Acción típica

La Accion típica en el presente delito se configura cuando el sujeto o agente, en lugar público,
realiza o materializa exhibiciones, gestos, tocamientos o cualquier otro comportamiento de
carácter obsceno; es decir, debe tratarse de un movimiento, actividad corporal o tocamiento que
se relacione con la vida sexual y que ofenda objetivamente la moral sexual social.

La acción consiste en ejecutar por si o hacer ejecutar por un tercero, hechos o actos de
exhibiciones obscenas. Los actos de exhibicionismo comprenden tanto la exposición del propio
cuerpo humano al desnudo, en sus partes más íntimas de contenido sexual, ya sean auto
tocamientos o relaciones carnales entre persona, cualesquiera que sean sus sexos.

La apreciación del carácter impúdico de los actos por parte del operador jurídico deberá hacerse
tomando en cuenta y de acuerdo a los usos y costumbres de los pueblos, así como las
circunstancias de tiempo, lugar e historia en que ocurre el acto obsceno.

Por último la acción debe realizarse en un lugar público, es decir, el hecho debe efectuarse en
lugar público estrictamente como una plaza, la calle, etc., o lugares expuestos al público como un
estadio deportivo, sala de teatro, etc., o lugares expuestos al público a los cuales sin mayor
esfuerzo las personas pueden realizar actos de observación como un garaje cuya puerta de acceso
es transparente, el mismo que posibilite la visibilidad desde la calle, una ventana con dirección a la
calle, etc.

La diferencia de esta figura con el delito de actos contra el pudor (artículos 176 y 176-A), radica en
que los actos impúdicos en este caso no recaen sobre la víctima en sí, sino sobre el mismo cuerpo
del sujeto activo o sobre un tercero, lo que puede llevar a un concurso ideal de delitos.