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Reporte ecosistemas colombianos

Sara Correa Zora

Colombia, al ser un país con conexión al litoral Pacífico y Atlántico, posee una gran
diversidad en cuanto a ecosistemas marinos se refiere.
Por ello, en el presente reporte se revisarán las principales características de los
ecosistemas marinos colombianos: su ubicación, vegetación, fauna, fauna más
representativa, amenaza y estado de conservación.

Arrecifes coralinos:

Estos son ecosistemas de alta


sensibilidad y complejidad,
formados principalmente por
sólidas estructuras de
carbonato de calcio que
crecen sobre el fondo marino,
los cuales llamamos coral, y
que son formadores de
arrecifes; unidos a algas rojas
calcáreas, corales blandos o
hermatípicos, algas verdes,
pardas y/o cafés.
Además de los corales, la
fauna de este ecosistema se
compone de una gran cantidad de especies como isópodos, anfípodos, poliquetos,
anémonas, esponjas, moluscos, crustáceos, gran cantidad de peces de diferentes
formas y tamaños viven en los arrecifes.

Estos arrecifes se dividen en 4, dependiendo de su ubicación respecto a la costa,


pero siempre a un máximo de 50m de profundidad:
● Los arrecifes costeros o en franja.
● Los arrecifes paralelos a la línea costera, y que aparecen separados de la
costa por pequeñas extensiones de agua.
Colombia cuenta con 2.860
km² de arrecifes, 2.845 en el
mar Caribe Colombiano y 15
en el Pacífico. El 77 % de
esta extensión se encuentra
en la Reserva de Biósfera
Seaflower, especialmente en
“Old Providence” en el
Departamento Archipiélago
de San Andrés, Providencia y
Santa Catalina. En el caso
del Pacífico, las formaciones
coralinas están presentes en
Gorgona, Malpelo, Utría y
punta Tebada.
Sin embargo, estos
ecosistemas han sido uno de los más afectados por el cambio climático, ya que el
aumento de la temperatura causa el blanqueamiento de los corales, destruyendo
uno de los ecosistemas más diversos del planeta.

Estuarios:

Los estuarios son un tipo de ecosistema que se forma con la mezcla del agua dulce
que procede de los ríos y el agua salada del mar, es decir, se da cuando el agua de
los ríos desemboca en el mar y, por tanto, son ecosistemas mixtos. Los estuarios
son cuerpos de agua que se encuentran cerrados por la zona de tierra que forma la
costa y abiertos hacia el mar, por lo que son sistemas semicerrados.

Los estuarios están formados por una flora muy variada. las especies más
representativas de estas zonas son plantas de tipo acuático y entre ellas están la
Enea (Typha domingensis), el Junco (Juncus spp) y el Bijao (Thalia geniculata).
En los estuarios también se encuentran presentes los manglares, estos están
formados por especies arbóreas resistentes a condiciones salobres y adaptadas a
suelos húmedos. Existen como 70 especies de árboles manglares, pero los más
destacados son. Otra vegetación asociada al manglar y que está presente en los
estuarios son los pastos marinos.
Los animales más pequeños que habitan este ecosistema son aquellos que forman
el zooplancton, este podemos encontrarlo en el agua durante la noche pero, cuando
sale la luz del sol se esconde en las zonas más bajas y oscuras del estuario.
Además, los pequeños peces, los moluscos, crustáceos, reptiles y algunos
mamíferos y aves habitan estas zonas.
En el Caribe continental colombiano se
encuentran 4 estuarios principales, que
corresponden a los formados por el
Río Magdalena en bocas de ceniza y
el Canal del Dique, y los ríos Sinú y
Atrato, los cuales forman 59 lagunas
costeras con una extensión
aproximada de 155.472 ha, incluyendo
la Ciénaga Grande de Santa Marta.

Sin embargo, la construcción de


puertos en los estuarios y la
contaminación que estos generan han
contribuido a perjudicar muchas especies. Los estuarios y marismas saladas se ven
amenazados continuamente por la contaminación, vertidos de petróleo, dragados y
rellenos de tierra dirigidos a la expansión industrial y residencial.

Praderas marinas:

Las praderas de pastos marinos son ecosistemas dominados por plantas


angiospermas sumergidas bajo el agua marina. Los pastos marinos crecen fijándose
a diferentes tipos de sustratos como lodo, arena, arcilla y en ocasiones sobre las
rocas.
Se encuentran en la mayor parte de los océanos del mundo, aunque se desarrollan
principalmente en zonas de clima cálido y donde el invierno no sea demasiado frío.
Debido a su necesidad de fotosintetizar, estas plantas no pueden estar a demasiada
profundidad, por lo que se encuentran usualmente en aguas costeras poco
profundas, donde hay una adecuada incidencia de la luz solar.

Existen numerosas especies que componen


estos ecosistemas, siendo las más conocidas
por su extensión las especies caribeñas y
mediterráneas. En el Caribe y el Golfo de
México, la especie estrella es Thalassia
testuninum, también conocida como hierba de
tortuga. Esta planta tiene una amplia
tolerancia a la salinidad y pueden encontrarse
inmensas praderas a varias decenas de
metros de profundidad debido a la gran
transparencia de las aguas de esta región del
mundo y la alta temperatura de que goza
prácticamente todo el año. Además, pueden
albergar cientos de especies asociadas pertenecientes a todas las phylums
vivientes, por ejemplo peces juveniles y adultos, algas epífitas o algas libres
macroscópicas o microscópicas, moluscos, poliquetos y nemátodos.
Las praderas marinas son ecosistemas altamente amenazados tanto por especies
invasoras como el alga Caulerpa racemosa que impide su expansión; su arranque
tanto por la pesca de arrastre como por las anclas de los barcos que fondean sobre
ellas; la contaminación que a veces enturbia tanto el agua que impide la penetración
de la luz y por tanto que estas plantas no puedan hacer la fotosíntesis. Sin embargo,
en Colombia, con ayuda de reservas como la Biosfera Seaflower, la cual protege
2.006 hectáreas de pastos marinos, se ha logrado prevenir la destrucción de estos
ecosistemas.

Sistemas pelágicos:

Estos ecosistemas se refieren a la


columna de agua que no se
encuentra ubicada sobre la
plataforma o corteza continental,
pero está más cercana a ella. Es el
tramo de agua que no tiene una
profundidad considerable. Estos se
distribuyen en espacios bien
iluminados, que van desde la propia
superficie hasta los 200 metros de
profundidad. Esta capa se conoce
como zona fótica.

La vegetación más común de


estos ecosistemas son los
Sargazos, que forman grandes
praderas de algas flotantes. Entre
los sargazos vive una población
muy heterogénea de animales
que apenas es distinguible,
debido a que toma formas y
coloraciones que imitan con
exactitud sorprendente a estos
vegetales.

Además, los principales tipos de especies que habitan en estas zonas son el necton,
placton y neuston.
Viven también en los mares de algas pelágicas, pequeños cangrejos parduscos de
cuerpo aplanado en forma de hoja; algunos camaroncillos de color rojizo, llamados
quisquillas, y varias babosas de mar, como las escielas y los glaucos adornados de
airosas prolongaciones que les sirven para respirar; el color de su cuerpo es
azulado por encima y blanco por debajo, lo que contribuye a que sean poco visibles
entre las algas.

Cabe destacar que el principal enemigo de todos estos organismos es la pesca


indiscriminada, y los modos inadecuados que utilizan los pescadores, tales como la
dinamita y la electricidad.

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