Los derivados financieros son un instrumento financiero cuyo valor depende
directamente del valor de otro activo. El valor de cotización de los derivados financieros en finanzas se basa en el valor de otro activo denominado derivado adyacente.
Estos productos financieros suelen actuar en la bolsa de valores, aunque no tienen la
obligación de hacerlo. Existen gran cantidad de ejemplos de derivados financieros, como acciones, renta fija, renta variable, bonos o tipos de interés.
Unas de las características de los derivados financieros es que pueden operar en
mercados privados, aunque como ya hemos dicho, suelen estar presentes en los mercados bursátiles. A pesar de ello, pueden estar ligados a productos no económicos, como por ejemplo materias primas como el trigo.
Las características generales de los derivados financieros son las siguientes:
- Su valor cambia en respuesta a los cambios de precio del activo subyacente. Existen
derivados sobre productos agrícolas y ganaderos, metales, productos energéticos, divisas, acciones, índices bursátiles, tipos de interés, etc. - Se liquidará en una fecha futura. - Pueden cotizarse en mercados organizados (como las bolsas) o extrabursátiles ("OTC")