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Juan del Enzina

(1469-1529)

Vida:
Juan del Enzina es el compositor más representativo de la música profana española del
Renacimiento. Artista polifacético, que no sólo es conocido como compositor sino también como
poeta y dramaturgo. Su vida está llena de misterios, pues la mayoría de los documentos han
desaparecido.
Nacido en Salamanca hacia 1469, su apellido original era Fermoselle, que más adelante cambió
por el de Enzina por razones que nos son desconocidas. Estudió Derecho en la Universidad de esta
ciudad, donde su hermano Diego era catedrático de Música. Probablemente él fue el responsable
de su formación musical.

Dicha formación le llevó a ser capellán de coro de la catedral en 1490, puesto que perdería en
poco tiempo por carecer de la condición sacerdotal. Sin embargo, en 1492 entra al servicio del
poderoso duque de Alba, en cuya Corte se encargará de organizar festejos y escribir comedias y
música para el deleite del aristócrata. Desde el punto de vista creativo este el periodo más
importante de la vida de Enzina, pues fue durante este tiempo cuando escribió la mayor parte de
las obras dramáticas y musicales que conocemos en la actualidad.

En 1497 abandonó el puesto en el palacio de Alba de Tormes e intentó obtener el puesto de


Cantor en la catedral de Salamanca, pretensión que fue rechazada por el cabildo, el cual eligió en
1499 a Lucas Fernández para dicho puesto. En 1500 abandona Salamanca y marcha a Roma y a
partir de ese momento su trayectoria se nos muestra como la de un intrigante, dispuesto a todo
con tal de obtener beneficios y prestigio. En este mismo año entra al servicio del papa español
Alejandro VI, padre de César y Lucrecia Borgia, del cual consigue numerosas prebendas y
beneficios en la diócesis de Salamanca, alcanzando incluso la ración de cantor de la catedral,
decisión que genera un pleito con el Cabildo que quedará sin resolver. Los sucesores de Alejandro
VI no le retiran el favor y en 1510 obtiene el puesto de arcediano de Málaga, también contra la
voluntad del cabildo malagueño.

En 1519 decide ordenarse sacerdote y preregrina a Jerusalem, escribiendo un libro en verso en el


que narra su viaje: Trivagia o via sacra de Ierusalem. Finalmente, después de una época de idas y
venidas entre España y Roma vuelve definitivamente a su pais natal en 1523, instalándose en León
donde disfrutará hasta su muerte, acaecida hacia 1529, de los beneficios de un priorato concedido
por el último pontífice al que sirvió en Roma. En 1534 sus restos son trasladados a la catedral de
Salamanca, donde aún hoy sigue enterrado.
Vida musical:
La obra musical de Juan del Enzina no es muy abundante. Sin embargo, posee una gran
importancia, debido a que supone una etapa de cambio para la música profana española, que se
desliga así de la dependencia de la polifonía franco-flamenca a la que estaba hasta entonces
sometida. Se conservan una serie de romances y villancicos en diversas fuentes, principalmente en
el Cancionero de Palacio. Podemos resumir las características musicales de estas obras en lo
siguiente:

 Villancicos con la estructura típica de estribillo + coplas + enlace + vuelta.


 Predominio de la homofonía. Apenas se utiliza el contrapunto fluído.
 Empleo, de forma muy excepcional, de técnicas de cantus firmus, en donde puede
distinguirse en la voz del tenor la melodía gregoriana de difuntos Circundederunt me
dolores inferni.
 Utilización de pocas voces: cuatro como máximo y tres como mínimo.
 Breve extensión musical objetiva. La duración de la obra está condicionada a la realización
de más o menos estrofas del texto.
 En algunas ocasiones, se hace uso de tonadas populares, arregladas y armonizadas. En el
aspecto rítmico sorprende la aparición en algunos momentos de ritmos irregulares.
 Utilización muy frecuente del esquema armónico típico de la Folía.

Los temas tratados en las composiciones de Juan del Enzina son muy variados, incluyendo todo
tipo de asuntos, desde el Amor a las sátiras más atrevidas. Podemos resumirlos en los siguientes
apartados:

 El Amor. Gran cantidad de composiciones poseen esta temática, tratada de una forma
artificiosa propia de la poesía cortesana de finales del siglo XV, como puede verse en Pues
que mi triste penar
 Acontecimientos históricos: la mayoría de los romances, aunque también algunos
villancicos, están dedicados a dos hechos decisivos sucedidos durante el tiempo que el
compositor se hallaba al servicio del duque de Alba: la reconquista de Granada y la muerte
prematura del príncipe Juan, heredero de los Reyes Católicos. Celebrando la primera
escribió el villancico Levanta Pascual y el romance Una sañosa porfía, en el cual adopta el
punto de vista de los vencidos. Los lamentos por la muerte del príncipe se concretan
también en un villancico A tal pérdida tan triste y un romance: Triste España sin ventura.

 Sátiras, a veces dotadas de dobles sentidos obscenos. Tres divertidos ejemplos son Cucú
cucú, Fata la parte y Caldero y llave madona, los dos primeros escritos en un dialecto
mezcla de diversos idiomas.

 Villancicos pastoriles: gran parte de las composiciones de Enzina tienen como


protagonistas a pastores que normalmente dialogan entre ellos. En muchas ocasiones
están musicalmente inspirados en temas populares de la época. Desde el punto de vista
literario están escritos en el dialecto propio de la gente del campo. Así lo podemos ver en
Daca bailemos carillo y Tan buen ganadico.
 Pensamientos morales y filosóficas: en algunas composiciones el mundano Enzina se torna
en un grave filósofo que reflexiona acerca de la vida y la muerte, como podemos ver en
Todos los bienes del mundo.

Asuntos religiosos: la temática religiosa, característica del género un siglo después, aparece
ahora sólo en algunos ejemplos, la mayoría dedicados a la Virgen, como A quién debo yo
llamar.

El Villancico y su Historia

INTRODUCCIÓN

El villancico, tal y como lo conocemos hoy, es una canción sencilla destinada a ser interpretada
durante las fiestas de Navidad. Sin embargo esto no ha sido siempre así. Desde sus orígenes la
palabra villancico tenía un sentido bien diferente al que actualmente le podemos dar. Aquí
encontraremos una breve historia del villancico, con los diferentes pasos seguidos en su evolución,
así como una breve historia de algunos destacados compositores de villancicos de los siglos XVI-
XVIII.
Este género en España tuvo una gran importancia, y aquí explicaremos algunas de las razones para
que esto sucediera durante casi trescientos años.

En su origen el villancico fue un género exclusivamente español y que tuvo muy diversos usos a lo
largo de su historia. A pesar de todo, en los villancicos actuales perviven algunas características del
antiguo villancico, como es la estructura de estribillo y coplas, la frecuente aparición de personajes
populares y la inclusión en algunas ocasiones de textos relativamente atrevidos. En conclusión,
podemos decir que el villancico actual mantiene algunos elementos básicos desde sus orígenes, si
bien ha perdido su antiguo esplendor para convertirse en un género popular.

LOS ORÍGENES: UN GÉNERO DE MÚSICA PROFANA

En sus orígenes, en el siglo XV, villancico es un término empleado para designar a una composición
poética de carácter popular. Literariamente consiste en un estribillo de tres versos, unas coplas de
cuatro, uno o dos versos de enlace y repetición de los últimos versos del estribillo, que reciben el
nombre de vuelta. El estribillo conforma una sección musical, a la que podemos llamar A; los dos
primeros versos de las coplas poseen una música diferente, a la que podemos llamar B. Después
de estas se repite la música del estribillo. Por lo tanto,la estructura final sería: Abba . Veamos un
ejemplo:

Hoy comamos y bebamos


Y cantemos y holguemos Estribillo a
Que mañana ayunaremos

Por honra de san Antruejo


b
Parémonos hoy bien anchos
Coplas
Embutamos estos panchos
b
Recalquemos el pellejo

Que es costumbre de concejo Versos de enlace


Que todos hoy nos hartemos a
Que mañana ayunaremos Vuelta

La temática del villancico, como nos muestra este ejemplo, distaba mucho de tener un carácter
religioso. Entre las composiciones conservadas en el Cancionero de Palacio, una de las fuentes
musicales más antiguas del género, aparecen villancicos con los contenidos más dispares, desde
textos amorosos a violentas e irreverentes sátiras, pasando por composiciones que celebran algún
destacado acontecimiento, así como cantos en alabanza de Cristo o la Virgen María. Por lo tanto,
se trata de un género en el que no hay restricciones de contenido y cuya finalidad, aunque tenga
tema religioso, no es nunca una ceremonia litúrgica. El compositor más destacado de este periodo
es Juan del Enzina (1468-1530), a quien pertenece la composición anterior.

SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI: HACIA UN GÉNERO RELIGIOSO

Durante la segunda mitad del siglo XVI coexisten dos tipos de temática en el villancico: la profana y
la religiosa. Los ejemplos de villancico religioso existen ya en la época anterior, si bien son
puntuales. Posteriormente, adquiere una importancia cada vez mayor los asuntos religiosos. Y ello
debido a que las autoridades eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en
la liturgia composiciones en castellano, compuestas en el estilo sencillo y directo del villancico,
como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica, especialmente durante las
celebraciones correspondientes a la Navidad y al Corpus Christi. Se convertirá en una de las
principales obligaciones del maestro de capilla la composición de villancicos diferentes cada año
para las principales fiestas del calendario litúrgico.Los ejemplos más representativos de esta
segunda época del villancico los tenemos en el Cancionero de Upsala, el Cancionero de Medinaceli
y las Canciones y Villanescas Espirituales de Francisco Guerrero. En ellos podemos ver un ligero
incremento de la complejidad musical del género, tendencia que se acentuará en los siglos XVII y
XVIII. Dicho cambio se concreta en la búsqueda de una distinción cada vez mayor entre las coplas y
el estribillo. Éste tiende a hacerse ligeramente más extenso y con una textura polifónica, mientras
que las coplas suelen ser más cortas, reducen el número de voces y la textura es homofónica.

EL SIGLO XVII: ESPLENDOR DEL VILLANCICO POLIFÓNICO


La interpretación de villancicos se hace cada vez más frecuente a pesar de las censuras de que es
objeto por parte de las instituciones conservadoras. Ya en 1596 Felipe II había ordenado que no se
cantaran villancicos en la Capilla Real , prohibición que como veremos, no tuvo ningún efecto. La
razón de estas censuras radicaba en lo siguiente: se convierte en una práctica cada vez más
habitual la composición de villancicos en forma de diálogo, especialmente en Navidad, para
recrear la sorpresa de los pastores ante el anuncio del Nacimiento del Mesías. Temas como este se
convertían en un excelente pretexto para realizar divertidas parodias, en las que se hacía burla de
personajes arquetípicos y de diversas nacionalidades. En este sentido son interesantes los
villancicos de Negro y las Jácaras.

Aparte de la Navidad el Corpus Christi se convierte en otra festividad importante en la que se


suceden las interpretaciones de villancicos, así como de otras composiciones en castellano,
especialmente durante las denominadas "siestas". Asimismo, durante el reinado de Felipe IV se
instituye la celebración de las Quarenta Horas, momento tambièn muy propicio para el
desenvolvimiento de dicho repertorio con todo su esplendor. Musicalmente, el villancico del siglo
XVII se produce un aumento en la complejidad técnica y formal. Frente a las tres o cuatro voces
del siglo XVI, lo habitual es la composición para ocho voces distribuidas en dos coros dispuestos en
diferentes lugares de la catedral y acompañados de arpa, violón y órgano.

Formalmente, el estribillo se convierte en una sección muy extensa y con una escritura polifónica
relativamente compleja, mientras que las coplas contrastan con éste por su brevedad y por la
reducción de la plantilla vocal e instrumental al mínimo. De entre el gran número de compositores
que escribieron villancicos durante el siglo XVII podemos destacar algunos como Cristóbal Galán,
Juan Hidalgo y Sebastián Durón.

EL SIGLO XVIII: ITALIANIZACIÓN, CENSURAS Y DECADENCIA


El siglo XVIII es el triunfo definitivo del estilo operístico italiano, el cual se adueña de todos los
paises europeos. En España sucede lo mismo, y no sólo en el terreno de la ópera y de la zarzuela,
sino también en otros géneros, como es el caso del villancico. Frente a la estructura uniforme de
coplas y estribillo existente durante los siglos anteriores, los villancicos del siglo XVIII pueden llegar
a tener una complejidad tal de secciones que en muchos casos no serán sino una alternancia de
recitativos y arias da capo, al estilo de la ópera seria italiana.

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