Está en la página 1de 19

La posesión

Art. 715.- Posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño; sea
que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o bien por otra persona en su
lugar y a su nombre.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

Elementos de la posesión

1. Corpus o elemento material


Es la relación de hecho existente entre la persona y la cosa; el conjunto de actos materiales
que se están realizando continuamente durante el tiempo que dure la posesión.
El corpus es la manifestación visible de la posesión.

Relación no visible entre sujeto-cosa


Hay corpus aún cuando la relación de poder no es visible, cuando se rompe transitoriamente
la conexión, material sujeto-cosa.
Art. 742.- La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halla bajo el
poder del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero.
Art. 740.- El poseedor conserva la posesión, aunque transfiera la tenencia de la cosa,
dándola en arriendo, comodato, prenda, depósito, usufructo o a cualquier otro título no
traslativo de dominio.

2. El animus o elemento intelectual


Intención del tenedor de la cosa de actuar respecto de ella como señor y dueño; excluye a los
demás del uso y disfrute de la cosa. No reconoce dominio ajeno.

Concepción objetiva de la posesión

La concepción objetiva es el corpus y la concepción subjetiva es el animus.

Mera tenencia
Es la vinculación material ausente el animus.
Art. 729.- Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en
lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el
usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada,
secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenecen.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio ajeno.

Ventajas de la prueba de la posesión

1. Supera la dificultad de indagar la intención del sujeto del animus.


En el ordenamiento se recurre a la exteriorización del animus: los actos visibles que
evidencian el animus.
Art. 969.- Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a que
sólo el dominio da derecho, como la corta de maderas, la construcción de edificios, la de
cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros de igual significación, ejecutados
sin el consentimiento del que disputa la posesión.

2. Releva al poseedor la carga de la prueba.


La posesión es la regla general y la mera tenencia una excepción que solo tiene lugar
cuando la ley lo expresa.

Naturaleza jurídica de la posesión

Tesis de la posesión como derecho


La posesión es un derecho subjetivo real o mixto (real y personal) por la protección que le
otorga el ordenamiento mediante acciones judiciales.
Existe una relación directa con la cosa, la acción es erga omnes y existe un sujeto pasivo
indeterminado.

Tesis de la posesión como hecho (ordenamiento ecuatoriano)


La posesión es un hecho que genera derechos.
No es un derecho real al no estar enumerado en el art. 595 del CC y por la posibilidad de
adquirirlo con vicios como la violencia.

La mera tenencia

Art. 729.- Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en
lugar o a nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el
usuario, el que tiene el derecho de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada,
secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación les pertenecen.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio ajeno.
Detención de hecho de una cosa donde el poseedor reconoce dominio ajeno por carecer de
título o porque este exige tal reconocimiento.
Ej. El arrendatario y usufructuario reconocen la existencia del dueño del buen sobre el cual
ejercitan su derecho.
Ej. La posesión en virtud del usufructo, del uso y habitación se ejercen en nombre del
propietario.

Prominente comprador
El prominente comprador no puede dejar de reconocer dominio ajeno ya que el contrato de
compraventa exige dicho reconocimiento y la expectativa de adquirirlo.
Cuando se trata de un inmueble o detenta con ánimo de señor y dueño, no como mero
tenedor, si en la escritura pública si en la escritura pública de promesa de compraventa se le
ha otorgado al prominente comprador la posesión del bien.

Inmutabilidad e intervención de la mera tenencia

La mera tenencia puede mudarse en posesión por el cambio de título en virtud del cual se
tiene la cosa.

También ocurre cuando el mero tenedor deja de reconocer dominio ajeno. Sin embargo:
Art. 734.- Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión ha
continuado hasta el momento en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la continuación del
mismo orden de cosas.
Si alguno prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se presume la posesión
en el tiempo intermedio.

Tesis de la inmutabilidad

Art. 731.- El simple lapso no muda la mera tenencia en posesión; salvo el caso del Art. 2410,
regla 4.
Aunque no se haya producido la renovación del contrato, la mera tenencia no podrá
convertirse en posesión y menos por la sola voluntad del mero tenedor.
Nadie puede mejorar su propio título.

La mutación es posible (interpretación aceptada por Luis)


La mera tenencia es inmutable únicamente por el solo transcurso del tiempo.
El conjunto de otros factores como el animus del tenedor cuando desconoce dominio ajeno y
detenta la cosa con ánimo de señor y dueño.

Clases de posesión

Dependiendo de un justo título


Depende de la existencia o ausencia de un justo título que le sirva al poseedor de antecedente
y de su buena o mala fe, la posesión puede ser regular o irregular.
Art. 717.- La posesión puede ser regular o irregular. Se llama posesión regular la que
procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe, aunque la buena fe no subsista
después de adquirida la posesión. Se puede ser, por consiguiente, poseedor regular y
poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translativo de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará presumir
la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del título.

Aptitud para adquirir el dominio por prescripción adquisitiva


Se distinguen dos tipos de posesión de acuerdo con su aptitud para adquirir el dominio por
prescripción adquisitiva: la posesión útil y la inútil.
Dentro de la posesión útil se encuentra la posesión regular e irregular.
La posesión inútil es aquella posesión viciosa y no permite adquirir el dominio por
prescripción adquisitiva.
Art. 724.- Son posesiones viciosas la violenta y la clandestina.

La posesión regular

El poseedor regular dispone de justo título y ha adquirido la posesión de buena fe aunque la


buena fe no subsista después de adquirir la posesión.
Art. 717.- La posesión puede ser regular o irregular. Se llama posesión regular la que
procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe, aunque la buena fe no subsista
después de adquirida la posesión. Se puede ser, por consiguiente, poseedor regular y
poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
(…)
Si el título es traslativo de dominio se requiere de tradición.
Art. 717.- (…) Si el título es translativo de dominio, es también necesaria la tradición.

Elementos constitutivos de la posesión regular


1. Antecedente jurídico: justo título
2. Buena fe del poseedor
3. En caso de título traslaticio de dominio, la tradición

1er requisito posesión regular: el justo título posesorio

El título es el negocio jurídico que sirve de antecedente para la tradición como modo de
adquirir el dominio.

Justo título
Debe reunir cualidades relacionadas a la validez y aptitud:
1. Título verdadero y válidamente otorgado
2. Título que transfiere la propiedad
Apto por su naturaleza para conferir el dominio al adquirente aún cuando no lo confiera.
Ej. Justo título son: contrato de compraventa, permuta o donación. Injusto título es: contrato
de arrendamiento, comodato o prenda.

Venta de cosa ajena


La venta de cosa ajena es un justo título porque habilita para poseer pero no transfiere el
dominio, no por defecto del título, sino porque el vendedor carece del derecho de dominio.

Clasificación de títulos
Art. 718.- El justo título es constitutivo o translativo de dominio.
Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que, por su naturaleza, sirven para transferirlo como la
venta, la permuta, la donación entre vivos.
Pertenecen a esta clase las sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y los actos
legales de partición.
Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para legitimar la
posesión.
Las transacciones, en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos preexistentes, no
forman nuevo título; pero, en cuanto transfieren la propiedad de un objeto no disputado,
constituyen un título nuevo.

1. Título constitutivo de dominio


Crean una posesión originaria sin la preexistencia de un poseedor anterior.
Ej. Ocupación, accesión y prescripción.
2. Título traslaticio de dominio
Traspasan el dominio y la posesión de una persona a otra.
Ej. Compraventa, permuta donación.

3. Título declarativo de dominio


Reconocen o declaran un dominio y posesión preexistente.

a. Sentencia de adjudicación
Radicar en cosas las cuotas ideales de división de dominio.
Ej. Adjudicación en juicios divisorios y actos legales de partición.

b. Sentencia judicial sobre derechos litigiosos


Es de carácter declarativo; no forma nuevo título para legitimar la posesión.
Art. 718.- Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título
para legitimar la posesión.

c. Transacciones declarativas de derechos preexistentes


Reconocen y declaran derechos preexistentes, pero no forman un nuevo título.
Art. 718.- Las transacciones, en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título; pero, en cuanto transfieren la propiedad de un
objeto no disputado, constituyen un título nuevo.

Títulos injustos
Art. 719.- No es justo título:
1. El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que aparece como otorgante;
2. El conferido por una persona como mandatario o representante legal de otra, sin serlo;
3. El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que, debiendo ser autorizada
por un representante legal o por el juez, no lo ha sido; y,
4. El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad heredero; el
del legatario cuyo legado ha sido revocado por acto testamentario posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien, por disposición judicial, se haya dado la
posesión efectiva, servirá aquella de justo título, como al legatario putativo el
correspondiente acto testamentario que haya sido judicialmente reconocido.

1. Los falsificados
No son otorgados realmente por la persona que aparece como otorgante.
2. Los conferidos por un mandatario sin serlo
Conferidos por una persona como mandatario o representante legal de otra, sin serlo.

3. Los que adolecen de un vicio de nulidad


Los que adolecen de un vicio de nulidad.
Ej. Enajenación no autorizada por un representante legal o juez en caso de requerirlo.
Si un título viciado es convalidado se retrotrae a la fecha en que fue conferido por lo que se
considera que siempre fue válido.
Art. 720.- La validación del título que en su principio fue nulo, efectuada por la ratificación
o por otro medio legal, se retrotrae a la fecha en que fue conferido el título.
La validación por aplicación de las normas sobre nulidad (art. 1699 y 1700).
La nulidad relativa es sanable vía ratificación y la nulidad absoluta con el transcurso de 15
años.

4. Los títulos putativos o aparentes


El heredero putativo o aparente no es heredero en realidad, pero se le atribuye esa calidad
cuando se le otorga posesión efectiva
Sin embargo, al heredero putativo a quien, por disposición judicial, se haya dado la
posesión efectiva, servirá aquella de justo título, como al legatario putativo el
correspondiente acto testamentario que haya sido judicialmente reconocido.

2do requisito posesión regular: buena fe


Art. 721.- La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por
medios legítimos, exentos de fraude y de cualquier otro vicio.
Así, en los títulos translativos de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse
recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro
vicio en el acto o contrato.
El justo error, en materia de hecho, no se opone a la buena fe.
Pero el error, en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe, que no admite
prueba en contrario.
El hecho de no estar completamente seguro de sobre el dominio propio o el del antecesor es
un caso de mala fe.
El poseedor se reputa dueño por lo que se presume la buena fe.
Art. 715.- (…) El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.
Art. 722.- La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la presunción
contraria.
En todos los demás la mala fe deberá probarse.
No siempre es lo mismo ser poseedor de buena fe y poseedor regular ya que se puede perder
la buena fe o viceversa.

Efectos del error


El poseedor esta convencido de su dominio, pero tal convicción se funda en un error.

Error de derecho
Ocurre cuando se equivoca sobre la existencia, el contenido o sentido de una norma legal.
Ej. Poseedor alega no saber que un título obtenido por fuerza es nulo.
El error de derecho presume mala fe y no admite prueba en contrario.
Art. 721.- (…) Pero el error, en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe,
que no admite prueba en contrario.

Error de hecho
Todo error que no sea de derecho.
Ej. Poseedor alega no saber que el título fue obtenido por violencia por su apoderado.
No se afecta la buena fe del poseedor por justa causa de error, pero el poseedor deberá probar
la causa del error y su justeza.
Art. 721.- (…) El justo error, en materia de hecho, no se opone a la buena fe.

3er requisito: la tradición si el título es translaticio

La tradición se requiere solamente cuando el título invocado por el poseedor es traslaticio de


dominio.
Art. 717.- (…) Si el título es translativo de dominio, es también necesaria la tradición.
Si el título es originario como la ocupación o la accesión no tiene lugar la tradición.
La tradición se perfecciona con la entrega excepto en el caso de inmuebles la cual se
perfecciona con la inscripción del título en el registro de la propiedad.
Art. 717.- (…) La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla,
hará presumir la tradición; a menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del
título.

La posesión irregular

Art. 723.- Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados en el
Art. 717.
La posesión irregular es la que carece de los requisitos del art. 717 para la posesión regular.
Ej. Posesión de mala fe, carente de justo título y carente de tradición en caso de título
traslaticio de dominio.

Prescripción adquisitiva
Posesión regular
Prescripción ordinaria: 2 años bienes muebles y 5 años inmuebles.

Posesión irregular
Prescripción extraordinaria: 15 años.

Posesiones viciosas
Son posesiones viciosas la violenta y la clandestina.
Art. 724.- Son posesiones viciosas la violenta y la clandestina.

1. Posesión violenta
Uso de la violencia sea para producir o conservar la posesión.

Adquirida con violencia


La posesión que se adquiere por la fuerza sea fuerza física o moral.
Art. 725.- Posesión violenta es la que se adquiere por la fuerza.
La fuerza puede ser actual o inminente.

Fuerza física o actual


Se emplean acciones materiales o vías de hecho.
Ej. Golpes, disparos de armas, violación de seguridades o destrucción de bienes.

Fuerza moral o inminente


Es la amenaza de un daño y constituye un vicio de los negocios jurídicos.
La amenaza debe ser lo suficientemente fuerte para producir una impresión fuerte en
una persona de son juicio.
Art. 1472.- La fuerza no vicia el consentimiento, sino cuando es capaz de producir
una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo
y condición. Se mira como fuerza de este género todo acto que infunde a una persona
justo temor de verse expuestos ella, su cónyuge o alguno de sus ascendientes o
descendientes, a un mal irreparable y grave.
El temor reverencial, esto es, el solo temor de desagradar a las personas a quienes se
debe sumisión y respeto, no basta para viciar el consentimiento.
Conservada por violencia
Cuando una persona toma posesión de una cosa de forma pacífica y repele al dueño o
poseedor se transforma en violenta.
Art. 744.- Si alguno, dándose por dueño, se apodera violenta o clandestinamente de un
inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión la pierde.
El rechazo debe ser con violencia
Art. 726.- El que, en ausencia del dueño, se apodera de la cosa, y volviendo el dueño le
repele, es también poseedor violento.

Violencia contra el poseedor que no es propietario


Art. 727.- Hay violencia, sea que se haya empleado contra el verdadero dueño de la cosa, o
contra el que la poseía sin serlo, o contra el que la tenía en lugar o a nombre de otro.
Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agentes, y que se ejecute
con su consentimiento, o que después de ejecutada se ratifique expresa o tácitamente.

2. Posesión clandestina
Posesión que se ejerce ocultándola de los que tienen derecho para oponérsela.
Art. 728.- Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para
oponerse a ella.

3. Asimilación de las invasiones de predios rurales


Es la ocupación actual con violencia o clandestinidad de tierras rústicas de propiedad privada,
comunitarias, del Estado y demás entidades del sector público.

Régimen de invasión del Reglamento a la Ley de desarrollo agrario


Se limita a los predios rurales.
La vía administrativa para el desalojo de los invasores cuenta con la intervención de la fuerza
pública

Adquisición de la posesión

Carácter intransferible de la posesión


La posesión como fenómeno fáctico es intransferible.
Cada poseedor comienza su propia posesión distinta e independiente de posesiones
anteriores.
Art. 732.- La posesión del sucesor comienza en él, ora suceda a título universal o
singular(…)
La ventaja de la independencia de posesiones anteriores es que el nuevo poseedor no se ve
afectado por poseedores anteriores irregulares o viciosos.
La desventaja es que al poseedor que quiere adquirir el dominio por prescripción se le
permite agregar a la suya la posesión de sus antecesores con sus calidades y vicios.
Art. 732.- (…) A menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero, en tal caso, se
la apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse, en los mismos términos, a la posesión propia la de una serie no
interrumpida de antecesores.

Capacidad para adquirir la posesión


Adquisición de la posesión de bienes muebles
Se requiere la capacidad de goce –además del corpus y animus– para adquirir la posesión de
bienes muebles; todas las personas los pueden adquirir excepto dementes e infantes.
Art. 738.- Los que no pueden administrar libremente lo suyo, no necesitan de autorización
alguna para adquirir la posesión de una cosa mueble, con tal que concurran en ello la
voluntad y la aprehensión material o legal; pero no pueden ejercer los derechos de
poseedores sino con la autorización que competa.
Los dementes y los infantes son incapaces de adquirir por su voluntad la posesión, sea para
sí mismos o para otros.

Adquisición de la posesión de bienes raíces


Se requiere la capacidad de ejercicio para adquirir la posesión de un bien inmueble porque la
tradición, al ser un negocio jurídico, solo pueden hacerlo las personas que tienen libre
administración de sus bienes.
Art. 739.- Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
correspondiente libro del Registro de la Propiedad, nadie podrá adquirir la posesión de ella
sino por este medio.

Adquisición en nombre propio y a nombre ajeno


La posesión puede adquirirse a nombre propio (por el mismo poseedor) o por otra persona
que lo hace a su nombre.

Adquisición por mandatarios o representantes legales


La posesión que es tomada pro el que trata de adquirirla a través de mandatarios o
representantes legales.
Art. 735.- La posesión puede tomarse, no sólo por el que trata de adquirirla para sí, sino por
su mandatario, o por sus representantes legales.
El que posee a nombre de otro carece de poder para representarlo
Cuando no existe encargo convencional ni mandato legal la persona a cuyo nombre se ha
poseído solo poseerá por su conocimiento y aceptación.
Art. 736.- Si un individuo toma la posesión de una cosa en lugar o a nombre de otro, de
quien es mandatario o representante legal, la posesión del mandante o representado
principia en el mismo acto, aún sin su conocimiento.
Si el que toma la posesión a nombre de otro, no es su mandatario ni representante, no
poseerá sino en virtud de su conocimiento y aceptación; pero se retrotraerá su posesión al
momento en que fue tomada a su nombre.
Tras producirse el conocimiento y la aceptación la posesión se retrotraerá.
Ej. Agencia oficiosa
Art. 2186.- La agencia oficiosa o gestión de negocios ajenos, llamada comúnmente gestión
de negocios, es un cuasicontrato por el cual el que administra sin mandato los negocios de
alguna persona, se obliga para con ésta, y la obliga en ciertos casos.

Adquisición de la posesión legal de la herencia


La posesión se adquiere por el solo ministerio de la ley; no exige el corpus ni el animus.
Art. 737.- La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es deferida,
aunque el heredero lo ignore.
El que válidamente repudia una herencia se entiende no haberla poseído jamás.
El diferimiento de la herencia se hace cuando fallece la persona de la sucesión.
Art. 998.- La delación de una asignación es el actual llamamiento de la ley a aceptarla o
repudiarla.
La herencia o legado se defiere al heredero o legatario en el momento de fallecer la persona
de cuya sucesión se trata (…)
La adquisición efectiva de la posesión depende de la aceptación o repudiación de la herencia
por parte del heredero.
Si la acepta se retrotrae la posesión desde el fallecimiento del causante.
Si la repudia se entiende nunca haberla poseído.

Adquisición de posesión de bienes inmuebles no inscritos

La posesión de bienes inmuebles no inscritos en el Registro de la Propiedad se adquiere igual


que los bienes muebles: animus y corpus.
Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de hacerla suya.
Art. 741.- Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
Los inmuebles no registrados no constituyen una excepción al art. 741.
Art. 744.- Si alguno, dándose por dueño, se apodera violenta o clandestinamente de un
inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión la pierde.
No se requiere inscripción registral cuando se adquieren inmuebles no inscritos por sucesión
por causa de muerte. Excepto, si hay un título traslaticio de dominio se debe inscribir el título
para adquirir la posesión regular.
Art. 739.- Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
correspondiente libro del Registro de la Propiedad, nadie podrá adquirir la posesión de ella
sino por este medio.

Adquisición de la posesión de inmuebles inscritos

Depende del título traslaticio de dominio.

Título no traslaticio de dominio


La posesión se da por la concurrencia del animus y corpus.
Lo mismo ocurre para posesión sin título.

Título traslaticio de dominio


Para adquirir posesión regular se requiere la inscripción del título traslaticio en el Registro de
la propiedad.
Art. 739.- Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el
correspondiente libro del Registro de la Propiedad, nadie podrá adquirir la posesión de ella
sino por este medio.
Es necesaria la tradición, que, en el caso de inmuebles, se perfecciona mediante la inscripción
registral.
Art. 717.- (…) Si el título es translativo de dominio, es también necesaria la tradición.

Adquisición de la posesión irregular

Requiere únicamente del corpus y animus tanto para bienes muebles e inmuebles sean
inscritos o no.

Conservación y pérdida de la posesión de bienes muebles

Conservación de la posesión
La posesión se conserva mientras el poseedor mantenga el animus que expresa su poder sobre
la cosa, aunque este circunstancialmente despendido de su tenencia material (corpus).
Si persiste el animus, el poseedor puede ceder su tenencia a favor de un tercero.
Ej. Arrendamiento, comodato, depósito.
Art. 740.- El poseedor conserva la posesión, aunque transfiera la tenencia de la cosa,
dándola en arriendo, comodato, prenda, depósito, usufructo o a cualquier otro título no
translativo de dominio.
Se puede desprender del animus temporalmente y conservar la posesión; se conserva si la
voluntad que ha tenido de adquirir la posesión no ha sido revocada por una voluntad
contraria.
Ej. El poseedor no pierde la posesión mientras duerme y no tiene la voluntad positiva de
poseer.

Pérdida de la posesión de los bienes muebles


La pérdida de posesión de los bienes muebles ocurre cuando:

1. Desaparecen sus dos elementos constitutivos: corpus y animus


El poseedor enajena la cosa o la abandona para que otro lo haga suya.

2. Pérdida del corpus


Aunque subsista el animus, otra persona se apodera de la cosa con el ánimo de hacerla suya
sea violenta o clandestinamente.

3. Imposibilidad de ejercer actos posesorios


Se pierde el corpus a pesar de que la posesión no haya pasado a otro.
Ej. Cosa permanentemente inundada.
Art. 2402.- La interrupción es natural:
1. Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de
actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente inundada;

Conservación y pérdida de la posesión de los inmuebles

Inmuebles no inscritos
Se conserva la posesión mientras subsista el corpus y el animus.
Se pierde desde que otro se apodera de ella con ánimo de hacerla suya, excepto cuando la ley
lo prohíbe.
Art. 741.- Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de
hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan.
Inmuebles inscritos
La posesión regular se conserva mientras subsista la inscripción; nadie puede adquirirla.
Art. 743.- Para que cese la posesión inscrita es necesario que la inscripción se cancele, sea
por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor por título inscrito
transfiere su derecho a otro, o por decisión judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título
inscrito, no adquiere posesión de ella, ni da fin a la posesión existente.
Se pierde por posesión irregular con la pérdida del corpus por el apoderamiento material que
hace otra persona.

Retroactividad de la recuperación de la posesión


La recuperación legal de la posesión tiene efecto retroactivo: se asume que el poseedor ha
tenido la cosa durante el tiempo intermedio.
Art. 746.- El que recupera legalmente la posesión perdida, se entenderá haberla tenido
durante todo el tiempo intermedio.
No se interrumpe la posesión de quien va a adquirir el dominio por prescripción cuando
pierde el corpus y luego lo recupera legalmente.
Art. 2402.- (…) 2. Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no surte otro efecto que el de descontarse su
duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo de
la posesión anterior; a menos que se haya recobrado legalmente la posesión, conforme a lo
dispuesto en el Título De las acciones posesorias. En tal caso, no se entenderá haber habido
interrupción para el desposeído.

Recuperación legal
La que se logra mediante el ejercicio de acciones posesorias (ej. Acción de recuperación o
restablecimiento del artículo y acción de despojo violento)
Art. 970.- El que injustamente ha sido privado de la posesión, tendrá derecho para pedir que
se le restituya, con indemnización de perjuicios.
Art. 972.- El que violentamente ha sido despojado, sea de la posesión, sea de la mera
tenencia, y que, por poseer a nombre de otro, o por no haber poseído bastante tiempo, o por
otra causa cualquiera, no pudiere proponer acción posesoria, tendrá sin embargo derecho
para que se restablezcan las cosas al estado en que antes se hallaban, sin que para esto
necesite probar más que el despojo violento, ni se le pueda objetar clandestinidad o despojo
anterior. Este derecho prescribe en seis meses.
Restablecidas las cosas, y asegurado el resarcimiento de daños, podrán intentarse, por una u
otra parte, las acciones posesorias que correspondan.
Los modos de adquirir el dominio

El hecho jurídico al que el ordenamiento le atribuye la aptitud para hacer nacer el dominio en
favor de una persona.
Los modos de adquirir el dominio son taxativos (numerus clausus) por el CC.
Art. 603.- Los modos de adquirir el dominio son la ocupación, la accesión, la tradición, la
sucesión por causa de muerte y la prescripción.
De la adquisición de dominio por estos dos últimos medios se tratará en el libro de la
sucesión por causa de muerte, y al fin de este Código.
Solo puede operar un modo de adquirir el dominio.

Clasificación de los modos de adquirir el dominio

Atendiendo la existencia de una relación de continuidad con el anterior


propietario

1. Originarios o constitutivos
El dominio nace sin tener como antecedente la propiedad anterior de otra persona; no es
traspasado por el dueño anterior.
Acto unilateral del adquirente.
Ej. Ocupación (se adquiere el dominio de una cosa que no pertenece a nadie), accesión (se
es dueño de los frutos de la cosa o de lo que se junta a ella) y prescripción (se adquiere el
dominio de una cosa ajena por haberla poseído un determinado tiempo y observando los
requisitos legales).
Se debe justificar los elementos que constituyen el derecho.

2. Derivativos
El dominio que se adquiere teniendo como antecedente el dominio anterior sobre la cosa;
ocurre sucesión dominical.
Acto bilateral.
Ej. Tradición (entrega real o ficticia del dueño de la cosa a otro) y sucesión por causa de
muerte (adquisición del dominio de bienes transmisibles tras el fallecimiento de una
persona).
Se debe justificar los elementos constitutivos del derecho y el dominio del antecesor ya que
nadie puede transferir un derecho que no tiene.
Art. 698.- Si el tradente no es verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a su
nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los transmisibles del
mismo tradente sobre la cosa entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste transferido desde
el momento de la tradición.

Por la extensión de su objeto: a título singular o universal

1. A título singular
Se adquiere el dominio de cosas singulares.
Ej. Ocupación (excepto el tesoro) y accesión.

2. A título universal
Se adquiere el dominio de universalidades jurídicas.
Ej. Sucesión por causa de muerte, prescripción cuando se adquiere el derecho a la herencia
y tradición en algunos casos.

Contraprestación del adquirente: a título gratuito u oneroso


Art. 1456.- El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la utilidad
de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando tiene por objeto la
utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro.

1. A título oneroso
La adquisición requiere del adquirente una contraprestación.
Ambas partes se gravan en beneficio de la otra.
Ej. Tradición como antecedente al contrato de compraventa y permuta.

2. A título gratuito
No existe una contraprestación.
Ej. Ocupación, accesión, sucesión por causa de muerte y tradición como antecedente un
negocio jurídico lucrativo (donación).

Entre vivos o por causa de muerte

1. Entre vivos
Destinados a producir sus efectos en vida del adquirente.
Ej. Ocupación, accesión, tradición y prescripción.

2. Mortis causa (causa de muerte)


El modo de adquirir solo produce efectos a causa del fallecimiento de alguien.
Ej. Sucesión por causa de muerte.
La ocupación

Concepto y requisitos

Medio de adquirir una cosa mediante la aprehensión y con la voluntad de convertirse en su


propietario.
Art. 622.- Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y
cuya adquisición no está prohibida por las leyes ecuatorianas, o por derecho internacional.
Es a título gratuito, originario, inter vivos y a título singular.

También podría gustarte