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TRABAJO FIN DE GRADO

Título

Duelo en situaciones especiales. Abordaje terapéutico


para familiares de duelo por muerte traumática, suicidio y
personas desaparecidas

Autor/es

Irune López García

Director/es

Estrella Marín Fernández

Facultad

Escuela Universitaria de Enfermería


Titulación

Grado en Enfermería

Departamento

Curso Académico

2017-2018
Duelo en situaciones especiales. Abordaje terapéutico para familiares de duelo
por muerte traumática, suicidio y personas desaparecidas, trabajo fin de grado de
Irune López García, dirigido por Estrella Marín Fernández (publicado por la Universidad
de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-
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© El autor
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ESCUELA UNIVERSITARIA DE ENFERMERÍA DE LOGROÑO

”DUELO EN SITUACIONES ESPECIALES”

Abordaje terapéutico para familiares de duelo por muerte


traumática, suicidio y personas desaparecidas

“DUEL IN SPECIAL SITUATIONS"

Therapeutic approach for mourning relatives due to traumatic death,


suicide and missing persons

IRUNE LÓPEZ GARCÍA

TRABAJO FIN DE GRADO

Tutora: Estrella Marín Fernández

Logroño, Junio 2018

Curso académico 2017/2018

Convocatoria: ordinaria
Duelo en situaciones especiales Irune López García

ÍNDICE

RESUMEN ........................................................................................ 2

1. INTRODUCCIÓN........................................................................... 4

2. DESARROLLO ............................................................................. 9

2.1. METODOLOGÍA ............................................................................... 9

2.2. EL DUELO ...................................................................................... 10

2.3. FASES Y TIPOS DE DUELO ......................................................... 14

2.4. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: DUELO NATURAL, DUELO


PATOLÓGICO Y DEPRESIÓN ........................................................... 18

2.5. DUELO SEGÚN LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA MUERTE ........ 22

2.5.1. DUELO POR MUERTE TRAUMÁTICA ................................... 23

2.5.2. DUELO POR SUICIDIO........................................................... 26

2.5.3. DUELO POR PERSONAS DESAPARECIDAS ...................... 28

2.6. ABORDAJE TERAPEÚTICO DEL DUELO ................................... 30

2.6.1. GRUPOS DE APOYO AL DUELO .......................................... 31

2.6.2. DESMEDICALIZACIÓN DEL DUELO ..................................... 34

2.6.3. NUEVA VISIÓN DEL DUELO ................................................. 34

2.7. PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA (PAE) .......................... 35

3. CONCLUSIONES........................................................................ 38

4. BIBLIOGRAFÍA........................................................................... 40

5. AGRADECIMIENTOS ................................................................. 44

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

RESUMEN
La visión de la muerte se ha ido modificando a lo largo del tiempo, gracias a la
evolución tecnológica médica, al avance de la sociedad y a la educación.

En nuestra sociedad, el proceso de duelo se ve como un tabú, cuando debería estar


aceptado como un proceso natural. Por tanto, sería recomendable introducir desde los
colegios la asignatura de “Educación para la vida”, lo cual ayudaría a superar más
fácilmente la pérdida de un ser querido en la edad adulta.

El objetivo general que se plantea es saber abordar y cubrir las necesidades a nivel
individual, familiar y social que aparezcan en el duelo en situaciones especiales,
concretamente, en duelo por muerte traumática, por suicidio y por personas
desaparecidas. También se definen unos objetivos específicos, como son describir el
concepto de duelo, las diferentes etapas, los tipos que influyen, describir los factores
por los que se producen el duelo, entre otros.

Para poder alcanzar estos objetivos, se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las
bases de datos de Google Académico, Dialnet, Scielo y Pubmed. Además de Guías de
Práctica Clínica, Protocolos de Actuación, Revistas de Psicología y la herramienta de
NNNConsult.

La parte central del trabajo trata sobre cómo afrontar la pérdida de una persona según
el tipo de muerte que se produzca, lo que da lugar a padecer una mayor o menor
dificultad para elaborar el duelo. La situación de enfrentarse a una muerte inesperada
es más complicada que cualquier otra muerte, debido a que no existe un aviso
anticipado.

La elaboración adecuada de un duelo es saber despedirse del difunto, permitiéndose


el dolor y aprendiendo a aceptar la vida con esa pérdida. Muchas de las personas en
duelo no necesitan ayuda, pero si esto pasa es recomendable acudir a un profesional
o a un grupo de apoyo. Por eso se deben tener en cuenta una serie de
recomendaciones para realizar un adecuado Plan de Cuidados de Enfermería (PAE) a
partir de la taxonomía NANDA, NOC y NIC.

Para finalizar, la conclusión principal es el abordaje en los familiares en un proceso de


duelo, Para ello se les proporcionará claves para poder afrontarlo. La interiorización
de estos conceptos es imprescindible para poder observar al ser humano desde el
punto de vista biopsicosocial.

Palabras claves: muerte, duelo, muerte traumática, suicidio, personas


desaparecidas y proceso de atención de enfermería.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

ABSTRACT
The vision of death has been modified over time, thanks to the medical technological
evolution, the advancement of society and education.

In our society, the grieving process is seen as a taboo, when it should be accepted as
a natural process. Therefore, It would be advisable to introduce from the schools the
subject of "Education for life", which would help to overcome more easily the loss of a
loved one in adulthood.

The general objective that are proposed are, to know how to approach and cover the
individual, social and familiar needs that appear in the duel in special situations,
specifically, in mourning due to traumatic death, suicide and missing persons. Specific
objectives are also defined, such as describing the concept of mourning, the different
stages, the types, describing the factors that lead to the mourning process.

In order to achieve these objectives, a bibliographic search was carried out in the
Google Academic, Dialnet, Scielo and Pubmed databases. In addition to Clinical
Practice Guidelines, Actuation Protocols, Psychology Journals and the NNNConsult
tool.

The central part of the review is about how to deal with the loss of a person according
to the type of death that occurs, which leads to suffering a greater or lesser difficulty in
the mourning process The situation of facing an unexpected death is more complicated
than any other death, because there is no advance warning.

The proper elaboration of a duel is knowing how to say goodbye to the deceased,
allowing pain and learning to accept life with that loss. Many people in grief do not need
help, but if this happens it is advisable to go to a professional or a support group
Therefore, a series of recommendations should be taken into account in order to carry
out an adequate Nursing Care Plan (PAE) based on the NANDA, NOC and NIC
taxonomy.

Finally, the main conclusion is the approach in the family in the grieving process. For
this, they will be provided with the keys to face it. The internalization of these concepts
is essential to be able to observe the human being from the biopsychosocial point of
view.

Keywords: death, grief, traumatic death, suicide, missing persons and nursing care
process.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

1. INTRODUCCIÓN
Etimológicamente hablando, el concepto de “duelo” es un tipo de homonimia, palabra
que proviene de raíces y significados diferentes, es decir, “duelo” se puede describir,
por una parte, como una competición entre dos individuos y por otra, como el
denominado “luto”.

El vocablo “duelo” procede de la raíz en español “dolor” y del latín “dolus”, que
representa la pérdida, lo cual explica la lucha interna de una persona: la parte que
tolera el fallecimiento y la que no lo acepta 1.

Esta situación es un proceso natural y adaptativo para cualquiera cuando se produce


un desequilibrio interior al perder la relación con alguien que ha fallecido. De ahí, que
la muerte sea algo universal en todas las culturas. La muerte es un acontecimiento
que está unido a nivel social por las experiencias, costumbres religiosas, aspectos
políticos, creencias éticas y morales 2.

El destino ineludible de todo ser humano es la muerte, es universal y hay que


aceptarla como parte de la vida y no como el final de ésta. La forma de acoger este
hecho indica de alguna manera como se vive el fallecimiento de la otra persona y
cuanto más próximo sea, mayor será la atención que produce la muerte 3.

La muerte presenta un factor de origen cultural en la sociedad que ha ido cambiando y


evolucionando en las diferentes civilizaciones y comunidades.

A medida que ha ido pasando el tiempo se ha ido modificando la visión de la muerte,


gracias a la evolución tecnológica médica, al avance de la sociedad y a la educación,
entre otros motivos.

El modo de morir, el lugar del fallecimiento, el duelo, el entierro y las ceremonias


funerarias, las cuales se representaban con los extensos velatorios, la conservación
del luto, el período de duelo y la presencia continua en el cementerio eran situaciones
de cortesía y estima hacia el recuerdo del fallecido, aunque también una táctica de
protección de la sociedad para mantener el bienestar personal y comunitario de los
supervivientes, así como la expresión de dolor de los familiares.

En la Edad Media, se creía que existía un aviso previo para la muerte, que las muertes
eran notificadas, excepto para todos aquellos fallecimientos que no eran repentinos,
las cuales se pensaba que eran un castigo divino, esto era debido a las creencias
populares. Cuando alguien moría los familiares debían estar presentes, teniendo
tiempo para dar el último adiós y para la repartición de sus bienes.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

Durante el siglo XIX, el pensamiento de muerte estaba integrado en la sociedad


debido a la baja esperanza de vida por la precariedad del pueblo, lo que forzó a tener
que atribuirle una significación razonable para apaciguar la ansiedad y disminuir el
miedo que representaba, dándole un alcance de carácter creyente a través del
cristianismo. Sin embargo, a partir de la Primera Guerra Mundial, el duelo estaba
prohibido ya que la población moría multitudinariamente, lo que daba lugar a la
realización de ceremonias conjuntas y así optimizar el tiempo con un duelo colectivo.

En la segunda mitad del siglo XX se rectifica la postura frente a la muerte, cambian los
ideales y sentimientos, llevando al estudio de las tradiciones folclóricas para el
acercamiento de la muerte al hombre.

Mientras, hoy en día lo que la mayoría de la población desea es una muerte súbita y
no dolorosa, concretamente morir en nuestra cama mientras dormimos. Se produce la
denominada “conspiración del silencio” por parte de los familiares hacia el enfermo,
para evitar hablar de la muerte cuando no se tiene salud y se prolonga hasta la hora
del fallecimiento.

La actitud ante la muerte ha ido evolucionando a nivel social junto con la idea del
duelo. Los ritos funerarios ayudaban a la superación de la pérdida de un familiar, pero
cuando existe una falta de estos, los duelos pueden llegar a convertirse en
patológicos; cerca de un 16% de los que han sufrido una pérdida han padecido
durante un año o más un cuadro de depresión tras la muerte de un ser querido. En los
países desarrollados, la contrapartida de esta situación ha sido la utilización como
soporte para aliviar el dolor la continua “medicalización”, concepto erróneo, ya que en
el proceso del duelo debe permitirse ese desconsuelo para poder superar y evitar el
duelo complicado 4.

Actualmente en nuestra sociedad, el concepto de duelo se ve como un tabú. La


muerte se ve como el final de la vida y no como un proceso de la misma. Ésta es una
idea errónea que perjudica a la hora de elaborar un duelo natural, pudiendo llegar al
denominado duelo patológico. La muerte se ve como algo desnaturalizado cuando
debería ser una situación interiorizada dentro de cualquier persona, sólo por el hecho
de ser humanos. Esta situación produce un gran shock cuando nos encontramos
frente a ella 5, 7.

Los allegados que intentan evitar el tema de la muerte y del futuro duelo, porque es
demasiado duro y complicado aceptar la pérdida de un ser querido. Desde el punto de
vista profesional, esta evitación puede conllevar a la cronificación del duelo, en tal
caso se debe derivar a un profesional psicólogo que valorará la asistencia a un grupo
de terapia de duelo para resolver el problema.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

Cada uno de los duelos debe ser individualizado y no precisa de una duración
concreta, sino de que se hayan completado las etapas de éste. Pero sobre todo, se
considera que ha finalizado cuando la persona es capaz de recordar al fallecido sin
dolor ni sufrimiento. Si esto no es así, se plantea la derivación hacia una situación de
duelo patológico, ya que el conjunto de procesos psicológicos y psicosociales se han
extendido en el tiempo o incluso derivan a un problema psiquiátrico 5.

Existen muchos factores de riesgo que perjudican el desarrollo del duelo, como
pueden ser: el vínculo afectivo con el fallecido, el apoyo social o familiar, la ayuda
económica, entre otras, pero son las muertes súbitas las que producen más
complicaciones a la hora de elaborarlo.

Según el tipo de muerte se produce una mayor o menor dificultad para realizar el
duelo, como pueden ser: por muertes traumáticas, por suicidio y por personas
desaparecidas 8.

El duelo por muerte traumática es uno de los más complejos de resolver debido a que
no existe aviso anticipado de muerte. Son muertes repentinas e inesperadas, las
cuales dan lugar a sensaciones de irrealidad, impotencia, depresión, etcétera.

En el duelo por suicidio aparecen sentimientos negativos recurrentes, es decir,


sentimientos de negligencia, de culpa, de humillación, entre otros. Las tasas de
suicidios han aumentado en personas jóvenes y ancianos. El suicidio es un suceso
que no es aceptado a nivel social en muchas culturas, esto provoca que se convierta
en un secreto familiar.

El duelo por personas desaparecidas se caracteriza por la tenacidad, la constancia por


buscar algún indicio de vida o de no vida, da lugar a que el proceso de duelo se inicie
más tarde y sea más complicada su elaboración. La carencia del cuerpo dificulta el
correcto duelo.

Cualquier tipo de duelo es una pérdida, que da lugar a un conjunto de


comportamientos y conductas emocionales y cognitivas durante un tiempo limitado.
Están implicados una serie de factores de protección y de riesgo que obstaculizan el
proceso natural del duelo 6.

Es de gran importancia a nivel educacional abordar el tema de la muerte. Mediante


herramientas y claves se enseña a los alumnos cómo actuar frente a esta situación.
Existe una fundación denominada Mario Losantos del Campo (FMLC) cuyo objetivo es
el crecimiento íntegro de los individuos a través de actividades sanitarias y educativas.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

En el ámbito sanitario se lleva a cabo el plan de atención al duelo, desde niños hasta
adultos tanto a nivel individual como colectivo. Con este proyecto lo que se quiere
conseguir es sensibilizar a la población adulta de la necesidad de superar la pérdida
de un ser querido en las comunidades educativas.

Todas las personas en su vida van a pasar por la experiencia de una muerte, esta
situación se observa desde los centros educativos, aunque es un tema polémico y del
que es difícil mantener una conversación. Se puede llegar a enfrentar el fallecimiento
de un familiar: padre, madre, muerte de un abuelo tras una enfermedad, de un
profesor por muerte inesperada, de un alumno por un suicidio o de un amigo o amiga
por un accidente de tráfico. Por eso es muy importante para cualquiera saber abarcar
el primer duelo, ya que este marcará la forma de afrontar el resto de duelos de su vida.

Según los estudios el 95% de los individuos de la población puede abordar el proceso
de duelo de forma natural, por lo que sólo el 5% de los estudiantes precisará de
asistencia específica para enfrentar el duelo.

Existen varios motivos por los que es complicado explicar a los niños el concepto de
muerte. En primer lugar, desde la antigüedad se evita hablar de la idea de muerte, ya
que es de mal gusto. La sociedad está habituada a que se silencie todo lo relacionado
con la muerte, fallecidos, entre otras. En segundo lugar, lo único que se pretende es
proteger a los niños y que no sufran, puesto que a los adultos les duele hablar sobre
este tema. El cual se debe tratar de forma natural, así será más sencillo completar el
duelo. El tercer motivo es que se está acostumbrado a ocultar nuestros sentimientos.
Cuando una emoción no es positiva se reserva para la intimidad, ya que se tiene
miedo de expresar los pensamientos negativos. Por último, los niños son morbosos
por su desconocimiento y realizan preguntas incómodas que o no se sabe o no se
quiere contestar 8.

Se debe considerar incluir la materia “Educación para la vida” o “Educación práctica


para la vida” en la enseñanza educativa desde su origen, las aulas, ya que es el gran
reto de la sociedad a principios del siglo XXI. Según Torroella 9, la educación para la
vida tiene como base tres postulados principales: el primero, es que la vida es la
asignatura fundamental a enseñar y aprender; el segundo, es que la mayor riqueza de
un individuo y de un país son todos sus potenciales humanos y éstos son mayores
cuando cooperan; y el tercero, es que tanto la tarea individual como la social son
importantes para el desarrollo y utilización de los potenciales humanos para tener una
vida más plena y de mejor calidad.

Es contradictorio que la “vida humana”, siendo uno de los conceptos más empleados
en el lenguaje cotidiano sea uno de los menos definidos y aclarados. Este término está
formado por tres componentes: el yo, que actúa e interacciona con el mundo; las
actividades, que son las acciones que se hacen en el mundo y pueden ser cognitivas,
comunicativas, creativas o destructivas; y los objetos del mundo, como son materiales,

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

vivientes, personas, sociales y culturales que el propio ser humano ha creado y con los
que realiza quehaceres.

Con la “Educación para la vida” lo que se propone es implantar en el ámbito


educacional los aprendizajes básicos para la vida, teniendo en cuenta tres puntos:
aprender a vivir con uno mismo, aprender a convivir y comunicarse con los demás, y
aprender a afrontar la vida pensando, valorando y creando los valores positivos de la
misma. De tal forma, que se puede tomar como referencia los programas
imprescindibles y ya fijados en nuestra sociedad, como la Educación para la salud, la
Educación sexual y la Educación vial. Esta propuesta educativa debe estar apoyada
por la comunidad docente, la familia y los propios alumnos.

Lo que pretende conseguir este trabajo es ayudar a los familiares en el proceso de


duelo, concretamente en situaciones de muerte traumática, suicidio o personas
desaparecidas. Para ello se les proporcionará claves y herramientas para poder
afrontarlo. El aprendizaje de esto es necesario y algo con lo que la sociedad tiene que
vivir, de ahí la elección de este tema para el trabajo fin de grado.

El trabajo está dividido en varias partes: la introducción que incluye la justificación y los
objetivos del trabajo, el desarrollo con la metodología y donde se explican los
diferentes conceptos esenciales y las principales características que se dan en una
muerte súbita, también se explica la manera adecuada de la comunicación de malas
noticias en los duelos por muerte traumática, los distintos datos sobre el suicidio y los
sentimientos y emociones que sufren los familiares en este tipo de muerte y un
conjunto de peculiaridades referidas a las personas desaparecidas y los pensamientos
de los familiares, el abordaje terapéutico a tener en cuenta y el proceso de atención de
enfermería denominado PAE donde se describirán las actividades y el plan de
cuidados enfocados hacia los familiares en la evolución del duelo. Para finalizar, unas
conclusiones sobre lo comentado a lo largo del trabajo.

El objetivo general que se plantea desde un punto de vista analítico de enfermería es


definir el duelo en situaciones especiales, concretamente en: muerte traumática,
suicidio y personas desaparecidas.

Además de este objetivo general, se definen unos objetivos específicos, como


describir el concepto de duelo, las diferentes etapas y los tipos que influyen,
determinar factores por los que se produce el duelo, abordar terapéuticamente
mediante ayuda de apoyo a las personas que padecen un duelo en situaciones de
muerte traumática, suicidio y desaparecidos, así como elaborar a nivel individual un
Plan de Cuidados de Enfermería para el paciente que se encuentra en el proceso de
duelo.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

2. DESARROLLO

2.1. METODOLOGÍA

La elaboración de este trabajo se ha realizado a través de una búsqueda bibliográfica


acerca del duelo en situaciones especiales, con abordaje terapéutico de duelo en
muerte traumática, suicidio y personas desaparecidas.

Para llevar a cabo una revisión bibliográfica se consultaron distintas bases de datos:
Google Académico, Dialnet, SciELO (Scientific Electronic Library Online) y Pubmed.

La ventana temporal que he utilizado es de los últimos 17 años (2001-2018). Se llevó a


cabo la búsqueda de artículos, mediante: Guías de Práctica Clínica, por ejemplo: Guía
de duelo adulto para profesionales socio-sanitarios, Protocolos de actuación, tal como:
Intervención psicológica ante situaciones de emergencias y desastres, Revistas de
medicina psicosomática y psicoterapia, así como Revistas de Psicología.

A partir de la utilización de los descriptores bibliográficos: DeCS, Descriptores en


Ciencias de la Salud, y MeSH, Medical Subject Headings, se han utilizado varios
términos: muerte, “death”; duelo, “mourning”; suicidio, “suicide”; y proceso de atención
de enfermería, “nursing care process”. También para la búsqueda de los diferentes
artículos se han usado palabras claves como: muerte traumática, “traumatic death” y
personas desaparecidas, “missing people”.

También se han revisado los artículos, revistas, guías o protocolos con idioma de
castellano e inglés: Guía Clínica y Protocolo de actuación monografías SECPAL, Guía
de duelo adulto para profesionales sociosanitarios, Guía de Práctica Clínica de
Prevención y Tratamiento de Conducta Suicida, Protocolo de intervención psicológica
en crisis ante situaciones de emergencias y desastres, la herramienta NNNConsult
para la creación de planes de cuidado con NANDA, NOC, NIC, así como libros de la
doctora Elisabeth Kübler-Ross.

Después de seleccionado los diferentes artículos y guías, recopilando toda la


información necesaria para poder llegar a cumplir los objetivos planteados en el
trabajo.

Por último, mediante la descripción de distintos diagnósticos, objetivos e


intervenciones, se ha elaborado el correspondiente Plan de Cuidados de Enfermería
(PAE) a partir de la taxonomía NANDA, NOC y NIC.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

2.2. EL DUELO

El duelo es el conjunto de sentimientos y conductas que aparecen como reacción


humana emocional y de comportamiento natural frente a la pérdida de una persona
(familiar, amigo, mascota), de un objeto (juguete en los niños pequeños que depende
del valor que se le atribuya), o de un evento significativo (perder un trabajo, mudarse
de casa o de país), en forma de sufrimiento y aflicción cuando un vínculo o apego
afectivo finaliza.

En este proceso influyen una serie de manifestaciones normales a nivel cognitivo,


afectivo, fisiológico y conductual que son explicadas en la Tabla 1.

MANIFESTACIONES NORMALES DEL DUELO EN ADULTOS

COGNITIVAS AFECTIVAS

Incredulidad/irrealidad
Impotencia/indefensión
Confusión
Insensibilidad
Alucinaciones visuales y/o auditivas
Anhelo
fugaces y breves
Tristeza, apatía, abatimiento, angustia,
Dificultades de atención, concentración y
ansiedad, hostilidad
memoria
Ira, frustración y enfado
Preocupación, rumiaciones, pensamientos
Culpa y auto-reproche
e imágenes recurrentes
Soledad, abandono, emancipación y/o
Obsesión por recuperar la pérdida o evitar
alivio
recuerdos
Extrañeza con respecto a sí mismo o
Distorsiones cognitivas
ante el mundo habitual
Revisión de aspectos religiosos

FISIOLÓGICAS CONDUCTUALES

Conducta distraída
Aislamiento social
Aumento de la morbi-mortalidad
Llorar y/o suspirar
Vacío en el estómago y/o boca seca
Llevar o atesorar objetos
Opresión tórax/garganta, falta de aire y/o
Visitar lugares que frecuentaba el
palpitaciones
fallecido
Dolor de cabeza
Llamar y/o hablar del difunto o con él
Falta de energía/debilidad
Hiper-hipoactividad
Alteraciones del sueño y/o la alimentación
Descontrol u olvidos en las actividades
de la vida diaria

Tabla 1: Manifestaciones normales del duelo en adultos 12.

Cuando una persona se pone a pensar en el duelo sólo se ve tristeza, agonía,


angustia, padecimiento, es decir, pensamientos negativos que no llevan más que a un

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

sufrimiento continuo y un desgaste psicológico que puede ir in crescendo desde el


momento del diagnóstico hasta el final de la vida de su familiar, dependiendo del
vínculo con el fallecido, entre otros factores 10.

Gracias a las experiencias científicas de la doctora Elisabeth Kübler-Ross con su


nueva visión del duelo como indica en su libro, ayuda a aceptar el hecho irreversible
de la muerte y reconocer la muerte como digna 11.

El proceso de duelo está relacionado directamente con los Cuidados Paliativos, cuyo
objetivo principal es atenuar el dolor tanto del enfermo como de la familia. Varios
estudios indican que una de las causas de morbi-mortalidad es el proceso de duelo. Lo
cual lleva a la conclusión de que es imprescindible dar unos cuidados específicos a los
afectados para protegerles a nivel físico y psicológico, también se debe tener en
cuenta el cuidado de su entorno familiar.

Llevar a cabo un proceso de duelo correcto es una misión complicada y de gran


interés para la salud mental. Es necesario detectar y prevenir precozmente un duelo
complicado, ya que esto evita los posibles problemas con elevado coste, como puede
ser una baja por depresión, por la falta de aceptación del duelo 12.

No existe una duración concreta, el tiempo que dura este proceso depende de cada
individuo y de la circunstancia que esté viviendo. Una gran mayoría de artículos citan
una durabilidad menor a un año, aunque otros estiman un tiempo de unos dos años.

Realmente se considera que la persona se ha recuperado cuando puede hablar de su


fallecido sin expresar emociones de desconsuelo; hay que tener en cuenta que si esta
situación persiste se puede sospechar que padece un duelo patológico. Este tipo de
duelo también puede aparecer cuando se produce un suicidio, cuando desaparece una
persona o cuando se produce una muerte traumática, ya sea por homicidio, accidente
de tráfico, etcétera 5, 12.

Existen muchos factores vulnerables que dificultan el duelo según el tipo de muerte, la
magnitud de ésta y la visión dependiendo de la situación traumática, como pueden ser:

 Suceso de la muerte. Son más traumáticas las muertes repentinas, las


muertes por suicidio, por desaparición de personas, por accidente laboral,
por accidente de tráfico, por asesinato, por muertes múltiples como:
catástrofes naturales, incendios o suicidios en masa, por pérdida
desconocida como por ejemplo, un militar. Además, cuando se produce la
muerte por una larga enfermedad siendo la persona responsable un único
cuidador, la sensación de vacío es mayor tras producirse la defunción.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

 Vínculo con el fallecido. Se trata de la relación de familiaridad. Se tiene en


cuenta si ese vínculo es beneficioso, o en cambio si es perjudicial por
disputas, críticas, etcétera. Cuanto más complicada es esta relación más
difícil es la elaboración de dicho duelo.

 Necesidades y dependencias con el difunto. Si el fallecido es el soporte


familiar y/o el sostén económico, se produce una debilidad a nivel físico y
psíquico de los dolientes.

 Convivencia con el difunto. Esto aumenta la dificultad del duelo unido tanto a
la muerte traumática como a la súbita. También se tiene en cuenta las
pérdidas acumuladas.

 Acumulación de pérdidas. Si se origina un duelo complicado con anterioridad


existe mayor posibilidad de repetición cuando se produzca un nuevo
fallecimiento.

 Antecedentes de Salud Mental. Se trata de conocer la historia clínica previa


con los antecedentes psicológicos, discapacidad física, pérdidas no
superadas, autoestima baja y complicación para exteriorizar emociones y
sentimientos que dan lugar a una mala elaboración de un duelo.

 Soporte Social. Se produce mayor agravamiento del duelo cuando la relación


a nivel social no es correcta, o no es de apoyo, o se da la negación de la
muerte a nivel social como puede ser en un suicidio, o se crea conspiración
del silencio, paro, nivel económico reducido, aislamiento del entorno
educativo o religioso, acumulación de otras pérdidas anteriores y ambiente
de sobreprotección para prevenir el sufrimiento.

 Estado económico. Provoca un descenso de beneficios cuando es el fallecido


el sostén de ingresos familiar, lo cual implica la adecuación a la nueva
etapa y un aumento de tensión y ansiedad inmediatas. Esto entorpece el
proceso del duelo.

Estos factores son primordiales de identificar para poder distinguir las diferentes
complicaciones que se presentan en una elaboración de duelo, así poder prevenir que
se produzca un duelo complicado 6, 13.

Según la Guía SECPAL 12, ciertos autores describen el concepto de duelo en varios
puntos, denominados tareas y se considera como un proceso activo.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

Según Worden 12, determina cuatro tareas de recuperación para la correcta


elaboración del duelo, explicadas en la Tabla 2.

ELABORACIÓN DEL DUELO

Admitir la realidad de que la persona ha muerto


y no volverá. Worden dice que esta tarea lleva
Tarea 1 Aceptar la pérdida
un tiempo, puesto que implica no sólo
aceptación intelectual, sino también emocional.

Es importante reconocer, expresar y elaborar


este dolor, ya que, de lo contrario, se pueden
manifestar algunos síntomas o conductas
desadaptativas (consumo de tóxicos). Se puede
Experimentar las
llegar a abusar de psicofármacos para el control
Tarea 2 emociones y el
de la ansiedad, lo cual pospone el sufrimiento
dolor de la pérdida
pero no hace que desaparezca.
El duelo no es una enfermedad, sino un proceso
que se resolverá con el tiempo y
acompañamiento de familiares y amigos.

Hay que acostumbrarse a recuperar los roles en


Adaptarse a un
los que antes se encontraba el difunto, como
medio en el que el
Tarea 3 puede ser el entorno sociofamiliar. También hay
fallecido está
que adaptarse al sentido de uno mismo y del
ausente
mundo.

Encontrar a nivel emocional un lugar para el


Recolocar fallecido permitiendo al doliente vivir
emocionalmente el activamente con los cambios adaptativos
Tarea 4
fallecido y necesarios. Retomar su vida normal dando una
continuar viviendo despedida adecuada, pero sin perder el
recuerdo de ese vínculo.

Tabla 2: Elaboración del duelo 12.

Como indica la Guía SECPAL para familiares en duelo:

“El duelo es un proceso de cambio y con la muerte termina una vida, pero no una
relación. Ésta se modifica de una relación de presencia a una de ausencia, pero la
desaparición de alguien a quien amamos no nos obliga a olvidarlo” 12.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

2.3. FASES Y TIPOS DE DUELO

Existen varios modelos para entender el duelo, los cuales han sido explicados por
diferentes autores. En todos ellos se describe el proceso de duelo que se debe pasar
por una serie de fases para poder superarlo, ya sea a nivel individual, acudiendo a un
profesional o a un grupo de apoyo.

Diversos autores, como Bowlby, Parkes, Engel, Sanders, Worden o Rando han
investigado sobre las distintas etapas de un duelo. Han llegado a la conclusión de que
presentan elementos comunes aunque con ciertos matices, como es el número de
fases en las que no están de acuerdo, ya que unos piensan que la persona debe pasar
por más etapas que otros. En lo que sí están de acuerdo es que estos períodos son un
proceso, son variables, pueden solaparse, no son cronológicos ni fases fijas, es decir,
no se percibe un cambio entre cada una de ellas, puesto que cada persona es
diferente y cada duelo es individual 12, 14.

La teoría de Bowlby “describe el desarrollo psicoemocional sano en el ser humano” 14.


La persona desarrolla de manera involuntaria unos vínculos. El mantenimiento de
estos apegos se considera motivo de confianza, si éstos se ven amenazados o se
rompen provocan múltiples reacciones emocionales, dando lugar al duelo.

En paralelo, se encuentra Parkes y “su teoría de constructos personales, sugiriendo


que la experiencia de duelo da lugar a grandes cambios en el espacio vital del
individuo. La persona establece vínculos afectivos con los elementos de su espacio
vital y los vivencia como propios” 14.

Tanto Bowbly como Parkes entienden las etapas como un proceso secuencial en el
que existen fluctuaciones entre ellas. A continuación se nombran las cuatro fases
defendidas por ambos autores:

 Fase de aturdimiento o etapa de shock. Es la primera etapa del duelo, en la


que la persona que la padece siente que todo es mentira, como si nada
hubiera sucedido. Se podría definir como una evitación de la realidad. Se
presentan sentimientos de incredulidad y confusión. Puede durar desde
varias horas a semanas. Las sensaciones normales que aparecen son de
tristeza y desconsuelo. Este shock es un mecanismo de defensa del
organismo, para dar tiempo de reacción para asumir la nueva situación. Es
una reacción normal mientras no se prolongue demasiado en el tiempo.

 Fase de anhelo y búsqueda. Es la segunda etapa del duelo. La persona


desea reencontrarse con el fallecido, puede aparecer inquietud e
irritabilidad, incluso agresividad con la consiguiente pérdida de confianza y

14
Duelo en situaciones especiales Irune López García

autoestima. Se podría definir como la toma de conciencia de la pérdida y la


asimilación de la nueva situación. Se produce la negación de la pérdida.
Puede durar de meses a años. Se caracterizan la aparición de
sentimientos de rabia y enfado hacia el entorno y hacia uno mismo. Si los
sentimientos nombrados anteriormente son intensos o se mantienen en el
tiempo se podría hablar de un duelo patológico.

 Fase de desorganización y desesperación. Es el tercer período del duelo, en


la que aparece una desilusión con sentimientos depresivos. Se podría
definir como la asimilación de que el fallecido no va a volver, lo que lleva a
sentir un vacío y una enorme soledad. Pueden aparecer momentos de
llanto incontrolados. También puede experimentar apatía y desinterés. En
esta etapa se produce una predisposición al autoabandono y al aislamiento
del estilo de vida actual, puesto que todavía no se ha adaptado a la
reciente circunstancia.

 Fase de reorganización. Es la cuarta y última etapa del duelo. Se podría


definir como la concienciación de la pérdida y la adaptación de nuevos
patrones de vida sin el fallecido. Es necesario comenzar a realizar nuevos
vínculos afectivos y ayudarse de los recursos necesarios para ello. Es la
etapa en la que la persona empieza a restablecer su estilo de vida
personal. Si no se llega a este período se puede llegar a cronificar el duelo
de forma patológica, que en muchas ocasiones se relaciona con el
estancamiento de la negación de la muerte en la segunda etapa 14.

No se precisa de una duración concreta, sino de que se hayan completado las etapas
del duelo. Pero sobre todo, se considera que ha finalizado cuando la persona es capaz
de recordar al fallecido sin dolor ni sufrimiento. Si esto no es así, se plantea la
derivación hacia un duelo patológico, ya que el conjunto de procesos psicológicos y
psicosociales se han extendido en el tiempo o incluso derivan a un problema
psiquiátrico 5.

La elaboración de un duelo es saber dar el último adiós a la persona fallecida, pero


también es aprender a aceptar que la vida sigue con la presencia de esa pérdida. De
tal forma, que si la persona que presenta el duelo no reconoce su situación actual tras
pasado un tiempo, puede darse el riesgo de padecer un cuadro de depresión 5.

Es necesario saber las manifestaciones y las etapas del duelo para poder reconocer
en qué fase se encuentra la persona, sabiendo si son o no correctos esos sentimientos
y de esta manera poder prevenir un posible duelo patológico 12, 14.

Se cree que los individuos que durante su infancia no hayan sido enseñados ni
tampoco hayan aprendido a ser personas independientes, en su período de adultez

15
Duelo en situaciones especiales Irune López García

van a tener mayores complicaciones para dejar ir y soltar relaciones, es decir aprender
a ser libres emocionalmente, son los denominados dependientes emocionales, por lo
tanto tienen mayor dificultad para elaborar el proceso de duelo 14.

Existen varios tipos de duelo descritos por distintos autores como Worden, Rolland,
Bowbly, García-García, entre otros. Se nombran a continuación según el orden de
importancia:

o PREDUELO: Es un proceso que se inicia de manera involuntaria e instintiva


desde el momento de diagnóstico de una enfermedad. Depende de la
aceptación o no de ésta y la persona a la cual afecte este suceso. Es el
denominado duelo familiar, pero también el duelo del paciente que se percibe
como una falta de salud, de integridad física, de imagen corporal, de
independencia, de autoestima, de autoconcepto, de vida profesional y
personal, de planes de futuro, de libertad, etcétera.

o DUELO ANTICIPADO: Empieza antes de la muerte, cuando se recibe un


pronóstico de enfermedad. El familiar del paciente se va preparando
inconsciente a la despedida, dándose paso a la tristeza, pero también a la
adaptación al nuevo rol a lo que ocurrirá en un corto período de tiempo. Es un
tipo de duelo habitual cuando el familiar padece una enfermedad terminal,
aunque todavía el enfermo no haya fallecido.

o DUELO INHIBIDO O NEGADO: También se denomina duelo ausente,


enmascarado, evitado, reprimido o no liberado. El familiar no afronta la realidad
del paciente y por tanto tampoco acepta su pérdida. Esto da lugar a que el
duelo no se produzca. Se produce un embotamiento afectivo con una falta de
emoción consciente. Esto conlleva a sufrir una conducta que silencia una
sintomatología fóbica hacia todo el entorno del difunto, deshaciéndose de todo
lo que le recuerde al fallecido. Presenta una actitud tensa, está disgustado y
rencoroso hacia los demás que le puede provocar una crisis psicológica.
Asimismo, pueden mostrar un comportamiento dependiente o, en cambio, un
acentuado aislamiento.

o DUELO CRÓNICO: Es el duelo que presenta una excesiva duración. Puede


mantenerse toda la vida, por lo que su final nunca es satisfactorio. La persona
se siente incapacitada a restaurar su vida la cual gira en torno al difunto y se
considera una ofensa hacia el fallecido retomar su vida con naturalidad. Es
frecuente encontrar hábitos desorganizados con evolución a episodios de
ansiedad, depresión, alcoholismo, entre otros. Esto se produce porque la
relación con la persona fallecida ha sido de una gran dependencia.

16
Duelo en situaciones especiales Irune López García

o DUELO PATOLÓGICO: Es el denominado “duelo complicado”, no resuelto,


crónico, retrasado o exagerado. Depende de la intensidad y de la duración con
conductas desadaptativas o sin avanzar en el proceso de resolución del duelo.
Se considera que hay riesgo de padecerlo cuando la persona no es capaz de
realizar sus actividades básicas de la vida diaria, cuando no se interesa por
ningún vínculo afectivo que no sea el del fallecido o cuando la intensidad y la
duración permanece constante con la única rememoración de la persona
fallecida 5, 7, 14.

Aparecen otros tipos de duelos relacionados con situaciones especiales, como


duelo por pérdida ambigua que se relaciona por ejemplo con personas
desaparecidas en conflicto, individuos raptados, etcétera y duelo asociado a
psicopatología, en el que hay tendencia a padecer algún tipo de trastorno por
sufrir un hecho traumático. Son los explicados a continuación 7:

o DUELO POR PÉRDIDA AMBIGUA: Hay dos tipos de pérdida ambigua o dudosa.
En primer lugar, se da cuando los familiares de un individuo notan como
ausente físicamente, pero está presente emocionalmente puesto que no se
sabe si la persona está viva o no. Son ejemplos: militares desaparecidos en
combate, niños secuestrados, divorcios, adopciones, etcétera. Y en segundo
lugar, se da cuando se percibe al individuo físicamente presente, pero
psicológicamente ausentado, como: Alzheimer, drogadictos, enfermos
mentales crónicos, entre otros.

Es una situación desconcertante y quién la padece se siente desorientado. La


incertidumbre evita que los individuos se adapten a la dudosa pérdida y al estar
en una situación paralizada no se puede realizar el duelo, por lo que no existe
proceso de duelo y la validación social es escasa. La pérdida ambigua se
prolonga indefinidamente provocando un agotamiento físico y psicológico.

o DUELO ASOCIADO A PSICOPATOLOGÍA: El duelo es un proceso natural, no


es patológico, pero puede originar psicopatología. Algunos individuos
presentan mayor tendencia a padecer algún tipo de alteración psicopatológica
por sufrir un suceso traumático, como puede ser la pérdida de un ser querido
que puede actuar como desencadenante.

Los perfiles de psicopatología más comunes en relación con el proceso de


duelo son el estrés postraumático, la depresión, los trastornos de ansiedad y
los trastornos adaptativos, como: paranoide, maníaco, somático, depresivo y
obsesivo.

17
Duelo en situaciones especiales Irune López García

2.4. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: DUELO NATURAL, DUELO


PATOLÓGICO Y DEPRESIÓN

La diferencia entre padecer un duelo natural o un duelo patológico se caracteriza en


dos conceptos, la intensidad y la duración de la reacción emocional. Por consiguiente,
es posible indicar que existe un duelo “normal” y otro “patológico” en función de la
duración y la intensidad del mismo, como se manifiestan en la Tabla 3.

DUELO NATURAL DUELO PATOLÓGICO

a) Momento de Semanas o meses después


A los pocos días del (duelo retrasado)
aparición fallecimiento No aparición del duelo
(negación del duelo)

b) Intensidad Incapacitante durante


Incapacitante durante días
semanas

Negar aspectos de la
muerte, circunstancias, Negar la muerte del fallecido,
características del fallecido creer que vive
(idealización)

Identificase con el fallecido


(imitando rasgos, Creer que se es el fallecido
atesorando pertenencias)

Oír la voz, ver u oler al


fallecido de forma efímera y Alucinaciones complejas y
c) Características momentánea. Reconoce estructuradas
que no es real

Padecer síntomas Creer que se va a morir de la


somáticos similares a los misma enfermedad.
que causaron la muerte del Acudir continuamente al
difunto (identificación) médico por esa causa

Desarrollar conductas en Establecer conductas


relación al muerto anormales (conservar cenizas,
culturalmente aceptables poner altares, visitar el
(luto temporal, etc) cementerio diariamente)

Tabla 3: Diagnóstico diferencial de duelo natural y duelo patológico 6.

18
Duelo en situaciones especiales Irune López García

El duelo complicado o patológico no estaba incluido en la clasificación del Manual


diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-IV-TR, ya que no había
habido consenso. Este duelo es difícil de diferenciar de la depresión, el trastorno de
estrés postraumático o la ansiedad, que en ocasiones están relacionadas con el
proceso de duelo.

Para poder diagnosticar el duelo complicado clasificado como “Trastorno por duelo
prolongado”, se pueden utilizar los criterios propuestos por el grupo de trabajo de
Prigerson y cols. Los cuales han elaborado los criterios del duelo patológico, con el
objetivo de poder introducirlos en la quinta edición de Diagnostic and Statistical Manual
of Mental Disorders, es decir, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales (DMS-V) de la American Psychiatric Association. Los criterios son los
descritos en la Tabla 4.

CRITERIOS DE DUELO COMPLICADO (Prigerson y cols.)


CRITERIO A Evento: duelo (pérdida de alguien significativo).

Ansiedad por la separación: presentar, diariamente o de manera


intensa, añoranza por el ser querido perdido (por ejemplo: anhelar su
CRITERIO B presencia, tener intensos sentimientos de dolor emocional, pena o
“punzadas” de aflicción en relación a él/ella, recordar su ausencia
con un enorme y profunda tristeza o padecer sufrimiento emocional o
físico por el deseo –no satisfecho- de reunirse con él/ella).

Síntomas cognitivos, emocionales y conductuales: presentar a


diario o intensamente al menos 5 de los siguientes síntomas:
1.Estar confuso acerca de cuál es el papel de uno en la vida, o
sentir que se ha muerto una parte de sí mismo.
2.Dificultad para aceptar la realidad de la pérdida.
3.Tratar de evitar todo lo que le recuerde que su ser querido ha
muerto.
4.Sentirse incapaz de confiar en los demás desde el
CRITERIO C fallecimiento.
5.Estar amargado o enfadado en relación con el fallecido.
6.Sentirse mal por seguir adelante con su vida (por ejemplo,
hacer nuevas amistades o interesarse por cosas nuevas).
7.Sentirse frío e insensible –emocionalmente plano- desde el
fallecimiento.
8.Sentirse frustrado en la vida, vacío y sin sentido desde la
pérdida.
9.Sentirse como “atontado”, aturdido o conmocionado desde la
pérdida.

CRITERIO D Duración: el diagnóstico no debiera hacerse hasta que –por lo


menos- no hubieran transcurrido 6 meses desde la pérdida.

19
Duelo en situaciones especiales Irune López García

Deterioro: el trastorno causa un deterioro clínicamente significativo


CRITERIO E en lo social, laboral u otras áreas importantes de la vida (por ejemplo,
responsabilidades domésticas) de la persona en duelo.

Relación con otros trastornos mentales: la sintomatología no se


CRITERIO F explica por un Trastorno Depresivo Mayor, un Trastorno por
Ansiedad Generalizada o un Trastorno por Estrés Postraumático.

12
Tabla 4: Criterios de duelo complicado (Prigerson y cols.) .

Cuando se produce durante un duelo un trastorno depresivo mayor, se acentúa el


riesgo de sufrimiento, sentimientos de incapacidad, pensamientos suicidas,
disminución laboral y personal, también se incrementa el riesgo de sufrir un Trastorno
por duelo persistente, es decir, un duelo complicado y además una depresión que está
más vinculada al duelo y es más probable su diagnóstico en individuos con historial
familiar de episodios depresivos.

Los síntomas depresivos unidos al duelo responden con los mismos tratamientos
farmacológicos y psicosociales que los síntomas depresivos no asociados al duelo.
Generalmente, las personas sufren un proceso de duelo sin desarrollar un trastorno
depresivo mayor, aunque la evidencia indica que se debería incluir como uno de los
factores de estrés que puede desencadenar un episodio depresivo mayor 6.

La depresión se puede definir como un conjunto de síntomas afectivos, es decir,


tristeza patológica, apatía, anhedonia, desesperanza, decaimiento, irritabilidad,
sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las demandas de la vida. Se
produce una afectación física y psicológica, aunque la persona se ve mayormente
perjudicada a nivel emocional.

El diagnóstico de un trastorno depresivo de puede analizar en datos observacionales


poco concretos, como el deterioro de la apariencia en el aspecto personal, el
enlentecimiento psicomotriz, el tono de voz disminuido, las facciones tristes del rostro,
el llanto espontáneo, el descenso de la atención, las alteraciones del sueño, el
pensamiento de ideas pesimistas, tales como, culpa, hipocondría, entre otras. El
origen para diferenciar estos cambios patológicos de los naturales, se encuentra en la
continuidad de la clínica, la gravedad y el grado de deterioro fisiológico y social.

La depresión puede comenzar a cualquier época de la vida, pero su máxima


prevalencia se encuentra entre los 15 y los 45 años, lo cual tiene una gran influencia a
nivel educacional, en el ámbito profesional, en la productividad, en el funcionamiento y
en las relaciones personales. Aunque la sintomatología se modifica con la edad: los
jóvenes muestran síntomas de comportamiento y conducta, en cambio los adultos
presentan más síntomas físicos y corporales.

20
Duelo en situaciones especiales Irune López García

En la quinta edición de la clasificación del DSM-V no existen cambios significativos


frente a la cuarta edición DSM-IV-TR para el episodio de depresión mayor. Lo más
característico sigue siendo el período de al menos 2 semanas consecutivas en el que
el individuo manifiesta un mínimo de 5 síntomas de los cuales 1 tiene que ser estado
de ánimo depresivo y/o disminución del interés o placer por todas o casi todas las
actividades. A continuación, se describen los criterios diagnósticos de Trastorno de
depresión mayor según DSM-V 16:

Criterio A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes


durante el mismo período de dos semanas y representan un cambio de
funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo
depresivo o (2) pérdida de interés o de placer.

(1) Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días,
según se desprende de la información subjetiva o de la observación por parte
de otras personas.

(2) Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de
la información subjetiva de la observación).

(3) Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso, o


diminución del apetito casi todos los días.

(4) Insomnio o hipersomnia casi todos los días.

(5) Agitación o retraso psicomotor casi todos los días.

(6) Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.

(7) Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede


ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por
estar enfermo).

(8) Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar


decisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la
observación por parte de otras personas).

(9) Pensamientos de muerte recurrentes (no solo miedo a morir), ideas suicidas
recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico
para llevarlo a cabo.

Criterio B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro


en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Criterio C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una


sustancia o de otra afección médica.

21
Duelo en situaciones especiales Irune López García

Criterio D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno


esquizoafectivo, esquizofrenia, trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro
trastorno específico o no especificado del espectro de la esquizofrenia y otros
trastornos psicóticos.

Criterio E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.

2.5. DUELO SEGÚN LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA MUERTE

Según el tipo de muerte da lugar a padecer una mayor o menor dificultad para elaborar
el duelo como se observa en el diagrama de barras de la Figura 1.

DIFICULTAD
Dificultad para asumir la
PARA
ELABORAR
pérdida
EL DUELO

Natural Accidente Suicidio Homicidio

TIPO DE MUERTE

Figura 1: Escala NASH. Dificultad para elaborar el duelo según el tipo de muerte
6,13
.

En nuestra sociedad, los términos dolor, enfermedad y muerte son algo inevitable. No
se puede negar, ya que todos los individuos sufren a lo largo de su vida la muerte de
algún ser querido.

Nadie está preparado para saber qué hacer, qué decir y cómo afrontar la muerte de un
familiar o de una persona cercana. Si ya es complicado enfrentarse a una muerte
esperada, si ésta es repentina la sensación de sufrimiento y dolor es inexplicable.

Para poder comprender el concepto de muerte se deben tener en cuenta una serie de
vocablos, citados a continuación: universalidad, quiere decir que todos los organismos
mueren; irreversibilidad, significa que si se está muerto no se puede volver a vivir; no
funcionalidad, es decir, si un individuo fallece su cuerpo ya no funciona; causalidad, se
entiende que ha habido un motivo por el cual se ha producido la muerte; continuación
no corpórea; se interpreta como el vacío del cuerpo físico tras la muerte.

22
Duelo en situaciones especiales Irune López García

Por lo tanto, teniendo en cuenta lo anterior, hay que entender que la pérdida de una
persona produce una serie de cambios y se debería empatizar con los individuos que
los padecen, así como comprender los sentimientos y emociones por los que están
pasando.

En los procesos de duelo existen aspectos comunes que sufren todas las personas
que pierden a un ser querido, sin embargo aparecen otras características que varían
según los individuos y dependen de factores individuales, ya sea debido al familiar, al
fallecido o al entorno 13.

Si la muerte es esperada el duelo es doloroso, aunque se sufren las reacciones físicas


y emocionales naturales de un proceso de duelo. Cuando la muerte es súbita, como
una muerte traumática por un accidente de tráfico o laboral, por un homicidio, o por un
suicidio, la sensación tanto física como psicológica es elevada a la muerte esperada.
En el caso de una persona desaparecida y sin rastro de su cuerpo, el dolor y la
dificultad de los familiares para poder elaborar el proceso de duelo es
considerablemente más complicado 6, 13.

A continuación, se explica por orden de menos a más de importancia, lo traumático de


un duelo según la muerte que se produzca, es decir, muerte traumática, suicidio, y
personas desaparecidas 13.

2.5.1. DUELO POR MUERTE TRAUMÁTICA

Según la Real Academia de la Lengua Española (2000) se define muerte como “la
cesación o terminación de la vida”. “En pensamiento tradicional, la separación del alma
y del cuerpo”, es decir, “morir es llegar al término natural de la vida” 17. En cambio, las
muertes traumáticas, se pueden producir por diferentes motivos, como son:
asesinatos, homicidios, ajustes de cuentas, accidentes de tráfico o laborales y en
cualquier situación en la que haya habido violencia o intención de muerte 6, 13.

Las muertes súbitas son más complicadas de elaborar que cualquier otra muerte, ya
que no existe un previo aviso de la proximidad de muerte. Presenta unas serie de
características fundamentales:

 Dejar al superviviente con la sensación de irrealidad o incredulidad: produce que


la persona se encuentre insensible o aturdido.

 Exasperar los sentimientos de culpa: da lugar a un gran sentimiento de fallo por


su parte hacia el fallecido, lo cual provoca una gran culpabilidad.

23
Duelo en situaciones especiales Irune López García

 Necesidad de culpar a alguien: la mayoría de las veces es la persona más cerca


la que se convierte en el blanco de la responsabilidad.

 Implicación de las autoridades médicas y legales: no es posible empezar a


eleborar el duelo, ya sea por la necesidad de realizar la autopsia, un juicio por
el presunto implicado con aplazamientos.

 Sensación de impotencia en el superviviente: se puede proyectar hacia el propio


personal sanitario u otros profesionales.

 El superviviente presenta agitación y manifiesta sensación de lucha-huida.

 Asuntos no resueltos: es una parte importante de preocupación que produce


remordimientos.

 Incremento de la necesidad de entender lo que ha pasado y por qué una


persona puede morir de esa manera tan inesperada: se intenta buscar una
explicación, una causa y un culpable. Esto crea dudas a nivel religioso.

Las muertes inesperadas se asocian con expresión depresiva más profunda y


perdurable que cualquier tipo de muerte esperada. Esto puede agudizar enfermedades
ya padecidas o aparecer nuevas dolencias. Asimismo se contempla una mayor
reiteración de conductas de riesgo en las personas que padecen el duelo, como es el
elevado consumo de alcohol, tabaco e incluso psicofármacos.

Si la muerte ha ocurrido en un accidente de tipo natural, como puede ser, huracanes,


derrumbes, terremotos o los causados por accidentes de coche, marítimos, entre
otros, provoca en la persona que tiene que desarrollar el duelo, un conjunto de
reacciones que pueden complicarlo por ser una muerte traumática. Sin embargo, en
muchos casos, se ha comprobado que aunque haya sido una muerte accidental o con
desfiguración del cuerpo, ver esa zona o toda ayudará a iniciar el proceso de duelo, es
decir, esto significa que se ha hecho frente a la realidad de la pérdida 6, 13.

Es importante para disminuir la complicación de un proceso de duelo en los familiares,


una correcta Comunicación de Malas Noticias (CMN). Hay que tener en cuenta dos
ideas: debe pasar poco tiempo desde que se conoce la noticia hasta que se notifica y
la persona quién comunica el suceso a la familia es un oficial de la guardia civil o de la
policía, lo que habitualmente asusta.

24
Duelo en situaciones especiales Irune López García

Una adecuada Comunicación de Malas Noticias (CMN) consta de tres partes definidas
a continuación:

 Antes de la CMN: es necesario seleccionar la información de lo sucedido,


según Muñoz y cols 13. Si es posible dar la noticia en un lugar tranquilo, con
luz natural, sin olores ni ruidos, ventilado, amplio, es decir, con buenas
condiciones de confortabilidad. Ante todo se debe valorar las características
sociopersonales y los rasgos de afrontamiento de los familiares.

 Durante la CMN: al iniciar el diálogo con la familia hay que ir detectando qué
saben y qué quieren saber sobre lo que ha pasado, como dice Muñoz y
cols, y Buckman. También hay que ofrecer la información paulatinamente
con un correcto lenguaje, ayudándose de pausas reflexivas. Expresando
interés, paciencia y ante todo seguridad.

Se debe disminuir los hechos que den lugar a sufrimiento, angustia, dolor o
agonía, aunque sin minimizar los contenidos lo cual puede producir mayor
ansiedad, como comenta Muñoz. Dar la confianza necesaria de que se
realizaron los métodos y técnicas humanamente posibles de las que se
disponía para salvar la vida.

 Después de la CMN: entender y favorecer la manifestación de sentimientos y


emociones. Respondiendo a las preguntas necesarias y respetando los
silencios y el tiempo necesario de estar a solas. Emplear los conceptos de
“fallecido”, “difunto”, o “muerto” para que los familiares vayan aceptando
esa pérdida como algo real.

Como se ha comenta anteriormente, hay que dar la posibilidad a la familia


de despedirse, para ello facilitar la visión del cuerpo y el acompañamiento
en este reconocimiento, favorece el duelo. Ofrecer los recursos necesarios
para afrontar esta situación, ya sea asistencia médica, religiosa,
psicológica, o contacto con profesionales de apoyo. Se debe valorar un
seguimiento psicológico de la familia.

Las muertes repentinas y traumáticas demandan una intervención más específica y


personal. La actuación en estos casos debe ayudar a aceptar la realidad del suceso.
La mayoría de veces, la intervención psicológica y el duelo empiezan en la misma
zona del fallecimiento, es decir, en el hospital, en el lugar de la catástrofe, o en la
vivienda de los familiares 26.

25
Duelo en situaciones especiales Irune López García

2.5.2. DUELO POR SUICIDIO

En 1976, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el suicidio como “todo acto
por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, o un daño, con un grado
variable de la intención de morir, cualquiera que sea el grado de la intención letal o de
conocimiento del verdadero móvil” 6.

Datos de la OMS indican que anualmente alrededor de 800.000 personas se quitan la


vida y muchas otras lo han intentado. Cada uno de los suicidios es una desgracia para
las familias, la comunidad y los países con las consecuencias que conlleva. El acto
suicida puede suceder a cualquier edad, en 2015 fue la segunda causa de muerte
entre los 15 y los 29 años en todo el mundo.

El suicidio no sólo se da en los países de elevados ingresos, sino que es un hecho


global que afecta a todas las zonas del mundo. En 2015, cifras superiores al 78% de
los actos suicidas se dieron en países con bajos y medios ingresos.

El suicidio es un importante problema de salud pública. Se puede prevenir a partir de


intervenciones adecuadas, basadas en datos fiables y de bajo coste. Para que las
respuestas nacionales sean eficaces se requiere un programa de prevención del
suicidio a nivel sectorial e integral 18, 22.

Según Worden 13, cuando se produce una muerte por suicidio, los sentimientos y
emociones de los familiares son parecidos a otros tipos de fallecimiento, aunque con
ciertas diferencias:

 Vergüenza: es uno de los más llamativos dentro del suicidio. Este sentimiento
provoca humillación en los familiares de las víctimas. Tienen miedo de qué
pensarán los demás, como por ejemplo, sus vecinos y amigos. Se crea un
sentimiento de hostilidad hacia uno mismo.

Se puede inclinar en dos vertientes: como respuesta a un hecho de la


persona del que no se siente orgullosa o hacia la acción no realizada de
ese individuo, el cual piensa que no ha podido evitar el acto suicida de su
familiar, sintiéndose avergonzado. En conclusión, se tiene vergüenza
cuando se provoca una sensación de inferioridad, se ha fallado o se tiene
miedo de fallar en alguna situación o se piensa que los demás han
destapado nuestra imperfección.

 Culpa: se considera junto con la culpa una de las emociones más comunes
del suicidio. Este sentimiento puede ser en primer lugar: la culpa es normal
cuando aparece como respuesta a una acción con atención apropiada, es
decir, se denomina “culpa adecuada” que sirve de ayuda a la elaboración

26
Duelo en situaciones especiales Irune López García

de la pérdida, favorece el perdón hacia uno mismo y a los demás. Sentirse


mal frente a una falta, un error o un delito es sano.

En segundo lugar, la culpa es anormal cuando el sentimiento dificulta la


relación con uno mismo y con los otros, es decir, se designa “culpa tóxica”
que puede llegar a la autodestrucción de la persona. La persona se
encuentra con un malestar continuo que puede ir incrementándose, incluso
en ocasiones, llegar al suicidio.

Existe la culpa patológica que se da cuando aparece un cuadro clínico


mental, concretamente puede manifestarse una depresión clínica.

Sin embargo, en la situación del suicidio surge la duda en los familiares de


sí se hizo lo suficiente para evitar el acto suicida. Se intenta explicar lo
inexplicable buscando un razonamiento a la sin razón del suicido. La culpa
manifiesta diversos sentimientos, como llanto constante, abandono de la
higiene personal, nostalgia y en ciertos momentos ideas autodestructivas.

 Enfado: los familiares de un suicida entienden la muerte como una negación,


con sentimientos de ira. Se sienten defraudados con ellos mismos. Cuando
existe una baja autoestima las emociones son más perjudiciales y
desmesuradas.

 Miedo: este sentimiento está asociado a los pensamientos autodestructivos


del familiar de un suicida. La sensación autodestructiva provoca tentativas
autolíticas cuando se han dado intentos en la propia familia.

Es muy común el miedo al abandono por parte del familiar, que puede
llegar a sentirse culpable, con matices de agresividad. También se produce
un bajo apoyo a nivel social, dando lugar a una mayor dificultad de la
elaboración del duelo que en otras muertes.

 Pensamiento distorsionado: los familiares para poder aceptar el suicidio


necesitan creer que la conducta suicida ha sido una muerte accidental.
Ver la muerte como un suicidio les dificulta la aceptación, a corto plazo
puede ser eficaz, pero pasado largo tiempo sólo produce dificultad para
asumir la pérdida y la elaboración de un correcto duelo. Si esto no es así
puede incluso llegar a padecer un duelo patológico 13, 19, 20.

El duelo por suicidio corresponde a una muerte súbita e imprevista. En nuestra


sociedad este tipo de fallecimiento es improcedente, es decir, socialmente no es
aceptable. En ciertos casos, puede llegar a producirse un duelo patológico si ese duelo

27
Duelo en situaciones especiales Irune López García

se cronifica en el tiempo 19. La muerte por suicidio es un hecho para el que nadie está
preparado, este acto se vive como un quebrantamiento de las leyes naturales, una
infracción de las normas de la sociedad y de la religión 21.

Cuando se produce un duelo suicida, se rompe la estabilidad familiar. Según la OMS


cada acción suicida involucra como mínimo a 6 personas, las cuales son denominadas
supervivientes, o sea, son los individuos que de manera directa o indirecta han tenido
relación con la persona suicida 19.

Uno de los riesgos que se tienen que tener en cuenta en la conducta de un suicida es
la depresión. Según la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el
Adulto, el riesgo de suicidio es cuatro veces mayor en los individuos que padecen una
depresión comparándolo con la población general y es veinte veces mayor cuando
aparece una depresión grave.

Hay diferentes factores asociados con el grave riesgo de suicidio en pacientes con
depresión, como es el sexo masculino, la historia familiar con patológica mental,
intento previo de suicidio, los niveles graves de depresión, la presencia de
desesperanza y los trastornos de ansiedad y abusos de tóxicos. También aparecen
otros factores como el trastorno límite de la personalidad y los niveles elevados de
impulsividad y agresividad 16.

2.5.3. DUELO POR PERSONAS DESAPARECIDAS

Existen gran cantidad de circunstancias en las que se elabora duelo por desaparición,
como catástrofes naturales, secuestros, marineros ahogados, alpinistas sepultados,
víctimas de terremotos, guerras civiles, países con conflictos armados, entre otros 13.

Esta situación es complicada para la familia y amigos de la persona desaparecida,


sobre todo cuando se retiran de la zona donde puede estar el cuerpo, tras muchos
días de búsqueda con ayuda de las fuerzas del orden público y de vecinos. Lo cual
aumenta la inseguridad y la impotencia de los familiares. También pueden aparecer
enfrentamientos entre los que quieren continuar y los que no y cerrar el dispositivo, lo
que incrementa el sufrimiento y la angustia de las personas.

La ley en España exige que pasen 10 años, sin tener ningún indicio ni pista, para
declarar oficialmente la muerte de una persona desaparecida. Esto influye a nivel
legal, económico dificultando las herencias, pensiones de viudedad, orfandad,
etcétera, pero sobre todo a nivel emocional.

Por consiguiente, si el hecho de la desaparición es de ámbito público el dolor de los


familiares se incrementa, puesto que la cantidad de individuos que van a dar su
opinión sobre el caso se dispara considerablemente y además en cada programa de

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

televisión que se hable del tema, van a volver a “re-experimentar la desaparición” de


su ser querido.

De todas maneras, el hecho de que la desaparición de su familiar sea de


reconocimiento público mitiga el sufrimiento y el dolor que tiene como origen el miedo
a que la persona desaparecida sea olvidada.

Una característica que diferencia a los familiares de una pérdida por desaparición es la
perseverancia, es decir, la lucha incansable de reencuentro con su ser querido, toda
su energía está centrada en la búsqueda continua y sin descanso de algún signo de
vida o de no vida de su familiar. Puesto que la sensación que experimentan en que no
está muerto del todo, lo cual rememora los últimos momentos de la persona
desaparecida, de la ropa que llevaba puesta, de la reacción cuando se dieron cuenta
que ya no estaba.

El duelo por persona desaparecida es el más difícil de elaborar y se tarda en iniciar,


debido a que no se tiene la presencia de su cuerpo fallecido. Aparece mayor apego a
ciertos objetos personales del desaparecido y se mantienen durante largo tiempo, con
bastante dificultad para deshacerse de sus cosas, por si algún día fuera a volver. Los
fenómenos de “aparición de alucinaciones” son más evidentes en los familiares y
amigos y “creen” ver a la persona desaparecida, se pueden sufrir visiones, como por
ejemplo ver la sombra, o incluso a la persona en su habitación o también oír su voz.

El duelo no se puede elaborar si no se tiene constancia real de que ha aparecido el


cuerpo sin vida, es decir, no se tiene un “permiso” personal ni social para iniciar el
proceso de duelo. Así que, es el cuerpo sin vida de la persona desaparecida la que da
ese “permiso” por la muerte irreversible del fallecido.

En ciertos casos, sin presencia del cuerpo, dadas las circunstancias de la muerte
sufrida y sin ningún indicio de vida, se puede considerar a la persona como muerta,
aunque la incertidumbre es constaste y con rumiaciones cognitivas por lo que pasó.
Así que, se recomienda, en situaciones en las que no haya posibilidades de que la
persona esté viva, elaborar un ritual de despedida que sirva para dejar ir a la persona
y concluir los asuntos pendientes.

Se debe establecer un lugar simbólico que represente a la persona, como puede ser
una roca, un banco de su parque favorito, una zona de la playa, etcétera, para que la
familia pueda si le apetece o lo necesita ir a dejar flores, a rezar o a hablar con la
persona pérdida. Es muy importante, el apoyo social en este tipo de duelo, ya que las
circunstancias son especiales y sentirse arropadas, acompañadas y comprendidas por
amigos y conocidos es necesario 13, 15.

29
Duelo en situaciones especiales Irune López García

2.6. ABORDAJE TERAPEÚTICO DEL DUELO

Según la Guía de atención al duelo SECPAL 12 y el Protocolo de intervención


psicológica en crisis ante situaciones de emergencias y catástrofes 26 se deben tener
en cuenta una serie de recomendaciones para realizar un adecuado protocolo de
atención al duelo:

I.Registrar en cada historia los familiares que muestren necesidades


personales y/o factores de riesgo de duelo patológico, obtenidas en las
entrevistas.
II.En el caso de que el familiar no necesite una atención especializada, cubrir
mediante un plan de actuación psicoeducativo las necesidades obtenidas
en el punto anterior.
III.Si aparece alto riesgo de complicación y es aceptado por el familiar, se
aconseja comenzar el apoyo por parte de un profesional Psicólogo.
IV. Es conveniente apoyar a la familia cuando existe una pérdida, poniendo
especial atención en la despedida, el sufrimiento por el que están pasando,
la cultura y la religión a la que pertenezcan.
V.Tras el fallecimiento es apropiado respetar durante el tiempo que sea
necesario la tranquilidad de la familia para el entierro, los trámites legales y
la reorganización familiar.

Dentro de un proceso de duelo se pueden diferenciar tres tipos de intervención:

I. Acompañamiento humano: cuando se produce una pérdida es complicado


aceptar y afrontar esta situación. Por eso es necesario conocer unas pautas de
actuación como sugerencias para acompañar a la persona que sufre el duelo.
Este acompañamiento lo puede realizar voluntariamente cualquier individuo
con formación previamente en la materia.

Se aconseja seguir una serie de aspectos para acompañar a la persona en


duelo, como son: familiarizarse con la situación de duelo, conocer y saber
utilizar técnicas para asesorar en el proceso de duelo, crear un vínculo con la
persona en duelo y la familia, investigar sobre el tipo de pérdida, escucha
activa, dar tiempo prudencial al dolor de la persona, omitir las frases hechas o
expresiones típicas, ayudar a reconocer y expresar emociones y sentimientos,
dar valor a la presencia y cercanía física respetando también los silencios, no
perder los contactos sociales después del fallecimiento y dar soporte continuo
al menos durante el primer año, permitirse los recuerdos positivos junto al
difunto, ayudar a escoger y tomar decisiones, amoldarse al modo y al tiempo
de cada duelo, trasmitir esperanza, implicar los recursos de la red comunitaria,
vecinos, equipo asistencial, entre otros, e identificar complicaciones y posibles
patologías, en el caso de tener que derivar a un profesional sanitario.

30
Duelo en situaciones especiales Irune López García

II. Asesoramiento psicológico: durante el duelo se pueden encontrar multitud de


complicaciones para resolver e identificar los sentimientos debido a la pérdida.
Esto dificulta la correcta elaboración del proceso de duelo y por tanto, la
recuperación de su vida personal y profesional.

En estos casos es necesaria una recomendación psicológica concreta de algún


profesional, ya sea, psicólogo, médico, enfermera, trabajador social, e incluso
complementar con la asistencia a un grupo de apoyo.

III. Psicoterapia en el duelo: el objetivo es identificar y solucionar los problemas


que dificultan la elaboración del duelo en individuos en los que ese proceso no
aparece, se encuentra estancado, es exagerado o prolongado. En otras
palabras, ante circunstancias de duelo patológico que se tiene que saber
diagnosticar y derivar. Esta tarea es exclusiva de profesionales de la
psicoterapia, con formación específica 7.

Por eso, teniendo en cuenta lo anterior, existen varios objetivos a llevar a cabo en la
intervención de personas en proceso de duelo. A continuación, se sintetizan en cinco
ideas fundamentales:

1.Mejorar la calidad de vida de la persona en duelo.


2.Disminuir el aislamiento social.
3.Aumentar la autoestima.
4.Disminuir la ansiedad.
5.Mejorar la salud psicológica.

Existen dos rasgos que indican la recuperación de la persona en duelo: el primero, es


la capacidad que tiene el individuo para recordar y hablar del fallecido sin lloro
desconsolado y con serenidad. El segundo, es la capacidad de aceptar la realidad de
la pérdida estableciendo nuevos vínculos afectivos y llevar a cabo la despedida,
afrontando con naturalidad los problemas de la vida 5, 7, 23.

Una de las maneras de saber si la persona se está recuperando, es comprobar qué


cantidad de tiempo dedica en pensar en el difunto. Ante todo, el primer paso para
poder superar un duelo es permitirse el dolor, aceptando la muerte de la persona
fallecida 5, 23.

2.6.1. GRUPOS DE APOYO AL DUELO

La filosofía de un grupo de ayuda se basa en la terapia grupal desde la certeza y


seguridad que para poder superar un proceso de duelo es más gratificante hacerlo
acompañados por personas que hayan pasado por la misma experiencia. Así se
sentirán que realmente escuchamos y comprendidos.

31
Duelo en situaciones especiales Irune López García

Estos grupos están formados por un profesional psicólogo o psicóloga, especialmente


formados en este tema aportando sus conocimientos y por un voluntario o voluntaria
que también aporta con su propia experiencia de la pérdida de su familiar. La imagen
del voluntario es muy significativa, puesto que se toma como referencia de apoyo en
un futuro.

Existen varios grupos de apoyo según el tipo de pérdida:

 Grupo de madres y padres: que han perdido un hijo, hija o varios. Es la


muerte más complicadas y dura de superar.
 Grupo de pareja: es la segunda muerte más dura de superar.
 Grupo de otras pérdidas: de hermanos, madres y padres.

Los grupos de ayuda tienen sesiones cada semana durante una hora y media. Son
grupos abiertos, con entrada y salida a opción libre. Aunque, mientras se acuda a las
sesiones se tiene que tener un compromiso de asistencia semanal que es importante
para la unión de todos los participantes del grupo. Cada una de las sesiones consta de
una estructura: al iniciar, se da la bienvenida a la sesión y se realiza un breve repaso
de la semana; después, se hace la presentación del tema de esa semana relacionado
con el duelo con la participación de los miembros del grupo; y para finalizar, se elabora
un breve resumen de la sesión y se da por concluida ésta hasta la próxima semana.

En los grupos de apoyo se trabajan los siguientes objetivos:

 Conectar con la realidad de la pérdida.


 Permitirse el dolor y superarlo: en este punto la figura del voluntario es un
ejemplo a seguir, ya que éste ha superado su dolor y los demás
también pueden.
 Permitir y respetar que cada miembro tenga su ritmo individual del
proceso de duelo con respecto al grupo.
 Entender y expresar los sentimientos y las emociones, sabiéndolos
reconocer para poderlos normalizar con actitud en la vida real.
 Establecer nuevos vínculos afectivos.
 Adaptación a la nueva vida tanto personal como profesional siendo
conscientes de la pérdida del ser querido 24.

En las situaciones especiales el proceso de duelo es más complicado. Por eso, el


experto que atienda este tipo de duelos debe estar preparado profesionalmente en
esta materia, conociendo los aspectos que hacen única cada experiencia y a cada
persona y familia 13.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

En el asesoramiento de duelo por muerte traumática, los profesionales se deben


centrar en:

I. Ayudar a crear la pérdida como real, manteniéndoles centrados en ella.


Evitar en la medida de lo posible, volver continuamente sobre las
circunstancias del accidente buscando en todo momento un culpable.
II. Manejar el sentimiento de culpabilidad, ayudándoles a confróntalo con la
realidad. Siendo ante todo respetuoso con las creencias y la cultura de
cada persona y familia.
III. Asesorarles para que se centren en los asuntos pendientes encontrando la
manera de resolverlos.
IV. Encontrar los significados a cada tipo de muerte que ha sufrido su familiar
con las implicaciones que conlleva y a las preguntas que les surjan.
V. No dar falsas esperanzas, ni decir que todo va a salir bien. Apoyarle
diciéndole que con ayuda podrá seguir adelante, aunque en este momento
no lo vea.
VI. Prevenir y evitar las conductas perjudiciales como, comer o beber
excesivamente, abuso de sustancias tóxicas, automedicación, inclusive
comportamientos autolíticos derivados de la sensación de culpabilidad 13.

En el duelo por suicidio, el profesional debe saber que es una muerte tabú, de la cual
es complicado hablar y las personas pueden sentirse reacios a expresar sus
sentimientos 13. Según Tizón 19, define unas acciones terapéuticas en este tipo de
pérdidas:

I. Poder expresar las culpas reales o no de las personas en duelo.


II. Replantear las negaciones, distorsiones cognitivas y los mitos de la familia.
III. Ayudar a afrontar los temores no reales.
IV. Afrontar los sentimientos de vergüenza, culpa, enfado, miedo, pensamiento
distorsionado.
V. Asumir la realidad del sentimiento de abandono.
VI. A nivel de grupo terapéutico, se puede crear un grupo de terapia a nivel de
familiares de suicidas, si hay suficientes personas en este tipo de muerte,
con supervisión profesional.
VII. En todos los casos, es necesario el contacto entre un experto y el familiar
de la persona suicida para poder tener una idea de la situación actual a la
que se debe enfrentar.

En el caso del duelo por personas desaparecidas es complicado de encontrar un


grupo de terapia, debido a que la intensidad de estas personas se centra en la
búsqueda de su familiar, puesto que aún no existe esa pérdida.

33
Duelo en situaciones especiales Irune López García

Aunque si esto fuera posible, lo que se tendría que tratar son dos ideas
fundamentales:

I. Ayudar a vivir con la inseguridad e incertidumbre de no encontrar a su familiar,


lo que provoca sentimientos de culpa y angustia. Junto con la sensación de
temor por el olvido de su ser querido.

II. Afrontar el dolor de la ausencia real de su familiar desaparecido.

Mantener durante largo tiempo un elevado nivel de sufrimiento y ansiedad, que


aunque pase el tiempo no disminuya, puede complicarse tanto a nivel psicológico,
mediante el desarrollo de una depresión, como a nivel físico 15.

2.6.2. DESMEDICALIZACIÓN DEL DUELO

Actualmente existe controversia en el asunto de utilización de medicación en el duelo.


Si se utiliza debe ser bajo la supervisión de un profesional y durante un corto período
de tiempo. En el caso de padecer insomnio se utilizarán hipnóticos y cuando se
produzcan elevados niveles de desconsuelo y agobio se utilizarán ansiolíticos.

Sólo en el proceso de un duelo complicado se utilizan antidepresivos, puesto que


están contraindicados en un duelo natural porque dificultaría su desarrollo, ya que se
debe pasar por la fase de desorganización y desesperación, permitiéndose el dolor. Si
esto no se cumple el duelo puede llegar a complicarse y dificultar su evolución 10. Por
lo tanto, es necesaria la desmedicalización del duelo, debido a que este proceso no es
una enfermedad, por lo que el uso continuado de los medicamentos se puede convertir
en una enfermedad de origen iatrogénico y lo que se debe hacer es tratarlo como lo
que es, un proceso natural de la vida 25.

2.6.3. NUEVA VISIÓN DEL DUELO

Según la Guía de duelo adulto para profesionales socio-sanitarios existe una nueva
concepción de éste. El duelo es un proceso natural que afecta en todos los niveles:
fisiológico, psicológico, emocional, cognitivo y conductual.

Se debe seguir una terapia correcta para que todos los niveles lleguen a un estado de
bienestar, dándose la oportunidad de crecimiento. Esta recuperación es individual,
familiar y comunitaria. Existen multitud de estudios que confirman que cuando el dolor
es demasiado elevado el individuo puede llegar a somatizar, afectando físicamente
debido a ese sufrimiento emocional.

En el ámbito de la Psicología se avanza hacia una nueva forma de analizar al ser


humano, valorándolo de manera más integral. Se debe tener en cuenta como un
conjunto: considerando físicamente, los ritmos del sueño o el apetito que ambos

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

parámetros son medidos por análisis clínicos, aunque también se le da valor a los
pensamientos, las creencias, los apoyos, el soporte social, entre otros. A todo esto que
ya se hacía, se le puede añadir un estudio de las redes neuronales implicadas en el
proceso de duelo. Esta forma de poder evaluar el estado del duelo es muy reciente,
casi se puede decir que es una tendencia, por lo que no existen aún estudios que
confirmen o desmientan esta existencia de redes neuronales implicadas en el proceso
de duelo.

De todas maneras, este tipo de estudios aparecen en el campo del estrés


postraumático lo que se piensa que en el futuro se pueda disponer de imágenes
cerebrales de los distintos momentos del proceso, para visualizar cómo el duelo se
bloquea o avanza, en otras palabras, se permitirá medir el estado en el que se
encuentra la persona en duelo.

Si en el futuro es posible disponer de estas imágenes para poder observar el estado


del proceso de duelo, la evaluación de la persona que está pasando por este estado
será más completa. Hasta entonces los profesionales se tienen que conformar con las
herramientas que se poseen para poder medir el duelo, intentando considerar al ser
humano desde el punto de vista biopsicosocial, es decir, desde una visión más
holística 15.

2.7. PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA (PAE)

El PAE es el Proceso de Atención de Enfermería, un plan sistemático y estructurado,


aceptado internacionalmente, dentro de la aplicación del método científico. Es utilizado
en la práctica asistencial, teniendo como objetivo ayudar a los profesionales a prestar
cuidados de manera individualizada para cubrir las necesidades reales o potenciales
del individuo, familia o comunidad.

Para poder realizar un adecuado plan de cuidados estandarizado, es necesaria la


utilización de un lenguaje enfermero común para todos los profesionales sanitarios,
para ello se usa la taxonomía NANDA-NOC-NIC, definiendo NANDA como los
diagnósticos de enfermería, NOC como los objetivos o resultados y NIC como las
intervenciones o actividades.

A continuación, a partir de la herramienta de trabajo en formato digital NNNConsult, se


crea un Plan de Cuidados de Enfermería para abordar terapéuticamente a los
familiares de duelo en situaciones especiales de muerte traumática, suicidio y
personas desaparecidas 27, 28.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

DIAGNÓSTICO NANDA [00136] Duelo

OBJETIVO NOC INTERVENCIÓN NIC

[5290] Facilitar el duelo


[1304] Resolución de la aflicción [5230] Mejorar el afrontamiento
[2600] Afrontamiento de los problemas [7140] Apoyo a la familia
de la familia
[5270] Apoyo emocional
[1305] Modificación psicosocial: cambio
de vida [5440] Aumentar los sistemas de apoyo
[4920] Escucha activa

DIAGNÓSTICO NANDA [00145] Riesgo de síndrome postraumático

OBJETIVO NOC INTERVENCIÓN NIC

[1405] Autocontrol de los impulsos


[5240] Asesoramiento
[1215] Conciencia de uno mismo
[6160] Intervención en caso de crisis
[1205] Autoestima
[5250] Apoyo en la toma de decisiones
[1704] Creencias sobre la salud:
[5300] Facilitar la expresión del
percepción de amenaza
sentimiento de culpa
[2505] Recuperación tras el abuso:
[5340] Presencia
emocional

DIAGNÓSTICO NANDA [00074] Afrontamiento familiar comprometido

OBJETIVO NOC INTERVENCIÓN NIC

[2600] Afrontamiento de los problemas [7040] Apoyo al cuidador principal


de la familia
[7110] Fomentar la implicación familiar
[2604] Normalización de la familia
[6160] Intervención en caso de crisis
[2206] Rendimiento del cuidador
[6482] Manejo ambiental: confort
principal: cuidados indirectos
[1211] Nivel de ansiedad [5370] Potenciación de roles
[1210] Nivel de miedo [5430] Grupo de apoyo
[2506] Salud emocional del cuidador
principal
[2601] Clima social de la familia
[2013] Equilibrio en el estilo de vida

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

DIAGNÓSTICO NANDA [00150] Riesgo de suicidio

OBJETIVO NOC INTERVENCIÓN NIC

[1409] Autocontrol de la depresión [5330] Control del estado de ánimo


[1408] Autocontrol del impulso suicida [6340] Prevención del suicidio
[2002] Bienestar personal [6486] Manejo ambiental: seguridad
[1862] Conocimiento: manejo del estrés [4354] Manejo de la conducta: autolesión
[1407] Consecuencias de la adicción a [5100] Potenciación de la socialización
sustancias psicoactivas
[4510] Tratamiento por el consumo de
[2003] Severidad del sufrimiento sustancias nocivas
[529] Facilitar el duelo
[4700] Reestructuración cognitiva
[7150] Terapia familiar

DIAGNÓSTICO NANDA [00172] Riesgo de duelo complicado

OBJETIVO NOC INTERVENCIÓN NIC

[1304] Resolución de la aflicción [5290] Facilitar el duelo


[1908] Detección del riesgo [5330] Control del estado de ánimo
[1204] Equilibrio emocional [4920] Escucha activa
[2011] Estado de comodidad: [5280] Facilitar el perdón
psicoespiritual
[1850] Mejorar el sueño
[1211] Nivel de ansiedad
[5480] Clarificación de valores
[1203] Severidad de la soledad

Este Plan de Cuidados de Enfermería (PAE), ha sido elaborado concretamente para


los familiares en duelo en situaciones específicas.

Son diagnósticos muy particulares que se han ido describiendo y explicando durante
todo el trabajo, los cuales hay que saber identificar correctamente, para poder
conseguir un buen abordaje enfermero.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

3. CONCLUSIONES
A través de la historia, se han ido dando diferentes cambios sobre la forma de morir y
la manera de afrontar la muerte. Actualmente, el concepto de muerte es rechazado y
es algo que se debería ver como una etapa más de la vida y no como el final de ésta 4.
Es importante implantar en el ámbito educacional los conocimientos necesarios para
ayudar a saber afrontar una pérdida desde la infancia.

Según Torroella 9, la materia “Educación para la vida” es el gran reto de la sociedad en


la enseñanza educativa a comienzos del siglo XXI. Se basa en tres postulados: la vida
es la asignatura principal a enseñar y aprender; la mayor riqueza de un individuo y de
un país son todos sus potenciales humanos y es mayor cuando cooperan; y
consecuentemente la tarea individual y social son importantes para el desarrollo, para
tener una vida más plena y con calidad mayor.

Con la “Educación para la vida” lo que se propone es implantar en las escuelas los
aprendizajes básicos para la vida, teniendo en cuenta tres ideas: aprender a vivir con
uno mismo, aprender a convivir y comunicarse con los demás, y aprender a afrontar la
vida. De esta manera, la preparación para la vida se puede definir como un conjunto
de aptitudes psicosociales e interpersonales, es decir, se proporcionan herramientas
para saber realizar una adecuada toma de decisiones, para poder relacionarse y
desenvolverse en su entorno de una forma más sencilla y eficaz. Lo mismo que ocurre
con los programas necesarios en nuestra sociedad y ya establecidos de la Educación
para la salud, con la Educación sexual y con la Educación vial.

Por lo tanto, con esta asignatura lo que se pretende es formar a los alumnos tanto
para la vida, poniendo en práctica las tres ideas principales expuestas anteriormente,
como para la muerte sabiendo afrontar los problemas y dificultades como puede ser
una pérdida, puesto que la muerte existe y no se debería omitir. En diferentes
asignaturas en el colegio, como es biología, los niños desde pequeños estudian el
ciclo de la vida de todos los seres vivos que es el siguiente: naces, crees, te
reproduces y mueres.

El duelo no es una enfermedad sino un proceso natural de adaptación ante una


pérdida, concretamente, es un conjunto de sentimientos y conductas que aparecen
como reacción emocional frente a la pérdida de una persona (familiar, amigo,
mascota), de un objeto (juguete en los niños pequeños), o de un evento significativo
(perder un trabajo). Es un proceso en el que predominan una serie de manifestaciones
normales a nivel cognitivo, afectivo, fisiológico y conductual 5, 25.

El proceso de duelo está formado por una serie de etapas que han sido descritas por
diversos autores, los cuales no se han puesto de acuerdo en el número de fases, pero
sí en que estas etapas son variables, aunque no son secuenciales ni fijas, es decir,

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

cada persona es diferente y se debe individualizar cada duelo. No existe una duración
concreta para elaborarlo, sino que cada individuo debe tener su propio ritmo 12, 14, 25.

Para poder llevar a cabo un adecuado duelo es necesario saber despedirse del
difunto, permitiéndose el dolor y aprendiendo a aceptar la vida con esa pérdida. Si la
persona que presenta el duelo no reconoce su situación actual después de un tiempo,
puede darse el riesgo de padecer una depresión 5, 25. Es necesario entender las
manifestaciones y las etapas del duelo para poder reconocer en qué fase se encuentra
el individuo, sabiendo si son o no correctos esos sentimientos y de esta manera poder
prevenir un posible duelo patológico 12, 14. La mayoría de personas en situaciones de
duelo no necesitan ninguna ayuda, pero si esto pasa es recomendable acudir a un
profesional experto o a un grupo de terapia individual o familiar 25.

Cuando la muerte es esperada el duelo es doloroso, aunque se sufren las reacciones


físicas y emocionales naturales. Pero, cuando la muerte es repentina, como una
muerte traumática por un accidente de tráfico o laboral o por un suicidio, la sensación
tanto física como psicológica es elevada a la muerte esperada. En el caso de una
persona desaparecida y sin rastro de su cuerpo, el dolor y la dificultad de los familiares
para poder elaborar el proceso de duelo es más complicado 6, 13.

Gracias al Proceso de Atención de Enfermería (PAE), se pueden llevar a cabo los


objetivos para cubrir las necesidades de los familiares en duelo en situaciones
especiales a nivel individual, familiar o comunitario 27, 28.

Para finalizar, se han planteado los inconvenientes de que en la Guía de Practica


sobre el manejo de la depresión en el adulto 16 y en la Guía de Práctica Clínica de
prevención y tratamiento de la conducta suicida 22 se ha tenido que acotar y delimitar
la información teniendo en cuenta los objetivos planteados del trabajo, ya que había
demasiado contenido no específico ni relacionado con éste.

El papel de la Enfermería es uno de los responsables de la educación sanitaria, de la


promoción y prevención de la salud en nuestra sociedad. Por lo que es necesario que
se instruya a la comunidad desde la base, concretamente, desde la educación en los
colegios. Con la disciplina de la “Educación para la vida” se puede ir modificando el
concepto que se tiene de vida, pero también de muerte, por lo que se ha modificado el
nombre de “Educación para la muerte” a “Educación para la vida”, ya que se considera
que se debe empezar por el inicio para entenderla correctamente e ir avanzando en
todas sus fases como se realiza en la asignatura de biología en los diferentes colegios,
es decir, entender el ciclo de la vida de todos los seres vivos: nacer, creer,
reproducirse y morir 9.

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

4. BIBLIOGRAFÍA

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Duelo en situaciones especiales Irune López García

5. AGRADECIMIENTOS
Quiero terminar este trabajo, agradeciendo a mi profesora y tutora del trabajo fin de
grado, Estrella Marín Fernández, que me ha apoyado en la realización del mismo. Ha
sido en cuarto de Enfermería y debido a la asignatura optativa de paliativos “La muerte
y el morir como proceso social y sanitario”, cuando ha despertado en mí la inquietud
por indagar sobre la muerte y el duelo.

Y a pesar de lo duro que ha sido para ella, debido al accidente de la rotura de su


muñeca, ha seguido adelante con cada uno de los trabajos, aún cuando estaba con
dolores ha seguido apoyándome. La complicación se vio añadida por la distancia de la
realización de mis últimas prácticas en Bilbao, teniéndonos que ver en las tutorías en
Logroño, ha sido un auténtico apoyo.

También quiero agradecer al tutor de mis últimas prácticas en el Centro de Salud


Gonzalo de Berceo en Logroño, el enfermero Pedro Somovilla, que me ayudó a poner
en práctica a nivel de educación sanitaria mis conocimientos y a realizar un adecuado
Plan de Cuidados de Enfermería.

Asimismo quiero dar las gracias a mi familia, a mi ama y mi aita, que me animaron a
realizar la carrera de Enfermería y me han apoyado siempre para que no decayera,
han sabido aguantarme en los momentos de tensión y celebrar las situaciones de
alegría.

Agradecer al resto de mi familia y mis amigas la paciencia que han tenido conmigo,
por las chapas que les he dado durante estos cuatro años y las que les quedan por
padecer. Sobre todo, a mi amiga y hermana postiza Soni, que es un ejemplo para mí
como persona y enfermera.

Gracias a la Enfermería he crecido personal y profesionalmente. Intentaré ir mejorando


y aprendiendo el resto de mi vida, ayudando a las personas que lo necesiten y a su
entorno desde un punto de vista biopsicosocial, tratando de ser una futura buena
enfermera transcultural.

De nuevo, gracias a todas las personas nombradas que me habéis ayudado directa o
indirectamente, porque gracias a vosotros este trabajo ha sido posible.

GRACIAS DE CORAZÓN

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