Diosydablo Haroldo Entrevista

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Haroldo de Campos

DIOS Y EL DIABLO EN
EL FAUSTO DE GOETHE

- La presencia del demonio es un dato persistente en las tagonista o enemi go. Y agrega : .. El enemi go pu ede ser un
narraciones populares de la mayoría de ' los pueblos. ente humano comú n, pero, cua nto más cerca esté la " histo-
¿Considera usted que es un fenómeno universal? ¿Sería ria romancead a " del mito, más el héroe se revestir á de atri-
apenas un reflejo del Hombre poseer un fuerte senti- butos divinos , as í como el enemigo as umirá cualidades de-
miento religioso? ¿Podría darme una explicación perso- moníacas míti cas ". Al referirse Hegel a la D /I '/I /(1 comedia de
nal - o varias - de eso? Dante como a un "poema épico de carácter religioso", refre-
na el nú cleo conflictual de su co ncept o de t"1J()~ , diciendo :
-Su pregunta tiene un alcance de suposición y de indaga- " . . .Aquí el conflicto prin cipal es el que opon e el elemento
ción que me llevaría muy lejos si me deja se seducir por ella. diabólico a Dios, y a aq uellos qu e actúa n contra Dios cont ra
Me acuerdo del último Oswald que hablaba del " senti mien- aquellos qu e proceden de confor mida d con la volunta d divi-
to órfico" del hombre y de su concepción paradój ica , oximo- na , culminando ese conflicto en condena, purificación o bea-
resca, del " ateísmo con Dios ", ideas que lo llevaron a formu- tificación : Infiern o, Purgatorio, Paraíso ". En las escenas fi-
lar el presentimiento de que la filosofía cont emp orán ea (" la nale s del Segundo Fausto de Coeth e (objeto prefer encial de mi
angustia de Kierkegaard, la preocupación de Heid egger, el libro ), se pr odu ce una confrontación similar, solo que "car-
sentimiento de naufragio, tanto en M allarmé com o en Karl navali zad a " , pa ród ica según el model o proverbia l (recorda-
Jaspers , la Nada de Sartre " ) estaba dando indicios del retor- do por Adorno) de los cuentos populares hum orísticos del
no ''' al miedo ancestral ante la vida que nos devor a ". Por demonio "engañado ", complicado aquí por las sutilezas
otra parte, temo que una excesiva indulgencia pa ra con cier- dialéctica s de la gracia salvadora : el viejo Sa tan ás, negación
ta metafísica " demonológica " pueda dar lugar fácilme nte a del Amor, es enredado y vencido por el amor , negación de la
aquellas " formaciones nubosas " en que es fértil nu estro ce- nega ción (por ello bajo una forma " perversa ", inspirada por
rebro, según el Marx de la Ideología alemana. Ya qu e el moti- la visión andrógina de los ángele s qu e espar cen rosas, senti-
vo de esta entrevista es mi reciente libro Dios y el Diablo en el miento antecesor de aquel otro q ue, dentro de la poster ida d
Fausto de Cae/he, diré, para resumir, que nuestro Guimar áes fáustica , el a mbiguo Diad orim despert arí a a contrapelo en
Rosa 'nunca fue más fiel al espíritu goetheano qu e cuando el curtido pactant e Riobaldo... )
escribió , en el rema te del Crande Sertño: "¡ El diablo no hay!
Es lo que yo digo, si hubiese ... Existe el hombre human o" .
Para escoger un ángulo más operacional de abordaje , qu e EL PACTO CON EL DEMONIO
me es más natural, aunque exija una redu cción tem átic a del
ámbito de la pregunta, recordaré que en la teoría de los gé- - El tema del pacto con el demonio y las con secuencias
neros de la Es/ética de Hegel , el propio núcleo del epas, la con- de ese acto -placeres y poderes momentáneos, condena
junción determinada en que se dispone "el estado épico del y eventual redención del héroe- recorre toda una im-
mundo ", abarca la idea de situaciones " generadoras de con- portante vena de la literatura occidental. ¿Sería esto
flicto ": " acciones perjudiciales " y " reacciones contra ellas" . consecuencia del hecho de que una literatura más ela-
Tanto Propp, cuando analiza la estructura morfológi ca de borada dialogue con frecuencia con las narrativas popu-
los cuentos populares, como Bájtin, en su estudio sobre los lares?
cronotopos (formas de espacio y tiempo, dotadas de eficacia ti-
pológica, por su estabilidad relat iva) en la evolución de la - Northrop Fr ye afirma, en su libro Fables of Identity, que el
novela, en especial de la de aventuras, que ostenta una pr e- alejamiento del polo de verosimilitud per mite al narrador
historia folklórica, acentúan el esquema del equilibrio ini- folklórico concentrarse en la estructura misma del narra r.
cial y de la ruptura de ese equilibrio a través de la sobrevi- " Los cuentos folklóricos son configuraciones narrat ivas abs-
vencia de un daño, cuya reparación, para que se restablezca tractas, no complicadas y fáciles de record ar , a las cua les
la perdida beatitud paradisiaca, implica una lucha o con- afectan tan poco las barreras de lenguaj e y cultura como las
frontación con un ser maligno, un ad versario , un antagonis- aduanas a las aves migratorias, constituyéndo se en motivos
ta. Northrop Frye, otro notable estudioso del tema, al des- intercambiables que pueden ser comp utado s y clasifica-
cribir arquetípicamente un análogo fenómeno narratológi- dos ". Para él, el interés de Joyce y de Thomas Mann por el
co, ve en la " historia romancesca " (romance, en el sentido in- mito y por el folklore, cuyo énfasis en la estruct ura ilustra
glés del término) de " búsqueda" un agon o conflicto entre principios esenciales del narrar, se hace evident e en el gusto
dos caracteres principales , un protagonista o héroe y un an- por la geometrización y por la abs tractización en la pintura
moderna. En ese sentido se puede entender lo que Adorn o
Esta entrevista, que fue contesta da por escrito por Harold o de Ca mpos, se re- quiso decir, cuando discrepando del pesimismo lukácsiano
produce con au torización de O Estado de.sao Pauto. en cuanto a la decadencia de la novela moderna, donde el

Traducción de Ida Vitale 16


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Haroldo de Campos y Severo Sarduv . París. 1982

caos reemplazaría a la " conexión épica ", se vale exactamen - nes del Océano, infranqueables, donde se yergue la monta-
te de la expresión " criptogramas épicos " para definir los . ña del Purgatorio, en cuya cima está el Paraíso terrestre. La
textos joyceanos donde se elimina " la diferencia entre lo real osadía de Ulises es castigada por la voluntad divina con un
y la imago" . Lo que dice con relación al tema del " pacto" turbulento naufragio delante de la montagna bruna, apenas
cr eo que está en cierta forma vinculado al tema de la hybris, avistada a la distancia. D 'ArcQ Silvia Avalle, que estudió
del exceso orgulloso, de la desmesura. En la teogonía griega,' este "modelo .semiológico" metido en la Comedia, rastreando
relacionada, como seña la Jean-Pierre Vernant, conel mito sus fuentes clásicas y su matriz folklórica , lo describiócomo
babilónico de la creación, Zeus , despué s de vencer a los T i- retomando el motivo de la bris-némesis, o, según dice, " des-
tanes y al monstruo Tifeo, los envía al Tá rtaro; donde que- mesura y justa venganza ", articulación "propia de no pocos
dan reclu idas , " baj o la vigilancia de los vientos y de las tem- mitos de la antigüedad clásica que pasaron después , con di-
pestades, las fuerzas del desorden y de la hybris". versas modificaciones, a convertirse en tópi cos medievales ".
En la Comedia de Dante, la culpa de Lucifer es una culpa En el Fausto goetheano aparece ese rasgouliseico (y por otro
semiológica, il trapassardel segno, el exceder de los límites síg- lado , también prometeico) de la hybris humana, de la desme-
nicos. No contento con ser " la suma entre todas las criatu- sura de la voluntad de saber, plenitud vital y actividad ince-
ras ", el " signáculo de la similitud ", Lucifer, antes portador san te, que incita al viejo'doctor a celebrar con el demonio el
de la luz, se compara con la Divinidad, con la " Luz en sí", y pacto de reju venecimiento y a obtener, a cambio del alma
por exceso de presunción luminosa cae,folgoreggiando. Pasa a así empeñada, la ayuda infernal para sus más audaces e in-
reinar sobre la Civitas Diaboli, hibernando eternamente en sensatas empresas. De ahí el rescate final del alma del pac e
el helado centro del Cocito, el fulcro del desamor (el fondo tante, después de una vida centenaria en la que no faltan
más interior del Infierno dantesco no está hecho de " fuego" atrevidos lances depredatorios (la seducción y ruina de la
sino de su opuesto, el " hielo", .. ). Dante logra hacer, vivo, el peque ña Margarita, en el Fausto l; la destrucción de la pare-
viaje al mundo del más allá (por él mismo presentido como ja de viejos, Filemón y Baucis, cuya choza, en la Segunda Par-
" loco", In! 11, 35) Y llegar a buen término, porque la suya es te del poema, es arrasada por Mefistófeles y su comparsa
una ornata impresa, agraciáda por la voluntad 'divina , que le diabólica ), y de ahí que ese rescate se preste a sutiles contro-
permite al poeta "transhumanarse " y, por intercesión de versias exegéticas, que dividen a los intérpretes, enfrentados
Beatriz primero y después de San Bernardo y de la Virgen a la insondabilidad de la gracia divina. La,concepción de
María, suprema abogada, ascender al Paraíso para alcanzar Goethe de la inmortalidad del alma (o más exactamente, de
el momento final de trasluminación, un instante apenas; en la entelequia, de la fuerza que conduce al telos, a lo completo)
el fulgor de la visión beatífica. Ya Ulises, el polúmetis homéri- obedece a una dialéctica metamórfica, de fondo panteístico,
co, el hombre de los mil ardides y de las mil emp resas , casti- que pone énfasis especial en la capacidad transformadora
gado en ellnferno dantesco entre los que urden fraudes con la del hacer humano. En febrero de 1829, ya al borde de los
socarronería de sus consejos, es presentado por Dante como ochenta años, le escribía a Eckermann : " La convicción de
habiendo emprendido, después del regreso a Itaca, un nuevo que hemos de perdurar nace para mí del concepto de factivi-
y " loco" viaje, movido por su deseo insaciable de conoci- dad ; puesto que si actúo infatigablemente, hasta el fin, la
miento (l'ardore a divenir del mondo espertoi, esta vez a los confi- naturaleza está obligada a atribuirme otra forma de existen-

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li'1l .'

cia, cuando la actual ya no pueda contener mi espíritu ". Así, iniciales de la primera guerra mundial , " volvería omnipo-
en el enigmático final del Segundo Fausto, aparece algo como tente la inercia de esta vida " , si a veces " no sobreviviese en
'/ una "astucia" trascendental de la gracia, que rompe la lega- los hombres, ganados por el poder del demon io, la ca paci-
lidad extrínseca del pacto, resolviendo la cuestión pendiente dad de elevarse por encima de ellos mismos . . ;" La ironía
a favor del reo, aceptando la intención permanentemente (ese concepto clave de los románticos alema nes, que se pare-
factiva del viejo Fausto como prueba suficiente de buena fe. ce a una carnavalización interior , un a ca r na va lizac i ón " de
Al mismo tiempo, el pactante es perdonado de este modo cámara " , cuando se lo confronta con las idea s de Bajtin so-
con la redención de su entelequia, de su "eidos inmortal", Sa- bre la ecuación análoga " epas y novela " ) es enfatizada en-
tanás, como un viejo tramposo enredado en sus propios em- tonces por Lukács como " mística negativa de las épocas sin
bustes, es despojado de su presa, recibiendo el golpe de gra- Dios " y, así, "condición trascendent al " qu e confiere objeti-
cia de la misma insondable voluntad divina, que parece ha- vidad a la estructura de la novela . Véase hasta dónd e po-
berse entregado a las efusiones de la praxis humana .. . En dríamos llegar en esa línea de rel1exión .. . Por otra parte,
ese sentido, es decir, en un sentido estrictamente dantesco, existen dos tendencias "demoníacas " perfectam ente identi-
el Fausto -la barroca, transepocal, heter-óclita Segunda Parte ficables (y que a veces coexisten en un a misma obra litera-
del Fausto- puede ser llamado Comedia. Dante, en la famosa ria, alternadamente, como en el Fausto) : el " dernonismo"
epístola al Can Grande della Scala, escrita en latín, explica sulfuroso, tartáreo , cenagoso, que Walt er Benj arnin descri-
que el título de su poema es Comoedia, por oposición a Tragoe- bió en páginas soberbias en su libro sobre los orígenes del
dia, dado que ésta, aunque admirable y tranquila al princi- auto fúnebre tTrouerspietí alem án ; y la " gaya demonología"
pio, acaba de manera repugnante y horrible ijcetida et horribi- o demonismo jocoso y jocundo, que Bajtin rencuentra en
lis), de ahí que su nombre derive etimológicamente de tragas Rabelais y en Gogol, por ejempl o .. . Pero me puedo detener,
(macho cabrío) y oda (canto), es decir "canto hircino " o can- más económicamente, en el prop io paulruma Iáus tico, ya que
to fétido como los machos cabríos; la Comoedia ("canto rústi- éste se señala, precisamente, por el hecho de seguir el hilo
co") sé inicia de un modo áspero, pero culmina de una ma- intertextual de una larga tr adi ción . Una trad ición que co-
nera feliz. De igual manera, el Sacrato Poema se inicia con la mienza en el quinientos , con el primer l ·u[l.. JIJlIt h que trata
materia horrenda y fétida del Injerno para terminar en la del tema (histórico en el origen) publicad o en Frankfurt por
prosperidad apacible y grata del Paraiso. El Primer Fausto lle- el impresor J. Spe iss (l/r storra D . ] uhaml Fau stru, ISll7 ). y
ga hasta la tragedia de Margarita, pasando por el sabat féti- que puede ser acompañado por otras obras-p rima s. además
do de la Noche de Walpurgis; el Segundo concluye , paradis ía- de los dos Faustos goetheano s, como TI" 1 rag'. al ! ! u l ur)' uJ the
camente, en la sublimación redentora de la Comoedia ... Solo Lije and Deatb of Doctor Faustus ( 1Sllll), esplénd ido ejemplo
que en este caso, no cabría agregarle el título de Divina, del humanismo isabelino, que un crítico de hoy. Clea ruh
como hizo la tradición posterior, inspirada en un pasaje de Brooks, define como un "estudio de la desesperación ", com-
la biografía de Dante escrita por Boccaccio. Se trata, por el binando, para comprensión del lector moderno. el personaje
contrario, de una Comedia Humana, aunque en un sentido fáustico dibujado por Marlowe con el Kurt z de !~'I lura::,tÍTl de
mucho más esencial que la de Balzac . Este, según dice Fre- las tinieblas, de Conrad .. . Pero en la literat ura contemporá-
dericJameson, pretendió "construir una tipología, una vas- nea, tenemos otro de esos áp ices textuales : el ! JuÁIIJI Faustus
ta zoología de la sociedad humana". Goethe, operando por (1947), de ' Thornas Mann , novela de la conde na de un
irónico distanciamiento, por " bufonería trascendental ", en compositor-pactante, Adrian Leverkuchn, que también am-
las dos escenas finales del Fausto en su vejez, liquido lo divi- biciona traspassar el stgno, llevando su arrojo musical más a llá
no: carnavalizo el Infierno y carnalizo el Cielo ... . de los limites de lo posible (en otro plano , en contrapunto,
está la Alemania que accede , tr ági cam ent e, a la inlernal po-
sesión del nazismo) . Y esto sin olvid arn os de .\f UII Faust de
UN PAIDEUMA DEMONlACO Valéry, que se remonta a 1940, ya los esbo zos par a un Faus-
to, desarrollados entre 1908 y 1933 por Fern a ndo Pessoa ,
-"Paideuma" es una palabra que no está en el Diccio- nuestro (puesto que pertenece a nuestra lengua ) eno rm ísi-
nario de Aurelio. Pero está en ABC de la Literatura de mo "supra-Camñes " de lo fragmentario .
Ezra Pound (traducción de Augusto de Campos y José
Paulo Paes, Editora Cultrix, 1970). Allí se explica: pai- EL DIABOLISMO EN EL BRASIL
deuma es "la ordenación del conocimiento de modo
que el próximo hombre (o generación) pueda encon- - ¿y con relación a la literatura brasileña, cuáles serían
trar, lo más rápidamente posible, la parte viva y gastar "los puntos luminosos" de ese diabolismo? .
el menor tiempo posible con items obsoletos. ¿Podría
usted, entonces, proporcionarnos una especie de "pai-
deuma demoníaco" correspondiente a la literatura oc- -Seria mejor decir, el vpunto luciferante " ... Este , sin duda,
cidental? en términos de explicita tradición fáustica , está en el Grande
Sertdo: Veredas de Guimaráes Rosa (sobre este tema hay,
- De acuerdo con el ángulo de enfoque, esta empresa resul- además, un penetrante ensayo de Roberto Schwarz que
taría demasiado extensa. Basta pensar que Lukács, por compara las relaboraciones del mito fáustico en Rosa y en
ejemplo -el mejor Luckács, el de la Teoría de la nouelar , re- Thomas Mann). Pero, por otra parte, se podría decir que la
tomando el tema hegeliano de que "la novela es la moderna "escritura mefistofélica ", animada por el "espíritu de con-
epopeya burguesa" (una idea que, según Bajtin, Hegel ha- tradicción" y por la risa sardónica de la negatividad , habita
bría derivado de Blankenburg, un teórico de poca resonan- el mundo de Machado de Assis, que no en balde Augusto
cia del Setecientos), la volvió a definir en los siguientes tér- Meyer relacionó con el de Dostoievski. En la reticencia mor-
minos : ." La novela es la epopeya de un mundo sin dioses ; la diente, en el estilo lagunar y tergiversante, en el capítulo
psicologla delhéroe novelesco es demoniaca ". La "ausencia evasivo y fracturado (el Capitulo y no Capitolina/Capitú es
de un Dios activo", según esa obra teórica escrita en los años . a mi modo de ver, el protagonista principal de Don Casmu-

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Machado dormita, bosteza. Creo que a él sí, le podemos
aplicar con carradas de razón loque Blake decía de Mil-
ton ... " Pero la pregunta todavía tiene otro aspecto, el de la
relación del artista con la obra, el juego de espejos .. . En esa
linea, entran en conjunción hyh'ris y metalenguaje y el prota-
gonista por excelencia deesto es Mallarmé, que convierte el
decreto hegeliano de la muerte del arte en la Era moderna
(cuando la epopeya se vuelve imposible y la reflexión sobre
el arte pasa a ser más interesante que el arte mismo) en insti-
gación para escribir un epos metalingüístico, sintético, el
Coup de Des (Lance dedados, 1897) que, por lo demás, traduje
al portugués. Se trata, en un determinado nivel resumido de
lectura, de la lucha entre el hombre (el "viejo Maestro". el
poeta), incitado, renovadamente, por un "ulterior demonio
inmemorial " , contra el Azar, en la tentativa de abolirlo, des-
tinada al fracaso, a no ser durante el breve, fugaz instante de
una "constelación": la obra, totalidad en 'formación, que,
como él "demonio de Maxwell" de la teoría termodinámica
. (la.comparación cibernética es deJean Hyppolite,'el notable
traductor y estudioso de Hegel), es capaz de suspender, por
un lance fugitivo, la fatalidad del Azar, de la entropía, de la
muerte térmica ... Háy un rastro fáustico, también aquí, en
esa utopía mallarmeana ...

UN POEMA CRITICO ,

:- Usted le da una especial importancia al Fausto de


rro), en fin, en el "cuchicheo dela nada" que "colma el Goethe. ¿Qué entrecruzamiento de significados lo lleva
blanco de las páginas" de Machado, ese "maníaco de la iro- a concederle tanto prestigio?
nía" (estoy empleando expresiones de Meyer), resuena, en
diálogo subterráneo, la voz escarnecedora del demonio, - No se trata de distinguirlo. Tengo otras pasiones más anti-
como al oído de Iván Karamazov o en el proyecto par~ una guas ,y profundas: Dante (en especial el Dante del Paraíso,
obra lírica inspirada en el Fausto, escrito por el compositor expansión de una continuada metáfora luminosa, ante .la
Trichatóv en el Adolescente, de Dostoievski, aspectos que Baj- cual, en el nivel del significaiite, sólo me resta decir, con con-
tin estudió como "combinaciones contrapuntísticas de vo- tricción agustiniana: Credo, guia absurdum est...); Mallarmé . ..
ces", como "intersección de dos conciencias en una concien- El Fausto, sobre'todo el Segundo Fáusto, que me interesa en es-
cia única", o sea , como manera irrisoria de dar acento con- pecial , es una pasión más reciente : Admiro en ' el viejo
tradictorio a las cosas iguales, volviéndolas desigu.ales.. . Goethe que, ya más que octogenario, terminase su poema,
como si estuviese oyendo la "música de las esferas" (la ima-
- Al margen del aspecto de trascendencia, ¿no habría gen es de Thomas Mann); aquella audacia del final de la .
también un lado, por así decir, más directo en ese pacto vida que lleva a un .artista a ofrecer al futuro "la faz más
constante con el diablo: el de la relación del artista con abrupta de su genio" (como dice Gide, reverenciando a joy-
su propia obra, una obra vista como un juego de espejos ce, a Mallarmé y a Beethoven), Como compendio transepo-
que refleja, transfigurándola, la vida? . cal de la historia humana, el Segundo Fausto puede ser compa-
rado con el Finnegans Wake (éste es más precisamente una en-
- Hay un tópico luciferino en la poesía moderna, cuyo más ciclopedia mitopoética del sueño universal .. .) Pero es por su
remoto ancestro tal vez sea el Satanás del Paradise' Lost, de aspecto de Poema Crítico que el Segundo Fausto me atrae es-
Milton, en el cual Harold Bloom, el crítico de The Anxiety o] pecialmente. Un aspecto que comparte Un coup deDesde Ma-
lnfluence, ve " un arquetipo del poeta moderno en el auge de llarmé (Hyppolite vio en el poema de Mallarmé la ~'Lógica de
su fuerza ". Una fulminante anotación del visionario Blake, Hegel vuelta su propio cuestionarse", empeñada en refutar
en El matrimonio del cielo y el infierno (1793), parece orientar el azar, sustituyéndolo por una necesidad intrínseca; Luc-
ese tipo de hermenéutica r i'La razón por la cual Milton es- kács, en su libro sobre el joven Hegel, pone a Fausto en el mis-
cribe de una manera trabada cuando escribe sobre los Ange- mo plano de la Fenomenología del Espíritu) . En esto reside su
les y sobre la Divinidad, y libremente cuando trata de los principal rasgo de modernidad. Comparado con el Sacrato
Demonios y del Infierno, radica en que era un verdadero Poema de Dante, mono lógico y verticalizado en su teocentris-
poeta y pertenecía, sin saberlo, al partido del Demonio ". De mo medieval, el Segundo Fausto es una epopeya del espíritu
ahí (pasando por Byron y por Poe) hasta el "satanismo " de crítico, que en sus dos escenas finales, no duda en dislocar el
Baudelaire y el non sennam de Joyce hay todo un recorrido fá- paradigma dantesco para inscribir, .en el absolutismo side-
cil de rastrear (Walter Benjamín hizo una exégesis insurrec- ral, el rastro fosfórico de la discordancia irónica representa-
cionante, en clave ideológica, de ese "satanismo " baudelai- ía en términos de "bufonería trascendental" .. .Una epope-
riano). Curiosa, o más bien dicho, sintomáticamente, es a 1 dialógica, por lo tanto. '
Machado de Assis, el "monstruo 'cerebral" al que Augusto
Mayer se refiere cuando retoma el aforísmico enunciado de - Más de una vez; al hablar de Goethe, usted usó la pa-
Blake: "Cuando entran en escena los buenos sentimientos, labra "cdmpetencia". ¿~or qué, a su modo de ver, es tan

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I
i
importante para valorizar el trabajo de un poeta y, so-
bre todo, de Goethe?
Gr ifo" , del Acto II del Segundo Fausto, virt ual fragme nto pre-
dadaísta, que antecede a las fábul as fónicas de Christian
Morgenstern y a los experimento s de poesía so norista .. . Ja-
- La poesía , poiesis, es un hacer. Como tal, ¿por qué no valo- kobson, en un libro reciente (Th e Sound and Shape o]Langua-,
rarla, en un sent ido acordado con esa praxis o práct ica se- ge) llamó la atención sobre esta " ha bla del G rifo" como
miótica especial que ella representa, en términos de compe- ejemplo de las " afinidades electi va s " entre sonido y sentido,
tencia del " hacedor", o maker] Poetas tan diferentes como " ca paces de modificar la confor mación y el contenido de las
Mallarmé o Maiakovski (Maiakovski, el poeta de la produc- palabras involucradas" .. . La consideré una verdadera pie-
ción, del " ¿Cómo hacer versos ?") siempre lo han sabido. Só- dra de toque irónica del arte poéti ca de Goe the, ya que el
lo un rebuscado y obstinado idealismo croceano, que no se Grifo (un antepasado del Hurn pty-Durnpty de Lewis Ca-
atreve a confesarse tal , puede poner en duda la ac ti tu d met a- rroll ) expone y pr actica en ese pasaj e una teor ía del "j uego
lingüística y estructurante del poeta, en nombre de una poco etimológico " como sorprendente co nco rda ncia del desacor-
definida y mal comprendida lírica delcuore. Al fin de cuentas, de .. .Otro desafío (éste precisamente en las Escenas finales
lo social en la poesía es el lenguaje ; y por el lenguaje (por la que me proponía recrear) esta ba e n el linalísimo punto del
" función verbal " , como señala Tinianov ) la literatura se re- Poema, en la octava del " Chorus M ystic us " , que tem atiza
laciona con la serie social. No sin razón eljoven Marx habla- el gesto " cielo-encima " del Eterno Feme nino y que rem ata
ba de la "educación de los cinco sentidos como tarea de tod a en el Segundo Fausto con una de esas " cúpulas alegóricas"
la historia de la humanidad " . Ninguna poesía y tampoco que Benjamin estudió en la em blemáti ca ba r roca , do nde el
aquella que explícitamente (quiero decir, tem áticamente ) suceder se simultaneíza en ambi gü ed ad hierogr árnica .. . El
pretende ser una poesía de resistencia puede comenzar por " orden coloreado " que vio en la página abierta de mi cua-
desistir de 'su propio instrumento" Maiakovski, Brecht o el derno de Yale y que lo fascinó , rep resent a ba exacta mente el
Oswald del " Cántico de los Cánticos para Flauta y Violín " , análisis micrológico a que som eti esa octava en el origi nal
o el Drummond de " Rosa del Pueblo ", o el Cabral de " El alemán marcando en distintos co lores la " melod ía de los
río " son ejemplos elocuentes de lo que digo. En lo que con- timbres " fono-semánti cos qu e la recorre y ent reteje y que
cierne a Goethe, su competencia es titánica por una parte ' impone al traductor una lectura part itul ar , mu cho más a llá
(en cuanto al aliento, al respiro enciclopédico de su poema) de la obvia estructura de las rimas terminal es. Co mo un ro-
y micrológica por otra, en cuanto a la minucia partitural, fo- setón colorido, ese estudio en mini atu ra q uedaba destacado
nosemántica de la composición, que una traducción creativa en la página, rodeado por tr aducciones, en varios idioma s,
revela, hasta un punto asombroso. ' de la misma estrofa , qu e yo comparab a y cri ticaba, a medi-
da que iba elaborando, paso a paso, mi pr opia " transcrea-
- Hace cerca de un año y medio estuvimos juntos y us-
ci ón" . Este fue mi Glasperlenspiel, mi j uego co mbina to rio de
ted tenía un hermoso cuaderno traído de Vale en el que,
cuentas de vidrio, que me tom ó con la fuerza de un vértigo
con tintas de distintos colores, cotejaba traducciones
interior durante el proceso de tr aducción .. . Las etapas de
existentes en varias lenguas del mismo material que us-
ese proceso lúdico est án , además, descr itas y discutidas
ted tradujo del Fausto . Puede ver también, fascinado
bajo la forma de un Post Scriptum - "Tran slucileración me-
con aquel orden coloreado, que estaba haciendo un tra-
fistofáustica "- en mi libro que acaba de aparecer .. .
bajo exploratorio en profundidad en el sentido de esta- .
blecer equivalencias en varios niveles (semántico, sin-
- ¿Goethe no es s610 el Fausto para usted? ¿Qué más es?
táctico, fónico •••) entre el original y su propuesta en
portugués. ¿Seria posible revelar algo de ese "trabajo
de taller"? ¿Estableció algún método especial para tra- -Goethe, cuya factividad era realmente fáustic a , es un a u-
ducir a Goethe? tor enciclopédico, multifacético. Nada, o cas i nada , esca pó
a su curiosidad productiva, desde la Óptica (la Farbenlehre,
LA TRANSCRIPCIÓN la Teoría de los colores) hasta la poesía orient al del West-
Oestlicher Diwan .. . Personalmente, tengo un gra n entusias-
-¡Ah! ¡El cuaderno de Yale! .. .Allí están las anotaciones mo por el Goethe lírico, Carpeaux refutó una opinión de
para el curso que dicté en 1978, junto con Emir Rodríguez Eliot, según la cual Goethe habría sido más qu e un gran
Monegal, sobre la teoría y la práctica de la traducción crea- poeta un gran sabio, escribiendo en La literatura alemana:
tiva, en la Universidad de Yale, en un ámbito interdiscipli- " Sólo puede hablar así aquel que -como la gran ma yoría
nario ... Hay notas sobre Valéry, Benjamin, Hülderlin , de los extranjeros- ignora la poesía lírica de Goethe ... "
Pound, Joyce, Borges .. . Por una relación natural, en 197<j Por mi parte, cuando en los años sesenta, J . G uinsburg oro
aproveché las páginas que quedaban en blanco para los bo- ganizó un ciclo de charlas sobre el Romanticismo, llegué a
rradores de mi " transcripción " de las dos escenas finales reconfigurar en portugués algunas de esas joyas líricas , to-
del Segundo Fausto ... A cierta altura de mis reflexiones sobre cadas por un hálito de perennidad, que las lleva a resistir la
el asunto, después de un minucioso estudio del texto, resol ví corrosión del tiempo como verdaderos talismanes del len-
hacer una "prueba de fuerza": trabajar de manera concen- guaje ... Así, el "Canto nocturno del viajero " y también la
trada, " monadológica", determinados fragmentos particu- canción de Mignon. (Esta, citada en epígrafe por Goncalves
larmente difíciles del poema, considerados en general enig - Dias , me sirvió de piedra de toque para rastrear lo que llamé
máticos, impenetrables, " intraducibles" por definición. Te- " migración de un topos " : " de canciones de anillo y de exilio ,
ner éxito en esa empresa de límites, en esa experiencia de en la poesía universal y en la br asileña , de Goethe a Nerval y
extremos, significarla para mí desarticular la tiranía logo- Baudelaire, por un lado ; por otro, de G. Dias , Casimiro de
céntrica del original, raspar hasta el origen : a partir de ello, Abreu y Sousándrade a las parodias modernistas de Oswald
todo sería posible. Uno de esos puntos" aléficos " (me refie- de Andrade.) Desgraciadamente, no tuve tiempo, todavía,
ro al Aleph de Borges) o miradores privilegiados que me per- .de redactar en forma definitiva esas conferencias , que no pu-
mitirían programáticamente, como en el verso de Blake, dieron ser incluidas, como hubiera deseado, en el excelente
"ver el universo en un grano de arena" fue el " ha bla del volumen editado en 1978, por Perspectiva, bajo los cu idados

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de critica en vivo". Actualmente, da la impresión de ir

The TragicaITHi~oy oE todavía más lejos, al llamar a su trabajo en torno al


Fausto "transcreación", término que ya usara en El arte
en el hori%onte de lo probable (Perspectiva, 1969) como
[he Life and Death casi sinónimo de ' "reimaginación". ¿Sería posible cir-
cunscribir, grosso modo, el significado de "traducción",
ifDodor Faul1:us.
----,----
With ncwAddi.ions.
"recreación" y "transcreación"?

\Vntteil by Ch. ~ar. /Í~ ~ - Podemos decir que la terminología hoy ha proliferado .. ,
Hablé de " translumínaci ón " y "transparadización " en mi
trabajo sobre los Seis cantos del Paraíso de Dante (Fontana,
1978). Ahora, en lo relativo a las dos Escenas Finales del Se-
gundo Fausto, me atreví a acuñar el término "translucffera-
ción " ... La diferencia entre traducción referencial, del sig-
nificado (que muchos conciben literal y servil) y la práctica
semiótica radical que se encuadra en el paradigma regido
por la idea de transcreación, es una diferencia, por así decirlo,
ontológica. La segunda, que también defino como traduc-
ción icónica, es una operación sobre la materialidad del sig-
nificante. ' El traductor /transcreador, en ese caso , es un co-
- reógrafo de la danza interna de las lenguas; el sentido (tam-
bién llamado contenido) vale como bastidor semántico o es-
cenario pluridesdoblable de esa coreografía móvil de signos.
Paolo Valesio, profesor de literatura y semioticista de Yale
que, en un estudio de 1976, llegó a una concepción próxima
a aquella que yo adelantara en mi eñsayo Metafenguaje (fe-
chado en 1962), dejó bien señalada esa distinción : "La im-
de J. Guinsburg. Si usted quiere, puedo darle una muestra portancia de la ' traducción icónica radica en el hecho de
de cómo quedó en nuestra lengua aquel canto de errancia que, al radicalizar algo que está presente, desmitifica en
nocturna, fechado en 1780, en el cual Emil Staiger, citando a toda traducción, en cierta medida, la ideología de la fideli-
F. T. Vischer , señala "el discreto inflamarse del mundo en el dad". '
sujeto lírico ", y que Adorno, en su "Discurso sobre lírica y EL PRINCIPIO FUE 'EL VERBO
sociedad" tomó como ejemplo de poema lírico perfecto, es
decir , aquel que "da el todo en su limitación, el infinito de su - Para usted, 'el ejercicio de la traducción en cuanto
finitud ". Para mí , se trata de un verdadero haicai de vigencia diálogo con la obraabordada, en cuanto forma ,-tam-
tr an stemporal, cuya estructura paratáctica (también apun- bién - de "crítica en vivo", ocupa una importante parce-
tada por Staiger) apenas pude abordar a filo de navaja, con la de su actividad. Digo eso porque, al menos para mí, el ,
un instrumento de precisión y concisión aguzado en el sílex Haroldo de Campos poeta, el teórico y el traductor dan la
de la poesía concreta: impresión de vivir en una proliferante amalgama.
Sobre los picos ¿Siempre fue así? ¿Desde cuando se entrega a cada una de
paz . esas pasiones y desde cuando se fundieron en una activi-
En las cimas dad única? Por último, ¿cuáles han sido los 'pr in cipales
casi pasos del desarrollo del Haroldo de Campos traductor?
. ningún soplo.
- Para mí, en-el principio (es decir en 1950, cuando publi-
Callan las aves en las ramas.
qué mi primer libro de poemas, Auto do Possesso) fue el.verbo,
Lugar, vamos,
o sea, la poesía. La teoría, el metalenguaje, fueron pasiones
vuelve al reposo. *
suscitadas por la poesía y que indefectiblemente convergían
TRADUCTOR, EL SEGUNDO CREADOR en ella , Además, desde Mallarmé, vivimos en una Era Me-
talingüística, en la cual el hacer poético y la reflexión sobre
- En su libro Metalenguaje (Ensayos de Teoría y Crítica ese hacer se interpenetran y se problematizan (además,
literaria) usted admitía "la tesis de la imposibilidad de ¿por qué no retrotraer ese marco hasta "il miglior fabbro"
la traducción de textos creativos". Y agregaba: 'Enton- de Pro venza , el trovador Arnaut Daniel y su genial discípu-
ces, para nosotros, la traducción de textos creativos será lo, el Dante de las Rime Petrose y de tantos pasajes de la Co-
siempre recreación o creación paralela, autónoma aun- mmedia?) El ensayo "como forma"; en una concepción teori-
que recíproca. Cuanto más.henchido de dificultades el zada por Max Bense y por Adorno , es algo que me fascina,
texto, más recreable, más seductor en cuanto abierta que me atrae cada vez más, sobre todo cuando puede seguir
posibilidad de recreación( •.. ) Y después de recordar aquella su " má s íntima ley formal ", descubierta por Ador-
que "la traducción (...) es antes que nada una vivencia no, que es la "herejía." y todavía dejarse insuflar por el pla-
interior del mundo, de la técnica de lo traducido" us- cer escritural, el gozoso placer del texto que dirigía, como
ted afirmaba: "Los primeros móviles del traductor (...) un gesto corpóreo, la deslumbrante caligrafía espiritual de
son la configuración de una tradición activa (...), un un Roland Barthes ... En cuanto a la traducción, o mejor di-
ejercicio de intelección y, a través de él, una operación cho, la "transcripción",' además de no poder separarse el
* Sobre os picos / paz .j' Nos cimosj' quase/ nen hum sopro .Z Calam aves acto de ~scribir del acto de traducir, en aquel sentido esen-
nos rarnos.Z Logo, vamos.y virá o repouso. cial que señalaba Valéry en las Variations surles Bucoliques, es

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además, en la dimensión " luciferina" qu e aho ra teorizo, un sentido pa ród ico que le da el prop io a utor, es un a rea nuda-
acto usurpa torio, regido por aquella misma ley de herej ía ció n en términos de "ca nto paralelo " del destino trágico de
que el autor de la Dialéctica negativa ya había enuncia do con Fausto, que en Marlowe, por eje m pl o, ya a pa recía con ese
relación al ensa yo .. . Por otra parte, si repara en mi últ imo acento de condena. En cua nt o a los conceptos baj tinianos
libro de poemas, Signatia: Quasi Coelum, verá que está todo de " d ialogis mo ", " d iálogo de enunc iados " , " diá logo tex-
recorrido, en un juego voluntariamente irón ico, por líneas tua l" , le correspondió divulgarlos en occid en te a J ulia Kr is-
de mi experiencia de traducción de "textos-límite " : D ante, te va á través de un en sa yo de 1967, refer ido a las ob ras de
M a llar rné, H ñelderlin, No valis e incluso, an ticipadoramen- M. Baj tin sobre Dos toievski y R abela is (la primera de ellas
te, Goethe. En el final de la última parte de ese mi libro tri - publicada en 1929 y reedi tad a en 1963). Ad em á s, ya hab ía
partito, el descenso a los Infiernos del lenguaje , o Nékuia; en la elaboración rusa del tiempo, teó rica co mo hoy sabe-
para invocar a los poetas-inventores de la tradición brasile- rnos, un precedente o pun to de part ida , el est ud io de 1923
ña (Sousándrade, Kilkerry, Oswald, los " signos tempes- de L. Iakub inski, " Sobre el diá logo verba l" . Cuando d igo
tuosos", opuestos a los " sin na rices " ), en la tentativa de res-que la tradición fáu sti ca es un a tradición parádica , qu iero
cate adi vinatorio de la poesía en un " tiempo de sofocación" , dec ir q ue viene siendo obj eto de un a relectura dia loga l en el
I los" 'últimos lemures ", reminiscentes de la escena del " En- tiempo , desd e el Fausto de M arlowe, relacionado con el Volks-
tierro ", al final del Segundo Fausto, " desconstruy en " fóni ca- buch de 1587 , ha sta ese nuevo " ca nto paralelo " que es la nove-
mente, en un lance paródico de " éxito al revés " , el azul, pa- la de Thomas M ann, en 1947. Ya la plagiotropia (del griego,
labra .clave del uni verso mallarmeano, blasón de la poesía plágios, oblicuo, que no está en línea recta ), movim iento de de-
pura. .. Además, esto fue muy agudamente vislumbrado por rivación o ramificación por ob licuid ad (término qu e saq ué de
Benedito Nunes, en una reseña que publicó en la revista Co- la botánica ), me parece un conce pto a decua do pa ra describ ir
loquio/ Letras (Lisboa) . Como también debo a la intrepidez e l desarrollo del pr oceso lit er a r io co mo una re lee-
crítica de Joao Alexandre Barbosa, en el prólogo a ese libro tura " polifó nica " , má s por desviacio nes qu e por un tr az o
mío, que haya tocado el punto neu rálgico de todo ese. tema, recto de la tradición. Una " sernios is ilimi tad a " (Pcirce) o
1:
I al subrayar el " sustancia l sustrato histórico" en que está " infinita" (Eco ), en la qu e ca da nu evo texto fun cio na rí a
empeña?a mi concepci ón del acto de escribir . corno interpretante del fondo textua l a nterior, a la vez que
lo desp laza rí a ha cia un nu evo pla no prod uctivo. Es lo qu e
¿LEER SÓLO EL ORIGINAL? ta mbién podría llamarse " t ranscu ltu ra ci ón " , dado q ue ese
mo vim ien to recorre un espacio no reducido por la s geogra -
- Usted habla de la traducción, especialmente la del fías regionales. Claro está qu e la tr a d ucción, sobre todo la
Fausto, como de un "canto paralelo", vinculando esa q ue se inclina a la " t ra nsc rca ci ón " , t iene un lugar privi le-
idea con la de "parodia" (Oswald de Andrade: Trechos gia do en ese " tropismo " histórico-cult ura l (y aquí el pro pio
·escolhidos). Retomando ahora conceptos de Baj tin próxi- escrib ir , en aquel sentido esencial d qu e ha bla ba Val éry,
mos a los suyos -como los de "intertextualidad" y no se distinguiría del trabajo de tr ad ucción ). Ha y que re -
"diálogo textual"- llega a esta afirmación: "la plagio- cordar, a propósito de esto, qu e el prop io Goethe pro cla ma -
tropia.•• se resuelve en traducción de la tradición, en ba sus derechos " p lag iotr ópicos ", a l a firmar : "¿ Acaso IOdo
un .sentid o no necesariamente rectilíneo". Por ese ca- lo qu e se hace, desd e la Ant igüeda d hasta el mu ndo con-
mino, llega a una afirmación muy polémica: "Se p.uede temporáneo, no pertenece, dej ure, a l poet a ~ ¿ Por q ué hab r ía
i decir que la más eficaz traducción del lenguaje de Dan- de duda r en coger flores dond e la s enco nt rase ? So lo se pue-
te, en cuanto resultado estéticamente computable, se de prod ucir algo gra nde med ian te ap ropi ación de los teso -
encuentra antes, fragmentariamente, en Camoens (yen ros ajenos ¿Acaso no me apropié de J ob par a Mefistófeles
el Sousándrade.de muchos pasajes de Guesa .•• ) que en y de la ca nción de Shakesp eare ?" En lo q ue se refiere a la
los traductores que se ocuparon explícitamente de esa traducción, puede ser extensiva, mod era da y med ia dora, a l
tarea (por ejemplo, en Brasil, el Barón de Vila Barra y proponerse una función auxilia r (d igna, sin du da , del ma -
Xavier Pinheiro)". ¿Esa afirmación no sería muy osa- yor respeto) , de viabilizar o ampli ar el acc eso al sign ificado
da? ¿Tendría entonces, un lector brasileño que no co- del or igina l. O , en cuanto tran scr ea ción, ser á un a obra de
nozca el italiano y desee conocer la Divina Comedia que " reinvención ", intensiva, mu chas veces fragm ent a ria, q ue se
recorrer de preferencia la producción de otros poetas y preocupa má s de la forma semiótica del texto qu e de su " ca -
no exactamente las traducciones más o menos literales? lida d d ifere ncia l" en cuanto dicción . Cu ando no haya una
Por ese camino, ¿no, caeríamos en la comprobación de tra du cción radica l, realmente transcreadora de un gra n ori-
que toda gran obra -me refiero a las monumentales- r.inal, la única ma nera de no conformarse tan sólo con la
es intraductible? ' ima gen del significado " de ese texto, sino , más allá de eso,
alcanzar la "imagen de su significante " (o de su forma sig-
- Ahora es la pregunta la que prolifera .. . Vamos po r par- nificante, más exacta mente, ya que se trata de un a form a
tes. Empleo el concepto de parodia en el sentido eti m ológi- imantada, "irra dia da " por el volá til componente sern ánt i-
co de " ca nto paralelo " (para , junto, al lado de ; odé, oda, co ), consistirá en bus car esa " diferencia cualita tiva " en la
canto) para señalar que no lo entendía apenas en la acep- dic ción de otro gran poeta , de la misma lengua qu e el lector
ción usual de imitación burlesca. Esto fue en 1966, cu ando que, en cierto se ntido (no como traductor directo sino co rno
escribí la int rodu cción a la antología de textos oswaldianos , tra nscultu rador de una tradición viva ) ha ya vuelto a confi-
mencionada por usted. En aquel momento pensaba, exacta- gu rar los acentos má s notables de esa dicción " extra ña",
mente, en el DoktorFaustus de Thomas Mann y en su defen- produciendo en su lengua lo mism o, salvas las d iferencias.
sa de la fun ción moderna de la pa rodia en Novela de unanove- Prefiero, pues, leer la dicción de Dante en Carnóes, Sou -
la, tema que aborde m ás exte nsamente en otro ensayo sándr ade (o en el admirab le " A Máquina do Mundo " , de
"Mira ma r en la m ira " (1964). Ahor a bien , la novela fá usti- Drummond ) antes q ue la versión explícita, mediadora, sa-
ca de Ma nn no puede ser encarada corno una inversión có- tisfecha con el término med io, de tantos traducto res poc o
m ica de la leyenda del Doctor-pactante ; antes bien, en el osados .. .

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