Dios es el Dios de la historia.

El ha estado en el pasado, el está en el presente y sin dudas estará en

el futuro. La trayectoria no siempre ha sido fácil, pero aquí estamos y seguimos adelante porque
Él nos ha dado la fuerza. 66 años después.

Estamos aquí por medio de Él que es el que nos da fuerza, el que es la Resurrección y la Vida.
Como dice el libro de Hechos: En el vivimos, nos movemos y somos.

Para llegar aquí sin duda hemos tenido que vivir muchas cosas. La vida es una aventura, está
repleta de historias maravillosas que incluyen trabajo y descanso, lágrimas y alegrías, problemas
difíciles y la mano de Dios para ayudarnos a resolverlos.

La Biblia es REAL, y en todo el sentido de la Palabra. Es la verdad y es muy honesta, a veces nos
engañamos a nosotros mismos o dejamos que nos engañen creyendo que todo será color de
rosa… Pero la Biblia no ensena eso. Dios no dijo que siempre será fácil, Dios dijo que nos va a
ayudar en la dificultad.

Después de la muerte de Josué, con muy pocas excepciones, el pueblo de Israel prácticamente no
vio luz. Durante 400 años y como consecuencia de sus propios pecados tuvieron que soportar
guerras internas, guerras externas, invasiones filisteas, amorreas, de los pueblos del norte, de los
del sur. Para colmo, hambrunas, un sacerdocio corrupto y líderes traidores como Abimelec y
Sansón. Sin contar con las sequias, el hambre.

Samuel es uno de los personajes más subestimados del A.T. Tuvo que ejercer prácticamente de
emergencia tres cargos que impidieron que Israel desapareciera del mapa, por eso Dios lo llamó
tres veces: Juez (poder político, judicial y militar), profeta y sacerdote (liderazgo espiritual). El fue
un urgente factor de unidad que impidió que el Reino se desmembrará por una insurrección, por
movimientos separatistas o por la invasión externa que en ese momento estaba en manos de
Filistea.

Aparte de los 400 anos de Jueces, los israelistas habían sufrido otro golpe moral. Los filisteos
arrasaron toda la zona norte del país y se estaban adentrando al corazón de Canaan. Ahí se
cumplió la Palabra que sobre los enemigos de Dios “tronará desde los cielos” y literalmente
cayeron truenos que le dieron la victoria a Israel.

El pueblo le dice a Samuel: estamos cansados. No damos más. Si, acabamos de tener otra victoria
pero ya no damos más. No queremos seguir peleando, no sabemos si lo vamos a lograr.

En ese momento Samuel levanta una piedra no pintada y no tallada (no viola la ley de Lev 26:1)
para recordar todo lo que Dios ha hecho,

Podemos decir. Lo logramos! Estar vivos es un logro, conocerlo a Él así sea a medias como Israel es
un logro, porque al menos empezamos a caminar hacia el 100%