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EL PROFESOR SUSTITUTO

4 personajes:
 VALENTIN.- 38 años, profesor sustituto. Llega con miedo al
Instituto, pero pronto hace valer su autoridad.
 EZEQUIEL.- 17 años, repetidor, es un mal estudiante que no
teme a ninguna autoridad.
 SOFÍA.- 40 años, profesora más veterana del Instituto.
 DIRECTOR.- 56 años, director del Instituto.
ACTO I
Pasillo del Instituto Félix  Valoir. Las clases están a punto de empezar,
los alumnos ya están en las clases esperando a que cada profesor entre
en el aula. 

Valentín, camina junto con Sofía una profesora compañera de Instituto.


Hasta que se detienen en la puerta de un aula.

SOFÍA: Bueno, pues ya hemos llegado.

VALENTÍN: ¿No era Segundo A?

SOFÍA: Sí, esta es segundo A

VALENTÍN: Ah, vale, pensé que los de segundo estaban en la planta de


arriba.

SOFÍA: Bueno, no te preocupes, tu tranquilo y sobretodo no entres al


trapo con ellos.

VALENTÍN: ¿Son muy rebeldes?

SOFÍA: Son un curso difícil. Pero si te muestras fuerte te los puedes


ganar.

VALENTÍN: ¿Cómo fuerte?

SOFÍA: Sí, que no dudes, que estés muy seguro de ti mismo, cómo


dudes hacen contigo lo que quieras.

VALENTÍN: Joder, me estás poniendo más nervioso, jeje.

SOFÍA: Pues no, tienes que estar muy tranquilo.


VALENTÍN: ¿Tengo que tener cuidado especial con algún alumno?

SOFÍA: No te ha dicho nada Enrique.

Valentín se muestra confuso.

SOFÍA: Enrique el jefe de estudios.

VALENTÍN: No, ¿qué tendría que saber?

SOFÍA: Supongo que a los profesores sustitutos no se os cuenta todo,


Ezequiel, un chaval que ha repetido un par de veces, hoy lo tendrás el
primer día en primera fila y créeme que te la va a jugar.

VALENTÍN: ¿Y por qué tengo que tener especial cuidado?

SOFÍA: Supongo que no te han dicho nada. Entonces mejor que sea así,
tú simplemente vigílalo.

VALENTÍN: Bueno pues tendré cuidado.

SOFÍA: Ya verás cómo pasados cinco minutos todo va bien.

ACTO II
Clase de segundo A, Valentín entra en la clase ante la atenta mirada de
los alumnos. Sentado en primera fila está Ezequiel. Valentín deposita en
su mesa su maletín y saca una lista de su interior.

VALENTIN: Buenos días chicos.

EZEQUIEL (Irónico): Buenos días señor profesor.

VALENTÍN: Será mejor que me presente. Mi nombre es Valentín…

EZEQUIEL: Que valiente.

VALENTÍN: ¿Cómo dices?

EZEQUIEL: Que, qué bonito nombre.

VALENTIN: Gracias. Por donde iba, soy Valentín, profesor titulado


desde hace cinco años, me han llamado para que venga a cubrir la baja
de vuestro profesor Mariano.
EZEQUIEL: Pobrecillo, ese ya no vuelve.

VALENTIN: Esperemos que sí, ¿no?

EZEQUIEL: Sí, sí. Ojalá vuelva.

VALENTIN: Eso.

EZEQUIEL (Susurrando):Con él sí que era fácil copiar.

Valentín mira fijamente a Ezequiel

VALENTIN: Quería que os presentarais, pero ya me queda claro quién


es el gracioso de la clase.

EZEQUIEL: ¿Quién profesor?, ¿quién señor profesor?

VALENTIN: Le preguntamos a la clase o te das ya por aludido.

La mayoría de la clase se ríe ante el último comentario del profesor.


Ezequiel empieza a mirar seriamente hacía atrás para acallar las risas.

EZEQUIEL: Se está usted pasando y no me conoce.

VALENTIN: ¿Qué debería conocer?

EZEQUIEL: Que no me está usted tomando en serio.

VALENTIN: Te tomo en serio como a cualquier compañero, ahora si no


quieres dar tú la clase, déjame hacer mi trabajo y seguir con la clase,
sino por mí, al menos por tus compañeros.

EZEQUIEL: No sabes lo que le paso a Mariano, ¿verdad?

VALENTIN: No, pero seguro que tú me lo vas a contar.

EZEQUIEL: Sólo te digo que él también vino muy chulito y acabo


pidiendo la baja.

VALENTIN: ¿Y después de esta apasionante historia podemos seguir


con la clase?

Valentín se agacha en su mesa para sacar del cajón el borrador de la


pizarra cuando un libro pasa a pocos centímetros de la cabeza de
Valentín impactando en la pared. Valentín sorprendido se incorpora mira
a Ezequiel.

VALENTIN (En un tono severo): Ezequiel sal conmigo.

Ezequiel y Valentín salen de la clase.

ACTO III
Pasillo del Instituto, vacío y en silencio, todos los alumnos se encuentran
en sus clases. Valentín y Ezequiel están fuera de su aula, cerca de la
puerta.

VALENTIN: Escúchame bien, a mí me da igual todas las tonterías que


quieras comentar en mi clase. Doy por hecho que siempre voy a tener
un payaso en ellas.

EZEQUIEL: Un momento, a mí nadie me llama payaso.

VALENTIN: No te estaba llamando payaso.

EZEQUIEL: Cómo que no, si acabo de oírlo perfectamente.

VALENTIN: Déjame hablar, por favor. No te estaba llamando payaso.

EZEQUIEL: ¿Entonces?

VALENTIN: Déjame hablar. A mí me da igual si tienes que decir o hacer


gracietas. Yo tengo tres opciones o te mando al director y a la larga te
acabamos expulsando, o te ignoro y aguanto tus tonterías, o consigo
que te involucres un poco y aprendas algo.

El Director del instituto se acerca a los dos sin que estos adviertan su
presencia

EZEQUIEL: Yo tengo otra opción. Te la lío muy gorda y acabo


consiguiendo que te vayas a tomar por…

DIRECTOR: ¿Cómo dice alumno?

Ezequiel se gira sorprendido. Acompáñeme anda y usted Valentín vuelva


a su clase.

VALENTIN: Disculpe, director es culpa mía.


DIRECTOR: ¿Y cómo es eso?

VALENTIN: Le había pedido al alumno Ezequiel que me acompañara


fuera para que saliera a ver si me había dejado el coche abierto, pero
creo que me he extralimitado.

DIRECTOR: Pero cómo se le ocurre. Que no vuelva a repetirse, no haga


que me arrepienta de haberlo contratado. Vuelvan a su clase
inmediatamente.

EZEQUIEL: Sí señor director

VALENTIN: Ahora mismo.

El director continúa su camino por el pasillo.

VALENTIN: ¿Continuamos la clase?

EZEQUIEL: Sí, estaba usted presentándose, puede continuar.

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