Está en la página 1de 6

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Rafael Urdaneta

Facultad de Ingeniería

Escuela de Ingeniería Civil

Cátedra: valoración patrimonial

Prof.: Aleksie García

PATOLOGÍAS DE LAS
EDIFICACIONES
Integrantes:

Deinys Moreno
26.200.813

Maracaibo, julio 2020


 Erosión.

La erosión forma parte de lo que se conoce como ciclo geográfico, que


abarca los cambios que sufre un relieve por la acción de distintos agentes. Se
trata del proceso de desgaste de la roca madre por procesos geológicos
exógenos. Estos procesos causantes de la erosión pueden ser el viento, las
corrientes de agua, los cambios de temperatura o hasta la acción de seres vivos.

Asimismo, existen una serie de factores que determinan que el proceso de


erosión sea más rápido, por ejemplo, el relieve de la zona si cuenta con una
pendiente relativamente contundente facilitará esta acción. De la misma forma, el
tipo de superficie es fundamental para la aceleración de este proceso, ya que si
esta presenta algún tipo de vegetación permitirá favorecer el proceso.

Existen dos tipos de erosión según sus efectos. La erosión progresiva es


aquella que se desarrolla de manera natural con el correr de los años por la
acción de factores externo (agua, viento, nieve). La erosión acelerada, se
desarrolla con mayor velocidad y sus efectos son notorios en poco tiempo. Este
tipo de erosión suele ser causada por el accionar humano.

Para el control de la erosión se utilizan materiales que ayudan a prevenir


este proceso para así evitar el daño en edificaciones tales como: geosintéticos,
mantos sintéticos, tejidos orgánicos (fique, fibra de madera), filtros granulares
creando una capa preventiva para estas estructuras que están expuestas a viento,
agua o nieve.

 Desplome.

El desplome es una lesión que consiste en la pérdida de verticalidad


de muros o soportes, al producirse un giro respecto de un eje vertical. Puede
deberse a cambios sustanciales en los materiales, en la cual un muro gira en su
plano perpendicular permaneciendo plano. Son lesiones apreciables a simple
vista, que pueden afectar a toda o a una parte del edificio.

Algunas de las causas de los desplomes son:

 Los cimientos son débiles, muchas veces al construir intentan ahorrar


dinero, por lo tanto no realizan las pruebas necesarias para la construcción
de los cimientos sin percatarse de lo que esto podría causar.
 Materiales poco resistentes, puede suceder que los materiales que se
utilizan en las obras no sean lo suficientemente resistentes para contener la
carga, también algunos contratistas emplean materiales incorrectos para
ahorrar costos.
 Los trabajadores cometen errores, es posible que estos mezclen de
manera incorrecta los materiales para el concreto, dando como resultado un
concreto poco resistente para sostener el peso requerido.
 La carga es más pesada, si una edificación fue diseñada con un propósito
específico y luego es usado para otro propósito esto podría sobrepasar los
límites de peso que este podría soportar así provocando un desplome.

Por otro lado, cuando las edificaciones son antiguas estas son más
vulnerable a los desplomes si no se le da el mantenimiento adecuado por lo tanto,
se propone hacer inspecciones frecuentemente evaluando cualquier posibilidad de
daños como asentamientos que puedan dar paso a estos desplomes.

 Grietas y fisuras.

Las grietas y fisuras constituyen una lesión generalizada en los elementos


rígidos de edificios afectados por asientos diferenciales excesivos. La deformación
de la estructura que estos asientos provoca, genera esfuerzos de tracción que da
lugar a grietas y fisuras en elementos rígidos con poca o nula resistencia a
tracción como muros o plementos de fábrica, hormigón insuficientemente armado,
tabiques, etc.

Estas grietas se presenta de la siguiente forma:

 En estructuras de hormigón armado el asiento diferencial de una zapata


produce esfuerzos no previstos que afectan, por su monolitismo, a todo el
conjunto, aunque sólo se aprecian sus consecuencias en forma de fisuras
en las secciones de elementos no preparadas para soportar el aumento de
tensiones.
 En estructuras metálicas los asientos diferenciales no darán lugar a grietas
ni fisuras en los elementos estructurales de acero, aunque trabajen de
forma diferente a como se pensaron, pero si producirán grietas en
elementos más frágiles como tabiques o dinteles.
 En estructuras de entramado de madera la deformabilidad de sus
elementos y nudos hacen de ellas estructuras isostáticas que admiten
sedimentos de los pies derechos mucho mayores que estructuras más
rígidas, sin que las tensiones soportadas por sus elementos varíen
sustancialmente. De cualquier manera, una deformación excesiva de los
pórticos provocará las mencionadas grietas en elementos frágiles como
tabiques.

Para solucionar estas fisuras se recomienda evaluar la estructura periódicamente


y si hay presencia de estas inspeccionar la edificación y sus cimientos ya que son
los principales afectados, podemos efectuar un recalce, actuando de dos maneras.
Sobre la propia cimentación por ejemplo, mediante un refuerzo de la actual
cimentación con micropilotes, o sobre el terreno adyacente realizando inyecciones
de resinas expansivas.

 Hongos.

Los hongos son organismos constituidos únicamente por filamentos


denominados hifas. Los hongos necesitan unas condiciones ambientales básicas
de humedad, temperatura y fuentes de sustancias alimenticias, sin las cuales no
pueden desarrollarse.

Una humedad de la madera por debajo del 20% no permite su crecimiento


ya que los hongos necesitan agua para desarrollar sus funciones, pero una
humedad excesiva, cercana a la saturación de la madera, no les permite obtener
el oxígeno que necesitan. De aquí que las maderas embebidas de forma continua
en agua o en terreno saturado no sufran pudrición. En cuanto a la temperatura, la
ideal para un crecimiento acelerado es de unos 25º. Por debajo de 3º y por encima
de 38º, para la mayoría de los hongos, no es posible su desarrollo.

Existen muchos tipos de hongos y se pueden agrupar, según los efectos


que producen sobre la madera, en mohos, hongos cromógenos y hongos
xilófagos.

 Mohos: son hongos incoloros que se desarrollan adosados a la madera, en


sus cavidades celulares y en la superficie. Dado que se alimentan sólo de
materiales que encuentran en los huecos de la madera, no causan daño ni
debilitamiento a su estructura celular por lo que no provocan disminución
de la resistencia de la madera. Son, por tanto, inofensivos desde el punto
de vista estructural.
 Hongos cromógenos: reciben el nombre de la pigmentación que
caracteriza sus hifas y que provoca en la madera una coloración
generalmente azulada, aunque también puede ser parda, rojiza, amarilla o
verdosa. No son completamente inofensivos como los mohos pero,
mientras el porcentaje de volumen de madera atacado no sea excesivo
(inferior al 25%), no producen disminución apreciable de la capacidad
resistente de la madera. Atacan tanto a frondosas como a coníferas.
 Hongos xilófagos: son especies de hongos más desarrolladas, cuyas hifas
se agrupan formando un tejido algodonoso denominado micelio. Como los
anteriores tipos, se desarrollan tanto en las cavidades interiores de la
madera como en la superficie. Estos hongos son capaces de segregar
sustancias que ablandan la celulosa y la lignina y les permite alimentarse
de ellas provocando la descomposición bioquímica o pudrición de la
madera. Su ataque hay que considerarlo peligroso para la seguridad de la
estructura al provocar una reducción progresiva de la capacidad resistente
de la madera hasta llegar a anularla. La identificación de hongos xilófagos
como causa del deterioro de una madera es sencilla debido a los cambios
de coloración, al olor a pudrición, al reblandecimiento de la consistencia y al
agrietamiento de la madera, a la existencia de madera descompuesta y a la
pérdida morfológica general.

Existen dos tipos principales de hongos, característicos por la coloración que


provocan en la madera: Los hongos de pudrición blanca o fibrosa, que se
alimentan de la lignina, dejando como residuo las fibras de celulosa, de color
blanco o muy claro. Estos atacan sobre todo a las coníferas. Y los hongos de
pudrición parda o cúbica, que atacan más a las maderas frondosas, especialmente
a las tropicales, y que se alimentan, por el contrario, de la celulosa, dejando como
residuo la lignina, de color pardo o rojizo. En una primera fase del ataque, la
madera se agrieta y disgrega en fragmentos cúbicos (pudrición cúbica) para,
finalmente, reblandecerse y reducirse a polvo.

Además, dentro de los hongos de pudrición parda, encontramos dos tipos


claramente diferenciados. Por un lado los de pudrición seca, que se pueden
desarrollar con menos humedad, y, por otro, los de pudrición húmeda, que se
desarrollan en maderas que conservan un grado de humedad muy elevado. Un
caso particular y muy peligroso de estos últimos son los llamados hongos de
pudrición blanda, que se desarrollan solamente en el interior de la madera,
atacando las paredes interiores de los vasos y produciendo un reblandecimiento
de la estructura celular que sólo se aprecia cuando el ataque está muy avanzado.

La prevención y tratamiento de la degradación de las estructuras leñosas se


recomienda analizar las degradaciones y ataques que puede sufrir la madera,
mencionar la virulencia de algunos de ellos, la dificultad de detectarlos a tiempo,
ya que muchas veces los síntomas aparecen cuando el daño producido es
excesivamente importante, y la dificultad de eliminarlos completamente una vez
que se han iniciado. Para ello se usan tratamientos preventivos como
hidrosolubles, impregnaciones, imprimaciones, barnices, lásures.

Pero si esta degradación llegase a ocurrir, la principal medida es la


eliminación de la humedad. Además, según el tipo de hongo y la intensidad del
ataque, será necesario adoptar otras medidas. Los hongos cromógenos requieren
la pulverización de la madera con productos fungicidas. Los hongos xilófagos o de
pudrición son los más peligrosos y cuando el 187 ataque está muy avanzado no
hay tratamiento curativo posible, quedando como único recurso la sustitución o
refuerzo de la madera afectada por madera nueva tratada con productos para
prevenir futuros ataques.

Si el estado de deterioro no es muy grande se impregnará la madera con


protectores orgánicos mediante inyección complementada con pulverización, o
simplemente pulverización para piezas de poco espesor. Además, cuando se trata
de hongos de pudrición seca, se extenderá el tratamiento a todos los elementos
en un radio de dos o tres metros (muros, tabiques, rellenos, etc ... ).

También podría gustarte