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Dea Loher

EL ÚLTIMO FUEGO
DAS LETZTE FEUER

Version vom 05.12.2007

Spanisch von Dr. Phil. M. Soledad Lagos,


Santiago de Chile 2008

Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des
öffentlichen Vortrags, der Verfilmung und Übertragung durch Rundfunk und Fernsehen. Das
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Die Rechte an der Übersetzung liegen bei Dr. Phil. M. Soledad Lagos Rivera, Jorge Matte 2392,
Providencia, Tel.& Fax: +56-2-8136478 , soledadlagosrivera@gmail.com

Förderung der Übersetzung durch: / This Translation was sponsored by:


NOSOTROS

Susanne
Ludwig
Rosemarie
Edna
Karoline
Olaf
Peter
Rabe

Y Edgar (Q.E.P.D.)

como también

Estrangulador Humboldt

Nota:

El texto de NOSOTROS nunca debe ser dicho en coro, sino que dividido en
voces individuales. No siempre se indica el hablante, es decir, el personaje; en
los pasajes en que no es posible desprender del contexto de quién se trata,
será el director quien decida.

Qiu Shihua, nacido en Sichuan en 1940; vive y trabaja en Shenzhen.

Cuando mi vida haya concluido, recibe


Este amor devorador que siento por ti
Del humo que se eleve cuando arda mi cuerpo.

Tsunetomo Yamamoto, Hagakure

2
1.

A mediodía del diecinueve de agosto del dos mil algo


A plena luz del mediodía del diecinueve de agosto del dos mil algo
Fue ese agosto antes de
Ya han pasado algunos años
Cinco tres cuatro
Siete
Un forastero

3
A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto
Era pleno verano
Y la luz
La luz de ese agosto
Era de una claridad que enceguecía
La luz de ese agosto
Hacía que los contornos de los objetos casas árboles autos
E incluso de las personas
Aparecieran tan claramente como si los hubieran vaciado
Con un molde caliente, que
Hace que los bordes resplandezcan
Alguien, que venía acercándose hacia ti desde el otro lado de la calle
Ese estío
Estaba rodeado de una luz ardiente
Y parecía flotar en el aire

A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto hace pocos años
Un forastero llegó a nuestro barrio
Tan afuerino era
Que no miró a su alrededor
Ni hacia la derecha o la izquierda
Caminó calle abajo
En medio de la calzada
La calzada la pista
Hasta el bar de Nelly
Y en vez de entrar
Se queda ahí parado, delante del bar
En la vereda
Donde un niño llamado
Silencio.
Donde el niño de ocho años
Pausa. En voz muy baja.
Edgar
Pausa.
Donde un niño de ocho años perplejo
Contempla su pelota de fútbol
Que cede entre sus manos
Entra aire por la válvula
El niño mira al forastero
El forastero deja su saco marinero en el suelo y toma la pelota, la hace girar,
inspecciona la válvula
Más palabras no necesitan los dos

A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto hace pocos años
Rompieron el pavimento de la calle, a todo lo ancho, después la rellenaron.
Pero nunca le echaron alquitrán, basura arena grava, huele a podrido basura
fecas
Como en todo el barrio
Un sector olvidado de la ciudad, poco antes del sitio eriazo terreno baldío
Él levanta remolinos de polvo

4
Más que de costumbre
Como siempre
Pegado detrás del manubrio
Sin cinturón de seguridad, inquieto, con la resaca viva y restos de cocaína en la
sangre
Mete chala por la arena que se arremolina
Al acecho, su cabeza es la de un pájaro inquieto
A través del parabrisas
Polvo y sol
Acelera

A plena luz del mediodía del no sé cuánto de agosto hace pocos años
Olaf el loco del horno de coque con un auto robado
Con uno que le prestaron, uno prestado, que sólo tomó prestado
Con un auto que no le pertenecía
A una velocidad como del más allá
Casi volando
Pasa junto al forastero y el niño
Que concentrados en una pelota de fútbol
Están parados delante de la fuente de soda de Nelly
Olaf el loco de la coca el cohete
A plena luz del mediodía un niño de ocho años se asusta tanto, que

A plena luz del mediodía de agosto hace pocos años


Edna empezó la persecución
Edna, recién ascendida
Ahora capitán de carabineros
De servicio y totalmente convencida
Qué suerte tienes Edna
Es él Ése es él Es él No lo puedo creer
El que se busca El autor del atentado
El mal sobre ruedas
Yo Edna Sola sola La mansa cueva

De veras crees que lo vas a lograr Edna


Acaso tengo alternativa
Perseguir sola al hombre
Está autorizada para hacer eso Edna
Por supuesto que no, pero Edna es ambiciosa
Y está cagada de miedo, los pantalones llenos de mierda
Si él con su autobomba
Si hace detonar la carga
Bueno entonces a perseguirlo se ha dicho y por ningún motivo dejar que se
arranque
Pero él no es el que se busca por todo el país
No es un bombardero
Es sólo Olaf el ladrón de autos el loco de la coca el cohete
Es que se parece, Olaf se ve parecido
Al autor del atentado

5
Es que se parece, porque arriba rubio autor del atentado y abajo veloz autor del
atentado en camino

En su tarro que no es suyo, que no le pertenece


Que es idéntico al del bombardero, que tampoco le pertenece
Jamás le ha pertenecido, no puede haberle pertenecido nunca, oye, todavía no
cachas
Edna de servicio Ahora por ningún motivo perderlo de vista La sangre fría
No perderla La sangre fría De vista Si llega a explotar Por dónde dónde dónde
mierda va en dirección mierda a los rieles el tren la estación Con la luz que hay
este agosto lo único que tiene en mente es el peligro de fuga y se obstina
Encarnizada sorprendida miedosa
En el cohete de la coca
Y ahora
Cuando Edna ve al niño en la nube de polvo
Emergiendo como una sombra delante del sol
Justo delante de ella
Ahí

El choque
Se siente

Todo en silencio
Sólo la luz y el motor
Motor de luz
Rotor de luz
Luz roja
Luz
Muerto 1

La calle
Sin un alma
El calor

No lo vimos
Ahí presentes no estuvimos
Pero hay alguien
El único
Testigo ocular

A plena luz del mediodía del diecinueve de agosto hace pocos años
Un forastero llegó a un barrio que podría haber sido el nuestro
Que podría haberse convertido en eso
Caminó calle abajo, con el saco marinero al hombro
Hasta el bar de Nelly
Y pidió una habitación ahí
Una habitación hacia el frente

1
N.d.T.: En alemán hay un juego de palabras y una rima que es imposible mantener en la traducción.

6
2.

Nosotros, los nosotros que contamos esta historia


Posiblemente ni siquiera existamos
Nosotros, como la comunidad que decimos que somos
Nosotros no existimos
Nosotros, nosotros sólo compilamos esta historia
Parte por parte

7
Porque creemos que juntos sabemos más
Que cada quien en solitario
Nosotros, nosotros nos juntamos
Nos hemos ido poniendo de acuerdo con gran dificultad
Por un tiempo
Sólo para eso
Con esa única finalidad
Pero acaso nos conocemos
Acaso después vamos a conocernos mejor
Podemos ponernos de acuerdo
Eso resulta
A veces
Nosotros barremos las trizas
Y las ensamblamos
Una cosa cualquiera, quebrada
En la que por aquí y por allá se puede reconocer algo
Podemos entendernos
Entender
Jamás se trató de eso

3.

Aquí ven ustedes


A los padres del niño asesinado
A los padres del niño que murió víctima de un accidente
A la familia de la desgracia

8
Ludwig y Susanne Schraube 2
Y ésa es la madre del Sr. Schraube
Schraube, Rosmarie
Viuda
Alzheimer en estado avanzado
Vive en casa de su hijo desde hace dos tres
Y su nuera la atiende
La cuida
La asiste
Bueno lo que haya que hacer
Lo que el Alzheimer requiere
Lo hace Susanne
Con diligencia y cuidado
No le vamos a mostrar
Cómo la noticia de la muerte de su hijo
Les llega a los padres
Nada de gritos
Nada de shocks
Nada de histeria

Susanne desviste a la Sra. Schraube y la sienta en la tina.

Lo peor es para la abuela Schraube, porque


Ella siempre se olvida de lo que ha ocurrido
Y cada vez se asusta otra vez
Cada vez de nuevo
Una pequeña muerte
En el día eso
Pausa.
Más o menos
Pausa.
Es como morir seis u ocho veces
No seas macabra
Y si es cierto

Quedarse tieso
El silencio

No se lo van a poder permitir mucho tiempo

Rosmarie Schraube
Tiene tendencia a la incontinencia
Se hace en la cama de noche
Acaso va a tener que quedarse acostada
En su orina
Pañales no quiere
Así de clara es
Para qué el calzón de goma No soy ninguna guagua
2
N.d.T.: Schraube significa tornillo y la palabra Mutter es madre, pero también tuerca. Este juego
desaparece con la raducción.

9
Detenerse no viene al caso
La familia de la desgracia
Debe seguir activa
La desgracia, después de haberse colado en esta familia
Como cucaracha
Como moho
Como veneno en la comida
Es preciso contrarrestarla
Destruirla, a ella hay que hacerle un sahumerio
Reconocerla y vomitarla
O

Susanne lava a su suegra en la tina con una esponja.


Lentamente. Con mucho cuidado.

LUDWIG El piano calla . El aire está viciado.

SRA. SCHRAUBE Dónde está Edgardito. Todavía no me ha venido a ver hoy.

SUSANNE Edgardito está muerto, Rosmarie.

SRA. SCHRAUBE Muerto -. Desde cuándo. Pausa. Pero si era muy chico
todavía. Por qué murió. Intenta recordar. Dónde está. Qué edad. En qué año
estamos. Qué año –

SUSANNE Levanta el brazo. – Arriba. A Ludwig. Siempre abríamos las


ventanas cuando practicábamos. Los tonos necesitan aire. La música tiene que
salir –

LUDWIG Se quejaron los vecinos. Otra vez.

SUSANNE Crees que yo podría tocar sola. Sola y con la ventana


abierta. Eso crees –

LUDWIG Algo me falta si no te escucho. Antes te oía en la escalera.


Abajo en la calle ya te oía. Incluso en la esquina al final de la calle ya te oía.
Silencio. Eso me falta.

Pausa.

SUSANNE La madera chupó humedad y está podrida. Vamos a


regalarlo. Un piano que ni siquiera una mano musical puede arreglar.

LUDWIG Yo no entiendo nada de eso.

SUSANNE Además. A tu mamá no la debe agarrar una corriente de


aire. Yo veo bien por los vidrios de las ventanas. El sile ncio es nuevo y también
hay que darle lugar.

LUDWIG Es agosto. Uno se calcina por dentro.

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SUSANNE Quizás mañana abramos las ventanas y dejemos salir al
silencio. Tú qué piensas, Rosmarie –

SRA. SCHRAUBE Pero dónde está –

LUDWIG Edgar está en un paseo del colegio. Con todo el curso.

Susanne lo mira asombrada.

SRA. SCHRAUBE Ah. Pausa. Y se quedan ahí en la noche. Pausa. Entonces


él va a volver pronto.

LUDWIG Sí, Mamá, va a volver pronto.

Pausa.

SRA. SCHRAUBE Y para dónde fueron.

Pausa. Ludwig le hace una seña a Susanne.

SUSANNE A la playa. Al bajío 3. Marea baja y marea alta. Eso es lo


que están estudiando ahora, las mareas. Cómo se construyen los diques, cómo
se obtiene la sal. Mariscos caracolas peces. De dónde nace la vida. Cómo
cambian la resaca y la arena, todos los días. Por qué el mar se traga cada vez
más tierra. Cómo se vuelve a limpiar el agua. Después de una avería.

SRA. SCHRAUBE Ah el petróleo. El petróleo hace que los ojos ardan.

Susanne la seca.

SUSANNE Aquí están tus papeletas para la memoria, Rosmarie. Te


las dejo al lado de la ropa interior.

ROSMARIE Ahora no. En la cama es bueno estar acostada sin esos


cachivaches.

SUSANNE Es para mañana temprano. – Recuérdame que yo te


recuerde.

ROSMARIE Si es que no se me olvida.

Se ríen. Rosmarie se va a la cama.

LUDWIG Usa un cinturón. Las medias se te bajan. Lavas a noventa


grados, para que tus vestidos encojan. Deberías comer.

3
N.d.T.: Se trata de las aguas bajas en las costas del Mar del Norte.

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SUSANNE No quiero. No puedo. Ya no quiero comer nada que tenga
corazón.

LUDWIG suspirando Susanne –

SUSANNE Tiene que continuar. No es cierto. Hay que tocar el piano.


Hay que cortar el pan. El corazón tiene que latir.

LUDWIG Bueno entonces arroz. Huevos –

SUSANNE El día tiene que empezar. Hay que ganar plata. El corazón
tiene que latir.

LUDWIG Voy a hacer una lista. Silencio. Me encantaría saber lo que


debo hacer. Cómo ayudarnos. – Pero eso nadie no me lo puede decir.

SUSANNE Es preciso concebir ideas. El corazón tiene que latir.

LUDWIG Un peque ño guijarro filudo en la corriente de un arroyo; eso


eres tú. El agua se demorará miles de años en redondear sus cantos.

SUSANNE Supiste que el hombre que fue testigo de cómo Edgar salió
expulsado por los aires y quedó tirado en la calle. – Sabes lo que hizo –

LUDWIG Sí, por supuesto. Todo el mundo lo sabe.

SUSANNE Claro. Todo el mundo lo sabe. Pausa. También él dejó de


tocar piano.

Silencio.

LUDWIG Trato de no contar los días. – Y de seguir. Simplemente


seguir.

SUSANNE Encontré los boletos.

Mete la mano al maletín de Ludwig y lanza al aire un pequeño atado de boletos


de Lotto, que caen como lluvia sobre la mesa.

SUSANNE Te sobra el tiempo y la plata. Te sobran las ideas. Para


esto.

LUDWIG Pero eso no le hace mal a nadie.

SUSANNE Nuestro hijo está muerto. Las flores de la misa todavía no


se han marchitado. Las cenizas están calientes. Y tú juegas al Lotto . No tienes
corazón –

LUDWIG Pero si es sólo porque –

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SUSANNE Si ganas medio millón, un millón, cinco, diez, vas a estar
feliz. Pero vas a estar bien acaso. Compensa eso una muerte. O cuánto
cuesta el olvido. Cuánto vale tu memoria. Cuánta plata hay que pagarte – para
que te rías sin reprochártelo a ti mismo, para que sientas liviano el corazón,
loco de alegría –

Ella lo golpea.

LUDWIG Yo jamás – No podría ganar jamás –

Él la golpea.

SUSANNE Acaso tú mismo no viste que todo es posible, acaso no lo


acabas de vivir recién tú mismo –

Ambos se golpean. Cada uno tiene agarrado al otro.

LUDWIG Un hombre como yo. Cómo podría él sacarse el Lotto . El


destino no puede ser. Eso le comprobaría a tu marido que la casualidad es la
que determina. Si la casualidad es la que determina, entonces todo es más
sencillo. No tenemos la culpa. No somos culpables.

Ambos se golpean. Cada uno tiene agarrado al otro.

SUSANNE Todo lo contrario. Si mi marido ganara, si se sacara un


premio en el Lotto , tiene que ser el destino. O un Dios. Que te castiga de
manera horrorosa, que te castiga por partida doble. Un montón de oro, un
hombre rico. Con un niño muerto. La arbitrariedad del antiguo Dios. Para que
vuelvas a creer. Para que yo vuelva a creer –

LUDWIG En mí. Cree en mí –

Ambos se golpean. Cada uno tiene agarrado al otro.

SUSANNE No te vayas. No te vayas. No te marches. Quédate


conmigo. Quédate conmigo.

4.

Entonces nos enteramos del nombre del forastero

13
Se llamaba Rabe 4
Rabe cuánto
Meier Rabe Meier
Cómo, qué es lo que va primero y qué después
Rabe, nombre de pila; Meier apellido

Entonces escuchamos al forastero


Lo escuchamos, antes de saber
Su nombre
O cualquier otra cosa
Sobre él
Había pedido una habitación
Tres minutos después del accidente
Había pedido una habitación
Y había desaparecido en ella
Y lo oímos gritar
Gritó toda la tarde y lo siguió haciendo al atardecer
Gritó sin parar toda la noche y gritó el día siguiente
El día la noche el día
Gritar, qué significa eso
Sus gritos se oían como los de alguien que cae desde muy arriba
Desde una roca escarpada, quizás, desde un edificio de 42 pisos
Desde la cima de una torre o desde un andarivel
Y tiene que volver a experimentar la caída, una vez que recién ha pasado
Una y otra vez
Condenado a caer y a caer y a caer por toda la eternidad con un pánico que no
se acaba nunca

Esperamos
Rabe Meier gritaba
Mandamos a buscar a la doctora
Ella subió y entró y encontró a Rabe sentado en la cama
La sábana llena de manchas de sangre
Mientras gritaba, él se limaba las uñas
La tarde la noche el día
Más de veinticuatro horas
Se las limó con una lima de metal, de hierro
Las uñas se habían convertido en polvo
Ya no le quedaba carne en las yemas
Había raspado las uñas y la carne hasta que sólo le quedaron los huesos
pelados
Ella le vendó las manos
Le envolvió cada uno de los dedos con una venda de gasa
Le dio una pastilla para dormir
Y otra para calmar el dolor

Y ahí habría de quedarse


En esa habitación estrecha, en penumbra

4
N.d.T.: Rabe significa cuervo.

14
Con las cortinas cerradas
Las iría a abrir algún día

5.

Edna, Karoline y Peter delante de la puerta de la habitación de Olaf.

15
A Karoline le han amputado los dos pechos (tiene cáncer) y es evidente que no
usa prótesis ni implantes.

EDNA Si sólo supiera por qué.

Pausa.

PETER Claro, oye. Por qué.

EDNA Podría haberse detenido.

PETER Lógico, oye.

KAROLINE Drogado a doscientos por la ciudad. Y un paco


persiguiéndote. Así cualquiera frenaría.

EDNA Pero si yo andaba persiguiendo explosivos. De ése cómo


es que se llama Olaf yo no quería ninguna cosa. No tenía cómo saber que él no
era. Oye , bastaba una palabra, una sola. Abrir un poquito la boca –

Pausa.

PETER Claro, oye, ¿no escuchas? Por qué no dijiste nada. Es que
es más callado que poste. Pausa. Saco de huevas.

Silencio. Peter se rasca la ingle y la cabeza.

PETER Creo que no está.

EDNA Y usted dice que más de alguna vez él ha tomado su auto


prestado.

KAROLINE Prestado, en fin.

PETER En préstamo. Obvio, oye .

Pausa.

KAROLINE Siempre lo devolvía.

EDNA Eso es un hurto de uso impropio que está penado por ley.
Olaf -, Eso no es taaan grave. No es tan grave como el hurto de apropiación.

KAROLINE Dios mío, qué calor tan húmedo hace aquí adentro. No
debería haber venido con ustedes.

PETER Oye, tú, saco de huevas, más callado que poste, eso fue lo
que hiciste. Pero por qué. Pausa. No está ahí.

Silencio.

16
KAROLINE Si hubiera sabido que ni siquiera tiene licencia de conducir.

EDNA No ¿cierto?

PETER De dónde íbamos a sacar la plata. Se rasca debajo de los


brazos y la cabeza.

EDNA Usted es – el Señor – familiar -.

PETER Peter. – Nosotros culiamos. Silencio. Él es tímido. Si viene


visita, siempre me manda a mí primero a hacer el té y a meter conversa.

EDNA Eso no es gracioso, huevón. Quieren demandarlo. Drogas,


robo de un auto – está dado; lo agarran por homicidio involuntario. Sabes lo
que eso significa. Sabes lo que eso significa.

PETER Sí, la mitad de la pena, no fue él el que atropelló al niño, no


fue él.

EDNA No, fui yo la que lo atropelló, dímelo en la cara, exacto, yo


fui la que atropelló al niño, porque tu mino es un huevón reventado que le hace
a la coca, que anda arriba de la pelota a cien por la ciudad y no sabe dónde
está el freno y al final está tan hecho mierda, que arrima el tarro a una mierda
de pared de una casa –
Pero a él lo van a agarrar, no a mí, porque él fue el desencadenante. Porque él
venía rajado fue que el niño se asustó y cruzó la calle –

Hacia la puerta. Causal de culpabilidad previsible y evitable – así es como está


escrito; entiendes ahora, tarado sin ni una sola neurona que se salve. Te van a
meter a la capacha sin libertad condicional y a mí apenas me van a hacer
pagar una multa –

Música fuerte. Peter se rasca la nuca y los brazos.

PETER Tú sales muy bien parada. Qué más quieres.

EDNA agotada Ambos somos culpables. O no. Por lo menos


podría mos mirarnos una vez a los ojos. A Karoline. Así como usted y yo.

PETER Se puede, pero no tiene que ser. Le estoy diciendo que él


no está.

EDNA Y quién está allá adentro. Qué es lo que mete bulla.

PETER Olaf, el perro está contigo. – Si la Töle está allá adentro


contigo. Pausa. No, le estoy diciendo que no hay nadie ahí.

Edna y Karoline se rascan las piernas.

17
EDNA Quería saber qué aspecto tiene. Si acaso existe. O fue que
sólo lo soñé.

Pausa.

KAROLINE Olaf fue alumno mío. No siempre fue tan – reservado.


Pausa. Aquí hay tanta humedad, hace tanto calor -. Desde que está con usted,
está cada vez más flaco. Sigue yendo al club. No era del grupo de los
inteligentes, pero sí un buen deportista, tenaz. Tenaz y -
Pausa.
Mi auto – desde hace catorce años. El auto ha sido mi conexión personal con el
Oriente, mi diván occidental-oriental móvil, en serio, en él fui al Bósforo y más
lejos, a Adapazari, Ankara, Aksaray, Antalya. Ahí me quedé botada. Las ruedas
delanteras son de acá, las ruedas traseras vienen de Asia y ahora es chatarra.
Y yo que todavía quería viajar a China .

EDNA Si lo manejamos bien, a lo mejor le dan la libertad


condicional; eso sería más fácil también para mí.

PETER Olaf, baja un poco la música. Olaf, ya estuviste hoy día con
el perro.

Edna y Karoline se rascan las piernas. Se alejan unos pasos. Se sientan. Las
sillas blancas son negras. Peter se rasca los costados.

PETER No se va a poder reponer. Es que no se va a poder


reponer. No ha vuelto a salir desde entonces. Desde hace tres días que no lo
veo. Después del accidente llegó recién en la noche a la casa. Rasguños en la
mano y magullado, por aquí una pequeña herida a causa del golpe, y enfermo
de curado, pero a pesar de eso, totalmente despierto, como cuando uno está a
punto de desplomarse hecho bolsa; entonces le digo, qué pasa; maté a
alguien, dice él; maté a alguien –
Lo meto a la ducha, congelada congelada congelada, y después a la cama. Al
día siguiente salgo a comprar pan y cuando vuelvo, ya se ha encerrado con
llave. El resto lo supe por el diario. Pausa. Pero él no fue – Gritando en
dirección a la puerta. Sí, está en la casa, pero no, no está ahí –

KAROLINE Y eso qué es –

EDNA Qué.

KAROLINE Y eso qué es. DiosmíoDiosmíoDiosmío, ayayay, todo negro


y tan vivo –

PETER Me da -, lo siento -, mejor ni mirar -, imposible frenarlos, no


los puedo controlar, cada vez son más, se multiplican a una velocidad insólita,
eso viene del perro –

KAROLINE ¡La silla está viva!

18
PETER Salen del piso, de las ranuras, de las grietas de la madera y
desinfectar las vuelve muy agresivas y son resistentes, las bestias ésas, y cada
vez que está abajo, acarrea nuevos bichos, pero no atacan a la gente, mejor ni
mirar, sólo al perro y desde que Olaf no me deja entrar y está allá adentro con
el perro, pero no lo lava, es cada vez peor, yo ya me acostumbré, todas las
noches hay que escobillarse el cuerpo con Autá n, para el perro es terrible,
apenas abre un ojo, ve todo negro y todo se mueve muy rápido, anda en tres
patas, la cuarta se la pasa arañando –

KAROLINE Todo lleno de –

EDNA Pulgas –

PETER Olaf Olaf -. Ya, pues -. Por lo menos deja salir al perro -.
Déjame limpiar allá adentro -.

Música fuerte.

6.

Interrogan al forastero
En este momento no tiene
Domicilio fijo

19
Que de dónde viene
Él dice Volver por ningún motivo
No puedo No puedo No me dejan
Muestra un certificado
Sus manos tiemblan
Incapacidad laboral
Cansancio crónico
Fibrilación cardíaca
Y los ojos le fallan, a veces, de súbito, así es q ue se tiene que sentar
O afirmar de algún objeto, todo negro, aturdido, mareado
Un vaso de agua, una rebanada de pan, como con los diabéticos
A veces parte el pan
ParteVovovovomita 5 el pan
Hago bromas
Entonces me siento mejor
Ahora me siento mejor
Sí está bien Está bien Gracias ahora ya está bien
Sentimos mucho si lo
Ahora está bien
Quiere que en otra oportunidad
Pero qué fue lo que vio
El curso exacto de los hechos
Sería importante para nosotros
También para poder
Eximir de responsabilidad a la colega en caso necesario
Información Información del curso de los hechos
Sólo ésta
Entonces de inmediato estamos


Dice el forastero
Sí Sí Lo vi todo
Estuve allí Sí Sí Todo todo lo vi Todo

Pero qué Qué pasó

Entonces se desploma Y duerme Aparentemente Al parecer


O acaso está
Inconsciente
Amnésico

O es que el recuerdo no quiere que lo recuerden


A través suyo
Y manda por un rato a sus acompañantes la noche el reposo el sueño
A meterse en el cuerpo de Rabe
Y de las falanges vendadas con gasa ven cómo la sangre
sale; las blancas yemas de los dedos se vuelven rojas y crece

5
N. d. T.: Hay un juego de palabras entre brechen (partir) y erbrechen (vomitar) en el original.

20
un río de cinco dedos, un río de diez dedos y desde el delta de los dedos la
sangre comienza a gotear sobre el piso y lo que gotea en el piso, cada uno de
los arroyuelos, confluye en el otro, se escurre y se confunde el uno con el otro y
así es como, mientras él duerme, el río de la sangre se reencuentra en el piso
del hotel desconocido, rojo como una bandera, rojo como una llama

Probablemente no está bien


Desde que participó allá abajo
En la guerra
En la guerra siempre se dice allá abajo
Nunca allá arriba o de ultramar, al otro lado
Siempre allá abajo
Todo eso lo afectó demasiado
Demasiado Demasiado para alguien como él
Dios mío Ahí uno
Es más firme
No es cierto
Tiene más aguante
O no

7.

KAROLINE Yo manejo muy poco. Lo que pasa es que manejo


demasiado poco. Hasta que me di cuenta. El tacómetro marca otra cosa, le
falta bencina.

21
LUDWIG De dónde había sacado la llave.

KAROLINE Ya había abierto algunos, no te creas.

LUDWIG La de cosas que aguantas.

KAROLINE Estaba furiosa. Se cree que conmigo lo puede hacer. Como


antes en el colegio.

LUDWIG Siempre te digo que te defiendas. A la ofensiva, Karoline, a


la ofensiva.

KAROLINE De noche él andaba buscando combustible, en la mañana


pongo la mano en el capó y está caliente, eso es como una puñalada.
Entiendes. La manera en que se esfuerza, cómo se esmera para que yo no me
dé cuenta de nada. Para que parezca que jamás hubiera pasado nada. Ni una
sola colilla en el auto, ni una lata de cerveza. Ni un solo pelo.

LUDWIG Lo único que falta es el ramo de flores. Ensartado detrás


del manubrio, para agradecer. Eso sí que habría sido total, no es cierto. Eso te
hubiera gustado. Ahí sí que ella se habría derretido entera. Pausa. Que nunca
te defiendas. Siempre dándoles a todos en el gusto. Querer darlo todo. Hasta
sonreirías si te – si a ti -.

KAROLINE Sí, él no quería hacerme daño. No quería desilusionarme.


Devolvía el auto antes de que amaneciera, para protegerme. – Y entonces un
día dejé puesta la llave en el contacto.

LUDWIG En lugar de ir a denunciarlo. Pausa. Mi hijo todavía estaría


vivo -. Si tú -.

KAROLINE Cómo querrías que fuera.

LUDWIG Deberías haber tenido voluntad.

Silencio.

KAROLINE Dejé puesta la llave en el contacto y de ahí en adelante él


ya no tuvo que temerle a la luz. Venía y se iba sin una sola palabra. Bajo mis
ojos. A veces nos mirábamos, por la ventana.

LUDWIG Repelente. Repelente. Repelente. Siempre esa docilidad.

KAROLINE Me recordaba un poco a ti. Entradas y salidas furtivas; el


miedo a ser observado. Y después tener una llave, llevarse sin decir nada lo
que uno necesita y hacer como si eso fuera normal. Hacer como si fuera
normal. Hacer como si uno tuviera sentimientos –

LUDWIG Eres tan puta .

22
KAROLINE Ay, Ludwig, por ti hago de todo.

LUDWIG Si pudiera, te –

KAROLINE Hazlo entonces. – Pega. Si tanto te repele mi docilidad;


cómo querrías que fuera.

Se desviste hasta quedar con el torso desnudo. Se ven las cicatrices de los
pechos amputados.

KAROLINE Te doy lástima.

Silencio.

KAROLINE Te doy lástima.

Silencio.

KAROLINE Culeas conmigo porque te doy lástima.

LUDWIG No. – No. Por supuesto que no.

KAROLINE Repele nte. Excitante. Es por eso. Responde. Por los


cráteres de los pechos bonachones e inertes de los que puedes disponer en
cualquier momento. Eso te calienta, tener sexo con gente amputada.

LUDWIG No. Por supuesto que no.

KAROLINE Eres súper normal. No te aburres contigo mismo, así de


tan súper normal que eres.

Silencio.

KAROLINE Te imaginas que te amo.

Ludwig niega con la cabeza. Silencio.

LUDWIG El día que nos vimos por primera vez. En pleno verano
hace ocho años, en el patio del colegio. Yo estaba esperando a Susanne y tú
eras la nueva y llegaste corriendo por el patio. Me enamoré. No puede ser. Así
no más. A primera vista. Imposible que exista. Traté de disuadirme, diciéndome
a mí mismo que no era cierto. O de convencerme de que era una ilusión, que
iba a pasar. Pero no pasó.

KAROLINE No dijiste nada.

LUDWIG Susanne estaba embarazada y tú con ese –

KAROLINE Karl –

23
LUDWIG - ese tipo raro y tú estaban juntos. – Cuando te enfermaste,
a menudo yo estaba parado delante de la clínica. Hora tras hora en el
estacionamiento. Pero nunca tuve el valor de visitarte.

KAROLINE Por qué no.

LUDWIG Por qué no. Pausa. Se ríe . Creo que me daba vergüenza.
Me avergonzaba de mi amor. No sé exactamente por qué. A veces Susanne
hablaba de envejecer juntos, de cuidar a nuestros nietos, todas esas leseras.
Se ríe. Me daba vergüenza, porque había otro sentimiento, que era mucho más
fuerte y del que no sabía hacia dónde me iba a llevar. Me daba vergüenza no
tener la fuerza para exponerme a ese sentimiento. Silencio.
Era normal. La vida con Susanne. Normal. Es decir – bueno. No había nada
excitante. Nada equivocado. Pausa. Incluso era bonita.
Creo. Pausa. Sí. Pausa. Si yo abandonaba a Susanne, este sentimiento por ti,
con todo lo fuerte y poderoso e incontrolable que es, barrería conmigo, me
llevaría cual remolino, me fulminaría, ambos seríamos despedazados,
destruidos. Silencio.
Ahora todo parece distinto. Ahora que Edgar ya no está. Qué es eso. No lo sé.
Pausa. No logro encontrar la relación, no encuentro la causa ni tampoco el
efecto. Pausa. Te amo, Karoline. Te amo. Y estoy conve ncido de que no me lo
merezco. No merezco sentir algo tan incondicional. Pausa. Qué ridículo es eso.

KAROLINE Tú no eres el único con el que me acuesto, Ludwig.

LUDWIG Como si no lo supiera.

KAROLINE Conmigo no habría sido diferente. Tú habrías cambiado


una vida normal por otra.

LUDWIG Quizás.

KAROLINE Un tremendo riesgo. Probar algo así. Porque sí.

LUDWIG Sí.

KAROLINE Puede salir muy mal, pésimo.

Pausa.

LUDWIG Eso es lo que quiero decir. Eso es lo que quiero decir con
dócil. Te estás burla ndo de mí.

Pausa.

KAROLINE Tienes tan poca confianza en ti mismo.

LUDWIG No, tú eres la que tiene tan poca confianza en sí misma.

24
KAROLINE No, eres tú el que me tiene tan poca confianza.

LUDWIG Tú a mí también.

Pausa.

KAROLINE Puede ser.

Pausa.

KAROLINE Sólo hablas de ti. Yo no te amo.

LUDWIG Tienes demasiado poca confianza en ti misma.

KAROLINE Puede ser. – Con ternura. Siempre fuiste un sometido,


Ludwig. Ándate para la casa. No vuelvas nunca más.

8.

Delante de la puerta de Olaf.

EDNA Usted también se debe estar preguntando a estas alturas


Dónde está Olaf

25
Sí, dónde está Olaf
Existe en realidad ese Olaf
Y – por qué se esconde
Se sigue escondiendo
Por qué no se atreve a salir
Según dicen
Olaf vive detrás de esa puerta
Si Olaf sigue vivo se puede ver
Aquí abajo en esta ranura
A veces un rayo de luz la atraviesa
Entonces Olaf está despierto
Y lee, escucha música o
Reflexiona
Cuando Olaf tiene hambre
Introduce una hoja por la ranura
Donde está escrito lo que quiere comer
Y entonces Peter le va a comprar algo
Y se lo pone delante de la puerta
No pasa muy a menudo, eso de la hoja
A la ranura yo le digo
La grieta del hambre
Olaf está cada vez más flaco
Si acaso sale
Jamás
Cómo un palo, un hilo como él
Podría salir a la calle
El primer peatón que respirara
Lo tumbaría de un soplo
No, Olaf ya no sale de su habitación
Desde el accidente sigue ahí escondido
Qué hace allá adentro
Qué cresta hace allá adentro
A veces, de noche, cuando cree que nadie
Podrá verlo ni descubrirlo
Que nadie lo va a reconocer
No, ni siquiera entonces

Pero yo estoy alerta , lo tengo vigilado


Me pongo en su lugar
Para eso nos entrenan
Ponerse en el lugar del otro
Me imagino cómo es estar dentro de Olaf
En la piel de Olaf, en el cuerpo de Olaf
Cómo es ver el mundo con los ojos de Olaf
Eso ya lo sé bastante bien
Ambos vemos
Al verdadero autor del atentado
Caminando allá afuera
Pero qué es lo que está planeando hacer ahora
Qué es lo que está planeando

26
Quizás algún día Olaf
Adelgace tanto
Se vuelva tan inmaterialmente delgado como un rayo de luz
Que simplemente con la luz que pasa por debajo de su grieta atravesándola
Desaparezca
Se desvanezca
Sin luminosidad
Y listo

Un brillo un resplandor
Una llama
Que ha existido poco tiempo
En nuestras vidas

9.

Karoline encarga algo y muy pronto recibe un paquete


Cuyo contenido se prueba con decisión
Como si se tratara de un medicamento que hay que tomar
Se mira, se asusta, le da miedo

27
Pero quiere volver a empezar
Quiere convertirse en otra, no hay tiempo que perder
Al día siguiente va
A visitar al forastero, bar con pensión, segundo piso
Y cuando le abren
No esperaba lo que la espera
La habitación de Rabe es luminosa, las cortinas abiertas
La luz ensancha la habitación y Rabe está vestido y
Lavado y huele bien y se podría pensar
Que todo es normal, si no fuera
Por las vendas en sus diez dedos
Y las manchas oscuras en el piso
Y los frasquitos de remedios en la cómoda

KAROLINE Soy la mujer del auto. Me robaron el auto y lo dejaron


convertido en chatarra. Mi auto, al que venía persiguiendo la policía, por
equivocación.

RABE Por suerte no era su hijo.

KAROLINE No quise decir eso. Quería – disculparme.

RABE Conmigo.

KAROLINE Sí, también. Porque sin mi descuido hacia mi auto quizás


nada de eso hubiera sucedido. Quizás.

RABE Quizás.

Silencio. Karoline se dirige hacia la ventana.

KAROLINE Rompieron el pavimento de la calle hace más de un año .


Para poner cañerías nuevas. Entonces quebró la empresa de obras públicas. Y
nadie arregló nada. No cambiaron nada. No se renovó nada. Las cañerías se
están pudriendo; rellenaron de nuevo la calle. Hasta el día de hoy no le han
echado alquitrán. Pausa. En realidad a ellos les damos exactamente lo mismo.
Un barrio de trizas de vidrios rotos sin futuro. Gente sin valor. Niños sin
nombre. Pausa. Dicen que usted estuvo en la guerra.

Silencio.

RABE Sí. Estuve.

KAROLINE Y dónde estuvo.

Silencio.

RABE hace un vago movimiento con la mano.

Pausa.

28
KAROLINE Le traje algo. Desenvuelve un cuadro. No es grande,
50x50. Si no le gusta, entonces quémelo.

RABE lo toma con cuidado con sus manos vendadas y lo contempla. Lo


sostiene en la pared. Una superficie pintada de rojo.

RABE Eso de poner un clavo va a ser complicado. Me dejarán en


una pensión.

KAROLINE Pregúntele a la dueña.

Alguien golpea. Por debajo de la puerta alguien pasa un martillo y clavos.


Rabe no deja pasar la oportunidad de clavar él mism o el clavo en la pared y
colgar el cuadro.
Después de eso, por fin va a poder fumar un cigarrillo. Durante un momento
ambos contemplan el cuadro con expresión meditativa.

RABE Se ve bonito.

KAROLINE Sí.

Pausa.

KAROLINE Le gusta.

RABE Sí. Pausa. No lo voy a quemar.

Pausa.

KAROLINE Le gusta de veras.

RABE Sí.

KAROLINE Se llama “El último fuego”. Pausa. Después de eso todo


comienza de nuevo.

Pausa.

RABE Es bonito a pesar de eso.

Pausa.

KAROLINE Tengo un objetivo. No pintar casi nada. Un paisaje casi


invisible, donde el que lo contemple pueda desaparecer. Si es que se atreve a
entrar a las profundidades. Silencio. En el fondo pura luz.

Pausa.

RABE Entiendo.

29
Silencio.

KAROLINE carraspeando No estoy tan avanzada.

Pausa.

RABE Se puede vivir de eso.

KAROLINE De la pintura. No. Mi plata la gano en la tintorería. Quito


manchas. Cuatro días a la semana. Eso me pone en contacto con la gente. Los
viernes no. Y si alguien no retira una prenda, me permiten llevármela a la casa.
No ocurre con demasiada frecuencia.

Silencio. Karoline se dirige hacia la ventana.

KAROLINE Rompieron el pavimento la calle hace más de un año.


Pausa. Y nadie arregló nada. No cambiaron nada. No se renovó nada. Pausa.
Sabe, allá al frente vive la madre del niño, justo al frente –

RABE Cómo se llama.

KAROLINE Susanne. Susanne Schraube. – Se pueden ver las


ventanas de su departamento.

RABE Sí.

KAROLINE Incluso el dormitorio.

RABE Ahí las cortinas siempre están cerradas.

KAROLINE No se puede reconocer nada.

RABE Sombras, se ven sombras si la luz está encendida.

KAROLINE La pobre Susanne tiene que cuidar a la madre de su


marido. Alzheimer. – Para eso incluso dejó de trabajar.

RABE Y en qué trabajaba, antes.

KAROLINE Era profesora de Música. En la escuela primaria superior, a


la que también iba Edgar.

RABE Ella es muy hermosa.

KAROLINE en voz baja, asombrada Hermosa – Susanne –

RABE Todos los días baña a su suegra. A veces llora, cuando


está sola. Habla poco. De vez en cuando levanta la tapa del piano y toca, pero
sus dedos sólo rozan las teclas, no las hace sonar …

30
KAROLINE Sí, en ese edificio a nadie le gusta la música. Todo el
tiempo hay reclamos por radios que suenan demasiado fuerte, por los niños
que meten bulla. – Y eso que las ventanas que dan al patio están rotas y hay
nubes de moscas en la caja de la escalera; hace poco alguien le prendió fuego
a un coche de guaguas que había debajo de la escalera – el edificio se cae a
pedazos, como la mayoría de los de aquí, y ellos se pelean por el ruido.

RABE No, no. El piano está desafinado. Por eso ella no toca. Por
las notas falsas.

KAROLINE Ah. Silencio. Ah sí. Silencio. Y todo eso usted lo puede ver
desde aquí. Pausa. A propósito, su marido se llama Ludwig.

RABE Susanne y Ludwig.

KAROLINE Sí. Están casados desde hace nueve años. Pausa. Felices.

RABE Y usted cómo lo sabe.

KAROLINE Él es un hombre muy agradable. No tiene remedio. Pausa.


Admira mis pechos. Son artificiales. Amputados. Cáncer. Ahora estoy probando
nuevas formas. Puntiagudos, con forma de bolos, redondos como pelota, semi-
redondos, también hay pechos inclinados, planos y empinados. Cúbicos,
cónicos, tubulares y protuberantes. De ángulo angosto y ángulo ancho. Y hay
todo eso también en asimétrico. Él es fetichista. El Sr. Schraube, el fetichista de
las prótesis mamarias. –

RABE Si sabe esas cosas de él, entonces lo conoce bastante


bien.

KAROLINE Ludwig Schraube, imagínese, es un hombre que juega al


Lotto para no ganar. Ése es el tipo de persona que es.

RABE Si sabe esas cosas de él, entonces lo conoce bastante


bien.

KAROLINE Son sólo historias. Historias de la tintorería. – Están los del


distribuidor automático de monedas y los de la tintorería. Los Schraube siguen
mandando a la tintorería las prendas difíciles. En eso no son tacaños.

Silencio.

KAROLINE Enseñábamos juntas, antes, en el colegio. Yo era la


profesora de Arte. Una profesora pésima, tanto como la pintora que soy, pero
para los niños era suficiente; el colegio es pésimo también. Y entonces me
enfermé y me sometí al tratamiento; Karoline, la pelada, Karoline, la pelada. A
veces tenía que salir corriendo de la sala de clases a vomitar y una vez no
alcancé y vomité delante del pizarrón, hedor ácido podredumbre; los alumnos
testificaron que yo ya no me podía sostener de puro borracha , quizás para

31
ayudarme, quizás para jugarme una mala pasada, quién sabe. Borracha, eso a
veces pasa y es menos grave que el cáncer, no es cierto. Pero de ahí en
adelante se dijo que mi enfermedad era pedirles demasiado a los niños y que
tenía que irme y entonces no me quedó otra que irme, entonces tuve que irme,
me tuve que ir –

Silencio. Rabe la toca con cuidado con una mano.

KAROLINE Sí, estaba muy enferma y tuvieron que operarme, varias


veces, y someterme a tratamiento y volver a operarme y -, por favor no me
toque, no me toque – Rabe intenta calmarla con cuidado con las dos manos –
no soy bonita, pero si yo no soy bonita, nadie me quiere mirar, ni siquiera a
través de una cortina –

RABE Claro que sí. Yo te miro, yo te miro.

Silencio.

RABE Por fuera faltan algunas piezas, pero por dentro estás
completa.

KAROLINE Mejor así que al revés.

RABE Echaba de menos eso. Que algo falte.

KAROLINE A una le prometen que no se va a notar nada. A una le


prometen “una transición armónica al escote” y un “comportamiento natural en
cuanto a movimiento”. Eso significa que todo se balancea en forma totalmente
normal. Me cago en eso. Sabes, existen esos negocios serios. Justo, para
mujeres como la que yo era, profesoras con seguro de jubilación. Suministros
médicos. Técnica ortopédica. Se escucha como si una fuera una mutilada de
guerra. Disculpa.

RABE Echaba de menos eso. Lo mutilado.

KAROLINE Me cago en eso. Y están los negocios: Make your Boobs


come true. Para mujeres que jamás fueron como yo ni jamás querrían ser como
yo; para mujeres que quieren ser bombas y para hombres que quieren ser
bombas y se ponen bombas, para mostrar por fuera lo que sienten por dentro.
Decidí ser una bomba. Mostrar lo que no tengo y hacerle propaganda al
repuesto. Mejor que el original. Todo a la vitrina.

RABE Es hermoso así tal como es.

Silencio.

KAROLINE Siente algo en sus manos aparte de dolor –

RABE negando con la cabeza Pero siento algo con usted –


Sientes algo –

32
KAROLINE En realidad no.

Él la toca, la palpa, la acaricia.

KAROLINE Quiere ver lo que ya no está –

RABE niega con la cabeza.

KAROLINE Disculpa. Algunos hombres sí quieren. Los hombres con


los que ahora me relaciono – quieren vérmelos.

RABE Lo sé.

KAROLINE Los pechos, que ya no están. Intenta reír.

RABE Lo sé.

KAROLINE Silencio. Pero con toda seguridad tú habrás visto cosas


más terribles.

RABE Eso era lo que echaba de menos.

Él besa y acaricia la cara de ella.


Ella hace ademán de desvestirse.

RABE No. Quédate así. Quédate así. Perdóname.

Se dejan puesta la ropa, hacen el amor.

10.

Una figura no identificable camina por el escenario. Posiblemente algo


trastornada, a lo mejor en estado crítico, a lo mejor sólo concentrada en sí
misma. Nosotros interrumpimos lo que estamos haciendo, uno tras el otro.
Seguimos a la figura con la vista, antes de que el primero de nosotros entienda.

33
¡Ése era Olaf!

¡Ése era Olaf!

11.

PETER El hombre, el padre, trabaja en la Gerencia Inmobiliaria


Norte. Empleado. Ahí nadie tiene ilusiones. Lo sé, trabajé ahí alguna vez,
portero, hasta que me despidieron, una historia desagradable. De ahí es que
conozco al hombre. Al Sr. Schraube. Sólo de vista, Buenos días cómo está,

34
hoy casi no hay correo para usted, pero ya hay tres personas esperando
etcétera … Se rasca.
Desde entonces estoy tratando de volver a encontrar trabajo. Pero no tengo
suerte. Peter sin suerte. No tengo suerte, pero sí mucho tiempo. Salgo a
pasear con el perro durante horas. Olaf ya no me acompaña. Un dogo así.
Mostrando la altura. Súper pacífico, pero se ve bravo. Ojos inyectados en
sangre, un hocico de este porte, si lo menea dos veces para allá y para acá, no
te das ni cuenta y zás tienes un litro de jugos gástricos en las pilchas. Pausa.
Pero acércate no más y acarícialo detrás de las orejas, aquí le encanta
mostrándolo – y, qué crees que hace -, pone su cabeza en tu pecho, gruñe, se
queda dormido y te ronca. Siempre digo que es una puta. Y se ve bravo.
Peligroso, así como si no le costara nada abalanzarse sobre alguien, carnívoro
y no precisamente de carne enlatada y por supuesto que un animal así
necesita moverse.
Y a quién me encuentro desde hace poco en mis paseos – al Sr. Schraube.
También él en el bosque. Cómo llega hasta ahí, de día, cuando debería estar
en la oficina – ni idea. Lo que hace ahí – ni la menor idea.
Acariciar árboles, encontrar la paz interior, se encoge de hombros – vaya uno a
saber.
Gerencia Inmobiliaria Norte – que si también le pertenece el bosque; si están
midiendo algo de nuevo, revisando el stock, vaya uno a saber.
Se queda por ahí parado sin hacer nada. Todavía no es época de callampas.
Total – es un misterio. Bueno, no tiene por qué significar ninguna lesera.
Silencio. Se rasca.
No lo tengo en – No está en mi mano lo que va a pasar con nosotros, cómo
vamos a seguir. Olaf – está destruido. Ahora sí que lo demandaron por toda
esa mierda, homicidio involuntario y esas cuestiones, eso va a terminar
destrozándolo. Habría que darle una oportunidad. Con lo talentoso que era. Ya
estoy hablando en pasado –
Francamente . Pausa. Lo entiendo. Entiendo al hombre. Quiero decir que si me
pregunto por qué voy al bosque –
No es por el perro en realidad.

Sale.
Vuelve.

A propósito, se llama Humboldt.


Se encoge de hombros.
No fue idea mía.

Sale.
Vuelve.

Sé lo que piensan. No nos creen capaces, no es cierto. A mí no en todo caso.


No es lo que us tedes se imaginan. No es cuestión de cultura. Es por
Humbolthain. Conoce Humboldthain. Ahí está el búnker. Segunda Guerra
Mundial. No lograron hacerlo explotar después de la guerra. Ahora se puede
escalar. Ahí está , una roca escarpada suelta , resbaladiza, de veinte metros de
altura, con peñascos que sobresalen, ahí mi amigo hace su Freeclimbing.
Entrena súper duro, cinco veces por semana. Entrenaba. Olaf.

35
En realidad es su perro, del Olaf.
Llamar a Humboldt significa ey, roca escarpada, ya voy; ey, entrenamiento, ya
voy; ey, autodisciplina, aquí estoy. Bueno, antes era así.
Pausa. Llora.
Quería hacer de eso su profesión, de escalar. Harto chalado que es.
Silencio.
Ahora olvídate del Freeclimbing. Un par de veces se sacó la cresta.
No es culpa mía. Le dije al tiro, Olaf, si andái arriba de la pelota, el precipicio no
es chacota. Claro, con la coca metida en el cuerpo te crees súper poderoso y
eres una mosca que se queda pegada a la pared. Pero la pared no piensa lo
mismo.
Pero yo no tengo trabajo y obvio que hay que matar el tiempo y ahí Olaf
empezó a acompañarme. Así pasa, sin que uno siquiera se dé cuenta.
Total, ahora se terminó . Todos en tratamiento de desintoxicación, porque no
nos queda ni un centavo, endeudados hasta las orejas. Se acabó la plata, se
acabó la cocaína y ahora qué.
Se rasca.
Todo el efectivo se va en el perro. Aunque claro que salgo a pedir, le doy las
cosas vencidas del supermercado. Obvio que no digo que es para el perro. Es
para la olla común de los sin techo.
Las pulgas, esta plaga de pulgas, eso sí que no se acaba. Todo negro, la ropa
de cama, las sábanas, salen de las tablas del piso, de entre los tablones.
Desde hace unos días estoy durmiendo en la tina, ahí de vez en cuando las
puedo ahogar en el desagüe. – Mientras podamos seguir pagando la cuenta
del agua.
Pausa.
Tengo un miedo terrible.
Un miedo terrible.
De que haga algún disparate. Un disparate de ésos grandes.
Pausa.
Olaf no aprendió ninguna cosa. Ni siquiera para portero, como yo.
Pausa.
Qué tanto .
Hay que tirar p’arriba.
No queda otra que esperar.

12.

Bueno, Karoline se dirige


Unos días después
Hacia la casa de Susanne
Y toca el timbre
Y cuando Susanne abre

36
Karoline no dice nada
Lo único que hace
Se da media vuelta, estira su brazo
E indica la ventana de Rabe, casi al frente
Al otro lado de la calle, claramente reconocible
Susanne sigue con la vista el brazo estirado
Se quedan paradas así, unos breves segundos
Ese día no sucede nada más

Tampoco en los siguientes pasa demasiado salvo


Que los ojos de Susanne buscan la ventana del forastero
En algunos momentos de intranquilidad
O de miedo
De intranquilidad y miedo

Y por momentos ve la silueta de Rabe
Apartarse bruscamente
Medio oculto detrás de la cortina
Cuando piensa que Susanne debe haberlo descubierto
Con cero consideración, ávido y sin ninguna vergüenza
Mirando la ventana de ella
Y lo ha hecho
Ella ha descubierto el secreto de Rabe
O la parte de ese secreto que está dirigida a ella

Rabe se siente expuesto


Humillado, él mismo se ha humillado
Ahora ella se va a reír de él
Acaso puede ser peor
Debería avergonzarse más profundamente todavía
Sentirse todavía más degradado

Cierra las cortinas


Se refugia
De nuevo en la oscuridad
Se tiende bajo la colcha
Con la colcha debajo de la cama
El aire en su habitación no circula

Cagazodecagazo
Mierdademierda
Nadadenada
Pesadilladeunfracasado
Pedazodecarnebuenoparanada
Vidainútiltiempobotado
Lapeordelasescoriasbienmerecidotienesquetepisoteen
Podrirteesodeberías
Polvopolvopolvo
Tierratierratierra
Enruinasenruinasenruinas

37
Polvopolvopolvo
Vientosóplalohastaquedesaparezca

13.

La Sra. Schraube se pasea de un lado a otro por la calle. Sola.

SRA. SCHRAUBE El gato salió


Temprano en la mañana de la casa
Y en la noche ya estaba muerto

38
La gente pasa por encima y se va
Pasa por el lado sin ver
La mancha en la calle sigue siendo roja

Rabe la escucha tararear una canción como extraviada, descorre lentamente


las cortinas, contempla a la Sra. Schraube un instante, abre la ventana. La Sra.
Schraube lo ve. Silencio.

SRA. SCHRAUBE En qué consiste la alegría.

RABE Cuál -.

SRA. SCHRAUBE Era ésta -. Es ésa la mancha -. Pausa. Disfrutar el


momento, vivir el presente, me cago en esa mierda mierda mierda, en eso no
consiste la felicidad. Qué me importa el momento si mañana no voy a poder
recordarlo . Alegría – para eso necesito un pasado. Y no logro acordarme de él.
Sin memoria eres menos que un animal. Eres menos que un animal –

RABE Soy un prisionero; un prisionero como usted.

SRA. SCHRAUBE Demuéstrelo.

RABE La gente pasa por encima y se va


Pasa por el lado sin ver
La mancha en la calle sigue siendo roja

Cuando el día empezó


Éramos tres
Cuando terminó
Sólo quedaban vivos dos

Anunciamos nuestra presencia tarareando


No queríamos asustar a Rosmarie
Queríamos acompañarla a su casa
Caminamos lentamente calle abajo
Y también nosotros comenzamos a cantar.

No la vimos
Ahí presentes no estuvimos
La muerte se le adelantó a la vida
Cuando llegó no lo supimos

SRA. SCHRAUBE ¡Qué felices éramos antes!


¡Qué felices fuimos!
Imagínense, ¡fuimos tan felices!
Se acuerdan, no se acuerdan,
De lo felices que fuimos –

39
RABE con suavidad Váyase a su casa, Sra. Schraube; váyase a
su casa y tome un baño de tina.

SRA. SCHRAUBE El agua está congelada. No hay electricidad.

RABE Aquí no hay guerra, Rosmarie.

No la vimos
Ahí presentes no estuvimos
La muerte se le adelantó a la vida
Cuando llegó no lo supimos

Ya no te dejaré partir
Sola no te dejaré jamás
Cuando la muerte al camino te tenga que salir
A mi lado habrás de estar

SRA. SCHRAUBE pensando ¿No hay guerra? Haciendo un esfuerzo


para pensar. Ya se acabó, no es cierto –

RABE Sí, la guerra terminó.

Seguiremos tarareando mientras


La Sra. Schraube encuentra su departamento
Y Rabe cierra la ventana
Y entonces veremos a Susanne, que
Por su parte mira hacia la calle detrás del vidrio de la ventana
Esperando a su suegra
A la que le preparará un baño de tina
Y mira en dirección a Rabe para hacerle una seña
Y levanta la mano, la levanta, sin hacer adiós con ella
Rabe se asusta, da un paso atrás, pero
Entonces se acuerda y también él levanta una mano
Y ambos ponen su mano en el vidrio casi al mismo tiempo

Y
Nosotros hacemos como si no hubiésemos notado nada
Y
Con timidez
Se sonríen
El uno al otro

14.

SUSANNE No me atreví a visitarlo antes.

Silencio.

40
RABE Ahora está aquí.

SUSANNE Y pensé – que usted menos se iba a atrever a visitarme a


mí.

RABE Ahora está aquí.


Al unísono
SUSANNE Por eso estoy aquí.

Se ríen. Silencio.

SUSANNE señalando las manos de él Por qué hizo eso. Por qué se
hizo eso.

Silencio.

SUSANNE Eso es exactamente lo que por ningún motivo quería decir.


Pausa. Discúlpeme. No era mi intención caerle de improviso con algo así.

Silencio.

SUSANNE Por qué hizo eso. Por qué se hizo eso.

RABE meneando la cabeza No lo sé. No lo sé.

SUSANNE Usted lo vio. Lo vio todo. Estuvo ahí.

Silencio.

RABE Sí. Lo vi. Pausa. Soy malo para hablar –

SUSANNE Yo sé que usted estuvo en la guerra. Todos lo saben.


Ahora está aquí, con una sola maleta. Sentado en la oscuridad. – No seré yo la
que lo saque a tirones para afuera, yo, seguro que no. Pausa. Basta con que –
Con quién más. No sé con quién más.
Silencio.
Cada vez que digo en voz alta el nombre del niño es como si -. Ya no digo su
nombre en voz alta. – Cada vez que digo el nombre del hombre, de mi marido,
es como si – también estuviera nombrando a mi hijo. El niño, invocado cada
vez de nuevo a través del nombre del que me ayudó a darle la vida. Cada vez
volver a llamarlo a la vida. Aunque debería poder descansar de una vez por
todas. Pausa. Ya no lo voy a despertar más. – Sigue durmiendo. – Estoy
aprendiendo a callar.

Pausa.

RABE Las palabras – los vocablos – eso está afuera. Cómo voy a
saber yo – lo que el otro entiende. – Ahí están mis impresiones, mis ideas y
recuerdos y – los sentimientos. Pero cuáles son las palabras que corresponden
a estos sentimientos. – Ya no sé, a veces, cómo se combina todo eso. El lugar

41
en que las palabras se transforman en vocablos y se ponen de acuerdo
conmigo sobre qué cosa va dónde.

Silencio.

SUSANNE Pero debe haber una conexión con el afuera.

Ella toma las manos de él y se las acaricia.

RABE No siento nada. – Pero no quiero vivir como un mudo. Eso


todavía lo puedo decir. No quiero vivir como un mutilado. Sin lenguaje. Quizás
quién soy yo para decirlo, pero no quiero. – Sí, en algún lugar debe haber una
conexión – entre lo de afuera y yo. Las palabras, tan abstractas que son,
simplemente no puedo sentir las palabras.

Pausa.

SUSANNE Al principio tenía un plan. Quería esperar un año. Un año o


más, hasta que ustedes me hubieran olvidado. Hasta que pensaran que mi
dolor habría penetrado hasta lo más profundo de mi corazón, tanto, que incluso
si se movía, sólo sería perceptible como el recuerdo de un movimiento, ya no
más como el movimiento mismo.
Y entonces, ya convertida en alguien frío. Entonces, cuando pudiera decir su
nombre sin que mis manos temblaran, cobraría venganza. Castigar a todos los
que estuvieron involucrados en su muerte. No hablo de culpa. La culpa me da
lo mismo. A todos los que participaron.
Silencio.
Que algo cambiara sus vidas, la vida de cada uno, de un modo irreversible, del
mismo modo irreversible en que mi vida se convirtió en otra después de ese
día, después de esa hora. No tendría por qué ser algo grande, pero una cicatriz
debería quedar, un recuerdo que se hace presente en forma rabiosa, que
nunca más dará paz.
Cada mediodía, cuando el reloj dé las doce. Cada vez que se encienda un
motor. Cada vez que alguien saque las cartas del buzón; cuando cruce un paso
de cebra; cuando vea el color amarillo. Cada vez que lea la palabra “fútbol”.
Para que le duela.
Quería meterme de contrabando a las vidas de los otros, del mismo modo en
que el esmalte se mete debajo de una uña. Rápido, sin que se note,
porfiadamente.
Pausa.
Y entonces apareció un testigo.
Pausa.
Uno que lo vio todo. Uno que no impidió nada. Y que por eso se infringió su
propio castigo.
Pausa.
Y ahí ya no supe qué hacer.

Silencio. Rabe contempla sus manos.

SUSANNE Fuiste una luz. Para mí.

42
Silencio.

RABE Nonono. No lo soy no lo soy. No quiero eso. Este tipo de –


Cuidado. Comprensión -. Nonononono. No quiero no quiero no quiero.

Pausa.

SUSANNE No sé nada de ti.

RABE Partí. Dejé a mi mujer. La abandoné. Pese a que ella se


dedicó completamente a mí. Pese a que estaba dispuesta a escucharlo todo. O
también a callar. Ella habría hecho posible lo que yo necesito. Eso era lo que
ella pensaba. Eso era lo que ella quería.
Pausa.
Pero yo no soy ningún mutilado. No soy ninguna víctima.

Pausa.

SUSANNE Lo único que sé es que se me acabó la comprensión. Se


me acabó se me acabó se me acabó.

Sonrisa.

SUSANNE Y así, sin comprensión, todo lo imposible de pronto se


vuelve posible. Entiende –

RABE No.

Sonrisa.

SUSANNE Sabe lo que significa “infeliz” –

RABE pensando Infeliz –

SUSANNE Me he preguntado si soy infeliz, ahora. Si me he vuelto


infeliz. “No estés triste, no estés infeliz, Susanne.” Dice mi suegra.
Todos los días. Se olvida de cuántas veces lo repite. No me quedó otra. Tuve
que llevármela a la casa. Pausa. Me convertiré en alguien como mi suegra y
entonces, en algún momento, más adelante, llegará alguien y me meterá la
cabeza debajo del agua. Se ríe . Pausa. No. Para ser infeliz, me falta la
comprensión.

RABE Infelicidad –
Creo que infelicidad – es una palabra para criminales.

SUSANNE ¿Entonces Dios es un criminal? O por qué mi hijo está


muerto. Fue una equivocación. El cielo se equivocó. Acaso mi hijo está vivo, en
otro lugar – y si es así, dónde queda ese “otro lugar”.

43
Pausa. Es razonable su muerte, sólo porque es verdadera. Pausa. O todo
importa una reverenda mierda y es que a nosotros nos gusta convencernos de
que no entendemos el sentido secreto –

RABE Sentido – no existe no existe no existe –

SUSANNE Qué sabemos nosotros, insectos apenas un poco mejores.

RABE Sin embargo, justamente porque no lo entendemos, no


puede no importar.

Silencio.

SUSANNE Entonces debo acaso decir, bueno, entonces llévatelo, en


voz muy baja, con ternura llévate a Edgar. Llévate lo que me es más querido.
Lo más preciado. Y déjame a mí sola. Yo sólo soy basura, mi dolor es sólo
basura, mi dolor es basura que no sirve para nada, basura sin ningún valor –

RABE Pero este montón de basura aquí, este montón de basura


carne intestinos huesos sangre, que yo soy, es de verdad – me entiendes.
Puede tener valor, para ti, debe valer, para ti. Pausa. Aquí estoy. Soy de
verdad.
Se besan. Con mucho cuidado.

15.

Una figura no identificable camina por el escenario. Posiblemente algo


trastornada, a lo mejor en estado crítico, a lo mejor sólo concentrada en sí

44
misma. Nosotros interrumpimos lo que estamos haciendo, uno tras el otro.
Seguimos a la figura con la vista, antes de que el primero de nosotros entienda.

¡Ése era Olaf!

¡Ése era Olaf!

16.

Delante de la puerta de Olaf.

45
PETER ¡Olaf – sal de ahí! ¡Tengo novedades!
Imagínate, Olaf – tenemos trabajo.
Trabajo, sí, de veras, e incluso lo pagan. Buena plata. Bueno, en realidad
nosotros no, el perro.
Humboldt encontró trabajo.
Ando paseando con él por el bosque, en dirección contraria viene un tipo que
nos queda mirando un rato, la cosa se empieza a poner peluda, él se acerca y
dice: Es peligroso.
Yo, alerta, digo: Se ve bravo. No es cierto.
Humboldt ahí mismo se para delante del tipo, de frente, las comisuras del
hocico hacia arriba, gruñendo, así de arriba a abajo, casi a punto de saltar. –
Yo pienso, ojalá a este imbécil no se le ocurra acariciar a Humboldt, porque si
lo hace, al tiro le llega el le ngüetazo y el perro se le encarama a las rodillas.
Pero no, no lo hace, da un paso atrás y dice, algo es algo. Y Humboldt se
sienta en su trasero y sonríe.
Se rasca.
En todo caso, resulta que el tipo es el dueño de la fábrica de porcelana y está
buscando un vigilante nocturno. Contráteme a mí, le digo. No, un perro como
vigilante nocturno. Que acompañe al tipo de la seguridad. Uno que se vea
bravo e infunda respeto .
¡Y Humboldt consiguió la pega!
Oye, Olaf, nuestro perro va a trabajar. Va a traer un montón de plata a la casa.
Silencio.
Por lo menos mete una hoja por la ranura.
Pausa.
Qué cresta haces allá adentro –

17.

El busto de Karoline ha aumentado de tamaño.

46
EDNA Ya me lo contaron.

KAROLINE Y.

EDNA Me dejas tocar.

KAROLINE Claro que puedes.

EDNA I – I – Impresionante.

KAROLINE No por eso tienes que ponerte tartamuda. Puedes hacerlo


de nuevo, no hay problema. Gasté un montón de plata en eso.

EDNA No estarás exagerando un poco.

KAROLINE No. Los baratos se agrietan o hacen que te pique la piel,


zarpullido, alergia al plástico, las heridas te las llevas gratis, no, no tiene que
ser.

EDNA Me refiero al tamaño. Bastante exuberantes.

KAROLINE Adentro hay más todavía. Tengo que acostumbrarme al


peso de a poco. Afecta la columna. Por suerte en la noche estoy acostada.

EDNA No te los sacas.

KAROLINE Cómo. Quiero o no quiero verme natural.

EDNA De noche.

KAROLINE Claro que de noche. Cuándo si no.

EDNA Entiendo entiendo.

Pausa.

EDNA Edna a veces se pone en el lugar de Karoline. Cómo ella ve


el mundo. Es difícil. Si alguien quiere llegar a ser Profiler, ver el interior de los
demás, siempre va a tener que relacionarse con criminales. Pero una mujer sin
pechos.

KAROLINE Edna no se ríe de mí. Nunca. Creo que no tiene la más


remota idea de belleza. Eso es lo que me gusta de ella.

EDNA A mí me entretiene ponerme en el lugar de otra gente. El


Yo-Edna entra de a poco en el ámbito desconocido de una persona y ya nada
es como antes. Siento como alguien completamente diferente. Pienso como
alguien completamente diferente. Soy alguien completamente diferente. – Pero
todavía tengo que practicar. Todavía no he llegado a la meta, todavía no.

47
KAROLINE Y cuál sería la meta.

Pausa.

KAROLINE Oye, yu-ju, Edna – eres tú. Pausa. La meta.

EDNA El autor del atentado – capturar al autor del atentado.


Capturar al autor del atentado antes de que vuelva a dar un golpe. Edna lo
impedirá.

KAROLINE Pero si no hay un único autor del delito , las bombas


vivientes, de ésas hay montones.

EDNA Yo tampoco soy una única Edna, yo también soy muchas.

KAROLINE ¡Edna, vuelve en ti!

EDNA Yo estoy aquí, Edna está en todas partes, vuelve a


llamarme, no te vas a dar ni cuenta del enjambre de Ednas que va a haber
aquí.

KAROLINE Si hay alguna forma en que podamos ayudarte, Edna,


avisa.

EDNA Debemos mantener los ojos abiertos. Alertas, por favor,


atentos, atentos. El 4 de septiembre hubo tres muertos, el 18 fueron dos y en el
Metro, el 30 hubo cinco heridos. El ataque hace tres días –

KAROLINE Fue a quinientos kilómetros de aquí. En el sur.

EDNA Entretanto demás puede haber regresado. Aquí en el barrio


se sentirá especialmente seguro, porque aquí ya lo persiguieron una vez.

KAROLINE Todavía seguimos esperando que se abra el proceso. Olaf


no sabe lo que le espera. Una multa, una pena de cárcel, la espera en sí ya es
un castigo. El verdadero autor del atentado –

EDNA Está buscando con toda calma el próximo blanco, con toda
calma. Porque yo fracasé, yo. Cuando explote la próxima bomba, cuando él
vuele por los aires con diecisiete personas que estén paradas cerca de pura
casualidad, en el cielo van a decir: Una vez más Edna no prestó atención. –
Tenía una oportunidad, se la farreó. – Todo es culpa mía. Incluso el futuro es
culpa mía.

KAROLINE Lo tonto es que, el verdadero autor del atentado – a él no lo


conocemos. Cualquiera puede serlo. Ellos, usted o yo o tú que estás allá. O
Edna.

EDNA Sí, yo soy, yo soy el autor del atentado, ando


persiguiéndome a mí misma todo el tiempo –

48
KAROLINE Para que se calme, yo pongo sus dos manos en las mías y
digo – Edna, ahora por favor apoya tu mano. Entonces pongo las dos manos
de Edna sobre mis pechos – quizás eso tenga un efecto tranquilizador.

EDNA Por favor también la cabeza. Quizás eso tenga un efecto


aún más tranquilizador.

KAROLINE Durante varios minutos inspiro y expiro formando olas, eso


hace que los pechos se balanceen suavemente. Provoca un temblor de
pechos.

EDNA También sabes bambolearte.

KAROLINE Vamos a ver.

18.

LUDWIG Rellenaba los boletos de Lotto y pagaba. Nuca guardé los


comprobantes de los juegos. Botaba los comprobantes en un basurero camino
al trabajo. Siempre el mismo basurero al lado del banco a la derecha de la

49
entrada al parque. Siempre el mismo. Los botaba encima de la otra basura, sin
fijarme, sin llamar demasiado la atención, pero tampoco en forma descuidada.
Cualquiera podía sacarlos sin ningún problema y guardarlos. Cualquiera podía
reconocer que detrás de lo botado había un sistema; todas las mañanas
después de un sorteo, y era a las 7:30 hrs. en punto, un comprobante del
sorteo siguiente en el basurero a la derecha de la entrada al parque. A veces
cubierto por colillas, follaje, latas de Coca-Cola, a veces en el pasto a causa del
viento. En eso no puedo influir yo ni tampoco el que lo encuentra. Pero yo, yo
boto el comprobante en la mañana a la basura. Ésa es mi responsabilidad.
Silencio.
No tengo idea de cuántos son los que habrán encontrado esos comprobantes y
serán millonarios gracias a mí. Jamás miro los resultados de un sorteo. De qué
serviría. Yo sólo soy el intermediario. Yo les traspaso el azar y la suerte a otros.
Silencio.
Me imagino una vida distinta. Una vida que jamás podría llevar. Me imagino
que esa vida distinta va a encontrar mi comprobante de juego. Alguien que es
joven y está solo, que no tiene familia, pero que tiene un horizonte. Alguien
que tiene una risa contagiosa. Alguien que no toma el ascensor aunque vaya al
piso veintiuno. Alguien que ha sido separado de su mejor amigo, pero que
nunca dejará de escuchar su voz. – Lo que más me gustaría sería alguien que
no necesite la plata. Que no tenga ninguna necesidad de él, del pozo, del
Jackpot. Porque desde hace mucho que lo tiene. Alguien que no lo necesita en
lo más mínimo, encuentra el boleto, lo guarda y qué va a ser – se alegra, se
alegra, se alegra, como yo jamás podría hacerlo; de su suerte de sobra.

19.

Delante de la puerta de Olaf.

PETER Ahora más encima hay un inconveniente. El tipo dijo que el


nombre no puede quedarse como está. El nombre por ningún motivo puede

50
quedarse como está. La razón. Qué va a pensar un tipo que entra a robar si
está delante del perro y el guardia de seguridad viene detrás y grita ¡Agárralo,
Humboldt! Eso es inadmisible.
Ahora tenemos que buscar otro nombre que espante, cause miedo y sea hiper-
peligroso. Olaf, ya, pues, dime.
Se rasca.
Propuestas.
Se rasca.
Algo así como – amable, rápido Violador anal impenitente o Máquina trituradora
de carne speed-adicta o Sierra viviente – algo por ahí. Qué te parece
Rompehuesos, Hiena de combate … Perro sanguinario …
Piensa. Largo rato.
Estrangulador.
Estrangulador está bien, creo.
Se rasca. Desesperado.
A la chucha con estos bichos de mierda, algún día van a poblarnos mientras
estemos durmiendo, Olaf, lo tienes claro – es como si estuviéramos muertos y
ellos vinieran a poner sus huevos en nuestros cuerpos, a nuestros cuerpos los
meten. Van adonde los muertos, los insectos, eso se sabe, eso está
comprobado, Olaf, pero yo no quiero morirme todavía, Olaf, ayúdanos – por
favor, sal de ahí –
Pausa larga. Recupera el control.
Estrangulador. El único problema es que el perro no reacciona al nuevo
nombre, cree que le están hablando a otro. O cree que él son dos y le da un
ataque de esquizofrenia. Si lo entendiera.
Pausa.
Ven acá Humboldt, anda a buscar a Olaf.

20.

ROSMARIE Compré unos juegos. Para Edgar. Memory. Un Memory de


animales. Un Memory de autos. No pude decidirme. Me llevé los dos. Pausa.
Pero dónde está Edgardito.

51
SUSANNE Edgar nos dejó, Mamá.

ROSMARIE Dejó. Para dónde se fue. Lo mandaron al internado. Pero si


no hay plata para eso. Un niño tan tierno. Se le puede mandar algo por correo.
Le voy a enviar el Memory. Pausa. Ah, hoy día hay pescado otra vez. Pausa.
Le enviaré el Memory de animales.

Silencio.

ROSMARIE Vendrá Edgar el fin de semana a la casa.

SUSANNE No, no vendrá a la casa.

ROSMARIE No lo dejan. Hizo alguna tontería.

LUDWIG Claro que vendrá. Nos va a visitar. Todos los fines de


semana.

ROSMARIE Qué día es hoy.

LUDWIG Come, Mamá.

ROSMARIE Tengo que envolverle el Memory. Ahora mismo. En caso de


que hoy sea lunes, se me va a olvidar hasta el fin de semana. Hace un
paquete.

ROSMARIE También había un Memory de viajes. Le pregunté al


vendedor y eso qué es, un Memory de viajes. Él dice, ahí hay símbolos de
verdad. La Torre de Eiffel, la Mezquita Azul, el Pan de Azúcar, etc. Entonces yo
le digo, pero si todavía no he estado ahí, imposible que me acuerde; quién
habrá estado en todas esas partes, yo no, tendría que mentir. Nunca hubo
plata en nuestra casa para viajar; no lo digo con mala intención, Ludwig.
Entonces no son símbolos de verdad, son símbolos de mentira. No es un
Memory de viajes, es un Memory de mentiras. No lo compré. A Susanne. Y tú
no vas a comer nada, querida.

SUSANNE La próxima vez que salgas sola, avisa, Rosmarie. Para


meterte las hojas en la ropa interior entonces.

ROSMARIE Hojas en la ropa interior –

SUSANNE Tu nombre, dirección, teléfono, tienes que metértelos


siempre en la ropa interior. En caso de que se te olvide la cartera en alguna
parte. La ropa interior es segura. Si tienes un accidente, encuentran tu nombre
antes de anestesiarte.

LUDWIG Mejor sería una cadenita. Una cadenita para el cuello con
un medallón.

52
ROSMARIE Ésa es una buena idea. Adelante una imagen de San
Cristóbal, atrás una foto de Edgar.

Silencio. Rosmarie ve el paquete.

ROSMARIE ¿Ese paquete es para mí?


Lo abre. Dichosa.
¡Un Memory!
Reflexiona, se asusta. Se acuerda.
¡Ay, Edgar está muerto! ¡Eso es! ¡Edgar está muerto! ¡Edgar está muerto!

21.

Susanne sale
Susanne vuelve
Rabe espera
Rabe la acompaña

53
A cualquier parte que ella vaya
Susanne lo sabe
Lo siente
Rabe las busca y las vuelve a encontrar
Sus palabras y sus vocablos
De a poco

Y el amor

Uno de nosotros hace un movimiento


Con la mano
En el aire
Para atrapar
Un zancudo

22.

Delante de la puerta de Olaf. Peter plagado de picaduras.

PETER Olaf, por lo menos podrías acompañarme al bosque. Nadie


te va a ver. Y si alguien te ve, son puros tipos raros los que andan por ahí. A

54
Schraube, Ludwig, a ése lo veo siempre. No se ve nada de bien. Ahí parado, a
veces un cuarto de hora delante de un árbol; se pasea un poco para allá y para
acá, la cabeza estirada hacia arriba, acechando – qué será lo que está
esperando. Contacto, sí, ya sé, tú no quieres tener contacto. Schraube
tampoco, le he hablado algunas veces. Me mira como si yo fuera una rama.
Conmigo no ha hablado. – Como tú. – Incluso si llueve está ahí parado. Lo
único que falta es que se desvista y se ponga a bailar en el claro del bosque.
Se ríe.
Silencio.
Olaf, ya te he dicho que yo –
Que yo te –
Te he dicho alguna vez que yo te –
Que me haces falta –
Música fuerte.
Qué es lo que estás tramando allá adentro –
Qué –
Grita. ¡Por lo menos déjame entrar a desinfectar!
Empieza a limpiar.
Pausa.
Para la etapa de transición ahora le digo Estrangulador Humboldt. La gente en
la calle me mira raro. Sí, me mira raro. Se encoge de hombros. Ellos no pasan
hambre. Nosotros necesitamos la plata.

23.

Amor amor amor


Eso debe ser
Cómo se maravillan

55
Tener tiempo, suspirar de alivio
En presencia del otro
Las ventanas abiertas de par en par
Luz brisa sol
Deja que te mire

El tiempo no pasa
El tiempo se detiene
Nosotros hacemos que se detenga
Ellos se entregan al momento
El momento es infinito

El niño muerto, que yace bajo tierra, jamás olvidado


Siempre recordado
El humus donde crecen
Los nomeolvi

Se aventuran en una zona corporal desconocida


Rabe con sus dedos vendados
Hace que la piel desnuda de Susanne se ría
Y la abriga, aunque no sea necesario
Susanne colecciona y cuenta con los ojos cerrados
Cada vez, cada cicatriz en la piel de Rabe
Y cada vez llega a un número diferente
Y tiene que volver a empezar con su trabajo de investigadora
Cicatriz 9 o 12, la mordida de un perro, inofensiva
Cicatriz 17 o 21, en la rodilla, recuerdo de una caída en astillas de vidrio
La mancha gorda en el reverso del brazo izquierdo, de nacimiento
La inflexión en la mitad del esternón
Un hueso quebrado que luego se soldó
Sobre cosas como la sutura en el muslo, 15 o 16
Y la protuberancia del porte de una moneda debajo del omóplato, 8 u 11
Rabe no proporciona información
Empuja despacio los dedos a tientas de Susanne hacia el lado
Y finge haberse quedado dormido
Pero así, porque está dormido, Susanne puede
Besar con mayor concentración aún las marcas no explicadas,
Con un fervor que podría dar la impresión de que es su ternura
Lo que ella querría borrar de su pasado más remoto

Olvidar lo que hay que olvidar


En las horas tranquilas
En la habitación de Rabe

Por primera vez ve contento a Rabe


Rabe se ríe, se ríe de veras

Una sola vez salen de la habitación


Susanne, junto a la ventana abierta, mira al otro lado de la calle
A lo mejor Ludwig a veces nos observa

56
Así como antes lo hacías tú
Pero de veras que él no está en casa
Con un aire travieso hace su maleta y arrastra a Rabe escaleras abajo
En un abrir y cerrar de ojos
Con el ferrocarril urbano hasta la última parada
Desde ahí caminan, corren
Corren corren contra el tiempo deténte

Durante uno o dos veranos me dijeron “árabe”. Todos necesitaban un


sobrenombre. Yo no era de nadie, lo encontraban gracioso. Después de clases
me iba a la casa y salía solo. No me hacían nada, nada de nada. Sólo que esa
palabra era la que ponía una barrera. Entre ellos y yo. O quizás era la palabra
que le ponía nombre a la barrera que estaba ahí desde antes y desde siempre.
Si salíamos a alguna parte, bastaba con que alguno gritara, Ey, Árabe y a mí
me tocaba el puesto donde había corriente de aire, me tocaba la comida fría, la
niña fea. Rabe, me llamo Rabe. Se reían. Se avergüenza de ser árabe. Yo me
esforzaba. Si era un falso árabe, por lo menos quería ser el más inteligente, el
más buen mozo, el más valiente. Se reían y quedé como el otro. Y no pude ser
nada más que el otro. Hasta que pensé, muy bien, que así sea, vean en mí la
escoria. Y si quieren que mis pies sean negros, que yo sea oscuro e
impenetrable, entonces que mis pies sean negros, sólo para ustedes. Y dejé
que lo fueran y me convertí en quien soy.

Desde ahí caminan, corren


Corren corren contra el tiempo deté nte
Jadeantes llegan al lago

Remero, quería ser remero

Ése fue el verano en que empecé a entrenar. Al principio sin ningún orden,
boxear remar luchar. Mi tío tenía una canoa en la que yo remaba río arriba
contra la corriente. Un río que acarreaba espuma sobre un fondo que nunca se
veía. Yo no quería andar a golpes. No quería pelear. Sólo quería estar armado
por si venían a atacarme.

Corren por la orilla del río.

El movimiento era magnífico. Aprendí a controlar mi cuerpo. El movimiento era


magnífico. Debería haber sido remero en vez de soldado.

Corren por la orilla del río.


Un día lluvioso, están solos, la orilla está reblandecida
Juncos capa de pasto tierra negra
En un embarcadero, del ancho de dos tablones, encuentran una canoa
En silencio contemplan los remos, que están metidos en los toletes
Vueltos hacia adentro
Entre dos tablas un hoyo en el piso
Un chorro de agua entra al bote y vuelve a salir al ritmo de las olas

Sueltan la cuerda y entran de un salto

57
Ninguno de los dos hace el intento de remar
Se tienden de espaldas y dejan que el agua los lleve hacia el lago

24.

Han fumado yerba, el clímax ya pasó, piteadas finales.

EDNA Dilo de nuevo. Qiu Shihua. Dilo de nuevo.

58
KAROLINE Qiu Shihua. No sé qué aspecto tiene. Ni idea si hay una
foto suya.

EDNA Bueno, ya, un chino. Un chino de unos setenta. Barba de


chivo. Nariz chata con grandes orificios. Me lo puedo imaginar.

KAROLINE Más lento que un caracol. En cada uno de los años de vida
que trabajó , pintó más o menos un cuadro. Eso, dice él, se dice, es suficiente.

EDNA Descríbemelos. Durante un buen rato no se reconoce nada.

KAROLINE Todos son – casi blancos. A primera vista nada más que un
lienzo un poco sucio. Manchas deslucidas.

EDNA Pero poco a poco, si uno se queda parado largo rato


delante de ellos –

KAROLINE Uno comienza a vislumbrar lo que tiene ahí al frente,


cuántos senderos, cuántas vastedades, cuántos paisajes pueden aparecer,
descubrirse en la luz –

EDNA Algo que viene del cuadro mismo, que también –

KAROLINE echando una tableta – que también es imaginario. Cosas


que antes no estaban ahí. Que a primera, tampoco a segunda tercera cuarta
vista son visibles. Que sólo puede ver el ojo cansado, que ha mirado tanto rato,
que está lagrimeando y el párpado tirita; en ese momento el cuadro te muestra
poco a poco la realidad.

EDNA El cielo, que, aún cubierto, se ilumina con un sol brillante.


La luz se expande y penetra el agua, la tierra y a ti, ahí parado delante del
cuadro contemplándolo.

KAROLINE Más maravilloso todavía es que sea tu ojo, tu raciocinio el


que crea las formas, los colores y las imágenes. Necesitan tiempo, te quitan
tiempo y te devuelven espacio calma y felicidad. Te regalan - echa una tableta.

EDNA Fantasía. Sí. – A mí me robaron ese tiempo. El tiempo en


que podría haberme dado cuenta de las posibilidades que tengo. El tiempo en
que todo era blanco y se fue aclarando de a poco. El tiempo en el que se
forman los contornos. Los míos, no los de otros. El tiempo en que crees en ti –
Yo en mí, no en otra persona .

Pausa. Sobreviene el desencanto.

EDNA La mañana de ese día de agosto. La mañana clara y azul


de ese día de agosto. Es lo que más me falta. Sabíamos que iba a ser un día
caluroso. Eso era lo único que sabíamos.

Pausa.

59
KAROLINE Edna, ya no deberías ir más, al lugar del accidente. Eso no
te hace bien.

EDNA Lo sé. Todos los días camino calle abajo y después a la


izquierda hacia el antiguo gimnasio, a entrenar. Todos los días. – Voy a
empezar a hacer rodeos.
Prometido. Pausa.
Quebrarse la cabeza pensando. El punzante tormento de quebrarse la cabeza
pensando. Las punzadas en mi cabeza sólo se acaban cuando duermo. Pero
casi no duermo, ya no puedo ya no puedo ya no puedo dormir – No te aflige
nada. De antes. Que ya no estés en el colegio.

KAROLINE Cómo. Debería haber seguido trabajando. Después de la


terapia. No me la pude. Crisis nerviosa. No por los alumnos. Son de una
franqueza brutal. Tono O de Olaf: Señora Karoline, le amputaron las bolsas de
leche … Le digo sí, Olaf, voy a andar eternamente en topless … puedes usar
mis sostenes como filtros de café - … Lo peor eran los colegas. Mujeres y
hombres por igual. Como si yo hubiera sido un fantasma. Entro a la sala,
camino por el pasillo y ellos levantan la cabeza como si los hubiera agarrado
una corriente de aire. Ninguno te mira. O de repente se quedan pegados en tu
rodilla como hipnotizados. – Ésa no es vida.

EDNA Por qué no te compraste al tiro un par de tetas de repuesto.

KAROLINE Adivina. Aceptar lo que venga. Seguir siendo natural. Keep


it real.

EDNA Naturaleza intacta –

KAROLINE Quién está satisfecho con cómo es.

EDNA Con toda seguridad yo no.

Pausa.

EDNA Pero ahora estás hasta las orejas, no es cierto.

KAROLINE Sí. – Además, tiene que verse estético. – Que no anden


diciendo a mis espaldas que los pechos están okay, pero el cuerpo es
demasiado pequeño.

EDNA A ti es a quien le tienen que gustar.

KAROLINE Gustar – Soy yo la que tiene que arrastrarlos. Echa una


tableta.

EDNA Oye. Qué es lo que estás tomando. Sin mí. Ésa ya es la


tercera –

60
KAROLINE No es nada. Es por los dolores de espalda.

EDNA No deberías bambolearte tanto.

25.

De noche.

LUDWIG Métete a la tina.

61
ROSMARIE Ah, el agua va a estar congelada, congelada va a estar,
congelada, congelada.

LUDWIG Eso es lo que tú crees. Está tibia.

ROSMARIE Tenemos que ahorrar electricidad. Por la guerra.

LUDWIG Aquí no hay guerra.

ROSMARIE ¿Ya terminó?

LUDWIG No, Rosmarie. Aquí no estamos en guerra. Hace mucho


que no lo estamos.

ROSMARIE Ah.

Silencio.

ROSMARIE Ludwig –

LUDWIG Qué, Mamá.

ROSMARIE Puedo preguntarte algo; puedo preguntarte algo, sin que te


rías de mí.

LUDWIG Yo nunca me río de ti. Qué hay.

ROSMARIE nerviosa, avergonzada No sé -

LUDWIG Dime no más.

ROSMARIE No sé, es que me lo figuro, me lo estoy imaginando – pero


– Pausa. Hace tanto tiempo que no veo a Edgar. Muy cansada, muy
desesperada. Hace tanto que no.

LUDWIG paciente, le toma las manos, amoroso Sabes, Mamá, Edgar


murió. Lo atropelló un auto.

Pausa.

ROSMARIE Eso no lo voy a entender nunca.

Pausa.

LUDWIG Lo sé.

Rosmarie se ha sacado la ropa


Y entra a la tina
Se tiende en el agua
Se tiende en el mar

62
Conchas caracolas peces
De donde nace la vida
Ludwig piensa que Susanne está de pie junto a él
O Edgar
O Karoline
O de quién podría ser la voz que dice
No lo hagas
Se esfuerza
Más fuerte, ordena.
Si quieres hablar conmigo, habla más fuerte
Para que yo te pueda entender
Escucha con atención
Más fuerte, más fuerte, más fuerte
No te oigo
Pero no grites tanto, dice Rosmarie
Él se interrumpe un instante, pero ahí no hay ninguna otra voz
Nadie que le hable, todo en silencio

Ludwig mete los hombros de su madre debajo del agua, basta con rozarla con
la punta de los dedos, la mujer está tan delgada, tan escuálida, no pesa casi
nada, los hombros, luego la cabeza, la madre se hunde, sale a la superficie, el
pelo mojado, la cabeza parece más pequeña que de costumbre, mira hacia
arriba, mira a Ludwig, atónita, pero con expresión amable, incluso sonríe, sí, se
ríe, un roce con la punta de los dedos, los hombros, la cabeza, hasta luego,
Mamá, adiós, una, dos, tres veces vuelve a salir a flote, ya no respira, los ojos
están cerrados, su cuerpo no se rehúsa, su corazón no opone resistencia, las
manos están abiertas, su pulmón está respirando agua

26.

OLAF se queda largo rato en silencio y contempla al público antes de hablar

Ya no tengo que salir


Ya no necesito ver el sol

63
Todo lo que aún necesito cuelga al final de un cable de corriente
Que conduce a mi habitación
Todas las señales que necesito me las atrapa
Mi receptor inalámbrico, mi estación radiogoniométrica, mi antena
Del aire
Yo mismo emito
Impulsos sonoros de radar de ultrasonido de luz
Un insecto, un murciélago
Adiós clima y hora del día y contacto físico
Todo en la pantalla
Lo de allá afuera ya no lo necesito

A ustedes su autor del atentado les importa más que la suerte de sus vecinos
Para ustedes su terrorista es más importante que la suerte de sus amigos
Pero quizás al final seamos nosotros
Nosotros, a los que ustedes creen conocer mejor que nadie
Desde la más tierna infancia
Y a los que en realidad son los que menos conocen
Nosotros, de quienes ustedes piensan que a ésos Dios los creó así no más a la
pasada
O incluso por equivocación
En todo caso, sin haberse esforzado demasiado
Y así mismo es como se ven, y así mismo va a transcurrir su vida
Una mierda, a la que entre el nacimiento y la muerte le pasa pura mierda
Mierda lo que tocan y mierda lo que hacen
Mierda a la mierda, lo quieran o no
Cómo podrían ellos ser capaces de planear cosas malas
Cómo podrían ellos atreverse siquiera a pensar en actuar
Si el hecho de que existan es pura casualidad
Quizás seamos nosotros
Nosotros, los modestos, deslucidos ex Freeclimber del vecindario
Que en otros tiempos andábamos por ahí colgados como moscas en la pared
A los que ustedes les han prestado tan poca atención como a las moscas en la
pared
Un poco cargantes, eso sí
Nosotros los que al final les enseñemos lo que significa vivir en el terror, en el
terror

27.

Dicen que deberíamos


Haber estado más alertas
Cada uno de nosotros haber vigilado
A cada uno de nosotros

64
A cada quien
Sísí claroclaroclaro
Es cierto
Deberíamos haberlo
Deberías haberlo
Deberías haberlo

No la vimos
Ahí presentes no estuvimos
La muerte se le adelantó a la vida
Cuando llegó no lo supimos

Ya no te dejaré partir
Sola no te dejaré jamás
Cuando la muerte al camino te tenga que salir
A mi lado habrás de estar

Porque eso
Habría sido reconocible
Porque habría sido previsible
Y uno debería haber
Y nosotros
Podríamos
Haberlo evitado
Sísí claroclaroclaro

Cada uno de nosotros

Obvio

Cuando ya todo ha pasado

28.

PETER Siguió caminando. Así como ausente. Despreocupado. Me


agarró el susto. Qué es lo que pensaba hacer. No daba la impresión de alguien
que se ha perdido. Caminaba resuelto, alejándose cada vez más. Yo lo llamé,
Señor Schraube Señor Schraube. Ni se encogió de hombros ni volteó la

65
cabeza. Ludwig, grité, Ludwig; tal vez eso lo traiga de vuelta. Nada. Él se
empezó a poner verde; los helechos crecían cada vez más, mientras él más se
internaba, se multiplicaban alrededor de sus rodillas, sus piernas, las caderas;
la sombra de los árboles nuevos envolvió su cuerpo, las hojas cubrieron sus
brazos, las ramas se inclinaron y se llevaron su nuca, el pelo. Siguió
caminando, más lejos, hasta que desapareció entre los árboles, hasta que el
verdor lo acogió en su seno.

29.

Entonces S usanne está parada en la puerta de Rabe, maleta en mano


Y él ya no puede cerrar la puerta ante ella
Ella entra a la habitación, que es la de él
Y comienza a desempacar

66
Pulcramente apila sus cosas en el ropero, que es el de él
Y se sienta sobre la cama con tal naturalidad
Que al parecer eso significa que ambos están juntos
Que deben vivir juntos de ahí en adelante
Mientras Susanne habla del hombre que ha asesinado a su madre
Y se ha ido
Nadie sabe adónde Simplemente desapareció
Rabe piensa en la mujer que abandonó
Y en que nunca más abandonaría a una persona que crea
Que él y ella podría n estar juntos
Entonces entra en el juego que no es un juego
Del que no tiene la menor idea de cómo puede continuar
Y confía en una buena salida

No se entiende Si él
Mantuvo a Rosmarie debajo del agua a la fuerza O si fue un accidente
Imposible que lo sepan
Cómo iba a ahogarse ella sola
Un ataque al corazón o un derrame cerebral
La autopsia no da ningún resultado parecido

Para su sorpresa a Rabe le gusta la vida


De a dos, el enamoramiento hace llevaderas las cosas
De qué van a vivir, qué ocurrirá después
En esas cosas no quiere pensar

No lo conozco en lo más mínimo, no sé quién es el hombre con que me casé.


Ayúdame, por favor, le decía a veces, antes, Qué quieres que haga o Quédate
aquí. Pero en su mundo no había permiso para mostrar debilidad, ni él ni yo,
nada de flaquezas de desnudez o de darse por vencido. En su mundo,
pensaba yo, los seres humanos usan corsé, para mantener unido lo que de
otro modo perdería forma. Así es que aprendí a callarme, a sonreír.

Aunque fue Susanne la que vino adonde él


Ella no busca la cercanía de Rabe

Ahora ya no tengo que pronunciar nunca más el nombre del hombre. Ambos
desaparecidos, el hijo y el padre.

Ella no se deja abrazar y camina tiesa por ahí


Como si tuviera reumatismo, cualquier movimiento provoca dolor
En la noche toma distancia, una vara entre ellos

Eso le parece conocido a Rabe


No te necesitan
Pero quieren que estés presente
Me gusta esa sensación
No es cierto lo que dicen respecto a cómo uno se convierte en soldado
Que uno tiene que borrarse, olvidarse de la propia persona
Yo nunca tuve una percepción tan intensa de mí mismo

67
Como en el ejército
Me gustaba esa sensación, necesitaba esa sensación
Yo hacía algo importante
Me entrenaban para misiones especiales
Me inscribí en forma voluntaria
Ocurrió que
No hay guerra donde estamos
No en realidad
La palabra ya no se emplea
La palabra está en extinción
Y nosotros somos fuerzas de acción

Ahora soy la fuerza de acción Operación Susanne


Éste es nuestro campamento
Cuándo va a llegar la orden de marchar
Y para dónde haya que ir
Eso no lo sabemos

Rabe se ríe
Rabe mira sus manos vendadas
Una cosa es segura
Esta misión la quiero ganar en conjunto
Una cosa es segura
Voy a sacarte de aquí
A los heridos los llevamos
Los muertos quedan atrás
De ahora en adelante todo será distinto

El primer amor segundo amor tercer amor ya pasaron. Siempre esperé que mi
vida fuera un todo. Qué tontería no es cierto. Colegio, trabajo, algo falta,
casarse, algo falta, tener un hijo, todavía falta algo. Esperar. No sabía qué, a
que mi vida estuviera completa o algo así. Que se convirtiera en un todo, le
dieran un remate final, como un techo al que se le pone el último ladrillo, para
que no entre la lluvia. Pausa. Y desde que murió Edgar, ya no falta nada más.
Pausa.
Raro no es cierto. Pausa. No vayas a pensar que eso era lo que estaba
esperando. Es sólo que siempre continúa, la vida. Jamás termina y jamás
termina rá, independientemente de lo que nos suceda. No es un nuevo dolor, no
es un consuelo. Nunca se acaba. Ahora lo entendí. Todo está abierto. Siempre.
Silencio. Y por eso ahora tengo más miedo que nunca.

Una sensación de impotencia amenaza con apoderarse de Rabe


Cada vez que Susanne habla así
Él no dispone de tantas palabras
Él preferiría actuar
Es posible actuar a través de las palabras
A veces le duele la cabeza cuando ella habla
Él responde lo mejor que puede
Para ser apenas dos personas llenan la habitación con demasiadas ideas
Eso es lo que él siente

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Las ideas, las que se expresan y las que se mueven en las cabezas de ambos,
todo el rato
Amenazan con hacer explotar la habitación
Y hacen que este asunto se vuelva peligroso
Eso es lo que él siente
Necesitamos a alguien que se encargue de nuestras ideas
Primero, que las escuche con calma; segundo, que las ordene
Tercero, que las conserve, hasta que a lo mejor algún día queramos
recuperarlas

Tenemos que deshacernos de ellas

Susanne asiente sin palabras


Le han ofrecido asesoramiento
Protección Protección
Pero después no hace ninguna otra cosa

30.

EDNA Por aquí y por allá una amenaza anónima


Y hoy La número cuánto
El autor del atentado otra vez en camino
Edna no pudo impedirlo

69
La última oportunidad Encontrar la bomba
Desactivarla Rumbo al lugar de la misión
Convertirse en el otro Por fin
Voy a poder demostrar lo que sé

La meta Un restaurante en el centro


Poco después del cierre de las oficinas, bastante concurrido
Semanas atrás conseguí Peroxid
Ácido de cloruro de hidrógeno Acetona
Luego esperé mi señal
Ahora estoy aquí Por fin
Por fin voy a volver en mí
Pausa.
A la entrada de un edificio
Al frente del restaurante
Esperar Observar
Miro desde arriba mi cuerpo
Tengo puesto el cinturón
El cinturón con los explosivos
Quién soy yo
Miro desde arriba mi cuerpo
Un hombre Una mujer
Las manos los brazos las piernas cómo son
Toscos delicados largos macizos carnosos gráciles
Mis zapatos Cómo ando vestida Los colores
Palpo mi pelo Mi rostro
Quién soy yo Qué aspecto tengo
No puedo reconocer mi rostro
Todavía hay tiempo
Todavía hay tiempo
Veo cómo delante del local dos muchachos
Desencadenan sus bicicletas y parten
Un hombre de negocios, Sombrero Maletín negro, sale
Camina apurado calle abajo
Mujer rubia, dos niños chicos, estudia la carta
Sigue caminando Un niño brinca adelantándose Hot Dog Hot Dog
Tres mujeres viejas, rostros pálidos muy maquillados
Salen del local, conversan conversan conversan
Una guitarra se abre paso a su lado, entra
Detrás una segunda guitarra Y un abrigo azul de lana
Una mochila lo llama, corre, tropieza, casi se cae, tropieza, casi
Se cae, recupera el equilibrio con una sola pierna, se ríe Tres rostros pálidos
Bocas rojísimas que también se ríen, Uy, cuidado jovencita
La mochila desaparece en el local
Todavía hay tiempo
Todavía hay tiempo
Los rostros blancos se besan
Miro desde arriba mi cuerpo
Quién soy yo
Cuándo

70
Voy a cruzar y entrar
Miro el reloj, sigo al segundero
Y cuento
De 21 hacia atrás

31.

Por qué avisaste tan rápido que dejabas el departamento


Si era tuyo, con contrato
No quiero el recuerdo
Podrías haber conservado el departamento

71
Tres personas que perdí, tres
Y en el aire todavía está su olor
Y yo respiro su ausencia con cada soplo de aire
Pero habríamos tenido mucho más espacio
No grites
Disculpa, ni siquiera me di cuenta
Yo podría haberlo pintado, todo el departamento blanco
No, amarillo, sí, algo alegre, como a ti te gusta
Está bien, ahora es demasiado tarde

Los muertos no son una amenaza para Rabe


Tampoco los desaparecidos
Él habría resistido con ellos ahí, total, el departamento es lo suficientemente
amplio
Él mismo se cree esos cuentos, y que quiere algo fijo
No hay nada más transitorio que la vida en el hotel
Todo el tiempo de pie junto a la ventana mirando hacia el otro lado
Alguien saca las ampolletas desatornillándolas
Susanne, ya no se podrá encender más la luz
Alguien se está llevando los colchones de ustedes
Quieres que atraviese
Ni se te ocurra, estoy feliz de deshacerme de esas cuestiones todas
asumagadas
Quizás yo podría salvar algo
Estás buscando pelea
Se te ocurre
No quiero llevarme esa vida No quiero que me la recuerden

Claro que la entiende, él la entiende


Sus manos, los dedos, la piel debajo de las vendas pica
Claro que la entiende, sólo que él, después de haber dejado atrás tantas cosas
tan a menudo
Por fin quiere algo fijo, eso es lo que quiere creer
La piel debajo de las vendas pica
Ya es hora de que otra vez pueda volver a tomar algo con sus manos
El niño muerto reaparece más seguido
Y él no lo puede tocar
De noche sobre todo, cuando él está acostado junto a Susanne, despierto
Debajo de las vendas hay actividad, deben ser bichos muy pequeños
Que toman los restos de su piel muerta entre sus diminutas tenazas
Los meten entre sus mandíbulas, los roen y se los comen
A él le da miedo quedarse dormido, si se duerme y deja de prestar atención, es
probable que empiecen a comerse su piel sana, su carne sana, eso podría
pasar en el sueño, sin que él lo notara, y cuando él despertara, sería
demasiado tarde, ellos ya se habrían abierto camino royendo su carne, habrían
digerido concienzudamente sus tendones los cartílagos los músculos, la sangre
de las venas la bebieron con sus pequeños hocicos, sacan fuerza de su carne
de su sangre, todavía quedan los huesos, y, al despertar, su cabeza todavía
estaría ahí, el cerebro todavía estaría ahí, él lo sentiría, ese cosquilleo y ese
caminar a pasos cortos de los millares de bichos parecidos a los insectos,

72
sentiría cómo lo palpan con cuidado con sus tentáculos, siente cómo ellos
toman el escollo de sus labios, y luego están en su lengua, y antes de que
empiecen a revolotear sobre sus pupilas, él cierra los párpados, se siente un
cosquilleo, están arrancándole las pestañas, pronto ya no va a poder ver,
debajo de los párpados flota un líquido, ahora están marchando y con sus
cuerpos bloquean la cavidad nasal, y pronto él ya no va a poder res -

Pero no grites Pero no grites


Pero no grites
Disculpa, no me di cuenta
Estabas dormido Tus ojos estaban muy abiertos de nuevo
No no No estaba dormido

Te pegué
Sólo un poco En el sueño Pero si no estabas dormido No no tú no me pegaste
Creo que estabas cazando moscas disipando el humo de tu cigarrillo con las
manos Creo que querías despertarme para jugar conmigo
Para jugar Sí sí Eso debe ser Para jugar claro Eso debe ser

Susanne le toma las manos


Susanne le toma las manos y las sostiene y acaricia por encima de las vendas
Despacio y con cuidado a su manera
Se ha dado cuenta de que este movimiento tranquiliza a Rabe
No siento nada No siento nada
Está aliviado No siento nada Eso es bueno

Le da a Rabe algunos de sus remedios y espera hasta que se duerma


Se quede bien dormido esta vez
Ella no sabe, qué es lo que lo atormenta Ella ni siquiera se lo imagina
No nos prometimos nada Salvo no ser comprensivos
Bien Bien Nada de comprensión por favor
Era tan serio cuando era un juego

Y sin embargo ambos conversan


El ansia de entenderse es tan grande
Que el uno le habla al otro cuando duerme

Pero del niño muerto


Y de todo lo que tiene que ver con él
Susanne no puede hablar nunca
El niño muerto sulfura a Rabe
Aunque trate de controlarse
El niño para Rabe es una provocación tan grande
Que ella una vez pensó que él iba a tirarse por la ventana
O que la iba a lanzar a ella y a saltar él detrás
O que la iba a agarrar y a obligar a saltar junto con él
O
Ella sólo había
Intentado

73
La soledad con la que vivo es como una persona desconocida dentro de mí. –
Ya sé que para ti es imposible comprender eso. Ríete no más. No importa. – La
desconocida camina por mi interior, ocupa espacios de mi cuerpo en los que yo
no he estado nunca. Pausa. Todo lo que escucho, el eco de mis propios pasos.
Todo lo que siento, lo apretado que está mi corazón. Todo lo que veo, el
derrumbe de mi mundo.

Rabe no soporta oírla hablar así


Asiente a todo y finge amabilidad
Y sonríe hasta que le dan arcadas
Él ama a Susanne, por ningún motivo ella debe pensar
Que no la escucha
A veces logra calmarse hasta el día siguiente y olvidar

Aunque en su cabeza las palabras de Susanne se alborotan


Se masacran unas a otras
En su cabeza y él no se lo puede impedir
Y en su cuerpo todas las fibras tiemblan y se agarrotan y sólo quieren una cosa
Movimiento
Hay que hacer algo Algo tiene que ocurrir algo perceptible y
Radical Algo que vuelva a equilibrar las cosas Un buen Un
Orden Una tranquilidad
Que restituya la normalidad
Que se note
Debe notarse
Así como antes
Cuando él todavía
Sola
Por qué ella dice eso

Dolor
Por qué ella dice algo así
Sin futuro
Cómo ella puede decir algo así
Derrumbe

Ahora podría tomar un arma, un cuchillo, una granada. Podría dispararle por la
ventana a cualquiera que casualmente vaya pasando, aunque fueran
dieciocho, uno tras otro, aunque fuera un curso completo. Podría pararme en
una galería comercial y al primero que me mire, que se atreva a mirarme con
algo en la mirada que yo malinterprete gustoso, que no me guste – voy y le
entierro el cuchillo hasta el mango en las vísceras, entre las costillas, en pleno
corazón – yo podría hacerlo. Podría hacerlo ahora. Me gustaría hacerlo. Ahora.

Rabe
Rabe
Susanne en voz muy baja
Pero piensa en nosotros
En que nos topamos
Nos encontramos

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Estamos aquí
A pesar de todo
Rabe
Susanne en voz aún más baja
Estamos aquí Somos de verdad

Sí, todavía podría hacerlo. Siento miedo de que todavía pudiera hacerlo. Aún
no ha terminado. – Por eso estoy aquí.
Por eso apenas me atrevo a salir. Aquí, cuando este sueño, esta pesadilla,
estas ideas, esta presión me asalten, yo mismo me voy a amarrar, me amarro,
ya lo he hecho, tengo mis remedios, espero hasta que pase, me doy de
cabeza zos contra el suelo, hasta que pase, muerdo mis nudillos, hasta que
pase, tomo mis tabletas y pierdo el conocimiento , hasta que pase.

Susanne tiene que mirar


Cómo se amarra él mismo
Ella trata de impedírselo
Él la amenaza
Acaso aprendieron eso en el ejército
A esposarse ustedes mismos
Era broma
Soy el enemigo, Susanne, soy el enemigo
A Susanne las lágrimas le corren por la cara

Aunque tiene ganas de reírse


Rabe tiene práctica, usa dos cuerdas
Que anuda en la cama, al final de cada una un nudo corredizo
En el que mete los pies
Inmoviliza una muñeca con una esposa que pone al borde de la cama
Cuando se estira, los nudos corredizos se cierran
No se demora mucho

Ahora él está más calmado


Finge haberse quedado dormido
Para que también Susanne se tranquilice
Ella se tiende a su lado en el piso
Le besa los ojos
Le acaricia el cuerpo
Él espera hasta que siente la respiración de ella
Al compás del sueño

Entonces lo dice
Se lo dice en susurros, casi sin sonido
Lo que ha visto, lo que le ha pasado
Él se desahoga, mientras ella duerme, para que lo sepa, sin
Tener que escuchar esas cosas, sin tener que sentir compasión, sin
Que algo le tenga que doler, sin
Que tenga que contestar, no es necesario que reaccione
Él se lo dice a la noche
A la habitación oscura

75
Y el aire lleva sus palabras a los oídos de ella y
Hace que penetren, se sumerjan en su sueño
Escucha, Susanne, el asunto fue así

Yo estaba de guardia y sonó la alarma en el portón. Afuera había una familia,


traían a un niño. El niño estaba inconsciente, el padre lo sostenía en sus
brazos. Yo vi que el estómago del niño tenía una hinchazón que no era normal
y que tenía una herida en la sien. Llamé a los enfermeros y acosté al niño en
una camilla. El padre, la madre y dos hermanos estaban de pie a su lado. Puse
mis manos en su estómago. La hinchazón era dura y rígida. Tomé una de las
manos del niño con las mías. Una mosca se sentó en su rostro, yo la espanté y
a él le acaricié la mejilla. Abrió los ojos, me miró y murió.

32.

EDNA A la entrada de un edificio


Al frente del restaurante
Miro desde arriba mi cuerpo
Tengo puesto el cinturón

76
El cinturón con los explosivos
Quién soy yo
Miro desde arriba mi cuerpo
Un hombre Una mujer
Las manos los brazos las piernas cómo son
Toscos delicados largos macizos carnosos gráciles
Mis zapatos Cómo ando vestida Los colores
Palpo mi pelo Mi rostro
Quién soy yo Qué aspecto tengo
No puedo reconocer mi rostro
Miro el reloj, sigo al segundero
Y cuento
De 21 hacia atrás
Y entonces, siete segundos antes de empezar a caminar
Cruzando la calle y directo a la meta
La mujer que amo dobla la esquina
Dobla la esquina e ingresa al restaurante
La mujer que amo
Silencio.
El hombre que amo
Silencio.
El niño que amo
Silencio.
Cinco cuatro tres
Silencio
Silencio
Silencio

Miro desde arriba mi cuerpo


No tengo puesto el cinturón
No puedo reconocer mi rostro

Cinco cuatro tres


Allá, al otro lado de la calle
Camina una silueta
Una silueta
Alguien cualquiera
Entra quién
Dónde
Dos uno cero

33.

Hoy día vamos a sacarlas


Hoy día vamos a inspeccionar
Susanne está autorizada para desenrollar con cuidado las vendas de las
manos de Rabe

77
No sólo cambiarlas Hoy día vamos a sacarlas
Susanne hace de eso un acontecimiento
Cuánto tiempo llevamos juntos Nunca he sentido tus manos descubiertas
Imagínate Eso no es normal
Hoy día hay que celebrar Ella ha comprado champaña
Rabe está de mal humor desde el principio
Habría preferido pasarlo por alto
Bueno hazlo de una vez y rápido
Pa’ fuera las vendas p’ adentro la champaña y al tiro a dormir
Y recién mañana recobrar el conocimiento
Pero déjame mirar con calma Sanaron No te muevas
Mm todavía hay diez dedos Pero bien no se ven Adelante todo mutilado
Dios mío qué era lo que esperabas Claro que están mutilados
No por eso tienes que grita r así
Qué Qué Qué te habías imaginado Que me iba a ver como si viniera de la
manicure

No pero
Qué Qué Qué
Hoy sí que estás para mandarte un poquitito a la mierda
Empieza no más y veamos cuánto aguantas No te las puedes arreglar sola A lo
mejor habría sido bueno hacer un pequeño paréntesis entre un tipo y el otro no
crees Antes de volver a quedarse ahí pegada donde una no tiene el más
mínimo interés en estar y recién después de diez años se da cuenta pero cómo
bajarse ahora de este tándem No queda otra que seguir pedaleando unos
años más hasta que llega el momento en que te desplomas de puro
agotamiento
Rabe yo comprendo que
Por favor no Por favor no Por favor no comprender nada Me lo prometiste

Quieres que me vaya


No No por supuesto que no Quédate

Lo siento tanto Me duele tanto Lo que pasó con tus manos es culpa mía En el
fondo es culpa de Edgar Por lo tanto también es culpa mía
Yo la asumo en su nombre
Absurdo

Absurdo Si yo no hubiera estado ahí Ese día A esa hora A pleno mediodía del
diecinueve de agosto Si es que hay alguien que tiene la culpa Yo no impedí
nada Podría haber impedido algo

No te pongas a gritar así de nuevo


Mejor cuenta
Cuéntamelo a mí

Puse mis manos en su pelota


Apenas un minuto quizás menos
Busqué la válvula
Hice girar la pelota con las yemas de los dedos y la apreté

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Para sentir cuánto aire quedaba adentro
Sólo había que inflarla No se la podía chutear
El primer auto pasó a toda velocidad
Cerca muy cerca de nosotros
Edgar
Se asustó
Y quiso cruzar la calle a su casa a su casa

Adonde yo estaba Él quería ir adonde estaba yo


Claro
Ves Mi culpa Mi gran culpa
Córtala
Mi culpa
Córtala con eso
Tus manos La muerte de Edgar Mi culpa
Cállate quieres

Rabe comienza a golpear


Sucede con tanta rapidez que él mismo se asusta
Golpea y vuelve a golpear
Susanne sorprendida recupera el control furiosa quién te crees que eres para
hacerme callar furiosa

Mi culpa Que Edgar esté muerto Que Rosmarie esté muerta


Rabe golpea
Ahora es casi como un alivio
Mientras sigue hablando a calzón quitado y no la corta sin mostrar ninguna
consideración por él acaso no fue ella misma la que le dio permiso
Él golpea
Que Ludwig se haya ido Mi culpa Que haya desaparecido Mi culpa
Acaso no lo está desafiando desde que se fue a vivir con él Por qué mierda usa
esas palabras si él no quiere si él le está pidiendo que no lo haga Cierra el
hocico
Bien merecido lo tengo Bien merecido lo tengo Sabes que él me engañaba
Creo que lo hacía
Susanne sangra y grita
Mi culpa
Rabe golpea

Nada Nada Nada es culpa de ella ni nunca lo ha sido Ella es inocente y él la


ama y si lo entendiera de una buena vez les iría mucho mejor Si ella admitiera
que es inútil martirizarse con esas ideas sobre el pasado y con quién qué por
qué Él está tan cansado Golpea de puro cansancio Porque ella destruye
hablando cada día más ese futuro que ambos tienen por delante Pero Susanne
sangra Pero Susanne se defiende le da una patada a Rabe ahí tirada en el
suelo y acierta en pleno estómago las vísceras el vientre No le tiene miedo
nada de miedo Tiene que defender el poco de vida que le queda y mientras
siente el gusto del fierro en la boca su amor por Rabe es tan inmenso que
podría matarlo de tanto que lo ama y podría verlo morir de tanto lo que lo ama
entonces él por fin encontraría la paz ya no tendría temor no habría remedios y

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los dos sentirían alegría sólo podrían alegrarse el uno junto al otro como
debería ser porque la alegría es lo que estaba destinado para ambos no otra
cosa y alguien lo impide algo impacta en su ojo derecho ella se desploma
alcanza a tomar el teléfono y lo lanza contra la cabeza de Rabe con toda su
fiereza cuando él se inclina sobre ella y ahora sí que ella sabe quién es el que
impide su alegría son ellos mismos ellos mismos son los que impiden su propia
felicidad entonces es lógico que se golpeen hasta quedar hechos pedazos que
hagan pedazos lo destructivo que hay en ellos golpeándolo para que después
queden en paz el uno con el otro la fogosidad del cariño que siente por él es
tanta que le dan ganas de abrazarlo pero ya no le quedan fuerzas para hacerlo

Ni idea Bancos de niebla El abismo insondable de la memoria Acaso pasó algo


Retazos de imágenes Un retazo que permanece pero tampoco sé algo
incompleto como páginas rasgadas como algo afilado que no puedes sacarte
de la cabeza algo terrible de lo que a uno le gustaría deshacerse
Recuerdo
Recuerdo
Fuera con eso
Rabe ve a Susanne tendida en el piso
Se encuclilla a su lado
Las cosas de las que soy capaz

Ella respira

Las cosas de las que voy a ser capaz

Él la levanta y la pone sobre la cama


Ella respira

Las cosas de las que voy a ser capaz

Él quiere que ella viva


Él quiere que la encuentren
Va a hacer un gran fuego

Para que la encuentren más fácilmente

Él va a ser el fuego

Él va a ser el fuego
Que arda por ella

Abre un bidón
Se rocía con bencina

Saltan chispas de su encendedor

Él arde

El último fuego El primer fuego

80
Epílogo

Ninguno de nosotros sigue viviendo aquí


Yo estoy en cana
Otra vez

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Puede pasar Viejo
Estoy muerta
Yo también
Por fin encontré trabajo, cocinero
Bueno, es sólo un kiosko de comida rápida, pero está en Danzig
Yo sigo desaparecido
Si me preguntan, digo que enviudé
Enviudé dos veces
Y las heridas sanaron
No pasa muy a menudo, que alguien pregunte
Me fui a vivir a otra parte, después, estacionario
Nunca más volvimos a vernos
No vienen nunca a mi tumba
Nadie viene a visitarme a mi tumba
Y yo ahí, espera que te espera
También yo estoy muerto y nadie me visita
Y yo no espero así tan elegante con un ángel de mármol
Y toda esa parafernalia lo único que hay encima de mi tumba es brezo
Y hasta que florezca, para eso tengo que esperar tres cuartos de año
Ninguno de nosotros sigue viviendo aquí
Dejé de pintar
En vez de eso un pequeño negocio para prótesis eróticas
Y a los clientes los asesoro personalmente
Me fui a vivir a otra parte, después, ambulatorio
Nunca más volvimos a vernos
Entonces volvamos a casa a la hiedra y los gusanos
Sí vuelve a pone r la lápida sobre el cajón
Pero sal más a menudo del hoyo
Oye juntos a tomar aire
Una vez puedo mostrarte las estrellas
Cómo, si lo único que queda de ti son cenizas
Nunca más volvimos a vernos
Yo estoy en cana y
No voy a volver ahora me las emplumo
Me las emplumo ahora ahora ahora o nunca
Permiso penitenciario si es para cagarse de la risa
Lo voy a hacer como los pájaros en otoño
Espero a que sople el viento adecuado y
Me elevo y
Parto volando

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