Diana Carolina Gómez Ortiz

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Cuarta ola feminista

La “cuarta ola feminista” es un movimiento que se ha ido desarrollando a lo largo del siglo
XXI por mujeres que han retomado las luchas por los derechos de los siglos pasados y, que,
con base en estas y la falta de muchos derechos que se siguen teniendo, se han propuesto
nuevas manifestaciones. Este movimiento, es caracterizado por tomar fuerza a nivel
mundial y en todos los medios de comunicación existentes, lo cual es muy importante, ya
que no sólo salen a las calles -lo público-, sino que sus luchas van más allá de su propia
ciudad.
Las mujeres siempre hemos estado reducidas al espacio privado, no se podía salir a
lo público porque era de los hombres. Si en algún momento había un agravio a la mujer en
un espacio privado, claramente, era dejado ahí, no salía de la casa o del espacio en el que
ocurría porque consigo iba a traer una denuncia -que sería publica-, la cual, la mujer no era
capaz de hacer por el miedo de lo que eso implicaría. Sin embargo, en la actualidad se ha
tratado de salir a lo público, de dar a conocer los problemas y denunciarlos generando una
solidaridad con todos aquellos grupos de mujeres que han pasado por lo mismo, por medio
de los medios de comunicación y las redes sociales que permiten que llegue a todas partes
del mundo.
Este gran movimiento mundial, ha nacido y se ha ido desarrollando en un contexto
de crisis mundial, donde el peligro, las desigualdades sociales, la corrupción y las
injusticias han ido aumentando, como nos lo dice María Paula García, por “una crisis del
capitalismo heteropatriarcal en su versión neoliberal” (2018). Así, es como se ha dado este
fenómeno y se ha ido impulsando por todo el mundo:
“El último 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fue una
expresión de ello: en el segundo Paro Internacional de Mujeres hubo movilizaciones
en más de 70 países y 150 ciudades del mundo, en todos los continentes. “Madrid
será la tumba del machismo” exclamaron las españolas. “El lugar de la mujer es la
resistencia - No prestaremos obediencia” gritaron las turcas desafiando el estado de
sitio. “Time’s Up” (“Se acabó el tiempo”) expresaron las norteamericanas. “Aborto
Legal ya - Basta de ajuste y despidos” fue la consigna que encabezó en la Ciudad de
Buenos Aires la movilización más grande de los últimos años”. (García, 2018)
 Diana Carolina Gómez Ortiz
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Las redes sociales han ayudado mucho a la causa, es fácil y de tal rapidez, que puede llegar
fácilmente a todo aquel que tenga Instagram, Facebook, Twitter, Tumblr, entre otras redes.
Por lo cual, hemos visto movimientos cibernéticos como #MeToo, el cual surge en una de
las esperas “públicas” más poderosas de Norteamérica: Hollywood. Este hashtag permitió
que muchas actrices y actores demandaran los acosos sexuales que algunos directores
usaban como una herramienta de poder para asignar papeles en películas importantes, un
problema al cual se han enfrentado a lo largo de su carrera y jamás había salido a luz con
tal magnitud que fue de visibilidad internacional. (Muñoz, 2019)
Pero las marchas que se han generado hasta el momento no sólo han sido para
visibilizar el acoso por lo que pasamos millones de mujeres -y hombres-, sino para
denunciar todos los tipos de violencia a los que hemos estado expuestas -física, psicológica,
económica- y por los derechos que aún no tenemos, como: la falta de reconocimiento a las
mujeres que su trabajo es la tarea domestica; el salario más bajo; las políticas por embarazo
en los trabajos; el decidir sobre nuestro cuerpo y la forma en que vestimos; los derechos
sexuales y los reproductivos, entre otras cosas. “Porque nuestras vidas son inseguras,
precarias y están colmadas de injusticias y desigualdades. Porque todos los ámbitos de
nuestra vida cotidiana están atravesados por el machismo. Porque las mujeres queremos
vidas dignas, otra forma de relacionarnos y otra sociedad”. (Moriana, 2018)
La cuarta ola resulta ser un movimiento relacionado a la globalización, lo cual,
como ya se menciono anteriormente, ayuda a que la visibilización de los abusos sea mayor.
Sin embargo, pareciera que no todos los estratos sociales están implicados en este
movimiento, y aún hay mucho que trabajar en la inclusión de distintas identidades y
culturas para que ellas también sean parte -visible- de esta gran ola, ya que, es el lugar
donde más abusos y feminicidios hay sin que tengan un medio internacional para poder
denunciarlo. Así que, para poder difundir los problemas generales, se necesita la unión de
todas las mujeres, no importa la clase social. La cuarta ola trata de ser transversal e ir más
allá de las diferencias.
 Diana Carolina Gómez Ortiz
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REFERENCIAS:

 García, M., et al. (2018) Una ola feminista recorre el mundo. La Cuarta Ola
Feminista (1ª ed.) Recuperado de https://malajunta.org/wp-
content/uploads/2019/06/libro-mala-junta-web-final-2.pdf#page=15
 Moriana, G. (2018) Y después de la huelga feminista del 8M, qué. En Revista de
Treball, Nº88. Recuperado de http://www.ces.gva.es/sites/default/files/2018-
04/art1.pdf
 Muñoz, J. (2019) Una nueva ola de feminista… más allá de #MeToo. Irrupción,
legado y desafíos. En Políticas Públicas para la Equidad, vol II. Recuperado de
https://www.researchgate.net/profile/Judith_Munoz_Saavedra/publication/3307135
59_Una_nueva_ola_feminista_mas_alla_de_MeToo_Irrupcion_legado_y_desafios/l
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