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Las casas del minuto de Dios fue como llamaron las casas de la cuadra entre
cándida y el templo mormón, frente al Club del Comercio, llamada
Urbanización San José.
Sixto Mejía y Julia Jaramillo eran dueños de la casa de la antigua Parma Pizza
El Ing Pablo Ramírez y Lucila Barrera viven al frente de la casa de los Ramírez
Villegas, en La Ruana
Casa Real blanca (Sumo) enseguida del Prometeo fue de Amanda Jaramillo y
Rogelio Vélez.
Los entierros lujosos eran por carrozas tiradas por dos percherones.
-En esos tiempos la gente se guiaba por el almanaque Bristol, vendían el maíz
y el arroz por puchas, el salchichón curado.
La emisora era La voz del café, en Manizales Ondas del nevado en 1952
Árbol genealógico Juan María Marulanda-Dolores Botero
Roberto
Carmen Rosa Alfonso Jaramillo Gutiérrez___Dionisia
Isabel (se casó con un Ángel)
Bernal
Gregorio
Camila
Olga Vélez--Alfonso
Julio Plazas--Rubi
Manuel Uribe--Eucaris
Fabiola
Olga
Libia
Adelaida
Hernando
Rogelio Vélez-Amanda
Débora Jaramillo Isaac Ramírez
(hermana de Alfonso Gutiérrez)
-Sombra intrusa
-Conjunción de miradas
-Si la tenés que cuidar tanto es porque todavía no es tu mujer (Facundo
Cabral)
-No pierdo tiempo en cuidarme, la vida es bello peligro (Facundo Cabral)
-Purulento
-Patricio, hidalgo, preclaro
-Tu verdugo se llamará tiempo
-Como un mazo aplastando las entrañas
-El río hirviente de lamentos y remordimientos
-La aurora se impuso con el anuncio de un dolor.
-Efluvio de mostaza emanando de puesto de comida callejero
-Nada tan equitativo e igualitario como la muerte
-El mismo eco de virtud poética con que su admirador secreto la engalanaba
(colocarlo cuando ella lee la carta de Braulio)
-En la montaña que yace fresca bajo las caricias del impetuoso viento de la
noche (ponerlo cuando ella salió ofendida de la finca cuando él le reprochó)
-como el perfume de un ramo de azucenas silvestres que evocan el origen del
Edén
-Un hondo acento de reproche
-Serpentean los cabellos azabaches
-si la naturaleza que reclamaba
-Todo era un sucedáneo que calmó el miedo
-La muerte también es una salida. La mejor y la peor de todas
-Escarbar con la mirada en el secreto
-Amarrándola con el hilo envolvente del misterio
-En el esplendor del fuego
-difuminando
-Oyendo correr el río y el chasquido de las cañas secas.
-“Dilatar el espacio de la vida” J. Saramago
-Tierra pródiga y generosa
-Pensamientos confundidos en una angustia palpitante
-Como la luz resbalando sobre el mármol
-La sustancia misma de su ser se vertió sobre aquello que descubría con
recelo (ponerla al momento de descubrir la carta de Braulio)
-Con la palidez pura de una porcelana
-Las gotas crepitaban sobre las hojas
-Fiebre de felicidad
-Penetrando en el azul
-Cumbres llenas de inmensidad
-Exhalando el perfume de savia de su piel andina
-Alma campesina
-Sensación de pérdida en la niebla
-Tirar baño en La Curva
-Rosales y medreselvas
-Sintió la suavidad viva de un noble sentimiento
-la bruma nebulosa de una visión
-Calculada expresión de lástima
-El silencio como forma suprema de complicidad
-Ahondar en el imaginario
-Portador de la nostalgia
-Metido en la espesura de su memoria
-Símbolos que llevan el sentido esencial
-Unos besos con sabor a piña
-Piel de dulce de guayaba
-incertidumbre del pueblerino
-acervo de recursos orales bastante escaso y rudimentario
-velas en forma de vírgenes, soles de colores cítricos, ninfas de yeso
-El desvelo del río que nunca se sosiega
-Invocar los recuerdos cuando no se pueden hacer realidad los deseos
-Como la felicidad de hallar un durazno maduro en la rama más baja del árbol
-Su mente viendo los terrenos de la siembra, el camino a un pueblo de
casitas y casonas, de voces cotidianas y de músicas festivas (cuando ella se va
por la noche de la finca)
-Conservando la humildad discreta del charco fatigado que se instaló al lado
del cauce del río fragoroso.
-Persistió en preguntarla como si al preguntar por ella se estuviera
preguntando por él mismo, deseoso de encontrarse.
-El destino previsible del péndulo
-Seguían en su interior repitiéndose las voces, las imágenes: insulsa cosecha
del pasado.
-Expresión insondable
-Urdimbre
-Culebras amazónicas
-Somatizando las enfermedades que se inventa el curandero
-Mestizaje típico de la raza de colonizadores
-Mezcla caliente que bebía acunando el pocillo con las dos manos
-Licor de arroz, infusión de hierbas aromáticas
-Palpitante muestra de desprecio
-Sueño con sobresaltos
-Cubierta apenas por el tinte canela del vestido de su piel
-leve gravidez
-Quedó marcado con hierro candente en la memoria
-El silencio de los objetos y las cosas que hacen gala de voz propia, que tienen
su propia elocuencia, sobre todo si pertenecen a los seres queridos que
anduvieron en el pasado.
-El ojo que juzga es el que más atormenta
-Lapidario
-Mesiánico
-Siempre llevó su negra cabellera suelta a la espalda, cayendo en cascada
torrencial y desafiante.
-Se dejó crecer el bigote por la época en que estrenaron las películas
mexicanas en el Teatro Victoria hasta que ella le hizo ver que aquellos pelos
sin gracia producían unas cosquillas de animal espeluznante. (ponerlo como
monólogo de Margot)
-Derramar soplos de vida
-tos cavernosa
-el aguijón del miedo
-Pupilas hundidas y fatigadas
-Laberintos abiertos en la tierra
-Tinieblas impenetrables
-Acariciándose con el agua de la quebrada
-Ojos vivos de cervatillo
-Piel tensa como cuero de tambor africano
-Raptando la belleza con sólo mirarla
-Algarabía de roces y secretos entendimientos
-Palpitaciones volcánicas
-Tendría que volverlo a contar para que en las palabras ese suceso vagaroso
se le fuera haciendo material.
-En momentos se acordaba que ella existía pese a su circunstancia, y
entonces retomaba…
-simiente sembrada
-Mosaico de voces, recuerdos, sabores amargos
-Todas las combinaciones imaginables de lucha
-Empeñados en una búsqueda que brilló por la indiferencia
-Empecinado en un combate instintivo contra la muerte
-Ella contando con el tentador recurso de su belleza y yo apenas armado de
mi devastador poder de seducción- era un equilibrio en la balanza que
alguien tendría que romper a su favor.
-Sigue siendo el mismo hombre ensimismado
-Lo absurdo que hace parte de lo habitual
En aquella época descargaban los camiones con tercios de plátano, las
legumbres, costalaos de guayaba y naranja ombligona, y yo puras yerbas pa’
remedios (usarla cuando Braulio habla sobre la plaza)
-Ese día en Matecaña pusieron kioscos con empanadas fritas, papas
chorriadas, venta de cerveza, y fritanga.
-En el lago colocaron unos burritos para los niños y hasta una rueda de
Chicago en la que se montaban las parejas que aprovechaban la subida para
el besuqueo, a donde no llegaba la vista de las suegras cegadas por la chispa
vespertina. (Usarla para describir los domingos de caminatas)
-¿quién no se enloquecía con esos mambos prohibidos de Pérez Prado?
-Rumbaba el sancocho de gallina saraviada con mazorca y cuando en
diciembre sacrificaban marrano les dejaban la morcilla pa’ la arepa y la
trompa pa’ los frijoles verdes (usar en monólogo de Braulio rememorando la
hacienda).
-El teatro era de un solo proyector y había que prender la luz para cambiar el
rollo. Fue en el cambio del rollo cuando vimos al tipo tieso en la silla.
-Se tomaba aguardiente en los corredores
-Experiencia vital
-carácter inexorable
-la felicidad delimitada por el poder terrenal de no tener que obedecer a nad
-El estado de conciencia colectiva se rebelaba contra la dictadura
-lenta ansiedad de lava ardiente que va erosionando la tierra que pisa.
-Las mujeres, el poder, la sabiduría, todos caminos para llegar a los más
oscuros secretos del alma humana
-Corazón desolado
-Es perfecto sólo en la memoria y un completo extraño en la intimidad de la
habitación.
-La síntesis de mi vida es una suma de malas decisiones nacidas de la
incertidumbre.
-Sortilegio del lenguaje
-el armazón inconsciente de los recuerdos
-El frío casto de la montaña
-Admirar la carnadura de la remota felicidad de que ya es un vetusto
recuerdo.
-Si no fuera por la nostalgia del pasado no podría salvar el instante de la
ausencia. No podría afirmarse en el sentimiento anclado que todavía habita
en algún otro órgano diferente al corazón.
-Cada escritura suya es un milagro que me revive sin saber para qué.
-(Lugares comunes: tristeza infinita, idilio amoroso, hondo pesar)
-“Donde huele a mierda huele a ser”, Antonin Artaud
-Elegíaco
-Obsedante
-Nahualismo
-recóndito
-Subterfugio
-afinar el camino
-landa (llanura, páramo, meseta)
-Abrumando de infamias
-Perpetuar la dinastía del poder
-extravío carnal
-estertor monstruoso
-apetito carnal
-efluvio deleitoso
-Emoción tormentosa
-azul cobalto del cielo
-Rutina apabullante
-corroe el ánimo
-Preñado de un sentido profundo
-Pulsión animal
-sonrisa jovial
-Voz gutural
-oficio gris
-Atmósfera etérea
-manto impenetrable de la vegetación
-Estrellas brotando
-Llevando en las notas de la flauta los mensajes entre los espíritus de la selva.
-carácter sagrado, carácter temible
-entrañas de la tierra
-intrincados pasajes
-cuerpo como campo de batallas
- indecible
-Cruel ausencia
-Rumor de oleaje
-Sensaciones imposibles de expresar
-Vívida
-Vahído
-Misterioso resplandor
-Leve agitación
-Delirante búsqueda
-Vago recuerdo de una tormenta
-Desdeñoso
-Fantasmagoría
-Espantosa entidad
-El sol saliendo a hacer su monólogo
-El canto futuro del gallo que todavía es embrión en el huevo
-Como la complicidad entre el gato y el tejado
-Como la ciudad que respira odio y expira muerte
-Certeza de la finitud
-El centro de su desasosiego
-belleza lenta
Naturaleza, campo, paisaje abierto, flora y fauna, árboles, ramas
-Tejer la enea para hacer colchones
-Jícara al hombre
-Garrotillo en el hombro
-Salvia para el reumatismo
-Lengua de venado para las picaduras de serpiente
-Ramas de escobadura para barrer la tierra
-imperial pa’l ganado
-Mula rucia, briosa
-Dormir en la tolda
-Chinchorro
-Aceite de higuerilla para las quemaduras
-Enjalma de la mula
-Palo de Gualanday
-Mujeres con bateas
Fincas La Honda y Quimbaya
-Fanegadas de tierra para pastoreo
-Alforza
-Agua de azahar
-quinina
-Purgas de jalea y calomel para la fiebre
-Cascarilla de Rubiarbo
-Cerro de la Badea
-Yarumo
-Bajo la fronda (cuando Juan Crisóstomo ve cuando a Braulio lo capturan)
-Palo de araucaria
-Toronjos, naranjales, limoneros, pomares, nísperos, guamos
-Apretó la cincha a la enjalma (cuando Braulio se monta en la yegua del
patrón)
-ruda
-Ramas de romero
-Fronda impenetrable (cuando Braulio se va a buscar a Teresa Pizano)
-Azaleas
-Los arrayanes con sus ramas cimbreándose en un vaivén impío lo señalaba,
lo delataba.
-Higuerones frondosos
-Dulce armonía de canto turpialino
-El rumor del río ascendía hasta las crestas de la montaña impertérrita
acallaba cualquier voz de advertencia.
-Azucenas, lirios, claveles, campanillas moradas
-Corpulento naranjo ostentando sus frutos
-Estanque de canteras
-Arreboles y guayabas adornaban el sendero
-Guaduales irrespetados por el hacha de los arrieros que se alistan para la
venganza.
-Oropéndolas bulliciosas
-Soledades de bosques silenciosos
-Las copas de los yarumos inalcanzables, fútiles
-Haciendo talanquera, barbeando los becerros
-Unciones de yerbabuena
-A la sombra de un guásimo
-Hojarasca acolchonada que invita a la placidez
-Garzones blancos que pescaban las sardinas con habilidad metódica
-Ramajes enlazados
-Anunciando la aurora con el canto del titiribí
-Como las tinieblas rasgadas y apaciguadas por el sol
-A golpes de tiple y hacha
-descerrajando troncos
-Palmichas, chontos, cafetos
-Ramas de gualandayes
Vestuario, accesorios, maquillajes, peinados, tipos de confección
-Columnas de ónix
-busto bruñido de plata y oro
-madera de ciprés
-Piso de marfil y mármol
-Incrustaciones de carey
-Adornado con piedras preciosas
-brocados de esmerado diseño
-Vasijas de bronce
-Jarrón murrino
-forrado con cretona
-Sillón afelpado
-Espejos de París
-Cristalería de Bohemia
-Salones tapizados de rojo
-lámparas de piaña
-Cuadro de Vásquez
-Mantelería vienesa
-Vasos de Ming
-Baldaquín
-Postigos dorados
-Platos de loza vidriada
-Araña de cristal
-Chambranas de macana
-Aleros
-Tejas de barro
-Casa solariega
-Armario de comino crespo
-Labraduras de cedro
-Estatuas de yeso
-La arandela de vidrio de la araña
-Escultura de bronce florentino
-Era una casa de dos pisos construida en bahareque, reforzada con argamasa
y pintada con cal
-Aleros columnados
-Una vieja ortofónica recrea la música de los abuelos
-Casas de gran fachada sin huertas ni jardines. Sala de altura sin anchura.
-Canapé con brazos en forma de culebras forrados en Damasco de Filiinas.
-Canapé forrado en zaraza
-taburetes de vaqueta.
-en el siglo XIX las paredes eran pintadas con baños de tierra blanca.
-El café se servía en azafates pastusos donde colocaban los pocillos blancos
-
Comidas, gastronomía, vinos, bebidas,
-Caviar ruso
-dátiles orientales
-Anchoas de Vizcaya
-Frutos en almíbar
-Salmón ahumado de la región nórdica
-Mejillones de Galicia
-Trufas
-Jamón suizo
-Aceitunas rellenas
-Repostería y galletas inglesas
-Palmitos
-Arenques
-Codornices de Viena
-Mermelada de Frambuesas de San Vicenzo
-Langostas del Caribe
-Uvas de la Toscana
-Pasteles de hojaldre
-Naranjas valencianas
-Peras de California
-Lytchees
-Pistacho, nueces
-Roquefort, mozarella, gorgonzola
-Champaña Pommery
-Veuve clicqot
-Beaujolais
-Sopa me mote
-Solomillo
-Pollo en pepitoria, ternera guisada, piernas de cordero
-Botellas de aloja y vino español: vino tinto, vino dulce y vino de consagrar
reposando en los grandes arcones de cedro durante años
-A cada invitado se le daba su buena jícara de chocolate en el siglo XIX
Dichos, expresiones y frases populares de la región
-Dar la encima
-Ir a la repichinga
-Langaruto
-Poner pereque
-Tumbalocas
-Tirar paso
-Petacona, entelerido, zurrón, atembado.
-se cree más que una caranga resucitada
-Las cuentas claras y el chocolate espeso
-Andar de pipí cogido
-Ponerse el baúl
-Escarcela
-La maldición de Cañarte
-más solo que un cuzumbo
-Andar trajiado
-Tantiar
-No dejarse fregar del tembleque
-ser templao
-Colóquese un tango del morocho del Abasto
-Bravatas
-Echar palique
-Azonzada
-Echándole sonrisa al aire
-Cuando jugaba billar le formaban ronda. Lo soné en el tejo, pero me ganó
echando palique (utilizarlo cuando Tobías conoce a Braulio)
-Se pone resabiada
-Ella es bien charra
-Panochas de choclo doradas en la ceniza
-Perrerías
-Vida tranquilona
-Hay que ser de hacha y machete
-Levantar sementeras
-Maíz a punto de chocoliar
-Fregadera
-Amarrarse bien los calzones
-Malucona
-Machete en vaina
-tomar totumadas de café cerrero
-Que si es camaján le pongo los ojos en la mano (Utilizarlo en monólogo
cuando él sospecha)
-guargüero apretado
-Vino en el caballo con la leño y el carbón pa’ la chimenea
-El camino se puso culebrero
-verse desgualetado
-haciéndose los cachumbos y echándose perfume
-horquetiándose en un palo
-Yo no sirvo pa’ buscar camorra
-Buscarle la comba al palo
-contentona
-Asoliar
-Feliz de verle el retoño al frijol
-Como gallina despescuezada
-
Cafés y bares de la época
Bar continental, Blanco y rojo, El Nogal, El Astor, Café Lisboa, Café Andino,
Anarkos, Café Aguila negra
Productos
-Estilógrafos Parker, Cross
-Se fumigaba con flit
-Se usaban enaguas
-Merthiolate
-Radio zenith, philco 5 bandas, transistor Sanyo
-Se tomaba Orange Crush, Vitacroca, Kolkana, la bebida de la juventud
-Cigarrillos Imperial, Andino, Pierrot, President
-Bálsamo Bengué para los dolores musculares
-“Su cutis será más suave y lindo usando el jabón Parami”
-Joyería Onix
-Manteca Lirio, la más aludable
-Anolín para desinfectar, jabón La Flor, Sensén para el mal aliento, loción y
desodorante Pino Silvestre
-Curarina romana
Tricófero de Barry
Píldoras del doctor Ross
Alpargatas
El perfume era agua florida o pachulí
Cremas para la cara fabricadas con sebo de riñón.
Camisas don Félix
Camisas charles
Bálsamo y gotas Penetro para cualquier resfriado está indicado
Agua mineral Bretaña
-Compañía de dramas y comedias en el teatro Victoria
-Pida una bebida pero que sea Grifo
-Programa especial en homenaje a Ondas del Otún y La Voz Amiga originado
en los estudios de Colombia Briadcasting System con la participación de la
orquesta panamericana dirigida por Alfredo Antonini
-Tome Freskola, la gran bebida de Posada Tobón.
-Máquina de coser Necci, orgullo de la industria italiana.
-Coticida cura el coto, quita pecas, paños, barros, manchas
-Chocolate Cruz
-Pomada Peña legítima
-Urol desentorpece el hígado, los riñones, los intestinos.
Cigarrillo real a 10 centavos.
Juegos y lúdica
Se jugaba a la gallina ciega, policías y ladrones, guerra de bombas, lleva y
escondite, guerra libertadora
Se leía el reader’s digest.
Lotería de Manizales rifaba 10.000 de premio mayor por sólo $3,50
-En 1848 se bailaba la contradanza, baile galante, superior al vals, lleno de
figuras y movimientos difíciles.
Teatros
-El teatro Victoria era el mismo Pereira que antes se llamaba así. Era
especialista en películas mexicanas.
-Teatro Broadway
-Teatro Karká era el mismo Cinema
-Teatro Centenario era en la calle 34 con sexta
-teatro Consota se quemó en 1951
Restaurantes
-Casablanca, La Costilla de Adán, el cenadero de Bertha calles 12 y 13 con
8va.
Piedras
De construcción: granito, alabastro, basalto.
Piedras preciosas: Cornarina, topacio, jaspe, crisólito, berilo, ónice, zafiro,
carbunclo, esmeralda.
Medicina y criminalística
-Herida de bala en la región lateral derecha del cuello, borde posterior del
músculo externo cleidomastoideo, herida que interesó músculos faciales y el
tronco venoso tiriliagero facial.
Edicicio Invico
La primera vez que asocié el mundo del rock con la ciudad fue cuando desde la atalaya de mi
infancia, observé un grupo de jóvenes de cabellera larga, parecían pájaros de alas coloridas,
que se reunían en una bar de nombre sonoro en el edificio Invico: BOA BOA ¿Una serpiente
del amazonas acaso? Podía ser el año de 1975 aunque no estoy demasiado seguro, aunque
de lo que sí puedo dar fe, es del sonido que escapaba de aquel lugar de jazz. Desde ese
momento vinculé el edificio con la modernidad.
En los tiempos que corren, la torre de Invico resulta una edificación más, pero a mediados de
los años setenta era la más alta, la que representaba la llegada de la aldea- ciudad a su más
alto nivel de progreso. No fue casual que la vida juvenil de los años setenta tuviera allí su
epicentro. Hordas de jóvenes tomaban posición en sus escaleras y heladerías. Pereira era un
pueblo grande (lo sigue siendo) pero en ese momento y recurriendo a un ejemplo, todo se
podía escuchar, tanto así que la sirena del cuerpo de bomberos podía oírse a medio día con
toda su sonoridad desde los puntos más extremos.
César Ospina -eso lo debe recordar el arquitecto Jorge Enrique Osorio- nos contaba del
estreno de la película “La canción es la misma” de Led Zeppelín en el Teatro Consota.
Lamento haber llegado tarde al rock y no haber asistido al concierto de la banda histórica en el
viejo teatro lleno de fantasmas de Capulina, Pedro Infante, Kaliman y Jhon Bohnham. César
nos narraba que en fecha imprecisa del año 1975 o 1976 fue estrenada en la villa de Cañarte
la célebre cinta y que desde Manizales y Armenia, el norte del Valle, llegaban delegaciones de
jóvenes zeppelinistas, vestidos con los últimos rescoldos de la parafernalia hippie, atraídos por
el evento histórico. Si el concierto fue grabado en su visita a Nueva York en el Madison
Square Garden, conmocionando la ciudad del Empire State cuando Bonham, Page, Jhon Paul
John y Plant pisaron tierra americana; así también el teatro Consota de la carrera novena
quedó inmortalizado para quienes solo a través del tiempo y de oídas supimos de la más
grande humareda de cannabis que haya conocido el centro de la ciudad.
En ese momento, entre los géneros musicales que caracterizaban la vida social de los años
setenta estaba la balada italiana y argentina, pero también el bambuco, el bolero y el tango
que se escuchaban desde los años sesenta en las casas de la carrera séptima. En ese
mismo momento la canción social y la música andina le daban una estética a los movimientos
sociales y universitarios durante los plantones políticos que se realizaban en la plaza de
Bolívar o en los festivales del periódico “Voz proletaria” que se hacían en los recién invadidos
previos de la isla de Cuba.
Para el año 1978 el rock empezó a resonar como un cuero de batería en la casa de Martín
Quintero ubicada en la calle 15 con carrera séptima. Martín Quintero fue de los más
importantes coleccionistas de música que conociera la escena rock pereirana de la época,
junto al “español” Felipe Castro y Gustavo “trapo” Colorado. Hablar con ellos de música era
abrirse camino por claves necesarias para todo aquel que quisiera conocer y disfrutar del
tema. Hasta la casa de Felipe, ubicada en un caserón de la séptima con 18 llegábamos con
nuestros casetes vírgenes, con la esperanza de que “el gordo Felipe” depositara en la cinta
aquellas bandas legendarias de la época como Tangerine Dream o Black Sabbath. Cuando
existía más confianza como en el caso de Gustavo Colorado, salíamos con los LP prestados,
apurados, en busca de un equipo de sonido donde pudiéramos realizar la grabación. Esa era
una de las maneras de que pudiera circular la música en la ciudad de Pereira de aquellos
años. Alguien le prestaba un disco a otro, de allí la grabación en casete y de ese casete a
otro, y otro… pero el propósito era el mismo.
La segunda forma de circulación eran los bares. Fundamentalmente evoco dos: “El enano
bebe” en la región de el “Parque de banderas”. Allí comprendí porqué la música del grupo
Kansas tiene que escucharse en amplios recintos, mientras en “Aquí” cervecería, en el
interior de la Cámara de Comercio se oían Black Sabbath y Pink Floyd, bandas que
requerían de lugares pequeños, íntimos, donde más que bailar, los tabernícolas pudieran
escuchar.
De conciertos en la ciudad, muy pocos a principio de los ochenta, a no ser por aquel de la
agrupación “Génesis” liderada por el ya extinto Humberto Monroy. Una mezcla de sonido
andino y sonido rockero, de guitarras eléctricas y cantos de la alta montaña. En el lago “La
pradera” una que otra banda de Pereira, de Armenia o de Manizales hacía su aparición, en
medio de una amplificación primitiva y patética, pero con la alegría de los primeros “porros”
fumados al aire libre parecía que se asistiera a Woostock.
Digamos que así arrancó la escalera de nuestra adolescencia, imitando en la soledad de
habitación juvenil, con una falsa guitarra de madera, un solo de guitarra de Ted Nugent, y
buscando en la radio o en la televisión alguna noticia, una pequeña franja de rock. Un
mensaje que proveniente del olimpo de los “Rockstar” convirtiera nuestra pequeña grabadora
Silver en el más portentoso concierto en vivo al que no habíamos asistido.
El pueblo creció como la milpa en un potrero. Había dos plazas: la de Bolívar, con una pila en
medio, en la que se lavaban los muchachos los pies al ir a la escuela, y alrededor la familia de
los Araque, el almacén de don Nepomuceno, la tienda de víveres de los hermanos Pulgarín,
una cochera, el Banco, la barbería de don Emiliano, la notaría de don Antero, y la iglesia; con
tres naves, y entronizaba La Pobreza, que era una imagen de la Virgen que se encontró una
lavandera a la orilla del río y que don Valeriano Araque y don Emigdio Osorno ofrecieron
poner en marco de plata y encargaron directamente a Quito; y la otra la Plazuela, con un
bosque en el medio, donde llegaban las Caucanas, llenas de colaciones y cocadas traídas de
Cartago, y la gente se iba a pasear de día entero para gozar del canto de los turpiales. La
avenida Colón, la calle Real, y la esquina del Chorrito, eran los sitios para encontrar las
muchachas, callejeando. La Villa contaba con más de una docena de policías. Las escuelas de
misiá Belarmina y de las Torres. Las sastrerías de don Alcides, don Meye don Perucho. La
cacharrería de don Heliodoro. La funeraria de don Baudelio. La herrería de don Pedro Murillo.
El barcito de don Polo. La librería de don Clotario. Don Benito era el que se encargaba de
componer cualquier dislocadura, mientras que don Hermógenes y don Cauca, eran maestros
carpinteros. De la Botica se ocupaba don Delfín, y Nicanor González del correo
.
El 9 de abril de 1948 en Pereira
Según Hugo Ángel Jaramillo, ese 9 de abril de 1948 en Pereira transcurría con total
tranquilidad, hasta después de la una de la tarde cuando se supo que el líder liberal había sido
abatido en una de las avenidas principales de la capital colombiana. Las principales calles del
pueblo estarían colmadas por los manifestantes liberales que guiados por el señor Alberto
Jiménez hicieron su revuelta por la carrera séptima. Ese día los negocios ubicados en la carrera
octava fueron saqueados y apedreados, principalmente el de un señor Ruiz que vendía armas
y municiones. Aquellos protestantes del liberalismo tenían pensado llevar a cabo una empresa
contra la alcaldía con la intencionalidad de asesinar al señor alcalde de cuan entonces, Arturo
Valencia Arboleda, so pretexto de que la muerte de su líder fue una operación dirigida por el
partido conservador. Sin embargo, el líder sindical Luis Ángel Rojas logró apaciguar los ánimos
de los manifestantes y finalmente solo pudieron destruir algunos archivos y lanzar las
máquinas de escribir a la calle52.
En la novela Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón, Ana también percibiría el
saqueo por parte de los manifestantes liberales a la alcaldía:
Ana se asomó a la ventana de su cuarto y vio que la gente caminaba bajo la lluvia sin paraguas
ni nada. Un Willys de la Policía Militar patrullaba la carrera sexta y los canutos de los fusiles se
salían por la parte de atrás, debajo de la lona: no te vayas a asomar a la ventana, es peligroso:
no señor, y continuó arrepechada a la chambrana, mirando caer papeles desde el segundo
piso de la alcaldía. Caían como otra lluvia encima de la muchedumbre que los apañaba en el
aire, los destrozaba en medio de una gran alharaca y apilaba por último junto a otros objetos
que ya formaban un montón en el suelo. Después fueron máquinas de escribir las que
empezaron a salir disparadas por los balcones, a caer descuartizadas contra el pavimento con
un ruido que se oía desde allí, más gritos, más euforia, más objetos cayendo desde el segundo
piso, dos paragüeros, sillas y mesas pintadas de color naranja, un perchero, un armario
metálico…53.
Curiosamente, señala Ángel Jaramillo, al día siguiente de la muerte de Gaitán, un oficial de la
policía asesinó en la calle y con un disparo en la frente al secretario del concejo municipal.
Esto nos da pie para corroborar aquel pasaje citado con antelación en el que Ana, en la novela
de Albalucía Ángel, es testigo del asesinato de un civil a manos de un representante de la
fuerza pública. Nuevamente se puede constatar la cercanía que tiene la novela Estaba la
pájara pinta sentada en el verde limón con los hechos ocurridos en el año de 1948, adrede, al
incluir las pericias ocurridas en el contexto pereirano. El día en que Ana había perdido su
primer diente contrasta con su perdida de la inocencia al ser testigo de la muerte del civil a
manos del oficial54. El pueblo se convierte, pues, en un espacio concreto que le permite a
Albalucía Ángel recrear por medio de una estética experimental las repercusiones que estaba
suscitando la muerte de Gaitán en el panorama pereirano.
Apuntes sobre el libro Nido de Cóndores de Rigoberto Gil Montoya
Cuando Gaitán pasó por Pereira casi no lo dejan pronunciar su discurso en la plaza de
Bolívar porque el barullo de ciertos grupos invocaba al unísono el nombre de Gabriel
Turbay. En ese momento las campanas de la iglesia sonaron y él aprovechó para expresar
lo siguiente: “no importa el repique de las campanas si eso significa el clarín de la
victoria”.
En el Club Colombia, cuya sede se ubicaba en el segundo piso del teatro Caldas, se reunía
una pequeña burguesía fiel a los gustos europeos y norteamericanos.
En aquella época hubo dos clases: la clase alta aristocrática de ideales románticos y
paisajes imaginarios que difundió sus ideas en la revista Lengua y Raza y Panoramas. La
segunda clase fue la de los cronistas, que difundieron sus pensamientos en el Diario y la
revista Variedades.
En los intermedios del cine la gente fortalecía relaciones sociales, comentaban hechos
políticos, establecía lazos comerciales o chismeaba. Los espectadores también
protestaban cuando la película no se exhibía en su totalidad, el proyector fallaba, o se
mostraban imágenes muy obscenas para las costumbres de la época como un beso más
largo de lo común, una mirada muy sensual o una mala palabra. El cine transformó la
dinámica social de las ciudades. Y cada que venía un estreno, había cierta agitación social
en la provincia.
Reseña de la historia de Pereira extractada del libro Nido de Cóndores de Rigoberto Gil
Francisco Pereira compró los terrenos de la actual Pereira a cuatro reales la fanegada. El
negocio total se cerró por la suma de $4.234 con seis reales. Más tarde Pereira donó 12.000
Ha del terreno para que construyera la población. Cuando se celebró la misa de la fundación,
ya la población contaba con once ranchos de paja y guadua alrededor de la plaza y otros
tantos diseminados en Nacederos y mata de Caña. Las primeras chozas albergaron familias
andariegas provenientes del Cauca, motivadas porque esta era una región minera. Corría el
año de 1840.
En 1863, el área de población constaba de seis manzanas, 6 plazas, entre ellas La Paz, La
Victoria, La Concordia. Los caucanos se dispersaron y regresaron a su lugar de origen, pero
fueron reemplazados por los migrantes de Antioquia. Los caucanos no asimilaron las
costumbres e idiosincrasia antioqueñas. Con la llegada de los antioqueños, la ciudad mostró
un empuje inusitado. Se sentaron las bases de una aldea. Se infundió en el lugareño la
necesidad de abrir negocios, pequeños almacenes, etc.
Los antioqueños se vinieron a colonizar estas tierras porque la mayoría de las que ellos
habitaban en Antioquia eran regiones escarpadas y estériles, distantes e incomunicadas con el
interior del país. La tierra pertenecía a poderosos terratenientes. En cambio las regiones del
occidente colombiano tenían un panorama de riqueza por el oro y las tierras aptas para el
asentamiento y el cultivo. Algunos lugareños comenzaron a construir posadas para albergar a
los viajeros. En 1871 fue bautizada como Villa de Pereira por el rápido desarrollo que adquirió
la aldea. La villa amplió su espacio urbano, se preparó para la vida comercial que trajo
estabilidad y se comunicó con las demás regiones del país. En 1867 la aldea ya contaba con
una autoridad municipal que reglamentó las construcciones urbanas y creó algunos
impuestos. Todo se construía alrededor de la plaza. A partir de 1870 aparecen las primeras
construcciones con techos de teja española. La ciudad no tuvo un gran desarrollo
arquitectónico porque desde el principio fue considerada lugar de paso y no se interesaron
por el espacio urbano ni desarrollar una arquitectura propia, salvo en los parques.
A comienzos del siglo XX se incrementó en Pereira una arquitectura variada para impresionar
al aldeano y luego al visitante que luego fue sustituida por otra que se copió de otros lugares.
El hecho de que fuera catalogada como ciudad intermedia propició un estancamiento
arquitectónico y cultural. Tampoco hubo dirigencia política que pensara la ciudad como un
todo posible. Como no era un centro minero, no tuvo base material de desarrollo ni razón de
crecimiento.
El cemento llegó en las primeras décadas del siglo XX y esto marcó el paso definitivo hacia la
construcción de una urbe más comercial que tradicional. Se prestó al juego de la
improvisación; no fue su desarrollo un plan trazado con orden y proyección, sino que recibió
todo lo que venía de afuera para convertirse en una de las ciudades más importante del país a
costa de su pasado y de la gesta de sus primeros pobladores. Hasta 1920 fue un pueblo
grande; dedicado a las faenas agrícolas, a la cría de ganado y al reducido comercio local. La
población sólo se movía en febrero y en agosto con motivo de sus ferias. La noción de espacio
urbano estuvo supeditada a las prácticas mercantiles más que al deseo de construir una
ciudad como acción colectiva.
En 1906 hubo un periódico llamado el esfuerzo. Luís Tejada regresa a Pereira en 1922 para
casarse.
La avaricia en la literatura