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LA EDAD MEDIA

Generalidades de la Edad Media

La Edad Media se extiende desde el año 476, fin del Imperio Romano de Occidente, hasta el año
1453, fecha en que los turcos se apoderan de Constantinopla y destruyen el Imperio Romano de
Oriente o Imperio Bizantino.

En la Edad Media se distinguen tres unidades históricas importantes:

• La Europa Occidental, resultado de la fusión entre el elemento romano y los pueblos


bárbaros.

• El Imperio Bizantino o Imperio Romano de Oriente.

• El mundo árabe que nace entonces a la Historia.

La Europa Occidental

La Europa Occidental se divide en dos períodos:

• La Alta Edad Media, que dura hasta el siglo XII y se caracteriza económicamente por su
estructura agraria y políticamente por el apogeo del régimen feudal.

• La Baja Edad Media, en la cual aparecen la clase comercial o burguesía, se crean los burgos o
ciudades y se van formando las nuevas nacionalidades.

Caracteres de la Europa Occidental


La Europa Occidental se distingue:

• En lo religioso, por la unidad católica y la influencia de la Iglesia en la vida de los pueblos. El


catocilismo dulcifica las costumbres bárbaras y va moldeando la nueva civilización.

• En lo cultural, por la fusión de la civilización romana con la germana y la cristiana.

• En lo político y social, por el régimen feudal.

LOS PUEBLOS BÁRBAROS

Definición de pueblos bárbaros

Los romanos llaman bárbaros a los pueblos situados fuera de las fronteras del imperio. Así son tan
bárbaros los partos de Persia como los germanos del norte de Europa. Van a ser los germanos
quienes invadan el imperio y los causantes de su desaparición.

Caracteres de los germanos

Los germanos forman un pueblo indoeuropeo de constitución robusta, ojos azules, pelo moreno y
elevada estatura. Pertenecen a la raza aria, que tuvo su origen en el centro de Europa. Buscando
mejores pastos y tierras más ricas, se establecen en la región comprendida entre los ríos Rin y
Vístula. Sus costumbres son desconcertantes. Por una parte se manifiestan individualistas, apa-
sionados por la guerra y el pillaje, e inclinados a la mentira y a la crueldad; y por otra practican la
hospitalidad y un profundo respeto a la mujer y a la vida hogareña.

Viven organizados en tribus federadas, con un rey elegido de entre los miembros de algunas
familias. El poder radica en las Asambleas generales constituidas por todos los guerreros, quienes
se reúnen en los novilunios y plenilunios. Los guerreros juran a su jefe fidelidad hasta la muerte.

El rasgo más saliente de los germanos es la belicosidad o amor a la guerra, característica que nace
de su religión denominada odinismo. El padre de sus dioses se llama Wotan u 0din y recibe en su
paraíso o Walhalla únicamente a los soldados que mueren heroicamente en combate. Se llega al
paraíso por el camino del arco iris, y en el cielo se lleva una vida de goces en medio de banquetes
servidos por rubias valkirias.

Los guerreros que fallecen por enfermedad o vejez van a la fría morada de Loki, dios de los
infiernos.

Los pueblos germanos

La gran familia germana se divide en dos ramas: la teutona y la gótica.

A la familia teutona pertenecen los francos, borgoñones, sajones, anglos, lombardos, suevos,
alanos y vándalos.

A la familia gótica o goda pertenecen los ostrogodos, o godos del oriente, los visigodos, o godos
del occidente, y los hérulos.

Las invasiones

Se llaman invasiones a las incursiones violentas que los bárbaros hacen durante el siglo v en el
Imperio Romano de Occidente, causando el final del mismo.

La infiltración germana en las fronteras del Norte comienza mucho antes del siglo v. Algunas tribus
son vencidas por los romanos y sus miembros reducidos a la esclavitud o utilizados como tropas
auxiliares. Otros pueblos, como los visigodos y los francos, consiguen firmar pactos con los
emperadores y se establecen dentro de las fronteras en calidad de aliados o federados. De este
modo se realiza una pacífica penetración bárbara llamada invasión lenta.
Pero al comienzo del siglo v diversos pueblos germanos tienen que penetrar forzosamente en el
Imperio presionados por los hunos y los ávaros de raza amarilla. En su primer intento los rechaza
Estilicón, pero a su muerte tienen lugar las invasiones violentas.

Parece que el número de invasores no pasó de un millón, y como la población del imperio era de
unos cincuenta millones, el establecimiento de los bárbaros no supuso grandes cambios en las
instituciones romanas.

La irrupción germana se produce por el occidente, que era la parte más débil de la frontera.

La gran invasión tiene lugar en el año 409, siendo los principales pueblos:

• Los visigodos con Alarico, quienes recorren Italia y luego se desplazan al sur de Francia y
España.

• Los suevos, alanos y vándalos, que entran en España. Los dos primeros se ubican al occidente
de la Península, y los vándalos, acaudillados por Genserico, pasan al norte de Africa, donde fundan
un reino independiente con la capital en Cartago (534).

El imperio de los hunos

Los hunos forman un pueblo de raza mongólica establecido en la actual Hungría. Su imperio se
extiende desde el Cáucaso al río Elba.

Su rey Atila, muy ambicioso, pide al emperador Valentiniano III la mitad del Imperio romano y la
mano de su hermana Honoria. Ante la negativa penetra en la Galia. El general Aecio y los jefes de
los francos, burgundios y visigodos lo derrotan en la sangrienta batalla de los Campos Cataláunicos
(451). Ante el desastre sufrido, Atila se retira ordenadamente y cae sobre Italia, que sufre los
horrores de la devastación. Llegado a las puertas de Roma, se retira por solicitud del papa San
León y el pago de una fuerte suma de dinero.
A la muerte de Atila (453) se deshace el imperio de los hunos y con ello el peligro que suponía para
Europa.

Fin del Imperio Romano de Occidente

La muerte del general Aecio (454) señala el principio de una etapa anárquica en el Imperio
Romano de Occidente, siendo los últimos emperadores simples instrumentos de los jefes bárbaros
que mandan las tropas imperiales de Italia. Odoacro, jefe de los hérulos, termina con esta
situación anormal destronando al último emperador Rómulo Augústulo (476) y enviando las
insignias imperiales a Zenón, emperador de Bizancio. Este acto de Odoacro quiere significar que se
termina con la existencia del Imperio Romano de Occidente.

En el año 476 se da fin a la Edad Antigua y comienza la Edad Media.

LOS REINOS BARBAROS DE OCCIDENTE

Las provincias que constituyen el Imperio Romano de Occidente se las reparten los pueblos
bárbaros creando varios estados. Los cuatro principales son:

• El de los ostrogodos, en Italia.

• El de los francos, en la Galia.

• El de los anglosajones, en Inglaterra.

• El de los visigodos, en España.

El Reino Ostrogodo

Cuando muere Atila, los ostrogodos recobran la libertad política y forman parte de los pueblos
federados al Imperio de Bizancio. Su jefe Teodorico es enviado por el emperador Zenón a vengar la
afrenta de Odoacro. Teodorico lucha contra los hérulos, se apodera de toda Italia y se independiza
poniendo la capital en Ravena.

Con la colaboración de Casiodoro y Beocio, Teodorico mantiene la organización imperial, fomenta


la cultura romana y rehace la economía italiana.

El reino ostrogodo desaparece en tiempos del emperador Justiniano al ser conquistada la


península por los generales bizantinos Belisario y Narsés (553).

En el año 568 penetran los lombardos, quienes derrotan a los bizantinos y establecen un reino con
la capital en Pavía.

El Reino Franco

El pueblo bárbaro más importante que se establece en la Galia es el de los francos. Acaudillados
por Meroveo sirven al emperador de occidente como federados y toman parte en la batalla de los
Campos Cataláunicos contra Atila.

El verdadero creador del reino franco es Clodoveo, quien conquista la Galia y realiza una política
de unidad. Derrota a los alemanes en Tolbiac (496), cerca de Colonia, y como consecuencia de esta
victoria y de la influencia de su mujer, Clotilde, recibe el bautismo de manos de San Remigio,
obispo de Reims (496). A partir de este hecho cuenta Clodoveo con la colaboración galo-romana,
que era católica, y le ayuda a vencer a los visigodos en la batalla de Vouillé (507).

El Reino Anglosajón

Julio César inicia la ocupación de Gran Bretaña y al poco tiempo se organiza la isla en provincia con
el nombre de Britannia.
Cuando las legiones romanas abandonan Britannia (408), ésta es invadida por los anglos y los
sajones, quienes fundan siete pequeños reinos denominados por eso Heptarquía.

En el siglo VI el papa San Gregorio Magno envía al monje San Agustín con cuarenta compañeros,
quienes logran la conversión de los anglosajones. Esta unidad religiosa, prepara la unidad política,
que se realiza en tiempos de Etelberto (827), rey de Wessex.

El Reino Visigodo

Los visigodos penetran en España (414) dirigidos por su rey Ataúlfo.

Los sucesores más importantes son:

• Leovigildo (568-586), quien organiza la monarquía visigoda y consigue la unidad política de la


península. Fracasa en la unidad religiosa, al convertirse su hijo Hermenegildo al catolicismo.

• Recaredo (586-601): Sucede a su padre Leovigildo y en el III Concilio de Toledo (589) se


convierte al catolicismo. Así logra la unidad religiosa.

• Don Rodrigo: En su tiempo los árabes invaden España, y en la batalla del Guadalete (711)
derrotan a los visigodos acabando con su reino.

Con los visigodos hay un florecimiento cultural en España. La figura más brillante es San Isidoro
(570-636), autor de las Etimologías, libro muy consultado durante la Edad Media.

ACTIVIDADES

1. Buscar el significado de las siguientes palabras y expresiones:

novilunios, plenilunios, infiltración, estructura agraria, tribus federadas.

2. En un mapa del Imperio romano, ubicar las rutas de los principales pueblos invasores y su
ubicación definitiva.
3. Consultar la biografia de Atila y Clodoveo.

4. Elaborar un cuadro sinóptico sobre las diversas clases de invasiones que experimenta el
Imperio romano.

5. Elaborar un esayo para exponer en clase: tema- Las causas y consecuencias de las invasiones
bárbaras.

EL IMPERIO BIZANTINO

Se llama Imperio bizantino a la parte del Imperio romano que le toca en herencia a Arcadio, hijo de
Teodosio el Grande. Toma este nombre de la capital, Bizancio.

El Imperio bizantino comprende la Península balcánica, el Asia Menor, Siria, Egipto y Cirenaica

La capital, Bizancio o Constantinopla, es ciudad importante durante toda la Edad Media por su
gran puerto comercial llamado el Cuerno de Oro y sus grandiosos monumentos, entre los que
sobresalen la basílica de Santa Sofía y el hipódromo, escenario de competidas carreras de carros y
de espléndidos desfiles. Bizancio es el corazón y el cerebro del Imperio.

Arcadio y sus sucesores, desviando a los pueblos bárbaros hacia occidente, consiguen que el
Imperio bizantino pueda sobrevivir al de Roma por un espacio de un milenio, hasta la caída de
Constantinopla en manos de los turcos (1453).

JUSTINIANO (527-565)

Justiniano es el más importante de todos los emperadores de Bizancio. Dotado de talento y de


cualidades políticas, recibe eficaz colaboración de su esposa Teodora, mujer inteligente y enérgica.

Justiniano aspira a reconstruir el antiguo Imperio romano y realiza una obra brillante en tres
aspectos: en lo militar, en lo legislativo y en lo artístico.
• En lo militar

Sus generales Belisario y Narsés se apoderan del Reino vándalo de Africa y del Reino ostrogodo de
Italia. Aprovechando las discordias de los visigodos, Justiniano apoya al rey Atanagildo y ocupa la
parte sur-oriental de la Península Ibérica.

En lo legislativo

Lo más perdurable del reinado de Justiniano es la obra legislativa, gracias a la cual ha llegado hasta
nosotros el Derecho romano. Una comisión de jurisconsultos Dirigidos por Triboñiano elabora el
Código de Justiniano que comprende:

• El Digesto o Pandectas, compuesto por 50 libros que contienen las doctrinas y opiniones de
los jurisconsultos romanos.

• Las Novelas o nuevas leyes de Justiniano.

• La Instituta o manual para el estudio del Derecho

En lo artístico

Justiniano apoya la arquitectura y ordena Constren Bizancio la inmensa y suntuosa basílica de


Santa Sofía. Esta iglesia tiene la planta de cruz griega, con una cúpula central de 32 metros de
diámetro y 55 metros de altura. La adornan gran variedad de mármoles y mosaicos.

Los sucesores de Justiniano

A la muerte de Justiniano se inicia la decadencia del imperio. Los lombardos ocupan gran parte de
Italia; los visigodos recuperan el sudeste de España; y las fronteras son atacadas por los persas y
los árabes.
El emperador Heraclio (610-641) vence a los persas, llegando hasta su capital, Ctesifonte, donde
recupera el leño de la verdadera Cruz robado por los persas al tomar Jerusalén; pero al fin de su
reinado es vencido por los árabes, quienes se apoderan de Palestina, Siria y Egipto. Constantinopla
es salvada gracias al empleo del fuego griego o sustancia inflamable que ardía en el agua y se
disparaba contra los barcos atacantes.

En el reinado de León III (717-741) hay luchas religiosas al aceptar el emperador la herejía
iconoclasta, que suprime las imágenes del culto. Por orden imperial se destruyen bastantes
estatuas. La emperatriz Irene (797-802) restaura de nuevó su culto.

El cisma de Oriente

Con la restauración del culto de las imágenes no desaparecen las discordias religiosas. Entre
Constantinopla y Roma existen diferencias doctrinales, culturales y políticas. En efecto, los obispos
bizantinos no aceptan la supremacía del Papa, los orientales miran con desprecio a los
occidentales porque éstos se han mezclado con los pueblos bárbaros, y el odio de raza entre
griegos y latinos se mantiene. La insubordinación de Focio es el motivo para realizar la separación
o cisma.

Focio es un capitán de la guardia imperial. Por orden del emperador Miguel III el Beodo se ve
convertido en patriarca de Constantinopla, y niega la obediencia al papa Nicolás I, iniciando el
cisma (861).

Dos siglos después (1054) el patriarca Miguel Cerulario rompe definitivamente la obediencia al
papa Victor II. Desde entonces todos los intentos de reconciliación han resultado ineficaces.

Fin del Imperio bizantino

En el reinado de Constantino XII ocurre el final del imperio con la toma de Constantinopla por los
turcos. Durante la noche del 28 de mayo de 1453 el sultán Mohamet II asalta la ciudad con un
ejército de 160.000 guerreros. Nueve mil soldados bizantinos resisten con su emperador hasta
sucumbir heroicamente.

La caída de Constantinopla llena de inquietud a toda la cristiandad y pone fin a la Edad Media.

La organización política y social

El Imperio bizantino conserva políticamente el modelo romano de la monarquía absoluta, pero el


influjo oriental crea una corte fastuosa haciendo del emperador un semidiós y convirtiéndolo en
jefe de la Iglesia cismática.

La autoridad imperial está representada en las provincias por un jefe militar llamado estratega.

Gracias a la administración fuertemente centralizada, el emperador puede mantener unidos los


diversos elementos raciales y religiosos del imperio.

Socialmente perduran las clases del Imperio romano. La clase dirigente derrocha el erario público
en una fastuosidad sin precedentes y gasta el tiempo en disputas y conflictos sobre el culto de las
imágenes, los problemas teológicos y los nombramientos eclesiásticos.

El pueblo se apasiona por las luchas de gladiadores y se divide en bandos políticos denominados
los verdes y los azules, entre los cuales hay sangrientas luchas.

El asesinato, la revuelta y el pillaje son el resultado práctico de una sociedad tan degenerada.

La cultura bizantina

En el Imperio bizantino confluyen tres elementos: el helenismo, la mentalidad oriental y el espíritu


cristiano. De su mezcla resulta una cultura brillante y refinada, con un fondo cristiano y unas
formas paganas y orientales, pero carente de espíritu creador y de originalidad. Es una civilización
decadente.

El gran mérito de la cultura bizantina es haber conservado la mayor parte de las obras de la
antigüedad grecorromana.

Las ciencias

Las ciencias en que se destacan los bizatinos son: la Historia, la Filosofía y la Oratoria sagrada.

• En Historia se destaca Procopio, de la época justiniana.

• En Filosofía se destaca Miguel Psellos con sus estudios sobre Platón.

• En la Oratoria, Focio y San Juan Crisóstomo, llamado por su elocuencia Boca de Oro.

• En Química descubren el fuego griego, materia inflamable y arma secreta con la que Bizancio
consigue destruir en varias ocasiones las flotas enemigas.

El arte bizantino

El arte bizantino es el resultado de una triple influencia: la helenística, la romana y la oriental.

En arquitectura sobresale la maravillosa basílica de Santa Sofia de Constantinopla, orgullo de la


cristiandad. La cúpula es utilizada con gran éxito en las iglesias. Por todo el imperio se imita esta
arquitectura. Las obras más famosas se encuentran en Italia y son la iglesia de San Vital de Ravena
y la basílica de San Marcos de Venecia.

Por influencia de la herejía iconoclasta la escultura no prospera.


Para decorar los templos se emplean con abundancia magníficos mosaicos policromados. Son muy
notables los mosaicos con fondos de oro y plata de la iglesia de San Vital de Ravena, con las
representaciones de Justiniano y de Teodora acompañados de sus cortesanos suntuosamente
vestidos.

ACTIVIDADES

1. En un mapa del Imperio bizantino ubicar los siguientes lugares:

Bizancio, Península balcánica, Asia Menor, Siria, Egipto, Cirenaica.

2. En un mapa del Imperio bizantino utilizando distintos colores distinguir las conquistas
realizadas por Justiniano.

3. Escribir un ensayo para exponer en clase: tema- La obra de Justiniano.

EL MUNDO ÁRABE

Arabia antes de Mahoma

Arabia es una península de tres millones de kilómetros cuadrados, situada en la parte


suroccidental de Asia. La mayor parte de su extensión es desértica, porque el clima es caluroso y
seco.

Las dos regiones más pobladas han sido siempre el Yemen, país del rico café Moka, y el Hedjaz,
con las dos ciudades históricas de La Meca y Medina.

Tanto la población nómade que habita en tiendas de piel de cabra o de camello, como la
sedentaria de los oasis, pertenece al grupo semita.

En el siglo VII de nuestra era los árabes se hallan divididos en tribus independientes y rivales entre
si, dedicados al comercio de caravanas y a la agricultura. La Meca es su centro religioso y
comercial. Cada tribu tiene sus ídolos, pero el más famoso y común de todos es la piedra negra o
la Kaaba. Estas gentes valerosas y hospitalarias consiguen su unidad política y religiosa con
Mahoma.

Mahoma, el profeta

Mahoma nace en La Meca en la segunda mitad del siglo VI. Procede de la aristocracia coreichita,
tribu encargada de la custodia del santuario de la Kaaba. Huérfano desde su infancia, se dedica al
comercio y realiza como camellero viajes hasta la región de Siria, donde se pone en contacto con
las religiones judaica y cristiana. Se casa con una rica viuda llamada Jadicha, a cuyo servicio
trabaja, y el bienestar económico le permite dedicarse a la vida contemplativa.

Por su temperamento nervioso y enfermizo, sufre profundas crisis religiosas y siente la misión de
enseñar una nueva religión monoteísta.

Al principio de su predicación, Mahoma encuentra resistencia entre los coreichitas y se ve


obligado, en el año 622, a refugiarse en Medina. Esta huida se llama la Hégira y sirve de inicio a la
Era mahometana.

Medina, rival de La Meca, recibe con agrado las doctrinas de Mahoma y éste, con sus adeptos,
forma un ejército que conquista La Meca y destruye los ídolos respetando la Kaaba. Para los
mahometanos esta campaña es la primera guerra santa contra los infieles.

El Corán

La nueva doctrina recibe el nombre de Islamismo, palabra que significa abandono a la voluntad de
Dios, y sus seguidores son llamados musulmanes (creyentes).

La doctrina del Islamismo se halla contenida en el Corán, libro que escribe Zeid, secretario de
Mahoma, con los discursos y consejos que oye a su maestro.
El Islamismo enseña la existencia de un solo Dios (Alá), proclama la inmortalidad del alma,
promete la felicidad eterna para los fieles y permite la poligamia. A los creyentes impone las
siguientes obligaciones llamadas los cinco pilares del Islam:

• La fe, que se resume en la fórmula: «No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta».

• La oración cinco veces al día, precedida del lavado de la cara, manos y pies, y si no hay agua, con
arena.

• La limosna, que obliga a repartir lo superfluo entre los parientes pobres, los huérfanos y los
mendigos.

• El ayuno o Ramadán, que dura un mes, en el cual no se puede comer ni beber ni fumar ni usar
perfumes durante el día.

• La peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida, si se tienen los medios necesarios.

La doctrina de Mahoma tiene la virtud de fanatizar a las tribus árabes y lanzarlas a la guerra santa,
prometiendo los goces del paraíso a todos los que mueren en la lucha a la sombra de la cimitarra.

La expansión árabe

El Islamismo se extiende rápidamente por dilatadas regiones merced a la guerra santa.

Como los árabes se muestran más justos y generosos que los bizantinos y persas, son recibidos
como libertadores por las poblaciones sometidas al centralismo de Bizancio y Persia.

En la expansión árabe podemos distinguir tres fases:

1.- El Califato perfecto (632-661). Los sucesores de Mahoma reciben el nombre de califas o vicarios
del Profeta. Los cuatro primeros forman el califato perfecto, por ser parientes de Mahoma, y se
llaman Abubéker, Omar, Osmán y Alí. En este período se apoderan sucesivamente de Arabia, Siria,
Palestina, Persia, Egipto y Armenia.
2.- El Califato Omeya (661-750). La expansión árabe alcanza su apogeo durante este periodo. El
creador de esta califato es Moavia, quien traslada la capital a Damasco (Siria), por ser ciudad más
céntrica, y hace hereditario el trono en su familia Omeya. Esta dinastía continúa las conquistas por
el norte de Africa hasta el Atlántico. En tiempos del califa Walid pasan a España (711) y llegan
hasta la Galia, donde son rechazados por Carlos Martel en la sangrienta batalla de Poitiers (732),
evitando así que toda Europa cayera en poder de los musulmanes.

3.- El Califato Abasida (750-1258). Las cuantiosas riquezas que proporcionan las conquistas
ocasionan la corrupción de costumbres de los Omeyas, que son exterminados por Abul-Abas el
Sanguinario, creador del Califato Abasida. Este traslada la capital a Bagdad (Mesopotamia).

El califa más importante de esta dinastía es Harum-al-Raschid el Justo (786-809), celebrado en los
famosos cuentos de Las mil y una noches.

Los abasidas duran hasta 1258, año en que el poder pasa a los turcos seldyúcidas.

La cultura islámica

La cultura islámica carece de originalidad, pues los árabes imitan a los bizantinos, persas, egipcios,
indios y chinos.

Sobresalen en el cultivo de las siguientes ciencias:

• La Teología. La lengua árabe y los estudios teológicos mantienen la unidad cultural del imperio.
Descuella la universidad de El Cairo por las enseñanzas del Corán.

• Las Matemáticas. Los sabios islámicos sintetizan en sus estudios de matemáticas los
conocimientos que tuvieron los griegos y los pueblos orientales. Introducen en Europa las cifras
arábigas y el uso del cero.

• La Medicina. Propagan las doctrinas de Hipócrates y de Galeno.


• La Química. Llevados por la ilusión de encontrar el elixir de la eterna juventud y la piedra filosofal
que convertía en oro todo metal, descubren el alcohol y el ácido sulfúrico.

• La Astronomía. Los estudios astronómicos son fomentados por el califa Almamum (813-833),
quien funda la Casa de la ciencia en Bagdad.

• La Filosofía. Es cultivada por Averroes y Avicena, comentaristas de Aristóteles.

• La Literatura. Los árabes, de ardiente imaginación y de intensa vida afectiva, brillan en la poesía
por la belleza y colorido de sus creaciones líricas, y en sus cantos y leyendas; El Corán y Las mil y
una noches se consideran las obras más conocidas.

• La Economía. Los árabes introducen en Occidente las industrias heredadas de los asirios,
persas y egipcios, como los tejidos, la cerámica y las armas; el cultivo de nuevas plantas, como el
algodón, la caña de azúcar y el arroz; y los inventos chinos de la brújula, el papel y la pólvora.

El arte árabe

El arte árabe carece de originalidad. Se forma con la influencia del bizantino y del persa. Su área de
extensión es extraordinaria y por eso presenta numerosas variantes en sus estilos, pero dentro de
una fuerte e inconfundible personalidad.

La arquitectura

Merecen destacarse algunos rasgos:

• El empleo de columnas finas.

• El arco de herradura.

• Las arquerías entrelazadas.

• Los arcos lobulados.

• Las bóvedas de estalactitas.

• El soporte directo de los arcos sobre las columnas.

• Una rica ornamentación a base de entralazados geométricos.


Las principales muestras del arte árabe se encuentran en las mezquitas y en los palacios.

La mezquita, o casa de oración, es el monumento típico. Las partes principales son una hornacina
o mihrab orientada hacia La Meca, un púlpito o minbar, un patio o sahr con una fuente para las
abluciones, y la torre, o minarete, donde el almuédano anuncia la oración al pueblo.

Son importantes las mezquitas de Damasco, Kairuán (cerca de Túnez), Omar (Jerusalén), El Cairo y
Córdoba (España).

El palacio o alcázar tiene un desarrollo en torno a patios y jardines. El mejor conservado y el más
famoso es la Alhambra de Granada (España), maravilla de la arquitectura universal.

LOS ARABES EN ESPAÑA

Los árabes entran en España durante el reinado de Don Rodrigo, último monarca visigodo. En la
batalla del Guadalete (711) destrozan el ejército enemigo y se extienden por la Península ibérica.

Los nobles visigodos supervivientes al desastre se refugian en las montañas del norte de la
Península y desde aquí van lentamente rechazando y expulsando a los islámicos.

Casi ocho siglos (711-1492) permanecen los musulmanes en España desarrollando una floreciente
civilización que influye en toda Europa.

Los árabes dejan en España:

• Monumentos tan notables como la mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada, y el


alcázar y la Giralda de Sevilla.

• Obras de irrigación que convierten en tierras fértiles las costas de Valencia y Murcia.

• Abundantes palabras que enriquecen la lengua española.


• Una gran influencia en su cultura.

ACTIVIDADES:

1. Ampliar el significado de:

Kaaba, La Meca, Hégira, Corán, mezquita, Alá.

2. En un mapa del mundo árabe ubicando los siguientes lugares:

Arabia, La Meca, Medina, Siria, Palestina, Persia, Egipto, Armenia, El Cairo, Damasco, Bagdad,
España, Córdoba, Granada, Poitiers, lago Aral, río Indo.

3. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- Motivos de la rápida propagación del
Islamismo.

4. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- Los cinco pilares del Islam.

5. Escribir veinte palabras en castellano que sean derivadas del árabe.

6. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- Las mil y una noches (tomar uno de sus
cuentos).

EL IMPERIO CAROLINGIO

La dínastía carolingia

Pipino el Breve (741-768), hijo de Carlos Martel, el vencedor de los árabes en Poitiers, depone al
último rey merovingio, iniciando así una nueva dinastía que recibe el nombre de carolingia, por ser
Carlomagno el más ilustre de sus monarcas.

Pipino el Breve es ungido rey por el papa Esteban II. Desde este momento los monarcas
carolingios, agradecidos a la Iglesia, intervienen en Italia a favor de los papas, luchando contra los
lombardos, que amenazan a Roma con frecuencia. Pipino el Breve pasa los Alpes con su ejército y
arrebata el Exarcado de Ravena a los lombardos, cediendo estos territorios al Pontífice y fundando
los Estados de la Iglesia, llamados también Patrimonio de San Pedro (756).
Carlomagno y sus conquistas

Carlomagno (768-814), una de las figuras más brillantes de la Edad Media, es hijo de Pipino el
Breve. Por sus conquistas y su gran obra cultural se le llama Magno. Es un gran guerrero, prudente
administrador, protector de la Iglesia, de las Artes y de las Letras, y restaurador del Imperio de
Occidente.

Son famosas sus numerosas campañas guerreras, que tienen un carácter político-religioso.

En Italia, ante un nuevo ataque de los lombardos a Roma, interviene a favor de la Iglesia y se
apodera del reino, coronándose como su rey en Pavía. Después confirma y amplia la donación de
Pipino el Breve a la Iglesia.

Realiza 18 campañas contra los sajones que viven entre el Rin y el Elba. El jefe germano Witiking es
vencido y, desengañado de la protección de sus ídolos, se hace cristiano en presencia de
Carlomagno.

También incorpora a su imperio Baviera y los territorios eslavos entre los ríos Save y Drave y la
llanura húngara.

Acude a España en ayuda del gobernador árabe de Zaragoza, sufriendo la derrota de Roncesvalles,
ocasionada por los vascos, quienes vengan así la demolición de las murallas de Pamplona
ordenada por Carlomagno. Esta derrota inspira la Canción de Roldán, obra maestra de la poesía
épica francesa. Es más afortunado en sus campañas de Cataluña, creando la Marca Hispánica,
origen del futuro Condado de Cataluña.

Carlomagno realiza, con sus campañas victoriosas, la unidad del Imperio romano de Occidente,
asegurando la conversión al catolicismo de todos sus pueblos. El papa León III, agradecido, lo
corona Emperador de Occidente en el año 800 en la catedral de San Pedro de Roma durante la
Misa de la Noche de Navidad.
Organización del Imperio

El Imperio carolingio no es un segundo Imperio romano, sino la monarquía francesa engrandecida,


en la que se fusionan tres elementos: lo romano, lo germano y lo cristiano.

El imperio se divide en condados y marcas o provincias fronterizas, gobernados respectivamente


por condes y marqueses. Se mantiene la fuerza y rectitud de las leyes y de los funcionarios con los
mensajeros regios, quienes recorren el imperio.

Para el gobierno, Carlomagno reúne anualmente asambleas de obispos y nobles de todo el


Imperio, llamadas Campos de Mayo, por tenerse en ese mes. Allí se elaboran las leyes del Imperio,
que se denominan capitulares, por estar redactadas en capítulos.

El renacimiento cultural

Hay un gran renacimiento artístico y literario porque Carlomagno:

• Protege a los hombres ilustres y crea escuelas y monasterios.

• Reúne en su corte a los sabios de su tiempo, tales como el inglés Alcuino de York, el español
Teodulfo y el germano Eginardo.

• Organiza en su mismo palacio de Aquisgrán la famosa Escuela palatina, que visita con frecuencia.

La arquitectura se inspira en el arte bizantino. El ejemplar más característico es la capilla del


palacio de Aquisgrán, con planta octogonal. Su construcción la dirige el sabio historiador Eginardo.

Desmembración del Imperio

A la muerte de Ludovico Pío, hijo y sucesor de Carlomagno, sus hijos se reparten el imperio en el
Tratado de Verdún (843):
• Carlos el Calvo recibe Francia.

• Luis el Germánico, Alemania.

• Lotario, la Lotaringia (las tierras del Rin, los Alpes y el norte de Italia), junto con la dignidad
imperial.

El Tratado de Verdún es la primera tentativa de equilibrio europeo basada en la estructura social y


económica de los estados. La rivalidad de los príncipes y la invasión de los normandos, magiares y
inusulmanes deshacen la obra de Carlomagno.

EL FEUDALISMO

El feudalismo

El feudalismo es la organización social, política y económica de la Europa Occidental durante los


siglos IX al XV.

Así como el Imperio romano se caracteriza por un régimen centralizador y la existencia de un


derecho común para todo el territorio, el feudalismo rompe esta unidad, ocasionando un
fraccionamiento territorial y político y la existencia de numerosas costumbres y leyes de
procedencia germánica.

Orígenes del feudalismo

El régimen feudal tiene sus orígenes en ideas e instituciones de los pueblos germanos:

1.- En la concepción individualista de la política, frente al centralismo de los reyes.

2.- En las asociaciones o bandas guerreras de los germanos, cuyo jefe constituye la máxima
autoridad.
3.- En los repartos de territorios de la época de las invasiones.

4.- En la confusión entre la propiedad y la soberanía. Los nobles unen al usufructo de la tierra los
derechos del soberano.

Circunstancias que favorecen el régimen feudal

Diversas circunstancias históricas favorecen la implantación del régimen feudal. Se Pueden


señalar:

• El debilitamiento del poder real al deshacerse el Imperio carolingio.

• La necesidad de una protección eficaz contra la inseguridad de las personas y de las


propiedades, originadas por las invasiones de normandos, magiares y musulmanes. Esta
protección la ofrece el señor de cada comarca, apoyado en su castillo y en su pequeño ejército.

Organización política, social y económica

El feudalismo es una consecuencia del debilitamiento de las monarquías. Como sistema político
surge de la desmembración de la soberanía del monarca, y en lo económico y social, de la
parcelación de la propiedad en una escala descendente.

Los reyes recompensan a sus oficiales con los llamados beneficios o feudos, es decir, con tierras
para que las exploten, pero reservándose el soberano la propiedad y el derecho de recuperarlas a
la muerte del feudatario. Sin embargo, ante la debilidad real, los nobles consiguen que estos
beneficios sean hereditarios y que con el tiempo se les considere soberanos de estas tierras. De
este modo, el territorio o feudo viene a ser un pequeño Estado con sus leyes y costumbres.

Pero al mismo tiempo, todos los habitantes del feudo pasan a depender totalmente de su señor
feudal y se declaran vasallos suyos. Entre ellos, a su vez, el señor feudal reparte sus tierras y les
exige rentas, impuestos y prestaciones.
En resumen, la monarquía en la época feudal se caracteriza:

• Por su debilitamiento, ya que se ve impotente para hacerse respetar de los señores feudales.

• Por la subordinación a sus feudatarios, que con frecuencia son los que escogen al rey.

Caracteres generales de la sociedad

La sociedad feudal tiene una organización rígida en jerarquías ordenadamente escalonadas, que se
representa con una pirámide.

El emperador o el rey ocupa el vértice.

A continuación vienen los grandes señores, tanto del orden secular como del clero: duques,
marqueses, condes, obispos y abades. Reciben del rey extensos feudos en calidad de vasallos, con
la obligación de prestarle ayuda y consejo en determinadas circunstancias.

Los señores feudales a su vez, ceden parte de su territorio a otros vasallos de nobleza secundaria,
como barones, caballeros e hidalgos. Estos feudatarios hacen lo propio con sus súbditos y así se
llega a los villanos y siervos de la gleba, que cultivan las tierras y son vasallos de todos y señores de
nadie.

A partir del siglo XIII, en las ciudades surgen nuevos elementos sociales, como los comerciantes,
artesanos y banqueros, que constituyen la clase más activa e importante de la Baja Edad Media, o
sea, la burguesía.

Los villanos y los siervos de la gleba

La mayor parte de la población está constituida por los campesinos o cultivadores de las tierras del
señor feudal. Hay dos categorías:

• Los villanos, que en teoría son libres, pero que en la práctica están obligados a diversas
prestaciones; pueden cambiar de señor o soberano.
• Los siervos de la gleba, que son verdaderos esclavos, ya que se venden y se compran con la tierra
y no pueden testar en favor de sus hijos, sino de su dueño. Se les persigue en caso de fuga y no
contraen matrimonio sin el consentimiento del noble a quien pertenecen.

La Iglesia y los monasterios influyen en la emancipación de la clase campesina.

Las guerras

Entre los señores feudales son frecuentes las guerras. Estas presentan dos formas:

• Las huestes, que son contiendas aniquiladoras.

• La cabalgada o correría devastadora por tierras enemigas.

Estas guerras, al destruir las cosechas, así como las aldeas de los campesinos, causan grandes
hambres y epidemias.

La vida en los castillos

Las fortalezas o castillos son las residencias de los señores feudales. Construidos en lugares
estratégicos, dominan los pasos y las comunicaciones de las tierras señoriales. Por su fácil defensa
sirven de refugio a la población campesina en caso de guerra.

En un principio los castillos se construyen de madera, rodeados de fosos en torno de la valla de


defensa. A medida que avanza la técnica constructiva, y sobre todo a partir del siglo XI, los castillos
se convierten en núcleos de resistencia, levantándose verdaderas fortalezas en lugares rocosos o
de difícil acceso. Las defensas de madera se transforman en sólidas murallas, protegidas a su vez
por fosos que se atraviesan por el puente levadizo, el cual comunica con el patio en donde se
abren numerosas dependencias. Habitualmente, en el centro del patio se alza la torre del
homenaje, que es la residencia del señor.
La vida en los castillos transcurre monótona y ociosa. En los momentos de paz, el señor feudal
reside en su solitaria mansión atendiendo a la administración de sus tierras y a la educación de sus
hijos. Como distracciones se cuentan los juegos de dados y ajedrez, la caza, la equitación, las
sesiones de los trovadores y juglares, y con frecuencia los banquetes, las fiestas y los torneos.

El hijo primogénito se dedica a la milicia y desde su infancia aprende el manejo de las armas,
adiestrándose en la caza y en la equitación. Primero sirve como paje, posteriormente como
escudero de algún famoso señor, y a la edad de veinte años es armado caballero después de la
vela de armas, durante la noche, y de algunas ceremonias religiosas. Una vez recibido el
espaldarazo de su padrino, ingresa en la nobleza guerrera o en la orden de caballería. Como
consecuencia de algún hecho de armas notable, recibe un feudo y el emblema de su escudo.

La Iglesia y las instituciones de paz

La Iglesia tiene una gran influencia social en la Edad Media. Los monasterios reciben vastas
propiedades en forma de legados o donaciones y son además focos de cultura. Los monjes
enseñan el cultivo de los campos, las artes constructivas y los conocimientos intelectuales.

Con sus enseñanzas y su autoridad, la Iglesia suaviza las costumbres guerreras de los pueblos
germanos, estableciendo:

• La paz de Dios, que reglamenta la lucha y el respeto a la población no combatiente, como


ancianos, mujeres y niños.

• La tregua de Dios o cese de las hostilidades desde la noche del miércoles hasta el lunes y en
tiempo de adviento y cuaresma.

• El derecho de asilo en lugares sagrados, como monasterios, iglesias y algunas ciudades.

ACTIVIDADES:

1.- Especificar el significado de:

Campos de Mayo, capitulares, marca, feudo, homenaje, feudalismo.


2.- En un mapa del Imperio carolingio ubicando los siguientes lugares:

Baviera, Roncesvalles, Marca Hispánica, Aquisgrán, Verdún, ríos Save, Drave y Rin.

3. Dibujar o fotocopiar un castillo feudal, señalando sus partes fundamentales.

4. Elaborar un diagrama de la sociedad feudal.

5. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- El Feudalismo.

6. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- Las influencias del feudalismo en la
colonización española de América.

LA IGLESIA EN LA EDAD MEDIA

LA CONVERSIÓN DE LOS BÁRBAROS AL CATOLICISMO

La obra civilizadora de la Iglesia durante la Edad Media

La Iglesia, ante los bárbaros, adopta la postura de madre y maestra. Con suavidad unas veces y con
energía otras, durante la Edad Media realiza tres fines principales:

• La conversión y civilización de los pueblos germanos.

• La salvación y conservación de la cultura romana.

• El mantenimiento de su independencia ante el poder de los reyes.

Con su influencia contribuye a la unidad cultural de Europa y a la suavización de las costumbres


rudas y belicosas de los pueblos bárbaros.

La conversión de los bárbaros

Antes de las grandes invasiones, los pueblos godos abrazan la herejía arriana por la predicación del
obispo Ulfitas (383). En contacto con los godos, otras tribus bárbaras adoptan el arrianismo.
La Iglesia católica logra con dulzura que, unos tras otros, estos pueblos vayan convirtiéndose al
catolicismo.

Características de la evangelización

Los métodos misioneros empleados por la Iglesia tienen las siguientes características:

• Las conversiones se hacen en masa, con el rey a la cabeza.

• Los predicadores suelen ser obispos que han estado en Roma y reciben del Papa la misión de
evangelizar a su pueblo.

• El Papa tiene la dirección general de las campañas evangelizadoras.

• Los predicadores se adaptan a las costumbres de los pueblos en todo lo que no sea
esencialmente supersticioso e idolátrico, siempre con delicadeza y respetando su libertad
religiosa.

Algunos apóstoles notables

San Remigio, obispo de Reims (Francia); bautiza al rey franco Clodoveo y a los principales
magnates del reino (496).

San Leandro, obispo de Sevilla (España); logra que Recaredo y su corte visigoda abracen
oficialmente el catolicismo en el tercer Concilio de Toledo. (589).

San Agustín de Cantorbery y 39 monjes predican y convierten a los anglosajones (596).

San Patricio (432) extiende por Irlanda el catolicismo, y arraiga tan profundamente la nueva
religión que esta isla es llamada en la Edad Media La isla de los santos.

San Columbano (676) es el apóstol de Suiza, Alsacia y Suabia.

San Armando (676) predica a los belgas

San Bonifacio (754) recorre Alemania evangelizando y bautizando. Su cuerpo reposa en la célebre
abadía de Fulda (Alemania).
LOS MONASTERIOS EN LA EDAD MEDIA

Orígenes de monaquismo

En las regiones de Egipto y de Siria se produce la primera floración del monaquismo cristiano. El
ideal de perfección pueden conseguirlo los monjes bien retirándose a la vida contemplativa en
zonas desérticas, o bien agrupándose en cenobios llevando una vida común bajo la obediencia de
un superior. Los primeros son los anacoretas o eremitas, y los segundos los cenobitas o monjes,
que forman los grandes monasterios.

La vida cenobítica o vida en común es organizada en Oriente por San Basilio y en Occidente por
San Benito. Cada uno escribe una Regla que lleva su nombre y donde se contienen las normas de
vida para sus monjes.

San Benito construye en el siglo VI el monasterio de Montecassino, modelo de todos los que se
fundan en la Europa occidental. La Regla de San Benito sirve de guía a los monjes de la Edad
Media. Esta Regla organiza sabiamente la vida monástica, repartiendo el tiempo entre la oración y
las actividades manuales e intelectuales, no dejando ningún momento a la ociosidad o a la pereza.
Su lema es Oración y trabajo.

Los monjes prestan a la Iglesia y a la sociedad grandes servicios por su labor cultural y
evangelizadora. Después de sus horas de rezos, unos se dedican al cultivo de los campos, otros a la
copia y al estudio de manuscritos en sus escritorios y bibliotecas, otros a la enseñanza y educación
de la juventud, y todos a salvar y extender la cultura clásica refugiada en los monasterios, único
lugar en que se vive un ambiente de recogimiento y de estudio. La vida monástica es algo esencial
a la Edad Media.

Las órdenes de Cluny y del Cister

A lo largo de los siglos el monaquismo sufre períodos de fervor y de decadencia, dando lugar a la
aparición de nuevas órdenes que reforman las costumbres relajadas del clero y de los fieles. La
rama de los benedictinos produce dos órdenes en momentos de relajación de costumbres: los
cluniacenses y los cistercienses.
La Orden de Cluny es fundada por el duque Guillermo de Aquitania en 910. Se llama así porque el
convento está ubicado en Cluny, humilde lugar de la Borgoña (Francia). Los dos abades más
famosos son San Odón (siglo X) y San Odilón (siglo XI).

Cluny es centro de numerosos monasterios creados bajo su influencia y cuyos abades dependen
directamente del Papa. Las cuantiosas donaciones que recibe son causa de que sé introduzca la
relajación a finales del siglo XI.

La Orden del Císter se inicia en 1098 en un lugar desierto de Borgoña denominado Císter. El abad
más famoso es San Bernardo, quien llena todo el siglo XII con su fuerte personalidad.

Cluniacenses y Cistercienses son apoyos poderosos del Papado.

PRESTIGIO DEL PONTIFICADO

Desde Pipino el Breve, la influencia del Papado va en aumento, llegando a ser durante los siglos XI
y XII el poder más prestigioso de la Europa occidental. Los pueblos ven en el Papa un símbolo de
justicia ante los abusos de los reyes y señores feudales, y acuden al pontífice para que influya ante
los poderosos y modere sus imprudencias. Gregorio VII, Inocencio II e Inocencio III son los
pontífices que más se distinguen en la lucha por evitar las arbitrariedades de los reyes y
emperadores y por mantener la libertad de la Iglesia. Como la Edad Media es una época de mucha
fe religiosa, los poderosos respetan a la Iglesia y ante el temor de la excomunión son dóciles a las
normas del Papado. A partir de la lucha entre el papa Bonifacio VIII y Felipe IV el Hermoso de
Francia (s. XIII) decae notablemente esta influencia.

Cismas y herejías

En la Edad Media se dan herejías y cismas que dividen a la Cristiandad por algún tiempo.
Se llama herejía a un error en materia de fe que se mantiene con insistencia. Se denomina cisma a
una desavenencia en materia religiosa que separa del seno de la Iglesia a una parte de la
Cristiandad.

Las herejías y cismas que tuvieron más influencia fueron:

· Los iconoclastas. La Iglesia, desde los primeros tiempos, permite las representaciones de
Jesucristo, la Virgen y los Santos para favorecer la fe y la devoción de los fieles, pero prohibiendo
la idolatría. En Oriente se cometen abusos que inclinan al emperador León III a dictar en el año
727 una orden mandando destruir las imágenes. Los cristianos de Oriente y Occidente se dividen
entre los rompedores de imágenes o iconoclastas, y los adoradores de imágenes o iconodulos.
Esta herejía es condenada por el II Concilio de Nicea (787) reinando en Bizancio la emperatriz Irene
y siendo papa Adriano I.

· El Cisma de Oriente. El origen de este cisma, que rompe la unión de los cristianos en
ortodoxos u orientales y católicos u occidentales, es a la vez de carácter político y doctrinario.

Entre Constantinopla y Roma existen rivalidades desde los tiempos en que Constantino el Grande
traslada la capitalidad a Bizancio. Al desaparecer el Imperio romano de Occidente, Bizancio quiere
ejercer la supremacía sobre Occidente, pero los reinos que se forman con los invasores no aceptan
esta dependencia.

La separación religiosa se inicia siendo Focio patriarca de Constantinopla a mediados del siglo IX.
La Iglesia oriental dice que el Espíritu Santo procede del Padre por el Hijo, mientras que la latina
afirma que procede del Padre y del Hijo. Esta diferencia teológica la emplea Focio contra el papa
Nicolás I, a quien acusa de hereje.

En 1064 el patriarca Miguel Cerulario consuma el cisma iniciado por Focio. Desde entonces están
divididos los cristianos de Oriente u ortodoxos y los cristianos de Occidente o latinos.

Durante los siglos XII y XIII florecen en el sur de Francia los valdenses y los albigenses, sectas que
se propagan particularmente entre la gente sencilla del pueblo. La característica de estas herejías
es que predican un cristianismo muy rígido, particularmente en lo relacionado con la pobreza y la
austeridad de vida. Los albigenses son tan peligrosos que se organiza contra ellos una cruzada,
dirigida por Simón de Montfort, que los derrota en la batalla de Muret (1213). El que más
contribuye a la conversión de los albigenses es Santo Domingo de Guzmán, quien con su santidad
de vida y su predicación logra que multitud de herejes reconozcan sus errores y vuelvan al seno de
la Iglesia católica.

En los siglos XIV y XV surgen dos herejes que se consideran precursores del protestantismo: Juan
Wyclif en Inglaterra y Juan Hus en Bohemia (Checoslovaquia). Ambos atacan al pontífice, las
indulgencias, la vida religiosa y los sacramentos de la confesión y de la eucaristía y la organización
de la Iglesia. Ambos herejes son excomulgados en el Concilio de Constanza (1415).

La Inquisición

Con el fin de preservar la fe contra los ataques de los herejes, el papa Gregorio IX, aconsejado por
el emperador Federico II, establece en 1231 el Tribunal de la Inquisición.

El origen de la Inquisición hay que verlo en las ideas reinantes de la época. Para el hombre
medieval, la unidad religiosa y la unidad política son una misma cosa. Por eso tan digno de castigo
es quien atenta contra la seguridad del estado como el que introduce la división en lo religioso. Los
emperadores y reyes ven con buenos ojos la Inquisición y el pueblo la celebra con júbilo.

El fin de la Inquisición es descubrir a los herejes y, en caso de que no reconozcan su error,


entregarlos a la justicia del estado para que se les juzgue y castigue de acuerdo con las leyes
civiles.

Con el correr de los tiempos se introducen abusos que desprestigian totalmente la Inquisición, y lo
que se inicia con agrado del pueblo termina siendo odioso de todos.

Las órdenes monásticas


En la Edad Media surgen bastantes órdenes monásticas que contribuyen poderosamente al
mantenimiento del fervor religioso. Unas se fundan para libertar cristianos cautivos en países de
infieles, como los Trinitarios y los Mercedarios; otras se fundan para mantener la piedad en el
pueblo por medio de la predicación, como las órdenes mendicantes de Dominicos y Franciscanos,
y otras, por fin, para luchar contra los países infieles, como las órdenes militares de Templarios
(Jerusalén), Santiago (España) y Avís (Portugal)

De entre todas estas nuevas órdenes, las que más influencia tienen son las órdenes mendicantes,
así llamadas porque viven de la caridad pública.

ACTIVIDADES

1. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- La influencia de los monjes en la cultura
medieval.

2.- Elaborar un cuadro sinoptico que sintetise las ocho principales cruzadas.

LA LUCHA DE LAS INVESTIDURAS Y LAS CRUZADAS

El Sacro Imperio Romano-Germánico

En el siglo X reina en el imperio alemán un gran monarca llamado Otón I el Grande. Este rey
rechaza con energía las invasiones de daneses, eslavos y magiares. Llamado por la reina lombarda
Adelaida, acude en su ayuda, la repone en el trono y se casa con ella. El papa Juan XII solicita sus
servicios para librarse de sus enemigos. Agradecido, el pontífice lo corona emperador del Sacro
Imperio Romano-Germánico (962).

El fin de este imperio es la defensa de los intereses de la Iglesia y el mantenimiento de la paz y de


la justicia.

La intervención del emperador en los asuntos de la Iglesia trae más tarde graves conflictos entre el
Papa y los monarcas alemanes, siendo los más graves los sostenidos entre:

• Gregorio VII y Enrique IV, en el siglo XI.

• Alejandro III y Federico I Barbarroja, en el siglo XII.


• Inocencio IV y Federico II, en el siglo XIII.

LA LUCHA DE LAS INVESTIDURAS

La lucha que mantiene Gregorio VII contra Enrique IV para defender la libertad de la Iglesia se
denomina en la historia la lucha de las investiduras.

La investidura consiste en conceder un cargo importante a una persona. Los emperadores


alemanes se habían acostumbrado a dar investiduras de obispo y de abad sin consultar al Papa.
Cuando es coronado Gregorio VII como pontífice, exige para si esa atribución. El emperador
Enrique IV no obedece al Papa y continúa dando investiduras eclesiásticas. Gregorio VII lo
excomulga y lo declara depuesto del trono imperial, desligando a sus súbditos de la obligación de
obediencia.

El emperador, al verse abandonado, decide humillarse, y sabiendo que el papa está hospedado en
el castillo que la princesa Matilde tiene en Canossa, acude Enrique IV y obtiene el perdón.

Lograda la reconciliación, el emperador torna a Alemania, donde prepara un ejército y se dirige


contra Roma, sitiando al papa. Libertado Gregorio VII, muere en Salerno (1085).

Enrique IV se ve nuevamente abandonado de sus partidarios, e incluso hasta de sus hijos,


muriendo pobremente en Lieja (Bélgica).

Lucha entre Alejandro III y Federico I Barbarroja

Federico I Barharroja es un emperador dotado de grandes cualidades para ser un excelente


gobernante. Desafortunadamente, su gran orgullo le lleva a querer dominar Italia y la Iglesia. Esta
actitud le enfrenta al papa Alejandro III. Las ciudades italianas hacen causa común con el Papa y
derrotan a las tropas imperiales en la batalla de Legnano (1176). El Papa y Federico I firman la paz
de Constanza (1183), por la cual el emperador renuncia a sus pretensiones de dominio sobre Italia
y la Iglesia.
Lucha entre Inocencio IV y Federico II

Federico II debe la corona imperial al papa Inocencio III. Muerto el Papa, Federico II se olvida del
favor y, deseoso de dominar Italia y el Papado, se enfrenta sucesivamente con Honorio III,
Gregorio IX e Inocencio IV. La lucha es tenaz y el fin de la misma se precipita por la muerte de
Federico II (1250).

El pontificado de Bonifacio VIII (1294-1303)

Bonifacio VIII es un pontífice que tiene un alto concepto de su dignidad. Imitando a Gregorio VII,
desea mantener la independencia de la Iglesia ante los poderes de los reyes, y por eso, al principio
de su pontificado, publica la bula Clericis laicos, en la cual lanza la excomunión contra los poderes
temporales que, sin autorización de la Sede Apostólica, exijan al clero y a las comunidades
religiosas algún impuesto. El mismo castigo cae sobre las personas eclesiásticas y religiosas que
pagan esos impuestos.

En Francia reina Felipe IV el Hermoso, así llamado por ser de extraordinaria fuerza física, rostro
blanquísimo, ojos azules, pelo rubio y esbelto. Este monarca tiene también un elevado concepto
de la dignidad real. Aconsejado por algunos legistas, como Guillermo de Nogaret, no admite en su
estado más autoridad que la suya, y por eso se opone a las órdenes de Bonifacio VIII.

Habiendo surgido una guerra entre Inglaterra y Francia, Felipe IV el Hermoso impone abusivos
tributos a algunos obispados y abadías y prohíbe sacar moneda del reino, con lo cual impide
mandar a Roma las colectas que se hacen en sus dominios.

Bonifacio VIII amenaza al rey con la excomunión, pero Felipe IV envía a Italia a Guillermo de
Nogaret con un pelotón de soldados para que aprisionen al Papa. Este se encuentra en Anagni. Por
sorpresa se apoderan del pontífice y lo ultrajan de tal manera que, apesadumbrado, fallece a los
pocos días en Roma.
Con la muerte de Bonifacio VIII se inicia la decadencia del poder temporal y del prestigio de los
papas.

Los papas en Aviñón

Al morir Bonifacio VIII, Felipe IV presiona a los cardenales franceses para que escojan un Papa de
sus ideas. Obedeciendo sus deseos, eligen a Clemente V, que es francés, de carácter débil y
deseoso de enriquecer a sus familiares.

El nuevo pontífice, temeroso de los enemigos que puede tener en Roma, y presionado por Felipe
IV, fija su residencia en Aviñón, Francia (1309).

Durante setenta años permanecen los papas en esta ciudad, siendo instrumentos dóciles de los
reyes franceses.

Convencido por los consejos y las súplicas de Santa Catalina de Siena, Gregorio XI torna a Roma.

Este período de los papas en Aviñón se llama en la Iglesia la segunda cautividad de Babilonia
porque dura el mismo tiempo que el destierro del pueblo de Israel en la capital de la Baja
Mesopotamia.

El Cisma de Occidente (1378-1418)

Muerto Gregorio XI, los cardenales, influenciados por el partido romano, eligen papa a un italiano
que toma el nombre de Urbano VI. El autoritarismo del nuevo pontífice descontenta a los
cardenales franceses, quienes, declarando nula la elección de Urbano VI por no haber existido
plena libertad, nombran un nuevo papa con el nombre de Clemente VII, quien se instala en
Aviñón.
La Iglesia se divide en dos grupos: Francia, España, Escocia y Nápoles obedecen a Clemente VII, y el
resto de los católicos reconocen a Urbano VI.

Este cisma ocasiona daños espirituales muy grandes y profundo desorden en la Iglesia.

En el concilio de Constanza (Suiza) se logra la anhelada unidad eligiendo como único papa a Martín
V (1417) y obligando a los otros a renunciar. Martin V fija su residencia en Roma.

Las consecuencias del Cisma de Occidente son nefastas para toda la Iglesia porque debilita la
autoridad del Papa y aumenta la intromisión de los reyes en los asuntos eclesiásticos.

LAS CRUZADAS (1095-1270)

Qué son las Cruzadas

Se llaman Cruzadas las expediciones guerreras que realizan los cristianos de Europa contra los
infieles durante la Edad Media.

Se cuentan bastantes Cruzadas (por ejemplo, contra los musulmanes en España, contra los herejes
albigenses), pero se denominan así las ocho expediciones militares encaminadas a liberar los
Santos Lugares del poder de los musulmanes.

La palabra cruzada tiene su origen en la cruz de tela que se ponen los expedicionarios en el pecho
o en el hombro derecho.

Las primeras Cruzadas son muy populares. Más tarde, por disminución del entusiasmo, acuden
sólo los nobles y reyes con sus huestes. Las dos últimas son organizadas y realizadas por Luis IX de
Francia.
Causas de las Cruzadas

Hay causas religiosas, sociales, políticas y económicas.

Las causas religiosas son las que más influyen en las tres primeras Cruzadas: el deseo de
reconquistar los Santos Lugares que están en poder de los turcos e impedir que el Imperio griego
sea conquistado por los enemigos de la fe, animan a los expedicionarios.

Las causas sociales están en segundo lugar: el ardor bélico de los caballeros andantes y de los
señores feudales apoyan con entusiasmo estas expediciones.

Las causas políticas, aunque secundarias, también influyen, pues los papas, emperadores y reyes,
al ver que la cristiandad está amenazada por los partidarios de Mahoma en tres frentes: España,
norte de Africa y Oriente, favorecen las Cruzadas.

Las causas económicas, hacen que las poderosas repúblicas de Italia (Génova, Pisa y Venecia)
prestan toda su influencia porque así favorecen sus intereses comerciales con Oriente.

• La primera Cruzada (1095-1099)

El papa Urbano II la predica con el fin de socorrer a Constantinopla, amenazada por los turcos,

El monje llamado Pedro el Ermitaño, que ha sido testigo de las humillaciones sufridas por los
peregrinos que van a Tierra Santa recorre gran parte de Europa enardeciendo a las multitudes con
su fogosa palabra.

Se organizan dos expediciones: una popular y otra regular.


La popular la guía Pedro el Ermitaño y fracasa, porque la mayoría mueren víctimas del hambre, de
la peste y de los ataques turcos.

La regular la dirigen caballeros. Forman tres cuerpos de ejército y por itinerarios distintos se juntan
en Constantinopla. Capitaneados por Godofredo de Bouillon, derrotan a los turcos en Nicea,
Dorilea y Antioquía, conquistando .Jerusalén (1098) tras un prolongado asedio y sangriento asalto.

Como consecuencia de esta cruzada se funda el reino de Jerusalén, regido por Godofredo de
Bouillon, quien toma el título de defensor del Santo Sepulcro.

• La segunda Cruzada (1147-1149)

Por encargo del papa Eugenio III, San Bernardo predica la segunda Cruzada.

Su finalidad es ayudar al reino de Jerusalén, seriamente amenazado por los turcos. Dirigen la
expedición el rey Luis VII de Francia y el emperador Conrado III.

La cruzada fracasa por falta de apoyo bizantino, por el hambre, las enfermedades y los ataques
turcos. Jerusalén cae en poder de los musulmanes.

• Las demás Cruzadas

La tercera Cruzada (1187-1192) es organizada por los reyes más poderosos de Europa: el
emperador Federico I Barbarroja, Felipe Augusto de Francia y Ricardo Corazón de León de
Inglaterra.

Su finalidad es oponerse al avance del sultán Saladino. Federico I perece ahogado al intentar
atravesar un río; Felipe Augusto se enemista con Ricardo Corazón de León y se vuelve a Francia. El
rey inglés lucha victoriosamente durante dos años contra Saladino. Al fin firma un tratado honroso
con el sultán y torna precipitadamente a Inglaterra porque Felipe Augusto y Juan Sin Tierra
quieren destronarlo.

La cuarta Cruzada (1199-1204) es aprovechada por los venecianos para favorecer sus intereses
comerciales en Oriente. Los cruzados se apoderan de Constantinopla y fundan el Imperio latino
(1204-1261).

La quinta y sexta Cruzadas las realizan Andrés de Hungría y el emperador Federico II,
respectivamente. En ambas cruzadas el resultado más positivo es que se logra autorización para
que los peregrinos visiten libremente los Santos Lugares.

La séptima y octava Cruzadas las dirige Luis IX de Francia. En la primera se encamina a Egipto. Su
ejército es derrotado y cae prisionero el rey, quien es libertado mediante un fuerte rescate.

En la segunda va a Túnez con el objeto de convertir al sultán y con su ayuda reconquistar


Jerusalén. Frente a Cartago muere Luis IX, víctima de la peste.

Consecuencias de las Cruzadas

Aunque sólo en la primera Cruzada se consigue el objetivo propuesto, sin embargo las demás
producen algunos resultados positivos. Vamos a enumerar los principales:

Ø En lo social

• Contribuyen a la solidaridad de la Europa feudal por la unión que supone la lucha contra un
enemigo común.

• Disminuyen las luchas entre nobles y reyes al tener que juntarse para libertar los Santos Lugares.

• Se robustece el poder de los reyes.

• Se eleva el nivel moral por los sacrificios que suponen las Cruzadas.
• Los vasallos y las ciudades consiguen comprar sus libertades al arruinarse los nobles con los
preparativos militares

Ø En lo político

• Se debilita el poder de los turcos y así se logra rechazar su proyectada invasión de Europa y
retrasar cuatro siglos la toma de Constantinopla.

• Los señores feudales se acostumbran a obedecer a los jefes de las expediciones.

Ø En lo económico

• Se fomenta el contacto comercial con el Imperio bizantino y con el Oriente.

• Se desarrollan diversas industrias como la de armas y textiles.

Ø En lo cultural

• Se establecen relaciones con Constantinopla, que es en esa época un foco de saber.

• Se conocen y aprovechan los conocimientos de Matemáticas y Medicina que los árabes tienen.

• Se desarrolla la literatura con el relato de las hazañas y aventuras de las Cruzadas.

ACTIVIDADES:

1.- Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- la distinción que existe entre clero secular y
clero regular.

2.- Elaborar un cuadro que sintetice las ocho cruzadas más importantes

LAS GRANDES TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS A PARTIR DEL SIGLO XII


Las invasiones bárbaras arruinan la vida urbana, característica del Imperio romano, y un nuevo
paisaje surge en la sociedad feudal. Es un paisaje con abundantes e inhóspitos castillos y vastos
monasterios en medio de míseras viviendas campesinas.

A finales del siglo XI, el relativo aumento de la seguridad social y de la demografía; el incremento
de la agricultura con nuevos cultivos como el arroz; el progreso de la industria, agrupando a los
patronos y obreros en gremios, y el resurgimiento del comercio marítimo como resultado de las
Cruzadas, provocan un gran desarrollo urbano.

En las proximidades de los castillos o de los monasterios, en los cruces de caminos comerciales o
en los puertos de mar se agrupa la población, constituyendo las villas; y en las afueras de las
arruinadas ciudades antiguas se forman los barrios o burgos. A los habitantes de estos burgos,
generalmente comerciantes, industriales y gente que no se dedican a trabajos manuales, se les
llama burgueses.

Desarrollo de la vida urbana

Las villas y los burgos dependen, al formarse, de un señor feudal; pero pronto se emancipan, al
comprar sus libertades o conquistarlas por la fuerza.

Los reyes, por su parte, favorecen este movimiento de emancipación de la clase media o
burguesía, en su lucha por abatir la nobleza feudal.

Así, ayudadas por los reyes, las ciudades se constituyen en municipios y organizan su propia
administración, de la que se encarga una asamblea de vecinos que forma el concejo o
ayuntamiento, presidido por un magistrado llamado alcalde, síndico o preboste.

Según los lugares, hay municipios libres o autónomos, y otros aforados o francos, cuya carta o
fuero limita los derechos del señor, de quien dependen en parte.

Las grandes ciudades


Además de las villas y los burgos existen en la Edad Media, en los diversos países, algunas grandes
ciudades (de veinte a cien mil habitantes), notables por su desarrollo económico. Tales son las
italianas de Milán, Florencia, Génova y Pisa; las alemanas de Lubech, Colonia y Bremen; Paris en
Francia; Barcelona y Sevilla en España.

La ciudad medieval está rodeada de murallas que dificultan su expansión. Sus calles son tortuosas;
están mal urbanizadas y carentes de higiene. Todos los desperdicios y basuras se botan a la calle,
donde los cerdos son los únicos encargados de la limpieza. Así se explican las temibles epidemias
de peste, provocadas y agravadas por esa falta de higiene. La más terrible epidemia es la peste
negra de 1348. Esta enfermedad endémica de los jerbos causa más de 25 millones de victimas y es
traída de la región del mar Caspio por una nave genovesa.

El otro gran peligro de las ciudades medievales son los devastadores incendios, porque en las
construcciones de la época predomina la madera, y además tienen con frecuencia grandes
balcones o voladizos sobre las calles, que acercan los edificios unos a otros, favoreciendo la
propagación de los incendios: Por eso existe el toque de cubre fuego para extinguir, al acostarse,
todos los fuegos del hogar.

Renacimiento del comercio y de la industria

A consecuencia de las Cruzadas, el comercio renace en el Mediterráneo, causando el


enriquecimiento y desarrollo de las ciudades italianas de Venecia, Génova, Pisa y Florencia, y la de
Barcelona en España. Los puertos más activos del Atlántico son Brujas y Londres.

El comercio en la Alta Edad Media es ambulante. Desde el siglo XIII los judíos, sobre todo, se
establecen en locales fijos o en ciudades célebres por sus mercados o ferias. Se desarrolla la
industria de la artesanía. Patronos y obreros se agrupan en asociaciones económicas: los gremios.

Cada gremio constituye una unidad económica formada por maestros, oficiales y aprendices.
Tienen sus patronos, sus cofradías religiosas y reglamentan la economía de la producción, fijando
las condiciones de trabajo y los precios. El gremio no es una organización cerrada. Los oficiales y
aprendices pueden adquirir la categoría de maestro con sólo verificar satisfactoriamente ante un
tribunal laboral la ejecución de una obra perfecta de artesanía.

El renacimiento de la industria y el comercio da mayor valor al empleo del dinero, y los judíos
inician las actividades bancarias en las ciudades lombardas de Italia.

La Hansa

Así como cada rama de producción tiene su correspondiente asociación gremial, los comerciantes
germanos forman una liga de protección: la Hansa o Liga Hanseática, en apoyo de sus intereses
mercantiles. Dispone dicha asociación de una poderosa armada para la defensa de sus naves
contra los piratas y cuenta, además, con sus representantes o cónsules en las ciudades o puertos
más importantes. Es una verdadera potencia económica, con la que tienen que contar los mismos
soberanos.

Las principales ciudades asociadas a la Hansa, en el siglo XIV, son Hamburgo, Hannover, Danzig y
Colonia.

LA CULTURA Y LAS ARTES DE LA EDAD MEDIA

Las universidades

En las primeras centurias del Medievo, la cultura y la enseñanza florecen tan sólo en los
monasterios y en otros centros eclesiásticos, y no hay más locales de docencia que las copales,
donde se enseña el Trivium y el Quadrivium, a los que se añade pronto la Filosofía, la Teología y el
Derecho. Pero a fines del siglo XIII, juntamente con el desarrollo económico, se verifica una
renovación cultural en el occidente de Europa.

Al generalizarse las escuelas episcopales situadas en los centros urbanos importantes, se asocian
los maestros y discípulos de varias de ellas y constituyen la Universidad.
La Universidad, como la define el Rey Sabio en las Partidas, «es el ayuntamiento o asociación de
maestros y discípulos cuyo jefe es el rector». La palabra Universidad (Univérsitas) indica que en
tales centros se enseñan todas las materias entonces conocidas. A partir del siglo XIII, para su
erección hace falta la Bula pontificia de reconocimiento y la licencia docendi o autorización a los
profesores de la Univeréibah -para ejercer la docencia.

Las principales disciplinas que se explican son: las siete artes liberales, Derecho, Teología,
Medicina y Cánones. El latín constituye la lengua universitaria y hay intercambio de libros, de
profesores y de estudiantes en las distintas facultades. Además existen en todas las ciudades
universitarias colegios y residencias de estudiantes que visten su uniforme distinto en cada
facultad.

Las Universidades más célebres de Europa son las italianas de Bolonia, famosa por la enseñanza
del Derecho romano, y Salerno, célebre por su escuela de Medicina; las francesas de Paris y
Montpellier, especializada la primera en Teología y la segunda en Medicina; en Inglaterra, las de
Oxford y Cambridge, y en la Península Ibérica destacan las de Salamanca y Coimbra.

La Escolástica

La Escolástica, o la ciencia de las escuelas, intenta armonizar las creencias católicas con la filosofía
griega, en particular con la aristotélica, difundida en el Occidente por versiones hechas en la
Escuela de traductores de Toledo. La Escolástica, pues, es un sistema filosófico aplicado a la
teología y basado en el principio de autoridad religiosa de la Iglesia, de los santos Padres y de la
Sagrada Escritura. Alcanza su máximo esplendor con las grandes figuras de Santo Tomás de Aqui-
no, autor de la Summa Theologica; San Alberto Magno y el franciscano Duns Escoto.

Las cortes de Federico II y Alfonso X el sabio

Las cortes de Federico II y Alfonso X el Sabio son los dos focos más importantes del saber en el
siglo XIII.

Federico II, emperador de Alemania, es al mismo tiempo rey de Sicilia. Su corte de Palermo
constituye un puente para la transmisión de la cultura arábigo-bizantina a Europa. La labor
intelectual de Federico II es importante en el Medievo. Escéptico en materia religiosa, es un gran
entusiasta de la cultura musulmana y domina perfectamente varios idiomas: italiano, francés,
alemán, además del griego, árabe y latín, Funda la Universidad de Nápoles y los estudios de
medicina de Salerno. Colaboran al brillo de la corte siciliana sabios y eminentes maestros, como
Pedro de la Vigne, el griego Teodoro y el español Miguel Escoto.

En tiempo de Alfonso X el Sabio, en la segunda mitad del siglo XIII, la Escuela de traductores de
Toledo adquiere un nuevo vigor y florecimiento. Cristianos, judíos y musulmanes colaboran en la
escuela alfonsina, vertiendo al castellano las fábulas de la colección Calila e Dimna y componiendo
diversos tratados históricos, como la Grande y General Historia; recreativos, como el Libro de
ajedrez, dados y tablas; científicos, como los Libros del saber de Astronomía; y jurídicos, como Las
siete partidas, obra maestra en la historia del derecho medieval.

La ciencia medieval

Las ciencias en la Edad Media tienen poco desarrollo, destacándose la Universidad de Montpellier
y los Estudios de Salerno en la enseñanza de la Medicina; en Ciencias Naturales sobresale San
Alberto Magno; en Matemáticas, Leonardo de Pisa y el inglés Bacon. La Historia se presenta en
forma de crónicas. Algunos cronistas notables son Villehardouin, Joinville, Froissart y López de
Ayala. Entre los viajeros y exploradores de las tierras de Oriente está el veneciano Marco Polo.

La cartografía

El desarrollo de la marina catalana favorece los estudios de astronomía y náutica, adquiriendo


gran importancia las escuelas cartográficas de Cataluña y Mallorca, que levantan cartas o mapas
llamados cartujanos, fijando la posición exacta de los puertos mediterráneos. Entre los cartógrafos
mallorquines merecen citarse el judío Jafuda Cresques, Angelino Dulcert y Gabriel Valseca.

La ciencia cartográfica catalano-mallorquina contribuye poderosamente a los descubrimientos del


infante Don Enrique el Navegante.

Las lenguas romances


Se llaman lenguas romances a las que derivan del latín. En los siglos XI y XII se inician los primeros
balbuceos de las lenguas romances, y a través de la Edad Media se van perfeccionando y
empleando en obras literarias.

Las lenguas romances más importantes son: el castellano o español, el francés, el italiano o
toscano, el gallego, el portugués y el catalán.

El castellano se llama así por haberse empezado a hablar en una región de España llamada Castilla
por los muchos castillos construidos en ella para defenderla de los ataques de los moros. Es la
lengua romance más extendida, ya que se habla en España, en toda la América hispánica y otros
lugares del mundo.

Las primeras manifestaciones literarias de las lenguas romances corresponden a la poesía épica y
se llaman Cantares de gesta. Los más famosos son:

• La Canción de Roldán, en Francia.

• El Cantar de Mio Cid, en España.

ACTIVIDADES

1. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- comparación de los gremios de la Edad Media
con los sindicatos de la actualidad.

2. Consultar el origen, desarrollo y funcionamiento de la Universidad medieval.

3. Buscar y escribir veinte palabras parecidas en español, francés y portugués.

4. Leo una versión moderna del Cantar de Mío Cid. (en el receso escolar)

EL ARTE ROMÁNICO Y EL ARTE GÓTICO

EL ARTE ROMÁNICO
Se llama arte románico al estilo arquitectónico que predomina en Europa durante los siglos XI y
XII.

Recibe este nombre por coincidir su florecimiento con la formación de las lenguas romances o
románicas.

Surge el estilo románico en las orillas del Adriático, propagándose luego por la cuenca del Rin,
Francia y España. Los monjes de Cluny lo adoptan como propio para construir sus monasterios que
se levantan por toda Europa, dando así al arte románico una inspiración religiosa y monástica; por
eso se le llamó también arte monacal.

Los elementos arquitectónicos del arte románico

Los elementos más característicos del arte románico son:

• La planta de cruz latina, con una o tres naves.

• El arco de medio punto.

• La bóveda de cañón.

• Las robustas columnas.

• Los gruesos muros.

• Las escasas y pequeñas ventanas.

Carácter de la arquitectura románica

La arquitectura románica ha sido llamada el dórico del arte cristiano por ser severa y pesada.
Domina el sentido de la horizontalidad sobre el de la verticalidad y los macizos sobre los vanos.
Monumentos principales

En Alemania, la catedral de Bamberg.

En Francia, la catedral de Angulema y San Trófimo de Arlés.

En Italia, el conjunto arquitectónico de la catedral, baptisterio y torre inclinada de Pisa.

En España, la catedral de Santiago de Compostela, obra maestra del románico europeo.

EL ARTE GÓTICO

Sus orígenes y difusión

Al estilo románico sucede durante los siglos XIII al XVI el gótico. Este estilo es una de las creaciones
más perfectas de la sociedad burguesa de la Baja Edad Media.

Se cree que el origen de este estilo está en la cuenca del río Sena, en la región denominada Isla de
Francia.

El estilo gótico es una evolución del románico, causada por los problemas que éste presenta a los
arquitectos, sobre todo en lo referente a la elevación e iluminación de los templos.

El elemento básico del estilo gótico es el arco apuntado, cuyo uso se generaliza en el norte de
Francia y desde aquí se difunde por Europa y hasta el Oriente, llevado por los cruzados.

La orden del Císter o de los monjes blancos es la que propaga este estilo, empleándolo en los
numerosos monasterios que construye por toda la Europa occidental.

Carácter del estilo gótico


El arte gótico coincide con la aparición de la burguesía, el florecimiento del comercio y el auge
industrial de la Baja Edad Media.

Si el románico es tan sólo arte monacal, el gótico es también arte urbano, el de la rica burguesía y
de los gremios industriales, que sienten gran emulación por adornar sus ciudades con esbeltas
catedrales, lujosas casas consistoriales y orgullosas torres y campanarios, símbolos de su
religiosidad y de sus libertades políticas. Es, por lo tanto, un arte burgués y urbano, pero que logra
su mejor expresión en las catedrales y que refleja al mismo tiempo el sentido religioso de la
sociedad medieval.

Elementos arquitectónicos del gótico

Los elementos esenciales del gótico son:

• El arco apuntado u ojival.

• Los arbotantes o segmentos de arco que transmiten por el exterior los empujes de las naves a
los contrafuertes o botareles.

• Las portadas y ventanales apuntados.

• La planta de cruz latina con una, tres o cinco naves, siendo la central muy elevada.

• Las columnas esbeltas.

• Los muros reducidos a su mínima expresión, porque los amplios ventanales ocupan casi toda la
pared.

Podemos resumir las notas más características del gótico diciendo que es un estilo en el que
predomina la altura, la verticalidad y la luminosidad.

Monumentos principales del gótico


En Francia, las catedrales de Nuestra Señora de Paris, Chartres, Amiens y Reims.

En Alemania, la catedral de Colonia, llamada la joya de las catedrales góticas.

En Italia, la catedral de Milán.

En Inglaterra, la catedral de Lincoln.

En España, las catedrales de Toledo, León, Burgos y Sevilla.

Origen de las instituciones parlamentarias

Las instituciones parlamentarias se van formando a través de la Baja Edad Media. Los reyes, para
defenderse de los poderosos señores feudales, favorecen el nacimiento y desarrollo de las
ciudades y con ello la importancia de la burguesía. En las asambleas representativas intervienen
los delegados de esa burguesía junto con la nobleza y el clero. Estas asambleas tienen en cada
nación un carácter y unas atribuciones distintas. En Inglaterra se denominan Parlamento; en Espa-
ña, Cortes; en Francia, Estados Generales, y en Alemania, Dieta.

Felipe IV el Hermoso convoca y favorece los Estados Generales para lograr el apoyo de sus
súbditos en su lucha contra Bonifacio VIII.

En Inglaterra la Carta Magna y los Estatutos de Oxford aumentan la influencia del Parlamento.

Las Cortes de los reinos de España gozan de mucha importancia en el gobierno. Las ciudades,
amparándose en los privilegios que les conceden los reyes, son aliadas del monarca contra los
señores feudales. Alfonso IX de León convoca las primeras Cortes en el siglo XI.

La literatura prerrenacentista

El Renacimiento cultural de los siglos XV y XVI no surge de repente. Tiene sus precursores
principales en tres hombres extraordinarios: Dante, Petrarca y Boccaccio.
Dante Alighieri (1265-1321) nace en Florencia y es uno de los grandes poetas de la Humanidad. Su
obra inmortal es la Divina Comedia, verdadera epopeya del cristianismo. Narra en esa obra el viaje
que hace el poeta al Infierno, al Purgatorio y al Paraíso. En los dos primeros lugares lo acompaña el
gran poeta romano Virgilio. Por el Paraíso le guía su amada Beatriz. Consta el poema de cien
cantos y está escrito en tercetos de versos endecasílabos.

Francisco Petrarca (1304-1374) nace en Arezzo, cerca de Florencia. Viaja por Italia, Francia,
Alemania y Países Bajos. Vive en Aviñón durante la estancia de los papas. En sonetos y canciones
canta su amor a Laura.

Juan Boccaccio (1313-1375) escribe el Decamerón, conjunto de cien cuentos o pequeñas novelas
en prosa. Narra las costumbres de la sociedad florentina de su época.

ACTIVIDADES

1. Elaborar un cuadro en paralelo que contenga las diferencias que hay entre los estilos románico y
gótico.

2. Dibujar o fotocopiar una catedral gótica para analizar sus características.

3. Identificar en revistas, libros, guías turísticas las iglesias y edificios que tengan influencias ro-
mánicas y góticas (Mínimo cinco).

SURGIMIENTO DE LAS NACIONES EUROPEAS

FRANCIA

La dinastía de los Capetos

Al morir Luis V en un accidente de caza sin dejar heredero, se extingue la dinastía carolingia y los
grandes señores feudales y los prelados eligen a Hugo Capeto, iniciando la dinastía de los Capetos.
Al advenimiento de los Capetos, Francia constituye un mosaico de principados señoriales. Los más
importantes son: los ducados de Aquitania, Borgoña, Normandía e Isla de Francia, y los condados
de Flandes, Champaña, Anjou y Tolosa.

Los Capetos dominan solamente la Isla de Francia. Sin embargo, aseguran la dinastía asociando en
vida al primogénito y obteniendo la consagración de manos de la Iglesia. Esta consagración los
prestigia y el clero los apoya en su política unitaria.

A lo largo de los siglos XII y XIII, la gran extensión de los dominios reales es obra de los monarcas
Luis VII, Felipe II Augusto, Luis VIII y Luis IX.

• Luis VII (1137-1180)

Interviene en la segunda Cruzada y consigue gran popularidad al favorecer a los agricultores, a los
burgueses y a las comunas contra los señores feudales.

• Felipe II Augusto (1180-1223)

Felipe Augusto es hijo de Luis VII. Posee grandes cualidades políticas y excelentes dotes
administrativas. Durante su largo reinado acrecienta el patrimonio real valiéndose, ya de la
política, ya de las armas.

El rey inglés Enrique II Plantagenet posee extensos territorios en Francia. Felipe Augusto, no
pudiendo vencerlo por las armas, debilita su poderío favoreciendo las rebeliones de sus hijos
Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra, y de sus vasallos. Así consigue apoderarse de una parte
de Poitou y de Auvernia.

Interviene con Ricardo Corazón de León en la tercera Cruzada. Pero, enemistados, deja la
expedición y se dedica a atacar los territorios que en Francia dominan los ingleses. Así conquista
Normandía, Maine, Anjou y Poitou. Tales conquistas le valen el título de Augusto.
El afán imperialista de Felipe Augusto provoca contra él la coalición del emperador Otón IV, del rey
inglés Juan Sin Tierra y de los condes de Borgoña y Flandes. En Bouvines (1224) se da la batalla que
gana Felipe Augusto con la colaboración de las tropas que le mandan los obispos y las comunas
burguesas. Para los franceses, Bouvines es la primera victoria nacional.

• Luis VIII (1223-1226)

Continúa el esfuerzo unificador y consigue anexionarse la Bretaña.

• Luis IX (1226-1270)

Se le llama el Santo por su vida ejemplar. Pacifica el reino y estabiliza, por medio de tratados, las
conquistas, de sus antecesores. Muere durante la octava Cruzada ante los muros de Cartago.

• Luis XI (1461-1483)

Luis XI es el forjador de la nacionalidad francesa. Hace de la política económica su preocupación


esencial y afirma el mercantilismo en el interior y en el exterior al prohibir la importación de
géneros que no sean transportados en galeras francesas. Monta telares en Tours para hacer frente
a la producción de seda italiana y protege los paños de Montpellier y Poitiers. Las mismas medidas
proteccionistas establece para los yacimientos y explotaciones de minas, al tiempo que se lanza a
la conquista del mercado internacional, pasando así la economía francesa del marco urbano al
plano nacional.

En su política de unidad choca con la oposición de los grandes señores, como los duques de
Bretaña y Borbón, y Carlos el Temerario. Por medio de alianzas logra vencer a todos sus enemigos
y anexionarse Artois, Borgoña, Rosellón y Cerdaña, y por el casamiento de su hijo Carlos VIII con la
duquesa Ana de Bretaña prepara la unión de este ducado a la corona.

INGLATERRA
Los normandos

A principios del siglo XI, pueblos procedentes de Suecia y Noruega, llamados por eso hombres del
norte o normandos, se apoderan de Inglaterra y unifican los reinos de la isla. Canuto el Grande
(1017-1033) es el más notable de sus reyes.

Sus dominios se extienden por Inglaterra, Dinamarca y Noruega hasta Islandia y Groenlandia. Se
convierte al cristianismo y logra la fusión de anglo-sajones y daneses.

En la segunda mitad del siglo XI, Guillermo de Normandía (Francia), llamado el Conquistador,
invade Inglaterra y en la batalla de Hastings (1066) derrota a los contrarios y establece una nueva
dinastía normanda. Reparte muchos territorios entre sus adeptos y establece el régimen feudal,
pero asegurando el poder absoluto.

Dinastía Plantagenet

La dinastía normanda es sustituida por la de Plantagenet (1154), cuyo primer soberano, Enrique II
Plantagenet, posee grandes territorios en Francia.

A Enrique II le sucede su hijo Ricardo Corazón de León (1189-1199), quien, para tomar parte en la
tercera Cruzada, deja el gobierno del país a su hermano Juan Sin Tierra.

Muerto Ricardo Corazón de León, le sucede en el trono Juan Sin Tierra (1199-1216), rey avaro y
cobarde, quien lucha contra Felipe Augusto de Francia y es vencido en Bouvines. Como
consecuencia de esta derrota, pierde todos sus dominios franceses, menos Aquitania. Los nobles,
enojados por su manera de proceder, se unen a las ciudades y obligan a Juan Sin Tierra a jurar la
Carta Magna (1215), que es un conjunto de privilegios y leyes que limitan la autoridad real.

Las principales disposiciones de la Carta Magna son:


• Que el rey gobierna asesorado por un Consejo Real.

• Que el rey no puede imponer tributos extraordinarios sin consentimiento del Consejo Real.

• Que los bienes particulares son inviolables.

• Que quedan consagradas las libertades personales, ya que nadie puede ser aprisionado o
despojado de sus bienes o condenado a muerte sin ser juzgado de acuerdo a las leyes del país.

• Que la administración del monarca queda sometida a una comisión fiscalizadora de 25 señores.

A Enrique III, sucesor de su padre Juan Sin Tierra, los nobles imponen los Estatutos de Oxford
(1258), que todavía limitan más el poder real, estableciendo el Parlamento, compuesto de la
Cámara de los Lores (constituida por nobles y prelados) y la Cámara de los Comunes (compuesta
por los representantes de la clase media, de los caballeros y de los burgueses).

Reinando Eduardo III se inicia la Guerra de Los Cien Años entre Inglaterra y Francia.

La Guerra de los Cien Años

La Guerra de los Cien Años es una lucha dinástica, complicada con tensiones sociales, políticas y
económicas, que sostienen Francia e Inglaterra entre los años 1337 y 1453.

Este largo período de lucha, con sus etapas de tregua y paz, forja las nacionalidades francesa e
inglesa.

• Sus causas

Son varias las causas de esta contienda. Vamos a señalar las tres más importantes:

1. La rivalidad entre las casas reales de Inglaterra y Francia, ya que los reyes ingleses son vasallos
de los franceses por sus posesiones en Francia.
2. La cuestión sucesoria al trono de Francia planteada a la muerte de Carlos IV el Hermoso, último
rey de la dinastía de los Capetos.

3. La pugna comercial en los mercados de Flandes entre comerciantes franceses e ingleses.

A la muerte de Carlos IV el Hermoso hay dos pretendientes al trono francés:

• Su primo Felipe VI, de la Casa de Valois.

• Eduardo III, rey de Inglaterra, y sobrino del monarca difunto por parte de su madre Isabel.

Cumpliendo la Ley Sálica, que prohíbe a las mujeres heredar la corona, eligen soberano a Felipe VI
de Valois.

Eduardo III exige sus derechos y declara la guerra que se llama de los Cien Años. Esta contienda se
divide en dos períodos:

• Primer período

Eduardo III invade el suelo francés y alcanza ha victoria de Crecy (1346), en la que es vencida la
caballería feudal francesa. La mortandad que ocasiona la peste negra impone un alto en la lucha.
Felipe IV muere victima de la peste.

Reanudada la guerra, el Príncipe Negro, hijo de Eduardo III, obtiene la victoria de Poitiers (1356),
en la que cae prisionero Juan II el Bueno, rey de Francia.

Las cosas para Francia se agravan porque los campesinos, exasperados por el hambre y la miseria,
se sublevan, incendiando castillos y matando a los nobles. Esta revuelta se llama Jacquerie, porque
los nobles en son de mofa llaman a los labriegos Jacques Bonhomme (Juan Lanas). Los burgueses
de Paris hacen causa común con los campesinos y matan a muchos nobles.
• Segundo período (14 13-1453)

El personaje más importante es Juana de Arco, quien levanta el ánimo de los franceses y consigue
algunas victorias, como la de Orleáns. Hecha prisionera, es quemada viva en Ruán, acusada de
hereje y hechicera. La muerte de Juana de Arco enardece el patriotismo de los franceses, que al fin
logran expulsar al enemigo y concluir la guerra, sin firmar la paz por haberse desencadenado en
Inglaterra la guerra civil de las Dos Rosas. Inglaterra pierde todas las posesiones de Francia menos
la importante plaza de Calais.

La guerra de los Cien Años señala la crisis del régimen feudal y la creación de las monarquías
nacionales de tendencia absolutista.

Guerra civil inglesa o guerra de las Dos Rosas

La derrota de Inglaterra en la Guerra de los Cien Años tiene grandes consecuencias. Los partidarios
de la Casa de York aprovechan el malestar para sublevarse contra la Casa de Lancáster, que ocupa
el trono. Se llama esta guerra de las Dos Rosas porque la rosa blanca simboliza a los de York y la
encarnada a los partidarios de Lancáster.

Después de varios años de lucha sangrienta, ocupa el trono Enrique VII, de la Casa Tudor, heredero
al mismo tiempo de los Lancáster y de los York, y con ello se da fin a la rivalidad interna (1485).

EL IMPERIO ALEMÁN

Una federación de estados

La evolución política y social de Alemania es de signo contrario a la de las grandes monarquías de


Occidente.
A raíz de las luchas con el Papado, el Imperio pierde su carácter universal y el emperador viene a
tener la misma categoría política que los monarcas occidentales. En vez de agruparse en torno del
emperador, los príncipes alemanes aumentan el poder señorial y dividen los municipios en grupos
cerrados, ahogando los sentimientos de formar una gran nación. No hay más que un mosaico de
reducidas monarquías feudales y Alemania se organiza en una federación de pequeños Estados.

El titulo imperial deja de representar un poder efectivo para los emperadores germanos.

LA ITALIA COMUNAL

Las grandes dinastías europeas intentan la unificación italiana, pero el fracaso es manifiesto. Ni los
emperadores alemanes, ni los príncipes de la Casa de Anjou, ni la Corona de Aragón pueden
vencer la política del Papado ni la de las poderosas y ricas «repúblicas marineras».

Carente de una dinastía nacional que realice la unidad política, Italia es una presa codiciada por las
grandes monarquías que se forman en Francia y España.

En el centro se hallan los Estados Pontificios, con sus ciudades en pleno feudalismo; al sur el reino
de Nápoles, dominado por la Casa de Aragón; y al norte, en los Alpes, el ducado de Saboya, que
realiza la unidad italiana en 1870.

Dentro del mosaico de ciudades-estados y repúblicas comerciales que forman la Italia medieval, el
régimen republicano predomina en tres ricas y cultas ciudades: Florencia. Génova y Venecia.

• Florencia es gobernada por los opulentos banqueros apellidados Médicis. Alcanza su apogeo cul-
tural y económico en tiempos de Lorenzo, que se titula duque de Florencia y gran duque de
Toscana.

• Génova disputa a Venecia el comercio con el Imperio bizantino.

• Venecia se engrandece a raíz de la cuarta Cruzada y forma un imperio mediterráneo dominando


las costas dálmatas, las islas Jónicas, Creta y Chipre. Por medio de tratados comerciales con los
turcos, crea un monopolio comercial en el Mediterráneo oriental. Al desplazarse el comercio
marítimo a los puertos del Atlántico como consecuencia de los grandes descubrimientos hispano-
lusos, decae el poderío militar y económico de Venecia.

FORMACION DE LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA

A raíz de la ocupación de España por los árabes o moros se inicia la reconquista del territorio por
grupos de cristianos que se refugian en las montañas del norte de la Península. Los focos
principales son: Cataluña, Aragón, Navarra, Castilla, Asturias y León. Hacia el siglo XI son dos reinos
los que sobresalen: el de Castilla, que absorbe a Asturias y León, y Aragón, que logra la anexión de
Cataluña. Navarra queda encerrada por las fronteras de estos dos reinos.

Reyes importantes de Castilla son:

• Alfonso VI: Se apodera de la importante ciudad de Toledo (1085). Durante su reinado vive el Cid
Campeador, celebérrimo caballero que es el terror de sus enemigos. Los españoles lo consideran
como su gran héroe nacional y el compendio de las virtudes de su raza. Sus hazañas se narran en
una de las obras literarias más notables de la Edad Media: El Cantar de Mio Cid.

• Alfonso VIII: Con la ayuda de algunos reyes peninsulares alcanza la victoria de las Navas de
Tolosa (1212), que supone el fin del predominio de los moros en la Península.

• Fernando III el Santo (1230-1252): Reconquista el valle del Guadalquivir ocupando las ciudades
de Córdoba y Sevilla y el reino de Murcia. La muerte le sorprende cuando proyecta una expedición
al Africa y por ello se retrasa dos siglos el final de la reconquista española.

• Alfonso XI el Justiciero (1312-1350): Vence a los moros en la batalla del río Salado (1340) y
muere víctima de la peste negra cuando sitiaba la plaza de Gibraltar.

Reyes importantes de Aragón


• Alfonso I el Batallador (1104-1134): Toma la ciudad de Zaragoza, plaza clave para el dominio del
valle del río Ebro.

• Jaime I el Conquistador (1213-1276): Conquista el reino de Valencia y las islas Baleares.

• Pedro III el Grande (1276-1285): Inicia la expansión de la Corona de Aragón con la ocupación
de Sicilia, aprovechando la sublevación de los naturales de la isla contra los dominadores fran-
ceses. Este levantamiento se llama las Vísperas Sicilianas (1282).

• Jaime II (1291-1327): Continúa el dominio del Mediterráneo. Hecho importante es la


expedición de catalanes y aragoneses en ayuda del emperador de Bizancio contra los turcos.
Temerosos los bizantinos de los éxitos alcanzados por los españoles, asesinan alevosamente a sus
capitanes, lo que provoca una sangrienta venganza saqueando e incendiando diversas ciudades.
Este hecho se denomina la venganza catalana.

• Alfonso V el Magnífico (1416-1458): Conquista el reino de Nápoles, funda la universidad de


Barcelona y hace de su corte napolitana un centro renacentista.

La unidad española

Reducidos los reinos de España a dos: Castilla y Aragón, la unidad política se realiza con el
casamiento de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.

Isabel y Fernando pasan a la Historia con el título de Reyes Católicos dado por la Santa Sede. Estos
monarcas conquistan el reino de Granada (1492), último rincón ocupado por los moros en España,
y apoyan a Colón en la búsqueda de un camino que lleve directamente a las Indias, lo que
ocasiona el descubrimiento de América (1492).

Las normas del derecho imperantes en esta época identifican la unidad política con la unidad
religiosa. De acuerdo con ellas, los Reyes Católicos introducen la Inquisición en sus reinos y
expulsan a los judíos y a los moros no cristianos.
ACTIVIDADES

1. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- la Carta Magna: su origen, su contenido y su
influencia.

2. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- Juana de Arco y su influencia en la Guerra
de los Cien Años.

3. Elaborar un ensayo para exponer en clase: tema- Los Reyes Católicos y su influencia en el
descubrimiento de América.

4. Elaborar un cuadro sinóptico sobre la Edad Media que recoja los aspectos religioso, político,
cultural y económico.

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