Está en la página 1de 2

Nacido en 1872 en Down Ampney, Gloucestershire, fue el hijo menor del pastor anglicano Arthur

Vaughan Williams, el cual murió repentinamente cuando Ralph tenía apenas dos años de edad,
por lo que su madre, Margaret Wedgwood (1843-1897), volvió con sus hijos al hogar familiar de
Leith Hill Place, en la región de Surrey. Margaret procedía de una familia acomodada,
emparentada con los Darwin, pues era hija de Caroline Sarah Darwin, hermana de Charles Darwin.
Ralph estudió música e historia en la Universidad de Cambridge y posteriormente en Berlín con
Max Bruch y en París con Maurice Ravel, lo cual dio a su orquestación lo que él definió como «un
toque de lustre francés».

Fue nombrado profesor en el Royal College of Music (RCM) en 1919 y recibió un año después el
nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford, llegando a convertirse
en el Director del Bach Choir y consiguiendo en los años veinte que su música fuese divulgada en
todo el continente europeo.

Contrajo matrimonio con Adeline Fisher en 1897. Pocos años después de la boda, a Adeline se le
diagnosticó una artritis progresiva, que acabó confinándola en una silla de ruedas. Fallecida su
primera esposa en 1951, se casó con su asistente personal, Ursula Wood, en 1953. Ambos llevaban
manteniendo una relación sentimental desde 1938, cuando se conocieron, al parecer con el
consentimiento de la propia Adeline.1

Vaughan Williams falleció en Londres en 1958 a los 85 años de edad, siendo enterrado en la
Abadía de Westminster, cerca de las tumbas de otros compositores ingleses, Herbert Howells y
Charles Villiers Stanford.

Aunque sus primeros trabajos, como Las avispas (música incidental para teatro) o su primera
sinfonía, la Sinfonía Marina, basada en textos de Walt Whitman, pecan de cierto academicismo
con claras influencias de compositores como Hubert Parry y Charles Villiers Stanford, ya contienen
las bases armónicas y el germen de sus obras más famosas, así como su interés por la música
tradicional de Inglaterra.

Su salto a la fama se produjo en 1910 con la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis. En esta
obra, compuesta para cuarteto y doble orquesta de cuerda, que responde en líneas generales a
una forma de tema principal con variaciones, desarrolla un tema del compositor inglés
renacentista Thomas Tallis. El desarrollo de la pieza se conduce explorando las distintas
posibilidades armónicas de la melodía original. Esta pieza fue utilizada como banda sonora de las
películas Remando al viento (Gonzalo Suárez, 1988) y Master and Commander (Peter Weir, 2003).
La música de Vaughan Williams suele describirse como típicamente inglesa, generalmente en el
mismo grupo de compositores como Gustav Holst, Frederick Delius, George Butterworth, William
Walton y otros. También es notable la influencia de la sonoridad musical de Maurice Ravel, quien
fue maestro suyo en París durante un breve periodo en 1908.

Según el escritor Peter Ackroyd:

Si el ser típicamente inglés en música puede ser encerrado en palabras de alguna manera, estas
podrían ser: ostensiblemente familiar y común, aunque profunda y mística al tiempo que lírica,
melódica, melancólica y nostálgica, aunque eterna.2

Por su parte, el crítico inglés Fuller Maitland describió el estilo de Vaughan Williams como: «nunca
se está muy seguro de estar escuchando algo muy antiguo o muy nuevo».[cita requerida]

La música de Vaughan Williams muestra una considerable fascinación por las melodías populares e
himnos religiosos. A partir de 1903, Vaughan Williams comenzó a recoger canciones populares
inglesas y llegó a recopilar más de 800, editando varios volúmenes. Esta actividad, iniciada con un
mero espíritu etnográfico, consiguió imprimir un fuerte carácter al resto de su música, como
habían hecho compositores de otros países europeos como Béla Bártok o Leoš Janáček). También
son características de su música las referencias al paisaje inglés y a sus poblaciones, tanto urbanas
como rurales.

Aunque Vaughan Williams se definía como agnóstico, tenía cierta inclinación por el misticismo al
igual que su gran amigo Gustav Holst. Ésta es otra de las influencias musicales que le permitieron
desarrollar un lenguaje personal (sobre todo armónico), que se refleja en todas sus obras aunque
en mayor medida en su extensa producción vocal y coral, de la que cabe mencionar su Misa en Sol
menor o la cantata Dona Nobis Pacem. En el ámbito puramente orquestal destacan su ciclo de
nueve sinfonías.

También podría gustarte