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I.E.

D José Antonio Galán

CRISTIAN ELIAS GARAVITO RENGIFO

10-A

FILOSOFIA

Ovar ramos
Barranquilla Atlántico
2020
San Agustín:
a) Concepto de Dios para
R: San Agustín no se preocupa, sin embargo, de elaborar pruebas
sistemáticas de la existencia de Dios, aunque propone diversos argumentos
que ponen de manifiesto su existencia, haciéndolo con esa estricta
intención. Entre ellos se encuentran los que, a partir del orden observable
en el mundo, concluyen la existencia de un ser supremo ordenador, o los
basados en el consenso, que recalcan la universalidad de la creencia en
dioses por parte de todos los pueblos conocidos.

También encuentra a Dios en el interior del hombre, a donde San Agustín


acostumbra a dirigirnos para encontrar en nosotros la verdad. Es
precisamente por ese camino por el que vamos a encontrar la que suele
considerar con propiedad la demostración de la existencia de Dios a partir
de las ideas o verdades eternas: el fundamento de tales verdades
inmutables no puede estar en las cosas creadas, que son cambiantes, sino
que ha de estar en un ser inmutable y eterno, a su vez, es decir, en Dios.

Respecto a la creación, es el resultado de un acto, libre, de Dios. No


obstante, las esencias de todas las cosas creadas se encontraban en la
mente de Dios como ejemplares o modelos de las cosas, tanto de las
creadas en el momento original como de las que irían apareciendo con
posterioridad, es decir, de todo lo posible, pero no existente todavía.

b) Pensamiento
R: En íntima dependencia con el pensamiento grecorromano, el hiponense
reivindica la razón como única facultad capaz de alcanzar la verdad y
superar el escepticismo, verdadero obstáculo para abrazar la fe y lograr la
felicidad.
El acceso a la verdad requiere que el hombre se desvincule del
conocimiento sensible, mera contingencia y apariencia de ser, y se vuelque
hacia el interior de sí mismo.
c) Similitudes con Platón
R:
 Para Platón existen dos mundos: el material o sensible y el inteligible
esta formado por ideas y una de ella es a todas: la idea del bien,
mientras que San Agustín identifica a Dios con la idea del bien de
Platón.
 La idea del bien de Platón superior del mundo de las ideas, por lo
que es superior a todas las demás (incluida la sensible), mientras
que, para San Agustín, Dios es superior a todos porque él ha sido
capaz de crearnos y es divino.
 Las ideas de Platón no tienen materia, aunque son reales. Son
informes, eternas y no se pueden conocer a través de los sentidos,
mientras que San Agustín dijo que a Dios se le conocía, se sabía de
él mediante la fe, no se podía percibir mediante los sentidos. Dios es
eterno, omnisciente, omnipotente, informe, etc.
 Para Platón el mundo es sensible es eterno, no tiene principio ni fin,
mientras que para San Agustín el mundo tiene un principio con la
creación y un fin con el apocalipsis.

d) Explique los tipos de conocimiento que plantea


R: el conocimiento sensible y el conocimiento racional; el conocimiento racional, a
su vez, podrá ser inferior y superior. El conocimiento sensible es el grado más bajo
de conocimiento y, aunque realizado por el alma, los sentidos son sus
instrumentos; este tipo de conocimiento sólo genera en mi opinión, doxa, tipo de
conocimiento sometido a modificación, dado que versa sobre lo mudable (puede
observarse la clara dependencia platónica del pensamiento agustiniano); al
depender del objeto (mudable) y de los sentidos (los instrumentos) cualquier
deficiencia en ellos se transmitirá al conocimiento que tiene el alma de lo sensible.
El verdadero objeto de conocimiento no es lo mudable, sino lo inmutable, donde
reside la verdad. Y el conocimiento sensible no me puede ofrecer esta verdad.

El conocimiento racional, en su actividad inferior, se dirige al conocimiento de lo


que hay de universal y necesario en la realidad temporal, y es el tipo de
conocimiento que podemos llamar ciencia (como los conocimientos matemáticos).
Ese tipo de conocimiento depende del alma, pero se produce a raíz del "contacto"
con la realidad sensible, siendo ésta la ocasión que permite que la razón origine
tales conocimientos universales.

El conocimiento racional, en su actividad superior, es llamado por San Agustín


sabiduría; es el auténtico conocimiento filosófico: el conocimiento de las verdades
universales y necesarias, las ideas, siguiendo a Platón. Hay, pues, una gradación
del conocimiento, desde los niveles más bajos, sensibles, hasta el nivel más
elevado, lo inteligible, la idea: "Las ideas son formas arquetípicas o esencias
permanentes e inmutables de las cosas, que no han sido formadas, sino que,
existiendo eternamente y de manera inmutable, se hallan contenidas en la
inteligencia divina" (Quaestio XLVI, De ideis, 2).
Santo Tomas
a) Concepto de Dios
R: Según Santo Tomás la existencia de Dios es un conocimiento natural en
el ser humano, al que puede llegar con el uso adecuado y lógico de su
razón, incluso sin haber conocido la Revelación cristiana, ni haber realizado
un acto de fe.

Su existencia es eterna y es la causa de todas las demás existencias. Sin


embargo, a los seres humanos nos cuesta mucho formarnos el concepto de
Dios, y esta es la razón por la que existen ateos, e incluso algunas
personas lo conciben con forma de animal, de hombre o de fuerza de la
naturaleza.
Por estos motivos Santo Tomás entiende que la proposición Dios existe, es
evidente en sí misma, pero no para nosotros que somos seres limitados.

b) Pensamiento
R: Tomás de Aquino sigue en las líneas fundamentales el pensamiento de
Aristóteles. Las personas están constituidas por una unidad de alma y
cuerpo, en la que la primera es la forma-esencia (creada por Dios) y el
segundo el elemento material.

c) Similitudes con Aristóteles


R: Santo Tomás de Aquino se reservó el intento de reconciliar el sistema
aristotélico con la teología cristiana, porque consideraba que los principios
filosóficos de Aristóteles eran verdaderos, aunque algunas de sus ideas
hayan sido contrarias a la tradición y creadoras de gran oposición.

Santo Tomás fue más allá de Aristóteles al ver que en toda cosa material existe
una dualidad de principios, la de la esencia y la existencia, y que la esencia es en
potencia su existencia.
Dios creó el mundo con un propósito que no puede ser otro que Dios
mismo. Lo creó como manifestación de su perfección.
d) Explique qué son o en qué consisten las llamadas vias o caminos al
conocimiento
R: Santo Tomás aplica al hombre la teoría aristotélica del hilemorfismo, y así
define al hombre como un compuesto de materia y forma; la materia es el cuerpo y
la forma el alma. Santo Tomás vuelve a un planteamiento unitario del hombre (no
dualista como el de Platón y San Agustín): el hombre es una unidad de cuerpo y
alma. Sin embargo, y a diferencia de Aristóteles, afirma que cuando el cuerpo
muere y se descompone el alma subsiste, ya que es inmortal.
La concepción del ser humano está en estrecha relación con el problema
del conocimiento. Según la concepción platónica nuestro entendimiento conoce en
la medida en que conoce las ideas, que son realidades inmateriales que existen
separadas de las realidades materiales. Según la teoría aristotélica, nuestro
conocimiento parte de los sentidos, de la experiencia sensible, no de la razón y su
conocimiento de lo universal (las ideas de Platón).
El conocimiento es el acto consciente e intencional para aprehender las
cualidades del objeto y primariamente es referido al sujeto, el Quién
conoce, pero lo es también a la cosa que es su objeto, el Qué se conoce.
Su desarrollo ha ido acorde con la evolución del pensamiento humano. La
epistemología estudia el conocimiento y ambos son los elementos básicos
de la investigación científica, la que se inicia al plantear una hipótesis para
luego tratarla con modelos matemáticos de comprobación y finalizar
estableciendo conclusiones valederas y reproducibles. La investigación
científica ha devenido en un proceso aceptado y validado para solucionar
interrogantes o hechos nuevos encaminados a conocer los principios y
leyes que sustentan al hombre y su mundo; posee sistemas propios
basados en el método de hipótesis-deducción/inducción complementados
con cálculos estadísticos y de probabilidades. El buen manejo de la teoría
del conocimiento en investigación científica permite respuestas correctas y
técnicas a cualquier hipótesis, razón por la que el investigador científico
debería conocer su teoría y evolución.
d) ¿Qué es la ley natural?
R: De acuerdo con la teleología aristotélica, Aquino afirma que el ser hu-
mano, al igual que cualquier otro ser natural, posee ciertas tendencias
enraizadas en su naturaleza. El término «tendencia» significa aquí: línea de
conducta orientada a un fin específico. La naturaleza humana posee, pues,
ciertas tendencias. Esto es algo que el ser humano tiene en común con el
resto de los seres naturales, ya que la existencia de fines es un rasgo
específico de la naturaleza como tal, y no exclusivamente de la naturaleza
humana. Ahora bien, el hombre se distingue de los otros seres naturales
por su racionalidad, porque solo él es capaz de conocer sus propias
tendencias y, por tanto, solo él puede deducir ciertas normas de conducta
encaminadas a darles el cumplimiento adecuado. De este modo se
demuestra, a juicio de Aquino, la existencia de la ley natural: como ser
racional que es, el hombre puede formular ciertas normas de conducta de
acuerdo con las exigencias de su propia naturaleza. La ley natural es el
criterio con el que podemos distinguir entre acciones moralmente buenas y
malas.
Mapa conceptual
Consulta acerca de otros grandes filósofos y sus pensamientos en la edad
medieval. Mínimo 5.
R:
San Isidoro de Sevilla (560 - 636)
Como es el caso de San Agustín de Hipona, San Isidoro de Sevilla no vivió en la
Edad Media propiamente dicha pero influyó en la visión del mundo que se tuvo
durante ella.
Este erudito hispanogodo fue un destacable escritor en su época. Se dedicó a
describir la realidad de su tiempo, y es por ello que es considerado como uno de
los autores más prolíficos de su generación.
Abordó temáticas muy variadas, como historia, astronomía y geografía, y elaboró
enciclopedias, biografías de personajes ilustres, además de hablar sobre liturgia y
la Iglesia.
Su obra más destacable es Etimologías (circa 634) en la que plasma todo el
conocimiento y su evolución desde los tiempos paganos hasta el siglo VII, cuando
ya prevalecía la fe cristiana.
En esta obra abordó aspectos tocó todas las temáticas conocidas de la época,
como lo eran la teología, el arte, la literatura, el derecho, la gramática, la
cosmología, las ciencias naturales y muchos más conocimientos.
Sin embargo, uno de los aspectos más polémicos de su visión del mundo era su
opinión sobre la comunidad judía que residía en la Hispania de finales de la época
clásica.
San Isidoro, en medio de luchas entre las creencias judeocristianas, consideraba
que la población judía debía ser convertida al cristianismo, aunque cabe indicar
que era partidario de hacerlo mediante el arte de la palabra y convenciéndolos, a
diferencia del rey visigodo Sisebuto, quien era partidario de usar la fuerza.
Juan Escoto Erígena (815 - 877)
Otro gran pensador medieval fue Juan Escoto Erígena. Este filósofo, de origen
irlandés, es considerado como el creador del primer gran sistema filosófico de la
Edad Media.
Trabajó para la corte del rey francés Carlos I, quien le nombró supervisor de la
escuela de su corte y le encargó que hiciera traducciones al latín de obras de
filósofos platónicos.
Su visión particular sobre el universo fue polémica en su tiempo, dado que en su
obra De Visione Naturae (865-870) rechaza la idea popularmente extendida en la
cristiandad de que el universo fuera creado de la nada.
Consideraba que el tiempo y el espacio eran manifestaciones de ideas que
estaban dentro de la mente de Dios.
También sostenía que la razón no debía ser censurada por la autoridad, sino que
era la autoridad quien debía basarse en la propia razón.
Estas visiones polémicas del mundo le llevaron a que la obra ya mencionada fuera
condenada varios siglos después, en 1225, cuando en el concilio de Sens el papa
Honorio III mandó su quema.
Avicena (980 - 1037)
Su nombre original fue Ibn Sina, y fue un personaje ilustre nacido en Bujará, actual
Uzbekistán. Fue médico, filósofo y científico y es considerado el más grande
personaje de fe musulmana, después de Mahoma, que ha influido en la historia
mundial.
Se le atribuye la autoría de más de 300 libros en los que abordó, principalmente,
sus dos temas predilectos: medicina (se le atribuye haber inventado la
traqueotomía) y filosofía.
Se le atribuye el haber logrado dar a conocer la doctrina aristotélica a la sociedad
europea medieval.
Fue un avanzado a su tiempo, y su filosofía influyó a grandes filósofos europeos
de la talla de Tomás de Aquino, San Buenaventura de Fidanza y Duns Escoto.
Además, al igual que lo haría Descartes varios siglos después, planteó que el
saber que uno existe es un conocimiento indudable, es decir, pienso, luego existo.
También tocó disciplinas un tanto más oscuras, como la alquimia, siendo
considerado como uno de los mayores alquimistas de su tiempo.
Pedro Abelardo (1079 - 1142)
Pedro Abelardo (Pierre Abélard, en su francés natal) fue un teólogo francés que
acabó siendo una de las figuras más célebres y memorables del siglo XII y, por
extensión, de la Edad Media.
Dedicó su vida a la música, la poesía, el debate y la enseñanza. Se centró en
conciliar el realismo y el nominalismo y expuso, de forma muy controversa, que la
fe estaba limitada por principios de la razón. Gran parte de sus pensamientos y
postulados se conocen gracias a su autobiografía. Fue monje de la Orden de San
Benito.
Dado lo avanzada que resultaba su filosofía fue objeto de persecuciones, censura
y destrucción de sus escritos, como es el caso de un tratado sobre la Trinidad,
escrito en 1121, que fue quemado por un concilio católico de la época por
considerarla una obra hereje.
Uno de sus más célebres pupilos fue Juan de Salisbury, obispo de Chartres y
pensador global.
San Buenaventura de Fidanza (1221 - 1274)
San Buenaventura de Fidanza consideraba que el pilar fundamental de la vida
religiosa era, sin lugar a dudas, la oración. Consideraba que, al igual que opinaba
San Pablo, sólo el Espíritu de Dios podía penetrar en el corazón de sus creyentes
mediante la oración.
Fue un fiel defensor de la doctrina franciscana, esto le supuso algunos problemas
mientras vivía en París, dado que surgió un movimiento universitario muy contrario
a la visión que tenían los hijos de San Francisco con respecto a la fe y al mundo.

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