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EL ÚLTIMO FUEGO
DAS LETZTE FEUER
Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des
öffentlichen Vortrags, der Verfilmung und Übertragung durch Rundfunk und Fernsehen. Das
Recht der Aufführung ist rechtmäßig zu erwerben vom:
All rights whatsoever in this play are strictly reserved. No performance may be given unless a
licence has been obtained. Application for performance etc., must be made before rehearsals
begin, to:
Die Rechte an der Übersetzung liegen bei Dr. Phil. M. Soledad Lagos Rivera, Jorge Matte 2392,
Providencia, Tel.& Fax: +56-2-8136478 , soledadlagosrivera@gmail.com
Susanne
Ludwig
Rosemarie
Edna
Karoline
Olaf
Peter
Rabe
Y Edgar (Q.E.P.D.)
como también
Estrangulador Humboldt
Nota:
El texto de NOSOTROS nunca debe ser dicho en coro, sino que dividido en
voces individuales. No siempre se indica el hablante, es decir, el personaje; en
los pasajes en que no es posible desprender del contexto de quién se trata,
será el director quien decida.
2
1.
3
A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto
Era pleno verano
Y la luz
La luz de ese agosto
Era de una claridad que enceguecía
La luz de ese agosto
Hacía que los contornos de los objetos casas árboles autos
E incluso de las personas
Aparecieran tan claramente como si los hubieran vaciado
Con un molde caliente, que
Hace que los bordes resplandezcan
Alguien, que venía acercándose hacia ti desde el otro lado de la calle
Ese estío
Estaba rodeado de una luz ardiente
Y parecía flotar en el aire
A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto hace pocos años
Un forastero llegó a nuestro barrio
Tan afuerino era
Que no miró a su alrededor
Ni hacia la derecha o la izquierda
Caminó calle abajo
En medio de la calzada
La calzada la pista
Hasta el bar de Nelly
Y en vez de entrar
Se queda ahí parado, delante del bar
En la vereda
Donde un niño llamado
Silencio.
Donde el niño de ocho años
Pausa. En voz muy baja.
Edgar
Pausa.
Donde un niño de ocho años perplejo
Contempla su pelota de fútbol
Que cede entre sus manos
Entra aire por la válvula
El niño mira al forastero
El forastero deja su saco marinero en el suelo y toma la pelota, la hace girar,
inspecciona la válvula
Más palabras no necesitan los dos
A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto hace pocos años
Rompieron el pavimento de la calle, a todo lo ancho, después la rellenaron.
Pero nunca le echaron alquitrán, basura arena grava, huele a podrido basura
fecas
Como en todo el barrio
Un sector olvidado de la ciudad, poco antes del sitio eriazo terreno baldío
Él levanta remolinos de polvo
4
Más que de costumbre
Como siempre
Pegado detrás del manubrio
Sin cinturón de seguridad, inquieto, con la resaca viva y restos de cocaína en la
sangre
Mete chala por la arena que se arremolina
Al acecho, su cabeza es la de un pájaro inquieto
A través del parabrisas
Polvo y sol
Acelera
A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto hace pocos años
Olaf el loco del horno de coque con un auto robado
Con uno que le prestaron, uno prestado, que sólo tomó prestado
Con un auto que no le pertenecía
A una velocidad como del más allá
Casi volando
Pasa junto al forastero y el niño
Que concentrados en una pelota de fútbol
Están parados delante de la fuente de soda de Nelly
Olaf el loco de la coca el cohete
A plena luz del mediodía un niño de ocho años se asusta tanto, que
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Es que se parece, porque arriba rubio autor del atentado y abajo veloz autor del
atentado en camino
El choque
Se siente
Todo en silencio
Sólo la luz y el motor
Motor de luz
Rotor de luz
Luz roja
Luz
Muerto 1
La calle
Sin un alma
El calor
No lo vimos
Ahí presentes no estuvimos
Pero hay alguien
El único
Testigo ocular
A plena luz del mediodía del diecinueve de agosto hace pocos años
Un forastero llegó a un barrio que podría haber sido el nuestro
Que podría haberse convertido en eso
Caminó calle abajo, con el saco marinero al hombro
Hasta el bar de Nelly
Y pidió una habitación ahí
Una habitación hacia el frente
1
N.d.T.: En alemán hay un juego de palabras y una rima que es imposible mantener en la traducción.
6
2.
7
Porque creemos que juntos sabemos más
Que cada quien en solitario
Nosotros, nosotros nos juntamos
Nos hemos ido poniendo de acuerdo con gran dificultad
Por un tiempo
Sólo para eso
Con esa única finalidad
Pero acaso nos conocemos
Acaso después vamos a conocernos mejor
Podemos ponernos de acuerdo
Eso resulta
A veces
Nosotros barremos las trizas
Y las ensamblamos
Una cosa cualquiera, quebrada
En la que por aquí y por allá se puede reconocer algo
Podemos entendernos
Entender
Jamás se trató de eso
3.
8
Ludwig y Susanne Schraube 2
Y ésa es la madre del Sr. Schraube
Schraube, Rosmarie
Viuda
Alzheimer en estado avanzado
Vive en casa de su hijo desde hace dos tres
Y su nuera la atiende
La cuida
La asiste
Bueno lo que haya que hacer
Lo que el Alzheimer requiere
Lo hace Susanne
Con diligencia y cuidado
No le vamos a mostrar
Cómo la noticia de la muerte de su hijo
Les llega a los padres
Nada de gritos
Nada de shocks
Nada de histeria
Quedarse tieso
El silencio
Rosmarie Schraube
Tiene tendencia a la incontinencia
Se hace en la cama de noche
Acaso va a tener que quedarse acostada
En su orina
Pañales no quiere
Así de clara es
Para qué el calzón de goma No soy ninguna guagua
2
N.d.T.: Schraube significa tornillo y la palabra Mutter es madre, pero también tuerca. Este juego
desaparece con la raducción.
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Detenerse no viene al caso
La familia de la desgracia
Debe seguir activa
La desgracia, después de haberse colado en esta familia
Como cucaracha
Como moho
Como veneno en la comida
Es preciso contrarrestarla
Destruirla, a ella hay que hacerle un sahumerio
Reconocerla y vomitarla
O
SRA. SCHRAUBE Muerto -. Desde cuándo. Pausa. Pero si era muy chico
todavía. Por qué murió. Intenta recordar. Dónde está. Qué edad. En qué año
estamos. Qué año –
Pausa.
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SUSANNE Quizás mañana abramos las ventanas y dejemos salir al
silencio. Tú qué piensas, Rosmarie –
Pausa.
Susanne la seca.
3
N.d.T.: Se trata de las aguas bajas en las costas del Mar del Norte.
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SUSANNE No quiero. No puedo. Ya no quiero comer nada que tenga
corazón.
SUSANNE El día tiene que empezar. Hay que ganar plata. El corazón
tiene que latir.
SUSANNE Supiste que el hombre que fue testigo de cómo Edgar salió
expulsado por los aires y quedó tirado en la calle. – Sabes lo que hizo –
Silencio.
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SUSANNE Si ganas medio millón, un millón, cinco, diez, vas a estar
feliz. Pero vas a estar bien acaso. Compensa eso una muerte. O cuánto
cuesta el olvido. Cuánto vale tu memoria. Cuánta plata hay que pagarte – para
que te rías sin reprochártelo a ti mismo, para que sientas liviano el corazón,
loco de alegría –
Ella lo golpea.
Él la golpea.
4.
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Se llamaba Rabe 4
Rabe cuánto
Meier Rabe Meier
Cómo, qué es lo que va primero y qué después
Rabe, nombre de pila; Meier apellido
Esperamos
Rabe Meier gritaba
Mandamos a buscar a la doctora
Ella subió y entró y encontró a Rabe sentado en la cama
La sábana llena de manchas de sangre
Mientras gritaba, él se limaba las uñas
La tarde la noche el día
Más de veinticuatro horas
Se las limó con una lima de metal, de hierro
Las uñas se habían convertido en polvo
Ya no le quedaba carne en las yemas
Había raspado las uñas y la carne hasta que sólo le quedaron los huesos
pelados
Ella le vendó las manos
Le envolvió cada uno de los dedos con una venda de gasa
Le dio una pastilla para dormir
Y otra para calmar el dolor
4
N.d.T.: Rabe significa cuervo.
14
Con las cortinas cerradas
Las iría a abrir algún día
5.
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A Karoline le han amputado los dos pechos (tiene cáncer) y es evidente que no
usa prótesis ni implantes.
Pausa.
Pausa.
PETER Claro, oye, ¿no escuchas? Por qué no dijiste nada. Es que
es más callado que poste. Pausa. Saco de huevas.
Pausa.
EDNA Eso es un hurto de uso impropio que está penado por ley.
Olaf -, Eso no es taaan grave. No es tan grave como el hurto de apropiación.
KAROLINE Dios mío, qué calor tan húmedo hace aquí adentro. No
debería haber venido con ustedes.
PETER Oye, tú, saco de huevas, más callado que poste, eso fue lo
que hiciste. Pero por qué. Pausa. No está ahí.
Silencio.
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KAROLINE Si hubiera sabido que ni siquiera tiene licencia de conducir.
EDNA No ¿cierto?
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EDNA Quería saber qué aspecto tiene. Si acaso existe. O fue que
sólo lo soñé.
Pausa.
PETER Olaf, baja un poco la música. Olaf, ya estuviste hoy día con
el perro.
Edna y Karoline se rascan las piernas. Se alejan unos pasos. Se sientan. Las
sillas blancas son negras. Peter se rasca los costados.
EDNA Qué.
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PETER Salen del piso, de las ranuras, de las grietas de la madera y
desinfectar las vuelve muy agresivas y son resistentes, las bestias ésas, y cada
vez que está abajo, acarrea nuevos bichos, pero no atacan a la gente, mejor ni
mirar, sólo al perro y desde que Olaf no me deja entrar y está allá adentro con
el perro, pero no lo lava, es cada vez peor, yo ya me acostumbré, todas las
noches hay que escobillarse el cuerpo con Autá n, para el perro es terrible,
apenas abre un ojo, ve todo negro y todo se mueve muy rápido, anda en tres
patas, la cuarta se la pasa arañando –
EDNA Pulgas –
PETER Olaf Olaf -. Ya, pues -. Por lo menos deja salir al perro -.
Déjame limpiar allá adentro -.
Música fuerte.
6.
Interrogan al forastero
En este momento no tiene
Domicilio fijo
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Que de dónde viene
Él dice Volver por ningún motivo
No puedo No puedo No me dejan
Muestra un certificado
Sus manos tiemblan
Incapacidad laboral
Cansancio crónico
Fibrilación cardíaca
Y los ojos le fallan, a veces, de súbito, así es q ue se tiene que sentar
O afirmar de algún objeto, todo negro, aturdido, mareado
Un vaso de agua, una rebanada de pan, como con los diabéticos
A veces parte el pan
ParteVovovovomita 5 el pan
Hago bromas
Entonces me siento mejor
Ahora me siento mejor
Sí está bien Está bien Gracias ahora ya está bien
Sentimos mucho si lo
Ahora está bien
Quiere que en otra oportunidad
Pero qué fue lo que vio
El curso exacto de los hechos
Sería importante para nosotros
También para poder
Eximir de responsabilidad a la colega en caso necesario
Información Información del curso de los hechos
Sólo ésta
Entonces de inmediato estamos
Sí
Dice el forastero
Sí Sí Lo vi todo
Estuve allí Sí Sí Todo todo lo vi Todo
5
N. d. T.: Hay un juego de palabras entre brechen (partir) y erbrechen (vomitar) en el original.
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un río de cinco dedos, un río de diez dedos y desde el delta de los dedos la
sangre comienza a gotear sobre el piso y lo que gotea en el piso, cada uno de
los arroyuelos, confluye en el otro, se escurre y se confunde el uno con el otro y
así es como, mientras él duerme, el río de la sangre se reencuentra en el piso
del hotel desconocido, rojo como una bandera, rojo como una llama
7.
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LUDWIG De dónde había sacado la llave.
Silencio.
22
KAROLINE Ay, Ludwig, por ti hago de todo.
LUDWIG Si pudiera, te –
Se desviste hasta quedar con el torso desnudo. Se ven las cicatrices de los
pechos amputados.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
LUDWIG El día que nos vimos por primera vez. En pleno verano
hace ocho años, en el patio del colegio. Yo estaba esperando a Susanne y tú
eras la nueva y llegaste corriendo por el patio. Me enamoré. No puede ser. Así
no más. A primera vista. Imposible que exista. Traté de disuadirme, diciéndome
a mí mismo que no era cierto. O de convencerme de que era una ilusión, que
iba a pasar. Pero no pasó.
KAROLINE Karl –
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LUDWIG - ese tipo raro y tú estaban juntos. – Cuando te enfermaste,
a menudo yo estaba parado delante de la clínica. Hora tras hora en el
estacionamiento. Pero nunca tuve el valor de visitarte.
LUDWIG Por qué no. Pausa. Se ríe . Creo que me daba vergüenza.
Me avergonzaba de mi amor. No sé exactamente por qué. A veces Susanne
hablaba de envejecer juntos, de cuidar a nuestros nietos, todas esas leseras.
Se ríe. Me daba vergüenza, porque había otro sentimiento, que era mucho más
fuerte y del que no sabía hacia dónde me iba a llevar. Me daba vergüenza no
tener la fuerza para exponerme a ese sentimiento. Silencio.
Era normal. La vida con Susanne. Normal. Es decir – bueno. No había nada
excitante. Nada equivocado. Pausa. Incluso era bonita.
Creo. Pausa. Sí. Pausa. Si yo abandonaba a Susanne, este sentimiento por ti,
con todo lo fuerte y poderoso e incontrolable que es, barrería conmigo, me
llevaría cual remolino, me fulminaría, ambos seríamos despedazados,
destruidos. Silencio.
Ahora todo parece distinto. Ahora que Edgar ya no está. Qué es eso. No lo sé.
Pausa. No logro encontrar la relación, no encuentro la causa ni tampoco el
efecto. Pausa. Te amo, Karoline. Te amo. Y estoy conve ncido de que no me lo
merezco. No merezco sentir algo tan incondicional. Pausa. Qué ridículo es eso.
LUDWIG Quizás.
LUDWIG Sí.
Pausa.
LUDWIG Eso es lo que quiero decir. Eso es lo que quiero decir con
dócil. Te estás burla ndo de mí.
Pausa.
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KAROLINE No, eres tú el que me tiene tan poca confianza.
LUDWIG Tú a mí también.
Pausa.
Pausa.
8.
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Sí, dónde está Olaf
Existe en realidad ese Olaf
Y – por qué se esconde
Se sigue escondiendo
Por qué no se atreve a salir
Según dicen
Olaf vive detrás de esa puerta
Si Olaf sigue vivo se puede ver
Aquí abajo en esta ranura
A veces un rayo de luz la atraviesa
Entonces Olaf está despierto
Y lee, escucha música o
Reflexiona
Cuando Olaf tiene hambre
Introduce una hoja por la ranura
Donde está escrito lo que quiere comer
Y entonces Peter le va a comprar algo
Y se lo pone delante de la puerta
No pasa muy a menudo, eso de la hoja
A la ranura yo le digo
La grieta del hambre
Olaf está cada vez más flaco
Si acaso sale
Jamás
Cómo un palo, un hilo como él
Podría salir a la calle
El primer peatón que respirara
Lo tumbaría de un soplo
No, Olaf ya no sale de su habitación
Desde el accidente sigue ahí escondido
Qué hace allá adentro
Qué cresta hace allá adentro
A veces, de noche, cuando cree que nadie
Podrá verlo ni descubrirlo
Que nadie lo va a reconocer
No, ni siquiera entonces
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Quizás algún día Olaf
Adelgace tanto
Se vuelva tan inmaterialmente delgado como un rayo de luz
Que simplemente con la luz que pasa por debajo de su grieta atravesándola
Desaparezca
Se desvanezca
Sin luminosidad
Y listo
Un brillo un resplandor
Una llama
Que ha existido poco tiempo
En nuestras vidas
9.
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Pero quiere volver a empezar
Quiere convertirse en otra, no hay tiempo que perder
Al día siguiente va
A visitar al forastero, bar con pensión, segundo piso
Y cuando le abren
No esperaba lo que la espera
La habitación de Rabe es luminosa, las cortinas abiertas
La luz ensancha la habitación y Rabe está vestido y
Lavado y huele bien y se podría pensar
Que todo es normal, si no fuera
Por las vendas en sus diez dedos
Y las manchas oscuras en el piso
Y los frasquitos de remedios en la cómoda
RABE Conmigo.
RABE Quizás.
Silencio.
Silencio.
Pausa.
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KAROLINE Le traje algo. Desenvuelve un cuadro. No es grande,
50x50. Si no le gusta, entonces quémelo.
RABE Se ve bonito.
KAROLINE Sí.
Pausa.
KAROLINE Le gusta.
Pausa.
RABE Sí.
Pausa.
Pausa.
Pausa.
RABE Entiendo.
29
Silencio.
Pausa.
RABE Sí.
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KAROLINE Sí, en ese edificio a nadie le gusta la música. Todo el
tiempo hay reclamos por radios que suenan demasiado fuerte, por los niños
que meten bulla. – Y eso que las ventanas que dan al patio están rotas y hay
nubes de moscas en la caja de la escalera; hace poco alguien le prendió fuego
a un coche de guaguas que había debajo de la escalera – el edificio se cae a
pedazos, como la mayoría de los de aquí, y ellos se pelean por el ruido.
RABE No, no. El piano está desafinado. Por eso ella no toca. Por
las notas falsas.
KAROLINE Ah. Silencio. Ah sí. Silencio. Y todo eso usted lo puede ver
desde aquí. Pausa. A propósito, su marido se llama Ludwig.
KAROLINE Sí. Están casados desde hace nueve años. Pausa. Felices.
Silencio.
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ayudarme, quizás para jugarme una mala pasada, quién sabe. Borracha, eso a
veces pasa y es menos grave que el cáncer, no es cierto. Pero de ahí en
adelante se dijo que mi enfermedad era pedirles demasiado a los niños y que
tenía que irme y entonces no me quedó otra que irme, entonces tuve que irme,
me tuve que ir –
Silencio.
RABE Por fuera faltan algunas piezas, pero por dentro estás
completa.
Silencio.
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KAROLINE En realidad no.
RABE Lo sé.
RABE Lo sé.
10.
33
¡Ése era Olaf!
11.
34
hoy casi no hay correo para usted, pero ya hay tres personas esperando
etcétera … Se rasca.
Desde entonces estoy tratando de volver a encontrar trabajo. Pero no tengo
suerte. Peter sin suerte. No tengo suerte, pero sí mucho tiempo. Salgo a
pasear con el perro durante horas. Olaf ya no me acompaña. Un dogo así.
Mostrando la altura. Súper pacífico, pero se ve bravo. Ojos inyectados en
sangre, un hocico de este porte, si lo menea dos veces para allá y para acá, no
te das ni cuenta y zás tienes un litro de jugos gástricos en las pilchas. Pausa.
Pero acércate no más y acarícialo detrás de las orejas, aquí le encanta
mostrándolo – y, qué crees que hace -, pone su cabeza en tu pecho, gruñe, se
queda dormido y te ronca. Siempre digo que es una puta. Y se ve bravo.
Peligroso, así como si no le costara nada abalanzarse sobre alguien, carnívoro
y no precisamente de carne enlatada y por supuesto que un animal así
necesita moverse.
Y a quién me encuentro desde hace poco en mis paseos – al Sr. Schraube.
También él en el bosque. Cómo llega hasta ahí, de día, cuando debería estar
en la oficina – ni idea. Lo que hace ahí – ni la menor idea.
Acariciar árboles, encontrar la paz interior, se encoge de hombros – vaya uno a
saber.
Gerencia Inmobiliaria Norte – que si también le pertenece el bosque; si están
midiendo algo de nuevo, revisando el stock, vaya uno a saber.
Se queda por ahí parado sin hacer nada. Todavía no es época de callampas.
Total – es un misterio. Bueno, no tiene por qué significar ninguna lesera.
Silencio. Se rasca.
No lo tengo en – No está en mi mano lo que va a pasar con nosotros, cómo
vamos a seguir. Olaf – está destruido. Ahora sí que lo demandaron por toda
esa mierda, homicidio involuntario y esas cuestiones, eso va a terminar
destrozándolo. Habría que darle una oportunidad. Con lo talentoso que era. Ya
estoy hablando en pasado –
Francamente . Pausa. Lo entiendo. Entiendo al hombre. Quiero decir que si me
pregunto por qué voy al bosque –
No es por el perro en realidad.
Sale.
Vuelve.
Sale.
Vuelve.
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En realidad es su perro, del Olaf.
Llamar a Humboldt significa ey, roca escarpada, ya voy; ey, entrenamiento, ya
voy; ey, autodisciplina, aquí estoy. Bueno, antes era así.
Pausa. Llora.
Quería hacer de eso su profesión, de escalar. Harto chalado que es.
Silencio.
Ahora olvídate del Freeclimbing. Un par de veces se sacó la cresta.
No es culpa mía. Le dije al tiro, Olaf, si andái arriba de la pelota, el precipicio no
es chacota. Claro, con la coca metida en el cuerpo te crees súper poderoso y
eres una mosca que se queda pegada a la pared. Pero la pared no piensa lo
mismo.
Pero yo no tengo trabajo y obvio que hay que matar el tiempo y ahí Olaf
empezó a acompañarme. Así pasa, sin que uno siquiera se dé cuenta.
Total, ahora se terminó . Todos en tratamiento de desintoxicación, porque no
nos queda ni un centavo, endeudados hasta las orejas. Se acabó la plata, se
acabó la cocaína y ahora qué.
Se rasca.
Todo el efectivo se va en el perro. Aunque claro que salgo a pedir, le doy las
cosas vencidas del supermercado. Obvio que no digo que es para el perro. Es
para la olla común de los sin techo.
Las pulgas, esta plaga de pulgas, eso sí que no se acaba. Todo negro, la ropa
de cama, las sábanas, salen de las tablas del piso, de entre los tablones.
Desde hace unos días estoy durmiendo en la tina, ahí de vez en cuando las
puedo ahogar en el desagüe. – Mientras podamos seguir pagando la cuenta
del agua.
Pausa.
Tengo un miedo terrible.
Un miedo terrible.
De que haga algún disparate. Un disparate de ésos grandes.
Pausa.
Olaf no aprendió ninguna cosa. Ni siquiera para portero, como yo.
Pausa.
Qué tanto .
Hay que tirar p’arriba.
No queda otra que esperar.
12.
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Karoline no dice nada
Lo único que hace
Se da media vuelta, estira su brazo
E indica la ventana de Rabe, casi al frente
Al otro lado de la calle, claramente reconocible
Susanne sigue con la vista el brazo estirado
Se quedan paradas así, unos breves segundos
Ese día no sucede nada más
Cagazodecagazo
Mierdademierda
Nadadenada
Pesadilladeunfracasado
Pedazodecarnebuenoparanada
Vidainútiltiempobotado
Lapeordelasescoriasbienmerecidotienesquetepisoteen
Podrirteesodeberías
Polvopolvopolvo
Tierratierratierra
Enruinasenruinasenruinas
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Polvopolvopolvo
Vientosóplalohastaquedesaparezca
13.
38
La gente pasa por encima y se va
Pasa por el lado sin ver
La mancha en la calle sigue siendo roja
RABE Cuál -.
No la vimos
Ahí presentes no estuvimos
La muerte se le adelantó a la vida
Cuando llegó no lo supimos
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RABE con suavidad Váyase a su casa, Sra. Schraube; váyase a
su casa y tome un baño de tina.
No la vimos
Ahí presentes no estuvimos
La muerte se le adelantó a la vida
Cuando llegó no lo supimos
Ya no te dejaré partir
Sola no te dejaré jamás
Cuando la muerte al camino te tenga que salir
A mi lado habrás de estar
Y
Nosotros hacemos como si no hubiésemos notado nada
Y
Con timidez
Se sonríen
El uno al otro
14.
Silencio.
40
RABE Ahora está aquí.
Se ríen. Silencio.
SUSANNE señalando las manos de él Por qué hizo eso. Por qué se
hizo eso.
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Pausa.
RABE Las palabras – los vocablos – eso está afuera. Cómo voy a
saber yo – lo que el otro entiende. – Ahí están mis impresiones, mis ideas y
recuerdos y – los sentimientos. Pero cuáles son las palabras que corresponden
a estos sentimientos. – Ya no sé, a veces, cómo se combina todo eso. El lugar
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en que las palabras se transforman en vocablos y se ponen de acuerdo
conmigo sobre qué cosa va dónde.
Silencio.
Pausa.
42
Silencio.
Pausa.
Pausa.
Sonrisa.
RABE No.
Sonrisa.
RABE Infelicidad –
Creo que infelicidad – es una palabra para criminales.
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Pausa. Es razonable su muerte, sólo porque es verdadera. Pausa. O todo
importa una reverenda mierda y es que a nosotros nos gusta convencernos de
que no entendemos el sentido secreto –
Silencio.
15.
44
misma. Nosotros interrumpimos lo que estamos haciendo, uno tras el otro.
Seguimos a la figura con la vista, antes de que el primero de nosotros entienda.
16.
45
PETER ¡Olaf – sal de ahí! ¡Tengo novedades!
Imagínate, Olaf – tenemos trabajo.
Trabajo, sí, de veras, e incluso lo pagan. Buena plata. Bueno, en realidad
nosotros no, el perro.
Humboldt encontró trabajo.
Ando paseando con él por el bosque, en dirección contraria viene un tipo que
nos queda mirando un rato, la cosa se empieza a poner peluda, él se acerca y
dice: Es peligroso.
Yo, alerta, digo: Se ve bravo. No es cierto.
Humboldt ahí mismo se para delante del tipo, de frente, las comisuras del
hocico hacia arriba, gruñendo, así de arriba a abajo, casi a punto de saltar. –
Yo pienso, ojalá a este imbécil no se le ocurra acariciar a Humboldt, porque si
lo hace, al tiro le llega el le ngüetazo y el perro se le encarama a las rodillas.
Pero no, no lo hace, da un paso atrás y dice, algo es algo. Y Humboldt se
sienta en su trasero y sonríe.
Se rasca.
En todo caso, resulta que el tipo es el dueño de la fábrica de porcelana y está
buscando un vigilante nocturno. Contráteme a mí, le digo. No, un perro como
vigilante nocturno. Que acompañe al tipo de la seguridad. Uno que se vea
bravo e infunda respeto .
¡Y Humboldt consiguió la pega!
Oye, Olaf, nuestro perro va a trabajar. Va a traer un montón de plata a la casa.
Silencio.
Por lo menos mete una hoja por la ranura.
Pausa.
Qué cresta haces allá adentro –
17.
46
EDNA Ya me lo contaron.
KAROLINE Y.
EDNA I – I – Impresionante.
EDNA De noche.
Pausa.
47
KAROLINE Y cuál sería la meta.
Pausa.
EDNA Está buscando con toda calma el próximo blanco, con toda
calma. Porque yo fracasé, yo. Cuando explote la próxima bomba, cuando él
vuele por los aires con diecisiete personas que estén paradas cerca de pura
casualidad, en el cielo van a decir: Una vez más Edna no prestó atención. –
Tenía una oportunidad, se la farreó. – Todo es culpa mía. Incluso el futuro es
culpa mía.
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KAROLINE Para que se calme, yo pongo sus dos manos en las mías y
digo – Edna, ahora por favor apoya tu mano. Entonces pongo las dos manos
de Edna sobre mis pechos – quizás eso tenga un efecto tranquilizador.
18.
49
entrada al parque. Siempre el mismo. Los botaba encima de la otra basura, sin
fijarme, sin llamar demasiado la atención, pero tampoco en forma descuidada.
Cualquiera podía sacarlos sin ningún problema y guardarlos. Cualquiera podía
reconocer que detrás de lo botado había un sistema; todas las mañanas
después de un sorteo, y era a las 7:30 hrs. en punto, un comprobante del
sorteo siguiente en el basurero a la derecha de la entrada al parque. A veces
cubierto por colillas, follaje, latas de Coca-Cola, a veces en el pasto a causa del
viento. En eso no puedo influir yo ni tampoco el que lo encuentra. Pero yo, yo
boto el comprobante en la mañana a la basura. Ésa es mi responsabilidad.
Silencio.
No tengo idea de cuántos son los que habrán encontrado esos comprobantes y
serán millonarios gracias a mí. Jamás miro los resultados de un sorteo. De qué
serviría. Yo sólo soy el intermediario. Yo les traspaso el azar y la suerte a otros.
Silencio.
Me imagino una vida distinta. Una vida que jamás podría llevar. Me imagino
que esa vida distinta va a encontrar mi comprobante de juego. Alguien que es
joven y está solo, que no tiene familia, pero que tiene un horizonte. Alguien
que tiene una risa contagiosa. Alguien que no toma el ascensor aunque vaya al
piso veintiuno. Alguien que ha sido separado de su mejor amigo, pero que
nunca dejará de escuchar su voz. – Lo que más me gustaría sería alguien que
no necesite la plata. Que no tenga ninguna necesidad de él, del pozo, del
Jackpot. Porque desde hace mucho que lo tiene. Alguien que no lo necesita en
lo más mínimo, encuentra el boleto, lo guarda y qué va a ser – se alegra, se
alegra, se alegra, como yo jamás podría hacerlo; de su suerte de sobra.
19.
50
quedarse como está. La razón. Qué va a pensar un tipo que entra a robar si
está delante del perro y el guardia de seguridad viene detrás y grita ¡Agárralo,
Humboldt! Eso es inadmisible.
Ahora tenemos que buscar otro nombre que espante, cause miedo y sea hiper-
peligroso. Olaf, ya, pues, dime.
Se rasca.
Propuestas.
Se rasca.
Algo así como – amable, rápido Violador anal impenitente o Máquina trituradora
de carne speed-adicta o Sierra viviente – algo por ahí. Qué te parece
Rompehuesos, Hiena de combate … Perro sanguinario …
Piensa. Largo rato.
Estrangulador.
Estrangulador está bien, creo.
Se rasca. Desesperado.
A la chucha con estos bichos de mierda, algún día van a poblarnos mientras
estemos durmiendo, Olaf, lo tienes claro – es como si estuviéramos muertos y
ellos vinieran a poner sus huevos en nuestros cuerpos, a nuestros cuerpos los
meten. Van adonde los muertos, los insectos, eso se sabe, eso está
comprobado, Olaf, pero yo no quiero morirme todavía, Olaf, ayúdanos – por
favor, sal de ahí –
Pausa larga. Recupera el control.
Estrangulador. El único problema es que el perro no reacciona al nuevo
nombre, cree que le están hablando a otro. O cree que él son dos y le da un
ataque de esquizofrenia. Si lo entendiera.
Pausa.
Ven acá Humboldt, anda a buscar a Olaf.
20.
51
SUSANNE Edgar nos dejó, Mamá.
Silencio.
LUDWIG Mejor sería una cadenita. Una cadenita para el cuello con
un medallón.
52
ROSMARIE Ésa es una buena idea. Adelante una imagen de San
Cristóbal, atrás una foto de Edgar.
21.
Susanne sale
Susanne vuelve
Rabe espera
Rabe la acompaña
53
A cualquier parte que ella vaya
Susanne lo sabe
Lo siente
Rabe las busca y las vuelve a encontrar
Sus palabras y sus vocablos
De a poco
Y el amor
22.
54
Schraube, Ludwig, a ése lo veo siempre. No se ve nada de bien. Ahí parado, a
veces un cuarto de hora delante de un árbol; se pasea un poco para allá y para
acá, la cabeza estirada hacia arriba, acechando – qué será lo que está
esperando. Contacto, sí, ya sé, tú no quieres tener contacto. Schraube
tampoco, le he hablado algunas veces. Me mira como si yo fuera una rama.
Conmigo no ha hablado. – Como tú. – Incluso si llueve está ahí parado. Lo
único que falta es que se desvista y se ponga a bailar en el claro del bosque.
Se ríe.
Silencio.
Olaf, ya te he dicho que yo –
Que yo te –
Te he dicho alguna vez que yo te –
Que me haces falta –
Música fuerte.
Qué es lo que estás tramando allá adentro –
Qué –
Grita. ¡Por lo menos déjame entrar a desinfectar!
Empieza a limpiar.
Pausa.
Para la etapa de transición ahora le digo Estrangulador Humboldt. La gente en
la calle me mira raro. Sí, me mira raro. Se encoge de hombros. Ellos no pasan
hambre. Nosotros necesitamos la plata.
23.
55
Tener tiempo, suspirar de alivio
En presencia del otro
Las ventanas abiertas de par en par
Luz brisa sol
Deja que te mire
El tiempo no pasa
El tiempo se detiene
Nosotros hacemos que se detenga
Ellos se entregan al momento
El momento es infinito
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Así como antes lo hacías tú
Pero de veras que él no está en casa
Con un aire travieso hace su maleta y arrastra a Rabe escaleras abajo
En un abrir y cerrar de ojos
Con el ferrocarril urbano hasta la última parada
Desde ahí caminan, corren
Corren corren contra el tiempo deténte
Ése fue el verano en que empecé a entrenar. Al principio sin ningún orden,
boxear remar luchar. Mi tío tenía una canoa en la que yo remaba río arriba
contra la corriente. Un río que acarreaba espuma sobre un fondo que nunca se
veía. Yo no quería andar a golpes. No quería pelear. Sólo quería estar armado
por si venían a atacarme.
57
Ninguno de los dos hace el intento de remar
Se tienden de espaldas y dejan que el agua los lleve hacia el lago
24.
58
KAROLINE Qiu Shihua. No sé qué aspecto tiene. Ni idea si hay una
foto suya.
KAROLINE Más lento que un caracol. En cada uno de los años de vida
que trabajó , pintó más o menos un cuadro. Eso, dice él, se dice, es suficiente.
KAROLINE Todos son – casi blancos. A primera vista nada más que un
lienzo un poco sucio. Manchas deslucidas.
Pausa.
59
KAROLINE Edna, ya no deberías ir más, al lugar del accidente. Eso no
te hace bien.
Pausa.
60
KAROLINE No es nada. Es por los dolores de espalda.
25.
De noche.
61
ROSMARIE Ah, el agua va a estar congelada, congelada va a estar,
congelada, congelada.
ROSMARIE Ah.
Silencio.
ROSMARIE Ludwig –
Pausa.
Pausa.
LUDWIG Lo sé.
62
Conchas caracolas peces
De donde nace la vida
Ludwig piensa que Susanne está de pie junto a él
O Edgar
O Karoline
O de quién podría ser la voz que dice
No lo hagas
Se esfuerza
Más fuerte, ordena.
Si quieres hablar conmigo, habla más fuerte
Para que yo te pueda entender
Escucha con atención
Más fuerte, más fuerte, más fuerte
No te oigo
Pero no grites tanto, dice Rosmarie
Él se interrumpe un instante, pero ahí no hay ninguna otra voz
Nadie que le hable, todo en silencio
Ludwig mete los hombros de su madre debajo del agua, basta con rozarla con
la punta de los dedos, la mujer está tan delgada, tan escuálida, no pesa casi
nada, los hombros, luego la cabeza, la madre se hunde, sale a la superficie, el
pelo mojado, la cabeza parece más pequeña que de costumbre, mira hacia
arriba, mira a Ludwig, atónita, pero con expresión amable, incluso sonríe, sí, se
ríe, un roce con la punta de los dedos, los hombros, la cabeza, hasta luego,
Mamá, adiós, una, dos, tres veces vuelve a salir a flote, ya no respira, los ojos
están cerrados, su cuerpo no se rehúsa, su corazón no opone resistencia, las
manos están abiertas, su pulmón está respirando agua
26.
63
Todo lo que aún necesito cuelga al final de un cable de corriente
Que conduce a mi habitación
Todas las señales que necesito me las atrapa
Mi receptor inalámbrico, mi estación radiogoniométrica, mi antena
Del aire
Yo mismo emito
Impulsos sonoros de radar de ultrasonido de luz
Un insecto, un murciélago
Adiós clima y hora del día y contacto físico
Todo en la pantalla
Lo de allá afuera ya no lo necesito
A ustedes su autor del atentado les importa más que la suerte de sus vecinos
Para ustedes su terrorista es más importante que la suerte de sus amigos
Pero quizás al final seamos nosotros
Nosotros, a los que ustedes creen conocer mejor que nadie
Desde la más tierna infancia
Y a los que en realidad son los que menos conocen
Nosotros, de quienes ustedes piensan que a ésos Dios los creó así no más a la
pasada
O incluso por equivocación
En todo caso, sin haberse esforzado demasiado
Y así mismo es como se ven, y así mismo va a transcurrir su vida
Una mierda, a la que entre el nacimiento y la muerte le pasa pura mierda
Mierda lo que tocan y mierda lo que hacen
Mierda a la mierda, lo quieran o no
Cómo podrían ellos ser capaces de planear cosas malas
Cómo podrían ellos atreverse siquiera a pensar en actuar
Si el hecho de que existan es pura casualidad
Quizás seamos nosotros
Nosotros, los modestos, deslucidos ex Freeclimber del vecindario
Que en otros tiempos andábamos por ahí colgados como moscas en la pared
A los que ustedes les han prestado tan poca atención como a las moscas en la
pared
Un poco cargantes, eso sí
Nosotros los que al final les enseñemos lo que significa vivir en el terror, en el
terror
27.
64
A cada quien
Sísí claroclaroclaro
Es cierto
Deberíamos haberlo
Deberías haberlo
Deberías haberlo
No la vimos
Ahí presentes no estuvimos
La muerte se le adelantó a la vida
Cuando llegó no lo supimos
Ya no te dejaré partir
Sola no te dejaré jamás
Cuando la muerte al camino te tenga que salir
A mi lado habrás de estar
Porque eso
Habría sido reconocible
Porque habría sido previsible
Y uno debería haber
Y nosotros
Podríamos
Haberlo evitado
Sísí claroclaroclaro
Obvio
28.
65
cabeza. Ludwig, grité, Ludwig; tal vez eso lo traiga de vuelta. Nada. Él se
empezó a poner verde; los helechos crecían cada vez más, mientras él más se
internaba, se multiplicaban alrededor de sus rodillas, sus piernas, las caderas;
la sombra de los árboles nuevos envolvió su cuerpo, las hojas cubrieron sus
brazos, las ramas se inclinaron y se llevaron su nuca, el pelo. Siguió
caminando, más lejos, hasta que desapareció entre los árboles, hasta que el
verdor lo acogió en su seno.
29.
66
Pulcramente apila sus cosas en el ropero, que es el de él
Y se sienta sobre la cama con tal naturalidad
Que al parecer eso significa que ambos están juntos
Que deben vivir juntos de ahí en adelante
Mientras Susanne habla del hombre que ha asesinado a su madre
Y se ha ido
Nadie sabe adónde Simplemente desapareció
Rabe piensa en la mujer que abandonó
Y en que nunca más abandonaría a una persona que crea
Que él y ella podría n estar juntos
Entonces entra en el juego que no es un juego
Del que no tiene la menor idea de cómo puede continuar
Y confía en una buena salida
No se entiende Si él
Mantuvo a Rosmarie debajo del agua a la fuerza O si fue un accidente
Imposible que lo sepan
Cómo iba a ahogarse ella sola
Un ataque al corazón o un derrame cerebral
La autopsia no da ningún resultado parecido
Ahora ya no tengo que pronunciar nunca más el nombre del hombre. Ambos
desaparecidos, el hijo y el padre.
67
Como en el ejército
Me gustaba esa sensación, necesitaba esa sensación
Yo hacía algo importante
Me entrenaban para misiones especiales
Me inscribí en forma voluntaria
Ocurrió que
No hay guerra donde estamos
No en realidad
La palabra ya no se emplea
La palabra está en extinción
Y nosotros somos fuerzas de acción
Rabe se ríe
Rabe mira sus manos vendadas
Una cosa es segura
Esta misión la quiero ganar en conjunto
Una cosa es segura
Voy a sacarte de aquí
A los heridos los llevamos
Los muertos quedan atrás
De ahora en adelante todo será distinto
El primer amor segundo amor tercer amor ya pasaron. Siempre esperé que mi
vida fuera un todo. Qué tontería no es cierto. Colegio, trabajo, algo falta,
casarse, algo falta, tener un hijo, todavía falta algo. Esperar. No sabía qué, a
que mi vida estuviera completa o algo así. Que se convirtiera en un todo, le
dieran un remate final, como un techo al que se le pone el último ladrillo, para
que no entre la lluvia. Pausa. Y desde que murió Edgar, ya no falta nada más.
Pausa.
Raro no es cierto. Pausa. No vayas a pensar que eso era lo que estaba
esperando. Es sólo que siempre continúa, la vida. Jamás termina y jamás
termina rá, independientemente de lo que nos suceda. No es un nuevo dolor, no
es un consuelo. Nunca se acaba. Ahora lo entendí. Todo está abierto. Siempre.
Silencio. Y por eso ahora tengo más miedo que nunca.
68
Las ideas, las que se expresan y las que se mueven en las cabezas de ambos,
todo el rato
Amenazan con hacer explotar la habitación
Y hacen que este asunto se vuelva peligroso
Eso es lo que él siente
Necesitamos a alguien que se encargue de nuestras ideas
Primero, que las escuche con calma; segundo, que las ordene
Tercero, que las conserve, hasta que a lo mejor algún día queramos
recuperarlas
30.
69
La última oportunidad Encontrar la bomba
Desactivarla Rumbo al lugar de la misión
Convertirse en el otro Por fin
Voy a poder demostrar lo que sé
70
Voy a cruzar y entrar
Miro el reloj, sigo al segundero
Y cuento
De 21 hacia atrás
31.
71
Tres personas que perdí, tres
Y en el aire todavía está su olor
Y yo respiro su ausencia con cada soplo de aire
Pero habríamos tenido mucho más espacio
No grites
Disculpa, ni siquiera me di cuenta
Yo podría haberlo pintado, todo el departamento blanco
No, amarillo, sí, algo alegre, como a ti te gusta
Está bien, ahora es demasiado tarde
72
sentiría cómo lo palpan con cuidado con sus tentáculos, siente cómo ellos
toman el escollo de sus labios, y luego están en su lengua, y antes de que
empiecen a revolotear sobre sus pupilas, él cierra los párpados, se siente un
cosquilleo, están arrancándole las pestañas, pronto ya no va a poder ver,
debajo de los párpados flota un líquido, ahora están marchando y con sus
cuerpos bloquean la cavidad nasal, y pronto él ya no va a poder res -
Te pegué
Sólo un poco En el sueño Pero si no estabas dormido No no tú no me pegaste
Creo que estabas cazando moscas disipando el humo de tu cigarrillo con las
manos Creo que querías despertarme para jugar conmigo
Para jugar Sí sí Eso debe ser Para jugar claro Eso debe ser
73
La soledad con la que vivo es como una persona desconocida dentro de mí. –
Ya sé que para ti es imposible comprender eso. Ríete no más. No importa. – La
desconocida camina por mi interior, ocupa espacios de mi cuerpo en los que yo
no he estado nunca. Pausa. Todo lo que escucho, el eco de mis propios pasos.
Todo lo que siento, lo apretado que está mi corazón. Todo lo que veo, el
derrumbe de mi mundo.
Dolor
Por qué ella dice algo así
Sin futuro
Cómo ella puede decir algo así
Derrumbe
Ahora podría tomar un arma, un cuchillo, una granada. Podría dispararle por la
ventana a cualquiera que casualmente vaya pasando, aunque fueran
dieciocho, uno tras otro, aunque fuera un curso completo. Podría pararme en
una galería comercial y al primero que me mire, que se atreva a mirarme con
algo en la mirada que yo malinterprete gustoso, que no me guste – voy y le
entierro el cuchillo hasta el mango en las vísceras, entre las costillas, en pleno
corazón – yo podría hacerlo. Podría hacerlo ahora. Me gustaría hacerlo. Ahora.
Rabe
Rabe
Susanne en voz muy baja
Pero piensa en nosotros
En que nos topamos
Nos encontramos
74
Estamos aquí
A pesar de todo
Rabe
Susanne en voz aún más baja
Estamos aquí Somos de verdad
Sí, todavía podría hacerlo. Siento miedo de que todavía pudiera hacerlo. Aún
no ha terminado. – Por eso estoy aquí.
Por eso apenas me atrevo a salir. Aquí, cuando este sueño, esta pesadilla,
estas ideas, esta presión me asalten, yo mismo me voy a amarrar, me amarro,
ya lo he hecho, tengo mis remedios, espero hasta que pase, me doy de
cabeza zos contra el suelo, hasta que pase, muerdo mis nudillos, hasta que
pase, tomo mis tabletas y pierdo el conocimiento , hasta que pase.
Entonces lo dice
Se lo dice en susurros, casi sin sonido
Lo que ha visto, lo que le ha pasado
Él se desahoga, mientras ella duerme, para que lo sepa, sin
Tener que escuchar esas cosas, sin tener que sentir compasión, sin
Que algo le tenga que doler, sin
Que tenga que contestar, no es necesario que reaccione
Él se lo dice a la noche
A la habitación oscura
75
Y el aire lleva sus palabras a los oídos de ella y
Hace que penetren, se sumerjan en su sueño
Escucha, Susanne, el asunto fue así
32.
76
El cinturón con los explosivos
Quién soy yo
Miro desde arriba mi cuerpo
Un hombre Una mujer
Las manos los brazos las piernas cómo son
Toscos delicados largos macizos carnosos gráciles
Mis zapatos Cómo ando vestida Los colores
Palpo mi pelo Mi rostro
Quién soy yo Qué aspecto tengo
No puedo reconocer mi rostro
Miro el reloj, sigo al segundero
Y cuento
De 21 hacia atrás
Y entonces, siete segundos antes de empezar a caminar
Cruzando la calle y directo a la meta
La mujer que amo dobla la esquina
Dobla la esquina e ingresa al restaurante
La mujer que amo
Silencio.
El hombre que amo
Silencio.
El niño que amo
Silencio.
Cinco cuatro tres
Silencio
Silencio
Silencio
33.
77
No sólo cambiarlas Hoy día vamos a sacarlas
Susanne hace de eso un acontecimiento
Cuánto tiempo llevamos juntos Nunca he sentido tus manos descubiertas
Imagínate Eso no es normal
Hoy día hay que celebrar Ella ha comprado champaña
Rabe está de mal humor desde el principio
Habría preferido pasarlo por alto
Bueno hazlo de una vez y rápido
Pa’ fuera las vendas p’ adentro la champaña y al tiro a dormir
Y recién mañana recobrar el conocimiento
Pero déjame mirar con calma Sanaron No te muevas
Mm todavía hay diez dedos Pero bien no se ven Adelante todo mutilado
Dios mío qué era lo que esperabas Claro que están mutilados
No por eso tienes que grita r así
Qué Qué Qué te habías imaginado Que me iba a ver como si viniera de la
manicure
No pero
Qué Qué Qué
Hoy sí que estás para mandarte un poquitito a la mierda
Empieza no más y veamos cuánto aguantas No te las puedes arreglar sola A lo
mejor habría sido bueno hacer un pequeño paréntesis entre un tipo y el otro no
crees Antes de volver a quedarse ahí pegada donde una no tiene el más
mínimo interés en estar y recién después de diez años se da cuenta pero cómo
bajarse ahora de este tándem No queda otra que seguir pedaleando unos
años más hasta que llega el momento en que te desplomas de puro
agotamiento
Rabe yo comprendo que
Por favor no Por favor no Por favor no comprender nada Me lo prometiste
Lo siento tanto Me duele tanto Lo que pasó con tus manos es culpa mía En el
fondo es culpa de Edgar Por lo tanto también es culpa mía
Yo la asumo en su nombre
Absurdo
Absurdo Si yo no hubiera estado ahí Ese día A esa hora A pleno mediodía del
diecinueve de agosto Si es que hay alguien que tiene la culpa Yo no impedí
nada Podría haber impedido algo
78
Para sentir cuánto aire quedaba adentro
Sólo había que inflarla No se la podía chutear
El primer auto pasó a toda velocidad
Cerca muy cerca de nosotros
Edgar
Se asustó
Y quiso cruzar la calle a su casa a su casa
79
los dos sentirían alegría sólo podrían alegrarse el uno junto al otro como
debería ser porque la alegría es lo que estaba destinado para ambos no otra
cosa y alguien lo impide algo impacta en su ojo derecho ella se desploma
alcanza a tomar el teléfono y lo lanza contra la cabeza de Rabe con toda su
fiereza cuando él se inclina sobre ella y ahora sí que ella sabe quién es el que
impide su alegría son ellos mismos ellos mismos son los que impiden su propia
felicidad entonces es lógico que se golpeen hasta quedar hechos pedazos que
hagan pedazos lo destructivo que hay en ellos golpeándolo para que después
queden en paz el uno con el otro la fogosidad del cariño que siente por él es
tanta que le dan ganas de abrazarlo pero ya no le quedan fuerzas para hacerlo
Ella respira
Él va a ser el fuego
Él va a ser el fuego
Que arda por ella
Abre un bidón
Se rocía con bencina
Él arde
80
Epílogo
81
Puede pasar Viejo
Estoy muerta
Yo también
Por fin encontré trabajo, cocinero
Bueno, es sólo un kiosko de comida rápida, pero está en Danzig
Yo sigo desaparecido
Si me preguntan, digo que enviudé
Enviudé dos veces
Y las heridas sanaron
No pasa muy a menudo, que alguien pregunte
Me fui a vivir a otra parte, después, estacionario
Nunca más volvimos a vernos
No vienen nunca a mi tumba
Nadie viene a visitarme a mi tumba
Y yo ahí, espera que te espera
También yo estoy muerto y nadie me visita
Y yo no espero así tan elegante con un ángel de mármol
Y toda esa parafernalia lo único que hay encima de mi tumba es brezo
Y hasta que florezca, para eso tengo que esperar tres cuartos de año
Ninguno de nosotros sigue viviendo aquí
Dejé de pintar
En vez de eso un pequeño negocio para prótesis eróticas
Y a los clientes los asesoro personalmente
Me fui a vivir a otra parte, después, ambulatorio
Nunca más volvimos a vernos
Entonces volvamos a casa a la hiedra y los gusanos
Sí vuelve a pone r la lápida sobre el cajón
Pero sal más a menudo del hoyo
Oye juntos a tomar aire
Una vez puedo mostrarte las estrellas
Cómo, si lo único que queda de ti son cenizas
Nunca más volvimos a vernos
Yo estoy en cana y
No voy a volver ahora me las emplumo
Me las emplumo ahora ahora ahora o nunca
Permiso penitenciario si es para cagarse de la risa
Lo voy a hacer como los pájaros en otoño
Espero a que sople el viento adecuado y
Me elevo y
Parto volando
82