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El Secretismo de La Censura

La censura según el RAE es el examen y aprobación que hace el censor gubernativo de

ciertos escritos o imágenes antes de darse a la vista pública. En un sentido amplio se considera

como el ejercicio, por parte directa del estado o por delegación en alguna organización o grupo ya

sea de tipo religioso, político o militar, para controlar la libertad de expresión. Algunas fuentes

consideran también a los monopolios mediáticos como una forma de censura.

 La censura criminaliza ciertas acciones o su comunicación. En un sentido moderno, la

censura consiste en cualquier intento de prohibir la información, los puntos de vista o formas de

expresión como el arte o el habla vulgar. La censura se lleva a cabo con el fin de mantener el

status, controlar el desarrollo de una sociedad, o suprimir la disconformidad de un pueblo. Por

eso, es muy común la censura en la religión, los clubes y grupos sociales, y los gobiernos. Sin

embargo, también existen muchos grupos que se oponen a la censura.

Más de mil millones de personas usan cada día Internet para comunicarse y buscar

información. Decenas de Gobiernos buscan, mientras, la manera de controlarlas. La censura en

Internet está aumentando en escala, alcance y sofisticación en todo el mundo. Existen tres tipos de

censura. La más común es la política, ejercida para evitar la difusión de ideas por parte de partidos

de la oposición, defensores de los derechos humanos o disidentes, el segundo tipo de censura es la

social, que impide acceder a contenidos vinculados con derechos de grupos como mujeres y

homosexuales, el tercer tipo de censura se relaciona con la "seguridad nacional", es decir, se

impide el acceso a webs y sitios de noticias de grupos insurgentes o terroristas. La censura moral,

en tanto, consiste en destruir, prohibir o sacar de circulación materiales (publicidades, carteles,


folletos, libros, películas, etc.) que resulten obscenos o controvertidos desde una perspectiva

moral.

Con certeza podemos afirmar que nuestra vida hoy es menos complicada y más veloz

gracias a los avances de la tecnología. La Internet es una de las herramientas fundamentales en

gran parte de lo que hacemos a diario. Por medio de ella nos comunicamos de manera casi

instantánea, nos informamos de lo que pasa en otras partes y, por supuesto, podemos comentar lo

que deseamos en una red social sin problemas; sin embargo, ¿qué sucede cuando se trata de

opinar acerca de ciertos temas? ¿Existe esa libertad de expresión completamente abierta para los

pensadores del nuevo siglo?

En ocasiones es necesario una censura para evitar que se difundan graves acciones como

violaciones y asesinatos que personas inescrupulosas inmortalizaron con evidencia gráfica; no

obstante, es difícil, por no decir imposible, porque la presión social muchas veces no nos deja

expresarnos por lo que puedan llegar a pensar. La censura ayuda a la protección y desarrollo

adecuado en la edad adecuada de un niño ya que este se encuentra en una etapa fundamental

donde de lo que el observe, lea y escuche influirá en su futuro psicológico y su comportamiento,

también al tener un “control” sobre las cosas se puede tener un orden colectivo.

Nadie puede estar en favor de la censura si ella nos impide denunciar o quejarnos de

atropellos de la autoridad; si ella no nos deja dar nuestros puntos de vista sobre las ideas o

conducta de otras personas o grupos; si por ella quieren obligarnos a vivir de acuerdo con la

particular ideología de algunos; si ella desalienta la positiva creatividad intelectual, artística o

literaria, o si ella nos prohíbe expresar nuestras creencias y convicciones.


La censura ha sido el arma de los regímenes autoritarios, tanto de izquierda como de derecha,

para acallar a contrarios, disidentes de ello hay innumerables y dolorosos ejemplos.

La censura está en contra de la libertad de expresión. Esta libertad es un derecho humano

fundamental. Sin ella el intercambio de ideas, de valores y proyectos difícilmente podría existir.

Sin ella el progreso científico, la creación artística y el desarrollo económico se estancarían y la

crítica social y política tan necesaria para una vida democrática sería casi imposible.

En los seres humanos las buenas ideas conducen a los actos buenos y las malas ideas

conducen a los actos malos. Jhon lucke se cuestiona ¿Qué es lo que hace que una persona sea

cada vez más persona? este se plantea la cuestión de qué es bueno y qué es malo y dice que sobre

esto no hay acuerdo porque todo es subjetivo. Sin embargo, en la mayoría de las personas hay

una clara conciencia de lo que está bien y de lo que está mal. En la vida cotidiana esta oposición

tiene como rasgo fundamental una tensión permanente y requiere, para su eficacia, que se

equilibre o armonice en una realidad difícil de definir y de alcanzar.

Ningún país, ninguna sociedad funciona sin un principio de orden. Por los excesos del

orden, de los regímenes fascistas o autoritarios, todo lo que tiene que ver con límites,

restricciones, orden y disciplina, se ve con temor y desconfianza, pero una convivencia pacífica y

civilizada los requieren. Hay que evitar por igual los excesos del orden, y los de la libertad. Los

primeros conducen a la esclavitud y a la opresión, los segundos al desorden social.

Como conclusión puede decirse que la sociedad contemporánea, para asegurar una

convivencia pacífica y civilizada, ha de esforzarse por respetar y sostener las ideas y valores

fundamentales en materia de orden y libertad que le son indispensables y que inevitablemente


han de conciliarse.

Una voz autorizada se preguntaba hace ya tiempo cómo podría vivirse la libertad sin que ésta se

destruyese a sí misma. Y afirmaba que si la cultura es el motor de la historia, las economías

libres y las comunidades democráticas deberían consolidar los cimientos de una moral pública

enérgica, capaz de disciplinar la gran energía humana desatada por la libertad. Hay que luchar

contra la censura pero también contra el fetiche de una censura equivocada.


Referencias

LOCKE, John. Ensayo y Carta sobre la tolerancia. Alianza Editorial S.A.

Madrid 1999.p.30.

ARTOLA, Miguel. Los Derechos del Hombre. Alianza Editorial S.A.

Madrid 1986, p.25.

CONTESSE SINGH, Jorge. El derecho de acceso a la información y el sistema jurídico colombiano.

FISS, Owen.Libertad de Expresión y Estructura Social. Biblioteca de Etica, Filosofía del Derecho.
Universidad La Gran Colombia

Laura Vanessa Bermúdez Ramírez

Competencias Comunicativas I

Grupo 22AF-1

Luis Ignacio

Bogotá

2019

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