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Vamos a tener mejores condiciones internas para afrontar el futuro

Ana Rita Russo. Psicóloga y Directora del programa Pisotón que busca prevenir abusos en
los niños de la Universidad del Norte. Coautora del libro “Recuperación Psicoafectiva: Una
infancia resiliente”

Vamos a tener mejores condiciones internas para afrontar el futuro

Las catástrofes tienen como características su surgimiento brusco, imprevisible e


impensable, y el sentimiento real de que una fuerza mayor y externa irrumpe al
punto de alterar el curso de nuestras vidas.

Siendo la pandemia que actualmente vivimos reconocida como una catástrofe, es


normal durante estos tiempos de cuarentena voluntaria u obligatoria el experimentar
emociones de incertidumbre, malestar, soledad y aislamiento, emociones que son
consecuencia del hecho de que la humanidad como hasta ahora se apreciaba fue
llevada al silencio: se silenciaron, por ejemplo, las calles, los centros comerciales,
los parques, los cines, las canchas deportivas, las plazas. Se silenciaron algunos
discursos políticos y económicos, y por supuesto nuestra vida cotidiana, que nos
entregaba poco espacio para pensar en la razón detrás de nuestros actos.

Si logramos mirarnos a nosotros mismos, reflexionar y no silenciar nuestras ideas y


nuestros análisis, podremos terminar incluso proponiendo mejores estructuras
sociales, que sean más inclusivas y menos egoístas con respecto a otras especies y
la naturaleza.

La reflexión debe empezar en el interior del hogar porque este es un espacio que
facilita vínculos en su mayor parte confiables, e ir pasando poco a poco hacia el
exterior, porque es así como entendemos que no estamos solos, que existe un Otro
que nos brinda un espacio de cercanía en la lejanía del contacto físico, una cercanía
que debemos valorar porque es esta la que crea un lazo invisible entre la
comunidad. Ese lazo invisible es la solidaridad.

Este podrá también hacer que se produzcan cambios al interior de la familia: hay
que recordar dar a los niños su lugar e importancia: ellos nos necesitan para que
acompañemos sus procesos de desarrollo; y practicar el amor y la paciencia, el
habla y la escucha, encontrar un equilibrio que genere prácticas armoniosas a pesar
del aislamiento social que vivimos. Tenemos que recordar que todo cambio genera
una crisis transicional, y que toda crisis trae un riesgo inherente, pero también una
oportunidad valiosísima de crecimiento.

Debemos crear condiciones internas para hacer frente al futuro, condiciones que
permitan la reconstrucción o recomposición de nuestra especie, y que nos hagan
creer que podemos imaginarnos libres de la esclavitud que es el consumismo, al
actuar desde el Ser y no desde el Tener.

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