Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 2 Fragmento Libro Torré
Tema 2 Fragmento Libro Torré
TEMA 2
SECCIÓN PRIMERA
GRADOS DEL CONOCIMIENTO
SECCIÓN SEGUNDA
CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS
15. Clasificación.— Como es evidente, las ciencias pueden ser clasificadas
desde distintos puntos de vista. Aquí nos interesa recordar la que atiende a la
naturaleza del objeto estudiado; pues bien, con este criterio, pueden distinguirse:
1) Ciencias de objetos ideales, como la Matemática.
2) Ciencias de objetos naturales (o ciencias naturales), como la Física, la
Química, la Botánica, la Geología, la Astronomía, etc.
3) Ciencias de objetos culturales (o ciencias culturales), como la Economía
Política, la Sociología en su orientación moderna, la Historia, la Ciencia del Derecho,
etc.
16.— Como aclaración terminológica agregaré que es más exacto decir
ciencia de objetos naturales o culturales, que ciencias naturales o culturales
simplemente, porque aún las ciencias "naturales", en tanto que sistemas de
conocimientos, son un producto cultural, es decir, son cultura. No obstante ello y por
razones de brevedad, se habla corrientemente de ciencias ideales, naturales y
culturales.
17. Las disciplinas jurídicas en la clasificación de las ciencias.— Después de
haber aclarado el carácter de objeto cultural que tiene el derecho, no puede
plantearse duda alguna respecto al carácter cultural de las ciencias que lo toman
por objeto. Por lo tanto, la Historia del Derecho, la Sociología Jurídica y la Ciencia
del Derecho stricto sensu (así como sus ramas), son todas ciencias de objeto
cultural.
18. Ubicación de la Filosofía Jurídica.— Ahora bien, la Filosofía del
Derecho, ¿es una ciencia? La respuesta variará según se considere a la filosofía
como ciencia o no, ya que al respecto, las opiniones se encuentran divididas, pues
mientras para unos la filosofía no es sino una ciencia más, para otros, se trata de un
orden de conocimientos de distinto grado. Por mi parte, creo acertada la segunda
opinión, pero claro que entendiendo la palabra ciencia, en el sentido estricto que le
he dado al hablar de los grados del conocimiento en general (párr. 10). Para
comprenderlo mejor, basta con tener en cuenta que la filosofía nos da no sólo la
fundamentación de las ciencias, pues investiga y esclarece los presupuestos de las
mismas, sino que es también una coronación de las ciencias, porque nos da el
sentido último de los objetos a que se refiere (el derecho, p. ej.), dentro de una
concepción total del mundo y de la vida. Y esto, entiéndase bien, referido a
cualquier sector óntico, pues hay no sólo una filosofía de lo cultural, sino también
como he dicho, de la naturaleza, de los objetos ideales, etc.
19. Las ciencias jurídicas como ciencias sociales y como ciencias culturales.
— Según se ha explicado, el derecho es un objeto cultural. Ahora bien, sin perjuicio
de ello, y considerando que existe allí donde hay sociedad, se lo califica también de
fenómeno social. Es por ello que las ciencias jurídicas que lo toman por objeto, han
sido calificadas de ciencias culturales o sociales, según el aspecto enfocado.
Cabe entonces preguntarse si ciencia social y ciencia cultural son la misma
cosa. Por mi parte creo que no, aunque hay entre ellas muchas semejanzas; en
efecto, el concepto de ciencias culturales es más amplio que el de ciencias sociales,
pues abarca algunas disciplinas que estudian manifestaciones individuales, como la
Literatura en tanto ciencia, etc., que, estrictamente hablando, no pueden ser
consideradas como ciencias sociales, pero sí como ciencias culturales (p. ej., la
literatura es un objeto cultural).
En lo que se refiere a la terminología, conviene aclarar que estas
denominaciones distintas responden a orientaciones filosóficas también diferentes,
pues mientras la expresión ciencias sociales nació de la filosofía positivista, siendo
empleada por autores positivistas y neopositivistas, la locución ciencias culturales
surgió de la filosofía culturalista.
20. Sociología General, Sociología Especial y Ciencias Sociales
Particulares.— Dentro del grupo de ciencias que estudian la realidad social, se
distingue actualmente entre Sociología General, Sociología Especial y Ciencias
Sociales Particulares.
La Sociología General, que encara el aspecto general de los fenónemos
sociales, ha sido definida por Alfredo Povifia, como "la ciencia que estudia, desde un
punto de vista general, el proceso de interacción humana y sus productos, tales
como se dan en la realidad". Los llamados "productos" de la interacción humana,
constituyen lo que Durkheim denomina "instituciones".
A su vez, las Ciencias Sociales Particulares, estudian determinados sectores
de la realidad social, desde un punto de vista propio y con métodos propios (p. ej..
Economía Política, Ciencia Política, Historia, Ciencia del Derecho, Pedagogía,
Lingüística, etc.). Es por ello que estas disciplinas, agrupadas bajo la denominación
genérica de Ciencias Sociales Particulares, en razón del carácter social de sus
respectivos objetos, difieren entre sí por los métodos y otros caracteres.
Por último, la Sociología Especial que tiene tantas ramas como ciencias
sociales particulares existen, enfoca el estudio de limitados sectores de la realidad
social, pero con el enfoque propio de la Sociología General (ejs.: Sociología
Económica, Sociología Política, Sociología del Derecho, Sociología de la Educación,
etc.).
Con estas aclaraciones, no es posible confundir la Sociología Jurídica con la
Ciencia del Derecho (o Dogmática Jurídica), pues esta ciencia, según veremos (v.
párrs. 24 y sigs.), tiene un enfoque y un método propios y originales.
21. Ciencias del espíritu.— Como también se emplea esta expresión con
sentidos diversos, conviene aclarar sus acepciones.
Para muchos autores, las expresiones "ciencias culturales" y "ciencias del
espíritu", son sinónimas. Por lo tanto, es evidente que en este orden de ideas cabe
hablar de las ciencias jurídicas como ciencias del espíritu; no obstante ello, de
ambas denominaciones, me parece mucho más clara y precisa la de ciencias
culturales.
Otros, en cambio, hacen un distingo entre ambos conceptos, y así por
ejemplo, F. Romero y E. Pucciarelli', sostienen que "las llamadas ciencias del
espíritu estudian el ámbito propiamente humano de la realidad, el hombre en su
peculiaridad y como creador y habitante del mundo de la cultura y la cultura misma.
El dominio de estas ciencias excluye en principio lo que en el hombre hay de común
con los demás seres vivos, lo que en él es naturaleza, y comprende dos grandes
apartados: la indagación del hombre en cuanto ente psíquico-espiritual (psicología)
y la de las estructuras que crea y convierte en su ambiente específico, como el
derecho, la sociedad, la ciencia, el lenguaje, la técnica, etc. (ciencia de la cultura)".
Como es obvio, también en este concepto, las ciencias jurídicas, si bien
genéricamente encuadran en las ciencias del espíritu, quedan catalogadas
específicamente como ciencias culturales.
...
SECCIÓN CUARTA
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
137. Concepto.— Es la asignatura que tiene por objeto dar una noción
panorámica y sintética de las diversas disciplinas jurídicas, al par que una noción
elemental de los principales conceptos jurídicos por ellas estudiados.
Su razón de ser estriba en una exigencia pedagógica, como es la de dar en
forma sencilla a los que se inician en los estudios jurídicos, las nociones
elementales que han de servir de base al análisis de la ciencias jurídicas especiales
que se realizará a lo largo de la carrera. En fin, así como al finalizar los estudios de
abogacía, se impone la Filosofía del Derecho, es necesario al comienzo de la
carrera un curso de introducción, que sea para el estudiante lo que una guía de viaje
y una brújula para el explorador. Esta materia le dará una idea previa de lo que va a
recorrer, evitando así que se pierda o desoriente en la consideración de las ciencias
jurídicas particulares y de los problemas jurídicos concretos.
"Víctor Cousin, decano de la Facultad parisiense, explicaba en 1840, con
ocasión de inaugurarse el respectivo curso, que este estudio iniciativo venía a ser
una carta geográfica y un vocabulario indispensable a quienes iban a penetrar en el
país desconocido del Derecho, donde se hablaba un lenguaje técnico. Pepere
compara la Introducción Enciclopédica (o Enciclopedia Introductiva) a la vista
panorámica que se obtiene desde un observatorio, desde el cual el peregrino mira el
país extendido a sus pies, mide la extensión y contempla el conjunto".
138. Denominaciones.— Entre otras, recordaré las siguientes: Introducción
al Derecho, Introducción al Estudio del Derecho, Introducción a las Ciencias
Jurídicas, Introducción General al Estudio del Derecho, Introducción a la Ciencia del
Derecho, Introducción Enciclopédica al Derecho, Enciclopedia Jurídica,
Prolegómenos del Derecho, Introducción a las Ciencias Jurídicas y Sociales,
Introducción al Derecho y a las Ciencias Sociales, etc.
No corresponde entrar aquí en discusiones terminológicas, pues
indudablemente, la exactitud de una u otra denominación depende del contenido
que se asigne a la materia. Pero tal como se la encara hoy predominantemente,
creo preferible llamarla "Introducción al Derecho", no sólo por razones de brevedad,
sino sobre todo porque se trata de una de esas denominaciones consagradas por
un largo uso, cuyo significado todos entienden sin duda alguna. Por otra parte, en su
amplitud, permite abarcar no sólo la introducción a la Dogmática Jurídica, sino
también una síntesis de las otras ciencias que se refieren al derecho y una
introducción a la filosofía jurídica.
Sin embargo, es indudable que tiene el inconveniente de incluir un término
equívoco, la palabra "derecho", que tanto puede significar el régimen jurídico como
las disciplinas que lo estudian. A pesar de ello y por las razones consignadas,
prefiero mantener la denominación tradicional.
139. Carácter.— A este respecto se han sostenido dos opiniones
irreductibles: una que la consideraba como "ciencia general del derecho" —y por
tanto autónoma— y otra, predominante en la actualidad, que le asigna el carácter
de...
-Asignatura meramente formal o no autónoma.
Ésta es indudablemente la opinión acertada y la que hoy día prevalece. En
efecto, la "Introducción al Derecho" no es una disciplina jurídica autónoma, en el
significado auténtico de la expresión —tal como las estudiadas hasta aquí—, sino
que se trata por el contrario, de una materia puramente formal, entendiendo este
vocablo en el sentido de que no tiene un contenido propio y exclusivo. Tan cierto es
esto, que el contenido de la Introducción al Derecho pertenece fundamentalmente, a
las cinco disciplinas ya estudiadas. Veamos algunos ejemplos: esta Introducción
estudia el concepto del derecho, sus diferencias y relaciones con la moral, el
problema de la justicia, etc., temas que pertenecen a la Filosofía Jurídica, si bien
tratados en forma elemental. Además, entre otros aspectos, se estudian en forma
sencilla las distintas ramas de la Ciencia Dogmática, problemas de Historia del
Derecho, etc., todo lo cual indica evidentemente, que la Introducción al Derecho
contiene temas que son objeto de otras disciplinas, encarados con los respectivos
enfoques y métodos propios de cada una de ellas, si bien con la particularidad de
exponerlos en forma breve y elemental.
En síntesis, la Introducción al Derecho no es una disciplina jurídica
autónoma, sino una materia puramente formal, cuya existencia se funda en razones
pedagógicas. Lo dicho no significa restar jerarquía a esta asignatura didáctica —
como lo son todas las "introducciones" a diversos estudios— pues
indiscutiblemente, es imprescindible y muy eficaz para el que comienza la carrera de
abogado. Por otra parte, cabe reconocer que resulta particularmente difícil
exponerla con claridad y método, porque presupone el conocimiento más o menos
preciso de todas las disciplinas jurídicas.
…
141. Contenido.— Con lo explicado, resulta claro a nuestro entender que la
Introducción al Derecho no debe ser sólo una introducción a la Filosofía del
Derecho, sino también una introducción a la Dogmática Jurídica, a la Teoría General
del Derecho, a la Sociología respectiva y a la Historia del Derecho. Además, por
razones obvias, debe comprender algunos temas de diversa índole (tales los
referentes a la profesión de abogado, la vocación jurídica, la ética profesional, etc.),
constituyendo una parte preliminar. Es por ello que nuestra materia tiene
simultáneamente perfiles filosóficos, dogmáticos, sociológicos, históricos, etc.
142.— No obstante, es obvio que el contenido de nuestra materia varía
según la concepción de los autores y a veces también por razones prácticas de
organización universitaria. Así, por ejemplo, en las facultades que no cuentan con
una cátedra especial de Sociología, se le agrega a la Introducción al Derecho,
algunos temas de Sociología General (y entonces se la denomina preferentemente,
"Introducción al Derecho y a las Ciencias Sociales"). Por mi parte, dada la
importancia y extensión que tiene actualmente la Sociología, pienso que requiere
ser objeto de un curso especial; por tal motivo no ha sido tratada en la presente
obra, salvo alguna que otra referencia de carácter general.
143. Historia.—
l) En general. Desde poco antes de promediar el siglo XIX, comenzó a
establecerse esta materia en las facultades europeas. Tuvo lugar por primera vez en
Francia, en 1840, y se la denominó "Introducción General al estudio del Derecho".
Desde entonces, ha sido implantada prácticamente en todas las universidades.
...