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TALLER #1 DE TERCER CORTE

ANGEL DAVID SIERRA TAPIA

FABIAN DE JESÚS AKEL RODRIGEZ

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE BARRANQUILLA


BARRANQUILLA ATLÁNTICO
MEDICINA II-D

2020
TALLER NUMERO 1 3 CORTE

1 HISTORIA ANTES DE CRISTO DE LA ASEPSIA Y ANTISEPSIA

La asepsia y antisepsia existieron en la Antigüedad Clásica, estos métodos eran empíricos y


tímidos y muchas de las veces no lograban controlar la aparición de la infección, en los
procedimientos quirúrgicos por excelencia: la patología de la guerra, la traumatología, la
obstetricia.

las indicaciones se amplían también para supuraciones del hueso y en el caso de fracturas
vecinas a las suturas Sobre la herida supurada se colocaba una cataplasma de harina de
centeno, amasada con vinagre, con un ligero cocimiento que permita tenerla lo más
pegajosa posible. Al día siguiente se buscará la fractura y se raspará con una legra, tratando
de definir de la mejor forma a la fractura. Si después de esto se decide trepanar, se dejarán
pasar 3 días “si a pesar de vuestros esfuerzos no veis nada [de fractura], hay que colocar
sobre el hueso la substancia soluble más negra posible”

Las heridas y las parturientas se lavaban, más o menos, además de que se sahumaban con
incienso y mirra. En el caso de las heridas, de guerra o por trumatismo, había el lavado con
vino, que al tener un cierto tenor de alcohol hacía el papel de desinfectante, además de
algunas hierbas benéficas

De manera curiosa, Hipócrates recomienda no lavar las heridas y fracturas de cráneo, en


toda la zona cubierta de cabello. Las curaciones, lavado, cataplasmas y vendajes, las
indicaba, únicamente, en la frente y otras partes desprovistas de pelo, o a nivel de la cejas y
en los ojos

Muchos de los componentes de las cataplasmas se derivan del iris de Iliria, de la harina
seca, del azafrán, de la aristoloquia y de la corteza de la raíz de la alheña; en suma, de todo
lo que limpia el deterioro y promueve la regeneración de la carne y que proviene de la
naturaleza.
En la era precristiana, Hipócrates (460-377 a.C.) presagió la asepsia cuando recomendó el
uso del vino o del agua hervida para lavar heridas. En la época de Hipócrates existía el
concepto de trasmisibilidad de las enfermedades, así como el de supuración y ataque por
ésta de partes sanas, pero no la idea de “infección”

Desde el punto de vista moderno, se puede intentar definir lo que es una infección: “La
infección se caracteriza por la penetración y desarrollo en un ser vivo de microbios
patógenos, llamados agentes infecciosos, que invaden el organismo, por vía sanguínea,
como en la septicemia, o que permanecen localizados, como en la neumonía o en abscesos,
etc., vertiendo sus toxinas en la sangre, según una definición popular” Diccionario
Larrouse.

Según una obra especializada (Cruickshank), para que una infección se de, son necesarias:
La patogenicidad, o la capacidad de iniciar enfermedad, es una cualidad raeleativamente
rara entre los microbios. Requiere los atributos de la transmisibilidad o comunicabilidad de
un huésped o depósito a un nuevo huésped, de la infectibilidad o la habilidad de abrir una
brecha en las defensas del huésped y la virulencia, un factor variable que puede incrementar
o reducir la capacidad del patógeno para causar una enfermedad declarada

”Es lugar común entre los estudiosos de la Historia de la Medicina, considerar a la cirugía
como la rama más vieja de la terapéutica; desde siempre el hombre ha debido luchar contra
heridas y enfermedades y, como lo indican los hallazgos de la antropología, desde el
paleolítico inferior se realizaron intentos de curar heridas y enfermedades diversas por
medio de la cirugía, con resultados alentadores en muchos de los casos, así lo atestiguan
cráneos trepanados (antiquísimos) con procesos cicatriciales muy avanzados. Si la cirugía
es la terapia más antigua, uno de sus mayores enemigos es todavía más viejo: el siempre
presente flagelo de la infección quirúrgica” Gustavo Chico

“(…) a) conocimiento del cuerpo humano; b) recabamiento de información; c) reflexión


sobre los datos obtenidos, y d) acción terapéutica(…)” Germán Viveros Como veremos, la
vista es el órgano sensorial por excelencia para Demócrito, Platón y Aristóteles. Además,
para los hipocráticos era más importante lo que se podía apreciar con la vista, puesto que
las palabras, tanto las que el enfermo profería como las del médico, las consideraban
instrumentos por excelencia de los magos y charlatanes. El conocimiento debía entrar por la
objetividad de la percepción visual
Sin embargo, Hipócrates conocía las características agresivas de la infección, cuando en
necropsias de caras encontraba: (…) abran la cabeza [de la cabra] y encontrarán el cerebro
húmedo, lleno de hidropesía y con mal olor; en esto ustedes reconocerán, evidentemente,
que es la enfermedad y no la divinidad quien altera de esta forma al cuerpo(…) cuando la
epilepsia ha durado mucho tiempo, ella no es curable, el cerebro está carcomido por la
pituita, y se funde; la pituita fundida se convierte en agua que rodea y baña al cerebro por
fuera(…)

2 HISTORIA DESDE EL NACIMINETO DE CRISTO HASTA AHORA DE LA


ASEPSIA Y ANTISEPSIA

La prevención y lucha contra las infecciones se remonta a períodos remotos, anteriores al


descubrimiento de los microorganismos como agentes causales de las enfermedades
infecciosas. Con los descubrimientos de Pasteur en el siglo pasado, se demostró que la
causa de numerosas enfermedades contagiosas reside en los microorganismos que se
transmiten utilizando diferentes mecanismos.

Galeno (129 d.C.), Para Galeno, tanto como para Hipócrates, no había el concepto de
infección. Galeno quién ejerció en Roma al trabajar en Pérgamo (Turquía), su ciudad natal,
para un lanistas, un entrenador de gladiadores, hacía el lavado de las heridas y hervia los
instrumentos que usaba y la sutura de las heridas de armas blancas, por medio de vino y
fibras de lino. Sin embargo, habrían de pasar cientos de años antes de que los cirujanos
comprendieran la razón del lavado.

Galeno proponía lavar con vino tibio las heridas, no importando que en la cabeza la herida
estuviera cubierta por cabellos A pesar de todo, en ocasiones las heridas supuraban. Si la
supuración salía al exterior, el paciente tenía la posibilidad de sanar y cuando había abcesos
que estallaban en el interior del paciente, este fallecía.

Se ha responsabilizado a Galeno de la llamada terapeutica supurativa, muy a pesar de que


hemos visto que propugnaba la limpieza de las heridas, como se ha mencionado

Hace siglos no existían hospitales ni quirófanos. Las operaciones se realizaban en


condiciones a veces bastante penosas, causando miles de muertos por culpa de infecciones.
Durante los siglos XV al XIX, se desconocía la anestesia general y se ignoraba la antisepsia
y la asepsia. Antes de una operación el paciente era embriagado o narcotizado e
inmovilizado por otros asistentes. En aquella época, las curaciones de las heridas se hacían
con hilas, vendajes de sábanas viejas, se utilizaban cordones, emplastos, ungüentos etc. y el
público recurría a la «tela de araña» que tomaban en las caballerizas y otros sitios y
rincones de las casas. Aún, a finales del siglo se usaban estos procedimientos; el ejército
recogía hilas en las casas de familias, que no desinfectaban, para curar a sus soldados: con
tales procedimientos casi todas las heridas supuraban. Los más adelantados acudían al agua
fenicada y al yodoformo al finalizar el siglo. La podredumbre del hospital, el tétanos y otras
infecciones, hacían de éstos un sitio perfecto para encontrar la muerte. La higiene era
escasa, y los cirujanos operaban en habitaciones más o menos sucias con instrumentos que
rara vez se lavaban entre operaciones. Era frecuente no lavarse las manos antes o entre
operaciones, o usar ropa limpia. Esto se suma a la falta de una anestesia efectiva. Muchos
morían a causa de los golpes o el dolor de la operación; si no morían en la mesa de
operaciones, morían de una infección.

 Ignacio Semmelweis (1818-1865), quien demostró en 1846 en Viena la asociación


entre la infección puerperal, en el pabellón de maternidad y las manos de los
médicos contaminadas después de practicar necropsias; él comparó la mortalidad
hospitalaria de las pacientes atendidas por los médicos con la mortalidad de las
mujeres atendidas por parteras en el mismo hospital y observó que las pacientes
atendidas por los médicos tenían una frecuencia mayor de muerte, para sustentar
este hallazgo, obligó a los médicos a lavarse las manos, desde entonces, la
mortalidad cayó hasta un nivel inferior a la del pabellón de las parteras.

 En 1878 Robert Koch descubrió que las infecciones eran causadas por microbios,
organismos diminutos que solo podían verse al microscopio. Dada su relación con
múltiples enfermedades, los médicos pronto se concienciaron de la importancia de
tener un ambiente libre de microbios. Había nacido la asepsia.

Las técnicas de asepsia se desarrollan a partir de la mitad del siglo XIX. Su objetivo
es reducir o eliminar la presencia de contaminantes (virus, bacterias, parásitos y
hongos) que pueden causar infecciones durante los procedimientos quirúrgicos.

 En 1880 Charle Chamberland (1851-1908), bacteriólogo francés que trabajó


con Louis Pasteur (1822-1895) (figura 2) desarrollo la primera esterilización
médica mediante el uso del “Chamberland autoclave”. En principio era similar a la
olla que servía para hervir todos los instrumentos del cirujano y la eliminación de
todo rastro de bacterias, la técnica fue desarrollada por Robert Koch (1843-1910).

 En 1881 Charles Chamberland inventó el esterilizador de vapor, conocido como


autoclave, que se usaban para limpiar las herramientas que iban a usarse en la
operación. En 1884, Gustav AdolfNeuber, conocido como el padre de la asepsia,
fundo la primera clínica basada en los principios de asepsia para el tratamiento del
paciente. EL hospital era conocido por sus estrictas normas de limpieza, con todo el
personal obligado a lavarse las manos, la cara y los brazos antes de entrar en las
salas de operaciones.  Las habitaciones también fueron aisladas de otras partes del
edificio y hasta el aire se esterilizaba a través de respiraderos.
  con Joseph Lister (1827-1912), cirujano inglés, uno de los primeros investigadores
que usaron el microscopio como principal instrumento de estudio médico. En su
trabajo como cirujano en la Royal Glasgow Infirmary desarrolló un método de
asepsia y antisepsia mediante el sometimiento del instrumental quirúrgico al calor,
como método de desinfección, tras estudiar las conclusiones de Louis Pasteur sobre
los microorganismos bacterianos. Llegó a la conclusión de que la mayor parte de las
infecciones contraídas en las heridas eran de origen bacteriano, por lo que una
perfecta higiene y desinfección tanto del instrumental como de las manos del
médico eran fundamentales. Para erradicar las infecciones probó con increíble éxito
el uso del fenol como antiséptico, no sólo para desinfectar los instrumentos de
operación, sino para lavar las manos de los cirujanos y para aplicarlo a las heridas
abiertas como bactericida. Después del uso habitual de este método en los
hospitales, las muertes por infección de heridas disminuyeron en un número muy
considerable. Lister fue también el inventor del pulverizador de gas carbólico como
método antiséptico.

 Lister asoció el descubrimiento de las bacterias y su participación en la génesis de


las infecciones, por lo que introdujo el concepto de asepsia en la práctica quirúrgica
y la idea de prevenir la infección mediante los antisépticos, utilizando las
nebulizaciones con fenol para desinfectar el aire, el lavado de manos del cirujano, la
desinfección de la zona quirúrgica. Posteriormente, con los descubrimientos de
nuevos antisépticos y fundamentalmente de las sulfamidas y la penicilina, ha ido
mejorando la lucha contra las infecciones. Todas estas técnicas han modificado a lo
largo de los últimos años, el pronóstico de las intervenciones quirúrgicas
posibilitando el rápido progreso de la cirugía actual. Sin embargo, la infección
hospitalaria sigue siendo hoy día un problema de salud pública de primer orden en
todos los hospitales del mundo.

 en 1889 cuando William Halsted (1852-1922) introdujo la práctica de usar guantes


durante las intervenciones.Con estos avances el quirófano se había convertido en un
medio libre de gérmenes y las tasas de mortalidad se desplomaron en todo el
mundo.

 A lo largo del siglo XX y en la actualidad se ha practicado la esterilización de


herramientas y superficies médicas con diferentes técnicas, tales como (vapor, calor
seco, los rayos UV, y gas. Sin duda todas ellas han contribuido a mejorar
enormemente la seguridad de la práctica médica.
3 –HISTORIA DE LA ANESTESIA ANTES DE CRISTO
La primera comunicación formal de la práctica de anestesia que viene de hace
aproximadamente 4,000 años a.C., cuando en Mesopotamia, los sumerios que conocían el
cultivo de la amapola utilizaron el Opio. El Código de Hamurabi es la primera recopilación
de leyes y reglamentos, en el que no escapaba la legislación del acto médico y la actividad
de los médicos, se tasaban los honorarios, se regulaba el drenaje de la ciudad y el manejo
de las aguas negras, todo un código sanitario.

3000 - 1000 A.C. A los niños del antiguo del antiguo Egipto se les administraba
adormidera por las noches para que dejaran descansar a sus padres.

Años después por el 1,600 a.C. tenemos referencias de que en China ya se utilizaba la
acupuntura para el alivio del dolor.

Esculapio, el dios de la Medicina, alrededor de 1200 a.C. usó una poción  de la hierba
llamada “nepente” por los griegos, para producir insensibilidad en los pacientes que debía
operar. (del griego “nepenthés”, es decir ausencia de dolor).

Años después en la Odisea se describe el uso de la mandrágora. Se tienen información que


por el año 650 a.C. los sacerdotes del oráculo de Delfos, utilizaban emanaciones de ciertas
grietas rocosas para inducir inconsciencia y analgesia, ahora sabemos que éstas contenían
etileno. Ya en fechas más recientes, Discórides, médico y cirujano griego utilizaba la
mandrágora hervida y dada a tomar en vino para practicar amputaciones y la cauterización
de las heridas. Ahora sabemos que la mandrágora tiene elevadas concentraciones de
atropina y escopolamina. En la medicina ayurvédica, en el texto conocido como Sushruta,
se aconsejaba el uso de los vapores de la amapola en especial combinada con vino como
analgésico y somnífero.

Hipócrates, cerca 450 a.C., menciona en sus obras que producía una narcosis perfecta
haciendo que sus pacientes inhalaran el vapor de ciertas hierbas.

Platón (428 – 347 a.C) fue el creador del término “anestesia”.


Los asirios y egipcios utilizaban por el año 300 a.C. la compresión bilateral de carótidas
para producir inconciencia y poder practicar la circuncisión y la extracción de cataratas. El
cáñamo que es la marihuana fue utilizado también en la época antes de Cristo para mitigar
el dolor, se ha especulado que la esponja impregnada con vinagre que se le ofreció a Cristo
en la Cruz tenía extracto de marihuana.

4 –HISTORIA DE LA ANESTECIA DESPUES DE CRISTO


Galeno, el médico y filósofo griego (circa 165 d.C.) usaba para las extracciones dentarias la
aplicación de raíz de piretrina y vinagre fuerte, con lo que podía preservar los dientes
permanentes, cubriéndolos con una capa de cera. Al cabo de una hora, el diente se aflojaba
tanto, que se podía eliminar fácilmente.
Desde el siglo XIII se tienen noticias del uso de la esponja soporífera por el fraile y médico
Teodorico Lucca. La esponja soporífera fue todo un adelanto en la historia de la anestesia.
Esta consistía de una mezcla de plantas, principalmente de mandrágora, amapola, cicuta y
beleño, las cuales se hervían. En la infusión obtenida se embebían esponjas y en ciertas
preparaciones agregaban jugo de moras verdes, las cuales se dejaban secar. Ya secas se
encendían y se ponían cerca del enfermo al que se le iba a practicar algún procedimiento
para que éste inhalara la emanación. Así a manera de una anestesia inhalada los enfermos
inhalaban junto con el aire que respiraban atropina, belladona, cicutoxina y opio, lo que
condicionaba hipnosis, sedación, analgesia y cierto grado de parálisis. Se tiene información
de que el monje Benedictino Abbot Bertarius, desarrolló por el siglo VI d.C., la primera
formulación escrita del contenido de una esponja soporífera. Ugo de Borgognoni de la
escuela de medicina de Salerno difundió su uso en Europa. La inquisición española
prohibió el uso de la esponja soporífera por considerarla magia negra y práctica diabólica.
Es importante mencionar que por el siglo XVIII en ciertos lugares la esponja soporífera
seguía vigente. En el siglo XIII el médico español Ramón o Raymundo Lulus,
experimentando con una combinación de etanol y ácido sulfúrico, obtuvo un compuesto de
olor dulzón y altamente explosivo al que denominó aceite de vitriolo dulce. Fue hasta el
siglo XVI, cuando un personaje muy peculiar que se hacía llamar Paracelso (más que
Celso), dio a inhalar los vapores del aceite de vitriolo dulce a gallinas y observó que no sólo
no sentían dolor, sino que al aumentar el tiempo de exposición éstas perdían la consciencia.
En 1730 el químico alemán Frobenius denominó al aceite de vitriolo, Éter, que significa sin
peso, años después el Ether sería pieza fundamental en la historia de la anestesiología
moderna.
En 1772 Joseph Priestley descubre el óxido nitroso y lo considera un gas venenoso.
Humprey Davy por el año de 1779 lo experimenta en sí mismo y describe que además de
hacerlo reír disminuye signifi cativamente la sensibilidad al dolor, por su primer efecto lo
denominó gas hilarante. Una de las grandes contribuciones de Davy es proponer a este gas
como anestésico. Así el óxido nitroso fue utilizado para la extracción de piezas dentales por
Horace Wells a mediados del siglo XIX, pero durante muchos años se utilizó en ferias
como un espectáculo o para uso lúdico.
La primera noticia de una anestesia con Éter viene de 1842, cuando el Dr. Cradwford W.
Long, lo utilizó para anestesiar (eterizar era el término empleado), en la ciudad de
Jefferson, Georgia en los Estados Unidos de América. El primer paciente descrito fue
James Venable, al que se le extirpó un tumor del cuello. Pero el crédito fue dado a William
Thomas Green Morton, quien el 16 de octubre de 1846, utiliza el Éter en una demostración
en el Hospital General de Massachusetts para anestesiar al paciente Gilbert Abbot, al que el
Dr. John C. Warren le extirpó un tumor del cuello.
Esta imagen ha sido inmortalizada en un buen número de obras de arte.

La historia de la Anestesiología está llena de personajes, hechos, historia, y anécdotas, por


lo reducido del espacio no se pueden narrar todas, sería imposible, pero considero
importante enumerar a los siguientes personajes y sus aportaciones. Francis Rynd y Charles
Gabriel Pravaz desarrollaron la aguja y jeringa hipodérmicas. Friedrich Gaedcke aisló de
las hojas de la coca la cocaína, a la que denominó eritroxilina. Fue el primer anestésico
local y regional utilizado por los Dres. Leonar Corning y August Bier para la anestesia
neuroaxial. El Dr. Willian Mc. Ewen realizó la primera intubación endotraqueal en 1878 sin
recurrir a la traqueotomía. El Dr. Claude Bernard experimentó sobre los efectos del curare.
Rudolf Boehm aisló la curarina, y el Dr. Arthur Lawen fue el primero en utilizarla en 1912,
de esta manera inició la era moderna de los bloqueadores neuromusculares. El médico
Español Fidel Pagés Miravé desarrolló y perfeccionó la técnica de la anestesia epidural. El
médico cubano, Dr. Manuel Martínez Curbello describió la técnica de la anestesia epidural
continua. El médico inglés, Archie Brain, con su gran aportación a la anestesiología
moderna, la máscara laríngea.

5-HABLE DE LOS DOS SIMBOLOS O ESCUDOS DE LA MEDICINA


Desarrollaremos en el presente trabajo algunos símbolos vinculados con la Medicina como
son el caduceo de Hermes y la vara de Esculapio.
Vara de Esculapio
La vara o bastón de Esculapio o Asclepio o vara de Aarón tiene un doble simbolismo, de
apoyo y como instrumento de castigo.

Homero cuenta en la Iliada que Esculapio existió en el siglo XII a. de C.; y vivió en
Tesalia. Fue guerrero y participó en la guerra de Troya junto con sus hijos Podaleiro y
Macaón, también médicos, patrones éstos de los internistas y de los cirujanos
respectivamente.

La vara es un tronco, de cabeza nudosa, donde se enrosca una serpiente que exterioriza la
cabeza, quedando separada y erguida. Este símbolo con el paso del tiempo sufrió cambios
al recibir la influencia de las costumbres y creencias del hombre, según el momento
histórico; entre ellas, la magia y el sortilegio que usaron los primeros médicos que, al
separarse del estado sacerdotal, tuvieron que tener su propio símbolo que los identificara,
por lo que finalmente quedó como ha llegado a la actualidad: una vara fina con un nudo en
el extremo superior, rematado por un pseudo espejo formado por un ramo de uvas
estilizado; la serpiente está enroscada en la vara y queda su cabeza frente al pseudo espejo.
Además, todo esto está rodeado de dos palmas, cada una diferente, a la izquierda una rama
de laurel y a la derecha una de roble. El nudo indica las dificultades de la ciencia. La vara
es símbolo de poder. El racimo de uvas significa el vino produciendo embriaguez; es usado
con fin profético y adivinador en la práctica misteriosa de los taumaturgos y en la
terapéutica como medicamento preciado. Desde hace un tiempo se acepta el pseudo espejo,
pues en Egipto el espejo era mágico y, al tomar un narcótico, en él se veían los rasgos de
seres sobrenaturales a través de los reflejos luminosos. El roble es el árbol sagrado en la
Galia y Grecia, los sacerdotes especializados en estos quehaceres interpretaban el ruido del
viento al batir las hojas del árbol en el bosque. El laurel, tiene propiedades ligeramente
narcóticas en sus hojas
Este símbolo aparece en el siglo IX a.C. Según cuenta la leyenda, estando Esculapio en
casa de Glauco, quien se encontraba mortalmente herido, apareció en ese momento en la
habitación una serpiente y Esculapio la mató con su bastón; otra serpiente entró al aposento
llevando en su boca unas hierbas con las que revivió a la serpiente muerta, poniéndosela en
su boca. Emulando esto, Esculapio salva a Glauco de la muerte.
Esculapio luego de su muerte fue inmortalizado, y se dio así inició al mito, siendo venerado
en Atenas, Corinto y Pérgamo, ciudad natal del Galeno. A Esculapio se le representa como
un hombre de edad madura, barbudo, de mirada serena, con abundante cabello que recoge
con una diadema. Casi siempre aparece vistiendo un manto que deja al descubierto el brazo
derecho y el pectoral. A sus seguidores los griegos les llamaban Asclepios y los romanos
Aesculapios, o Esculapios en castellano, que eran comunidades semirreligiosas que
practicaban la medicina.
El bastón de Esculapio fue adoptado en 1898 por el ejército inglés. Los médicos de la
armada belga lo pusieron en sus uniformes un año después. En 1902 fue adoptado
oficialmente por el cuerpo médico de Estados Unidos de Norteamérica en sustitución de la
Cruz de San Juan. Actualmente, el bastón de Esculapio, verdadero símbolo de la medicina,
se usa como emblema médico en Gran Bretaña, Alemania, México, Perú, Bélgica, Filipinas
y Cuba, entre otros países. La OMS lo usa desde su fundación en 1947.

Caduceo
El caduceo de Mercurio o Hermes es una vara entrelazada con dos serpientes que, en la
parte superior tiene dos pequeñas alas o un yelmo alado.
Según la fábula de Ovidio, en la mitología griega, el caduceo fue regalado por Apolo a
Mercurio para terminar una disputa entre ellos; Mercurio había regalado al dios de la
música la lira de siete cuerdas. Según se dice, Mercurio encontró en el Monte Citerón a dos
serpientes que se peleaban, él arrojó en medio de ellas su varilla para separarlas y vio cómo,
sin hacerse daño, se enroscaron y se entrelazaron alrededor de la vara, de forma tal que con
la parte más alta de sus cuerpos formaron un arco, quedando sus cabezas frente a frente sin
señal de enemistad. Probablemente, de este mito que muestra el complemento de los
opuestos nació el símbolo. Después de esto, Mercurio lo utilizó para sus funciones; con el
caduceo adormecía y despertaba a los mortales, atraía a ellos las almas de los fallecidos o
las conducía a la morada de los muertos o al infierno, sujetaba los vientos y disipaba las
nubes, convertía en oro lo que tocaba, transformaba las tinieblas en luz. Era una vara de
poder, siendo para el hombre fuente de seguridad, paz, concordia, beneficio y fortuna. Los
griegos hicieron de este emblema el sello distintivo de los heraldos y embajadores. Según
algunos historiadores, las alas del caduceo de Mercurio, están presentes porque es Hermes.
Dios egipcio adoptado por los griegos, inventor fabuloso de la alquimia, ciencia médica por
excelencia; entre sus atribuciones llevaba un pileus o casco con alas, las que representarían
la vieja máxima médica: Curare tuto, cito, et, jacunde, que quiere decir: curar todo, pronto,
placenteramente.

Para otros las alas son el representativo de los médicos que, al disolverse el Colegio de
Pitágoras en Samos, no escogieron residencia fija y se trasladaban de un país a otro;
también se dice que indican la actividad, diligencia y rapidez de las funciones.

Mercurio es considerado el dios del comercio y el mensajero de los dioses del olimpo. Por
ser el dios de los mercados, patrón del comercio y del juego de dados, por su fama de
ingenioso se le atribuyó la creación de la lira, el alfabeto, los números, la gimnasia, los
pesos y las medidas.

Los romanos utilizaron el caduceo como símbolo del equilibrio moral y de la buena
conducta; el bastón expresa el poder; las dos serpientes la sabiduría; las alas la diligencia; el
yelmo es emblemático de elevados pensamientos. Esa vara, con las serpientes entrelazadas
junto con dos esfinges aladas que representan la ascensión hacia la deidad es el atributo de
Hermes, pero también fue la insignia de los heraldos en Grecia y Roma. Por eso se llama
caduceo (del latín caduceum, relativo al heraldo) o kerykeión (del griego keryx, heraldo).

Desde el punto de vista de los elementos, el caduceo representa su integración,


correspondiendo la vara a la tierra, las alas al aire, las serpientes al agua y al fuego
(movimiento ondulante de la onda y de la llama).

GRACIAS

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