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Barbatto 04 Imaginario PDF
Barbatto 04 Imaginario PDF
Autor
Carlos E. Barbato
Resumen
Este ensayo es la primera de cuatro partes de una monografía destinad a a
cumplimentar la exigencia de un curso de posgrado que fuera dictado por el Prof.
Jorge Belinsky en noviembre de 2004, en nuestra Facultad de Psicología de la
U.N.R., denominado “La noción de lo imaginario en el pensamiento
contem p o rá neo”. El presente trabajo es entonces consecuencia de investigar
sobre el tema propues to. Se ha intentado en el mismo situar el concepto de lo
Imaginario en los primeros tiempos de la enseñan z a de Jacques Lacan; para lo
cual he creído necesario introducir otros tópicos: la agresividad, la anticipación y
el consentimiento, y una referencia a la identidad resultante de todo este
proceso.
como una “asunción jubilosa”. Capturado por la imago se asume en ella, la toma
como algo de su máximo interés y regocijo. (1)
La agresividad.
Con respecto a las imágenes, es necesario tener en cuenta que son por
definición bidimensionales, sin textura ni accidentes y su función primordial – y
esto es lo que llama la atención sobre el carácter ilusorio de su función en estas
circuns ta ncias - es obturar lo hueco, lo que falta.
El Yo (je) que se conforma de esta manera tiene por función mantener una falsa
apariencia de coherencia y completud que oculte la fragmentación. Es decir, dos
polos: la imagen que aliena –Imaginario - y el cuerpo real fragmenta do –Real- .
Una identificación imaginaria basada en la idea –ilusoria - de totalidad,
síntesis, semejanza y autonomía.
Como ya fue afirmado, el “estadio del espejo” fue retomado muchas veces
en el desarrollo de la obra de Lacan y en cada caso, modificado. Cada vez se
acercaba más a la idea de que no se trataba sólo de un estadío que precede a la
aparición de las primeras palabras en el niño –es decir algo que alguna vez ocurrió
como una experiencia - sino como aquel momento funda me nt al que participa de
toda la estructur a psíquica finalmente constituida, es decir, una “fase” como
concluye designándola a partir de 1946, en “Acerca de la causalidad psíquica”.
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La identidad:
Lacan afirmó en su seminario en el año 1955: “¿Qué sabemos respecto al yo?
¿Es real el yo, es una luna, o es una construcción imaginaria? Partimos de la idea,
que les vengo machacando desde hace tanto tiempo, de que no hay forma de
aprehender cosa alguna de la dialéctica analítica si no plantea mos que el yo es
una construcción imaginaria. Nada le quita al pobre yo el hecho de que sea
imaginario: diría inclusive que esto es lo que tiene de bueno. Si no fuera
imaginario no seríamos hombres, seríamos lunas. Lo cual no significa que basta
con que tenga mos ese yo imaginario para ser hombres. También podemos ser esa
cosa intermedia llamada loco”. (4)
Es necesario entonces resaltar el siguiente detalle: La identida d del human o,
la estofa de su orgulloso Yo es siempre una cuestión de identificación, es siempre
virtual; lo que explica su vulnerabilidad, algo pronto a romperse frente a los
avatares que la vida le presenta. Parafraseando a S. Freud, tal como ocurriría al
dejar caer al suelo una copa de cristal, siguiendo en cada caso líneas de quiebre
invisibles pero presentes desde siempre en la estructur a.
Estas líneas de quiebre son atribuibles al caos pulsional que habita al sujeto,
sumado al hecho de que el Otro no posee en sí todos los significantes necesarios
para una solución definitiva a ese desorde n inicial. Así el Yo no deja de ser un
emplasto que no cura definitivamente la herida, un artefacto ortopédico
insuficiente para todas las funciones y mal adapta do, una armadur a mal
entraza d a, frágil y oxidada. Pero esta armadur a desvencijada salva del caos.
Por otra parte no podría decirse que esa identidad basada en la
identificación sea falsa, porque no hay otra verdadera. El tan anhelado,
idealizado y muchas veces perseguido “uno mismo” en el humano deja paso a ser
hijo de, padre de, estudiante de. Siempre en relación al Otro. En contraste con
ello la libertad a ultranz a, la falta de armadura y vestiduras, la falta de ortopedia
implican desorganización extrema y angustia máxima.
Entonces, lo lmaginario:
Para Lacan entonces, el registro Imaginario tiene características propias muy
definidas:
Notas:
(1): Lacan , Jacques: Seminario 12: “Problemas cruciales para el psicoanálisis”.
Clase 8, del 3- 2- 65.
(2): Lacan , Jacques: Seminario I. “Los escritos técnicos de Freud”. Clase 7. “La
tópica de lo imaginario”. 24 de febrero de 1954.
(3): Lacan , Jacques: “La familia” (1938). Editorial Homo Sapiens. Argentina 1977.
Pag. 44.
(4): Lacan , Jacques: Seminario 2. “El yo en la teoría de Freud”. Clase 19:
“Introducción del Gran Otro”, del 25 de mayo de 1955. El subrayado es nuestro.
(5): Lacan , Jacques: Seminario 22. “R.S.I.”. Clase 1. 10 de diciembre de 1974.
Bibliografía:
Clément , Catherine: “Vidas y leyendas de Jacques Lacan”. Editorial Anagrama.
Barcelona 1981.
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