terminología varían con las regiones e instituciones, es preciso definir términos y conceptos comunes usados en relación con el aprovechamiento de los recursos naturales de las cuencas. Si bien, dichos conceptos y términos podrían variar entre los países en desarrollo, aquí se hace énfasis a los países de habla hispana. Normalmente hay variación en el enfoque de Manejo de Cuencas, dependiendo del tipo de agencia u organismo dentro de los múltiples que se ocupan de los planes de desarrollo, así como de la administración, manejo, ordenamiento y protección de las cuencas. Una de las acepciones más usadas es aquella cuya concepción se basa en los siguientes elementos de juicio (CEPAL,1992):
• Por la acción genérica: la cuenca o zona de captación (catchment)
o de recepción (watershed) del agua más sus recursos y/o el agua o los recursos hídricos, tal como cursos de agua y obras hidráulicas.
• Por los fines específicos de la acción genérica: suministro y
conservación de recursos, producción de bienes y control de fenómenos de rara ocurrencia.
• Por el objetivo último: desarrollos sustentable, mejoramiento del
nivel de vida, crecimiento económico, entre otros. El concepto más utilizado y posiblemente con pequeñas variaciones en la terminología es Proyecto de Aprovechamiento y Conservación de Recursos Hídricos, cuyas fases cronológicas se dan a continuación:
1. Fase previa, de ordenamiento, planificación del uso del
recurso y diseño de la mejor alternativa para lograrlo.
2. Fase intermedia o de habilitación, que comprende la
construcción de todas las obras contempladas en la evaluación de la alternativa factible de los proyectos de la fase previa.
3. Fase permanente o de manejo, que comprende la operación y
mantenimiento de todas las obras construidas en la fase intermedia y todas aquellas requeridas para la preservación de los recursos de la cuenca. Desde el punto de vista de la acción genérica, la terminología utilizada en cada fase es específica. Entonces el concepto de desarrollo de la cuenca comprende las tres fases resumidas en un proceso de ordenamiento, habilitación y manejo de los recursos de la cuenca, orientado a cubrir ciertas necesidades que demandan los habitantes de la cuenca sin menoscabar las condiciones ambientales (sustentabilidad). Dentro de la concepción de desarrollo de la cuenca, es usual el término gestión como sinónimo de dirección o conducción del proceso de desarrollo. Son numerosas las acepciones relacionadas con el manejo de cuencas, la terminología ha dejado de ser exclusiva de hidrólogos y forestales, habiéndose ampliado a una gran variedad de profesionales, personas y organizaciones. Aunque los usuarios de la terminología no coincidan totalmente con su significado, lo usan igualmente políticos, funcionarios públicos, representantes de agrupaciones campesinas, agricultores, miembros de organizaciones no gubernamentales, geógrafos, geólogos, planificadores regionales y nacionales y, en general, todos aquellos individuos que abogan por la preservación y conservación del medio ambiente. Para algunos de los sujetos indicados, se trata de una gestión de la cuenca; para otros, de la administración, del ordenamiento o del manejo; aunque para todos ellos las acciones sean básicamente las mismas. Algunas veces suele suceder que un mismo término se utiliza para referirse a dos aspectos distintos, así por ejemplo, administrar la cuenca refiriéndose sólo a la distribución del agua; o por el contrario, manejo del agua para referirse al manejo de todos los recursos de la cuenca. De lo expuesto se desprende, que hay dificultades en la obtención de una definición única sobre lo que significa manejo de cuencas; las acepciones varían con la especialidad profesional de quienes la formulan (ingenieros hidrólogos, agrícolas, forestales, ecólogos, biológos, geográfos, ambientalistas, cientistas sociales, entre otros.), con el ámbito de aplicación (microcuenca, cuenca, región, país, entre otros) y el grado de conocimiento o alcance que le dan quienes la formulan. Juegan un papel importante los límites impuestos por la institución que formula las definiciones. Muchas entidades nacionales e internacionales, e incluso las de tipo académico limitan las definiciones al marco de referencia de sus funciones. En algunos casos, ciertas instituciones pretenden rebasar el límite de sus funciones apoyadas en una definición amplia de manejo de cuencas. Una definición integradora podría ser la de manejo de la cuenca para obtener ciertos resultados, o más específicamente, uso, regulación y tratamiento de los recursos agua, suelo y vegetación dentro de la cuenca para lograr objetivos preestablecidos, los cuales incluyen los tres elementos fundamentales del manejo de cuencas, tierra, hombre y manejo. El elemento tierra, se refiere a las unidades geomórficas, incluyendo suelo, agua, flora, fauna y todos los otros recursos conectados; tierra es un elemento tridimensional de diversas formas y calidad variable. Dentro de una cuenca existen muchos tipos de uso de la tierra e infraestructura que afectan al manejo de cuencas. El elemento hombre, se refiere a los habitantes de la cuenca y aquellos ubicados aguas abajo, relacionados con la cuenca; en ambos casos, con diferentes condiciones sociales, culturales y económicas que inciden en el manejo de cuencas. El elemento manejo, se refiere a las políticas, legislación, administración, capacidad institucional, tecnología y recursos de agencias gubernamentales y privadas relacionadas con el manejo de cuencas. El término manejo de cuencas fue adoptado por primera vez en USA, importado de los países de los alpes europeos a inicios del presente siglo.
Los europeos denominan al manejo de cuencas, control de
torrentes, lo cual se orienta principalmente al control de inundaciones y material de arrastre en las corrientes de montaña.
En USA, el énfasis principal ha sido la protección y manipulación
de la cuenca para la producción de agua y control de inundaciones y más recientemente para calidad del agua. En los países en desarrollo, el objetivo principal es el control de la erosión y sedimentación. A diferencia de USA, donde la mayoría de las cuencas se encuentran forestadas o en estado natural; en el tercer mundo, las cuencas se encuentran densamente pobladas y afectadas por la agricultura de subsistencia.
En la región de Latinoamérica y el Caribe vienen usando el
término manejo de cuencas sin detenerse mucho en el significado; gran parte de los conceptos sobre desarrollo, aprovechamiento, manejo, ordenamiento y protección de cuencas que se emplean provienen de la traducción literal de términos acuñados originalmente en inglés, muchos de los cuales no poseen un equivalente en español. Para manejar las cuencas en los países en vías de desarrollo como es el caso del Perú, no bastan los proyectos pilotos, sólo se lograrán realizaciones tangibles si se ataca simultáneamente en amplios frentes, sobre la base del apoyo a los intereses de la población local, y mediante técnicas simples, cuyos resultados sean inmediatos. Las acciones más complejas y que requieren de investigación previa deben iniciarse en forma paralela teniendo presente que su aplicación será a largo plazo. La degradación de los suelos constituye uno de los mayores problemas que confronta la agricultura alrededor del mundo. Aspectos como deforestación, cultivos intensivos en suelos vulnerables, sobre pastoreo y pobre o mal manejo del suelo y del agua, reducen la capacidad productiva del suelo creando serias restricciones en la producción de alimentos para humanos y animales y la de combustible. La habilidad de los países en desarrollo para alimentar a una población siempre creciente, se relaciona directamente con un manejo inteligente de los recursos naturales. Científicos y planificadores concuerdan en que una agricultura sana sólo puede sustentarse sobre la base de recursos naturales estables, por lo que resaltan la importancia de mantener y mejorar la productividad del recurso suelo y hacen un llamado para invertir más esfuerzos en la reducción de la erosión y degradación del suelo. Históricamente la mayoría de los recursos naturales de una región eran considerados como de propiedad comunitaria y proporcionaban los requerimientos para el sustento de las personas que vivían en la región. Ese concepto ha cambiado, debido a que los recursos ya no son abundantes, la población ha crecido y los ecosistemas ya no disponen de suficiente tiempo para recuperarse en forma natural. Ahora la continua dependencia de un gran número de individuos de un recurso natural finito resulta en la degradación del recurso y en la pérdida de su capacidad productiva.
Todos los aspectos mencionados sobre la conservación de los
recursos naturales enfocan hacia una concepción global, denominada manejo de cuencas; que inicie con el reconocimiento de los problemas de degradación de dichos recursos, que continúe con el estudio de las características de la cuenca, las cuales determinan la respuesta al impacto de factores de uso externos y concluyan con una descripción de las medidas, técnicas, políticas económicas y sociales, que habrá de adoptarse para minimizar dicho impacto, manteniendo o incrementando la productividad. El tema de manejo de cuencas o gestión de cuencas, como suele denominarse, es una de las bases fundamentales para el desarrollo sustentable y requiere de políticas públicas para lograrlo; abarca, como se ha indicado, aspectos técnicos, ambientales, políticos, legales, económicos, financieros, organizacionales y sociales. Por otro lado tiene una estrecha relación con el rol que le corresponde a los entes locales, dentro de las tendencias universales de descentralización que están operando en los países en desarrollo. En estos tiempos modernos de apertura de los países hacia el exterior de sus fronteras y de regulaciones ambientales igualmente internacionales, se requiere que internamente se conozca el entorno para determinar su nivel máximo de intervención sin causar daños irreversibles. Esto demanda un enfoque científico, económico y social. El entorno interno sólo puede conocerse si se acomete un análisis minucioso de los recursos naturales de las cuencas y de las técnicas para el manejo de dichos recursos.