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Friedrich Engels, también conocido como Federico Engels1 en algunos países hispanos (Barmen-

Elberfeld, Prusia; 28 de noviembre de 1820-Londres; 5 de agosto de 1895), fue un filósofo, sociólogo, periodista,


revolucionario y teórico comunista y socialista alemán.
Engels era hijo del propietario de una importante fábrica textil en Mánchester, Inglaterra. Amigo y colaborador
de Karl Marx, fue coautor junto a este de obras como La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845) y
el Manifiesto del Partido Comunista (1848), fundamentales para el nacimiento del marxismo y de los
movimientos comunista, socialista y sindical. Fue dirigente político de la Primera Internacional (1864) y de
la Segunda Internacional (1889). También ayudó financieramente a Marx para que publicara El capital en 1867, y
tras la muerte de este, editó el segundo y tercer volumen. Además, Engels organizó las notas de Marx para
componer Teorías sobre la plusvalía, que luego publicó como «cuarto volumen» de El capital.

Índice

 1Orígenes y juventud
o 1.1Aprendizaje mercantil y primeros escritos en Bremen
o 1.2Intelectual radical en Berlín
o 1.3Industrial en Mánchester
 2Colaboración con Marx
o 2.1En Mánchester y Bruselas
o 2.2En París contra Proudhon
o 2.3Las revoluciones de 1848
o 2.4Industrial en Mánchester, el sostén de Marx
o 2.5Londres, la Internacional y de nuevo con Marx
 3Después de la muerte de Marx
o 3.1Muerte
 4Influencias
 5Obras principales
o 5.1Obra después de Marx
 6Legado
 7Eponimia
 8Véase también
 9Notas
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Orígenes y juventud[editar]
Nació el 28 de noviembre de 1820, en Barmen, hijo de Friedrich Engels y su esposa Elise Marice,2 prósperos
industriales textiles renanos.3 La familia, asentada en Renania desde finales del siglo XVI, había comenzado a
prosperar en tiempos del bisabuelo de Engels, quien se había instalado en Barmen y creado una industria de
blanqueo de hilados.4 El padre de Engels había perdido el negocio familiar por disputas familiares y había fundado
uno nuevo de hilatura de algodón con nuevos socios holandeses en Mánchester, Barmen y Engelskirchen.5 La
familia —formada por el matrimonio y sus ocho hijos, la mitad mujeres y la otra mitad varones— 2 mostraba una
religiosidad cercana al calvinismo muy extendida en la época en la región,6 caracterizada por un cierto puritanismo,
ascetismo, reserva e industria, que la familia inculcó al joven Engels. 7
Tras estudiar en la escuela local, a los catorce años se le envió al gimnasio de Elberfeld —uno de los mejores de
Prusia—, donde se alojó con un pastor luterano de la localidad.8 Allí y gracias a sus lecturas de antiguos mitos y
romances germanos, se vio influenciado por el nacionalismo romántico alemán. 8 El patriotismo cultural que adquirió
en esta época le acompañó toda su vida.9 A pesar de sus buenas notas y su deseo de continuar sus estudios y quizá
dedicarse a la poesía, su padre lo sacó del instituto para que comenzase a aprender sobre el negocio familiar. 9

Aprendizaje mercantil y primeros escritos en Bremen[editar]


Autorretrato de Engels con diecinueve años, durante su periodo de aprendizaje mercantil en Bremen, meses antes de trasladarse a

Berlín a cumplir el servicio militar. En el puerto hanseático comenzó a escribir en diversas publicaciones, aún con pseudónimo.

Después de acompañar a su padre en un viaje de negocios a Gran Bretaña en el verano de 1838, se instaló
en Bremen para aprender sobre la industria textil.9 Aunque útil para su carrera futura, este aprendizaje sobre el
funcionamiento del capitalismo mercantil resultó tedioso para el joven Engels, más interesado en aprovechar el
ambiente —más liberal que el de su localidad natal— del gran puerto. 10 Duelista, bailarín, viajero y aprendiz de canto
además de importador de literatura política prohibida, compensaba con estas actividades el aburrido trabajo en las
oficinas mercantiles.10 Pronto mostró sus simpatías por los «jóvenes alemanes», movimiento que exigía reformas
políticas radicales basadas en el patriotismo progresista, opuesto al feudalismo y a las monarquías que dominaban
en aquel momento Alemania.11 Engels simpatizaba entonces con el republicanismo antirreligioso y liberal que había
expresado Percy Shelley años antes.11
Llegado a Bremen, se había mostrado cada vez más insatisfecho con la religión de predestinación y condena de su
región natal y había adoptado una posición cada vez más crítica y racionalista. 12 A finales de 1839 e influido por las
críticas a la religión establecida y al cristianismo de David Friedrich Strauss entre otros, abandonó la fe religiosa y se
interesó cada vez más por las teorías de Hegel.13
Comenzó además a publicar con pseudónimo —para evitar disgustos familiares— en algunos periódicos. 14
Especialmente destacable, entre artículos críticos escritos para burlar la censura, 14 fueron sus Cartas desde
Wuppertal en las que realizó una aguda crítica de las misérrimas condiciones de vida del proletariado de la región,
que había visitado para obtener información de primera mano con que redactarlas. 15

Intelectual radical en Berlín[editar]


A comienzos de 1841, se había cansado de su trabajo en Bremen y regresó al hogar paterno. 16 Pocos meses más
tarde, en septiembre, harto también del ambiente en su localidad natal, decidió realizar el servicio militar en una
compañía de artillería en Berlín.16 A pesar de que se trasladó a la capital prusiana para servir en el Ejército, dedicó
todo el tiempo que pudo a asistir a la universidad donde, a pesar del ambiente reaccionario, se mostró partidario
de Hegel, por entonces atacado por Schelling por encargo17 de la corte prusiana.18
Orgulloso de su uniforme pero aburrido pronto de la vida militar y gracias a su holgada situación financiera, pasaba
sus días en conferencias, salas de lectura y tabernas. 19 En estas se unió a otros jóvenes intelectuales radicales que
renegaban de la religión y de la moral y convenciones burguesas.20
En noviembre de 1842, tuvo su primer encuentro, desagradable, con Marx, en las oficinas del Rheinische Zeitung,
del que este era redactor.21 Marx reprobaba los artículos extremistas de los intelectuales radicales entre los que se
contaba Engels, pues creía que podían poner en peligro el periódico, propiedad de unos comerciantes liberales
de Colonia.22 Antes de su traslado de Berlín a Mánchester —decidido por su padre para tratar de introducirle en la
gestión del negocio familiar y de que abandonase su radicalismo político una vez acabado su servicio militar de un
año en octubre de 1842—,23 Engels, como parte de los «jóvenes hegelianos», comenzó a sentir la influencia del
análisis social del capitalismo de Moses Hess, que orientó al grupo del reformismo político al comunismo. 24 Visitó a
Hess poco antes de partir a Gran Bretaña, lo que acentuó su inclinación hacia las teorías comunistas de este. 25

Industrial en Mánchester[editar]
En Mánchester Engels se interesó por los movimientos socialistas locales, los owenistas y los cartistas.26 Forjó
amistad con George Julian Harney, miembro extremista de los cartistas y con James Leach, antiguo obrero y azote
de los industriales.27 A pesar de continuar trabajando en la fábrica paterna, abandonó la compañía de la burguesía
en su tiempo libre y comenzó a frecuentar los ambientes obreros, empezando por las sedes owenistas. 28 Por otro
lado, Thomas Carlyle, sabio reaccionario pero único intelectual británico admirado por Engels, le influyó por su dura
crítica del capitalismo, que comparaba desfavorablemente con el pasado medieval que idealizaba. 29 En algunas de
sus obras, Engels utilizó citas literales de las obras de Carlyle contra el capitalismo. 30

Niño en un telar industrial. Engels conoció la miseria de la vida de los obreros industriales en el gran centro textil británico

de Mánchester, donde trabajaba en la fábrica paterna.

La guía de Engels en el mundo obrero de Mánchester —complemento esencial a las teorías filosóficas aprendidas
en Alemania—31 fue su amante y primer gran amor, Mary Burns, trabajadora de origen irlandés nacida alrededor de
1823 y a la que conoció a comienzos de 1843.29 Ella le introdujo en la dura vida de la inmigración irlandesa y le hizo
conocer las condiciones de vida de la clase trabajadora de la ciudad.32 El conocimiento de los dos mundos que se
encontraban en la ciudad (el de los industriales y el de la clase obrera) tuvo una notable influencia en su evolución
de la filosofía a la economía política, que se reflejó ya en una primera obra de comienzos de 1843, publicada en
el Deutsch-französische Jahrbücher de Marx: el artículo Elementos de una crítica de la economía política.32 En esta,
analizaba las contradicciones económicas y las crisis sociales europeas, utilizando tanto su conocimiento de las
teorías filosóficas alemanas (el concepto de alienación de Feuerbach) como su experiencia de la vida obrera de
Mánchester.33 Para Engels en esta obra, la raíz del proceso de alienación que sufrían los desfavorecidos del sistema
capitalista era la propiedad privada, tesis influida por la obra de Proudhon de 1840 (¿Qué es la propiedad?), que
debía desaparecer.34 Con el fin de esta debía llegar el de la avaricia y el de la explotación humana. 34 En 1845,31
publicó una obra más amplia y dura sobre la miseria del sistema capitalista tal como se reflejaba en las fábricas de
Mánchester: La situación de la clase obrera en Inglaterra.35 Mezcla de historia, estadísticas —muchas de ellas
extraídas de documentación oficial— y aceradas críticas, este libro era una acusación a la burguesía británica por
sus métodos.35 El escrito —el último de teoría socialista de Engels en solitario en treinta años— sirvió para forjar la
estructura del socialismo científico gracias a la unión del concepto de alienación heredado de Hegel con las
observaciones sobre la situación material de la población obrera de la urbe industrial. 36 Muchas ideas marxistas
como la naturaleza de la división en clases, la inestabilidad intrínseca del capitalismo industrial, la creación por la
burguesía de su clase antagonista y lo inevitable de la revolución socialista, se encontraban ya en esta obra de
Engels.36
Acabado su aprendizaje en Mánchester, regresó a la casa paterna en el verano de 1844, no sin antes realizar una
corta visita a Marx en París, donde este le recibió cordialmente, a diferencia de su anterior encuentro. 36 A partir de
entonces, Engels se entregó a la colaboración con este.36

Colaboración con Marx[editar]


En Mánchester y Bruselas[editar]
Marx y Engels en la Gaceta Renana

La amistad con Marx, al que reconocía una superior capacidad teórica y mayor originalidad en las ideas, 37 duró
cuarenta años de estrecha colaboración.38 En adelante Engels se convirtió en el sostén de Marx, al que mantuvo
junto a su familia, durante los años en que se dedicaba a elaborar El capital. Su primera obra en común fue un
opúsculo, Crítica de la crítica crítica: contra Bruno Bauer y compañía, conocida por el título La sagrada familia, en el
que los autores atacaban a los restos de los «jóvenes hegelianos» idealistas y oponían a este el materialismo que
habían adoptado.37

El Manifiesto Comunista, libro escrito por Engels y Karl Marx.

En la primavera de 1845, con Marx viviendo precariamente en Bélgica, después de que se le deportase de París por
su actividad política, a punto de ser detenido por la policía prusiana y sin desear empeorar la relación con sus padres
con un arresto, se reunió con aquel en Bruselas.39 Juntos se trasladaron casi de inmediato a Mánchester para
documentarse para una nueva obra y regresaron a Bélgica a finales del verano. 39 De esta primera colaboración
surgió un libro, La ideología alemana, que abandonaron sin publicar —se publicó póstumamente, en 1932—, 40 pero
que sirvió como etapa de su evolución desde el hegelianismo al materialismo a través de una dura crítica a Max
Stirner, crítico a su vez de Feuerbach. 41 Aunque aceptaban la crítica de idealismo de Stirner a Feuerbach,
rechazaban sus conclusiones individualistas.41 Por primera vez, la obra mostraba la visión de Marx y Engels de las
estructuras sociales —las religiones, los sistemas políticos o las clases sociales— como derivadas de las
condiciones económicas y tecnológicas.42 Esta interpretación materialista de la historia les llevó a proponer que las
distintas civilizaciones no eran sino expresiones de los métodos de producción del momento; su ideología, su política
o su forma de Estado —las «superestructuras»— dependían de la base económica en la que se sustentaban a
través de la propiedad —las «reglas de producción»—.42 La evolución de esta llevaba inevitablemente a choques con
las relaciones de propiedad y las superestructuras derivadas de la economía basada en las anteriores fuerzas de
producción, momento en el que podían tener lugar las revoluciones.43 El desfase entre la base económica y las
superestructuras que se derivaban de ella, como los sistemas políticos, obligaban, en opinión de los autores, a que
estas se adaptasen a la nueva situación económica, a menudo a través de dolorosas transformaciones. 43 La
oposición violenta contra los defensores del antiguo orden a través de la lucha de clases era, además, inevitable. 43
Para Marx y Engels, el siguiente conflicto debía enfrentar a la burguesía con el proletariado, la clase que
representaba la nueva economía industrial y que debía asegurar el advenimiento del comunismo y con él el fin de lo
que consideraban alienación del ser humano bajo el capitalismo.43
Más tarde, en Bruselas, lugar de refugio de muchos izquierdistas europeos, participó activamente con Marx en
la Liga de los Justos, convertida pronto en la Liga de los Comunistas.44 La organización había surgido en París en la
década de 1830 y la gestionaban unos sastres alemanes exiliados en Gran Bretaña tras el frustrado golpe de Louis
Auguste Blanqui de 1839.44 Marx y Engels trataron de fundar una red de organizaciones comunistas europeas de la
que la Liga debía ser la representante británica.44 Para coordinar la red, crearon un «comité de correspondencia
comunista».44 De ese momento hasta 1848, defendieron la expansión de los regímenes burgueses en Europa como
método de eliminar el poder de la nobleza y como etapa necesaria para la implantación futura del comunismo. 45 La
alianza sería, en todo caso, temporal. 45 Para tratar de imponer su visión, tuvieron que eliminar a los distintos
competidores comunistas y socialistas, empezando por el popular Wilhelm Weitling, que defendía una variante de
comunismo con tintes cristianos y milenaristas, más dado a la acción que a la teoría y análisis que preferían Marx y
Engels.45 Weitling trató en vano de ganarse el apoyo del comité bruselense, que le rechazó a instancias de Marx y
Engels.46 Este último se encargó de lograr la expulsión de uno de sus partidarios del comité de correspondencia que
había defendido la postura de Weitling entre los inmigrantes alemanes en Estados Unidos. 47 Era la primera vez en la
que Engels asumía el papel, que desempeñó durante las décadas siguientes, de defensor de lo que él y Marx
consideraban la ortodoxia comunista y la disciplina del partido. 48 Al mismo tiempo que se enfrentaban a Weitling y
sus partidarios, chocaron con Proudhon y los suyos, a pesar de un tibio intento inicial de cooperación. 48 Para Marx y
Engels, Proudhon y sus seguidores defendían una filosofía pequeñoburguesa incapaz de comprender el papel
fundamental del proletariado en la supresión del capitalismo y la implantación del comunismo. 49 Para aquellos,
Proudhon apenas proponía más que una reforma del sistema capitalista dirigida principalmente a los artesanos
perjudicados por la creciente industrialización.49

En París contra Proudhon[editar]

Pierre-Joseph Proudhon, el rival francés de Marx y Engels al que este trató de arrebatar sus seguidores entre el proletariado

parisino a mediados de la década de 1840.

Para tratar de ganarse el apoyo de las organizaciones parisinas, generalmente favorables a Proudhon, Engels se
trasladó a la capital francesa en agosto de 1846.49 En competencia con las diversas variantes socialistas presentes
en la ciudad, trató de atraerse a los emigrantes alemanes del distrito de Saint Antoine, conocidos
como straubingers.50 Con gran habilidad política, mezcla de denuncias, intimidación, amenazas y división de los
posibles adversarios, logró hacerse un hueco en las reuniones políticas de los emigrados, hasta entonces inclinados
a la postura de Proudhon y, más tarde, lograr el apoyo a sus posiciones. 51 Vigilado pronto por la policía, se dedicó
asimismo a satisfacer sus deseos carnales en París, incluso a costa de la esposa de su antiguo mentor Hess, lo que
supuso el fin de su relación.52
Infringiendo las reglas de la asociación, logró que le eligiesen delegado a la conferencia de la Liga que se celebró en
Londres en junio de 1847.53 Durante el congreso, la Liga cambió de nombre y adoptó el de Liga de los Comunistas al
tiempo que abandonaba su antiguo lema de «Todos los hombres son hermanos» por el de «Trabajadores de todos
los países, ¡uníos!».54 Se encargó a Engels escribir un «catecismo revolucionario» que expresase la ideología de la
liga y que aún incluyó una mezcla del socialismo utópico que tanto criticaba y sus propias posiciones. 54 Había escrito
dos borradores, el primero un proyecto de Catecismo o Profesión de fe (comunista), que seguía las costumbres de la
época. El segundo texto Principios del comunismo, hacía más hincapié en el materialismo, además de llamar a la
revolución proletaria y una serie de pasos de transición hacia el socialismo. 55
El segundo congreso, celebrado en noviembre en una taberna londinense, respaldó la posición de Marx, que esta
vez había podido asistir.56 El congreso encargó a ambos la redacción de un manifiesto que se basó en
el Catecismo y en los Principios del comunismo redactados para este congreso.57 Publicado finalmente con el título
de Manifiesto del partido comunista (o Manifiesto comunista) llegó a tiempo de traducirse y difundirse por Europa
antes de los movimientos revolucionarios de 1848, pero no tuvo ninguna repercusión en ese momento.58

Las revoluciones de 1848[editar]

Escena de la Revolución francesa de 1848 en París. Marx y Engels defendieron la cooperación entre campesinos, obreros y

burgueses para eliminar a las monarquías absolutistas y el poder de la nobleza, opinión que más tarde abandonaron al fracasar las

revoluciones europeas.

Al estallar la Revolución francesa de 1848, Marx y Engels trataron de que esta se extendiese a Bélgica pero el
rey Leopoldo cortó de raíz sus planes de agitación expulsando de inmediato a Marx a comienzos de marzo, al que
Engels siguió poco después.59 Escépticos sobre la posibilidad de éxito de las bandas armadas de los emigrados
alemanes en Francia contra Prusia, defendieron la implantación de un régimen burgués para eliminar así el poder de
los terratenientes.60 Con una estrategia de propaganda y organización de las fuerzas contrarias a los terratenientes
—burgueses, obreros y campesinos—, crearon una organización, la Sociedad de Trabajadores Alemanes, que
infiltró clandestinamente a unos trescientos activistas comunistas en Alemania. 60 Crearon un nuevo periódico,
el Neue Rheinische Zeitung que, a pesar de su moderación y defensa de objetivos burgueses, no atrajo a los
inversores que esperaban.61 Engels no logró el respaldo de su propia familia o de la burguesía de su valle natal al
diario, a pesar de acudir en persona a solicitar inversiones.61
La contrarrevolución en Francia, victoriosa en el verano de 1848 y descrita por Engels en el periódico a pesar de su
lejanía de los acontecimientos, facilitó la reacción también en Alemania, donde las autoridades comenzaron a
hostigar la publicación.62 Tras una gran manifestación obrera en septiembre, las autoridades proclamaron la ley
marcial y la policía publicó una orden de captura de Engels, que huyó a Bélgica, donde las autoridades le deportaron
inmediatamente a París, en octubre.63 En medio de la grave situación de los revolucionarios en toda Europa, Engels
se dedicó, sin embargo, a dirigirse a pie a Suiza, disfrutando por el camino de los placeres —incluyendo el vino y las
mujeres— de las distintas regiones francesas que atravesaba, sin preocuparse por la revolución. 63 Alcanzó Suiza a
principios de noviembre y pasó a Berna donde se unió a la asociación obrera local y se puso al día de los
acontecimientos, sin atreverse a regresar a Colonia donde le esperaba una acusación de alta traición. 64 Por
entonces se interesó por la Revolución húngara, que defendió a pesar de su faceta nacionalista y antieslava, que
compartía.65 En esta época expresó en diversas ocasiones su desprecio por las naciones sin Estado, que
consideraba estorbaban el proceso revolucionario y se aliaban con las fuerzas reaccionarias y un cierto nacionalismo
alemán a propósito de la crisis de Schleswig.66
De vuelta finalmente en Colonia en enero de 1849 y desengañado de su anterior predilección por la alianza con los
burgueses moderados, Engels abogó por radicalizar la revolución y enfrentarse a las fuerzas prusianas mediante
una guerra de guerrilla, inspirado por los húngaros de Luis Kossuth.67 Marchó a su valle natal a unirse a la revuelta
que había estallado allí contra las autoridades prusianas en mayo de 1849, pero su radicalismo fue mal visto por el
Comité de Seguridad Pública local, mucho más moderado, que le obligó a abandonar pronto la zona. 68 Controlada
Colonia de nuevo por las autoridades y clausurado el Neue Rheinische Zeitung, Marx y Engels se desplazaron a
distintas localidades para respaldar levantamientos, supuestamente a favor de la nueva Constitución pero, en
realidad, con propósitos más radicales.69 Convencido de que el único lugar donde aún podría surgir una sublevación
triunfante era Baden y el Palatinado, Engels se dirigió allí con Marx, a pesar de que las autoridades de la región
adoptaban una actividad fundamentalmente pasiva frente a los prusianos. 69 Desesperado por la falta de espíritu
revolucionario, Marx abandonó la zona y regresó a París.69 Cuando Engels se disponía a hacer lo mismo, un oficial
prusiano sublevado, August Willich, al frente de una columna de ochocientos obreros y estudiantes, le ofreció el
puesto de edecán, que decidió aceptar.70 Participó en diversos enfrentamientos con valentía, pero los revolucionarios
acabaron siendo derrotadas por las fuerzas prusianas, varias veces más numerosas. 71 Los restos de las fuerzas
revolucionarias se retiraron a Suiza.71 Deseoso de reunirse de nuevo con Marx, que había pasado a Londres, cruzó
el Piamonte para tomar un barco en Génova que le llevase a la capital británica.72 Engels residió en el Reino Unido
los cuarenta años siguientes.72

Industrial en Mánchester, el sostén de Marx[editar]


En Londres, en 1850, contribuyó a la Nueva Gaceta Renana, editada por Marx y publicada en Hamburgo. También
dio a la imprenta la primera edición de Las guerras campesinas en Alemania, estudio desde un punto de vista
materialista extremo que matizó en su vejez.73 Aunque más tarde tachó de simplificación de la tesis que habían
defendido él y Marx la presentación de la historia como basada exclusivamente en la situación económica del
momento, su versión de las guerras campesinas del siglo XVI alemán se acercaban a esta posición. 73 La obra no
solo le sirvió para realizar una crítica por paralelismo con la fracasada revolución de 1848, sino que también le
condujo al estudio de la guerra, en el que se imbuyó con rigor.74 Con el tiempo, se convirtió en un destacado
comentarista militar de los conflictos de la época, como la guerra de Crimea o la guerra franco-prusiana; durante
esta última predijo con notable acierto la evolución del conflicto. 75 Su tino respecto a esta última le otorgó el sobre
nombre de «el General», que perduró entre la comunidad socialista, tanto por sus conocimientos militares como por
su porte como por su disciplina personal y dedicación a los objetivos socialistas. 76

Partida de caza. La doble vida de Engels en Mánchester como respetable industrial y teórico revolucionario incluyó su participación

en las actividades de la clase alta de la región, como la caza.

Engels regresó a Mánchester, a la fábrica en la que había trabajado y de la que se convirtió años más tarde en
copropietario. Viendo como única salida para financiar las investigaciones de Marx la reconciliación con su familia y
el ingreso en el negocio paterno,77 aceptó durante veinte años —de 1850 a 1870— una actividad que le
desagradaba78 profundamente, pero que le permitía sostener a Marx y su familia. 79 El acuerdo con su padre, en
principio temporal hasta que lograse otra fuente de ingresos, acabó durando dos décadas. 77 Aunque Marx
permaneció en Londres eso no les impidió mantener una estrecha colaboración, basada en una correspondencia
casi diaria. No solo apoyaba financieramente a Marx y su familia y colaboraba con su obra sino que, en ocasiones,
también le escribía los artículos periodísticos que le encargaban a este, tarea que prefería delegar en ocasiones. 80
Marx solicitaba a menudo datos prácticos sobre economía que no podía encontrar en las obras que consultaba para
redactar El capital y que podía conseguir de la experiencia práctica de Engels en la industria y el comercio. 81 La
contribución de Engels no se limitaba a estadísticas y ejemplos prácticos, sino que también contribuía con su propia
opinión, que Marx recababa bien por carta o en persona en las diversas visitas que se intercambiaron. 82 El sacrificio
personal de Engels no se limitó al sostenimiento financiero de los Marx o a la contribución de las obras de este:
Engels reconoció oficiosamente al hijo bastardo de su amigo, concebido con su joven ama de llaves en una ausencia
de su esposa, tanto por motivos personales como políticos.82 La crisis más grave entre ambos tuvo lugar por la
muerte de la compañera de Engels, Mary Burns, acontecimiento que Marx trató con frialdad. 83 Poco después y ante
la disculpa de este, la relación volvió a estrecharse, más aún cuando Engels tomó a la hermana de Mary, Lizzy,
como pareja y esta forjó una duradera amistad con las hijas de Marx, para las que Engels había sido casi un tío o un
segundo padre.83
Friedrich Engels en 1868, meses antes de abandonar la actividad mercantil y trasladarse a Londres para retomar la colaboración

directa con Marx y la actividad socialista.

A finales de la década de 1850, Marx y Engels abandonaron su anterior actitud favorable a la extensión del
colonialismo como método favorecedor del desarrollo capitalista en comunidades atrasadas —un instrumento de
modernización por la fuerza— y comenzaron a describirlo como una manera por la que la burguesía europea
reforzaba su poder mediante la explotación de las materias primas y los mercados coloniales. 84 En un análisis que
tuvo gran difusión durante las luchas anticoloniales del siglo XX, asociaron la suerte del proletariado con la liberación
nacional de los pueblos, tanto los europeos —aquellos sin Estado propio, que antes Engels había despreciado—,
como los de otros continentes.84 Así, Engels defendió a polacos (enfrentados a los alemanes), irlandeses (opuestos
a los británicos), congoleños (explotados por los belgas), jamaicanos (alzados contra los británicos) o chinos (que
lucharon contra los británicos en las guerras del Opio) en los diversos conflictos de la época.84
Durante su larga estancia en Mánchester, auguró equivocadamente la inminencia del estallido de la revolución en la
región en distintas ocasiones, coincidiendo con diversos periodos de crisis, en especial, la de la Guerra Civil
Estadounidense, que privó a la región de gran parte de su suministro de algodón y llevó al desempleo y desamparo
a cerca de doscientos mil obreros. 85 A pesar de la dureza de la crisis, el proletariado inglés mostró su renuencia a
desencadenar la revolución, para desilusión de Engels.80
Los años de Mánchester supusieron una dura prueba para Engels, obligado a llevar una doble vida, la del gran
industrial y burgués respetable y la del de socialista y aficionado a la vida nocturna de las clases bajas. 86 Durante las
dos décadas, mantuvo un constante cambio de residencias, la oficial y la oficiosa, en la que albergaba a las
hermanas Burns, desconocidas para su familia y sus conocidos del ambiente «respetable». 86
La publicación de El capital en 1867 supuso un gran alivio para Engels, que vio por fin recompensados su sacrificios
y comenzó a sopesar el abandonar la empresa familiar.87 La obra contenía una teoría materialista de la historia, una
crítica de la civilización capitalista por su explotación y alienación de la humanidad, el augurio de su hundimiento por
sus contradicciones internas y del advenimiento del comunismo y del fin de la evolución histórica y, principalmente,
la teoría de la plusvalía, que Engels consideraba el descubrimiento fundamental de Marx junto con el
del materialismo histórico.88 Para asegurar la difusión de la obra, Engels se entregó a redactar recensiones del libro
para distintos diarios europeos y americanos, desde distintos puntos de vista y a contemplar incluso la denuncia del
mismo con tal de conseguir atraer la atención del público.89

Londres, la Internacional y de nuevo con Marx[editar]


Friedrich Engels en 1879

Deseoso de librarse de su empleo en el comercio y a punto de caducar su contrato con la empresa familiar en junio
de 1869, Engels comenzó a negociar su salida de la compañía —que también deseaban sus socios holandeses— a
cambio de una suma de dinero que le permitiese mantenerse como rentista y, a la vez, seguir financiando las
actividades de Marx y el sostenimiento de la familia de este. 89 Ansioso por abandonar la empresa, aceptó una oferta
menor de lo esperada pero pudo por fin librarse del odiado comercio en julio de ese año. 90
Decidió trasladarse a Londres en el verano 1870, haciendo aún más intensa la colaboración 91 hasta la muerte de
Marx en 1883 y decidido a retomar el activismo que había tenido que aparcar durante las dos décadas anteriores. 90
Elegido inmediatamente secretario de la Primera Internacional para diversos países europeos, se encargó de
coordinar a los afiliados gracias tanto a sus grandes dotes lingüísticas —era capaz de entender y responder a sus
interlocutores en gran número de idiomas, desde el cataĺán al rumano o al ruso— como a su habilidad para la
organización, además de tratar de asegurarse de encauzarla de acuerdo a los puntos de vista de Marx y de eliminar
cualquier corriente considerada heterodoxa.92 Su residencia en Regent's Park Road —muy cercana a la de Marx—
se convirtió pronto en centro de peregrinación de socialistas, comunistas y anarquistas —además de emigrados u
oportunistas— de toda Europa.93 A estas tareas se añadió la de editor y revisor de las traducciones de las obras de
Marx, que revisaba y corregía.93

Engels y Marx en el Congreso de La Haya

Fue uno de los más denodados opositores de Mijaíl Bakunin, que deseaba unir su Alianza Internacional de la
Democracia Socialista —con importante respaldo en Suiza, España o Italia— a la Internacional, de mayor tamaño. 94
Rechazó las teorías libertarias del ruso e insistió en mantener la Internacional como una organización que tomaba
decisiones políticas y no se limitaba a coordinar los distintos grupos nacionales, como hubiese preferido Bakunin. 94
Engels identificaba la postura de Bakunin con la falta de organización —causa, según él, del fracaso de la Comuna
de París— necesaria para enfrentarse a sus enemigos de clase.95 Dirigió la expulsión de Bakunin y sus partidarios
en el congreso de la Internacional en La Haya en 1872, pero no pudo evitar que la organización recibiese una
notable influencia de los seguidores de Bakunin; para evitarla, Marx y él decidieron trasladar su sede a los Estados
Unidos, maniobra que fracasó y resultó en la disolución del organismo cuatro años más tarde. 96 Otro importante rival
al que se enfrentó Engels fue el socialista alemán Ferdinand Lassalle, fundador de la Asociación General de
Trabajadores Alemanes.97 Desde el punto de vista de Marx, Lassalle era un reformista, mezcla de idealismo
estatalista hegeliano, cooperativismo proudhoniano y reformismo político cartista, más interesado en modificar el
sistema capitalista que en eliminarlo. 98 Engels, dado al ataque personal —sin descartar el uso de las deformidades
físicas, las manías o los posibles escándalos sexuales de sus adversarios—, criticó con dureza a Lassalle,
especialmente cuando se conocieron sus negociaciones secretas con Bismarck para forjar una alianza antiburguesa
entre socialistas y aristócratas prusianos, que no cuajó por la repentina , muerte del filósofo en un duelo. 98
Culturalmente inclinado al prejuicio cultural, religioso o racial —criticaba a Bakunin por ruso o a Lassalle por judío—,
defendió políticamente siempre la oposición al antisemitismo, la liberación de los esclavos estadounidenses o de los
colonizados.99
El mayor éxito de la postura de Marx y Engels fue la formación del gran Partido Obrero Socialdemócrata Alemán,
fundado en 1869 por August Bebel y Wilhelm Liebknecht y que adoptó un socialismo cercano al de los dos
exiliados.100 Estos se opusieron, sin embargo, a la unión del partido con la organización de Lassalle, que tuvo lugar
en 1875.100 La unión, a pesar de la oposición de Marx y Engels, que temían la influencia de los partidarios de
Lassalle, preocupó a Bismarck que, tres años más tarde, promulgó las leyes antisocialistas que ilegalizaron al
partido.101
Engels publicó o preparó en esos años algunas de sus obras más notables, como Contribución al problema de la
vivienda, El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, La revolución de la ciencia de E.
Dühring (obra polémica contra las teorías del anarquista alemán Karl Eugen Dühring, más conocida como Anti-
Dühring), Del socialismo utópico al socialismo científico o El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. En
esos años Engels aparecía como un miembro más de la familia en casa de Marx, cuyas hijas le llamaban «El
General»..., o también y mejor, «secretario general» (término que usaría Lenin posteriormente).

Después de la muerte de Marx[editar]

Engels en 1893.

Engels se opuso al radicalismo izquierdista, pero tampoco concilió con la evolución reformista del movimiento
revolucionario, reeditando la Crítica al programa de Gotha o Las guerras civiles en Francia y finalmente publicando
la Crítica al programa socialdemócrata (alemán) de 1891. Dio lugar así a la revisión que condujo al Programa de
Erfurt, con el que sí se identificaba. Su colaborador Eduard Bernstein y otros dirigentes condujeron a la
socialdemocracia alemana hacia el reformismo parlamentarista, extrayendo del legado de Engels una legitimidad
que es negada por otra parte del movimiento, la que condujo a la formación de los partidos comunistas y la III
Internacional.
Engels no solo aplicó el materialismo histórico en sus escritos, sino que desarrolló y aplicó también el materialismo
dialéctico, que llegaría a ser la filosofía oficial del movimiento comunista después de la Revolución rusa de 1917.
Elementos importantes de sus últimas concepciones filosóficas se encuentran en Dialéctica de la Naturaleza,
aunque muchos de sus análisis o ejemplos habían perdido ya valor cuando se publicaron en 1925, en un marco de
crecimiento explosivo de la ciencia natural y de debate epistemológico.

Muerte[editar]
A las once y media de la noche del 5 de agosto de 1895 su corazón dejó de latir debido a su cáncer de esófago. Su
funeral fue el 10 de agosto en la sala de espera de la estación ferroviaria de Waterloo, Westminster Bridge. Entre los
presentes se encontraban alrededor de 80 personas, además de algunos miembros de la familia de Engels, las
siguientes personas: Edward Anseele, Eleanor Marx-Aveling, Edward Aveling, August Bebel, Eduard Bernstein, el
holandés van der Goes, Karl Kautsky, Sergei Mijailovitch Kravchinski (Stepniak), Paul Lafargue, Friedrich
Lessner, Wilhelm Liebnecht, Stanislaw Mendelson, Samuel Moore, el dirigente obrero inglés Harry Quekch, Vera
Ivanovna Sassulitch, Paul Singer, el dirigente sindical inglés William James Thorne y tres delegaciones, una del
Centro cultural obrero de comunistas londinense, otra de la Socialist League y una tercera de los obreros berlineses.
Ante el féretro hablaron, además de un sobrino de Engels y Samuel Moore, Wilhelm Liebknecht en nombre del
movimiento obrero alemán, August Bebel en nombre del francés, Eduard Anseele como representante del partido
obrero belga, van der Goes por los socialistas holandeses y Edward Aveling por los ingleses. Además fueron leídos
telegramas de Rusia, Hungría, Dinamarca, Italia y otros países.
El féretro cubierto de coronas y flores fue conducido en un tren especial hacia el crematorio de Woking. Engels había
deseado que sus cenizas fuesen arrojadas al mar. El 27 de agosto de 1895, cumplieron su última voluntad en las
cercanías de Eastbourne, aproximadamente a cinco millas marinas de la costa, Eleanor Marx, Edward
Aveling, Eduard Bernstein y Friedrich Lessner.

Influencias[editar]
Las propias creencias de Engels fueron influenciadas por Charles Fourier. De Fourier, deriva cuatro puntos
principales que caracterizan las condiciones sociales de un estado comunista. 102

1. El primer punto sostiene que cada individuo podría desarrollar plenamente sus talentos al eliminar la
especialización de la producción. Sin especialización, a cada individuo se le permitiría ejercer cualquier
vocación de su elección durante el tiempo que desee. Si los talentos lo permitieran, uno podría ser
panadero durante un año e ingeniero al siguiente.
2. El segundo punto se basa en el primero: con la capacidad de los trabajadores de desplazarse por los
diferentes trabajos de su elección, la base fundamental de la división social del trabajo se destruye, y la
división social del trabajo desaparecerá como resultado. Si alguien puede emplearse en cualquier trabajo
que desee, entonces claramente ya no hay divisiones ni barreras de entrada para el trabajo. De lo
contrario, tal fluidez entre trabajos completamente diferentes no existiría.
3. El tercer punto continúa desde el segundo: una vez que la división social del trabajo haya desaparecido, la
división de clases sociales basada en la propiedad se desvanecerá. Si la división laboral pone a un
hombre a cargo de una granja, ese agricultor posee los recursos productivos de esa granja. Lo mismo se
aplica a la propiedad de una fábrica o un banco. Sin la división del trabajo, ninguna clase social puede
reclamar derechos exclusivos sobre un medio de producción en particular, ya que la ausencia de la
división del trabajo permite que todos lo usen.
4. Finalmente, el cuarto punto concluye que la eliminación de las clases sociales destruye el único propósito
del estado y dejará de existir. Como Engels declaró en su propia escritura, El único propósito del estado es
disminuir los efectos de los antagonismos de clase. Con la eliminación de las clases sociales basadas en
la propiedad, el estado se vuelve obsoleto y se logra una sociedad comunista, al menos a los ojos de
Engels.

Obras principales[editar]
Fue secretario de la Primera Internacional obrera (la Asociación Internacional de los Trabajadores o AIT)
desde 1870, y participó también en la fundación de la Segunda Internacional. Intervino, por sus responsabilidades,
en la vida política de los partidos afiliados a la Internacional en el sur de Europa (España, Portugal, Italia) y en el
este (Rumanía, Rusia), escribiendo libros y artículos al respecto.

 La Sagrada Familia (1844)
Artículo principal: La sagrada familia (libro)

Monumento de Engels en Moscú.


Escrito por Marx y Engels en noviembre de 1844. El libro es una crítica sobre los jóvenes hegelianos y su tendencia
de pensamiento, que era muy popular en los círculos académicos de la época. El título fue una sugerencia del editor
y pretende ser una referencia sarcástica a los Hermanos Bauer y sus partidarios.

 La condición de la clase obrera en Inglaterra (1845)


Artículo principal: La situación de la clase obrera en Inglaterra

La condición de la clase obrera en Inglaterra es una descripción detallada y un análisis de las terribles condiciones
de la clase obrera en Gran Bretaña durante la estancia de Engels en Mánchester y Salford. El trabajo también
contiene pensamientos seminales sobre el estado del socialismo y su desarrollo.

 Principios del Comunismo (1847)


Artículo principal: Principios del Comunismo

Es uno de los proyectos preliminares del Manifesto Comunista de la Liga de los Comunistas, conteniendo 25
cuestiones sobre el comunismo y presenta las ideas centrales del marxismo como el materialismo histórico, lucha de
clases, y revolución obrera.

 Anti-Dühring (1878)
Artículo principal: Anti-Dühring

La revolución de la ciencia del Sr. Eugen Dühring, conocido popularmente como Anti-Dühring, es una crítica
detallada de las posiciones filosóficas de Eugen Dühring, filósofo y crítico alemán del marxismo. En el curso de
responder a Dühring, Engels revisa los avances recientes en ciencias y matemáticas que buscan demostrar la forma
en que los conceptos de dialéctica se aplican a los fenómenos naturales.

 Del socialismo utópico al socialismo científico (1880)


Artículo principal: Del socialismo utópico al socialismo científico

En lo que presentó como una pieza extraordinariamente popular, Engels critica a los socialistas utópicos,
como Fourier y Owen, y proporciona una explicación del marco socialista para comprender el capitalismo, y un
resumen de la progresión del desarrollo social y económico desde perspectiva del materialismo histórico .

 Dialéctica de la naturaleza (1883)
Artículo principal: La dialéctica de la naturaleza

Dialéctica de la naturaleza es una obra inacabada de 1883 de Engels que aplica las ideas marxistas, particularmente
las del materialismo dialéctico, a la ciencia. Fue publicado por primera vez en la URSS en 1925. 103

Obra después de Marx[editar]

Billete de 50 marcos de la RDA con la figura de Friedrich Engels.

Engels se aplicó a corregir y preparar para publicación los manuscritos que Marx había dejado inconclusos en su
preparación de El Capital. El segundo tomo vio la luz en 1885 y el tercero en 1894. Esta obra fue el centro de sus
esfuerzos hasta su muerte, que ocurrió antes de que pudiera dar a la luz lo que habría sido un cuarto tomo. El
nombre de Engels no figura en forma alguna en la autoría de esos volúmenes, pero es indudable que hay mucho de
su mano en ellos.
Engels siguió publicando artículos militantes en La Nueva Gaceta así como obras originales, como El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado, que trata sobre materialismo histórico basado parcialmente en las notas de
Karl Marx y el antropólogo estadounidense Lewis Henry Morgan, y Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana, una críticamente la filosofía alemana desde una posición materialista dialéctica.

Legado[editar]
Estatua de Engels en Mánchester.

Engels no tuvo solo un protagonismo propio como teórico del socialismo, a pesar de lo contradictoria que nos
aparece su doble condición de empresario y revolucionario, sino que siguió participando activamente en el
movimiento socialista y comunista.
Friedrich Engels, en calidad de teórico y fundador del socialismo científico, contribuyó a definir formulaciones acerca
de la lucha de clases, así estuviesen "embozadas". Su categorización de las acciones de los anabaptistas y su
líder Thomas Müntzer, entre otras, así como de las confrontaciones religiosas (taboritas de Bohemia) sirvieron de
puntal al "desvelamiento" de las contradicciones violentas de clase. Aparte, habría que señalar que Engels fue un
cabal heredero del Renacimiento, al quedar comprobado que hablaba y escribía en ruso, italiano, portugués,
irlandés, español, polaco, francés, inglés y milanés.104
Según Isaiah Berlin, las obras de Engels, en lugar de las de Marx, fueron la fuente principal para la fuente principal
del materialismo histórico y dialéctico de Plejánov, Kautsky, Lenin, Stalin, Mao e incluso Trotsky.105 De él diría, a su
muerte, el líder revolucionario Vladimir Lenin que "un gran hombre ha dejado de existir". Él escribió: 106
"Después de que su amigo Karl Marx (quien murió en 1883), Engels fue el mejor erudito y maestro del proletariado moderno en todo
el mundo civilizado [...] En sus trabajos científicos, Marx y Engels fueron los primeros en explicar que el socialismo no es la
invención de los soñadores, sino el objetivo final y el resultado necesario del desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad
moderna. Toda la historia registrada hasta ahora ha sido una historia de lucha de clases, de la sucesión del gobierno y la victoria de
ciertos grupos sociales. clases sobre otros ".

En el verano de 2017, como parte del Festival Internacional de Mánchester, el escultor Phil Collins instaló una
estatua de Engels de la era soviética, trasladada desde Ucrania, en Tony Wilson Place en Mánchester.107

Eponimia[editar]
 El asteroide (29829) Engels lleva este nombre en su memoria.

Véase también[editar]
 Karl Marx
 El manifiesto comunista

  Portal:Marxismo. Contenido relacionado con Marxismo.

Notas[editar]
1. ↑ «Inicio.». Fundación de Estudios Socialistas.
2. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 18.
3. ↑ Hunt, 2010, p. 121-13.
4. ↑ Hunt, 2010, p. 12.
5. ↑ Hunt, 2010, p. 13.
6. ↑ Hunt, 2010, p. 15.
7. ↑ Hunt, 2010, p. 16.
8. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 20.
9. ↑ Saltar a:a b c Hunt, 2010, p. 25.
10. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 27.
11. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 30.
12. ↑ Hunt, 2010, p. 39.
13. ↑ Hunt, 2010, p. 41.
14. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 34.
15. ↑ Hunt, 2010, p. 36.
16. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 44.
17. ↑ Hunt, 2010, p. 48.
18. ↑ Hunt, 2010, p. 46.
19. ↑ Hunt, 2010, p. 54.
20. ↑ Hunt, 2010, p. 55.
21. ↑ Hunt, 2010, p. 63.
22. ↑ Hunt, 2010, p. 62-63.
23. ↑ Hunt, 2010, p. 64.
24. ↑ Hunt, 2010, p. 73.
25. ↑ Hunt, 2010, p. 74.
26. ↑ Hunt, 2010, p. 90.
27. ↑ Hunt, 2010, p. 91.
28. ↑ Hunt, 2010, p. 85.
29. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 94.
30. ↑ Hunt, 2010, p. 95.
31. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 77.
32. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 96.
33. ↑ Hunt, 2010, p. 97.
34. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 98.
35. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 99.
36. ↑ Saltar a:a b c d Hunt, 2010, p. 112.
37. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 117.
38. ↑ Hunt, 2010, p. 116.
39. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 124.
40. ↑ Hunt, 2010, p. 126.
41. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 127.
42. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 128.
43. ↑ Saltar a:a b c d Hunt, 2010, p. 129.
44. ↑ Saltar a:a b c d Hunt, 2010, p. 130.
45. ↑ Saltar a:a b c Hunt, 2010, p. 131.
46. ↑ Hunt, 2010, p. 132.
47. ↑ Hunt, 2010, p. 133.
48. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 134.
49. ↑ Saltar a:a b c Hunt, 2010, p. 135.
50. ↑ Hunt, 2010, p. 137.
51. ↑ Hunt, 2010, p. 137-138.
52. ↑ Hunt, 2010, p. 139-140.
53. ↑ Hunt, 2010, p. 141-142.
54. ↑ Saltar a:a b Hunt, 2010, p. 142.
55. ↑ «El joven Engels». La Izquierda Diario - Red internacional. Consultado el 19 de febrero

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