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Ricardo Braun
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peramos que lo tengan. Si mantenemos Podemos ver que tanto los eliminati-
nuestras categorías mentales es porque vistas como los críticos de la posición
también confiamos que ellas tienen que emergentista de una realidad ontológica
ver con los cambios causales efectivos nueva comparten las siguientes convic-
en el mundo: creemos que nuestros de- ciones acerca de lo mental:
seos, como nuestra voluntad sí tienen 1. Los conceptos mentales son equiva-
causación eficiente en nuestros asuntos. lentes a conceptos vacíos puesto que
Como dice P. Humphreys: sus términos se refieren a algo que
[…] si el argumento de la exclusión no existe.
[el verdadero trabajo causal es debido 2. Existen estados mentales, pero ellos
a las propiedades físicas] entonces el son simplemente estados cerebrales.
raciocinio, los qualia y las esperan- De acuerdo con el primero (1), el
zas y temores de la humanidad son
eliminativismo es un eco de la elimi-
simplemente humo en el fuego de los
nación de muchos conceptos, con sus
procesos cerebrales (1997, p. 2).
respectivos términos, que resultaron
T. H. Huxley fue uno de los prime- de hacer referencia a cosas inexisten-
ros que lo utilizó en el contexto de lo tes, como por ejemplo el flogisto, los
mental a mediados del siglo XIX, com- demonios, las esferas de cristal y con-
parando los eventos mentales con el ceptos parecidos. Según el segundo (2),
silbato de la máquina de vapor que no hay un reconocimiento de la existencia
contribuye en nada al funcionamiento de los estados mentales –en oposición
mecánico de la locomotora. William Ja- al conductismo lógico y metodológico
mes, a fines de dicho siglo, rechazó esta original– pero requiere una reconcep-
postura utilizando un argumento basa- tualización teniendo como marco con-
do en la selección natural. Decía que si ceptual a las neurociencias. Es decir, no
los placeres y los dolores no tuvieran es que los estados mentales no existan,
efectos, no habría razón alguna para sino que están inadecuadamente des-
nuestra aversión a esas sensaciones que critos en el lenguaje de origen popular
son causadas por actividades que con- mentalista y debieran ser traducidos o
sideramos importantes en nuestra vida. reemplazados por conceptos neurológi-
Entonces no se explicaría por qué tene- cos en una futura ciencia de la conducta
mos una valoración afectiva a las sensa- humana.
ciones y a la utilidad de las actividades Smart, que fue mencionado ante-
que las producen (Robinson, 2007). riormente, sostiene lo siguiente:
El problema del epifenomenalismo Soy de la opinión que la ciencia nos
no es otro que el problema denuncia- está proporcionando más y más un
do por el materialismo eliminativista. punto de vista por el cual los orga-
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el materialismo postula que los poderes Supongamos que una persona de-
causales de lo mental son explicables en sea tomar un helado de chocolate. Ese
términos de las propiedades y leyes fí- deseo debe ser una instancia de una
sicas subyacentes. Por eso, para los ma- propiedad física (posiblemente una
terialistas es importante negar que las propiedad neurológica) tal que cuando
propiedades mentales sean propiedades cualquiera que esté en esa instancia,
emergentes, y si lo fueran, posiblemen- y tiene aquella propiedad física, habrá
te serían microrreducibles. de experimentar el deseo de tomar un
helado de chocolate. Entonces, cada
Superveniencia propiedad mental posee una base física
que garantiza esa instanciación. Ade-
El concepto de superveniencia también
más, sin esa base física no puede darse
es un concepto central en la discusión
la propiedad mental.
de la causación mental y, en consecuen-
cia, de cualquier teoría emergentista. Los filósofos han empleado este
Como muchos conceptos que son de concepto para imaginar mundos posi-
uso casi exclusivo de la comunidad filo- bles como el de los gemelos de Putnam
sófica, el de superveniencia es uno que porque pone la siguiente restricción de
ha resurgido en la discusión académica realización física: “Cualesquiera dos
reciente en el problema de lo mental, cosas que son duplicados físicos exac-
particularmente impulsado por J. Kim tos, necesariamente son también dupli-
(1993). cados psicológicos –esto es–, duplica-
dos físicos son duplicados tout court
La superveniencia no es propiamen-
(Kim, 2000, p. 10).
te una teoría sino un concepto aplicado
a las relaciones entre dos conjuntos de Aparentemente, uno podría consi-
propiedades: las propiedades superve- derar que la noción de superveniencia
nientes y las propiedades de su base. haría más viable la identidad mente-ce-
Kim define así el concepto: rebro, o descartar la emergencia, ya que
la base física es lo que determinaría los
Las propiedades mentales supervie- fenómenos mentales. Además, podría
nen sobre las propiedades físicas, en sospecharse una acusación epifenome-
que necesariamente, para cualquier nalista acerca de los fenómenos menta-
propiedad mental M, si algo tiene M les. Sin embargo, esta noción más bien
en un tiempo t, existe una propiedad es consistente con una tesis monista de
física base (o subveniente) P, tal que la realidad, pero no es necesariamente
tiene P en t, y necesariamente cual- reduccionista, puesto que la realización
quier cosa que tiene P en un tiempo física de cualquier objeto complejo pue-
tiene M en ese tiempo (2000, p. 9). de ser variada o múltiple. Lo único que
restringe es la posibilidad de que algu-
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gía molecular, por mencionar el modelo la estructura del mundo. En este senti-
reduccionista más impresionante. do, la aparición de la conciencia y de los
otros fenómenos mentales es un caso
De la Biología a la conciencia más de emergencia en el que los siste-
mas naturales dieron origen a estruc-
No es solo una estrategia explicativa, turas y propiedades novedosas. Pero la
y –espero– persuasiva, el encontrar conciencia es un fenómeno emergente;
una transición, un continuumm desde en consecuencia, no se puede defender
la Biología hacia la conciencia humana, una teoría emergente del cerebro sin en-
sino que desde una perspectiva evolu- dosar explícitamente una versión fuerte
cionista, no tiene sentido hablar de la de la emergencia. La versión débil no
conciencia sin tomar en cuenta la histo- hará sino convertir eventualmente la
ria evolutiva que produjo los cerebros. emergencia en un epifenómeno sin nin-
Para el dualista no es necesario siquiera gún interés causal real.
enfrentar la pregunta de este tránsito
De forma preliminar sería impor-
porque casi por milagro aparecen pro-
tante reflexionar acerca de los diferen-
piedades que no tienen nada en común
tes niveles de complejidad que aparecen
con el resto del orden natural. Aunque
como producto de procesos emergentes.
parezca insólito, podría decirse algo
Podríamos resumir al menos tres nive-
análogo de los fisicalistas reduccionis-
les de emergencia natural siguiendo la
tas, puesto que el hecho de que haya
propuesta de Clayton (2004). Subrayo
cerebros biológicos o no es un detalle
la idea de resumen puesto que estos ni-
contingente, ya que al final todo puede
veles podrían ser subdivididos y no to-
subsumirse a leyes microfísicas, inclu-
dos los biólogos estarían de acuerdo en
yendo las funciones cerebrales. Sin em-
una división en tres niveles.1 El primero
bargo, en una propuesta emergentista,
sería la aparición de la vida a partir de
se tiene que estudiar la naturaleza de
la materia inorgánica. Actualmente se
otras estructuras emergentes como par-
acepta como una alta probabilidad la
te de la historia evolutiva. Por ello, las
emergencia de la vida, dada la presencia
teorías emergentistas que vamos a ver
de elementos pesados que han debido
a continuación han sido escogidas por
intervenir, ya sea como componentes o
distanciarse tanto de las posturas dua-
como catalizadores en la combinación
listas como de las reduccionistas, pero
que permitió la existencia de este nivel.
fundamentalmente porque no descuida
Sin embargo, reconocemos al mismo
la importante cuestión del tránsito evo-
tiempo que las fronteras entre lo no-
lutivo.
Si queremos entender los fenómenos
conscientes no podemos dejar de lado la 1 Por ejemplo, Emmeche, Køppe & Stjernfelt
comprensión de los distintos niveles de (1997) distinguen hasta cuatro niveles.
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viviente y lo viviente no son tan claras tando algunos qualia. Esta clasificación
como se creyó cincuenta años atrás. En de Clayton tiene el valor de que las ex-
efecto, hoy en día objetos como los virus periencias del tercer nivel están ancla-
tienen características que los asemejan das en el desarrollo biológico evolutivo,
más a cristales que a células epiteliales.2 al menos desde un estadio preconscien-
Pero si hay algo que comparten como te, y el conocimiento consciente estaría
patrones distintivos los entes vivientes construido posteriormente partiendo
–virus incluidos– son el crecimiento y con el anterior.
desarrollo, la homeostasis, la reproduc-
ción y el intercambio energético con el El origen de la conciencia
entorno ambiental. Además, los seres
Nuestras reflexiones anteriores nos lle-
vivientes son susceptibles de mutacio-
van al problema central de este trabajo:
nes genéticas y ambientales siguiendo
las teorías sobre el origen del fenómeno
los procesos de adaptación evolutiva.
de la conciencia. Pero deseo enfocar el
En un segundo nivel encontraría- problema del origen desde una perspec-
mos el monitoreo externo e interno del tiva ahistórica, es decir, concentrando
organismo. En el sentido biológico es la discusión no tanto en lo ontogenético
una forma elemental de autoconcien- y filogenético, sino más bien en la rela-
cia, puesto que involucra no solo darse ción entre la conciencia y el cerebro hu-
cuenta del ambiente exterior, que no es mano. No hay un sabor no-naturalista
lo mismo que la percepción, y además en este enfoque, puesto que sin inves-
de los propios estados internos del or- tigar su origen histórico, sin embargo
ganismo, y la modificación de los com- podemos tratar de enfrentar la difícil
portamientos como resultado de la con- pregunta acerca de dicha relación: ¿cuál
ciencia. es la relación naturalista entre la con-
En un tercer nivel, que lo relaciona- ciencia y el cerebro?
mos con el concepto de conciencia hu- Se diría que la pregunta es ahistórica
mana explicado en la sección anterior, en el sentido de que nos podemos pre-
encontramos la autoconciencia reflexi- guntar sobre cómo los estados mentales
va. En este nivel el organismo, como di- en este momento (el estado consciente,
ría Locke (1690/2008), percibe que está por ejemplo) se relacionan con los es-
percibiendo. En este nivel encontramos tados cerebrales. Esta pregunta no es
fenómenos como el de darnos cuenta de otra que la ancestral pregunta del pro-
que estamos pensando, que conocemos blema mente-cuerpo o mente-cerebro.
nuestros propios pensamientos o que Sin embargo, no todas las respuestas
conocemos lo que es estar experimen- al problema han sido las mismas, aun
cuando hayan tenido una misma moti-
2 Véanse las ilustraciones en Harrison (1989). vación naturalista. Veamos las más re-
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que hay algo que significa estar en la física y microfísica, ¿para qué moles-
ellos. Todos ellos son estados de la tarse en explicar la causación mental?).
experiencia (1995, pp. 201-202). Dice Chalmers:
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