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EQUILIBRIO CURRICULAR PARA CERRAR LA BRECHA

ENTRE EL SABER TEÓ RICO Y EL SABER PRÁ CTICO EN LA


EDUCACIÓ N MÉ DICA CON SENTIDO SOCIAL

Se supone que los profesionales de la salud deben ser personas comprometidas con el sentir humano,
ayudando a la conservación de la vida y prevención de la enfermedad tanto física como mental en un
sentido holístico. Lo vemos y vivimos hoy día, cierre de hospitales, fraude de las EPS, personas
muriéndose en la puerta de clínicas, falta de autorización de procedimientos, altos costos de
medicamentos, la expresión " murió por negligencia médica " , son muchos e incontables los dilemas y
problemas en los que estamos sumidos en nuestra sociedad actual, obviamente somos humanos y es de
humanos equivocarse, pero me preguntó, ¿es normal equivocarse tanto ?, nuestra sociedad cada día está
más angustiada y desatendida.

El común denominador en la pésima atención médica que enfrentamos hoy día como decaimiento de la
buena praxis, la ignorancia del dolor ajeno, lo humano, la intolerancia, el ego, en fin todos los problemas
de atención en salud por los que tenemos que estar sometidos en esta sociedad, pueden ser mejorados
atraves de un equilibrio en la formación médica, ya que son los profesionales de la salud los columna
vertebral del sistema, siendo ellos actores principales y gestores del universo de la atención en salud.

Me surge el siguiente interrogante ¿ puede el currículo cerrar esa brecha entre el saber teórico y el saber
práctico en la educación médica ?. Teniendo a la educación médica como ese universo formador del
profesional de la salud en su integridad, desde lo humano que debe ser la formación medica. Muchos de
los docentes en salud no están capacitados para educar y entienden esto como algo meramente
instrumental o como algo metódico, la construcción del currículo muchas veces las realizan asesores de
otras áreas que muy poco saben o no saben de lo que puede abarcar todo el contexto de la formación
medica, son los profesionales de la salud quienes tienen que planear, dirigir, ejecutar, orientar y realizar
los cambios diarios al currículo para que como su significado lo da a entender estemos en esa carrera de
cambios mentales para construir mejor o al menos intentar enmendar lo que pasa en nuestra sociedad.

Aristóteles en su clasificación de los saberes nos dice:

- El saber práctico no se relaciona con «las necesidades de la vida», sino, por el contrario, con la
posibilidad de una «vida buena»; es decir, aquella que ya no está orientada a la satisfacción de las
necesidades primarias, sino al ejercicio de la libertad.

- La actividad «teórica» es para Aristóteles la mejor de todas las vidas posibles para el hombre libre, que
en nada puede ejercitarse con más propiedad que en el conocimiento superior.

Dentro de los objetivos del aprendizaje en la construcción del currículo encontramos los dos tipos de
conocimiento de Ryle, saber qué y saber como. El saber que se refiere al " conocimiento proposicional " lo
que común mente llamamos teoría de estudio, saber como a las capacidades de desempeño a lo que se
podría llamar destrezas. Estos dos tipos de conocimiento son diferentes y uno no puede se reducido al
otro.

Broudy (1977), sostiene que juntó a estos saberes existe otro elemento igualmente significativo que es el
"saber en", con el fin de considerar el conocimiento tácito o contextual, sentencia además que sin esta
noción sería difícil justificar la enseñanza de las humanidades y además dice que es legítimo que el
currículo se apropie de aspectos morales, profesionales y relativos a la salud.

Los ingredientes de un currículo bien equilibrado es una forma pedagógicamente valiosa del conocimiento
y del entendimiento, virtudes, destrezas profesionales y personales, este es un problema difícil, hallar ese
equilibrio. David Carr (2003).

La practica medica vigente ha sido guiada por la visión de la formación medica desde diferentes épocas,
por ende corresponden a las demandas de cada momento histórico, de manera que este se convierte en la
guía para su diseño y ejecución. La enseñanza de la medicina estaba dada por la observación de los
hechos y la exploración del paciente según los fundamentos de Cos; mientras se otorgaba mas mayor
importancia al razonamiento y a la discusión de los médicos bajo los conceptos de Cnido. Moreno
Rodríguez (2001).

En el siglo XX ocurrieron grandes progresos en las ciencias básicas, la terapéutica y la tecnología aplicada
al diagnostico, pero el sentir del medica se derivo hacia esos adelantos colocando en detrimento de lo
esencial en su proceder, el interrogatorio, el examen físico y el razonamiento, por lo tanto en consecuencia
de ello la enseñanza de la medicina a estado sumergida en un modelo con enfoque teórico que enfatiza en
curación del paciente y la utilización desmedida de los procederes diagnósticos. Lemus Lago (2002).

Actualmente seria importante transformar el currículo desde la perspectiva de la salud publica para
garantizar el desarrollo adecuado del egresado en el plano social, político y económico, que le permitan
tener un mejor desempeño y liderazgo en la sociedad. La formación medica debe comprender y
estructurar el área de la salud publica de manera justa y completa, esto le daría al estudiante una visión y
conocimiento general del hombre con un ser social, en un sentido de conocimiento de la salud
ocupacional, familiar y la administración de los servicios de salud.

El currículo debe cerrar o por lo menos acortar esa brecha enorme que tienen los futuros profesionales de
transformar nuestra sociedad y buen vivir. Utilizamos ahora el concepto bio-psico-social para la
integración del saber y la practica clínica, donde el estudiante debe acoger un mensaje claro, donde la
prevención, promoción y la educación están articuladas para concebir la libertad de la practica medica y
ayudar a articular el “saber que” donde conocemos la enfermedad en todo su concepto y el “saber como”
donde se puede demostrar el conocimiento en su aplicación desde lo primario a lo complejo, desde lo
intuitivo a lo humano, borrando lo irracional.

Podemos tener una sociedad donde nuestros semejantes puedan vivir sanos física y mentalmente, donde
no habría inconciencia que remediar y sean forjadores de justicia social.
El medico idóneo para esta sociedad debe estar cerca de una conciencia clara entre el saber y la practica,
y el currículo debe acortar esa distancia, seremos constructores de conocimiento y practica en una
amalgama difícil de separar con mejoras en la praxis y evitar el colapso de nuestra sociedad. Debemos
interesarnos mas en desarrollar nosotros mismos el currículo diariamente, afrontando los cambios que
vivimos a diario. Los teóricos del pasado nos dan luces de lo que debemos afrontar, bien Aristóteles nos
relaciona el saber practico con la libertad, somos libres cuando no existe peso en nuestra conciencia,
cuando hacemos las cosas bien, cuando somos legales, cuando nos acercamos al ideal. Y el
conocimiento “teórico” como el conocimiento superior, que bien se debería tener para poder discernir y
mostrar que somos humanos grandes en pensar.

Concluyo sentenciando, que aquello que hoy nos aqueja, podría mejorarse si concebimos la idea de
buscar desde la educación las respuestas y soluciones a lo difícil que vivimos actualmente, y es el
currículo ese vector unificador y enlace que nos dará el equilibrio para que se construya la sociedad que
queremos.

BIBILOGRAFIA

1. Historia de la filosofía. Madrid, Anaya 2009


2. El sentido de la educación. David Carr, editorial Grao 2003
3. Moreno Rodríguez MA. Hipocratismo, galenismo, los clínicos y el método: Edit. Científico y
Técnica; 2001
4. Lemus Lago ER, Atención primaria en Salud, Medicina Familiar y médicos de familia: Ciencia
Medicas; 2001

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