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AUTORA:
Lcda. Lamas, Carmen C. I.: V –11.964.740
DOCENTE:
Esp. Nicolás Daniel Castro Delgado
GRUPO 2
Para ello necesario es, indagar en referencia al ímpetu de cada estado parte
de los tratados internacionales, y las infinidades de propuestas que se vienen
dando a lo largo de siglos por una mejor manera de ver a cada ciudadano
gozando de los derechos inherentes a los derechos económicos, sociales y
culturales. Es por lo que se realizara la revisión de diferentes textos donde se
puedan resumir las obligaciones internacionales y de esa manera poder
comprender no solo las fallas sino las posibles mejoras.
LAS OBLIGACINES INTERNACIONALES EN EL AMBITO DE LOS
DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES
Para abordar una íntegra revisión sobre las obligaciones de los Estados en
relación a los derechos económicos, sociales y culturales, se debe tomar en
consideración que estos se enuncian de modo diferente según los tratados. Uno
de ellos es el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
el cual orienta que los Estados han de «adoptar medidas» hasta el máximo de los
recursos de que dispongan para lograr paulatinamente la plena seguridad de los
derechos económicos, sociales y culturales.
Ahora bien, para ello es valioso mencionar el concepto dado por el Alto
Comisionado de los Derechos Humanos quien describe la «realización
progresiva»
Como un aspecto esencial de las obligaciones de los Estados en
relación con los derechos económicos, sociales y culturales en el marco
de los tratados internacionales de derechos humanos. La obligación
básica es la de adoptar medidas concretas con miras a obtener la plena
efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales hasta el
máximo de los recursos de que se disponga”. Todo ello en base a que
muchas constituciones nacionales prevén el logro progresivo de la
garantía de algunos derechos económicos, sociales y culturales.
Por otra parte es preciso dar a conocer que las obligaciones de garantizar el
derecho a formar sindicatos y asociarse a ellos y a la huelga, así como la
obligación de resguardar a los niños y jóvenes frente a la explotación económica y
social no requiere recursos importantes y el Estado debe velar por que los mismos
sea cumplidos y respetados por los órganos correspondientes, debiéndolos
observar de inmediato. Por lo tanto, hay que reconocer que otras obligaciones
requieren recursos, pero están manifestadas de tal forma que no quedan sujetas
al logro continuo de su efectividad.
Por otra parte se debe mencionar que los derechos económicos, sociales y
culturales no obligan a los gobiernos a proporcionar bienes y servicios de manera
gratuita, es por ello que no se debe exigir se proporcione gratuitamente atención
de la salud, agua, educación, alimentos y otros bienes y servicios. De modo que
los Estados están obligados a responder en que los servicios, los bienes e
implementos y mecanismos requeridos para el disfrute de los derechos
económicos, sociales y culturales estén disponibles a precios accesibles. Eso
significa que los costos directos e indirectos de la vivienda, la alimentación, el
agua, el saneamiento, la salud o la educación no deben impedir que un individuo
acceda a tales bienes y no deben poner en peligro su capacidad de disfrutar de
otros derechos. Esa aseveración está sujeta a dos condiciones, según lo
plasmado en el informe del Alto Comisionado de los Derechos Humanos:
Es de apreciar que los derechos humanos son innatos de las personas y los
Estados tienen obligaciones que ejercer con respecto a los mismos. De allí cuando
un Estado es firmante de cualquiera de estos instrumentos internacionales, y más
aún, cuando su texto constitucional recoge de carácter expreso estos derechos,
constituye una responsabilidad frente a los demás Estados y de forma explícita
frente a sus ciudadanos de cumplir con dichas obligaciones.