Está en la página 1de 18

APUNTE DE CLASE

UNIDAD 1
METODOLOGÍA DE
LA INVESTIGACIÓN
2 Apunte de clase

Tabla de contenido

Introducción......................................................................................................... 3

Comparación crítica de los enfoques cuantitativo y cualitativo de investigación . 4

Los límites de ambos enfoques........................................................................... 9

La complementariedad por deficiencia .............................................................. 13

Bibliografía ........................................................................................................ 16
3 Apunte de clase

I. Introducción

Este documento trata sobre la relación y comparación crítica de los enfoques

cuantitativo y cualitativo de investigación en Ciencias Sociales. Constituye una

primera aproximación a los fundamentos epistemológicos y metodológicos de

ambas formas de abordar la realidad social (las técnicas e instrumentos de

construcción de los datos de cada enfoque, se revisan en la tercera unidad). Se

busca aquí, que los y las estudiantes conozcan y comprendan, tanto las

características y pretensiones de cientificidad -esto es, producción de

conocimiento científico-, como lo que desde ya llamaremos: triunfalismo no

justificado de los “puntos de vista”.

Para lo anterior, se revisará la relación y las condiciones históricas que

permitieron la matematización de la sociedad y sentaron las bases del

“imperialismo cuantitativo” actual, que en tanto forma hegemónica de entender y

explicar lo que llamamos realidad, define la manera en que la concebimos y

experimentamos. De la misma forma, se hará mención a la reacción cualitativa,

que parte en el siglo XIX y es desarrollada por la Escuela de Frankfurt en la

década del 30´ y reforzada por el “giro lingüístico” (entre otras perspectivas de

pensamiento) en los años 60´ y 70´ del siglo pasado.

Finalmente, se plantea que los enfoques cuantitativo y cualitativo son, por si

solos, insuficientes para pensar la realidad social; o, dicho de otra forma, por

separado son de hecho deficientes en la representación de la experiencia

humana.
4 Apunte de clase

II. Comparación crítica de los enfoques cuantitativo y

cualitativo de investigación

Comparar alude tanto al acto diferenciar como al de igualar, y lo más

importante, al desarrollo de un balance desde el cual se define el valor de las

ideas, los actos o los objetos. Cuando aquí se habla de comparación crítica, se

quiere decir que el análisis no se cierra o no termina en una síntesis dialéctica de

dos opuestos. Por el contrario, la crítica supone, de acuerdo al planteamiento

original de los pensadores de la Escuela de Frankfurt, mantener la “dialéctica en

suspenso”, no clausularla en un sistema teórico, ideológico, políticamente ya

resuelto por el “orden establecido”. La crítica busca precisamente desmantelar ese

orden -informado fundamentalmente por el desarrollo del capitalismo-, que concibe

e instala al método científico como el generador de la verdad de los conocimientos

que hace accesibles. Para la Teoría Crítica, esta idea del método sería de por si

unilateral y arbitraria, en tanto hace depender la verdad de la capacidad proyectiva

del método y no nos acercaría a la verdad sino a una representación de la misma.

Habiendo aclarado el carácter crítico de la comparación que se desarrollará, es

conveniente todavía referirse a la noción de enfoque. Un enfoque es una

perspectiva; etimológicamente significa “dirigir la atención a un asunto”. La RAE

deriva el término al verbo enfocar, una de cuyas acepciones es: “Dirigir la atención

o el interés hacia un asunto o problema desde unos supuestos previos, para tratar

de resolverlo acertadamente”.
5 Apunte de clase

Los enfoques son puntos de vista desde donde se observa algo, una acepción

que contiene supuestos ideológicos previos, con los que se piensa se resolverá

acertadamente un problema. Los enfoques no son por tanto neutros. Las

comunidades científicas -ese grupo de personas que han sido preparadas para la

generación de conocimiento, pero que no están aisladas de los contextos

socioculturales y determinantes históricas de dicha producción-, definen los

marcos epistemológicos y metodológicos desde los cuales buscarán explicar,

interpretar y/o transformar la realidad social.

El enfoque cuantitativo se fundamenta epistemológica y metodológicamente en

el paradigma positivista. Como ya se indicó en esta unidad, el positivismo entiende

la producción de conocimiento basada en la observación sistemática de los

hechos, la posibilidad de su comprobación y la objetividad, es decir, abandonando

los juicios de valor y la subjetividad del/la investigador/a. Las ciencias sociales

entonces, deben enmarcarse en el método de las ciencias físicas y naturales

como condición de cientificidad. Lo que importa precisamente en el positivismo es

la cuantificación, la medición de la realidad social, para establecer hipótesis,

teorías y explicaciones científicamente válidas.

Por su parte, el enfoque cualitativo, se basa fundamentalmente (no

exclusivamente) en el paradigma hermenéutico, que no se ocupa de los datos sino

de los significados. Así, el marco de pensamiento hermenéutico considera y

observa a los actores sociales desde su subjetividad, desde sus discursos y

prácticas; le interesa interpretar y comprender, no explicar las relaciones de

causalidad. Desde este enfoque, lo que interesa investigar son las intenciones, las
6 Apunte de clase

expectativas, las razones y creencias de los sujetos, esto es, por qué dicen lo que

dicen, para qué lo dicen, qué hacen, cómo lo hacen y qué buscan con hacerlo.

Ahora bien, los enfoques cuantitativo y cualitativo son metodologías, es decir,

un conjunto de pasos ordenados para lograr un objetivo. Se dijo que la selección

de un enfoque metodológico en particular viene influida por concepciones previas

que el/la investigador/a porta y carga; concepciones sobre las cuales debe ser

consiente para explicitarlas en la investigación. Pero cabe invitar a pensar desde

ya, que la selección de uno u otro enfoque, se define en último término por la

pregunta de investigación que se elabore.

Si se pregunta, por ejemplo, ¿qué factores influyen en la opción de contratar

mujeres por parte del personal seleccionador de recursos humanos en la industria

bancaria, en la Región Metropolitana en el periodo 2017-2019?, se podría recurrir

al enfoque cuantitativo, dado que esta aproximación permite trabajar una serie de

datos, como gastos por fuero maternal, salas cunas y otros que están

determinados en la legislación. La gran cantidad de estadísticas que se pueden

extraer ilustrarían sobre uno de los principales factores que, eventualmente,

podrían afectar la decisión de contratar a un hombre o a una mujer. Sin embargo,

el suponer que la decisión es meramente económica y por lo tanto cuantificable,

resulta un acercamiento al objeto a todas luces restrictivo.

Lo que hay implícito en las decisiones sobre contratación es el rol de la mujer

en la sociedad actual. Por lo tanto, sería necesario preguntar: ¿qué visión tienen

quienes seleccionan personal del rol de la mujer en el mundo del trabajo?, lo que
7 Apunte de clase

implicaría recurrir al enfoque cualitativo. Además, la perspectiva cualitativa permite

indagar en la visión que tiene la legislación sobre el rol de la mujer en el trabajo, y

cómo incide en las decisiones del personal seleccionador.

ENFOQUE CUANTITATIVO ENFOQUE CUALITATIVO


Basado en la inducción Basado en la comprensión empática de la
probabilística del positivismo hermenéutica, la fenomenología y el
interaccionismo simbólico
Objetivo Subjetivo
Generalizable No generalizable
Particularista Holístico
Datos “duros” y repetibles Datos profundos
Deductivo e inferencial Inductivo y descriptivo
Explicativo Interpretativo
Fuente: Elaboración propia en base a Gómez (2006) y Monje (2011),

Sobre el cuadro comparativo conviene insistir en el carácter objetivo del

enfoque cuantitativo. Si bien el enfoque se basa en el paradigma positivista, que

considera que la posibilidad de generar conocimiento solo se puede lograr

mediante el método científico de las ciencias naturales exactas y que el

investigador debe prescindir totalmente de sus creencias y valores, lo objetivo no

es otra cosa que la medición y cuantificación de la realidad social.

En el cuadro se observa también, que en el enfoque cualitativo, además del

paradigma hermenéutico, se agregan como fundamentos la fenomenología y el

interaccionismo simbólico. En términos muy generales se puede decir que la

fenomenología como estructura de pensamiento, “objeta la ruptura entre el sujeto

y el objeto reconociendo la interdependencia de ambos en el proceso del

conocimiento. Afirma que el conocimiento está mediado por características


8 Apunte de clase

sociales y personales del observador; que no existe una realidad exterior al sujeto”

(Monje, 2011, pp.12).

El dispositivo de pensamiento denominado interaccionismo simbólico, sostiene

por su parte que “la conducta humana solo puede entenderse en relación a los

significados que las personas dan a las cosas y a sus acciones. La realidad de los

individuos se estudia desde el interior, a partir de lo que ellos perciben a través de

sus experiencias vividas” (Monje, 2011, pp.13).

Si se observa bien y se reflexiona sobre el cuadro comparativo, ha de

descubrirse que las características diferenciadoras, guardan una estrecha relación

con los rasgos que se atribuyen a los sexos opuestos en la construcción cultural

del género; lo cuantitativo es racional, objetivo, duro como lo masculino y lo

cualitativo es femenino en tanto irracional o emotivo, subjetivo y blando. Mas lo

fundamental a tener presente, es que la construcción de datos mediante un

enfoque cuantitativo dará como resultado un “mar somero” de información,

mientras que mediante el enfoque cualitativo se obtendrá la profundidad de un “río

encajonado”.
9 Apunte de clase

III. Los límites de ambos enfoques

Si bien en la Grecia Clásica las matemáticas aparecían como una opción para

describir la naturaleza de la cosas, no es hasta la Edad Media que la

matematización del mundo comienza a tener cabida. Conde (1995) señala que

entre los siglos XII y XIV se produce en occidente un cambio de las matrices

culturales. Éste se encamina a superar las estructuras dicotómicas por estructuras

triangulares. Dicho cambio viene íntimamente ligado con la aparición de la

burguesía y el desarrollo del capitalismo. Existe una relación entre la aparición del

tercer estado y la aceptación del cero. Este grupo social se dedicaba al comercio,

utilizando sistemas de contabilidad. La utilización de dichos sistemas requiere,

necesariamente, del cero para poder desarrollar sus cálculos. Así es como la

aceptación del cero, por parte del Obispo de París (1277), viene a dar cuenta de

un proceso de cambio que se venía dando en el mundo occidental. Pero faltaba

mucho tiempo más para la matematización completa de la sociedad (ver recurso

interactivo: Línea de tiempo).

La aceptación por parte de la Iglesia de los números arábigos, específicamente

del cero y por tanto del vacío (lo que no fue fácil porque el vacío es la ausencia de

Dios) permite cambiar la forma de aproximación al conocimiento del mundo. Si el

vacío existe, entonces podemos generar formalizaciones de la naturaleza y de

acercarnos a ella a través de las matemáticas. En el siglo XVII, Tomas Hobbes

sostiene que el conocer solo se da dentro de las matemáticas, éstas son el único

método de argumentación. Esta afirmación da cuenta de cómo lo cuantitativo se


10 Apunte de clase

comienza a erigir como paradigma dominante en el terreno de la generación de

conocimiento. “La filosofía de Hobbes era un plan encaminado a asimilar la

psicología y la política a las ciencias físicas exactas (...) toda la ciencia del siglo

XVII se encontraba bajo el hechizo de la geometría y la de Hobbes no constituye

una excepción” (Sabine, 2000, pp.355).

Hay que esperar hasta el siglo XVII con Isaac Newton para asistir al triunfo

definitivo de la matemática como explicación del mundo. Si con Galileo Galilei

(siglo XVI) las matemáticas son “una ayuda para la descripción de la naturaleza...

Newton las pone en el centro mismo de la explicación” (Conde, 1995, pp. 61).

Newton representaba la defensa de la idea del vacío, de la formalización y

matematización de la naturaleza y la posibilidad de explicaciones universales.

Siguiendo este desarrollo podemos ver la importancia que fueron tomando las

matemáticas como factor explicativo de la naturaleza. La alianza entre las

matemáticas y las búsquedas de conocimiento del mundo fueron creando

estructuras formales, lógicas y cuantificables que fueron negando lo que no cabía

dentro de esta lógica. La sociología de Max Weber, de principios del siglo XX, es

el ejemplo de cómo estos intentos formalizadores incluso llegaron al campo de la

ciencia social.

Para Weber, el fin de la sociología era el de explicar las acciones sociales que

estaban impulsadas por la racionalidad, es decir, las acciones con sentido. Con

esta afirmación Weber negaba todos aquellos actos no racionales, y qué son de

gran importancia en las relaciones sociales. El trasfondo de la elección de Weber


11 Apunte de clase

es el de la “cientificidad”. El acercarse a las ciencias naturales y sus lógicas

“intocables” de generar conocimiento, entendido como algo externo al sujeto -algo

a lo que se puede acceder con “rigurosidad”-, supone garantía de fiabilidad.

Podría pensarse que este resultado, es decir, la hegemonía del método

científico y de las ciencias exactas en la producción de conocimiento, era

inevitable. No es menester especular sobre el desarrollo histórico. Lo que si

conviene destacar, es que desde el siglo XV, cuando se plantea la pregunta

vertebral de la epistemología, a saber, ¿qué conocimiento es más verdadero?, los

pensadores y precursores de la ciencia estaban inmersos en una lucha contra las

creencias religiosas y las supersticiones que “explicaban” la realidad; de una u otra

forma, el establecimiento del paradigma positivista y el monismo metodológico, es

una reacción a un mundo gobernado por Dios.

A pesar de que en los siglos XIX y XX se desarrollan paradigmas y escuelas de

pensamiento (la hermenéutica en el siglo XIX, la Escuela de Frankfurt en los años

30´ y el Giro Lingüístico en los 60´ y 70´) que discuten la hegemonía matemática

de explicación de la realidad y reivindican el enfoque cualitativo para interpretarla y

(lo más importante) transformarla, es claro que el derrotero histórico ha

desembocado en la actualidad en un “imperialismo cuantitativo”. Lo que este

concepto encierra es complejo y amplio, Davila (1995) sostiene que la asignación

de números y palabras a los enfoques respectivos, “pretende señalar una radical

diferencia entre lo que de “preciso” hay en la cantidad, así como lo que “ímpreciso”

hay en la cualidad… si al número se le atribuye un gobierno riguroso y la palabra

se la caracteriza por una ambigüedad inherente, asistiríamos por tanto a la


12 Apunte de clase

presencia de un diferente rendimiento comunicativo por parte de ambos términos”

(Davila, 1995, pp. 70). Así, la producción de datos cuantitativos expresados en

lenguaje matemático tendría una mayor comunicabilidad. Pero los números,

agrega Davila, nada son sin las palabras.

Tal vez algunos ejemplos cotidianos sirvan para acercarse a la significación de

la noción del imperialismo cuantitativo. Una situación evidente es cuando el doctor

pregunta, ¿Cuánto le duele del 1 al 10?; la dolencia objetivada mediante una

escala numérica se transforma en una explicación comprensible para paciente y

doctor. Otro ejemplo, común hoy en las redes sociales, pero de larga data, es la

invitación a participar en cadenas de oración; aquí, la cantidad de personas

orando es percibida como una mayor posibilidad de ser escuchado por Dios. De la

misma forma, hoy asistimos a la exacerbación de los rankings en todo tipo de

actividades, que la mayor de las veces son totalmente inútiles.

Con todo, los enfoques cuantitativo y cualitativo de investigación tienen límites

evidentes en Ciencias Sociales. Como se verá, son de hecho complementarios;

una complementariedad que no se resuelve y no significa necesariamente, hacer

investigación usando las técnicas de ambos y a la vez para alcanzar mejores

resultados.
13 Apunte de clase

IV. La complementariedad por deficiencia

El antagonismo entre los enfoques cuantitativo y cualitativo se basa en las ideas

absolutistas que ambos imponen, lo que los lleva a la negación de la otra

perspectiva. El positivismo tiende a poner el acento en los datos, por sobre los

hechos, abordando la realidad social a partir de la descomposición de esta “en una

serie de factores particulares de la naturaleza abstracta (...) pretendiendo

equipararse al status epistemológico (y de respetabilidad académica) de la

triunfante ciencia natural...” (Ortí, 1995, pp.86). Así la cuantificación absoluta se

transforma en el “ideal de progreso de la ciencia social” (Ortí, 1995, pp.86). Dentro

de este desarrollo, en el que la “razón” -idea constituyente de la época moderna-

ocupa el lugar central para la búsqueda, o construcción del conocimiento, lo que

no encaja en el esquema positivista queda en las manos de la perspectiva

cualitativa.

Sin embargo, desde mediados de 1960, ocurre un proceso, en términos de Ortí,

de recuperación de la dimensión cualitativa, el que viene a responder a la

“absolutización metodológica cuantitativa”. Dicha recuperación representa una

crítica al enfoque cuantitativo en dos aspectos. El primero dice relación con la

negación cuantitativa “del universo social en cuanto universo simbólico” (Ortí,

1995, pp.87) y de la utilización de datos que resultan poco relevantes para el

entendimiento de problemas históricos. La segunda crítica ataca al instrumento de

la encuesta precodificada, pues ésta viene a reproducir, según los contrarios a

ella, los valores ideológicos dominantes. Lo que busca esta crítica es “recuperar el
14 Apunte de clase

proyecto integral de conocimiento originario de la ciencia social, como articulación

de teoría y práctica para la transformación social” (Ortí, 1995, pp.87).

Ambas perspectivas se niegan mutuamente. Para lo cuantitativo todo lo que no

puede ser abordado por el ideario de las ciencias naturales cabe para lo

cualitativo, sinónimo de subjetividad -por ende, falta de rigor científico-. Mientras

que la perspectiva cualitativa se centra en los universos simbólicos, pero no es

capaz de determinar la extensión de éstos. Para Ortí, el enfoque cualitativo cae en

la misma pretensión cuantitativa de acercarse al “rigor de las ciencias naturales”,

perdiendo así el aspecto multidimensional, propio de lo cualitativo.

Lo cuantitativo se rige por la lógica de la productividad, en tanto lo cualitativo se

rige por un orden simbólico. Estas diferencias se expresan, necesariamente, en

los métodos que se utilizan a la hora de llevar a cabo la investigación. La

metodología cuantitativa está determinada por una serie de acciones,

sistemáticamente encadenadas, previamente determinadas. En cambio, la

metodología cualitativa busca ser una recreación de los intercambios simbólicos

que se dan en la “praxis social real” (Ortí, 1995, pp.91).

La realidad social es multidimensional. Ortí reconoce tres niveles en que se

puede apreciar. El primero se refiere a los hechos. Estos se presentan “...

evidentes en el nivel de lo manifiesto o consciente” (Ortí, 1995, pp.92). El segundo

se refiere a las significaciones, a los discursos en tanto sistemas de signos, El

tercer nivel está restringido a las motivaciones. Para abordar esta complejidad de

la realidad se requiere un “pluralismo cognitivo de lo social que entraña


15 Apunte de clase

consecuentemente un pluralismo metodológico y tecnológico” (Ortí, 1995, pp.91).

Esto permite abordar tanto la dimensión simbólica como la fáctica, presente

siempre en la realidad social. El reconocer la existencia de estas dos dimensiones

y los distintos niveles nos lleva a pensar que la dicotomía entre ambas

perspectivas resulta poco pertinente. La pluralidad de contextos requiere una

pluralidad de métodos y técnicas, tanto para el análisis como la interpretación.

Lo señalado anteriormente es la razón principal para que Ortí plantee que

“ambas perspectivas deben ser definidas así, de modo consecuente, por sus

límites epistemológicos, que circunscriben su nivel de adecuación, pertinencia,

validez y relevancia. Por lo que, como ya hemos advertido, su complementariedad

metodológica puede y debe concebirse como una complementariedad por

deficiencia, que se centra precisamente a través de la demarcación, exploración y

análisis del territorio que queda más allá de los límites, posibilidades y

características del enfoque opuesto” (Ortí, 1995, pp.89).


16 Apunte de clase

V. Bibliografía

Conde, F. (1995). Las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa en el

contexto de la historia de las ciencias. En Métodos y técnicas cualitativas de

investigación en ciencias sociales (1era edición), pp. 53-68. Madrid: Editorial

Síntesis.

Davila, A. (1995). Las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa en las

ciencias sociales: Debate teórico e implicaciones praxeológicas. En Métodos y

técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales (1era edición), pp. 69-

83. Madrid: Editorial Síntesis.

Gomez, C. (2006). La investigación científica en preguntas y respuestas (1era

edición), pp. 9-21. Corporación Uniandes. Disponible en:

https://ebevidencia.com/wp-content/uploads/2014/07/La-investigacion-cientifica-

ebevidencia.pdf.

Monje, C. (2011). Metodología de la investigación cuantitativa y cualitativa. Guía

didáctica (1era edición), pp. 9-49. Universidad Surcolombiana. Disponible en:

https://www.uv.mx/rmipe/files/2017/02/Guia-didactica-metodologia-de-la-

investigacion.pdf.

Ortí, A. (1995). La confrontación de modelos y niveles epistemológicos en la

génesis e historia de la investigación social. En Métodos y técnicas cualitativas

de investigación en ciencias sociales (1era edición.) pp85-95. Madrid: Editorial

Síntesis.
17 Apunte de clase

Si usted desea referenciar este documento, considere la siguiente

información:

Ensignia, M. (2019). Los enfoques de investigación y la complementariedad por

deficiencia. Apunte de clase unidad 1, Metodología de la Investigación,

Universidad UNIACC.
18 Apunte de clase

También podría gustarte