En sus orígenes el Partido Conservador se caracterizó por su apego a las
tradiciones coloniales, coincidían sus intereses con los del clero. Uno de sus principios ideológicos era la defensa de la religión. Estaba compuesto por un gran núcleo de terratenientes, clase social que no quería se introdujeran modificaciones al sistema de propiedad de la tierra, estaba en contra de la abolición de la esclavitud. Defendían, además, la conservación de las tradiciones, la lengua y los valores heredados de la Colonia y admitían que la religión católica era la orientadora del Estado. Se unieron al Partido Conservador, fuera de las clases dominantes, algunos campesinos e indígenas.
El período que va de 1830 a 1864 se caracteriza porque, dentro de los diferentes
régimenes que imperan, se mantiene el caudillismo y se desarrollan los siguientes subperíodos, la Hegemonía de Páez, La Hegemonía de los Monagas, La Guerra Federal.
La década de 1830 a 1840 fue de cierta bonanza económica, tuvo gran
importancia la sociedad económica de los amigos del país, que se había creado desde 1829, con el fin de orientar la economía, con carácter de institución asesora. Los renglones que dieron mejores ingresos fueron la ganadería, el cultivo de tabaco, los derechos de aduana. A partir de 1840 comienza una crisis económica que modifica paulatinamente el cuadro de bonanza. Baja el precio del café, que es el principal producto de exportación.
El gobierno de Ospina Pérez logró controlar la situación y terminó completo su
mandato en 1950. En las elecciones de 1950 no participó el partido Liberal alegando falta de garantías. Esto facilitó el triunfo del partido Conservador en cabeza de Laureano Gómez, quien continuó y profundizó la política de seguridad de su antecesor ante la violencia partidista, la cual no contemplaba negociar con el Partido Liberal. El Partido Liberal, no sin controversias internas, tomó la decisión de promover guerrillas para oponerse al poder militar del gobierno de Gómez. Además de las guerrillas liberales, que operaban principalmente en los Llanos Orientales, en varias regiones se crearon diferentes tipos de bandas armadas irregulares, tanto por parte de sectores afines al gobierno como por parte de miembros del Partido Comunista, entre otros. Desde la independencia de Colombia, el país no ha estado ajeno a la violencia partidista, lo cual se evidencia en varias guerras civiles que se desarrollaron durante el siglo XIX y culminando en la Guerra de los Mil Días. Entre 1902 y 1948, Colombia gozó de una relativa paz, primero bajo los gobiernos de la hegemonía conservadora y luego con los presidentes reformistas liberales. Sin embargo durante esta época ciertos incidentes de violencia política fueron constantes en diversas regiones. El 9 de abril de 1948, durante el gobierno del conservador Mariano Ospina Pérez, fue asesinado en Bogotá el jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán. Aun cuando el magnicidio no tuvo aparentemente un móvil político partidista, este creó levantamiento popular violento, conocido como el Bogotazo, siendo Bogotá dónde se vieron las reacciones más grandes, pero diferentes grados de violencia se extendieron por gran parte del país.
Se entiende por hegemonía, al predominio o control exclusivo de un grupo sobre
otro. En éste caso se trató de un período de más de cuarenta años donde el partido conservador tuvo el manejo exclusivo del gobierno excluyendo otras posturas políticas. Para ésta época las diferencias entre los partidos políticos se expresaban de forma violenta y representaban hasta cierto punto posturas muy diferenciadas sobre la forma de organización del Estado, sobre el ejercicio de la política y sobre las proyecciones económicas. La hegemonía conservadora se inició después de un período de guerra e impuso un movimiento llamado la “regeneración” donde se gestó la Constitución de 1886.