Está en la página 1de 3

Por David Barahona

Fuera de control
Los peligros se esconden detrás de una pantalla y están más cerca de lo que crees. El mundo
avanza con su voraz tecnología. Hoy en día es fácil conectarse con otros; no medimos distancia, ni
tiempo, ni nuestros riesgos, todo está ahí, a la mano.

En diciembre del 2018 desapareció en la ciudad de Medellín el catedrático y economista


canadiense Ramazán Gencay. Su esposa afirmó que la última vez que se supo de él fue en la noche
del jueves 6 de diciembre, pero que el problema comenzó el domingo cuando no se comunicaba
con su madre, pues solía hacerlo siempre. Estudiantes y personal de la universidad donde dictó
algunas conferencias aseguraron haberlo visto por última vez ese mismo día en horas de la noche.

El 26 de diciembre del 2018 fue encontrado un cuerpo en estado de descomposición en la


quebrada del sector La Volcana, del corregimiento San Sebastian de Palmita, las autoridades
confirmaron que se trataba de Ramazán y los reportes patentaron la intoxicación con clonazepam,
medicamento psiquiátrico.

Según las investigaciones, el hombre contactó por vía Tinder a unas mujeres con las cuales salió a
disfrutar. Unas cámaras lo captaron cerca de un bar de salsa, y tiempo después no se supo más de
él.

Las mujeres hacían parte de una banda criminal con pericia en esta nueva modalidad delictiva de
hurtos a través de la red. Andrés Tobón, secretario de seguridad, afirmó que estos delitos se los
cataloga dentro de la modalidad informática y secuestro simple. A finales del mes de enero de este
año, las autoridades capturaron a la banda criminal.

Un caso parecido es el de Jairo Antonio Rodas Areiza, profesor del ITM y de la Universidad
Nacional, quien fue reportado como desaparecido el 30 de diciembre del anterior año. Areiza fue
encontrado en una banca del barrio Buenos aires en Medellín sin signos vitales y sin sus
pertenencias. De acuerdo a las investigaciones, la víctima contactó algún servicio por una
plataforma virtual, fue drogado para después ser asaltado.

El hecho es que este fenómeno de la red geosocial puede servir como canal para atentar contra la
integridad física y moral del individuo.

Red geosocial, la ruta

Hoy en día la herramienta de la geolocalización se adhiere a todo dispositivo tecnológico, en


consecuencia, es más fácil llegar a un objetivo y a las experiencias. Según Gerson Beltrán, Doctor
en desarrollo local y territorial, y geógrafo profesional, “la geolocalización deriva de la geografía,
que a su vez es la ciencia que analiza la dimensión espacial del ser humano, su relación con el
entorno. Se trata de la dimensión complementaria a la temporal y junto a la que cual se establece
la relación del ser humano con el espacio que habita y el momento en que lo hace”.
Esta herramienta se ha adaptado a las redes de hoy en día generando problemas de seguridad,
pues comparte la información de ubicación del individuo. Un caso particular es el de las redes
Grindr y Tinder, aplicaciones que dependen de un geolocalizado para su funcionamiento.

Grindr y Tinder, las amenazas

Grindr es una plataforma orientada a un público homosexual que se creó en el 2009 por el israelí
Joel Simkhai con el objetivo de hacer los encuentros más cómodos y posibles, es decir al instante.
Es una red geosocial con más de 20 millones de usuarios y es utilizada en todo el mundo, se estima
alrededor de 3.5 millones de conexiones diarias.

Tinder, en cambio, es la más reciente. Fue creada en el 2012 con la misma finalidad a excepción de
que es para un público general. De acuerdo con BBC, la cantidad de usuarios activos en Tinder es
de 57 millones por mes y se forman 1.5 millones de citas por semana.

Hoy en día el peligro está detrás de las pantallas. Intenciones cándidas como encontrar el amor o
una aventura se malversaron al delito.

En Londres, por ejemplo, encontraron cuatro cuerpos víctimas de Stephen Port, un hombre de 44
años que vivía al este de Londres. Todos murieron por sobredosis de GHM (Gamma-
hidroxibutírico) . Al parecer el hombre contactó a los cuatro chicos por Grindr, tuvo relaciones
sexuales con ellos y después los mató. Stephen fue condenado a cadena perpetua en el 2015.

En Medellín no se han presentado casos de asesinatos cual causa primera haya sido el uso de esta
aplicación, pero sí a través de Tinder, claro se deja ver en las muertes de Ramazán y Rodas Areíza;
sin embargo, las amenazas están al acecho.

Daniel es un estudiante de veterinaria que asegura ser engañado para aprovecharse sexualmente
de él. Tiene 21 años y vive solo en la ciudad. Había concretado una cita a través de Grindr con un
hombre de aspecto joven y de físico agradable, según las fotos que él le envío. El hombre le dijo
que tenía 25 años y que además ejercía la profesión de profesor. “Era gordo- me dijo- y parecía de
más edad cuando lo conocí en persona. Yo no quería hacer nada, se me habían quitado las ganas.
Me quería ir, pero yo ya estaba en su habitación. Nadie me escuchaba, estábamos solos. Él parecía
loco; su mirada era extraña y era agresivo, me dio mucho miedo. En ese momento pensé en que si
le digo que no quiero acostarme con él podía hacerme algo. Me acostó en la cama con fuerza y
empezamos el acto. Siempre me tuvo con fuerza y no me dejaba mover. De un momento le dije
que no quería hacer nada, que quería que acabe. Él me golpeo e intentó ahogarme con sus manos
así que dejé que terminara. Eran eso de las 2 am”

La suplantación de identidad en estás plataformas es muy común para engañar a los usuarios y
sacar provecho de ellos. Muchas veces las personas no se atreven a denunciar por temor a ser
expuesta su intimidad. Así como el caso de Daniel hay muchos que se presentan a diario. Según la
ley puede catalogarse como acceso carnal violento, pero él no ha querido denunciar por temor.

Nuevas rutas para el comercio ilegal y el hurto

Además de encontrar sexo a como de lugar, la aplicación Grindr es un vehículo para los negocios
ilegales, especialmente la venta de drogas. En el día aproximadamente cerca de diez perfiles
ofrecen el servicio a través de su nickname (información de perfil); mensajes como “venta de
marihuana, perico, y tusi” o, “venta de dulces”, se pueden encontrar a cualquier hora del día, y
como no hay un respectivo control por parte de las autoridades, el trabajo de las bandas de
microtráfico y hurto se hace más fácil.

La secretaria de seguridad desconoce estos medios de corrupción, pero se está generando planes
de control para esta nueva modalidad de delito, dijo Andrés Tobón.

Leo Escobar es residente de Medellín. Trabaja en Picap (aplicación para transporte), desde hace
unos meses. Manifiesta que intentaron robarlo por la aplicación de citas. “varios perfiles me han
hablado preguntando por número, nombre y tipo de moto, me dice. Cuando están listos para salir
pido foto para confirmar a quien recoger y me las niegan. Entonces les pido alguna red social, me
dicen que no manejan ninguna sino solo esta- Grindr- ; además, dicen que necesitan el servicio en
horas de la noche. Claramente tenían actitudes sospechosas”. Leo entendía el peligro del uso de
estas plataformas y aprendió a desconfiar, lamentablemente Carlos no. Hace un mes fue asaltado
por un hombre que conoció en red. Había bebido mucho. Llevó al hombre a su casa y después
todo recuerdo pereció, sus sentidos se durmieron. Al día siguiente no tenía su dinero, su
computadora no estaba por ningún lado y tampoco su teléfono móvil. “Cualquier persona puede
caer en estas trampas” me dijo.

Se han creado estrategias de seguridad con el fin de no comprometer la información a extraños,


estas son las políticas de seguridad que debemos tener en cuenta al momento de ingresar
nuestros datos y permitir la utilización de la ubicación, porque nunca sabemos quién se esconde
detrás de las pantallas.

Estamos presenciando la cuarta revolución industrial. El importante avance de la tecnología nos


sorprende cada día. Desde realidades aumentadas, mercados virtuales, hasta robots que
funcionan por medio de inteligencia artificial… sin duda alguna, todo se expande y se transforma
fuera de control.

También podría gustarte