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MÓDULO C

MEDIDAS PARA EL ABORDAJE INTEGRAL


DEL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA
VIDA LIBRE DE VIOLENCIAS
MÓDULO C. MEDIDAS PARA EL ABORDAJE INTEGRAL
DEL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE
VIOLENCIAS

UNIDAD 6. ACCESO A LA JUSTICIA: CONCEPTOS BÁSICOS,


RUTAS Y PROCEDIMIENTOS
Preguntas orientadoras:

¿Cuáles son las obligaciones de garantía, respeto y protección por parte del
Estado Colombiano en materia de acceso a la justicia para mujeres víctimas de
violencias?
¿A través de qué mecanismos jurisdiccionales y administrativos se garantiza el
acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencias?

La presente unidad busca analizar el derecho de acceso a la justicia con enfoque de género,
y presentar cómo este derecho se materializa para las mujeres, como sujetas de derechos.
Adicionalmente, esta unidad busca poner en evidencia buenas prácticas que podrán ser utilizadas
por las servidoras y servidores públicos para la garantía del derecho, así como presentar la ruta
de acceso a la justicia, describiendo las entidades competentes y los mecanismos jurídicos que
permiten el acceso.

6.1 Aproximaciones al derecho de acceso a la justicia


6.1.1 El derecho de acceso a la justicia como derecho humano
A pesar de que el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas, documento vinculante, hace
referencia expresa a la igualdad entre mujeres y hombres, es solo hasta 1966 que aparece el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos - PIDCP, primer documento realmente exigible
sobre la materia (hard law), abierto a firma y ratificación en este año, pero cuya entrada en vigor
sólo se da hasta el 23 de marzo de 1976.
Si bien el PIDCP no se centra exclusivamente en la garantía de los derechos de las mujeres, su
artículo 3 menciona de manera específica cómo los derechos contenidos en el pacto deben ser
garantizados a hombres y mujeres en igualdad, lo que muestra un mejor posicionamiento del
tema en la agenda pública internacional.
El interés del PIDCP en la garantía de los derechos de las mujeres no se limita a la mención de la
igualdad, se amplía en la consagración de otras protecciones especiales a favor de las mujeres,
como la que se deriva del artículo 6, derecho a la vida, de acuerdo con el cual la pena de muerte
no podrá ser aplicada a mujeres en estado de embarazo, ligándose así a la protección especial de
la infancia y el derecho a formar familia en el artículo 231.
Si bien esta inclusión específica de los derechos de las mujeres, contenida en el artículo 6 del
PIDCP, es valiosa en la medida que parte de la existencia de derechos diferenciados entre

1. Organización de Naciones Unidas. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 23 de marzo de 1966.

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hombres y mujeres, también limita el ejercicio de los derechos de las mujeres a la ciudadanía que
es reducida, además, a la reproducción de roles tradicionales.
Otro importante avance del PIDCP en materia de los derechos de las mujeres es la proscripción
de discriminación contenida en los artículos 4, 24 y 26 del Pacto, a través de la cual se establecen
criterios determinados por los que la diferenciación resultaría injustificada. Entre estos se cuentan:
raza, color, idioma, religión, opiniones políticas, origen nacional, posición económica, nacimiento,
sexo y cualquier otra condición social2.
El incluir un concepto como el género dentro de los criterios de diferenciación que constituyen
discriminación es una protección directa a los derechos de las mujeres que busca fundamentalmente
garantizar el derecho a la igualdad, lo que debe reflejarse en el ejercicio de todos los derechos
restantes del pacto, tales como la vida, la integridad personal, la libertad personal, la libertad de
expresión, etc.
Este mandato de igualdad y prohibición de discriminación contenido en el PIDCP es una obligación
internacional de los Estados parte del Pacto, lo que implica que estos no solo deben abstenerse
de discriminar, sino que deben adoptar las medidas internas de toda índole para materializar los
derechos que se consagran el tratado, tal y como lo determina el artículo 2 del mismo3.
El cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos está a cargo del Comité
de Derechos Humanos de Naciones Unidas, creado en el artículo 28 del mismo Pacto, el cual es
un órgano de expertos independientes que supervisa y vigila el ejercicio de los derechos civiles y
políticos por parte de los Estados parte del tratado. Esta función principal de vigilancia se realiza
a través de la presentación de informes periódicos y denuncias entre Estados; para los países
signatarios del Protocolo Adicional, también son posibles las denuncias de los particulares, lo
que activa un mecanismo cuasijudicial y culmina en un dictamen que, de haber lugar, declara la
responsabilidad del Estado denunciado.
Si bien la existencia de un mecanismo que permita la exigibilidad de los derechos contenidos en
el PIDCP, a través de casos individuales, resulta de suma importancia para la garantía material
de los derechos fundamentales, una de las principales limitantes que presenta el Comité es la
de no tener carácter pleno de órgano judicial, razón por la cual al no proferir sentencias, sino
dictámenes, presenta dentro de los Estados parte mayores resistencias para el cumplimiento4.
De forma casi simultánea a la creación del PIDCP, el interés por los derechos humanos fue también
materializado en el continente americano; lo que se evidencia con el surgimiento de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos - CADH, la cual quedó abierta a adhesiones en noviembre
de 1969 y una vez alcanzado el número de ratificaciones necesario (11), entró en vigencia el 18
de julio de 1978.
En la misma línea que su homóloga en el sistema de Naciones Unidas, esta convención incluye
la imposibilidad para los Estados partes de aplicar la pena de muerte a mujeres en estado de
gravidez, la prohibición de trata, tráfico y esclavitud de mujeres en todas sus formas y el derecho
a contraer matrimonio y a conformar familia. Todas garantías ligadas a los roles tradicionales de
las mujeres dentro de la sociedad, sin que se presente referencia alguna al derecho a una igualdad
formal y material o una vida libre de violencias5.

2. Ibíd.

3. Ibíd.

4. Tal es el caso del dictamen de X contra Colombia, el cual, a pesar de contar con un dictamen en contra de
Colombia por parte del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, no ha sido cumplido por el Estado, a
pesar de haber sido proferido en 2007.

5. OEA. Convención Americana sobre Derechos Humanos, noviembre de 1969.

3
Frente a las anteriores protecciones, también es posible afirmar que están circunscritas a los
roles tradicionales de las mujeres, lo que se corresponde con las consagraciones semejantes
del PIDCP. Lo que es una expresión del estado en el que se encontraban, para el momento
histórico, los derechos de las mujeres.
Sin embargo, al igual que en el PIDCP, a través del desarrollo del artículo 24 del tratado,
derecho a la igualdad, cuya redacción no incluye criterios específicos de discriminación, es
posible, en conexidad con los demás derechos convencionales, proteger los derechos de
las mujeres.
El hecho de que la CADH no incluya criterios de discriminación, lejos de ser un defecto del
texto, representa una ventaja, ya que queda por completo sometida a la interpretación de
los jueces la determinación de cuando una conducta es o no discriminatoria; lo que en la
práctica se traduce, en la mayoría de los casos, en importantes avances jurisprudenciales.
Sin embargo, el uso del derecho a la igualdad para la protección de los derechos de las
mujeres y su garantía a una vida libre de violencias, solo fueron materia de conocimiento del
Sistema Interamericano con la aparición del tratado específico sobre el tema.
La jurisdicción ante la que es exigible el cumplimiento por parte de los Estados de la CADH
es la del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, compuesta por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte. Estas conocen denuncias contra los
Estados y han aceptado su competencia, procedimiento que, de llegar a la Corte, puede
culminar en una sentencia judicial que condene al Estado y declare reparaciones y costas.
Es vinculante y obligatoria para las partes, lo que supone una ventaja frente al Comité de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, cuyos pronunciamientos solo tienen carácter de
dictamen.
El hecho de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos expida una sentencia, por
su carácter de verdadero órgano jurisdiccional, es una de las principales ventajas que se
ofrecen en el sistema interamericano frente a los sistemas de Naciones Unidas, pues como
tal es de obligatorio cumplimiento para los Estados parte.
Estos tratados generales de derechos humanos permitieron la defensa de los derechos de
las mujeres a través de las consagraciones o catálogos que contienen, principalmente a
través del derecho a la igualdad y no discriminación o en el caso de la violencia de género
como parte del derecho a la integridad personal. Sin embargo, no existió en la práctica
mayor desarrollo de los mismos, por lo menos no así en el sistema de Naciones Unidas
y el Interamericano, por lo cual se hizo necesario tratar los derechos de las mujeres en
convenciones específicas, que permitieran un mejor tratamiento en la agenda pública de lo
que la reivindicación de los derechos de las mujeres implica, dándoles mayor visibilidad y
resonancia, lo que incluye el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias.
Tratados específicos sobre los derechos de las mujeres
Si bien los tratados generales de derechos humanos ofrecían una herramienta para la
garantía del derecho de las mujeres a una vida libre de violencias, el trabajo de los diferentes
grupo de mujeres y el desarrollo de la primera convención sobre los derechos de las mujeres,
realizada en México en 1975, lograron posicionar dentro de las agendas públicas internas e
internacionales la necesidad de regulaciones específicas que permitieran el inicio del cambio
de paradigmas dentro de la sociedad. Como resultado de estas actividades surgieron los
dos tratados dedicados específicamente a la garantía de la igualdad entre los géneros y la
erradicación de la violencia contra las mujeres; uno en el marco de las Naciones Unidas y
otro dentro del Sistema Interamericano de Protección.
En primer lugar, se hará referencia al sistema de Naciones Unidas, en cuyo marco el 18 de
diciembre de 1979, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Convención sobre

4
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer – Cedaw, que entró
en vigor como tratado internacional el 3 de septiembre de 1981, tras su ratificación por 20
países6.
La Cedaw es un tratado que se centra, desde sus considerandos, en la necesidad social
de garantizar para las mujeres una vida libre de violencias y discriminación, no solo en
materia de derechos civiles y políticos, sino también en cuanto al acceso a los derechos
económicos, sociales y culturales: matrimonio, relaciones familiares, educación, empleo,
actividades sociales y culturales, etc. Tabién aborda la obligación de los Estados de adopción
de medidas especiales de carácter temporal para la garantía plena de los derechos de las
mujeres (acciones afirmativas) y la obligación de promover cambios a las prácticas culturales
discriminantes, siendo estas últimas características muy importantes de avances en la
obtención material de sus derechos7.
Este tratado no contiene una definición expresa de lo que son las violencias contra las
mujeres, sembrando su objeto de análisis en la definición de discriminación contra la mujer,
la cual para los efectos de la convención es todo aquello que denota distinción, exclusión
o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre
la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra
esfera8. Como se observa, el concepto desarrollado engloba el derecho de las mujeres a una
vida libre de violencias.
Como ente encargado del cumplimiento de la convención Cedaw, el artículo 17 del mismo
procede a la creación del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer
(denominado en adelante el Comité Cedaw), compuesto por expertos independientes y
frente al cual los Estados parte rendirán un informe sobre las medidas legislativas, judiciales,
administrativas o de otra índole que hayan adoptado para hacer efectivas las disposiciones
de la Convención y sobre los progresos realizados en este sentido9.
Frente a lo anterior, es necesario tener en cuenta que a partir de 1999 y en virtud del Protocolo
Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Contra la Mujer, adoptada por la Asamblea General en su resolución A/54/4 del 6 de octubre,
el Comité Cedaw adquirió la competencia para conocer denuncias sobre casos particulares,
a fin de determinar la responsabilidad internacional de los Estados frente al incumplimiento de
la Convención10. Al igual que en el caso del Comité de Derechos Humanos de Naciones este
es un mecanismo cuasijudicial, que determina la existencia o inexistencia de responsabilidad
internacional del Estado en su pronunciamiento.
Este carácter de mecanismo cuasijudicial sitúa al Comité de la Cedaw en el mismo nivel del
Comité de Derechos Humanos, cuyos pronunciamientos tienen el carácter de dictámenes
y no de sentencias, encontrando mayores obstáculos para su cumplimiento a nivel interno.

6. Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra La Mujer, 18 de diciembre de 1979.

7. Ibíd.

8. Ibíd.

9. Ibíd.

10. Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer, 6 de octubre de 1999.

5
En segundo lugar, en lo que respecta al Sistema Interamericano de Protección de Derechos
Humanos, el proceso de expedición de un tratado específico en materia de los derechos de
las mujeres fue un proceso más lento, tardando casi una década y media más que en marco
del sistema de Naciones Unidas. Finalmente, el 9 de junio de 1994, en la ciudad de Belem do
Pará, Brasil, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia
Contra la Mujer “Convención de Belém do Pará” es adoptada y abierta a la firma, ratificación
y adhesión por la parte de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos,
en su vigésimo cuarto periodo ordinario de sesiones11.

La llamada Convención de Belém do Pará entraría en vigor hasta el 5 de marzo de 1995, de


acuerdo a las disposiciones del artículo 21 del tratado. Como era de esperarse y debido a
los desarrollos dados hasta el momento, desde el propio preámbulo la Convención se hace
referencia al derecho de las mujeres a una vida libre de violencias, reconociendo que esta
se expresa en todos los contextos de la vida, independientemente de la clase social, grupo
étnico, nivel de ingresos, cultural o educacional, edad o religión, lo que ya muestra lo bien
posicionado del tema dentro de las agendas públicas12.

Por su parte, este texto convencional se aventura a dar una definición de lo que constituyen
las violencias contra las mujeres, expresando en sus artículos 1 y 2 que son cualquier
acción o conducta, basada en género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado, incluyendo la violencia
física, sexual y psicológica, ya sea que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica
o en cualquier otra relación interpersonal, perpetrada o tolerada por el Estado; reiterando en
su artículo 3 la proscripción de todo tipo de violencia de género, lo que de acuerdo con el
artículo 6 incluye el derecho a una vida libre de violencia13.

La Convención de Belén do Pará no hace referencia a la necesidad de implementación


de acciones afirmativas, a fin de materializar los derechos de las mujeres, sin embargo al
establecer para los Estados la obligación internacional de adoptar las disposiciones de
derecho interno es claro que esto incluye todo tipo de medidas, incluso acciones positivas
de carácter temporal.

La Convención de Belén do Pará además reitera dentro de su articulado una serie de derechos
contenidos en las convenciones generales de derechos humanos, tales como los derechos
a la libertad de asociación, la proscripción de la discriminación, libertad de pensamiento, el
derecho a ejercer derechos civiles, políticos y económicos, y culturales sin distinción basada
en género, igualdad de acceso a funciones públicas entre otros14 de manera mucho más
simple que la convención Cedaw, la cual deja abiertas más posibilidades de aplicación e
interpretación.

11.Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar Y Erradicar La Violencia Contra La Mujer “Convención De
Belem Do Para", Belem Do Pará, 9 de junio de 1994..

12. Ibíd.

13. Ibíd.

14. Ibíd.

6
Una de las desventajas de la Convención Belém do Pará, que debe ser tenida en cuenta
frente a su carácter de hard law, es la limitación en su exigibilidad, a tal punto que todo lo
anterior termina por traducirse en obligaciones internacionales abstractas o más bien en
meras cláusulas interpretativas, pues el propio texto de la Convención en su artículo 12
solo faculta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el conocimiento de
peticiones sobre violaciones al artículo 7 de la misma. Si bien hay que reconocer que el artículo
exigible judicialmente de la Convención es un buen compendio de las obligaciones para los
Estados, muestra una gran timidez de parte de estos a la hora de asumir la exigibilidad y el
cumplimiento completo de los derechos de las mujeres.

De acuerdo con lo anterior, la jurisdicción del sistema interamericano de derechos humanos,


primero la Comisión y luego la Corte Interamericana, se puede activar hoy para que se
declare la responsabilidad internacional de los Estados con respecto a las violaciones de los
derechos contenidos en el artículo 7 de la Convención de Belén do Pará, dejando los demás
como meramente ilustrativos, e interpretativos del mismo.

En el marco del Sistema Europeo de Derechos Humanos no se ha desarrollado tratado


alguno sobre los derechos de las mujeres.
Los derechos de las mujeres en el soft law
El soft law es un elemento muy importante para la definición del alcance y contenido de los
derechos de las mujeres en el marco del derecho internacional de los derechos humanos.
Estos instrumentos de derecho no vinculantes son producidos y elaborados dentro del
marco de los dos principales sistemas de protección a los que hemos hecho referencia.
Se analizarán el sistema de protección de Naciones Unidas y sistema Interamericano de
Derechos Humanos, en la medida que estos dan uso al soft law en el desarrollo de su
jurisprudencia, lo que no es tan claro en el Sistema Europeo de Derechos Humanos.
Es en la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos donde con más
claridad vemos la utilización de este tipo de fuentes, a través de las cuales se busca extender,
definir o delimitar los derechos contenidos en los tratados generales de derechos humanos y
en los tratados específicos de los derechos de la mujer -incluida la lucha contra la violencia
en su contra-, tanto en situaciones concretas no definidas en los convenios, como en estos
instrumentos (por ejemplo, personas privadas de la libertad, reglas de prueba de violencia
sexual, etc.)15.
Teniendo en cuenta lo anterior se hará referencia a los instrumentos de soft law, producidos
en ambos sistemas (ONU y SIDH), los cuales son el insumo de lo que conforma el estándar
internacional en materia de violencia contra las mujeres en el derecho no vinculante.
En primer lugar, se mencionarán los instrumentos de Naciones Unidas, con énfasis en los
producidos por el Comité Cedaw, no solo por ser la entidad con más autoridad en la materia,
sino también porque atendiendo al volumen de la estructura de Naciones Unidas no es posible
abarcar la totalidad de principios, resoluciones, recomendaciones y demás instrumentos en
materia de violencias contra las mujeres procedentes de todos los órganos de la ONU. En
segundo lugar, los informes temáticos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
órgano del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, independiente y autónomo,

15. Un ejemplo de lo anterior se presentó en casos como el Castro Castro contra el Estado de Perú y Campo
Algodonero contra México, ambos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En el primero se dio uso a
los Principios de la Naciones Unidas para la Protección de las Personas Privadas de la Libertad; en el segundo,
al Protocolo de Estambul en materia de investigación de tortura y violencia sexual.

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el cual no solo tiene funciones de conocimiento de denuncias particulares, sino también
de promoción y protección de los derechos humanos, labor en la que expide informes, de
los cuales se analizarán los informes temáticos sobre los derechos de las mujeres, que
se han dado a partir del trabajo de su propia relatoría sobre los derechos de las mujeres,
prescindiendo del análisis de los informes anuales y sus análisis por país.
Instrumentos de soft law del Comité Cedaw
De conformidad con lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 21 de la Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, el Comité Cedaw
puede hacer sugerencias y recomendaciones de carácter general basadas en el examen
de los informes y de los datos transmitidos por los Estados parte. Esas sugerencias y
recomendaciones, de carácter general, se incluirán en el informe del Comité junto con las
observaciones de los Estados parte, si las hubiere. Hasta la fecha, el Comité ha adoptado un
total de 25 recomendaciones generales, las cuales serán analizadas a continuación.
De las 25 recomendaciones generales del Comité Cedaw, las observaciones 1, 2, 4, 7, 8, 10,
11, 20 y 22 hacen referencia a asuntos propios de los informes presentados por los Estados
parte, la información que reflejan y cuestiones de trámite y aclaración frente al tratado y el
Comité. Por lo anterior, no serán tenidas en cuenta como instrumentos de soft law de la ONU
frente a los derechos de las mujeres.
Por su parte, las recomendaciones 3 y 6 se limitan a hacer referencia a la obligación de los
Estados de adoptar las disposiciones a nivel interno, de toda índole, ya sea capacitación,
campañas, políticas públicas, etc. Asimismo, en el caso de la remoción de los obstáculos
existentes para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, lo cual si
bien es una importante obligación internacional de los Estados no resulta muy ilustrativa
como herramienta de soft law, se limita a repetir lo que ya es claro desde el propio texto
convencional.
Sin embargo, por otra parte, las 14 recomendaciones generales restantes definen y
recomiendan aspectos amplios de los derechos de las mujeres, que sí pueden ser entendidas
como parte del soft law en esta materia. Las medidas especiales de carácter temporal resultan
de suma importancia al momento de garantizar los derechos de los grupos vulnerables, pues
permiten el ejercicio de los mismos en igualdad con los demás agentes sociales.
El acceso a la justicia ha sido ampliamente desarrollado por el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. Desde el Sistema de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 proclamó que toda persona tiene los derechos y libertades,
sin distinción alguna de raza o sexo, entre otras. A su vez, el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos16, proclamó en el artículo 2 que entre los derechos individuales garantizados
se encuentra el derecho al recurso legal, incluso si el violador actuó en cargo oficial. En el
marco del Sistema Interamericano, el acceso a la justicia se encuentra en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos17, que dispone que los Estados se encuentran en la
obligación de garantizar los derechos humanos (artículo 1.1) y establece, entre otros, los
derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial (artículos 8 y 25).

16. Este pacto fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1966 y entró en
vigor el 23 de marzo de 1976. El pacto desarrolla los derechos civiles y políticos y las libertades recogidas en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.

17. Suscrita en San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada Interamericana
sobre Derechos Humanos. Incorporada al ordenamiento mediante la Ley 16 de 1972 “por medio de la cual se
aprueba la Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", firmado en San
José, Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969".

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El derecho de acceso a la justicia es considerado como un derecho que obliga a los
Estados parte a proteger los derechos y libertades y garantizar su libre ejercicio para que, en
primer lugar, toda persona que se encuentre sujeta a alguna jurisdicción sea protegida sin
discriminación alguna y, en segundo lugar, se adopten las disposiciones de derecho interno
necesarias para hacer efectivos los derechos y libertades18. Asimismo, el artículo 2 de la
misma Convención contempla como uno de los deberes de los Estados asegurar el ejercicio
efectivo de los derechos humanos por medio de la adopción de las medidas legislativas o de
cualquier otro carácter que fuera necesario para ello19.
Del mismo modo, el artículo 8 de la Convención dispuso que:
“1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra
ella o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho,
en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas”.
A su vez, dispuso en el artículo 25 que:
“Artículo 25.  Protección Judicial: 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido
o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución, la ley o
la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados partes se comprometen: a. A garantizar
que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los
derechos de toda persona que interponga tal recurso; b. A desarrollar las posibilidades de
recurso judicial; y c. A garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda
decisión en que se haya estimado procedente el recurso”.
De otra parte, en virtud a lo establecido por jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, esta obligación “incluye la expedición de normas y el desarrollo de
prácticas conducentes a la observancia efectiva de los derechos y libertades consagrados
en la misma, así como la adopción de medidas para suprimir las normas y prácticas de
cualquier naturaleza que entrañen una violación a las garantías previstas”20.
En desarrollo de la jurisprudencia, la obligación de investigar judicialmente y sancionar
las violaciones de los derechos humanos puede estar vinculada también a los deberes de

18. Ibíd., Parte I, artículo I y II, 1969.

19. De acuerdo con el artículo 2 de la Convención Americana: “Si en el ejercicio de los derechos y libertades
mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter,
los Estados parte se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos tales derechos y libertades”.

20. Corte IDH. Caso Castañeda Gutman Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia del 6 de agosto de 2008. Serie C No.184, párrafo 79. En igual sentido, Caso Salvador Chiriboga Vs.
Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo. Sentencia del 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179, párrafo 122; Caso
Zambrano Vélez y otros Vs. Ecuador, supra nota 21, párrafo 57; y Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de mayo de 1999. Serie C No. 52, párrafo 207.

9
prevención y garantía, asociados a la protección de los derechos a la vida o la integridad
personal21, así como a las garantías de un juicio justo o la tutela judicial efectiva de los
derechos22.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido la interrelación existente
entre los artículos 8 y 25 de la Convención. De una parte, en virtud del artículo 25 de la
Convención, los Estados se encuentran en la obligación de garantizar a las víctimas de
violaciones de los derechos humanos reconocidos en dicho tratado, el acceso a recursos
efectivos para efectos de conocer la verdad de lo ocurrido y el acceso a una pronta y debida
justicia. A su vez, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que no todos
los recursos de los que dispone el Estado son aplicables en todas las circunstancias y que,
por el contrario, estos deben ser adecuados e idóneos para la garantía de los derechos.
Del mismo modo, el artículo 8.1 –en el marco de una interpretación amplia y en conexión
con el artículo 25.1– reconoce a las víctimas de violaciones de los derechos humanos y a
sus familiares, el derecho a una investigación rápida y efectiva, lo cual, de no ser así, permite
la imposición de sanciones pertinentes y la obligación de la reparación de los perjuicios por
parte del Estado.
El derecho de acceso a la justicia se fundamenta entonces en dos pilares: el acceso a un
recurso judicial que sea efectivo y el principio de debida diligencia23, que incluye, a su vez,
unos estándares como lo son un tiempo razonable para el desarrollo de las investigaciones,
un recaudo oportuno del material probatorio y una respuesta o sanción frente a la vulneración
de los derechos humanos.
Por otra parte, en el derecho Interno colombiano, el artículo 229 de la Constitución Política
establece que: “Se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la administración de
justicia. La ley indicará en qué casos podrá hacerlo sin la representación de abogado”. En este
sentido y dada la generalidad del artículo, por referirse solamente al acceso al procedimiento
judicial, fue el juez constitucional quien debió llenar de contenido el derecho. Hoy en día,
se concibe como la “posibilidad reconocida a todas las personas residentes en Colombia
de poder acudir en condiciones de igualdad ante los jueces y tribunales de justicia, para
propugnar por la integridad del orden jurídico y por la debida protección o el restablecimiento
de sus derechos e intereses legítimos, con estricta sujeción a los procedimientos previamente
establecidos y con plena observancia de las garantías sustanciales y procedimentales
previstas en las leyes”24.
A su vez, el derecho de acceso a la justicia es un derecho de rango fundamental que ha
sido definido por la jurisprudencia constitucional como “la posibilidad reconocida a todas
las personas residentes en Colombia de poder acudir en condiciones de igualdad ante los
jueces y tribunales de justicia, para propugnar por la integridad del orden jurídico y por la
debida protección o el restablecimiento de sus derechos e intereses legítimos, con estricta

21. Cejil. Corte IDH. Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 4 de julio de 2006.
Serie C No. 149, párrafo 147; Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay, p.11.22. Ibíd.

22. Cejil Corte IDH. Caso de la Masacre de la Rochela Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del
11 de mayo de 2007. Serie C No. 163. párrafo 145, p.11.

23. La Corte Interamericana de Derechos Humanos parte de la premisa que las víctimas tienen el derecho a acceder
a un recurso judicial efectivo y que los Estados tienen el deber de actuar con el principio de debida diligencia en
la investigación, juzgamiento y sanción de los responsables. Dicho principio será desarrollado con posterioridad.

24. Corte Constitucional. Sala Séptima de revisión de tutelas. Sentencia T-283-13. Magistrado Ponente: Jorge
Ignacio Pretelt Chaljub, 16 de mayo de 2013.

10
sujeción a los procedimientos previamente establecidos y con plena observancia de las
garantías sustanciales y procedimentales previstas en las leyes. Aquella prerrogativa de la
que gozan las personas, naturales o jurídicas, de exigir justicia, impone a las autoridades
públicas, como titulares del poder coercitivo del Estado y garantes de todos los derechos
ciudadanos, distintas obligaciones para que dicho servicio público y derecho sea real y
efectivo. En general, las obligaciones que los estados tienen respecto de sus habitantes
pueden dividirse en tres categorías a saber: las obligaciones de respetar, de proteger y de
realizar los derechos humanos. Con base en esta clasificación, a continuación se determinará
el contenido del derecho fundamental a la administración de justicia”25.
De lo anterior se concluye que el acceso a la justicia como derecho, tiene algunos atributos
y, particularmente, implica para el Estado el cumplimiento de obligaciones de respeto,
protección y garantía o respeto.
6.1.2 Atributos que revisten de contenido el derecho al acceso a la justicia
La conceptualización del derecho al acceso a la justicia, comprende los siguientes atributos
que dan contenido mínimo a este derecho:

(ii) su acceso al derecho,


(i) se trata de un derecho del (iii) es una obligación del
se materializa a través
que gozan las personales Estado para que el derecho
de jueces o tribunales de
naturales o jurídicas; sea real y efectivo.
justicia (derecho al proceso);

Esto indica que este derecho humano de contenido fundamental tiene como sujeto activo a
toda persona, sea persona natural o jurídica, o a todo ente con capacidad para ser parte, e
incluso a terceros, con tal que acrediten un interés legítimo para hacer valer en el proceso.
Tiene, a su vez, como sujeto pasivo o destinatario al Estado, al cual se dirige la acción. Se
trata entonces de un derecho subjetivo procesal, de toda persona, a obtener del Estado
una decisión judicial de fondo, que supone el agotamiento de sucesivas fases en las que se
desenvuelve el proceso: 1) El derecho a acceder al proceso y a su desarrollo; 2) El derecho
a que el proceso concluya mediante sentencia de fondo y el derecho a su impugnación; y 3)
El derecho a su ejecución26.
Este derecho fundamental se entiende desde dos sentidos: 1. Restringido, cuando se limita
a garantizar el acceso al proceso y a los recursos y 2. Amplio, si además de lo anterior
comprende el derecho a obtener una decisión judicial de fondo y a que esta sea ejecutada.
En el ordenamiento jurídico colombiano, la jurisprudencia ha optado por un concepto de
acceso a la justicia en sentido amplio que permite: “acudir a la administración de justicia
para la resolución de los conflictos particulares o para la defensa del ordenamiento
jurídico”27, poniendo de relieve “que las decisiones que se tomen en ejercicio de este deber
constitucional, deben ser igualmente eficaces, es decir, que las mismas deben contener una
resolución clara, cierta, motivada y jurídica de los asuntos que generaron su expedición”28.

25. Ibíd.

26. Toscano López. (2013).

27. Corte Constitucional, Sentencia C-1083/2005. Magistrado Ponente: Jaime Araújo Rentería, 24 de octubre de 2005.

28. Corte Constitucional, Sentencia T-954/2006. Magistrado Ponente: Jaime Córdoba Triviño, 17 de noviembre de 2006.

11
De lo anterior se establece que las obligaciones de garantía, respeto y protección implican
realizar por parte del Estado Colombiano, en materia del acceso a la justicia a favor de las
mujeres, la responsabilidad de acatar el contenido propio de los derechos humanos y, por
lo tanto, la obligación de respetar, en el entendido que el derecho a la administración de
justicia incluye el compromiso del Estado de abstenerse de adoptar medidas que tengan
por resultado impedir o dificultar el acceso a la justicia o su realización. Asimismo, conlleva
el deber de inhibirse de tomar medidas discriminatorias, basadas en criterios tales como
el género o la nacionalidad29. Asimismo, la obligación de proteger, que requiere del Estado
la adopción de medidas para impedir que terceros interfieran u obstaculicen el acceso a
la administración de justicia del titular del derecho, y la obligación de realizar, que implica
el deber del Estado de (i) facilitar las condiciones para el disfrute del derecho y (ii) hacer
efectivo el goce del mismo30.
Facilitar el derecho a la administración de justicia conlleva la adopción de normas y medidas
que garanticen que todas las personas, sin distinción, tengan la posibilidad de ser parte en
un proceso y de utilizar los instrumentos que la normativa proporciona para formular sus
pretensiones.
La jurisprudencia constitucional ha reconocido que el cumplimiento de las decisiones judiciales
hace parte de la obligación de realizar el derecho a la administración de justicia. Por tanto,
para satisfacer el derecho a la administración de justicia no basta con que en los procesos
se emitan decisiones definitivas en las cuales se resuelvan controversias y se ordene la
protección de los derechos de las partes, ya que es preciso que existan mecanismos eficaces
para ejecutar las decisiones o sentencias, y que se protejan efectivamente los derechos31.
Dicha obligación se encuentra estrechamente ligada con la efectividad del recurso.
6.1.3 Acceso a la justicia como derecho fundamental para las mujeres
En relación con los derechos humanos de las mujeres, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer –CEDAW, que en su preámbulo señala como derechos fundamentales la
igualdad de derechos del hombre y la mujer, así como la garantía del goce de todos los
derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos sin discriminación alguna, lo
cual incluye el derecho de acceso a la justicia.
En virtud del derecho de acceso a la justicia específicamente, la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer -Convención de Belem do
Pará- en el artículo 4 establece que:
“Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos
los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos.  Estos derechos comprenden, entre otros: […]g. el
derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos.
Además, el artículo 7 de la Convención señala que: “Los Estados parte condenan todas las
formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados
y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en

29. Ibíd.

30. Ibíd.

31. Corte Constitucional, Sentencia T-954/2006. Magistrado Ponente: Jaime Córdoba Triviño, 17 de noviembre de
2006.

12
llevar a cabo lo siguiente: […] b. actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y
sancionar la violencia contra la mujer; c. incluir en su legislación interna normas penales,
civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias, para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrativas
apropiadas que sean del caso; d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a
abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer, de
cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad; e. tomar todas las
medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo, para modificar o abolir leyes y
reglamentos vigentes, o para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden
la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer; f. establecer procedimientos
legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre
otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos;
g. establecer los mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la
mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros
medios de compensación justos y eficaces; y h. adoptar las disposiciones legislativas o de
otra índole que sean necesarias para hacer efectiva esta Convención”.
La recomendación 33 del Comité de la CEDAW define el derecho de acceso a la justicia
como un derecho multidimensional porque abarca “la justiciabilidad, la disponibilidad, la
accesibilidad, la calidad y la rendición de cuentas de los sistemas de justicia, y la provisión de
recursos para las víctimas. A efectos de la presente recomendación general debe entenderse
que todas las referencias a las “mujeres” incluye a las mujeres y a las niñas, a menos que se
indique expresamente lo contrario”32.
A su vez, en el ámbito nacional, el artículo 8 de la Ley 1257 de 2008, cuyo objetivo es garantizar
una vida libre de violencias, contempla los derechos de las víctimas de la violencia, entre
otros: “a) Recibir atención integral a través de servicios con cobertura suficiente, accesible
y de calidad; y b) Recibir orientación, asesoramiento jurídico y asistencia técnica legal con
carácter gratuito, inmediato y especializado desde el momento en que el hecho constitutivo
de violencia se ponga en conocimiento de la autoridad. Se podrá ordenar que el agresor
asuma los costos de esta atención y asistencia”33.
Con posterioridad, la Ley 1542 de 2012, en su artículo 3, estableció que “en todos los casos en
que se tenga conocimiento de la comisión de conductas relacionadas con presuntos delitos
de violencia contra la mujer, las autoridades judiciales investigarán de oficio, en cumplimiento
de la obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la
violencia contra las mujeres, consagrada en el artículo 7° literal b) de la Convención de
Belém do Pará, ratificada por el Estado colombiano mediante la Ley 248 de 1995”34.
La Ley 1761 de 2015, por la cual se crea el tipo penal de feminicidio como delito autónomo,
establece en su artículo 9º la “asistencia técnico legal […] desde la perspectiva de género y
de los Derechos Humanos de las mujeres, a fin de garantizar su acceso a la administración
de justicia, a un recurso judicial efectivo y al otorgamiento de las medidas de protección
y atención consagradas en la Ley 1257 de 2008”35. Lo cual señala que, especialmente en
casos de feminicidio, entendido como la cúspide de las violencias contra las mujeres, la
administración de justicia debe garantizar el acceso a un recurso judicial efectivo, además
de brindar las medidas de protección y atención necesarias.

32. Recomendación general número 33 sobre el acceso de las mujeres a la justicia del Comité CEDAW, 3 de agosto
de 2015.

33. Ley 1257 de 2008, 4 de diciembre. Artículo 8. Derechos de las víctimas de violencia.

34. Ley 1542 de 2012, 5 de julio. Artículo 3, parágrafo.

35. Ley 1761 de 2015, 6 de julio. Artículo 9. Asistencia técnico legal.

13
En conclusión, el acceso a la justicia se presenta como una de las garantías fundamentales
que debe ofrecer un Estado Social de Derecho para la ciudadanía, pero que, en casos de
mujeres víctimas de violencias al ser una vulneración grave a los derechos humanos, se
requiere la materialización de ese derecho para que se garanticen la verdad, la justicia, la
reparación y la garantía de no repetición.
De esta manera se ha identificado el acceso a la justicia como un derecho fundamental
de las mujeres, esencial para garantizar el derecho a una vida libre de violencias. En este
sentido, el sistema de justicia debe contemplar acciones encaminadas a nutrir la labor
judicial desde la perspectiva de género, el enfoque de derechos humanos y la eliminación de
la discriminación por género; así como propender por un análisis integral y de contexto que
identifique situaciones prejuiciosas, sexistas, estereotipadas y de costumbres patriarcales.
AsImismo, debe aplicar el principio de igualdad y no discriminación, a fin de generar
reflexiones jurídicas progresistas frente a la tutela de los derechos humanos de las mujeres,
la transformación de la jurisprudencia restrictiva y la progresiva eliminación de los obstáculos
que enfrentan las mujeres a la hora de acceder a la administración de justicia.
6.1.4 Acceso a la justicia y principio de debida diligencia
El principio de debida diligencia comporta, necesariamente, el derecho de acceso a la
justicia que se fundamenta en la premisa de recursos judiciales idóneos y efectivos, e incluye
el derecho de las mujeres víctimas de violencias a exigir por parte del Estado la garantía,
respeto y protección de sus derechos humanos y, en particular, las obligaciones de actuar con
la debida diligencia para prevenir, investigar, sancionar y reparar los hechos36 victimizantes.
La debida diligencia en casos de violencias contra las mujeres
La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
-Convención Belem do Pará- consagró el deber de los Estados parte a condenar todas las
formas de violencia contra las mujeres y reconoció en el artículo 7, numeral b) el deber de
actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar.
Según Víctor Abramovich, el principio de debida diligencia es el resultado del tránsito de
“una idea de igualdad entendida como no discriminación, hacia una noción de igualdad
como la protección de grupos subordinados”. De tal manera que, “la Corte Interamericana
de Derechos Humanos -CIDH- considera que, el artículo 7º de la Convención Belem do Pará
establece un deber de debida diligencia reforzado, lo que parece indicar que este opera
estableciendo una carga adicional de deberes de prevención al Estado, sobre un piso de
debida diligencia en la protección de las acciones de particulares, que vendría dado, en
principio, por la propia Convención Americana”.
Es así, que, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha identificado diversos
componentes que desarrollan el principio de debida diligencia para la investigación de
graves violaciones a los derechos humanos y en particular las violencias contra las mujeres,
entre los cuales se encuentran37:

36. Comisión interamericana de Derechos Humanos. (2007). Informe: “Acceso a la justicia para mujeres víctimas de
violencia en las américas”. Relatoría sobre los derechos de la mujer.

37. Ibíd.

14
El Estado, una vez que toma conocimiento de una grave violación de derechos
Oficiosidad humanos contra las mujeres, está obligado a “iniciar de oficio una investigación seria
y efectiva de los hechos”38.

La investigación en casos de violencia hacia las mujeres debe iniciarse de manera


Oportunidad inmediata, en un plazo razonable, es decir, oportunamente, para impedir la pérdida
de pruebas que pueden resultar fundamentales dentro de los procesos39.

La investigación debe ser realizada por profesionales competentes y empleando los


Competencia procedimientos apropiados, es decir, de manera rigurosa40. Del mismo modo, es necesario
que quien sea el competente comprenda el enfoque de derechos humanos y de género.

La investigación debe ser independiente e imparcial, lo cual implica y se extiende a cada una
Independencia e
de las etapas del proceso. Significa también que debe estar libre de prejuicios y estereotipos
imparcialidad de género de contenido discriminatorio y excluyente.

La investigación debe agotar todos los medios para esclarecer la verdad de los hechos y
Exhaustividad proveer castigo a los responsables.

La investigación debe desarrollarse garantizando el respeto y participación de las víctimas


y sus familiares. La Corte IDH reconoce el valor central de la participación de las víctimas
en todas las etapas del proceso judicial, dirigido a la investigación y castigo de los
Participación de las responsables de graves violaciones de derechos humanos. De acuerdo con lo establecido
víctimas y sus familiares en su jurisprudencia toda persona que se considere víctima de una grave violación a los
derechos humanos, o sus familiares, tienen derecho a acceder a la justicia para conseguir
que el Estado cumpla, en su beneficio y en el del conjunto de la sociedad, con su deber de
investigar dicha violación.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos también definió algunos elementos


configurativos del principio de debida diligencia reforzada, que los Estados deben aportar
en casos de violencias contra las mujeres como:
✓ Contar con un adecuado marco jurídico de protección de los derechos de las mujeres y
con una aplicación efectiva del mismo.
✓ Contar con políticas de prevención y prácticas que permitan actuar de una manera eficaz
ante las denuncias.
✓ Garantizar la integralidad de las estrategias de prevención, de manera que puedan
prevenirse efectivamente los factores de riesgo, y fortalecer las estrategias institucionales
para que puedan proporcionar una respuesta efectiva en los casos de violencia contra la
mujer.
✓ Adoptar medidas preventivas en casos específicos en los que es evidente que determinadas
mujeres y niñas puedan ser víctimas de violencia41.

38. Ibíd.

39. Ibíd.

40. Ibíd.

41. Isabel Agatón Santander. (2017). Si Adelita se fuera con otro. De feminicidio y otros asuntos. Bogotá: Temis, p.
135.

15
En el Informe de Acceso a la Justicia de las Mujeres Víctimas de Violencia42, la Comisión
IDH hizo especial hincapié en el problema de la violencia contra las mujeres como una
manifestación de la discriminación basada en el género; recalcó la obligación de los Estados
de organizar su estructura gubernamental para prevenir, investigar, sancionar y reparar actos
de violencia contra las mujeres y la discriminación; enfatizó los principios que deben regir las
leyes y políticas públicas, tales como el deber del Estado de erradicar efectiva y prontamente
diferentes formas de violencias contra las mujeres, cometidas tanto por agentes estatales
como no estatales, el de proveer recursos judiciales efectivos e imparciales para víctimas de
violencia, y el de implementar acciones para erradicar la discriminación contra las mujeres
y los patrones estereotipados de comportamiento que promueven un trato inequitativo en
sus sociedades, lo que ha implicado para ellas un acceso desigual a los derechos y a los
beneficios derivados de los avances políticos, civiles y sociales.
La Comisión exploró detenidamente el contenido del artículo 7 de la Convención de Belém do
Pará, que impone a los Estados el deber de actuar con debida diligencia frente a la violencia
contra las mujeres, e interpretó que la obligación de tomar todas las medidas apropiadas,
incluyendo medidas de tipo legislativo para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes
o para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la
tolerancia de la violencia contra las mujeres, incluye el deber de revisión de normas, prácticas
y políticas públicas discriminatorias o cuyo efecto pueda resultar discriminatorio en perjuicio
de ellas. Esto debe hacerse “debido a la relación evidente entre discriminación y violencia”.
Como ejes centrales de esta teoría insistió en que la discriminación se halla en la raíz de
la violencia contra las mujeres43, que la definición de discriminación contra las mujeres
comprende la violencia contra ellas en todas sus formas44 y, principalmente, que la
discriminación perpetúa esta violencia y, por ello, la Convención de Belém do Pará reconoce
un vínculo crítico entre la adecuada protección judicial y su eliminación45.
La Comisión de Derechos Humanos hizo un largo y detallado análisis de las obligaciones de
investigar, juzgar y sancionar la violencia contra las mujeres de acuerdo con los artículos 8
y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, a la luz del principio de la debida
diligencia contenido en el artículo 7 de la Convención de Belém do Pará, considerando
que la debida diligencia contenida en la Convención de Belém do Pará no es una simple
reiteración de las obligaciones que emergen del deber de prevenir, investigar, juzgar, sancionar
y reparar consignado en los artículos 1, 8 y 25 de la Convención, sino, por el contrario,
derivó obligaciones concretas como la de simplificar procedimientos judiciales penales e
incrementar el número de instancias para denunciar la violencia contra las mujeres46, así como
la de producir, compilar, analizar y difundir información sobre sus causas, consecuencias y
frecuencia47.
Adicionalmente, la Comisión dio pautas sobre el tipo de pruebas y de valoraciones
permisibles en casos de violencia sexual, tales como la obligación de no considerar la
falta de resistencia física de la víctima como un factor para no sancionar al agresor. Exigió,

42. CIDH. (2007). Acceso a la Justicia para Mujeres Víctimas de Violencia en las Américas. OEA/Ser.L/V/II., Doc. 68,
20 de enero de 2007.

43. Ibíd., párrafo 12.

44. Ibíd., párrafo 13.

45. Ibíd., párrafo 33.

46. Ibíd., párrafo 37.

47. Ibíd., párrafo 42 y sigs.

16
dada la íntima correlación entre la discriminación y los parámetros de la debida diligencia
en la investigación contenidos en la Convención de Belém do Pará, que tanto los fiscales
como los policías eviten cualquier tipo de acto o actitud discriminatoria en su trabajo y
consideren las necesidades especiales de las víctimas de violencia sexual48. Finalmente, en
este sentido, rechazó la influencia de patrones socioculturales discriminatorios que resulten
en una descalificación de la credibilidad de la víctima, a la vez que criticó la interpretación
discriminatoria de evidencias en casos de violencia contra las mujeres49.
Estándares de los derechos humanos, en casos de violencias contra las mujeres
El Sistema interamericano ha tenido un desarrollo significativo desde 1994 refiere a los
estándares jurídicos relacionados con la violencia contra las mujeres. Mucha de esta
evolución puede ser atribuida a la adopción por los Estados americanos de la Convención
Belém do Pará durante 1994 y a la influencia de instrumentos claves frente a la violencia
contra las mujeres a nivel internacional, como la CEDAW y la Recomendación General
19 de la CEDAW, que establece que la violencia basada en el género está comprendida en
la definición de discriminación de la Convención.
Algunos de los estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos acerca del
problema de la violencia contra las mujeres, asociados con el acceso a la justicia pueden ser
resumidos como sigue:
✓ El vínculo estrecho entre los problemas de la discriminación y la violencia contra
las mujeres.
✓ La obligación inmediata de los Estados de actuar con la debida diligencia, requerida
para prevenir, investigar, y sancionar con celeridad y sin dilación todos los actos
de violencia contra las mujeres, cometidos tanto por actores estatales como no estatales.
✓ La obligación de garantizar la disponibilidad de mecanismos judiciales efectivos,
adecuados, e imparciales para víctimas de violencia contra las mujeres.
✓ La calificación jurídica de la violencia sexual como tortura cuando es cometida por agentes
estatales.
✓ La obligación de los Estados de implementar acciones para erradicar la discriminación
contra la mujeres y los patrones estereotipados de comportamiento que promueven
su tratamiento inferior en sus sociedades.
✓ La consideración de la violencia sexual como tortura cuando es perpetrada por funcionarios
estatales50.
✓ El deber de los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales de analizar
mediante un escrutinio estricto todas las leyes, normas, prácticas y políticas públicas
que establecen diferencias de trato basadas en el sexo, o que puedan tener un impacto
discriminatorio en las mujeres en su aplicación.

48. Ibíd., párrafos 52 y 53.

49. Ibíd., párrafos 155 y 157.

50. Se precisa que, en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la tortura exclusivamente puede ser
cometida por agentes del Estado mientras que, en Colombia, la concepción ampliada del tipo penal no registre
un sujeto activo en especial, lo que a su vez aplica para la violencia sexual; de lo contrario sería una interpretación
restrictiva, contraria al principio pro persona.

17
✓ El deber de los Estados de considerar en sus políticas adoptadas para avanzar en
la igualdad de género, el particular riesgo a violaciones de derechos humanos que pueden
enfrentar las mujeres por factores combinados con su sexo, como su edad, raza, etnia
y posición económica, entre otros.
Es importante destacar que el desarrollo en este ámbito se encuentra reflejado en pronunciamientos
de varios mecanismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, incluyendo
las decisiones de fondo de la CIDH y las sentencias de la Corte Interamericana sobre el
tema, y los informes temáticos y de país51. Particularmente, los estándares están dados por
los precedentes jurisprudenciales internacionales de casos emblemáticos tramitados por la
Corte IDH, especialmente, Mahía da Penha Fernandes vs. Brasil (2001) y Campo Algodonero
vs. México (2009)52.
En el caso de Mahía da Penha Fernandes contra el Estado del Brasil, la Comisión -CIDH aplico
por primera vez la Convención Belem do Pará y decidió que el Estado no había actuado con
la debida diligencia para prevenir, sancionar y erradicar la violencia doméstica, al no condenar
y sancionar al victimario53. Además, estableció la existencia de un patrón de tolerancia estatal
e ineficacia judicial hacia los casos de violencia doméstica, lo que a criterio de la Comisión
constituyo una práctica discriminatoria54.
En efecto, “la Comisión determinó que la obligación de los Estados de actuar con debida diligencia
va más allá de la de procesar y condenar, ya que también incluye la obligación de prevenir estas
prácticas degradantes”55.
En el caso de Campo Algodonero (2009), la Corte Interamericana de Derechos Humanos examinó
una situación estructural de violencia contra las mujeres basada en género, tal como lo define el
artículo 1º de la Convención Belem do Pará y señala el alcance del principio de la debida diligencia.
La Corte en esta decisión consideró que “puede generarse responsabilidad internacional para
el Estado por actos cometidos por terceros o particulares, en el marco de las obligaciones del
Estado de garantizar el respeto de esos derechos entre individuos”.
6.1.5 Elementos prácticos para la garantía material del derecho al acceso a la justicia para
las mujeres
La garantía efectiva del derecho al acceso a la justicia para las mujeres se materializa a partir
de la incorporación en el quehacer práctico de quienes ejercen la función pública y administran
justicia de criterios de análisis jurídico que fundamentan la atención, investigación, judicialización
y sanción de las violencias contra las mujeres. En ese sentido, los criterios que a continuación
se evidencian, responden a: i) Herramientas para el abordaje de casos en materia de violencias
contra las mujeres; ii) criterios de igualdad para una administración de justicia con perspectiva de
género -Comisión Nacional de Género Rama Judicial-CSJ-; y iii) criterios para emitir sentencias
género sensitivas56, es decir, sentencias que incluyan un enfoque de género.

51. Comisión Interamericana de derechos humanos. Estándares jurídicos: igualdad de género y derechos de las
mujeres. Párrafo 16 y siguientes, pág. 19.

52. Se recomienda profundizar los siguientes casos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Rosendo Cantú y otra; Corte IDH. Caso Fernández Ortega y otros; y Corte IDH. Caso Veliz Franco y otros.

53. CIDH, Informe Nº 54/01 –admisibilidad y fondo–, Caso 12.051, Maria da Penha Maia Fernandes vs. Brasil.

54. Ibíd., párrafo 56.

55. Ariel E. Dulizky. El principio de igualdad y no discriminación. Claroscuros de la jurisprudencia interamericana.


En: www.anuariocdh.uchile.c

56. Ibíd.

18
Las herramientas propuestas para el abordaje y atención de casos en los que se evidencien
hechos victimizantes de violencias contra las mujeres reflejan el listado de chequeo que
todo operador de la administración de justicia debe incorporar en su ejercicio profesional
y desarrollar de conformidad con los procesales y los principios que desde el análisis de
género (igualdad y no discriminación, y debida diligencia) permiten garantizar el acceso a la
justicia y la respuesta efectiva por parte del Estado:

Derechos de la mujer Violencia contra las mujeres


Sistematicidad y contínuum Análisis de Contexto:
protegidos Vs. vulnerados
Del Caso
Discriminación por razones Sobre la Mujer
Tipo de violencias o daño
de género

Enfoques:
Perspectiva de
Uso de estándares
género-enfoque de género Medidas afirmativas
internacionales
Derechos humanos
Diferencial

Por otro lado, los criterios de equidad para una administración de justicia con perspectiva
de género, diseñados por la Comisión Nacional de Género Rama Judicial-CSJ, permiten
analizar el contexto del caso y las relaciones desiguales de poder que permean los hechos
de discriminación y violencias contra las mujeres. Son una herramienta importante para
diseñar la estrategia de respuesta que cualquier operador de justicia debe tener presente al
momento de emitir cualquier decisión en la que se presenten controversias asociadas con
violencias contra las mujeres.

Pregunta Comentario

Determinar quién es víctima y agresor, quién tiene vulnerados sus derechos y quién
¿Quién hace qué? es el responsable. Precisar la diversidad (mujer, discapacidad, desplazamiento, grupo
etario, etnia, etc.).

¿Cómo, con qué? Acceso a recursos y posibilidades de cada parte, incluso para acceder a la justicia.

¿Quién es dueño Titularidad de los bienes en disputa, la propiedad constituye en sí misma es un elemento de
poder para quien la ostenta.
de qué?

¿Quién es el Quién está obligado a prevenir, proteger en relación con los derechos de alguien. Quién es
responsable de qué? responsable de una conducta antijurídica.

¿Quién tiene Establecer en la reclamación, demanda o denuncia, de qué derechos se trata y quién es el
derecho a qué? titular de estos. El reconocimiento del derecho dignifica.

¿Quién controla qué? El elemento de control es constituyente del ejercicio de poder (control del dinero, la
movilidad, la comunicación).

El poder de decidir está relacionado con implicaciones cotidianas que generan violencia: 19
¿Quién decide qué? manejo del dinero, crianza y cuidado de las hijas e hijos , la autonomía personal, hasta los
derechos sexuales y reproductivos.
responsable de qué? responsable de una conducta antijurídica.

¿Quién tiene Establecer en la reclamación, demanda o denuncia, de qué derechos se trata y quién es el
derecho a qué? titular de estos. El reconocimiento del derecho dignifica.

¿Quién controla qué? El elemento de control es constituyente del ejercicio de poder (control del dinero, la
movilidad, la comunicación).

El poder de decidir está relacionado con implicaciones cotidianas que generan violencia:
¿Quién decide qué? manejo del dinero, crianza y cuidado de las hijas e hijos , la autonomía personal, hasta los
derechos sexuales y reproductivos.

Criterio de equidad en la distribución de los beneficios. Quién reciba más, quién tiene menos
¿Quién recibe qué? y quién tiene más.

¿Por qué? ¿Cuál es Contexto de los hechos, análisis de la situación, teniendo en cuenta las reglas, normas y
la base de la situación? costumbres que pueden legitimar la violencia o naturalizarla.

Finalmente, el acceso a la justicia se materializa a través de las decisiones género sensitivas,


que aplica particularmente el juez en sus sentencias.
Isabel Agatón Santander refiere algunos criterios para emitir sentencias con estas
características, que se sintetizan en los siguientes elementos de análisis:

Análisis del Uso de jurisprudencia


género del Identificación Distinción de Utilización del género sensitiva
fenómeno del construcciones lenguaje nacional e
patriarcado sociales internacional
jurídico

La autoridad La instancia Indagar cómo Reconocer el Uso de instrumentos


judicial esta judicial debe se construyen poder que tiene que en el derecho
obligada a ser consciente social y el lenguaje colombiano, forman
conocer la del tipo de culturalmente de reforzar la parte del bloque de
desigualdad relaciones hombres y desigualdad y constitucionalidad
histórica de las predominante mujeres, y los subordinación y prevalecen en el
mujeres y su s y desiguales efectos de esta de las mujeres, derecho interno
subordinación, en el caso que construcción. La por medio de y son fuente de
como un ser debe dirimir. autoridad judicial expresiones interpretación de
que tiene El sistema está llamada estereotipadas los derechos y
menor poder patriarcal es a identificar o prejuiciosas deberes reconocidos
y privilegio aquel que cómo esas que consienten constitucionalmente
que un privilegia al construcciones relaciones,
hombre/varón varón como sociales del circunstancias, CEDAW y Belem do
de la misma centro de género afectan manifestaciones Pará.
clase, raza, lo humano y determinan de la
etnia, opción y legitima las facetas de subordinación,
sexual, el ejercicio las vidas de sumisión,
capacidad, de poder de las personas, obediencia o
creencia, etc este sobre comportamientos, culpan a las
las mujeres, roles, elaboración mujeres de la
perpetuando de prejuicios, etc. violencia que
la desigualdad, sufren.
sumisión y
subordinación.

20
Asimismo, el Consejo Superior de la Judicatura, a través de la Comisión de Género de la
Rama judicial, ha elaborado una lista de verificación sobre la perspectiva de género y el
enfoque diferencial en las decisiones judiciales que a continuación se desarrolla:

Identificación del caso de género desde el enfoque diferencial

Analizar en cada caso, los hechos y derechos en disputa, el contexto en el que se desarrollan, el enfoque diferencial y
de género, la vulneración de los derechos de las mujeres y de grupos poblacionales vulnerables.

Existen algunas preguntas claves que, dependiendo del caso concreto, es posible hacer desde el inicio para establecer
relaciones de poder entre las partes o los implicados y que pueden contribuir a dar pistas de estar frente a una situación
de asimetría, exclusión o discriminación.

Identificar categorías sospechosas asociadas a la raza, etnia, lengua, religión, opinión política o filosófica, sexo, género
y/o preferencia/orientación sexual, condiciones de pobreza, situación de calle, migración, discapacidad, privación de la
libertad.

Establecer si en el caso confluyen dos o más categorías sospechosas que impliquen una doble discriminación y por
ende si se trata de un caso de interseccionalidad.

Identificar si el demandante o victima pertenece a un grupo históricamente desaventajado (situación de vulnerabilidad)


o de desigualdad formal, material y/o estructural.

En caso de que exista un colectivo específico de demandantes o víctimas, hay que determinar si estas son mujeres
víctimas de desplazamiento, despojo de la tierra o si pertenecen a un grupo indígena, gitanos, raizales, palenqueros,
negros, afrocolombianos, etc.

Identificar si existe una relación desequilibrada de poder.

Revisar si se presentan situaciones de estereotipos o manifestaciones de sexismo en el caso.

Criterios orientadores relacionados con el procedimiento y la decisión judicial

Revisar si frente al caso proceden medidas especiales cautelares o de protección.

Dar contexto social a los hechos en el entorno que corresponde, sin estereotipos discriminatorios, prejuicios sociales, y
en el marco del derecho a la igualdad y la no discriminación.

Privilegiar la prueba indiciaria dado que en muchos casos la prueba directa no se logra.

Documentar adecuadamente la decisión judicial, cuando el caso trata de situaciones que afectan a un colectivo
específico de mujeres, o grupos vulnerables (víctimas de desplazamiento forzado, mujeres privadas de su libertad,
etc.).
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Consultar y aplicar las normas nacionales aplicables al caso (Constitución Política, leyes, decretos, reglamentos,
directivas, etc.). En relación con los grupos étnicos, se debe tener en cuenta: el Derecho Propio, su sistema jurídico,
en el marco del derecho a la igualdad y la no discriminación.

Privilegiar la prueba indiciaria dado que en muchos casos la prueba directa no se logra.

Documentar adecuadamente la decisión judicial, cuando el caso trata de situaciones que afectan a un colectivo
específico de mujeres, o grupos vulnerables (víctimas de desplazamiento forzado, mujeres privadas de su libertad,
etc.).

Consultar y aplicar las normas nacionales aplicables al caso (Constitución Política, leyes, decretos, reglamentos,
directivas, etc.). En relación con los grupos étnicos, se debe tener en cuenta: el Derecho Propio, su sistema jurídico,
las autoridades, la organización social, cultural, política y lingüística.

Consultar y aplicar el marco normativo internacional - Convenios, Conferencias, Resoluciones, Convenciones-, con
respeto por el bloque de constitucionalidad, el control de convencionalidad y los estándares internacionales de derechos
humanos.

Cuestionar la pretendida neutralidad de las normas, si se hace necesario, a fin de evaluar los impactos diferenciados en
su aplicación.

Consultar jurisprudencia nacional e internacional, así como la doctrina en materia Género y Derechos.

Trabajar la argumentación de la sentencia con hermenéutica de género sin presencia de estereotipos y sexismos en los
hechos acontecidos, en la valoración de las pruebas, en los alegatos y en las conclusiones de las partes, no olvidando
acudir a la teoría general del derecho.

Visibilizar con claridad en las decisiones la situación específica de las mujeres y/o población vulnerable, al proteger el
derecho a la igualdad y la no discriminación.

Introducir en la decisión judicial el principio de progresividad de los derechos fundamentales.

Visibilizar la existencia de estereotipos, manifestaciones de sexismo, relación desequilibrada de poder y riesgos de


género en el caso.

Aplicar las medidas legales de discriminación positiva y emitir en sus decisiones juicios críticos frente a las protecciones
reforzadas de orden constitucional para la efectividad de los derechos (igualdad, no discriminación, no violencia).

Escuchar la voz de las mujeres y de las organizaciones sociales.

Fijar precedentes y aportes en materia de género con la argumentación y el sentido de la sentencia.

Controlar la revictimización y estereotipación de las víctimas tanto en los argumentos como en la parte resolutiva de las
decisiones judiciales.

Usar acertadamente un lenguaje incluyente y no invisibilizador.

Determinar medidas de reparación integral del daño (verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición).

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Asegurar medidas de control para que en la etapa de ejecución y seguimiento de la sentencia se dé continuidad al
decisiones judiciales.

Usar acertadamente un lenguaje incluyente y no invisibilizador.

Determinar medidas de reparación integral del daño (verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición).

Asegurar medidas de control para que en la etapa de ejecución y seguimiento de la sentencia se dé continuidad al
respeto por el derecho a la igualdad, la no discriminación y a detener la violencia basada en género.

A fin de garantizar el acceso a la justicia y poner en práctica los conceptos básicos arriba
asociados, en relación con este derecho, resulta importante revisar cuales son las rutas
para el acceso a la justicia de las mujeres, así como las competencias de cada una de las
entidades encargadas de la garantía del mismo, y, finalmente, los procedimientos previstos
por la Ley para otorgarle al contenido del derecho su efectivo cumplimiento.

¿Cuál es la ruta para el acceso a la justicia de las mujeres?


El derecho de acceso a la justicia debe comprender una ruta que permita que las mujeres
víctimas de algún tipo de violación de sus derechos humanos, en especial del derecho a
una vida libre de violencias, puedan recibir una respuesta oportuna por parte del Estado,
para investigar y sancionar la conducta que generó dicha vulneración; así como también
la reparación integral. En consecuencia, el presente acápite revisará, de una parte, las
entidades competentes encaminadas a garantizar el acceso a la justicia y, de otra, la
Estrategia de Justicia de Género de la Secretaria Distrital de la Mujer que busca promover
el acceso a la Justicia de las Mujeres en el Distrito Capital.

¿Quiénes son los competentes para garantizar el acceso a este derecho?


Para acceder a la justicia el primer paso, es poner en conocimiento de las
autoridades competentes los hechos de violencia, las cuales son57: Denunciar

✓ Policía Nacional
Para denunciar algún tipo de violencia pueden acercarse a las Estaciones de Policía de la
localidad correspondiente al sitio de residencia de la mujer o al cuadrante más cercano.

✓ Comisarias de Familia
Deben atender los casos de violencia en el contexto intrafamiliar y realizar la debida
orientación sobre las acciones legales a instaurar en cada uno de los casos. A su vez,
tienen la competencia de recibir denuncias por el delito de violencia intrafamiliar58. También
otorgan medidas de protección y de atención por hechos de violencia al interior de lfamilia
y, de ser el caso, remiten a las instituciones de salud59.

57. Es importante mencionar que esta ruta también inicia con el reporte obligatorio que realice una entidad estatal
en el marco de la Ley 1542 de 2012 en relación con delitos que deben ser investigados de oficio.

58. La Resolución 2230 de 2017, mediante la cual la Fiscalía otorga nuevamente y por el término de cinco años
funciones de policía judicial a las y los Comisarias/os de Familia. Estas funciones ya habían sido otorgadas por
el mismo periodo de tiempo (Resolución 918 de 2012).

59. Puede remitirse a la unidad 5 (Atención en salud y medidas de atención de la ley 1257 de 2008) y a la unidad 8
(Medidas de protección).

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✓ Fiscalía General de la Nación
Es la entidad encargada de registrar todas las denuncias de actos constitutivos de cualquier
delito. Sus servicios se encuentran en:
✓ Unidades de Reacción Inmediata (URI)
✓ Casas de justicia y en los Centros de atención especializada.
✓ Centro de Atención e Investigación Integral a las Víctimas de Delitos Sexuales (CAIVAS)
✓ Centro de Atención e Investigación Integral contra la Violencia Intrafamiliar (CAVIF)
✓ Centro de Atención Penal Integral a Víctimas (CAPIV)
6.2 Aproximaciones a los mecanismos jurídicos para el acceso a la justicia de las mujeres,
El derecho de acceso a la justicia debe ser materializado por el Estado, a través de
procedimientos administrativos y judiciales que permitan velar por principios fundamentales
como la igualdad formal y material entre mujeres y hombres. En este sentido, resulta
fundamental que quienes administran justicia, conozcan y se apropien de un enfoque de
derechos humanos de las mujeres y de género60.
En consecuencia, los acápites subsiguientes se relacionan, en primer lugar, con la explicación
general de los procedimientos a los que principalmente se aproximan las mujeres víctimas
de distintas violencias para, en segundo lugar, realizar una aproximación a los principales
delitos de los cuales son víctimas las mujeres por razones de su género.
6.2.1 El procedimiento administrativo como herramienta para el acceso a la justicia de
las mujeres
Las comisarías de familia son autoridades administrativas, con funciones judiciales, a las
cuales les corresponde la atención de la ciudadanía, por casos de violencia intrafamiliar61.
Las autoridades administrativas de orden policivo ejercen vigilancia, protección, promoción,
control y sanción en relación con las normas protectoras de la familia, la niñez, las mujeres, la
juventud y la tercera edad62. Las autoridades administrativas de restablecimiento de derechos
que, en cumplimiento de esta competencia, deben procurar y promover la realización
y el restablecimiento de los derechos reconocidos en los tratados internacionales, en la
Constitución Política, en el Código de Infancia y Adolescencia63, expedido mediante Ley

60. Un enfoque basado en los derechos humanos (EBDH) aplicado a las cuestiones de género revela cómo los
temas de derechos humanos afectan a las mujeres y los hombres de diferente manera y cómo las relaciones
de poder y las discriminaciones de género afectan el disfrute efectivo de los derechos por parte de los seres
humanos. UNICEF, UNFPA, PNUD, ONU Mujeres. Gender Equality, UN Coherence and you. Portal del EBDH,
http://hrbaportal.org/

61. Leyes 294 de 1996, 575 de 2000 reglamentada por el Decreto 652 de 2001 y Ley 1257 de 2008 y lo dispuesto
en los numerales 1, 4 y 5 del artículo 86 de la Ley 1098 de 2006, y en la Resolución número 3604 del 3 de
noviembre del 2006 de la Fiscalía General de la Nación.

62. Articulo 86 numeral 9, en concordancia con los artículos 106 y 190 de la Ley 1098 de 2006 y los artículos 320 al
325 del Decreto 2737de 1989 (Art. 217, Ley 1098 de 2006) y de acuerdo con las funciones o a las competencias
que en cada caso particular le asigne los concejos municipales o distritales.

63. Mediante Ley 1098 de 2006, en concordancia con lo dispuesto en el Decreto 4840 de 2007.

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1098 de 2006, en concordancia con lo dispuesto en el Decreto 4840 de 2007. Así como las
autoridades con facultades conciliatorias64.
En este orden de ideas, es a las comisarias y comisarios de familia, a quienes corresponde:
✓ Recibir denuncias y tomar las medidas de protección en casos de violencia intrafamiliar65.
✓ Garantizar, proteger, restablecer y reparar los derechos de los miembros de la familia
conculcados por situaciones de violencia intrafamiliar.
✓ Definir provisionalmente sobre la custodia y cuidado personal, la cuota de alimentos, y la
reglamentación de visitas, la suspensión de la vida en común de los cónyuges o compañeros
permanentes, y fijar las cauciones de comportamiento conyugal, en las situaciones de
violencia intrafamiliar66.
6.2.2 El proceso penal y el proceso de familia
El trámite jurídico procesal de denuncia y demanda ante la jurisdicción penal y de familia
respectivamente implica el accionar del aparato de justicia a través de los mecanismos
establecidos por la Ley.
Tratándose de procesos jurisdiccionales, relacionados con violencias contra las mujeres,
se esboza a continuación el esquema del proceso penal y de familia, pretendiendo con
ello proporcionar elementos informativos sobre las etapas procesales y características del
trámite.
Proceso Penal
Luego de interpuesta la denuncia o el reporte obligatorio a las autoridades para iniciar la
investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación (Ley 1542 de 2012, artículo 67
del CPP, y artículos 417 y 441 del CP), el proceso penal se desarrolla durante varias etapas:
1. Indagación: en esta fase se recolectan todos los elementos materiales probatorios67 que
sirven como prueba para adecuar dichos hechos en una conducta punible sancionable
por el Código Penal.
Esta etapa se encuentra en cabeza de la Fiscalía y de las autoridades de Policía Judicial68,
encargadas de recoger todo el material probatorio. A su vez, las autoridades que cumplen
funciones de policía judicial deben remitir cuando sea pertinente a valoraciones forenses en
medicina legal.
2. Investigación: esta etapa comienza con la formulación de la imputación y finaliza con
la presentación del escrito de acusación. La Fiscalía cuenta con treinta días (30) para
presentar el escrito de acusación.

64. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 31, 35 y 40 de la ley 640 y el artículo 111 de la Ley 1098 de
2006 y demás normas concordantes.

65. Resolución 001 de 2017 de la Fiscalía General de la Nación..

66. Ley 1098 de 2006, Artículo 86.

67. En el marco de las funciones de policía judicial, la Fiscalía (URI, SAU, etc.), Policía y Comisaría también recogen
materiales probatorios (Artículos 205 y 250 del CPP).

68. De manera principal la Fiscalía y policía judicial (sijin, cti) y de manera subsidiaria (Policía Nacional y comisarias)
que cumplen funciones de policía judicial.

25
¿Cuál es el concepto de la audiencia de formulación de imputación?
Es el acto a través del cual la Fiscalía General de la Nación comunica a una persona su
calidad de imputado, en audiencia que se lleva a cabo ante el juez de control de garantías.
¿Qué se determina en la audiencia de formulación de la imputación?
✓ Los elementos materiales probatorios, evidencia física o de la información legalmente
obtenida a partir de los cuales se pueda inferir razonablemente que el imputado es autor o
partícipe del delito que se investiga.
✓ De ser procedente, el fiscal podrá solicitar ante el juez de control de garantías la imposición
de la medida de aseguramiento que corresponda.
Es importante mencionar que además de la medida de aseguramiento, el Fiscal ante el Juez
de Control de Garantías puede realizar los siguientes actos: (i) solicitud y legalización de
captura, y (ii). solicitud de la medida de protección de carácter provisional.
¿Qué contenido tiene la formulación de imputación?
¿Qué debe incluir el fiscal en su intervención cuando realiza la imputación?
✓ Individualización concreta del imputado, su nombre, datos que lo identifiquen y el domicilio.
✓ Relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes.
✓ No implica el descubrimiento de los elementos materiales probatorios, evidencia física
ni de la información en poder de la Fiscalía, sin perjuicio de lo requerido para solicitar la
imposición de medida de aseguramiento.
✓ Posibilidad del investigado de allanarse a la imputación y a obtener rebaja de pena de
conformidad con el artículo 351.
Finalmente, es necesario tener en cuenta que esta etapa puede también terminar con archive,
solicitud de preclusión o formulación de acusación.
3. Juicio: esta etapa final incluye cuatro (4) audiencias:
Audiencia de formulación de acusación.
Audiencia preparatoria
Audiencia de juicio oral
Fijación de sentencia e incidente de reparación integral
Audiencia de formulación de acusación
Incluye, en primera instancia, la presentación del escrito de acusación para que con posterioridad
en la audiencia se pueda realizar la debida formulación de acusación, en la cual se: ordenará el
traslado del escrito de acusación a las demás partes; concederá la palabra a la Fiscalía, Ministerio
Público y defensa para que expresen oralmente las causales de incompetencia, impedimentos,
recusaciones, nulidades, si las hubiere, y las observaciones sobre el escrito de acusación, si no
reúne los requisitos establecidos en el artículo 337, para que el fiscal lo aclare, adicione o corrija
de inmediato; concederá la palabra al fiscal para que formule la correspondiente acusación.
El juez deberá presidir toda la audiencia y se requerirá para su validez la presencia del fiscal,
de quien ejerce la defensa y del acusado privado de la libertad, a menos que no desee
hacerlo o sea renuente a su traslado. También podrán concurrir el acusado no privado de la
libertad y los demás intervinientes sin que su ausencia afecte la validez.
Audiencia Preparatoria
En ella las partes manifiestan sus observaciones frente al descubrimiento de elementos

26
probatorios, si el efectuado fuera de la sede de la audiencia de formulación de acusación ha
quedado completo. Si no se hubiese hecho, el juez lo rechazará.
La defensa descubre sus elementos materiales probatorios y evidencia física. Y la Fiscalía y
la defensa enuncian la totalidad de las pruebas que harán valer en la audiencia del juicio oral.
También se manifiesta si tienen interés en hacer estipulaciones probatorias.
El acusado manifiesta si acepta o no los cargos. En el primer caso, se procederá a dictar
sentencia reduciendo hasta en la tercera parte la pena a imponer, conforme lo previsto en el
artículo 351. En el segundo caso, se continuará con el trámite ordinario.
Audiencia de juicio oral
Se concederán turnos breves para las intervenciones de las partes con el fin de que se refieran
al orden de la audiencia. Se darán los alegatos finales de los intervinientes. Se practican las
pruebas ya antes solicitadas. Y se da el sentido de la decisión de la jueza o juez
Fijación de sentencia e incidente de reparación integral
Iniciada la audiencia se formulará oralmente su pretensión en contra del declarado penalmente
responsable, con expresión concreta de la forma de reparación integral a la que aspira e
indicación de las pruebas. El juez examinará la pretensión y deberá rechazarla si quien la
promueve no es víctima.
De ser admitida la pretensión, el juez la pondrá en conocimiento del condenado y acto seguido
ofrecerá la posibilidad de una conciliación que, de prosperar, dará término al incidente.
En caso contrario, el juez fijará fecha para una nueva audiencia dentro de los ocho (8) días
siguientes para intentar nuevamente la conciliación y de no lograrse, el sentenciado deberá
ofrecer sus propios medios de prueba.
Diagrama proceso penal69

INDAGACIÓN INVESTIGACIÓN JUICIO

Actos Urgentes Escrito de Acusación


Programas Metodológico Actividades de Investigación
Actividades de Indagación Posibilidades de adoptar
(a través de Policia Judicial) Medidas de Aseguramiento y
Medidas Cautelares

NOTICIA FORMULACIÓN FORMULACIÓN AUDIENCIA AUDIENCIA LECTURA


CRIMINAL DE IMPUTACIÓN DE ACUSACIÓN PREPARATORIA JUICIO ORAL DE FALLO

Puede ser a
través de Petición Acto de comunicación
Especial. Querella. Prohibición de enajenar Acusación Formal
Denuncia o de bienes sujetos a registro Incompetencias,
Oficio. Interrupción de impedimentos,
la Prescripción Descubrimiento
recusaciones,
Posibilidad de de la Defensa
nulidades.
Allanamiento. Estipulaciones
Reconocimiento de
Probatorias
Víctimas Inicio del
Solicitud y
Descubrimiento por
Decreto de Teoría del Caso (FGN y
la FGN
Pruebas. Defensa)
Práctica de Pruebas
Alegatos de Conclusión
Sentido del Fallo
Traslado del Art. 447 CPP.

69. Fundación Natalia Ponce de León, Grupo de Acciones Públicas (gap), Grupo Especial de Atención a Víctimas
de Ataques con Agentes químicos, Consultorio Jurídico - Universidad del Rosario. (2017). Cartilla Práctica
Derechos de las Víctimas de Ataques con Agentes Químicos. p. 42.

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Proceso de Familia
Procesos Declarativos
• Verbal (ordinarios): divorcio y privación de la patria potestad tránsito a cosa juzgada; por lo
tanto, tienen doble instancia, y tienen dos audiencias.
Audiencia del Artículo 372 del Código General del Proceso
✓ Presentación de las partes.
✓ El juez decide sobre las excepciones previas.
✓ Puede presentarse una conciliación.
✓ Se practican pruebas documentales y testimoniales.
✓ El juez siempre hace un interrogatorio de partes.
✓ Alegatos de conclusión, preparada la base jurisprudencia y legal. No leerlos, los alegatos
salen de lo que se probó en la audiencia.
✓ Se puede dictar audiencia.
Audiencia de Juzgamiento Artículo 373 Código General del Proceso
✓ Se practican el resto de pruebas faltantes
✓ Dicta sentencia
✓ Interposición de recursos
• Verbal Sumario: vistas, fijación de alimentos, custodia. No hacen tránsito a cosa juzgada
por lo que es de única instancia.
• Procesos Ejecutivos
✓ Cobro de las obligaciones
✓ Puede presentarse una conciliación.

28
Bibliografía

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Comité CEDAW (2015). Recomendación general número 33 sobre el acceso de las mujeres a la
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con Agentes Químicos. Grupo de Acciones Públicas, Grupo Especial de Atención a Víctimas
de Ataques con Agentes químicos, Consultorio Jurídico - Universidad del Rosario. UNICEF,
UNFPA, PNUD, ONU Mujeres. Gender Equality, UN Coherence and you. Portal del EBDH,
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Ley 1257 (2008), 4 de diciembre "Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y
sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos
Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones". Diario
Oficial No. 47.193.

29
Ley 16 (1972), 30 de diciembre, “Por medio de la cual se aprueba la Convención Americana
sobre Derechos Humanos” -Pacto de San José de Costa Rica-, firmado en San José,
Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969".
Ley 294 (1996), 16 de julio, “Por la cual se desarrolla el artículo 42 de la Constitución Política
y se dictan normas para prevenir, remediar y sancionar la violencia intrafamiliar”. Diario
Oficial No. 42.836
Ley 575 (2000), 9 de febrero, "Por medio de la cual se reforma parcialmente la Ley 294 de
1996”. Diario Oficial 43889.
Ley 906 (2004), 32 de agosto, “Por la cual se expide el Código de Procedimiento Penal”.
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contra la mujer- CEDAW.
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Erradicar la Violencia contra la Mujer - Convención Belem do Pará.

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