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Las personas con discapacidad se refieren a aquellas que tienen deficiencias físicas,

mentales, intelectuales o sensoriales, con las cuales, al interactuar en diversos ámbitos de la


vida en sociedad, puedan impedir su participación de manera leve en igualdad de
condiciones con las demás, es por eso que las personas que tienen ciertos tipos de
dificultades suelen ser, por lo general, invisibilizados . En los últimos años se ha logrado el
cambio de enfoque, hasta llegar a un punto donde es mundial, debido a este alcance, se
orienta la ruta hacia la protección y a velar por que las personas con ciertas dificultades
disfruten de los mismos niveles de calidad, derechos y dignidad que todas las demás. A
pesar que Colombia presenta un avance frente a la aceptación de derechos humanos, desde
la perspectiva laboral no es hasta la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, que se logra un avance relevante y significativo que fomenta la
promulgación de la ley 1036 de 2009, la cual al entrar en vigencia marcó un cambio
fundamental, de los enfoques tradicionales de la discapacidad.
Debido a esto, el problema jurídico a exponer será:

¿Son eficaces las normas vigentes en Colombia para la protección del derecho
fundamental al trabajo de una persona en condición de discapacidad?

La protección fundamentada en la norma tiene lugar desde la constitución misma,


garante de derechos fundamentales, así como de los fines esenciales del Estado. En
consecuencia, disponemos del artículo 2o, 13°, 46°, con planteamientos sólidos frente al
deber de promover oportunidades laborales, la igualdad para acceder y fomentar una vida
digna gracias a un ejercicio laboral, además, de una protección especial para las personas
que están en condición de discapacidad o vulnerabilidad. Prosiguiendo con la sustentación
en un contexto cronológico, se observa la expedición de la ley 762 de 2002 por medio de la
cual se establecen conceptos para referirse a aspectos técnicos de la materia, pero con la
intención de prevenir y eliminar todas las formas de discriminación posibles para las
personas que en ese momento eran consideradas discapacitadas.
Luego se sanciona la Ley 1145 de 2007 con el objeto de diseñar políticas públicas que
logren de forma efectiva vincular a las personas discapacitadas en los diferentes sectores de
la economía independientemente de que se trate del sector público o privado., se
implementa una política pública en el año 2013, liderada por el Ministerio de Salud y
Protección Social, donde se refiere a la discapacidad e inclusión social. Asimismo, se
expidió un Acuerdo el 8 de noviembre de 2013, donde el Consejo Nacional de
Discapacidad incita a que las entidades públicas a nivel nacional, implementen fomelos
mecanismos para que se actualice constantemente el Registro de las Personas con
Discapacidad
Para sintetizar, desde el 2013 con la expedición de la Ley 1618 se logra un impacto
drástico sobre la legislación a fin de garantizar el ejercicio efectivo de los derechos que
tiene toda persona con discapacidad, eliminando las barreras comunicativas y físicas que
suelen obedecer a factores culturales o de infraestructura más que a la limitación que se
atribuye al individuo. Es por eso que la Corte Constitucional se pronunció al respecto,
declarando inexequible todo término que agravie e influya negativamente sobre las
personas, por consiguiente, a partir de 2015 se deben llamar personas en condición de
discapacidad.
Manteniendo estrecha relación con lo expuesto, es evidente que, lo que incide en la
discriminación laboral es producto de la ausencia de entidades que efectivamente ejerzan
control, supervisión y sean garantes de mecanismos para que la víctima de este abuso pueda
recurrir a una defensa gratuita. Las normas resultan ineficaces cuando quien debe ejercer el
derecho de acción desconoce su existencia y carece de todo medio para acceder a la
jurisdicción por medio de abogado, por ende, la comunicación, socialización y
concientización son factores determinantes para la disminución de una conducta que
claramente agrede la dignidad humana, el derecho al trabajo y una vida en equidad.

Haciendo una breve comparación con el país de México nos encontramos con que
ellos llevan un proceso lento y preocupante en cuanto a la ratificación de los Derechos
Humanos para formalizar debidamente su incorporación al bloque de
constitucionalidad, por consiguiente, sigue siendo un Estado que permite la
discriminación laboral de las personas en condición de discapacidad.
Su poco compromiso puede obedecer a factores políticos, económicos e incluso al
miedo, pues de una adopción como esta nace una responsabilidad ineludible por
preservar la dignidad humana, la vida y establecer normas que sean herramientas
idóneas para la debida ejecución de los tratados ratificados. la Suprema Corte de
Justicia en el 2007 establece el primer precedente Jurisprudencial en materia de
Derechos Humanos, dado que el sistema Jurídico Mexicano se basa en leyes escritas el
precedente jurisprudencial no incorpora los tratados ni crea el Bloque de
constitucionalidad. Frente a esta situación Colombia demuestra en su actuar legislativo
y ejecutivo el compromiso por la protección de los derechos, pero con la falencia en sus
entes de control.

0 Es por eso que considero que La solución adecuada está en la implementación de


medidas enfocadas a los servidores públicos encargados de ejercer, supervisar y adelantar
los procesos pertinentes para que una persona discriminada laboralmente por tener una
condición de discapacidad pueda reintegrarse o acceder por primera a vez a una vinculación
laboral.

1. Finalmente La CONCLUSIÓN, a la que llegue es que Expedir un conjunto de


normas a favor de una materia, no es suficiente como mecanismo que garantice la
implementación de la misma, es un error enfocar solo las leyes a la comunidad civil
cuando las falencias de gestión son evidentes desde el Ministerio de Trabajo en
adelante.
Por lo cual, la labor del legislador, así como de las cortes al momento de dirimir
problemas que comprometen este derecho fundamental y que además atenta contra la
dignidad humana por cuanto no se garantiza una fuente de ingresos para consolidar una
estabilidad, fomenta e incide en la informalidad laboral, la vejez desprotegida y la
condición de persona habitante de calle.

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