Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(1469-1529)
Vida:
Juan del Enzina es el compositor más representativo de la música profana española del
Renacimiento. Artista polifacético, que no sólo es conocido como compositor sino también como
poeta y dramaturgo. Su vida está llena de misterios, pues la mayoría de los documentos han
desaparecido.
Nacido en Salamanca hacia 1469, su apellido original era Fermoselle, que más adelante cambió
por el de Enzina por razones que nos son desconocidas. Estudió Derecho en la Universidad de esta
ciudad, donde su hermano Diego era catedrático de Música. Probablemente él fue el responsable
de su formación musical.
Dicha formación le llevó a ser capellán de coro de la catedral en 1490, puesto que perdería en
poco tiempo por carecer de la condición sacerdotal. Sin embargo, en 1492 entra al servicio del
poderoso duque de Alba, en cuya Corte se encargará de organizar festejos y escribir comedias y
música para el deleite del aristócrata. Desde el punto de vista creativo este el periodo más
importante de la vida de Enzina, pues fue durante este tiempo cuando escribió la mayor parte de
las obras dramáticas y musicales que conocemos en la actualidad.
Los temas tratados en las composiciones de Juan del Enzina son muy variados, incluyendo todo
tipo de asuntos, desde el Amor a las sátiras más atrevidas. Podemos resumirlos en los siguientes
apartados:
El Amor. Gran cantidad de composiciones poseen esta temática, tratada de una forma
artificiosa propia de la poesía cortesana de finales del siglo XV, como puede verse en Pues
que mi triste penar
Acontecimientos históricos: la mayoría de los romances, aunque también algunos
villancicos, están dedicados a dos hechos decisivos sucedidos durante el tiempo que el
compositor se hallaba al servicio del duque de Alba: la reconquista de Granada y la muerte
prematura del príncipe Juan, heredero de los Reyes Católicos. Celebrando la primera
escribió el villancico Levanta Pascual y el romance Una sañosa porfía, en el cual adopta el
punto de vista de los vencidos. Los lamentos por la muerte del príncipe se concretan
también en un villancico A tal pérdida tan triste y un romance: Triste España sin ventura.
Sátiras, a veces dotadas de dobles sentidos obscenos. Tres divertidos ejemplos son Cucú
cucú, Fata la parte y Caldero y llave madona, los dos primeros escritos en un dialecto
mezcla de diversos idiomas.
Asuntos religiosos: la temática religiosa, característica del género un siglo después, aparece
ahora sólo en algunos ejemplos, la mayoría dedicados a la Virgen, como A quién debo yo
llamar.
El Villancico y su Historia
INTRODUCCIÓN
El villancico, tal y como lo conocemos hoy, es una canción sencilla destinada a ser interpretada
durante las fiestas de Navidad. Sin embargo esto no ha sido siempre así. Desde sus orígenes la
palabra villancico tenía un sentido bien diferente al que actualmente le podemos dar. Aquí
encontraremos una breve historia del villancico, con los diferentes pasos seguidos en su evolución,
así como una breve historia de algunos destacados compositores de villancicos de los siglos XVI-
XVIII.
Este género en España tuvo una gran importancia, y aquí explicaremos algunas de las razones para
que esto sucediera durante casi trescientos años.
En su origen el villancico fue un género exclusivamente español y que tuvo muy diversos usos a lo
largo de su historia. A pesar de todo, en los villancicos actuales perviven algunas características del
antiguo villancico, como es la estructura de estribillo y coplas, la frecuente aparición de personajes
populares y la inclusión en algunas ocasiones de textos relativamente atrevidos. En conclusión,
podemos decir que el villancico actual mantiene algunos elementos básicos desde sus orígenes, si
bien ha perdido su antiguo esplendor para convertirse en un género popular.
En sus orígenes, en el siglo XV, villancico es un término empleado para designar a una composición
poética de carácter popular. Literariamente consiste en un estribillo de tres versos, unas coplas de
cuatro, uno o dos versos de enlace y repetición de los últimos versos del estribillo, que reciben el
nombre de vuelta. El estribillo conforma una sección musical, a la que podemos llamar A; los dos
primeros versos de las coplas poseen una música diferente, a la que podemos llamar B. Después
de estas se repite la música del estribillo. Por lo tanto,la estructura final sería: Abba . Veamos un
ejemplo:
La temática del villancico, como nos muestra este ejemplo, distaba mucho de tener un carácter
religioso. Entre las composiciones conservadas en el Cancionero de Palacio, una de las fuentes
musicales más antiguas del género, aparecen villancicos con los contenidos más dispares, desde
textos amorosos a violentas e irreverentes sátiras, pasando por composiciones que celebran algún
destacado acontecimiento, así como cantos en alabanza de Cristo o la Virgen María. Por lo tanto,
se trata de un género en el que no hay restricciones de contenido y cuya finalidad, aunque tenga
tema religioso, no es nunca una ceremonia litúrgica. El compositor más destacado de este periodo
es Juan del Enzina (1468-1530), a quien pertenece la composición anterior.
Durante la segunda mitad del siglo XVI coexisten dos tipos de temática en el villancico: la profana y
la religiosa. Los ejemplos de villancico religioso existen ya en la época anterior, si bien son
puntuales. Posteriormente, adquiere una importancia cada vez mayor los asuntos religiosos. Y ello
debido a que las autoridades eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en
la liturgia composiciones en castellano, compuestas en el estilo sencillo y directo del villancico,
como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica, especialmente durante las
celebraciones correspondientes a la Navidad y al Corpus Christi. Se convertirá en una de las
principales obligaciones del maestro de capilla la composición de villancicos diferentes cada año
para las principales fiestas del calendario litúrgico.Los ejemplos más representativos de esta
segunda época del villancico los tenemos en el Cancionero de Upsala, el Cancionero de Medinaceli
y las Canciones y Villanescas Espirituales de Francisco Guerrero. En ellos podemos ver un ligero
incremento de la complejidad musical del género, tendencia que se acentuará en los siglos XVII y
XVIII. Dicho cambio se concreta en la búsqueda de una distinción cada vez mayor entre las coplas y
el estribillo. Éste tiende a hacerse ligeramente más extenso y con una textura polifónica, mientras
que las coplas suelen ser más cortas, reducen el número de voces y la textura es homofónica.
Formalmente, el estribillo se convierte en una sección muy extensa y con una escritura polifónica
relativamente compleja, mientras que las coplas contrastan con éste por su brevedad y por la
reducción de la plantilla vocal e instrumental al mínimo. De entre el gran número de compositores
que escribieron villancicos durante el siglo XVII podemos destacar algunos como Cristóbal Galán,
Juan Hidalgo y Sebastián Durón.