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Pléyade
NÚMERO 10 | JULIO - DICIEMBRE 2012 | ISSN: 0718-655X
DOSSIER
“Estudios Cualitativos Interpretativos de la Política”
ARTÍCULOS
Andreja Vezovnik The Construction of Political Subjectivity: The Case of Immigrant Workers in
Slovenia
Nicolás Rojas Schere r Del Populismo y el Frente Popular: reflexiones sobre la democracia chilena
Entrevista
Hernán Cuevas Interpretative Analysis and Political Science. An interview with Dvora
Valenzuela Yanow
ARTÍCULOS LIBRES
Julian Reid The Neoliberal Subject: Resilience and the Art of Living Dangerously
Entrevista
Piñericosas.
Construcción discursiva del ethos
y representaciones de género en
intervenciones públicas de
Sebastián Piñera*
Francisco Villarreal**
Universidad Nacional de San Martín
RESUMEN
El presente artículo indaga sobre las concepciones de género en tres intervenciones públicas
del actual presidente de Chile, Sebastián Piñera, particularmente, sobre las posiciones
que este, junto a su gobierno y sector político-ideológico, le asignan a las mujeres.
Conceptualmente, se parte de los estudios críticos del discurso (ECD), que advierten
cómo trabaja la ideología tras el lenguaje, evidenciando problemas sociales como el poder
y la desigualdad. Metodológicamente, se realiza un análisis de la construcción discursiva
del ethos, teniendo en cuenta las situaciones de comunicación y enunciación presentes en
toda escena comunicativa. Dos de los tres casos analizados corresponden a lo que se ha
denominado “piñericosas”: errores, impasses y comentarios desafortunados emitidos por
el mandatario. Postulamos que estas enunciaciones son accidentes lingüísticos, producto
de contradicciones y tensiones que se reflejan en la producción discursiva del mandatario
y que generan revuelo no solo porque están signadas por el cargo presidencial, sino
también porque se enfrentan a la construcción prediscursiva del ethos, basada en las
posiciones de poder en que se ha ubicado Piñera a lo largo de su trayectoria de vida.
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Piñericosas.
Discursive construction of ethos and gender representations in
Sebastián Piñera’s public speeches
This article explores the gender representations in three of the Chilean President Sebastián
Piñera’s public speeches, and in particular the positions assigned to women by himself,
his Government, and his political sector. Conceptually, we use Critical Discourse Studies
(CDS) as our starting point. This approach analyzes ideological effects on language,
highlighting social problems such as power dominance and inequality. Methodologically,
we focus on the discursive construction of ethos, taking into account the position of
communication and enunciation, both present in every scene of communication. Two of
these three cases analyzed correspond to what have been called ‘Piñericosas’: President
Piñera’s errors, impasses and unfortunate comments. We postulate that these enunciations
are linguistic accidents produced as a result of contradictions and tensions reflected in his
discursive production. These linguistic accidents generate commotion not only because
of Piñera’s position as President, but also because they confront the pre-discursive
construction of ethos based on the position of power he has had throughout his life.
I. Introducción
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que dejó atrapado a 33 mineros desde el 5 de agosto al 13 de octubre del 2010; la erupción del
Volcán Puyehue, que dificultó la frecuencia de los vuelos en la región y en otras partes del
mundo; la muerte de 81 presos por negligencias de las autoridades en la cárcel de San Miguel;
la irrupción del movimiento estudiantil que ha sido foco de noticia internacional y que, por su
fuerza, de convocatoria puede ser considerado como el movimiento social más grande de las
últimas décadas.
7 Teun va Dijk, Discurso y poder. Contribuciones a los estudios críticos del discurso (Barcelona:
Editorial Gedisa S.A., 2009), 21.
8 Ibid., 19.
9 Ibid., 26.
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A partir de esto, resulta claro que los ECD no apuestan por una
neutralidad ni mucho menos por una objetividad. Por definición, toman
una postura explícita por los grupos desfavorecidos bajo un compromiso
sociopolítico que busca lograr un cambio social. Sin embargo, para Van
Dijk, esto no afecta el estatus científico de sus estudios: no por ser críticos e
interpretativos los ECD dejan de ser rigurosos y de poseer un elevado nivel
teórico y metodológico10.
Otra característica de los ECD es que establecen una distinción entre
discurso y poder, la cual puede observarse al diferenciar las estructuras
del discurso (cómo está compuesto un texto), las estructuras cognitivas
(qué implicancias tiene la construcción de un texto en sus destinatarios, por
ejemplo, asentar hegemonía) y las estructuras sociales (cómo se relaciona
el texto construido con las características sociales particulares en las que
se inserta). De este modo, el analista puede dar cuenta del discurso como
un sistema construido que es capaz de mantener y reproducir estructuras
de dominación y desigualdades, al mismo tiempo que es capaz de generar
instancias de quiebres y resistencias mediante textos, hablas y discursos en
el campo social y político.
En este sentido, consideramos que el campo de la política no se
encuentra definido solo por los políticos, sino también por las acciones que
se dan a un nivel macro y microsocial (formas de gobiernos, legislaciones,
manifestaciones, discursos presidenciales), relaciones de poder, normas y
valores especiales (como la libertad y la igualdad) y cogniciones políticas,
que para Van Dijk, tienen que ver con ideologías específicas11. Por lo tanto,
el campo de la política es, por definición, ideológico. Es ahí donde entran
en conflicto los diferentes grupos que luchan por salvaguardar sus propios
intereses: “A fin de ser capaces de competir, los grupos políticos tienen que
estar ideológicamente conscientes y organizados”12. Los discursos políticos
reproducen ideologías, por lo que tienen la capacidad de hacerlas visibles. A
diferencia de otras prácticas políticas donde las ideologías son formuladas y
expresadas de manera explícita, en el discurso, el analista puede explicitar
desigualdades y dominaciones13.
Partimos de la idea de que las intervenciones públicas de Sebastián
Piñera, por el cargo que posee, se insertan dentro del discurso político, en el
que se pueden encontrar secuencias argumentativas, expositivas y narrativas.
El discurso tiene la facultad de ofrecer y construir representaciones tanto de
un otro como de sí mismo en base a escenas enunciativas. Como veremos
más adelante, la enunciación es una puesta en escena de actores y voces
10 Ibid., 28.
11 Teun van Dijk, “Política, ideología y discurso”, Quórum Académico, vol. 2, N° 2 (2005): 24.
[Consultado en línea: 20 de agosto 2012]. Disponible en: http://www.discursos.org/oldarticles/
Politica%20ideologia.pdf
12 Ibid., 25.
13 Ibid., 26.
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que interactúan entre sí. Al interior del discurso político, estas escenas
permiten observar los sentidos y configuraciones de identidades políticas
e ideológicas14. El discurso político debe ser entendido como un conjunto
de actos enunciativos, donde la palabra permite situar y construir al
enunciador y a los diferentes destinatarios mediante estrategias y funciones
específicas15.
Precisando aún más, las intervenciones públicas de Piñera pueden
ser entendidas como discursos presidenciales, que son, al mismo tiempo,
prácticas textuales, políticas e ideológicas. En tanto prácticas políticas, estas
intervenciones están destinadas al mantenimiento de la institucionalidad
y de las relaciones de poder que sustentan y reproducen tanto la figura
del presidente como la institución presidencial. Como prácticas ideológicas,
ellas sostienen y promueven significados que configuran, por una parte,
valores y nociones como el Estado, la nación y el pueblo, y por otra,
aquellas referencias a la agenda del Gobierno, mediante la naturalización
de explicaciones y características que definen supuestas identidades y
rasgos consustanciales a los integrantes de la colectividad país. Por su
tribuna e impacto, el discurso presidencial es un dispositivo funcional a
la hegemonía y sustenta y defiende los intereses particulares de un grupo
que se construye como dominante. Entenderemos, entonces, por discurso
presidencial las enunciaciones pronunciadas por personas que sustentan el
cargo de presidente en el espacio público y en situaciones que lo validan
como tal –aquellas que exigen su presencia y su palabra, ya sea formal o
informalmente16.
Por la características protocolares y solmenes de la institución
presidencial, los errores e incongruencias generan incomodidad, asombro
y burla. En este sentido, las “piñericosas” pueden ser entendidas como
“accidentes”, de acuerdo con la definición de Montero:
14 El discurso político como género discursivo posee un dispositivo enunciativo propio. Para
Eliseo Verón, se define de acuerdo a los destinatarios del discurso enunciado según las siguientes
categorías: el predestinatario es el “receptor que participa de las mismas ideas, que adhiere a
los mismos valores y persigue los mismo objetivos que el enunciador”; el contradestinatario
es el oponente, el adversario, hay una “inversión de la creencia: lo que es verdadero para el
enunciador es falso para el contradestinatario”; y el paradestinatario, que puede ser designado
como aquel que está por afuera de la lucha directa que evidencia el discurso político, el indeciso,
a quien “va dirigido todo lo que en el discurso político es del orden de la persuasión”. Cada
uno de estos destinatarios se relaciona con tres funciones discursivas diferentes que operan
de manera simultánea y son igualmente importantes: para el predestinatario será un discurso
de refuerzo; para el contradestinatario, de polémica, y para el paradestinatario, de persuasión.
Eliseo Verón, “La palabra adversativa. Observaciones sobre la enunciación política”, El discurso
político. Lenguaje y acontecimientos (Buenos Aires: Hachete, 1987), 18.
15 Ibid., 23.
16 Maritza Montero, “Poder y palabra: mentira implícita y accidentes en discursos
presidenciales”, Discurso & Sociedad, vol. 3 Nº2 (2009): 352. [Consultado en línea: 20 de agosto
2012]. Disponible en: http://www.dissoc.org/ediciones/v03n02/DS3%282%29MaritzaMontero.
pdf
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17 Ibid., 353.
18 El discurso, el poder, la política y la ideología confluyen con los estudios de género. Judith
Butler, en El género en disputa, observa que el género no es un elemento prexistente al sujeto
en su inscripción social, por el contrario, el género es creado performáticamente al ser una
consecuencia de una conducta normativa reiterada y socialmente regulada. Los géneros, mujer/
hombre, no son características ontológicas e inherentes al estatus biológico de los seres humanos,
no están dados per se, sino que se construyen socialmente mediante conductas, normas y formas
de ser con la intención de crear sujetos que pueden ser catalogados e identificados socialmente.
En Cuerpos que importan, la autora precisa que el discurso, al mismo tiempo que permite
comprender qué son los cuerpos, es el medio por el que los cuerpos se conforman y significan.
El discurso produce representaciones que hacen posibles a los sujetos mediante características
de géneros específicas. De esta forma, el género es una de las formas en las que el orden social se
instala en los cuerpos y en las subjetividades. Cf. Judith Butler, El género en disputa. El feminismo
y la subversión de la identidad (Barcelona: Paidós, 2007); Judith Butler, Cuerpos que importan. Sobre
los límites materiales y discursivos del “sexo” (Buenos Aires: Paidós, 2002).
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Rol asumido: 1) Tipo Rol asignado: aliado, tes- Rol interpretado: ima-
de relación (simétrica tigo, oponente, intruso gen de él
o asimétrica); 2) Inten-
ción (convencer, infor-
mar, incitar, persuadir,
seducir), 3) Punto de
vista (autoridad, respe-
to, acuerdo, crítica, etc.).
* Este cuadro es una versión simplificada del realizado por María Cristina Martínez. Ver
Estrategias de lectura y escritura de textos. Perspectivas teóricas y talleres (Cali: Cátedra
UNESCO, 2002), 26.
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A) Primera parte
25 Por las características del artículo, las intervenciones públicas no pueden ser presentadas y
analizadas en su totalidad. Somos conscientes de que en toda selección hay sesgos e intereses.
Sin embargo, consideramos que esto no invalida la rigurosidad del análisis.
26 “Palabras de S.E. El Presidente de la República, Sebastián Piñera, en Foro Icare ‘Mujeres al
Timón’”, 8 de octubre de 2010. [Consultado en línea: 19 de diciembre de 2011]. Disponible en:
http://www.prensapresidencia.cl/discurso.aspx?codigo=6482
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10. Y, por lo tanto, creo que nunca habíamos tenido una mejor oportunidad de
dar ese gran
11. salto que aún nos falta por dar, porque sin duda hemos recorrido un largo
camino, y ustedes
12. lo saben mejor que nadie. Escuchaba a Jorge Awad, recordar lo que dice el
Libro del
13. Génesis, que daba la impresión que fijaba la pauta cuando decía a la mujer
“parirás con
14. dolor” y al hombre “te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Daba la
impresión que
15. estaba haciendo una separación de roles.
16. Pero la verdad es que la Biblia es muy sabia. Somos nosotros los que nos
hemos sabido entenderla.
17. Pero hoy día el hombre y la mujer han comprendido que el único mundo
que realmente vale
18. la pena vivir, es aquel en que podamos convivir en plena y total igualdad
de oportunidades,
19. de derechos y, además, aprovechando las diferencias para complementarnos
y
20. enriquecernos mutuamente, y no pretender eliminar diferencias que son
parte de la
21. naturaleza y que lejos de empobrecer, enriquecen a nuestra sociedad […]
22. Porque al fin y al cabo, no se trata de igualarnos, ¡viva la diferencia!, como
dicen los
23. franceses. Si fuéramos iguales, este mundo no valdría la pena vivirlo, pero
una cosa es
24. reconocer las diferencias y una cosa muy distinta es dejar de identificar,
enfrentar y
25. remover discriminaciones odiosas y resabios culturales que aún subsisten
en la mente de
26. hombres y también de mujeres en nuestro país.
27. Porque cuando uno analiza la situación, tenemos que romper ese sesgo
cultural que
28. establecía que el mundo de lo público, de la política, del poder, del trabajo
y de la provisión
29. del hogar, es preferentemente un mundo masculino. En cambio, el mundo
de lo familiar, lo
30. doméstico, lo privado, la crianza, sería preferentemente un mundo femenino.
31. Detrás de estas afirmaciones subsisten sesgos culturales milenarios, muy
arraigados y, por
32. tanto, no fáciles de cambiar. Por de pronto, etimológicamente, la palabra
matrimonio deriva
33. de mater, que significa madre, y monio, que significa función de. Y, por tanto,
el
34. matrimonio vendría a ser la función la madre. En cambio, el patrimonio
correspondería a la
35. función del padre. Ustedes ven cómo los sesgos están, incluso, en la
etimología de las
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B) Segunda parte
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30 Este caso puede ser analizado a partir del concepto de “efecto bumerang” que desde la
psicología pasó al marketing y a la propaganda electoral. En el campo político, este concepto
designa aquella emisión que produce lo contrario de lo que buscaba la intención original del
emisor y por la cual se emitió el enunciado. Generalmente, es un efecto contrario cargado
de un carácter negativo. Virginia García Beaudoux, Orlando D´Adamo y Gabriel Slavinsky,
Comunicación política y campañas electorales (Barcelona: Editorial Gedisa, 2005), 261.
31 Las reacciones que desató el chiste pueden ser revisadas en: BBC, “Chiste machista de
Piñera causa debate en Chile”, 7 de diciembre 2011. [Consultada en línea: 19 de diciembre de
2011]. Disponible en: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/12/111207_chiste_machista_
pinera_chile_jr.shtml
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define a una dama (mujer) es cerrar toda posibilidad del sí. En relación con
los verbos de deseo, un político no puede reconocer la negación, en tanto que
una dama nunca puede reconocer la afirmación. Observamos que detrás del
enunciado subyace una orientación sexista porque ambas categorías nunca
cumplen las mismas condiciones, sino que estas siempre son inversas.
Por otra parte, del enunciado se desprende que un sujeto es lo que dice,
pero Piñera lleva esto a un plano de estereotipos y diferencias esencialistas.
Resulta interesante observar que, por la estructura del enunciado, que
antepone la figura del político a la de la dama, el chiste concentra casi todo
su contenido en esta última figura. En este sentido, ¿qué sería lo opuesto
a un político? Si un político dice que no, ¿qué es? La respuesta no es tan
automática como para el caso de la dama: ¿Qué es lo opuesto a una dama?
Si una dama dice que sí, ¿qué es? Desde la creencia popular, de la que parte
Piñera, la dama que dice que sí es una prostituta, en oposición a la figura
de la madre que promueve Piñera desde su posicionamiento ideológico,
político y valórico.
En esta enunciación, Piñera muestra una faceta distinta a la que se
observa en los dos casos anteriores. Acá, posiblemente por su receptor
empírico, no se muestra como un hombre dispuesto a luchar por la igualdad
de género (caso 1) ni como un sujeto que incluye a las mujeres o que practica
la igualdad de género, inventando, incluso, palabras (caso 2), sino que, por
el contrario, expone abiertamente un carácter sexista, agudizando el aspecto
diferenciador que antes matizaba o intentaba ocultar.
V. Conclusiones
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Referencias Bibliográficas
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