Está en la página 1de 4

Asignatura de religión - Grado Once - Docente: Alexander Fiagá

Tema: La religión y el poder político - Fecha máxima de entrega 7 de agosto de 2020


Logro: Analiza y cuestiona las alianzas y la relación del poder político y la religión
Poder y religión
El poder puede entenderse como la fuerza que mantiene unida a una sociedad, e implica siempre
una fuerte tensión de tendencias opuestas entre sí (facciones, camarillas, partidos...) que, por la
naturaleza del asunto, o son aplastadas o terminan creando otro poder, a veces otra forma de poder.
Sin embargo, el ser humano no tolera el poder nudo, que solo podría ejercerse por el terror. No han
faltado regímenes terroristas, pero por lo común crean situaciones caóticas y duran poco, salvo que
vengan compensados con alguna justificación ideológica intensa. Así, cuando hablamos de la
revolución francesa, el comunismo o el nacionalsocialismo como regímenes de terror, no debemos
olvidar esa justificación ideológica.

Salta así a la vista que el poder, para ser aceptado por la sociedad, precisa de una justificación, una
"legitimidad" procedente de fuera de él mismo. Esa justificación tiene siempre un carácter por así
decir metafísico, religioso por lo común. En todas las sociedades poder y religión han ido
estrechamente unidas, incluso hasta confundirse, como ocurre en el islam. El caso de las iglesias
cristianas, en especial la católica, tiene algunas particularidades: se ha mantenido a lo largo de los
siglos vinculada a poderes diversos, pero guardando al mismo tiempo su independencia, de modo
que el Vaticano constituye un poder espiritual y en buena medida material, a pesar de carecer de
divisiones militares, industrias propias y casi de territorio propio. Los numerosos poderes políticos
surgidos en Europa y América desde el Imperio Romano, han encontrado su justificación o su
principio de legitimidad en las creencias cristianas, mientras que la Iglesia siempre ha mantenido su
independencia de ellas.

Desde hace siglos ha habido una tendencia a eliminar esa justificación y sustituirla por otras. Estas
se han presentado comúnmente como inspiradas en la razón. Por ejemplo, el poder ya no vendría de
Dios, sino "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", en oposición –no forzosa pero sostenida por
muchas corrientes– al origen divino anterior.

http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/poder-y-religion-3856/
La Religión Católica y el poder político en Colombia

Se puede observar no solo una especie de simbiosis entre la monarquía española y la Iglesia
Católica para conseguir sus fines, menoscabando a las comunidades indígenas su idiosincrasia a
través de la violencia, sino también negándoles la posibilidad de darse a conocer ante el mundo y la
imposibilidad de estos de saber la situación llevada entre estas dos instituciones. Como dijo Eduardo
Galeano, “la epopeya de los españoles y los portugueses en América combinó la investigación de la
fe cristiana en la usurpación y el saqueo de las riquezas nativas”, tanto que “la espada y la cruz
marchaban juntas en la conquista y en el despojo colonial”

La interrelación entre el Estado español y la Iglesia llegó hasta tal punto que esta legitimó la
conquista del Nuevo Mundo por medio del “poder divino” otorgado por Dios al papa Alejandro VI para
donar las tierras descubiertas y evangelizar bajo la fe cristiana a los aborígenes considerados
inferiores por sus condiciones sociales, religiosas, culturales y económicas.

Ya en la época republicana, posterior a la independencia, se redactan en 1848 y 1849 los primeros


programas de los partidos Conservador y Liberal que se contra distinguen con relación a la posición
que asumen respecto al papel social y político de la iglesia y a la presencia de los jesuitas en el
campo educativo.

Pero este hecho llevaría a la iglesia a aliarse con el partido Conservador por representar los mismos
intereses socioeconómicos (por ejemplo, los intereses de los terratenientes tradicionales), sino el
resultado concreto de un proceso histórico, complejo y contradictorio, que se evidencia en las luchas
políticas específicas en torno a los gobiernos de Márquez, Mosquera, José Hilario López, y Obando.

Lo que permite inferir que los partidos políticos tradicionales (liberal y conservador) fueron fruto de la
situación fáctica presentada en la primera mitad del siglo XIX respecto al papel de la Iglesia en la
política, la cual se aleja de los postulados promulgados por Ezequiel Rojas fundador del partido
liberal, con base en la candidatura de José Hilario López, quien arguye “quiere el partido liberal que
no se adopte la religión como medio para gobernar” Por su parte, el partido conservador en su primer
programa, elaborado por Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro, expresa como punto
central: “el partido conservador es el que reconoce y sostiene… la moral del cristianismo y sus
doctrinas civilizadoras contra la inmoralidad y las doctrinas corruptoras del materialismo y del
ateísmo.

Por otra parte, se presentaba la facción de los liberales radicales, los cuales propugnaban por una
separación real y efectiva entre estas dos entidades, teniendo como consigna: “una iglesia libre
dentro de un Estado libre”.
Por tal razón, también ocurre una división interna del clero nacional, pues un sector del clero apoya
la moción de que la Iglesia no debe tomar parte en la política del país, sino dedicarse a la instrucción
moral del pueblo, y otro sector, la mayoría, quería ser parte de la política colombiana mediante la
alianza con el partido conservador, como medio por el cual puedan restablecer su posición política,
social y económica.

Los liberales radicales, cuando alcanzaron el poder, se olvidaron del sufragio universal y “No cabe
duda, pues, de que uno de los motivos de la limitación del sufragio fue el de facilitar cierto manipuleo
discreto del proceso electoral, sin tener que recurrir a medidas extremas. O sea que, deshabilitando
en masa a los campesinos analfabetas, tan fácilmente engañados por los curas godos –por ejemplo-
el problema político ya era mucho más sencillo de resolver” (González, 1997a, p. 124).

Para el gobierno del presidente Rafael Núñez se implantó una serie de reformas tendientes a la
centralización del poder, lo cual se vio expresado en la Constitución de 1886, donde la República
colombiana se definió como un Estado confesional. Como muestra de ello en su preámbulo invoca a
Dios como fuente suprema de toda autoridad y establece a la religión católica como religión oficial de
la Nación, la Iglesia católica tenía un poder político con pocas limitaciones en lo que tiene que ver
con el quehacer del Estado. Además, tenía bajo su potestad la educación.

Esto llevó a acentuar la tendencia de “la iglesia a alienarse más decididamente con el partido
Conservador, que a su vez condujo a algunos conservadores a considerarse como defensores y casi
dueños de la institución eclesial, a la que usaban como mecanismo electoral y movilización
partidista”

file:///C:/Users/Jhon%20Alex/Downloads/4769-Texto%20del%20art%C3%ADculo-10873-1-10-20160707.pdf

ACTIVIDAD

1. ¿Puede afirmarse que los poderes político y religioso, han estado vinculados estrechamente?
Argumente su respuesta.

2. Que Puede deducir de las Frases de Eduardo Galeano, “la epopeya de los españoles y los
portugueses en América combinó la investigación de la fe cristiana en la usurpación y el saqueo de
las riquezas nativas”, tanto que “la espada y la cruz marchaban juntas en la conquista y en el
despojo colonial” argumente su respuesta.

3. ¿Como puede explicarse la alianza y que podían ganar tanto la iglesia católica, como los reinos de
Portugal y España, con la colonización de América?

4. ¿Cuál partido político tradicional, ha sido históricamente aliado de la iglesia católica?


5 ¿Cuándo y a través de que mecanismo, se definió como oficial a la religión católica?

6. ¿Cuándo de legitimidad de poder se trata, de qué manera puede la razón contraponerse a los
dogmas de la fe?

7. consulte el significado de Legitimidad, legalidad, legal.

Es obligatorio, para su valoración, escribir lo que esta sub rayado, firmar su trabajo al final o al lado de
cada hoja. (firma legible de su nombre, nada de símbolos o grafías que no se entiendan)

Finalmente es importante (obligatorio) asistir y participar en las reuniones que se programaran para
aclarar las dudas, como para valorar su importante participación llena de aportes, preguntas y
cuestionamientos

También podría gustarte