Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DEL
1. ANTECEDENTES Y DESARROLLO
Para hablar de estrategias de mercadotecnia (digital, política, deportiva) tenemos que
entender su origen, ya que como lo definió Phillip
Kotler, “consiste en un conjunto de principios
para escoger mercados meta, identificar las
necesidades, desarrollar productos y servicios
que satisfagan esas necesidades”.
Si podemos darle un buen antecedente a la
mercadotecnia tiene que ser 1450, cuando el
alemán Johannes Gutenberg inventó la imprenta,
la cual permitió la difusión masiva de textos
impresos por primera vez en la historia.
La tercera década del siglo XVIII trajo consigo el surgimiento de las primeras revistas
como medios de comunicación (1730) y una nueva forma de anunciar y compartir
información entre la sociedad.
Luego de la Revolución Industrial se producían productos que eran consumidos de
inmediato, la manufactura determinaba las características de los productos., por lo que
no era necesario comercializar para vender. El consumidor no tenía tiempo de
seleccionar ni forma, ni color, tomaba cualquier cosa. Pero no fue sino desde 1800 hasta
el año de 1920 que las empresas en Europa y Estados Unidos mostraron una producción
orientada al consumidor.
“La mayoría de las compañías exitosas deben sus logros a la práctica de una orientación
minuciosa hacia el consumidor”, señala Kotler en su libro Mercadotecnia. Durante el
siglo XIX la demanda superaba la oferta, también se creía que los consumidores
preferían productos que estaban disponibles y eran sustentables, y que por tanto la
gerencia debería concentrarse en mejorar la eficiencia de la producción y la distribución.
Los años de 1920 dotaron a la industria con la capacidad para crear y desarrollar
productos, que luego trataban de introducirse en el mercado. Muchos de esos productos
no tuvieron éxito, otros sólo fueron momentáneos.
La Universidad de Harvard en especial comenzó a estudiar la manera de consumir para
asegurar el éxito de cualquier actividad comercial.
Antes de año de 1950 se dio un nuevo concepto el cual era vender que consideraba que
los consumidores no compraran una cantidad suficiente de los productos de la
organización si esta no realiza una labor de ventas y promoción a gran escala.
El concepto que dio origen al mercadeo o marketing (en 1950 por Teodore Levitt), fue el
de orientar los productos al grupo de compradores (mercado meta) que los iba a
consumir o usar. Junto con ello se dirige los esfuerzos de promoción a las masas (mas
marketing) por medio de los medios masivos que comienzan a aparecer (cine, radio,
televisión).
Y de aquí surge el concepto de marketing que dice que el logro de las metas de la
organización depende de determinar las necesidades y deseos de los mercados metas y
proporcionar las satisfacciones deseadas de forma más eficaz y eficiente que la de los
competidores.
En el nuevo siglo el concepto de marketing se ha dividido en otras teorías como lo es
Benchmarking, marketing social, marketing global, la comunicación de marketing
integrado y el merchandising.
2. UTILIDAD E IMPORTANCIA
Las utilidades de marketing de negocios son los elementos necesarios para un
intercambio o compra que tendrá lugar entre tu empresa y tus clientes empresariales. La
utilidad se refiere al valor o al beneficio que un cliente recibe del intercambio, de
acuerdo con la Universidad de Delaware. Hay cuatro tipos de utilidad: forma, lugar,
tiempo y posesión; en conjunto, ayudan a crear la satisfacción del cliente.
Forma
La forma se refiere al producto o servicio que ofreces a tus clientes. Tu equipo de
marketing lleva a cabo la investigación sobre las necesidades del cliente para desarrollar
una especificación para un producto o servicio. Tu equipo de desarrollo de producto,
entonces puede desarrollar un producto o servicio que satisfaga las necesidades del
cliente y les proporciona beneficios empresariales importantes, como la reducción de
costos, mejora de la productividad, mayor facilidad de instalación o fuerte ventaja
competitiva. Tu equipo de marketing está creando utilidad mediante la transformación
de las necesidades del cliente en el producto o los servicios que ofrecen un valor
añadido.
Lugar
La utilidad de lugar se refiere a la disponibilidad de un producto o servicio en un
lugar que sea conveniente para tus clientes. En la comercialización del negocio, el
lugar puede referirse a la conveniencia de tus canales de distribución u
operaciones de venta directa. Al mejorar la utilidad de lugar, estás asegurando
que tus clientes encuentran que es conveniente comprar tu producto. Si
comercializas servicios, puedes mejorar la utilidad para tus clientes mediante el
desarrollo de auto-servicio en tu sitio web, por
ejemplo. Los clientes pueden encontrar
respuestas a simples problemas técnicos o
publicar preguntas en un foro en el que tu
equipo u otros clientes pueden dar respuestas.
Tiempo
Al centrarte en la utilidad de tiempo, puedes asegurarte de que los productos y
servicios están disponibles cuando los clientes los necesitan. La logística
desempeña un papel importante en la mejora de la utilidad de tiempo. Mediante
el desarrollo de una cadena de suministro eficiente, puedes asegurarte de que los
productos se entreguen a tiempo. La entrega tardía podría afectar la
productividad de tus clientes y la propia eficiencia si tu empresa es parte de su
cadena de suministro. En el marketing
de servicios, puedes ofrecer servicios
públicos, ofreciendo servicio y soporte
las 24 horas del día, siete días a la
semana. Ese tipo de servicio aportaría
un valor añadido real si reduce el
tiempo de inactividad de los clientes.
Posesión
La utilidad de posesión le da a tus clientes la propiedad de un producto o servicio,
permitiéndoles obtener beneficios en su propio negocio. Si provees a los clientes
con un componente de alto rendimiento, por ejemplo, los clientes pueden usar
ese componente para mejorar el
rendimiento de su propio producto. La
posesión les ha dado un gran beneficio.
Puedes mejorar el valor de la posesión
ofreciendo a los clientes empresariales las
opciones de financiación, por ejemplo
mediante el arrendamiento de productos
en lugar de una compra directa.
3. MALAS PRÁCTICAS
Las malas prácticas del marketing son:
Si el producto es bueno se vende solo.
Tenemos un producto rompedor, un diseño novedoso y una funcionalidad única. Con
esto, ¿quién no va a querer comprarlo?
El punto básico es realizar una comunicación apropiada del producto con el cliente, y
este es el error que se cometen en la mayoría de los casos, por falta de formación, no
basta con saber hacer el producto, también tienes que saber venderlo. Un caso
concreto, es cuando el cliente no conoce un artículo y no sabe para qué sirve, por lo que
existen muy pocas posibilidades de que lo acepte.
Mal plan de marketing.
Hay que ajustar el plan de marketing a las necesidades del negocio y al mercado. La
falta de planificación se materializa en errores importantes en el momento de tomar
decisiones, como, por ejemplo, hacer un mal catálogo, que transmita la sensación
contraria a la deseada o inequívoca de lo que se oferta, lo cual generara una huida
estrepitosa de clientes. Unos puntos muy sencillos, son tener muy claro a quién te
diriges, qué quieres conseguir y hasta dónde quieres llegar.
Errores de distribución.
La mala distribución de un nuevo producto puede hacernos perder una buena
oportunidad de negocio. La planificación es casi la única herramienta que tenemos para
evitar que una gran superficie lance un producto similar al nuestro y nos deje fuera del
mercado. Por lo que si tienes un producto rompedor, y pasas de forma rápida de 10 a
500 clientes, que no puedes atender, lo más probable es que lleguen nuevos
competidores que aprovechen esa demanda que has creado tú con tu producto.
Producto inadecuado.
El riesgo de lanzar un producto inadecuado para un mercado concreto es algo que casi
siempre se asume por la oportunidad que puede suponer entrar en un mercado virgen.
La característica de exclusividad puede ser la clave del éxito en un producto, pero
depende de al mercado al que nos dirigimos puede suponer encontrarnos con algún
tipo de limitación, que tu formato de tiendas o productos no se adapte a todos los
mercados. Por eso es importante aprender del error y reconocer que nuestro producto
o formato no funciona en todas las ciudades.
Mal atención al cliente.
Una buena relación con los clientes suele ser la principal ventaja competitiva de las
pymes. Sin embargo, en este área los pequeños empresarios pueden cometer errores
por falta de recursos para invertir en un buen servicio posventa, un call center para
gestionar las quejas… Este error ha sido clave sobre todo en la caída de muchos
comercios electrónicos.
Por ejemplo, si tienes un negocio de
venta por teléfono, la clave es el buen
servicio al cliente. No puedes fallar en eso
porque este tipo de empresas funcionan
mucho por la boca-oreja. Por lo que, si
dejas a un cliente insatisfecho no vuelve a
llamar. La buena comunicación con el
cliente se hace clave.
4. RESPONSABILIDAD SOCIAL
El desarrollo sostenible ha demostrado que la destrucción del patrimonio natural de las naciones
no es provechosa, ni mejora su competitividad, sino todo lo contrario. Y la RSC de las empresas
es una de las claves del desarrollo sostenible. Pero aunque estos planteamientos se suelen
reducir a temas de infraestructura y medio ambiente, los criterios de sostenibilidad y RSC deben
contribuir también a mejorar el desarrollo y la dignidad de los seres humanos.
Afortunadamente las cosas están cambiando. Las razones de esta mejora son básicamente tres:
la presión de los clientes, la madurez de las empresas y el notable aumento de la competencia.
Esto ha obligado a empresarios y directivos a entender que el marketing tiene un componente
cada día más importante de
sostenibilidad y responsabilidad
social.
Por un lado, los «clientes» son
cada vez más sofisticados. El nivel
de información crece rápidamente
y aunque la subjetividad sigue
siendo clave en su toma de
decisiones, el componente racional influye más de lo que muchos creen. Por otro lado, los
fracasos consecuencia de actitudes desaprensivas de algunos responsables de marketing les han
hecho entender que la búsqueda de ventajas efímeras se convierten normalmente en fracasos
estrepitosos. Aunque como en todos los órdenes de la vida, en marketing siempre ha habido más
gente seria y responsable que de la otra.
Finalmente las ofertas se han multiplicado. Por eso hoy «lo peor para una mala oferta es un buen
plan de marketing». Precisamente el marketing da a conocer lo que se ofrece y si es malo, el
cliente potencial «compra» a otro proveedor.
La situación ha mejorado notablemente para los clientes. Son ellos quienes eligen, dominan la
situación y obligan a quienes ofrecen a esforzarse por hacer las cosas cada día mejor.
Los que han logrado un éxito empresarial sólido y duradero han sido quienes han entendido y
han asumido un principio que la gente seria recomienda cuando se habla de negocios, el
esquema «gana-gana».
Y son los productos y las empresas que han tenido en cuenta su responsabilidad social como
componente de su estrategia empresarial las que verdaderamente han triunfado. Un esquema
que a nivel empresarial individual podríamos llamar de «desarrollo comercial sostenible».
El marketing, a través de sus herramientas, en especial la publicidad, posee una poderosa fuerza
de persuasión que puede llegar a modelar actitudes y comportamientos. Por tanto su
responsabilidad social es muy clara y toda su capacidad para contribuir al auténtico y completo
desarrollo de las personas puede fomentar la mejora del bienestar de todos los miembros de la
sociedad. Tiene pues una gran responsabilidad social; mejor dicho, quienes lo aplican la tienen.
Cuando se ofrece algo a sus clientes actuales y potenciales se debe hacer con criterios de
sostenibilidad y bien común. Los productos o servicios deberían tener el mérito comercial
suficiente; ofrecer un beneficio claro y útil a quienes se interesaran por ellos. Es lamentable ver
como los mensajes, es decir, la publicidad, se basan en conceptos frívolos y, muchas veces, no
éticos, incluso inmorales.
En esto las agencias de publicidad más preocupadas en el éxito del proceso que en el suceso
tienen mucho que cambiar. Los mensajes enviados a los «clientes» por cualquiera que sea el
medio deben naturalmente transmitir información veraz sobre esos productos para que los
«clientes potenciales» se interesen por ellos, y deben transmitir una imagen lo más cercana
posible a la realidad. Aunque para distinguirse de otros competidores hagan énfasis en aquellos
aspectos más positivos y traten de poner en evidencia los negativos de los competidores. Pero
competir, rivalizar, debe hacerse con normas éticas y estéticas, lo que en deporte se entiende
por fair play.
Así pues cabe esperar que el marketing juegue el papel que le corresponde, y quienes tienen la
capacidad de utilizarlo se conciencien y asuman sus obligaciones en la medida que les
corresponde con perspectiva de sostenibilidad y responsabilidad corporativa.