La argumentación es la forma en la que mostramos nuestra opinión frente a un tema, por
medio de razones y argumentos. Entre los elementos de la argumentación se encuentran: La modalidad: puede ser oral o escrita y espontánea o preparada. El tema: es aquel tópico sobre el que argumentamos, debe ser un poco controversial y debatible. Los personajes: son el emisor y el receptor. El emisor intenta convencer al receptor. Estos pueden intercambiar sus roles. Los factores contextuales más comunes que pueden influir en la argumentación son: - Características de lugar - Grado de formalidad - Tiempo para argumentar Generalmente la estructura lógica de un discurso argumentativo cuenta con 4 partes fundamentales: 1) Introducción Aquí se presenta el tema que se argumenta y se capta la atención del destinatario. 2) Presentación de la tesis: La tesis es la postura que se tiene respecto al tema, es lo que se defiende o rechaza en la argumentación, y es el núcleo del discurso. La tesis puede ser una opinión personal, como también puede ser una hipótesis científica. Esto va a variar dependiendo del tipo de datos que se presenten. Se pueden adoptar tres posturas argumentativas al defender una idea: - Postura positiva: se aportan argumentos que apoyan a la tesis. - Postura negativa: se ofrecen razones que rechazan argumentos adversos. - Postura ecléctica: se aceptan razones ajenas y se aportan argumentos propios. 3) Cuerpo argumentativo Luego de exponer la tesis, empieza el proceso de argumentación. Lo que se intenta es justificar la tesis a través de distintas pruebas y argumentos, refutar la tesis contraria y admitir argumentos externos para luego contraargumentar. Estrategias como citas de autoridad, analogías, ejemplificación, desestimaciones de objeciones, entre otras, son útiles para poder persuadir al destinatario. 4) Conclusión Finalmente se vuelve a la tesis y se menciona los puntos fuertes y clases de la argumentación.