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MESES GASTOS

Enero 785
Febrero 800
Marzo 650
Abril 678
Mayo 650
Junio 890
Julio 785
Agosto 765
Septiembre 890
Octubre 975
Noviembre 780
Diciembre 780
MESES GASTOS
Enero 785000
Febrero 800000
Marzo 650000
Abril 678000
Mayo 650000
Junio 890000
Julio 785000 ODISEA
Agosto 765000
Septiembre 890000 CANTO XXIII. PENÉLOPE RECONOCE A ODISEO
Octubre 975000 Entonces la anciana subió gozosa al piso de arriba para anunciar a la señora que e
Noviembre 780000
su esposo, y sus rodillas se llenaban de fuerza y sus pies se levantaban del suelo. S
Diciembre 780000
sobre su cabeza y le dijo su palabra:

Despierta, Penélope, hija mía, para que veas con tus propios ojos lo que esperas t
Ha venido Odiseo, ha llegado a casa por fin, aunque tarde, y ha matado a los ilustr
pretendientes, a los que afligían su casa comiéndose los bienes y haciendo de su h
de sus violencias.

Y se dirigió a ella la prudente Penélope:

Nodriza querida, te han vuelto loca los dioses, los que pueden volver insensato a c
por muy sensato que sea, y hacer entrar en razón al de mente estúpida. Ellos te h
antes eras equilibrada en tu mente. ¿Por qué te burlas de mí, si tengo el ánimo qu
por el dolor, diciéndome estos extravíos y me despiertas del dulce sueño que me
encadenados los párpados? Jamás había dormido de tal modo desde que Odiseo m
maldita Ilión que no hay que nombrar. Pero vamos, baja ya y vuelve al mégaron. P
cualquiera otra de las mujeres que están a mi servicio hubiera venido a anunciarm
hubiera despertado, seguro que la habría hecho volver al mégaron con palabra bi
en cambio, te valdrá la vejez, por lo menos en esto.

Y le contestó su nodriza Euriclea:

No me burlo de ti en absoluto, hija mía, que en verdad ha llegado Odiseo, ha vuel


como lo anuncio y es el forastero a quien todos desonraban en el mégaron. Telém
hace tiempo que ya estaba dentro, pero ocultó con prudencia los proyectos de su
que castigara la violencia de esos hombres altivos.

Así dijo; invadió a Penélope la alegría y, saltando del lecho, abrazó a la anciana, de
llanto de sus párpados y hablándole dijo aladas palabras:

Vamos, nodriza querida, dime la verdad, dime si de verdad ha llegado a casa como
dime cómo ha puesto sus manos sobre los pretendientes desvergonzados, solo co
mientras que ellos permanecían dentro siempre en grupo.

Y le contestó su nodriza Euriclea:

No lo he visto, no me lo han dicho, sólo he oído el ruido de los que caían muertos
permanecíamos asustadas en un rincón de la bien construida habitación, y la cerr
ajustadas puertas, hasta que tu hijo me llamó desde el mégaron, Telémaco, pues
dime cómo ha puesto sus manos sobre los pretendientes desvergonzados, solo co
mientras que ellos permanecían dentro siempre en grupo.

Y le contestó su nodriza Euriclea:

No lo he visto, no me lo han dicho, sólo he oído el ruido de los que caían muertos
permanecíamos asustadas en un rincón de la bien construida habitación, y la cerr
ajustadas puertas, hasta que tu hijo me llamó desde el mégaron, Telémaco, pues
había mandado que me llamara. Después encontré a Odiseo en pie, entre los cuer
asesinados que cubrían el firme suelo, hacinados unos sobre otros. Habrías gozad
ánimo si lo hubieras visto rociado de sangre y polvo como un león. Ahora ya están
amontonados en la puerta del patio mientas él rocía con azufre la hermosa sala, lu
encender un gran fuego, y me ha mandado que te llame. Vamos, sígueme, para qu
anunciar a la señora que estaba dentro
se levantaban del suelo. Se detuvo

opios ojos lo que esperas todos los días.


de, y ha matado a los ilustres
s bienes y haciendo de su hijo el objeto

ueden volver insensato a cualquiera,


mente estúpida. Ellos te han dañado;
de mí, si tengo el ánimo quebrantado
s del dulce sueño que me tenía
l modo desde que Odiseo marchó a la
a ya y vuelve al mégaron. Porque si
ubiera venido a anunciarme esto y me
al mégaron con palabra biolenta. A ti,

ha llegado Odiseo, ha vuelto a casa


aban en el mégaron. Telémaco sabía
dencia los proyectos de su padre para

ho, abrazó a la anciana, dejó correr el


s:

dad ha llegado a casa como anuncias;


es desvergonzados, solo como estaba,
po.

de los que caían muertos. Nosotras


truida habitación, y la cerraban bien
mégaron, Telémaco, pues su padre le
es desvergonzados, solo como estaba,
po.

de los que caían muertos. Nosotras


truida habitación, y la cerraban bien
mégaron, Telémaco, pues su padre le
diseo en pie, entre los cuerpos recién
sobre otros. Habrías gozado en tu
mo un león. Ahora ya están todos
n azufre la hermosa sala, luego de
e. Vamos, sígueme, para que vuestros

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