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NOVENO ARTÍCULO

EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA: LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS

¿Qué nos enseña? El noveno artículo del Credo nos enseña que Jesucristo fundó en la tierra una sociedad
visible, que se llama Iglesia Católica, y que todos los que forman parte de esta Iglesia están en comunión entre
sí.

Ahora, algunos se pueden preguntar: ¿Por qué en ese orden? ¿Por qué este artículo viene justo después del
artículo del Espíritu Santo? La razón es sencilla. Es para indicar que toda la santidad de la misma Iglesia se
deriva del Espíritu Santo, que es el autor de toda santidad.

Ahora bien, ¿qué significa Iglesia? Significa convocación o congregación de muchas personas. Por lo tanto,
cada cristiano es un miembro de esta Iglesia. Pero si significa “convocación”, entonces, ¿quién nos ha
convocado? Dios es quien nos ha convocado por una gracia particular, y nos ha llamado a la Iglesia de
Jesucristo, para que con la luz de la fe y la observancia de la divina ley, le demos el debido culto y lleguemos a
la vida eterna.

Ahora, cuando decimos “nos ha convocado”, hablamos de más personas a parte de nosotros. ¿Quiénes son
todas estas personas que congregan la Iglesia? Hemos dicho que todos los cristianos, ¿pero a quién
considera el Catecismo verdadero cristiano? Dice el Catecismo: verdadero cristiano es el que está bautizado,
cree y profesa la doctrina cristiana, participa de los mismos Sacramentos, reconoce al Papa y obedece a los
legítimos Pastores de la Iglesia.

Luego, podemos preguntarnos: ¿dónde se hallan los miembros de la Iglesia? Algunos se hallan en el cielo, y
forman la Iglesia triunfante. Otro se hallan en el purgatorio, y forman la Iglesia purgante o paciente. Y, los
demás se hallan en la tierra, que forman la Iglesia militante. Pero todas estas partes constituyen una misma
Iglesia, es decir, un solo cuerpo, porque tienen una misma cabeza que es Jesucristo; un mismo espíritu, que les
anima y une entre sí; y un mismo fin, que es la bienaventuranza eterna, la cual, unos miembros ya gozan y
otros la aguardan.

Dicho esto, entonces, ¿qué es la Iglesia Católica? La Iglesia Católica es la sociedad o congregación de todos los
bautizados que, viviendo en la tierra, profesan la misma fe y ley de Cristo, participan en los mismos
Sacramentos y obedecen a los legítimos Pastores, principalmente al Romano Pontífice.

¿Quiénes son los legítimos Pastores de la Iglesia? Son el Romano Pontífice, o sea, el Papa, que es el Pastor
universal; los Obispos y los sacerdotes, especialmente el párroco.

Ahora, esta Iglesia se distingue de cualquier otra secta fundada por hombres, por 5 puntos:

1. Es Una: Porque una sola es la Verdad, y una sola Iglesia puede ser la verdadera. Además, porque sus
hijos, de cualquier tiempo y lugar, están unidos entre sí en una misma fe, un mismo culto, una misma
ley y participan de los sacramentos bajo una misma cabeza visible, que es el Romano Pontífice. De esto
habla Cant 6, 8: “Una sola es mi paloma, una sola mi perfecta”.

2. Es Santa: Porque santa es su cabeza invisible, que es Jesucristo, santos son muchos de sus
miembros, santas son su, su ley, sus sacramentos, y fuera de ella no hay ni puede haber verdadera
santidad. Así que aquí cabe mencionar un dogma de fe, que dice “Extra ecclesiam nulla salus”, que
quiere decir, “Fuera de la Iglesia no hay salvación”. No nos detendremos a hablar sobre este dogma,
porque lo veremos más adelante, pero cabe poner un ejemplo: Así como nadie pudo salvarse del
diluvio fuera del Arca de Noé, nadie puede salvarse fuera de esta Iglesia, que es figura del Arca de Noé.

3. Es Católica: Que quiere decir universal. Porque abraza a los fieles de todos los tiempos y lugares, de
toda edad y condición, y además, todos los hombres del mundo son llamados a formar parte de ella.
4. Es Apostólica: Porque se remonta sin interrupción hasta los Apóstoles; y porque cree y enseña todo
lo que ellos creyeron y enseñaron, y porque es guiada y gobernada por los Pastores que son sucesores
legítimos de los Apóstoles mediante imposición de manos.

5. Es Romana: Porque los cuatro caracteres de unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad se hallan
sólo en la Iglesia que reconoce por cabeza al Obispo de Roma, sucesor de San Pedro.

Por último, cabe decir quiénes no forman parte de la Iglesia. La Iglesia enseña que quienes no forman parte
de la Iglesia son los condenados en la otra vida y, los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los
cismáticos y los excomulgados.

¿Quiénes son los infieles? Los que no tienen Bautismo Trinitario, ni creen en Jesucristo. O los que creen y
adoran falsas divinidades como los idólatras. O los que, aun admitiendo al único verdadero Dios, no creen en
Cristo Mesías, ni como venido ya en la persona de Jesucristo ni como que ha de venir. Por ejemplo: los
mahometanos.

¿Quiénes son los judíos? Son los que profesan la ley de Moisés, pero no han recibido el Bautismo Trinitario, ni
creen en Jesucristo.

¿Quiénes son los herejes? Son los bautizados que se rehúsan a creer alguna verdad revelada por Dios y
enseñada como verdad de fe por la Iglesia Católica. Por ejemplo: los arrianos, los nestorianos y varias sectas
protestantes.

¿Quiénes son los apóstatas? Son los que abjuran, o sea, niegan con un acto externo la fe católica que antes
profesaban.

¿Quiénes son los cismáticos? Son los cristianos que, sin negar explícitamente ningún dogma de fe, se separan
voluntariamente de la Iglesia de Jesucristo, es decir, de sus legítimos Pastores.

¿Quiénes son los excomulgados? Son aquellos bautizados que por faltas gravísimas son castigados por el Papa
o por el Obispo con la pena de excomunión, que los vuelve indignos y los separa del cuerpo de la Iglesia.

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