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Ictiosis hereditarias
Las ictiosis hereditarias, que se caracterizan por una acumulación excesiva de escamas
sobre la superficie de la piel, se clasifican según criterios clínicos y genéticos (ver
Manifestaciones clínicas y genéticas de algunas ictiosis hereditarias). Algunas ocurren de
manera aislada sin formar parte de un síndrome (p. ej. ictiosis vulgar, ictiosis ligada al
cromosoma X, ictiosis laminar, eritrodermia ictiosiforme congénita [hiperqueratosis
epidermolítica]). Otras ictiosis son parte de un síndrome que afecta a múltiples órganos. Por
ejemplo, la enfermedad de Refsum y el síndrome de Sjögren-Larsson (discapacidad
intelectual hereditaria y parálisis espástica causadas por un defecto en la enzima aldehído
deshidrogenasa) son cuadros autosómicos recesivos con compromiso cutáneo y
extracutáneo. Debe consultarse a un dermatólogo para realizar el diagnóstico e indicar el
tratamiento, así como a un genetista para el asesoramiento genético.
Tabla
La ictiosis puede ser una manifestación temprana de algunos trastornos sistémicos (p. ej.,
lepra [enfermedad de Hansen], hipotiroidismo, linfoma, sida). Algunos fármacos causan
ictiosis (p. ej., ácido nicotínico, triparanol, butirofenonas). La descamación seca puede ser
fina y localizada sobre el tronco y las piernas, o puede ser gruesa y extensa.
La biopsia de la piel con ictiosis no suele ser diagnóstica de una enfermedad sistémica; sin
embargo, hay excepciones; la más clara es la sarcoidosis, en la que puede haber una
descamación gruesa sobre las piernas y la biopsia suele revelar la presencia de granulomas
típicos.
Tratamiento
Hidratación y queratolíticos
Cuando la ictiosis es causada por un trastorno sistémico, el alivio es mayor cuando logra
corregirse la enfermedad subyacente. Otros tratamientos para la ictiosis incluyen
emolientes y queratolíticos, evitando secar demasiado la piel.
Hidratación y queratolíticos
En todas las ictiosis, hay una alteración de la función de barrera de la piel, por lo que los
hidratantes deben aplicarse justo después del baño. Las sustancias que se aplican en la piel
pueden tener una absorción mayor. Por ejemplo, los productos con hexaclorofeno no deben
utilizarse debido al riesgo aumentado de absorción y toxicidad.
Debe aplicarse un emoliente, preferentemente vaselina sola o lociones que contengan urea
o alfa-hidroxiácidos (p. ej., ácidos láctico, glicólico y pirúvico) dos veces por día, sobre
todo después el baño, mientras la piel aún está húmeda. El secado con una toalla elimina el
exceso del material aplicado.
Profilaxis infecciosa
El acné vulgar es la formación de comedones, pápulas, pústulas, nódulos y/o quistes como
resultado de la obstrucción e inflamación de unidades pilosebáceas (folículos pilosos y glándulas
sebáceas asociadas). El acné se desarrolla en la cara y parte superior del tronco. Afecta con mayor
frecuencia a adolescentes. El diagnóstico se realiza mediante el examen físico. El tratamiento,
basado en la gravedad, puede incluir una variedad de fármacos tópicos y sistémicos para disminuir
la producción de grasa, la formación de comedones, la inflamación, la cantidad de bacterias, así
como para lograr una queratinización normal.
Fisiopatología
Acné no inflamatorio
Los comedones son tapones sebáceos retenidos dentro de los folículos. Se denominan
abiertos o cerrados según si el folículo está dilatado o cerrado sobre la superficie cutánea.
Los tapones se quitan con facilidad en comedones abiertos, pero son más difíciles de
eliminar de comedones cerrados. Los comedones cerrados son las lesiones precursoras del
acné inflamatorio.
Acné inflamatorio
Las pápulas y pústulas aparecen cuando P. acnes coloniza los comedones cerrados, y
degrada el sebo en ácidos grasos libres que irritan el epitelio folicular y provocan una
respuesta inflamatoria por neutrófilos y luego linfocitos, que comprometen la integridad del
epitelio. El folículo inflamado se rompe hacia la dermis (a veces precipitado por la
manipulación física o el rascado), donde el contenido del comedón provoca una reacción
inflamatoria local, con formación de pápulas. Si la inflamación es intensa, se producen
grandes pústulas purulentas.
Etiología
Pubertad
Las asociaciones entre la exacerbación del acné y la dieta, la limpieza inadecuada del
rostro, la masturbación y el sexo son infundadas. En algunos estudios se propuso una
posible asociación con los productos lácteos y dietas hiperglucémicas. El acné puede
desaparecer durante los meses de verano debido a los efectos antiinflamatorios de la luz
solar. Las asociaciones propuestas entre el acné y el hiperinsulinismo requieren mayores
investigaciones. Algunos medicamentos y productos químicos (p. ej., corticosteroides, litio,
fenitoína, isoniazida) empeoran el acné o causan erupciones acneiformes.
Signos y síntomas
Las lesiones y cicatrices cutáneas pueden producir un importante estrés emocional. Los
nódulos y quistes pueden ser dolorosos. Es frecuente observar la coexistencia de lesiones en
diferentes estadios evolutivos.
Los comedones aparecen como puntos blancos o negros. Los blancos (comedones cerrados)
son lesiones de color carne o blanquecinas, de 1 a 3 m de diámetro; los puntos negros
(comedones abiertos) tienen una apariencia similar, aunque el centro es de color negro.
Las pústulas son lesiones sobreelevadas, en general con un extremo amarillento que
contiene pus. En la cara de esta persona con acné se ven pústulas diseminadas.
Los quistes son nódulos supurativos. Raras veces los quistes forman abscesos profundos. El
acné quístico de larga evolución, puede causar cicatrización que se manifiesta con
depresiones profundas muy pequeñas ("cicatriz tipo picahielos"), depresiones más grandes,
algunas poco profundas o áreas de cicatrices hipertróficas o queloides.
Esta fotografía muestra el acné conglobata, la forma más grave de acné vulgar, en la cara.
Los abscesos y las cicatrices queloides son visibles.
Esta foto muestra un pioderma facial con placas eritematosas, pápulas, pústulas y nódulos
confluentes.
Tabla
Pronóstico
Tratamiento
Acné moderado: antibiótico oral más terapia tópica para el acné leve
El tratamiento del acné incluye una variedad de fármacos tópicos y sistémicos para intentar
disminuir la producción de grasa, la formación de comedones, la inflamación, y el número
de bacterias, así como para lograr una queratinización normal (ver figura Mecanismo de
acción de algunos fármacos en el tratamiento del acné.). En general, la elección del
tratamiento se basa en la gravedad; en la Tabla Fármacos utilizados en el tratamiento del
acné se resumen las opciones terapéuticas. guidelines of care for the management of acne
vulgaris de la American Academy of Dermatology
Deben limpiarse las áreas afectadas todos los días, aunque un lavado excesivo, el empleo de
jabones antibacterianos y la fricción no ofrecen beneficio alguno.
Acné leve
El tratamiento del acné leve debe mantenerse durante por lo menos 6 semanas o hasta
observar respuesta. En ocasiones, es necesario el tratamiento de mantenimiento para
controlar las lesiones.
Por lo general la terapia con un único agente es suficiente para el acné con comedones.
La clave del tratamiento para los comedones es la tretinoína tópica diaria en
concentraicones tan elevadas como sean toleradas. En pacientes que no toleran la tretinoína
tópica, las alternativas válidas pueden ser el uso diario de adapaleno en gel, tazaroteno en
gel o en pomada, ácido azelaico en pomada y ácido glicólico o ácido salicílico. Los efectos
adversos incluyen eritema, ardor, prurito y descamación. El adapaleno y el tazaroteno son
retinoides y, como la tretinoína, tienden a ser algo irritantes y fotosensibilizantes. El ácido
azelaico tiene propiedades comedolíticas y antibacteranas por un mecanismo no
relacionado y pueden ser sinérgicos con los retinoides.
La terapia doble (p. ej., una combinación de tretinoína con peróxido de benzoilo, un
antibiótico tópico, o ambos) se debe utilizar para tratar el acné papulopustuloso
(inflamatorio) leve. El antibiótico tópico suele ser eritromicina o clindamicina. Las
preparaciones combinadas de peróxido de benzoilo con estos antibióticos pueden ayudar a
limitar el desarrollo de resistencia. El ácido glicólico puede utilizarse en lugar de la
tretinoína, o además de esta. Los tratamientos no tienen efectos adversos importantes, más
que la sequedad y la irritación (y, en raras ocasiones, reacciones alérgicas al peróxido de
benzoílo).
La extracción física de los comedones con un extractor de comedones es una opción para
los pacientes que no responden al tratamiento tópico. La extracción del comedón puede
realizarla un médico, una enfermera o un auxiliar médico. Uno de los extremos del
extractor de comedones es como un bisturí o bayoneta que perfora el comedón cerrado. El
otro extremo ejerce presión para realizar la extracción del comedón.
Los antibióticos orales (p. ej., tetraciclina, minociclina, doxiciclina y eritromicina) pueden
utilizarse cuando las lesiones se extienden sobre una superficie grande de piel, que hace
impracticable el tratamiento tópico.
Acné moderado
Se suele combinar el tratamiento antibiótico oral con el tratamiento tópico que se aplica
en el acné leve.
El uso de antibióticos en el largo plazo puede causar una foliculitis pustulosa por
microorganismos gramnegativos alrededor de la nariz y en el centro de la cara. Esta
sobreinfección poco frecuente es muy difícil de tratar y responde mejor a la isotretinoína
por vía oral luego de discontinuar el tratamiento antibiótico sistémico. La ampicilina es una
alternativa terapéutica para la foliculitis por gramnegativos. En las mujeres, el uso
prolongado de antibióticos puede causar vaginitis candidiásica; si no es posible erradicarla
con tratamiento local o sistémico, debe discontinuarse el tratamiento antibiótico para el
acné.
Acné grave
La isotretinoína por vía oral es el mejor tratamiento para pacientes con acné moderado
refractario a la antibioticoterapia y para aquellos con acné inflamatorio grave. La dosis
habitual de isotretinoína es de 1 mg/kg 1 vez al día durante 16 a 20 semanas, aunque puede
aumentarse hasta 2 mg/kg 1 vez al día. Si los efectos adversos la hacen intolerable, puede
disminuirse la dosis a 0,5 mg/kg 1 vez al día. Luego de suspender el tratamiento, el acné
puede seguir mejorando. La mayoría de los pacientes no requieren una segunda tanda de
tratamiento; en estos casos, sólo debe reiniciarse la terapia luego de un período de 4 meses
de descanso sin medicación. La repetición del tratamiento se requiere sobre todo si la dosis
inicial es baja (0,5 mg/kg). Con esta dosis ocurren menos efectos adversos, si bien casi
siempre se necesita un tratamiento más prolongado. La dosificación acumulada ha ganado
apoyo; una dosis total de 120 a 150 mg/kg dio como resultado tasas de recurrencia más
bajas.
Acné cístico
En pacientes con acné firme (quístico) que buscan una mejoría clínica rápida y reducción
de las cicatrices, se indican inyecciones intralesionales de 0,1 mL de una suspensión de 2,5
mg/mL de acetónido de triamcinolona (debe diluirse la suspensión de 10 mL). Puede haber
un fenómeno de atrofia local, aunque suele ser transitorio. Para las lesiones aisladas pero
muy desagradables, la incisión y el drenaje suelen ser benficiosos, aunque pueden dejar
cicatrices.
La forma conglobada se trata con isotretinoína por vía oral si no responde a los antibióticos
sistémicos.
Para el acné causado por anormalidades endocrinas (p. ej., el síndrome de ovario
poliquístico, tumores suprarrenales virilizantes en mujeres), se indican antiandrógenos. En
algunos casos se usa espironolactona, que tiene efecto antiandrogénico, en dosis de 50 a
100 mg por vía oral 1 vez al día. En Europa se utiliza el acetato de ciproterona. Cuando
otras medidas no son eficaces, puede intentarse el tratamiento con un anticonceptivo que
contenga estrógenos y progestágenos durante 6 meses o más para evaluar su posible efecto.
Cicatrización
Las cicatrices pequeñas pueden tratarse con exfoliantes químicos, descamación con láser o
dermoabrasión. Las cicatrices más profundas, aisladas, pueden ser resecadas. Las
depresiones amplias y superficiales pueden tratarse con subcisión o inyecciones de
colágeno. Los rellenos, incluidos el colágeno, el ácido hialurónico y el polimetilmetacrilato,
son temporales y deben repetirse periódicamente.
La dermatitis seborreica (DS) es la inflamación de regiones de la piel que tienen una alta densidad
de glándulas sebáceas (p. ej., la cara, el cuero cabelludo y la parte superior del tronco). Se
desconoce la causa, pero se sabe que especies de Malassezia, una levadura normal de la piel,
juega algún papel. La DS ocurre con mayor frecuencia en pacientes con HIV y en aquellos con
determinados trastornos neurológicos. La DS causa prurito, caspa, y descamación grasosa,
amarilleta en la línea de implantación del cabello y en el rostro. El diagnóstico se realiza con el
examen físico. El tratamiento se realiza con alquitrán o champús médicos y corticoides y
antifúngicos tópicos.
A pesar del nombre, la composición y el flujo de sebo suelen ser normales. No es clara la
patogenia de la dermatitis seborreica, aunque ha sido relacionada con el número de
levaduras de Malassezia presentes en la piel. La dermatitis seborreica ocurre con mayor
frecuencia en los bebés, por lo general dentro de los primeros 3 meses de vida, y en los
adultos de 30 a 70 años. La incidencia y la gravedad de la enfermedad parecen estar
influenciadas por factores genéticos, emocionales o de estrés físico y climáticos (suele
empeorar en los meses fríos). La DS puede preceder o estar asociada con psoriasis (llamada
seborriasis). La DS puede ser más común y más grave en los pacientes con trastornos
neurológicos (en especial, con enfermedad de Parkinson) o HIV/sida. Raras veces, la
dermatitis se generaliza.
Signos y síntomas
Los recién nacidos pueden desarrollar DS con una lesión costrosa, gruesa, amarillenta, en el
cuero cabelludo (costra láctea), descamación amarillenta con fisuras detrás de las orejas,
pápulas rojas en la cara y dermatitis del pañal. Los niños mayores y adultos pueden
presentar placas descamadas en el cuero cabelludo, que pueden medir hasta 1 o 2 cm de
diámetro.
Dermatitis seborreica
Imagen cortesía de Thomas Habif, MD.
Diagnóstico
Evaluación clínica
Tratamiento
En los adultos con compromiso del cuero cabelludo, debe usarse piritiona de cinc, sulfuro
de selenio, ácido salicílico y sulfúrico, ketoconazol (al 2 y al 1%) o un champú con
alquitrán (de venta libre) a diario o día por medio hasta controlar la caspa y luego, 2 veces
por semana. Puede frotarse una loción con corticoides (p. ej., una solución con acetónido de
fluocinolona al 0,01% o con acetónido de triamcinolona al 0,025%) en el cuero cabelludo u
otras zonas pilosas hasta controlar el rubor y la descamación.
Lactantes y niños
En los lactantes se usa un champú para todos los días, y crema de hidrocortisona al 1 a
2,5% o aceite de fluocinolona al 0,01% una o dos veces al día para el eritema y la
descamación en el cuero cabelludo o la cara. Los antimicóticos tópicos como el
ketoconazol al 2% en crema o el econazol al 1% en crema también pueden ser útiles en
casos graves. En las lesiones gruesas del cuero cabelludo de un niño pequeño, se aplica
antes de acostarse aceite mineral, aceite de oliva o un corticoide en gel o en aceite en las
áreas afectadas y se frota con un cepillo de dientes. Se lava el cuero cabelludo con champú
todos los días hasta que se desprenda la escama gruesa.
Conceptos clave
La rosácea afecta casi siempre a personas de entre 30 y 50 años, de tez clara, es más
evidente en los descendientes de irlandeses y de países del norte de Europa, aunque es
probable que afecte, sin que sea reconocida, a individuos de piel oscura.
Etiología
La dieta no tiene un papel importante, pero algunos agentes (p. ej., amiodarona,
corticosteroides tópicos y nasales, altas dosis de B6 y B12) pueden empeorar la rosácea.
Signos y síntomas
Prerosácea
Vascular
Inflamatoria
Tardía
En la fase prerosácea, los pacientes describen rubor y enrojecimiento molestos, a menudo
acompañados de un prurito desagradable. Los desencadenantes más comunes parecen ser la
exposición a la luz solar, el estrés emocional, el agua fría o caliente, el acohol, las comidas
picantes, el ejercicio, el viento, los cosméticos y los baños o bebidas calientes. Estos
síntomas persisten en todas las fases del proceso.
Rosácea
En la fase vascular, los pacientes desarrollan eritema y edema faciales con telangiectasias
múltiples, tal vez como resultado de la inestabilidad vasomotora persistente.
Rosácea vascular
Esta foto muestra un eritema y telangiectasias en las mejillas de un paciente con rosácea
vascular.
Rosácea inflamatoria
Esta foto muestra un eritema vívido y pápulas en un paciente con rosácea inflamatoria. Las
pústulas también están presentes, pero débilmente.
Rinofima de la rosácea
Esta foto muestra un rinofima, caracterizado por piel engrosada, nódulos y agrandamiento
anatómico, en un paciente con rosácea.
La rosácea ocular puede preceder o acompañar a la rosácea facial y se manifiesta como una
combinación de blefaroconjuntivitis, iritis, escleritis y queratitis, causa prurito, sensación de
cuerpo extraño, eritema y edema oculares.
Rosácea ocular
Esta fotografía muestra eritema conjuntival bilateral con enrojecimiento ocular yen un
paciente con rosácea ocular.
Diagnóstico
Evaluación clínica
Tratamiento
Las cremas de metronidazol al (1%), lociones (0,75%) o gel (0,75%) y la crema de ácido
azelaico al 20% aplicados 2 veces al día tienen una eficacia similar; se puede añadir
peróxido de benzoílo al 2,5% en cualquiera de sus presentaciones (gel, loción, crema),
aplicado 1 o 2 veces al día para mejorar el control de las lesiones. Algunas alternativas
menos efectivas son la loción de sulfacetaminda sódica al 10%/azufre al 5%; solución, gel
o loción de clindamicina al 1% y solución de eritromicina al 2%, todas aplicadas 2 veces al
día. Muchos pacientes requieren tratamiento indefinido para el control a largo plazo. La
crema tópica de ivermectina al 1% parece tener eficacia en el tratamiento de las lesiones
inflamatorias de la rosácea.
Los antibióticos orales están indicados en los pacientes con múltiples pápulas o pústulas y
en quienes sufren rosácea ocular; las opciones incluyen doxiclina en dosis de 50 a 100 mg 2
veces al día, tetraciclina 250 a 500 mg 2 veces al día, minociclina 50 a 100 mg 2 veces al
día y eritromicina 250 a 500 mg 2 veces al día. Deben disminuirse las dosis hasta la menor
posible que permita controlar los síntomas una vez alcanzada una respuesta adecuada. Las
dosis subantimicrobianas de doxiciclina (40 mg una vez/día en una preparación que
contiene 30 mg de liberación inmediata y 10 mg de doxiciclina de liberación sostenida) son
eficaces para el acné y la rosácea.
El eritema o rubor persistentes pueden ser tratados con el agonista α2 adrenérgico selectivo
brimonidina al 0,33% tópico en gel aplicado una vez/día.
Los casos recalcitrantes pueden responder a la isotretinoína oral.
La hiperhidrosis es la transpiración excesiva, que puede ser focal o difusa y tiene múltiples causas.
La sudoración de las axilas, palmas y plantas es con mayor frecuencia una respuesta normal al
estrés, al ejercicio, o al calor ambiental; la transpiración difusa suele ser idiopática, aunque en los
pacientes con hallazgos compatibles debe hacer sospechar tumores, infecciones o alteraciones
endocrinas. El diagnóstico es obvio, aunque en ocasiones es necesario realizar pruebas para
detectar la causa subyacente. Los tratamientos incluyen cloruro de aluminio tópico, iontoforesis
con agua corriente, toxina botulínica, glucopirrolato por vía oral y, en casos extremos, cirugía.
Etiología
Sudoración focal
Son frecuentes las causas emocionales, que provocan sudoración en las palmas, plantas,
axilas y frente en momentos de ansiedad, excitación, ira o miedo. Puede deberse a un
incremento de la estimulación simpática debido a un estrés generalizado. La sudoración
también es común durante el ejercicio y en ambientes calurosos. Si bien este tipo de
sudoración es una respuesta normal, los pacientes con hiperhidrosis transpiran de modo
excesivo y en condiciones en las cuales la mayoría de la gente no lo hace.
La sudoración gustativa ocurre alrededor de los labios y la boca cuando se ingieren comidas
o bebidas calientes o picantes. En la mayoría de los casos se desconoce la causa, aunque
este tipo de transpiración puede estar aumentada en neuropatías diabéticas, herpes zóster
facial, invasión del ganglio simpático cervical, enfermedad o lesión del SNC o lesiones de
la glándula parótida. En este último caso, una cirugía, una infección o un traumatismo
pueden alterar la inervación de la glándula y causar el crecimiento de fibras parotídeas
parasimpáticas dentro de la inervación simpática de las glándulas sudoríparas cutáneas
próximas a la zona afectada, en general sobre la glándula parótida. Este cuadro recibe el
nombre de síndrome de Frey. La sudoración asimétrica puede ser causada por una
anormalidad neurológica.
Sudoración generalizada
La sudoración generalizada afecta casi toda la superficie corporal. Si bien la mayoría de los
casos son idiopáticos, las causas pueden ser muy variadas (ver Algunas causas de
sudoración generalizada).
Tabla
Signos y síntomas
La sudoración suele estar presente durante el examen físico y a veces es intensa. Las ropas
pueden estar mojadas y las palmas y plantas pueden llegar a presentar maceración y fisuras.
La hiperhidrosis puede causar estrés emocional y aislamiento social. La piel de las palmas y
plantas puede aparecer pálida.
Diagnóstico
Las pruebas de laboratorio para identificar la causa de hiperhidrosis deben basarse en los
otros síntomas clínicos del paciente e incluir, por ejemplo, un hemograma completo para
detectar leucemia, glucemia para detectar diabetes y hormona tiroideoestimulante para
evaluar la función tiroidea.
Tratamiento
Cirugía
La iontoforesis con agua corriente, en la cual se introducen sales iónicas dentro de la piel
utilizando una corriente eléctrica, es una opción para los pacientes que no responden a los
tratamiento tópicos. Se sumergen las áreas afectadas (en general, las palmas y las plantas)
en recipientes con agua corriente; cada uno de ellos contiene un electrodo a través del cual
se aplica una corriente de 15 a 25 mA durante 10 a 20 minutos. Esto se realiza a diario
durante una semana y luego se repite 1 vez por semana o cada dos semanas. La iontoforesis
puede ser más eficaz mediante la disolución de tabletas anticolinérgicas (p. ej.,
glucopirrolato) en el agua de los recipientes de iontoforesis. Si bien los tratamientos suelen
ser efectivos, la técnica consume mucho tiempo y es algo engorrosa, lo que hace que
algunos pacientes se cansen de esta rutina.
Los fármacos anticolinérgicos orales pueden ayudar a algunos pacientes. Se puede utilizar
glucopirrolato u oxibutinina hasta que el grado de sudoración se vuelva tolerable o hasta
que los efectos adversos anticolinérgicos se vuelvan intolerables. Los posibles efectos
secundarios incluyen boca seca, piel seca, eritema, visión borrosa, retención urinaria,
midriasis, y arritmia cardíaca.
La cirugía está indicada cuando fallan los tratamientos más conservadores. Los pacientes
con sudoración axilar pueden ser tratados con resección quirúrgica de las glándulas
sudoríparas de esa zona, mediante disección abierta o por liposucción (que parece tener
menor morbilidad). Los pacientes con sudoración palmar pueden ser tratados con
simpatectomía endoscópica transtorácica. Se debe considerar la morbilidad potencial de la
cirugía, sobre todo en la simpatectomía. Las complicaciones potenciales son la
seudosudoración (sensación de sudoración en ausencia de esta), la hiperhidrosis
compensadora (aumento de sudoración en otras zonas del cuerpo no tratadas), la sudoración
gustativa, la neuralgia y el síndrome de Horner. La hiperhidrosis compensadora es más
común después de la simpatectomía transtorácica endoscópica, y se desarrolla en hasta el
80% de los pacientes; puede ser incapacitante y mucho peor que el problema original.