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LA LEY DE LAVADO DE DINERO Y LA .

OBLIGACIÓN DE INFORMAR
OPERACIONES SOSPECHOSAS O INUSUALES

FRANCISCO J. D'ALBORA (H)

El 10 de mayo de 2000 se publicó en el Boletín Oficial la ley 25.246 que modifico


sustancialmente la posición de la República Argentina frente al denominado "lavado de
dinero", paradigma del crimen organizado trasnacional.1
Culminó así un largo proceso de debate en los distintos ámbitos de nuestra sociedad, que
comenzó en 1996 con el primer proyecto de ley remitido por el Poder Ejecutivo nacional al
Congreso.
Entré las principales características de la nueva norma debe destacarse, en primer lugar, la
tipificación del delito de lavado de activos, dé origen delictivo cómo una especie del género
encubrimiento2 que admite, como delito determinante o de origen a cualquier otro delito,
aunque hubiese sido cometido fuera del territorio nacional,3 en la medida en que se supere
el limite objetivo de $ 50.000, ya sea por un solo acto o por la reiteración de hechos
diversos vinculados entre sí.
Se estipula expresamente que la participación criminal en el delito determinante excluye la
participación criminal en el delito de lavado de activos. Es un delito doloso,4 sin que se
exija una categoría especial de dolo; el bien jurídico protegido es la administración pública.
En segundo término, se establece un mecanismo de prevención y contralor del lavado de
activos que incorpora los conceptos principales de las "40 Recomendaciones del Grupo de
Acción Financiera Internacional (GAFI/FATF)”: creación de la Unidad de Información
Financiera (UIF), definición del concepto de operación sospechosa y la obligación legal de
informarlas.
La UIF está prevista como un organismo autárquico ubicado en jurisdicción del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Integrado por once miembros provenientes
de las distintas agencias gubernamentales con incumbencia en la materia —seis miembros

1
El desarrollo del tema puede verse en nuestro trabajo "Lavado de dinero. £1 delito de legitimación de
activos provenientes de ilícitos", ED, 1.180. p. 1084.
2
Código Penal, "Art 278. l° a) Será reprimido con prisión de dos a diez años y multa de dos a diez veces del
monto de la operación el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare o aplicare de cualquier
otro modo, dinero u otra clase de bienes provenientes de un delito en el que no hubiera participado, con la
consecuencia posible de que loa bienes originarlos o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen
licito y siempre que su valor supere la suma de cincuenta mil pesos ($ 50.000). sea en un solo acto o por la
reiteración de hechos diversos vinculados entre si; b} El mínimo de la escala penal será de de años de prisión,
cuando el autor realizare el hecho con habitualidad o como miembro de una asociación o banda formada para
la comisión continuada de hecho de hechos de esta naturaleza; c) Si el valor de los bienes no superare la suma
Indicada en este inciso, letra a), el autor será reprimido, en su caso, conforme a las reglas del art. 277.2°
(observado por el PEN mediante dec. 370/00). 3" El que recibiere dinero u otros bienes de origen delictivo,
con el fin de hacerlos aplicar en una operación que les dé la apariencia posible de un origen licito, será
reprimido conforme a las reglas del art. 277. 4° Los objetos a los que se refiere el delito de los incs. 1º, 2° o 3°
de este artículo podrán ser decomisados".
3
Conf. art 279, inc. 4°, C.P., texto según ley 25.246.
4
La figura culposa prevista por el Inc. 2* del art. 278. C.P. fue observada por el
PEN mediante dec. 370/00.
—y por expertos provenientes del sector privado —cinco miembros—-, todos ellos
designados por concurso.5
Sus funciones específicas son el análisis, tratamiento y transmisión de la
información a los efectos de prevenir e impedir el lavado de activos.6
El análisis de sus importantes atribuciones, indispensables para afrontar su cometido con
posibilidades de éxito, persuade de que son estrictamente administrativas y sin asimilación
posible con las de naturaleza jurisdiccional. Ello es así a punto tal que, al advertirse la
posible perpetración de un eventual delito, se impone la intervención de los órganos es-
pecíficos para su persecución.7
Por otra parte, se establece un régimen de sanciones penal-administrativas,8
aplicables por la UIF y apelables ante la justicia en lo contencioso administrativo, para los
casos de incumplimiento de la obligación de informar por parte de personas físicas o
jurídicas y se contemplan sanciones de idéntica naturaleza para las personas jurídicas que
intervengan en actos constitutivos de lavado de activos, ya sea en forma dolosa o culposa.
La nueva ley se complementa con el art. 23 del C.P. que establece, como consecuencia
accesoria de la condena, el decomiso de los instrumentos utilizados para cometer el delito y
su producido. Se ha previsto que en el caso de condenas por lavado de activos, los bienes
decomisados se destinarán a financiar el funcionamiento de la UIF. Además se prevé que,
durante el proceso, podrá disponerse provisoriamente de los bienes secuestrados y que, en
caso de recaer sentencia absolutoria, deberán ser reintegrados, sus titulares.9
La Ley 24.767 de Cooperación Internacional en Materia Penal completa el marco
normativo estableciendo la factibilidad de compartir los decomisos con autoridades
extranjeras, de conformidad con los convenios suscriptos al efecto o, en su caso, de acuerdo
a la reciprocidad evaluada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación.10
La plena vigencia del sistema de contralor y prevención del lavado de activos previsto por
la ley presupone la integración definitiva de la UIF el ejercicio de la potestad reglamentaria
por parte del Poder Ejecutivo sólo se cumplió parcialmente de manera que la propia UIF, a
través de su reglamento interno deberá cubrir los aspectos pendientes.
Mientras tanto, el Banco Central de la República Argentina, en ejercicio del poder de
superintendencia respecto de las entidades financieras, mantiene las pautas de
cumplimiento de la obligación de informar operaciones sospechosas.11
La incorporación de Argentina como miembro pleno del Grupo de Acción Financiera
Internacional (GAFI/FATF) ocurrida en junio de 2000) y la conformación reciente del
GAFISUD como un grupo regional para América del Sur, son muestra cabal del
compromiso asumido en la lucha contra el lavado de activos.

1. Deber de informar. Limites al secreto bancario, tributario y profesional para la


Unidad de Información Financiera

5
Arts. 5º y 8° de la ley 25.246.
6
Art. 6º de la ley 25.246.
7
Conf. arts. 13 inc. 2º y 3º, 19 y 28 de la ley 25.246.
8
Capitulo IV de la ley 25.246. arts, 23 al 26.
9
Art. 27 de la ley 25.246.
10
Arts. 96 y 109 de la ley 24.767.
11
Comunicación "A" 3037. normas sobre "Prevención del Lavado de Dinero y otras Actividades Ilícitas", en
vigencia desde el 1° de abril de 2000.
Uno de los temas que suscita inquietud en el seno de las distintas categorías de sujetos
obligados a informar, según la nómina del art. 20 de la ley,12 es el referido a la
inoponibilidad de secreto legal de ninguna especie respecto del cumplimiento de dicha
obligación.
Autorizada doctrina13 sostiene, concretamente, que el secreto de las operaciones
pasivas impuesto por el art. 39 de la Ley de Entidades Financieras, 21.526, reformado por
ley 24.14414 colisiona con el deber de informar previsto por el art. 20 de la ley 24.246.15 En
sustento de esta posición se invoca el secreto financiero, considerado como una especie del
secreto profesional abarcado –según sostiene- por el art. 18 de la Constitución Nacional.
12
"Art. 20. — Están obligados a informar a la Unidad de Información Financiera, en los términos del art. 21
de la presente ley:
1. Las entidades financieras sujetas al régimen de la ley 21.526 y modificatorias; y las administradoras de
fondos de Jubilaciones y pensiones;
2. Las entidades sujetas al régimen de la ley 18.924 y modificatorias y las personas físicas o Jurídicas
autorizadas por el Banco Central para operar en la compraventa de divisas bajo forma de dinero o de cheques
extendidos en divisas o mediante el uso de tarjetas de crédito o pago, o en la transmisión de fondos dentro y
fuera del territorio nacional;
3. Las personas físicas o jurídicas que como actividad habitual exploten Juegos de azar;
4. Los agentes y sociedades de bolsa, sociedades gerente de fondos comunes de inversión, agentes de
mercado abierto electrónico, y todos aquellos intermediarlos en la compra, alquiler o préstamo de títulos
valores que operen bajo la órbita de bolsas de comercio con o sin mercados adheridos;
5. Los agentes intermediarlos inscriptos en los mercados, de futuros y opciones cualquiera sea su objeto;
6. Los Registros Públicos de Comercio, los organismos representativos de Fiscalización y Control de
Personas Jurídicas, los Registros de la Propiedad Inmueble, los Registros Automotor y los Registros
Prendarlos:
7. Las personas físicas o jurídicas dedicadas a la compraventa de obras de arte,
antigüedades u otros bienes suntuarios. Inversión filatélica o numismática, o a la
exportación. Importación, elaboración o industrialización de joyas o bienes con metales o piedras
preciosas;
8. Las empresas aseguradoras;
9. Las empresas emisoras de cheques de viajero u operadoras de tarjetas de crédito o de compra;
10. Las empresas dedicadas al transporte de caudales;
11. Las empresas prestatarias o concesionarias de servidos postales que realicen operaciones de giros de
divisas o de traslado de distintos tipos de moneda o billete;
12. Los escribanos públicos;
13. Las entidades comprendidas en el art. 9º de la ley 22.315;
14. Las personas físicas o Jurídicas Inscriptas en los registros establecidos por el art: 23 Inc. t) del Cód.
Aduanero (ley 22.415 y modificatorias).
15. Los organismos de Administración Pública y entidades descentralizadas y/o autárquicas que ejercen
funciones regulatorias, de control, supervisión y/o superintendencia sobre actividades económicas y/o
negocios jurídicos y/o sobre sujetos de derecho, individuales o colectivos: el Banco Central de la República
Argentina, la Administración Federal de Ingresos públicos, la Superintendencia de Seguros de la Nación, la
Comisión Nacional de Valores y la Inspección General de Justicia;
16. Los productores, asesores de seguros, agentes, intermediarios, peritos y liquidadores de seguros cuyas
actividades estén regidas por las leyes 20.091 y 22.400, sus modificatorias, concordantes y complementarias;
17. Los profesionales matriculados cuyas actividades estén reguladas por los Consejos Profesionales de
Ciencias Económicas, excepto cuando actúen en defensa enjuicio;
18. Igualmente están obligados al deber de informar todas las personas Jurídicas que reciben donaciones o
aportes de terceros.
No serán aplicables ni podrán ser invocados por los sujetos obligados a informar por la presente ley las
disposiciones legales referentes al secreto bancario, fiscal o profesional, ni los compromisos de
confidencialidad establecidos por la ley o por contrato cuando el requerimiento de información sea formulado
El adecuado esclarecimiento del tópico compromete la eficacia del sistema de
contralor propuesto por el legislador. Corresponde pues, comenzar precisando el sustento
normativo del secreto en nuestro ordenamiento jurídico.
La Constitución Nacional contempla, con jerarquía suprema, la inviolabilidad de la
correspondencia y papeles privados (art. 18; C.N.; arts. 153 a 155 C.P.). La reforma de1994
añadió el único otro supuesto de fuente constitucinal, el secreto de la fuente de información
periodística.
El denominado secreto profesional y oficial (arts. 156 y 157, C.P.) tiene, a nuestro
modo de ver, distinta entidad normativa puesto que es de fuente legal.
Se advierte, entonces que se trata de diferentes preceptos contenidos en dos leyes
nacionales con previsiones referidas al denominado secreto de fuente legal. Por un lado, la.
Ley de Entidades Financieras y, por el otro, la Ley de Lavado de Activos de Origen
Delictivo que es posterior y especial respecto de la anterior. En estas condiciones, si
hubiese alguna contradicción entre ambas se impone la plena vigencia de la ley 25.246.
Sin embargo, la interpretación sistemática de la ley de lavado de dinero permite su
aplicación, en lo que al cumplimiento de la obligación de informar se refiere, sin
inconveniente alguno.
En efecto, la obligación de informar prevista por la ley comprende dos situaciones
distintas.
En primer lugar, la obligación de informar operaciones sospechosas o inusuales
prevista por el art. 20, que denominaremos información obligatoria.616
Para el cumplimiento del deber de suministrar información obligatoria la UÍF el
secreto no se levanta. Al no serle oponible, porque sus previsiones están contenidas en una
ley especial y posterior a la que que impone, la UIF ingresa al ámbito del secreto. La
información obligatoria suministrada sigue siendo secreta y su eventual divulgación
configurará el delito de violación de secretos calificada del art. 22 de la ley, que desplaza al
art. 157, C.P. A mayor abundamiento se contempla una sanción equivalente aplicable a la
persona jurídica en el marco de las infracciones administrativas.17
La exención de responsabilidad por buena fe prevista por el art. 18,18 sólo juega en
función al suministro de información obligatoria.

por el juez competente del lugar donde la información deba ser suministrada o del domicilio de la Unidad de
Información Financiera a opción de ésta, o por cualquier tribunal competente con fundamento en esta ley".
13
GENE. Gustavo E.: "Ley de Lavado de Activos de Origen Delictivo (25.246)". LL. 23/8/2000.
14
"Art 39. — Las entidades comprendidas en esta ley no podrán revelar las operaciones pasivas que realicen.
Sólo se exceptúan de tal deber los informes que requieran: a) Los Jueces en causas Judiciales con los
recaudos establecidos por las leyes respectivas: b) El Banco Central dé la República Argentina en ejercicio de
sus funciones; c) Los organismos recaudadores de impuestos nacionales, provinciales o municipales sobre la
base de las siguientes condiciones: debe referirse a un responsable determinado; debe encontrarse en curso de
verificación impositiva con respecto a ese responsable, y debe haber sido requerido formal y previamente; d)
Las entidades entre sí, conforme a las normas que se dicten. El personal de las entidades deberá guardar
absoluta reserva sobre las informaciones que lleguen a su conocimiento".
15
"Art 20. — “Están obligados a informar a la Unidad de Información Financiera, en los términos del art. 21
de la presente ley: ...".
16
Ibídem.
17
Art. 23, inc. 3º. de la ley 25.246.
18
“Art 18. — El cumplimiento, de buena fe. de la obligación de Informar no generará responsabilidad, civil,
comercial, laboral, penal, administrativa, ni de ninguna otra especie”.
Completa el esquema la denominada información adicional, caracterizada por
requerir la intervención del órgano jurisdiccional cuando, sólo a su respecto, se oponga
secreto de fuente legal.19
El art. 20 in fine establece, luego de enumerar a quienes están alcanzados por el
deber informar a la UIF, que: "No serán aplicables ni podrán ser invocados por los sujetos
obligados a informar por la presente ley las disposiciones legales referentes al secreto
bancario, fiscal o profesional, ni los compromisos de confidencialidad establecidos por la
ley o por contrato cuando el requerimiento de información sea formulado por juez
competente del lugar donde la información deba ser suministrada o del domicilio de la
Unidad de Información Financiera a opción de esta, o por cualquier tribunal competente
con fundamento en esta ley.”.
La norma se complementa con la previsión contenida en el art. 14, inc 1º que, al
establecer las facultades de la UIF, contempla que: “En los casos en que la Unidad de
Información Financiera le sean opuestas disposiciones que establezcan el secreto de las
informaciones solicitadas, podrá requerir en cada caso autorización al juez competente del
lugar donde deba ser suministrada la información o del domicilio de la Unidad de
Información Financiera a opción de la misma". El Inc. 6° del mismo artículo añade la
posibilidad de recurrir al Ministerio Público para obtener órdenes de allanamiento, requisa
personal y secuestro de documentación, y solicitarle "...que arbitre todos los medios legales
necesarios para la obtención de información de cualquier fuente u origen”.
No cabe duda en punto a que el sistema desarrollado por el legislador distingue con
claridad ambas categorías de información. No cumplir con la obligatoria habilita la
imposición de. las sanciones previstas en el régimen penal administrativo,20 una vez que el
sistema de contralor cruzado entre todos los obligados ponga en evidencia la omisión.
En cambio, no satisfacer un requerimiento de información adicional genera las
siguientes alternativas: si se trata de información no resguardada por secreto legal, la UIF
recabará del Ministerio Público la obtención de la orden de allanamiento y secuestro de
documentación correspondiente;21 a su vez, si el obligado opone alguna disposición que
establezca el secreto legal, la UIF deberá canalizar el pedido a través del juez competente.22
En este último caso, el obligado no podría actuar de otra manera puesto que si suministra a
la UIF información no obligatoria, amparada por el secreto legal, sin la correspondiente
intervención judicial, incurrirá en alguna especie del género violación de secretos.
En virtud de lo expuesto, si una entidad bancaria cumple con la obligación de
informar una operación sospechosa o inusual respecto de un cliente determinado –
información obligatoria que debe cumplirse, aunque el caso esté alcanzado por secreto legal
—, y la UIF le demanda información adicional respecto del mismo cliente y amparada
también por secreto legal, pero ajena a la operación sospechosa o inusual informada, deberá
oponer el secreto legal y la UIF requerir la intervención judicial al efecto.
Para concluir el punto, cabe reiterar que la UIF tiene autonomía para analizar
operaciones inusuales cuyo delito determinante sea alguno de los enunciados por el art. 6º,
En todos los demás casos actuará como auxiliar del Juez o del Ministerio Público. Claro
que no se alcanza a percibir cómo podría precisarse el origen de los fondos utilizados en
19
Conf. arts. 14, Inc. 1° y 20. in fine. de la ley 25.246.
20
Art. 24, incs. 1" y 2*. de la ley 25.246.
21
Conf. art. 14. incs. 1º, pérr. 1°. y 6º de la ley 25.246.
22
Conf. arts. 14, incs. 1º, párr. 2º, y 20. in fine, de la ley 25.246.
una operación informada como sospechosa o inusual sin que deban pasarse las actuaciones
a la justicia.23
Pero no puede hesitarse en punto a que es el único órgano habilitado para recibir la
totalidad de las informaciones efectuadas por todos los obligados en todos los casos, sea
cual fuere el delito determinante.24

2. La UIF provisoria y el cumplimiento de la obligación de informar operaciones


sospechosas

El dec. 169/01, dictado el 13 de febrero último, implica un paso decisivo hacia la puesta en
marcha del sistema de contralor y prevención del lavado dé dinero establecido por la ley
25.246. En este sentido, la integración de una Unidad de Información Financiera provisoria
debe ser interpretada como una clara señal de la decisión política desplegada para encarar el
tema. Si alguna duda restase, la fijación del plazo para sustanciar los concursos que
permitan su integración definitiva, impone descartarla de plano.25
El esquema de control previsto por la ley se estructura sobre la obligación de informar a la
UIF las operaciones sospechosas que perciban quienes realizan una serie de actividades
vinculadas al quehacer económico financiero.
El legislador definió el concepto de operación sospechosa como “aquellas
transacciones que de acuerdo con los usos y costumbres de la actividad que se trate, como
así también de la experiencia e idoneidad de las personas obligadas a informar, resulten
inusuales, sin justificación económica o jurídica o de complejidad inusitada o injustificada,
sean realizadas en forma aislada o reiterada.26 Cómo la nómina de obligados a informar
comprende dieciocho categorías absolutamente disímiles entré sí, tuvo la precaución de
añadir un, mandato trascendente: "La Unidad de Información Financiera establecerá, a
través de pautas objetivas; las modalidades, oportunidades y limites del cumplimiento de
esta obligación para cada categoría de obligado y tipo de actividad”.27
De manera que la adecuada fijación de esas pautas objetivas para cada categoría de
obligado y tipo de actividad es uno de los puntos de inflexión del programa. Ahora bien,
¿cómo puede abordarse semejante tarea para un conjunto de actividades que abarca desde
la labor cotidiana del banco hasta la compraventa de obras de arte o antigüedades, pasando
por los prestadores de servicios postales y las compañías de seguros, entre otras?28
Desde la sanción de la ley, e incluso antes, los técnicos del Poder Ejecutivo vienen
.trabajando, en conjunto con las principales corporaciones sobre las que recae la obligación
23
Conf. arts. 13. inc. 2° y 3°, 19 y 28 de la ley 25.246.
24
Arts. 20 y 21. inc. b) de la ley 25.246; inclusive las voluntarlas contempladas por el art 17. párr. 2º. íd.
25
"Art 2"—Los integrantes de la Unidad de información Financiera, permanecerán en sus
fundones hasta tanto se concrete la designación de la totalidad de los miembros
seleccionados por el proceso concursa! previsto en la ley. Dentro del plazo de treinta (30)
días deberá quedar constituida la Comisión ad hoc que se establece por el art. 8° de la ley
25.246 debiendo la Unidad de Información Financiera cursar las convocatorias
correspondientes a los organismos que deben conformarla. Los concursos previstos en el
art. 8* de la ley 25.246 se realizarán dentro del plazo de ciento veinte (120) días de
constituida la Comisión ad hoc".
26
Art. 21, inc. b), párr. 1º, de la ley 25.246.
27
Art. 21, inc. b), in fine, de la ley 25.246.
28
Conf. art. 20 de la ley 25.246.
de informar, precisamente para definir esas pautas objetivas de cuyo acierto depende buena
parte del éxito del sistema. Bien definidas, permitirán que el Estado cumpla su función de
contralor, de acuerdo con la adopción de las políticas fijadas en la materia; la “objetividad”
de las pautas implica que debe evitarse al obligado todo juicio de valor sobre la eventual
"sospecha" de la operación. En cambio, una determinación equivocada significará un
incremento en sus labores que no redundará en beneficio alguno para el objetivo buscado.
Claro está que este cometido demandará un ingente esfuerzo durante la etapa inicial
de la UIF provisoria. Por este motivo, el art. 18 del dec. Reglamentario la faculta
expresamente para determinar los procedimientos y oportunidad a partir de la cual los
obligados cumplirán ante ella el deber de informar que establece el art. 20 de la ley. De ello
depende, en buena medida, la eficacia de este nuevo sistema de contralor.

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