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Prostodoncia o prótesis dental removible.

Un análisis contemporáneo de los factores involucrados en las prótesis


dentales completas. Parte III: Soporte.

El soporte de la prótesis dental completa es la resistencia al movimiento vertical de la base de la


prótesis dental hacia el arco. Contrarresta las fuerzas dirigidas hacia el arco en los ángulos
correctos a las superficies oclusales. El soporte involucra una consideración de la relación entre la
entalladura de la base de la prótesis dental y la superficie del tejido subyacente en distintos grados
y tipos de función. Esta relación debe ser desarrollada para mantener la relación oclusal
establecida y promover el funcionamiento óptimo con un mínimo de movimiento hacia el tejido y
el entorno de la base.

TIPOS DE SOPORTE
El soporte puede ser considerado desde dos puntos de vista. Primero, la prótesis dental maxilar y
mandibular debería amoldarse al tejido subyacente para que las superficies oclusales puedan
oponerse correctamente la una a la otra al momento de la inserción. Contacto bilateral simultáneo
debería existir tanto en el cierre inicial como bajo carga operativa. Segundo, las bases de las
prótesis deberían mantener esta relación por un período de tiempo. Esta propiedad indica la
necesidad de consideración de soporte de prótesis dental en términos de longevidad. Sin un
soporte de larga duración, la retención y estabilidad de la prótesis también se ven comprometidas.

El soporte inicial de la dentadura se logra utilizando procedimientos de impresión que proveen


extensión óptima y carga operativa de los tejidos de soporte, los cuales varían en su resiliencia. El
soporte de larga duración se obtiene digiriendo las fuerzas de la carga oclusal hacia aquellos
tejidos más resistentes al remodelo y cambio resortivo.

El soporte es efectivo cuando (1) la prótesis se extiende para cubrir una superficie máxima sin
afectar tejidos movibles o desmenuzables, (2) aquellos tejidos más capaces de resistir la resorción
son selectivamente cargados durante su funcionamiento, (3) se les permite a aquellos tejidos más
capaces de resistir desplazamiento vertical hacer contacto firme con la base de la prótesis durante
su funcionamiento y, (4) se compensa la variante resiliencia del tejido para proveer un movimiento
uniforme de la base de la prótesis en funcionamiento y mantener una relación oclusal armoniosa.

La mayor parte de los textos de prostodoncia están de acuerdo en que una extensión máxima del
borde es esencial para proveer soporte a la prótesis. Muchas técnicas documentadas en la
literatura describen procedimientos de moldeado de bordes diseñados para determinar la
ubicación del borde de la prótesis y su relación con los tejidos periféricos, obteniendo así
extensión óptima. La mayoría requiere que la prótesis se extienda hasta hacer contacto positivo
con los tejidos blandos y flexibles periféricos limitados por función muscular y estructuras
anatómicas óseas o tendinosas. El principio básico de máxima extensión es que dada una fuerza
oclusal constante, el área de soporte de prótesis más amplia disminuye el estrés bajo la base de la
misma, disminuye el desplazamiento de los tejidos y reduce el movimiento de la base.

NARURALEZA DE LOS TEJIDOS DE SOPORTE


Habiendo determinado el borrador de la forma del área de soporte de prótesis, se debe estudiar la
naturaleza de los tejidos de soporte de los bordes. Muchos factores regulan la selección de
aquellos tejidos más apropiados para proveer soporte. Idealmente los tejidos blandos deberían
estar limitados al hueso cortical subyacente, contener una capa resistente de submucosa y estar
cubiertos por mucosa queratinizada. El hueso subyacente debería ser resistente al remodelo
inducido por presión. Estas características minimizan el movimiento de la base, disminuyen el
traumatismo en los tejidos blandos y reducen los cambios resortivos a largo plazo.

TEJIDOS BLANDOS
Los tejidos blandos de soporte deben ser capaces de resistir la presión inducida a través del
funcionamiento normal de la prótesis. La presencia de mucosa queratinizada permite al tejido
resistir mejor el estrés. La queratina es una escleroproteína presente en capa córnea y es el
producto final de la degeneración epitelial, la cual protege las vitales capas epiteliales
subyacentes. Generalmente, la mucosa alveolar no queratinizada no tolera el estrés generado
funcionalmente por una prótesis. Un traumatismo excesivo de la mucosa bajo la base de la
prótesis puede conducir a cambios anormales en los tejidos tales como el desarrollo de
paraqueratina, hiperqueratosis localizada y ulceración epitelial o necrosis.
La presencia de una capa de submucosa resiliente permite compresibilidad moderada sin impactar
la mucosa entre la base de la prótesis y el hueso subyacente. La submucosa grasa y glandular
actúa como un “amortiguador hidráulico” similar a la palma de la mano descrita por Orban.
Algunas partes de la mucosa masticatoria están sin una capa submucosa diferente, sin embargo el
tejido conectivo denso de la lámina une firmemente la mucosa al periostio subyacente. Aunque no
es muy efectiva proveyendo resiliencia, esta capa de tejido conectivo sirve como base protectora
para la mucosa. El tejido conectivo ata firmemente la mucosa masticatoria cubriendo el arco
edentulo. Aquellas regiones que poseen una mucosa delgada y/o menos queratinizada sobre el
hueso sin una capa intermedia de submucosa, deberían ser aliviados o registrados sin
desplazamiento. Esto elimina el impacto de los tejidos blandos entre la base de la prótesis y la
base del hueso durante la carga oclusal, de esta forma se minimiza el traumatismo de tejidos
blandos se reduce la presión inducida por remodelo del hueso.

TEJIDOS DUROS
Otro requerimiento de soporte ideal es la presencia de tejidos que son relativamente resistentes
al remodelo y cambios resortivos. Los problemas asociados a la resorción del arco han sido
ampliamente estudiados por Tallgren y otros. El índice y cantidad de pérdida de hueso y remodelo
que ocurren en el maxilar anterior y mandíbula son un tema serio en la prostodoncia. Aunque las
sobredentaduras pueden reducir considerablemente la pérdida de hueso, se debe considerar el
mantenimiento de la altura del arco alveolar en el paciente de prótesis completa convencional.
Minimizar la presión en esas regiones más susceptibles y dirigir las fuerzas hacia aquellas regiones
relativamente resistentes a la resorción puede ayudar a mantener rebordes residuales saludables.

Fig. 1 A y B: Ambos pacientes habían usado prótesis por más de 30 años. La diferencia en la resorción de las mandíbulas
indica variaciones individuales en el índice del hueso.
FACTOR DE HUESOS
Aún queda mucho por investigar en el campo de la fisiología de los huesos. La respuesta del hueso
a la fuerza externa no se comprende completamente. El potencial de resorción de los rebordes
residuales varía según cada paciente (Fig. 1). Al parecer existen ciertas características en la
composición biológica del individuo que determinan la resistencia del hueso a la resorción. Este
factor de huesos intrínseco es descrito por Glickman, Krol y otros y es único para cada individuo.

Actualmente, el factor de hueso puede ser determinado con tal solo estudiar la respuesta previa
del paciente ante estrés en el hueso. Este estrés puede darse en la forma de extracciones,
traumatismo quirúrgico o fuerzas generadas por una prótesis en funcionamiento. Comúnmente, la
observación de radiografías provee la única indicación del factor de hueso intrínseco del paciente.

Aunque todos los huesos responden a la fuerza remodelándose como lo describe la teoría de
Wolff, es interesante notar que el hueso de soporte alveolar puede diferir en su respuesta al
estrés comparado con el hueso del arco. La respuesta del hueso ante el estrés varía de acuerdo a
su ubicación anatómica. Sin embargo, el factor de hueso parece estar relacionado a variaciones
locales anatómicas y fisiológicas dentro y entre los individuos (Fig. 2).

El aceptado concepto de presión-tensión parece jugar un rol importante en la destrucción o


conservación del hueso de los bordes residuales. Este concepto sostiene que la presión estimula la
resorción mientras que la tensión mantiene la integridad o causa deposición del hueso. La tensión
que se ubica en el hueso, tal como la que se observa en el área de acoplamiento muscular, tiende
a preservar la calidad del hueso y a veces termina en deposición del hueso. No existe un
mecanismo fisiológico a través del cual una prótesis completa pueda transmitir tensión al hueso,
sin embargo, la mayoría de las fuerzas aplicadas por debajo de la prótesis resultan en presión y
subsecuentemente en cambios resortivos. Uno de los objetivos del prostodoncista es minimizar y
controlar el índice de estos cambios.

El hueso cortical es más resistente a la resorción que el hueso canceloso o medular. El uso de
hueso cortical en el soporte de prótesis completas les permite mantener esa relación con el arco
edentulo por un largo período de tiempo. Las regiones de fibra muscular y uniones tendinosas al
plato cortical a través de las fibras de Sharpey garantizan tensión en el hueso. Esta tensión
minimiza los cambios resortivos que de otra manera serían la respuesta normal a la presión del
hueso.

Un ejemplo clásico de unión tendinosa aumentando la resistencia al modelado se puede ver en


arcos edentulos mandibulares atrofiados. Estas mandíbulas exhiben prominentes bordes
milohioideos y protuberancias mentales (Fig.3). Tales regiones se mantienen inalteradas como
resultado de las uniones musculares asociadas. Hay, por lo tanto, una mucosa masticatoria
queratinizada ligada al hueso cortical subyacente a través de una zona variable de tejido conectivo
y submucosa con uniones musculares asociadas.

CONSIDERACIONES ANATOMICAS DEL AREA DE APOYO DE LA DENTADURA.


Tal como lo establecieron Edwards y Boucher: “Como el éxito de la prótesis completa depende de
la relación de la dentadura con las estructuras anatómicas que la soportan y delimitan, es esencial
familiarizarse con la ubicación y el carácter de estas estructuras”. Basado en impresiones
histológicas clínicas, el dentista puede categorizar los tejidos del área de apoyo de la dentadura
entre soporte primario y secundario y reconocer tejidos que requieren alivio para minimizar la
presión.

Fig. 2: Este paciente utilizó una sobredentadura mandibular por muchos años.
Observen que la resorción marcada se limita a las regiones de hueso basal y ese
hueso alveolar se mantiene a una altura favorable adyacente a los dientes
restantes.

Fig. 3: La mandíbula edentula demuestra que incluso seguidos por resorción


serera, los tubérculos se mantienen relativamente iguales.
Fig. 4: Observen que la demarcación anatómica entre las estructuras que forman una almohadilla piriforme y otra
retromolar. La almohadilla retromolar glandular viene después de la almohadilla piriforme, la cual se forma por cicatriz
en el tejido de extracción.

CONSIDERACIONES MANDIBULARES ANATÓMICAS


Las regiones primarias del área de estrés en la mandíbula deben incluir la almohadilla piriforme y
la repisa bucal. La almohadilla piriforme es la extensión más distal de la mucosa masticatoria
queratinizada del arco mandibular y está formada por un patrón rugoso del tercer molar extraído y
la papila retromolar (Fig. 4). El término fue introducido por Craddock para diferenciarlo de la
almohadilla retromolar distal. La cual está compuesta de mucosa alveolar y glandular. Los médicos
deben reconocer las diferencias entre la almohadilla piriforme y la retromolar, basados en su
ubicación anatómica y composición histológica. Frecuentemente al área completa de la cresta
distal se le conoce como almohadilla retromolar. Esto conduce a una confesión al momento de
determinar la extensión de la prótesis mandibular.

La almohadilla retromolar no es un área de apoyo favorable para la dentadura. La unión de las


almohadillas piriformes y retromolares demarca el borde distal de una adecuada prótesis
mandibular completa.

El área de la almohadilla piriforme está asociada a las uniones musculares y/o tendinosas del
buccinador, constrictor superior y músculos temporales. Los tendones profundos y superficiales de
los músculos temporales se insertan medianamente y lateralmente en la mandíbula, en el borde
posterior de la almohadilla piriforme. Tales uniones musculares y la mucosa masticatoria crean
una región de soporte de estrés que es relativamente resistente a los cambios resortivos. Si la
dentadura mandibular no posee esta región, la resorción del arco alveolar distal será más rápida y
como consecuencia posteriormente un asentamiento de la base de la dentadura (Fig. 5).

Muchos autores reconocen la importancia de la cavidad bucal como un área de soporte principal
para la dentadura mandibular. Usualmente, está cubierta por mucosa y una capa de submucosa
que contiene tejidos conectivos glandulares y fibras musculares del buccinador. El músculo
buccinador está conectado inferiormente a lo largo de la cavidad bucal entre la cresta del arco y el
arco oblicuo externo. Las fibras musculares se mueven a lo largo de la cavidad en una dirección
anteroposterior longitudinal, permitiendo a la base de la dentadura descansar directamente en
una porción del musculo buccinador sin moverse. Esta unión del músculo buccinador se entiende
para incluir el área piriforme. De nuevo, por la naturaleza de los tejidos blandos y la presencia de
uniones musculares, estas regiones proveen soporte primario para la base de la dentadura
mandibular.

Fig. 5
A Sobre-extensión de una dentadura mandibular parcial falta de almohadilla
piriforme utilizada para marcar resorción del área del arco residual, la cual fue
cubierta por la prótesis.
B Falta de soporte adecuado utilizado para asentar la extensión de la base
secundaria ante la resorción.

El rol de la cresta residual del arco mandibular en el soporte depende de la naturaleza del arco y el
factor de huesos de cada paciente. Los pacientes que exhiben amplios, cuadrados y bien
desarrollados arcos residuales cubiertos por una barrera de mucosa masticatoria más un factor de
hueso intrínsecamente bueno, pueden descansar en el arco como soporte. Generalmente, las
crestas de los arcos están reservadas como áreas de soporte secundarias. La falta de uniones
musculares usualmente termina en cambios resortivos que ocurren más rápido que en el área de
principal de soporte.
Las demás regiones anatómicas de la mandíbula no son esenciales para proveer soporte a la
dentadura. La mucosa alveolar menos queratinizada del arco labial lingual y anterior recae
directamente sobre el hueso basal y no tolera bien la presión. De hecho el tejido lingual
frecuentemente requiere descansar para reducir el impacto en la mucosa. El borde de la
dentadura se extiende en el tejido blando para efectivamente sellar el borde y no promover
soporte. En mandíbulas reabsorbidas, los tubérculos proveen una base ósea resistente a la
resorción dadas las genialísimas conexiones musculares, pero la mucosa desmenuzable obvia su
uso como soporte de estrés primario capaz de resistir fuerzas verticales. Las regiones anatómicas
mandibulares y su contribución relativa al soporte de la dentadura son descritas en la Fig. 6 y
están basadas en el rango saludable de mandíbulas edentulas. Variaciones individuales pueden
dictar cambios de la relación normalmente deseada de la dentadura de la base con los tejidos
sobrepuestos. Por ejemplo, la presencia de tejidos fibrosos colectivos pendulosos y redundantes
sobre la cresta del arco mandibular, excluirían su uso incluso para soporte secundario.

Fig. 6 Importancia relativa de varias regiones anatómicas de la mandíbula al


proveer soporte dental. Las áreas de soporte primario deben incluir soporte
bucal y almohadilla piriforme. La cresta de arco y el aérea de tubérculos pueden
ser tratadas como áreas de soporte secundarias. El arco lingual o labial se
inclina ya sea aliviando o no contribuyendo.

Fig. 7 La piel ha sido injertada sobre un área de tubérculos. Este tratamiento


permite el uso de tubérculos para soporte primario

Los pacientes que han sufrido procedimientos de vestibuloplastía con injertos de piel tienen tejido
queratinizado favorable recubriendo las regiones de uniones musculares tales como la de los
tubérculos (Fig. 7). Esos tubérculos cubiertos por un injerto de piel serían considerados como
regiones principales de soporte. Las regiones que contribuirán al soporte completo de la
dentadura deberían gobernar la elección de los procesos de impresión.
CONSIDERACIONES MAXILARES ANATÓMICAS
La porción maxilar horizontal del paladar duro lateral de la sutura central debería proveer soporte
primario para prótesis completas. Van Scotter y Boucher describen la histología del paladar en
detalle. La mucosa masticatoria queratinizada se sobrepone a distintas capas de submucosa, en
cualquier parte menos en la sutura central. La submucosa contiene tejido graso
anterolateralmente y tejido glandular posterolatertalmente. Esta capa resiliente actúa como
amortiguador del estrés funcional transmitido a la mucosa. Densas bandas de tejido conectivo
atraviesan la submucosa, amarrando firmemente la lámina propia del epitelio al periostio
subyacente. Sobre la sutura central la mucosa es inflexible, tiene poco o nada de submucosa, y
debe ser aliviada para evitar el daño del tejido entre la base de la dentadura y el hueso. Como sea,
el alivio debería ser mínimo para permitir un contacto suave de este tejido con la base de la
dentadura bajo carga masticatoria.

El hueso cortical del paladar duro, compuesto de procesos palatinos maxilares y horizontales de
los huesos palatinos, ha demostrado ser resistente ante cambios resortivos en estudios
longitudinales de pacientes convencionales de dentadura completa. Las observaciones clínicas de
pacientes utilizando dentaduras maxilares “sin techo” reafirman la importancia de incorporar el
paladar duro en el soporte de la prótesis. Tales dentaduras están asociadas a resorción severa del
arco alveolar porque el paladar duro no fue incluído en el área de soporte.

Una explicación para la resistencia del hueso del paladar duro ante la resorción basada en un
fenómeno de presión-tensión no ha sido descrita. Los músculos tensores y elevadores del velo
palatino en el paladar duro pueden proveer fuentes de tensión que contrarrestan la presión de
resorción normalmente esperada bajo la base de la dentadura. En cualquier situación, el paladar
duro horizontal resiste la resorción y está cubierto por mucosa queratinizada y submucosa
resiliente. Estas propiedades dictan su función esencial como área primaria de soporte dental.

La cresta del arco edentulo maxilar es también importante para el soporte completo de la
dentadura. El tejido blando es usualmente grueso, queratinizado y está firmemente amarrado al
hueso posterior y subyacente. Una capa densa de tejidos conectivos fibrosos interviene entre la
mucosa y el hueso, y actúa como revestimiento resiliente para la mucosa. A pesar de esta cubierta
de tejido blando, el hueso esponjoso subyacente está propenso a cambios resortivos,
dependiendo del factor de hueso intrínseco del paciente.
La investigación clínica ha demostrado que los arcos alveolares maxilares experimentan cambios
cuando son sujeto de estrés funcional transmitido por el tejido que sostiene la prótesis. La
resorción rápida incluye el arco maxilar anterior debajo de una dentadura completa opuesta por
una dentadura natural mandibular anterior puede ser vista frecuentemente. La resorción es más
rápida cuando los dientes inferiores anteriores contactan con la dentadura maxilar sin contacto
simultáneo posterior, ni en la relación céntrica ni en los movimientos digresivos. La aparición de
tejido suelto redundante junto con tuberosidades fibrosas pendulares es conocida como “el
síndrome de la combinación“ por Kelly (Fig. 8). Estos y otros cambios asociados son el resultado de
la fuerza excesiva transmitida al maxilar anterior. Tales fuerzas deben ser controladas y
minimizadas con un diseño y técnica apropiados. Una vez dada la atención apropiada, la cresta del
arco maxilar puede resistir la resorción y debería ser considerada como primaria, o al menos,
como área de soporte secundario.

Las cuestas faciales restantes de los arcos residuales maxilares no son esenciales para el soporte
de la dentadura. La mucosa alveolar no queratinizada no puede tolerar estrés funcional y la
superficie inclinada podría proveer poca resistencia ante el movimiento vertical de la base. Como
en la mandíbula, los tejidos periféricos deberían contactar para sellarse, pero no son esenciales
para el soporte (Fig. 9).

Fig. 8 A y B Resorción del arco maxilar anterior causada por el funcionamiento de


los dientes anteriores mandibulares contra la dentadura maxilar completa con
oclusión posterior inadecuada.

Fig. 9 Varias regiones anatómicas de la mandíbula proveen soporte. Área primaria


de soporte (1°) debería incluir horizontal antero y posterolateral paladar duro. La
cresta del arco debería funcionar mejor como área de soporte secundario (2°) La sutura central requiere normalmente un
suave alivio (R) mientras el borde de la dentadura no es contribuyente (N/C)

REGIONES DE ALIVIO
Las regiones de alivio se dividen en tres categorías. Primero, tejidos que son susceptibles a la
resorción no deberían ser sometidos a presión funcional. Estos incluirían alguna cresta del arco
maxilar y mandibular. Segundo, existen algunas regiones que tienen una mucosa delgada
directamente sobre el hueso duro cortical. Estas incluyen la sutura central del paladar y la
superficie lingual de la mandíbula, especialmente el arco milohioideo. Una tercera categoría
involucra estas regiones de mucosa recubriendo los bultos neurovasculares tales como la papila
incisiva, y en algunos casos el agujero magno. Estas deberían ser registradas como descansadas o
aliviadas de acuerdo a las técnicas usadas. Puntos dolorosos y largos periodos de ajustamiento
serán los resultados si no se siguen estas consideraciones durante la fabricación de prótesis
completas.

Técnicas de impresión, materiales, y procedimientos asociados deberían ser seleccionados para


efectuar la relación de la dentadura de la base con los tejidos subyacentes que promoverán
soporte efectivo y fisiológico para la dentadura completa. No existe fórmula que pueda proveer
esta relación para cada paciente. Las variantes según los requerimientos anatómicos y fisiológicos
individuales de cada paciente dictarán ciertas alteraciones en las técnicas.

CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
Un principio de procedimiento de impresión generalmente aceptado es que el área máxima de
soporte dental debería ser incorporada. Muchos autores reconocen la necesidad de registrar las
diferentes regiones anatómicas bajo diversos grados de presión, dependiendo de la naturaleza de
los tejidos. El razonamiento detrás de estas técnicas es que ciertos tejidos requieren leve
colocación mientras otros deben ser registrados como descansados o aliviados. Por otro lado, los
precursores de la teoría mucoestática recomiendan la grabación de todos los tejidos en descanso
sin distorsión.
Una verdadera impresión mucoestática libre de presión es virtualmente imposible de alcanzar. La
impresión fluida del material contenido en una bandeja rígida inevitablemente causa compresión
del tejido. Incluso si fuera posible obtener una impresión libre de presión de los tejidos en
descanso, la teoría mucoestática se basa en la creencia que los tejidos orales del área de soporte
de la dentadura se comportan como un fluido limitado siguiendo la ley de Pascal de Hidrostática.
Estas leyes establecen que la presión ejercida en un fluido limitado se transmitirá horizontalmente
a lo largo del líquido. Desafortunadamente, el fluido en los tejidos orales no es limitado. Los
fluidos de los tejidos se pueden mover a través de los espacios intersticiales en respuesta al estrés
puesto en ellos. También varían en su habilidad de tolerar o transmitir presión de acuerdo a su
ubicación anatómica y su composición histológica. Por estas razones, parecería que la técnica de
impresión más deseable trataría de proveer leve movimiento de los tejidos más resilientes, los
cuales son capaces de proveer soporte a la dentadura y resistir la resorción.

Idealmente los tejidos bajo la base de la dentadura deberían ser grabados en la forma y contorno
que asumen bajo una fuerza de carga. De esta manera los tejidos más resilientes se desplazarían
más que aquellos tejidos que son subyacentes, tal como la sutura central maxilar. Tal impresión
proveería una distribución igualitaria de la presión en los tejidos de soporte durante su función, y
evitaría una base de dentadura inestable sacudiendo el punto de apoyo de los tejidos subyacentes,
tales como la sutura central. El concepto de presión igualitaria distribuida sobre las áreas de
soporte minimizará la concentración localizada del estrés, la cual de otra manera lleva a la
resorción inducida por presión, irritación mucosal, e inestabilidad de la base. Como lo estableció
Swenson: ubicar el tejido para ecualizar la presión y así resistir el estrés oclusal sobre toda el área
de soporte, es deseable”.

Las impresiones de presión selectiva tienen algunas desventajas y limitaciones. Una base de
dentadura que graba los contornos del área de soporte desplaza a los tejidos más resilientes. En
descanso, la base de la dentadura puede recuperarse y separarse de los tejidos subyacentes.
Como no hay una técnica única que pueda proveer una distribución igualitaria de las presiones
tanto en descanso como bajo funcionamiento, el dentista debe sopesar las ventajas y desventajas
en cada situación.

Una técnica que incorpora ideas de ambos, procedimientos libre de presión y de presión selectiva,
usualmente proveen una impresión deseable y contribuyen a la duración de la prótesis final. De
acuerdo a su rol en el soporte algunos tejidos deberían ser grabados en o cerca del descanso,
mientras otros deberían ser tema del desplazamiento del tejido blando. Craddock ha establecido
que “un alivio automático“ sobre los tejidos difíciles de mover puede obtenerse a través del uso de
material de impresión más viscoso. Un estudio por Frank fue conducido para determinar el efecto
de modificaciones en la bandeja y selección de materiales de impresión en presiones ejercidas en
los tejidos de soporte de la dentadura durante procedimientos de impresión edentulo maxilares.
El estudio concluyó que (1) las diferencias en la presión están correlacionadas con el uso de
distintos materiales de impresión (el hidrocoloide irreversible exhibió las presiones más altas
seguido por el caucho y pastas oxido metálicas); (2) más presiones fueron medidas en la cresta del
arco más que en el paladar cuando no se utilizó ningún alivio y (3) generalmente el uso ya sea de
vías de escape o alivio fueron igualmente efectivas al disminuir la presión y al igualar la cantidad
de presión ejercida en la cresta del arco y el área palatal. Consecuentemente, la selección del
material de impresión y el uso de hoyos de descanso, separadores de cera, y descanso localizado
de bandeja son distintos métodos que pueden controlar y dirigir la presión grabada en la
impresión.

RESUMEN.
Los dentistas deben basar su técnica en la compresión de los aspectos biológicos de la relación
entre la base de la dentadura y los tejidos de soporte. Esos tejidos deben ser capaces de tolerar
estrés funcional sin provocar malestar al paciente y deberían ser grabados de tal manera que estas
áreas provean soporte completo de la dentadura. Las regiones anatómicas que satisfacen los
requerimientos para proveer soporte primario deberían hacer contacto positivo con la base de la
dentadura bajo carga funcional. Aquellas que son menos resistentes a los cambios a largo plazo, o
no son capaces de tolerar estrés deberían ser liberadas de contacto excesivo con la dentadura de
la base. Las selección de aquellas regiones que deberían proveer soporte primario y secundario
dependen de las variaciones anatómicas únicas de cada paciente.

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