas con anterioridad. Un ejem- sociológicas, filosóficas, políticas y eco-
plo de ello se encuentra en la segunda nómicas (que responden a la llamada de
edición actualizada del cuarto volumen socorro en contra de la vieja dicotomía
de dicha pentalogía, Biomímesis (2006), entre ciencias y humanidades, apostan-
cuyo título reza Un buen encaje en los do por una Tercera Cultura de trabajo
ecosistemas. Si bien el libro, como señala multidisciplinar como legó póstuma-
en el prólogo el Prof. Luciano Espino- mente, entre otros, Francisco Fernán-
sa, contribuye a condimentar una razón dez Buey), asegura que dicho cambio es
ecológica, su auténtica finalidad respon- posible y necesario ante la gran prueba
de a un acto de compromiso con la bios- que supondrá el siglo xxi tras el desajus-
fera y la sociedad. te biosférico actual que precisa no de
La teoría socioecológica planteada tantas soluciones tecnológicas, sino más
insta a observar la sociedad y la naturale- bien de una exigencia reconstructiva de
za en términos coevolutivos, interactivos la socialidad humana.
y ecodependientes (e interdependientes) Es necesario por todo ello un rediseño
hacia un desarrollo sostenible como vida de la tecnosfera en términos coevoluti-
buena dentro de los límites de los eco- vos, interactivos y ecodependientes (e in-
sistemas. Los cinco problemas determi- terdependientes), es decir, un cambio en
nantes, planteados en los seis primeros los modos de comportamiento ciudadano
capítulos del libro junto con el capítulo en su relación con la naturaleza (dicha
décimo que recoge la crítica ecosocialista propuesta será presentada, bajo una serie
al modelo capitalista, serían los siguien- de reformas, en los capítulos que van del
tes: (a) un problema de escala (saturación séptimo al noveno, incluyendo el capítulo
del espacio ecológico), (b) un problema undécimo). El autor propone una recons-
de diseño (gran parte de los sistemas hu- trucción de la socialidad (transformación
manos (tecnosfera) encajan mal en los del ethos dominante hacia prácticas más

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cooperativas) que adapte sus sistemas Todos los cambios que se precisarán
(tecnosfera) a los ecosistemas –principio a la hora de hablar de un buen encaje en
de biomímesis– para lograr mayores efi- los ecosistemas no corresponden sola-
ciencias (ecoeficiencia) actuando sobre la mente a sectores individuales y cerrados,
demanda con medidas de autocontención sino que los cambios deben ser estruc-
(gestión generalizada de la demanda). turales y sobre todo ciudadanos, inci-
Si bien en primer lugar, el principio de diendo en los modos de actuar y vivir de
biomímesis propone un cambio produc- éstos acorde con un modelo sostenible
tivo acorde con la “economía natural” socioecológicamente. Cambios éticos
de los ecosistemas, donde la economía y estéticos que contribuyen a crear un
humana imite a la natural en términos de estilo de vida distinto será la alternativa
sustentabilidad planetaria, posibilitan- que Jorge Riechmann proponga bajo un
do así una eficiente ecología industrial y ecologismo epicúreo (o hedonismo ascéti-
urbana, junto con infraestructuras eco- co) que reflexione desde las necesidades
lógicas o ecoarquitecturas adaptadas en de autocontrol y limitación hasta el cul-
las viviendas, regulaciones agroecosis- tivo de la vida interior, sin olvidar una
témicas, química verde o biotecnología reformulación novedosa de entender la
ambientalmente compatible, su finalidad amistad epicúrea en términos de coope-
estratégica responde a la inserción de los ración (a éstos y otros temas relaciona-
sistemas humanos dentro de los sistemas dos con los cambios éticos y estéticos se
naturales en una búsqueda coherente en- dedican los capítulos duodécimo, deci-
tre los mismos. En un segundo lugar, es motercero y decimoquinto).
imprescindible tener en cuenta el papel Un buen encaje en los ecosistemas re-
que desempeña la ecoeficiencia y, sobre flexiona lúcidamente a partir de la pre-
todo, la noción de metabolismo presente gunta que tiene como base la posibilidad
en las relaciones de intercambio de mate- de seguir hablando de sustentabilidad
ria y energía entre individuos y biosfera, (pregunta replanteada en el capítulo deci-
que precisan de regulaciones y políticas mocuarto) donde Jorge Riechmann ofre-
de autocontención regidas por subprinci- ce una alternativa en contra de las sendas
pios de sustentabilidad basados en la bio- hobbesianas enfatizadas por la creciente
mímesis. A ello se suma, en tercer lugar, escasez de recursos que muestran un mun-
una gestión absoluta de la demanda que do malthussiano, en la cual la humanidad
regule la política económica centrada en- tiene el deber de adaptar sus conductas y
teramente en el crecimiento del PIB bajo acciones siguiendo los límites que impone
una lógica productivista e incompatible la naturaleza. Dicha posición se inscribe
con los límites de la biosfera (e incom- en una fase de pensamiento donde la mis-
patible con una igualdad planetaria en ma catástrofe se presenta como una opor-
términos sociales y humanos), que po- tunidad nueva de intervención y transfor-
sibilite un replanteamiento del modelo mación de la realidad dañada, evitando así
socio-económico capitalista centrado en caer en una barbarie ecológica o ecocida.
el consumismo y en la constante creación
de valores de cambio con consecuencias Javier Romero
perniciosas en los ecosistemas. Universidad de Salamanca

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