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Voces: PRESCRIPCIÓN - MEDIACIÓN - CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN -

SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN - EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN - DEMANDA -


INCONSTITUCIONALIDAD - REGISTRO DE MEDIADORES

Título: Prescripción y mediación

Autor: de Almeida, Mario

Fecha: 5-nov-2014

Cita: MJ-DOC-6948-AR | MJD6948

Producto: MJ

Sumario: I. Mediador designado por sorteo. II. Mediador designado por las partes. III. Reanudación
del plazo de prescripción. IV. El nuevo Código Civil.

Por Mario de Almeida (*)

En el ámbito del derecho a menudo el tiempo actúa de un modo categórico, modificando las relaciones
jurídicas. Cuando una persona alcanza la mayoría de edad, adquiriendo plena capacidad, asume nuevas
responsabilidades frente a la sociedad; cuando ejerce la posesión de un bien ajeno durante cierto lapso,
adquiere la propiedad del mismo por medio del instituto de la usucapión; cuando deja transcurrir ciertos
plazos previstos en la ley, sin exteriorizar su condición de titular de un derecho, prescribe la acción y
pierde la posibilidad que se le reconozca en la instancia judicial. Por lo que debemos concluir que a
través del tiempo se pueden adquirir derechos o extinguir obligaciones. En esta oportunidad me referiré
a esta última cuestión.

La prescripción liberatoria es una de las instituciones del sistema jurídico por el cual si el acreedor de
una prestación, en el lapso que le fija la ley, no le reclama al deudor el cumplimiento de la misma, corre
el riesgo de que si con posterioridad promueve una demanda el obligado pueda oponerle la excepción
de prescripción, según lo prescribe el art. 3949 del Código Civil.Esta institución tiene su fundamento
en la necesidad de otorgar seguridad jurídica a los negocios, disipando toda incertidumbre, castigando
el desinterés o la negligencia de quien como titular de un derecho deja de ejercerlo.

Nos ocuparemos de la suspensión de los plazos de prescripción originados por el proceso de mediación
en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires; lo haremos desde que la mediación se instituyó como
método pacífico de resolución de conflictos, prestando atención especialmente al momento en que
comienzan a transcurrir los plazos y cuándo concluyen.

Cabe recordar que la suspensión de la prescripción no influye sobre el pasado, en el sentido de que el
lapso transcurrido desde que la prescripción comenzó a operarse, según la naturaleza y características
de cada acción, se mantiene intacto y solo se produce una suspensión, para reanudarse los plazos
pendientes una vez concluida aquella.

Desde que se dictó la primera ley de mediación, la prescripción ha dado origen a un debate doctrinario
y jurisprudencial que ahora se resuelve con el nuevo art. 2542 del Código Civil que comenzará a regir
en enero de 2016, aunque debemos destacar que incurre en el mismo defecto que señalaremos respecto
de las leyes de mediación que lo precedieron.

Con la Ley 24.573 se estableció una forma nueva de suspensión de la prescripción, atento a que el
Código Civil aún vigente dispone en el art. 3986, que el plazo de prescripción se suspende por
interposición de una demanda aunque sea interpuesta ante un juez incompetente, sea defectuosa o quien
la haga no tenga capacidad para estar en juicio. A partir de aquella ley, también se suspenden los plazos
cuando se promueve un proceso de mediación, con lo cual se deduce que el legislador ha adoptado un
criterio amplio para admitir el modo por el cual se suspenden los plazos de prescripción.

I.MEDIADOR DESIGNADO POR SORTEO

Cuando se dictó la Ley 24.573, la primera norma que instituyó con carácter obligatorio la mediación
previa a todo juicio en materia civil, comercial y federal, en el ámbito de la Capital Federal, en su art. 4
establecía que la única forma para designar a un mediador era por medio de sorteo en la cámaras del
fuero respectivo, disponiendo a su vez, de modo escueto, en el art. 29, que: "La mediación suspende el
plazo de prescripción desde que se formalice la presentación a que se refiere el artículo 4º"; mientras
que el Decreto Reglamentario 91/98 disponía que: "En las mediaciones oficiales, la suspensión de la
prescripción obligatoria se cuenta desde que el reclamante formaliza su pretensión ante la mesa general
de entradas del fuero que corresponda y opera contra todos los requeridos".

Esta norma con una claridad meridiana y sin dejar duda alguna determinó que en la fecha en que se
sorteaba la designación de un mediador comenzaba el plazo de suspensión de la prescripción y que
alcanzaba a todos los involucrados.

II. MEDIADOR DESIGNADO POR LAS PARTES

El mismo Decreto 91/98, reglamentario de la Ley 24.573, contempló también la posibilidad de que
además de designarse a los mediadores por sorteo como estaba ya previsto, podía hacérselo por
elección de las partes involucradas designándoselo de común acuerdo o solo a propuesta del requirente.

Este último método de designar al mediador fue una reforma acertada ya que con anterioridad si bien
las partes podían hacerlo de forma privada, si el requerido no asistía a la mediación el requirente debía
promover otro proceso de mediación por sorteo, doctrina que fue aceptada por unanimidad.

Lo cierto es que si en un aspecto fue atinada la reforma, en otro ocasionó una evidente dificultad. El art.
28 del citado decreto disponía:"En las mediaciones privadas, la prescripción liberatoria se suspende por
una sola vez desde la fecha del instrumento auténtico mediante el cual se intenta notificar
fehacientemente al requerido la audiencia de mediación y opera solo contra quien va dirigida".

Es aquí donde se originó la primera dificultad por la imprecisión que existe en determinar la fecha del
comienzo del plazo de suspensión de la prescripción, cuestión que solo quedará resuelta cuando entre
en vigencia el Código Civil sancionado recientemente por el Congreso nacional.

La primera duda que surgió fue determinar cuál era el instrumento idóneo que suspendía los plazos de
prescripción liberatoria; aquel en que el requirente manifestaba su voluntad de someter el conflicto a
mediación proponiendo la lista de 8 mediadores, como lo establecía el art. 3 inc. 2 del Decreto 91/98 o
la notificación cursada por el mediador ya elegido con el objeto de notificar la primera audiencia.

Sostuvimos en aquella oportunidad que: "... la redacción del artículo 28 nos predisponía a la segunda
interpretación ". (1)

La Ley 26.589 disipó la incertidumbre al disponer en el art. 28 inc. b que "En la mediación a propuesta
del requirente, desde la fecha de imposición del medio fehaciente de notificación de la primera
audiencia al requerido o desde la celebración de la misma, lo que ocurra primero", se suspende el plazo
de prescripción.

Con esta nueva redacción se clarifica la duda que se originó durante la vigencia del Decreto 91/98, al
precisarse que el plazo de prescripción comienza en oportunidad de la imposición del instrumento con
el que se notifica la primera audiencia en el proceso de mediación. Es decir, la fecha en que se deja la
cédula en la Oficina de Notificaciones o el telegrama o la carta documento en el correo.

En este aspecto la nueva redacción es bienvenida, al determinar la fecha exacta en que comienza a tener
vigencia la suspensión del plazo de prescripción.Solución que ha sido receptada por el nuevo Código
Civil.

Pero no creemos que la solución haya sido la correcta.

El acto jurídico que suspende el plazo de prescripción es inherente al acreedor que es quien debe
exteriorizar la voluntad de mantener la posibilidad de reclamar en justicia el reconocimiento de un
derecho frente al deudor. Al establecer la ley que la notificación a la primera audiencia de mediación,
que siempre debe realizarla el mediador, es el medio idóneo para suspender el plazo de prescripción, le
está transfiriendo una actividad exclusiva del acreedor, colocándolo en el rol de parte interesada, con lo
cual pierde imparcialidad.

Crítica semejante merece la hipótesis del mediador que ha sido designado de común acuerdo, al
establecer que "desde la fecha de imposición del medio fehaciente de notificación de la primera
audiencia al requerido, o desde la celebración de la misma, lo que ocurra antes" se suspende el plazo de
prescripción.

III. REANUDACIÓN DEL PLAZO DE PRESCRIPCIÓN

La Ley 24.573 no determinaba cuándo se reanudaba el plazo de prescripción, por ese motivo se sostuvo
que el mismo se reiniciaba al día siguiente de la audiencia, en la que se debía dejar constancia que no se
había arribado a un acuerdo, con lo cual el requirente quedaba en libertad para promover el litigio en
sede judicial. (2)

Esa situación originaba una evidente incertidumbre y a veces una situación de zozobra especialmente
cuando estaba por prescribir la acción y el acreedor se veía obligado a promover la pertinente demanda,
en un término perentorio.Además creaba una innegable desigualdad al colocar al acreedor en una
situación apremiante ante la urgencia de promover una demanda para evitar la prescripción de la
acción, que podía ser aprovechada por el deudor otorgándole la oportunidad de presionarlo para que
acepte un acuerdo desfavorable y no deseado.

Fue por esta causa que en aquella oportunidad sostuvimos que deberían admitirse demandas al solo
efecto de interrumpir la prescripción, quedando el procedimiento en suspenso hasta que se hubiere
cumplido con el trámite de mediación. (3)

MEDINA y KONIG argumentaron que: "Para lograr los efectos interruptivos se obligaría, al accionante
que quiere asegurar los efectos interruptivos, a interponerla ante juez incompetente (p. ej. ante un juez
en la provincia de Buenos Aires) lo que contraría los principios de celeridad y economía procesal". (4)

Se intentó soslayar esa dificultad también con el Decreto 91/98 que estableció un plazo de suspensión
que se extendía por veinte días a partir de la fecha en que se cerraba sin acuerdo la mediación. De ese
modo se superaba aquella incertidumbre; aunque creemos que dicha norma carecía de legitimidad por
las razones que pasamos a analizar.

El lógico cuestionamiento se generó de inmediato. Se tachó de inconstitucional el decreto que


modificaba el plazo de suspensión establecido en el art. 3986 del Código Civil, que dispone que: "... La
prescripción liberatoria se suspende, por una sola vez, por la constitución en mora del deudor, e
fectuada en forma auténtica. Esta suspensión solo tendrá efecto durante un año o el menor término que
pudiere corresponder a la prescripción de la acción". Es claro que un decreto no puede modificar una
ley de carácter nacional como lo es el Código Civil.

Para eludir la ilegalidad del referido decreto, se dictó la Ley 25.661 que dispuso en el art.29 que la
mediación suspendía los plazos de prescripción "en los términos y con los mismos efectos previstos en
el segundo párrafo del artículo 3986 del Código Civil". Es decir, que una vez iniciado el plazo de
suspensión de la prescripción con la notificación de la mediación, según el procedimiento al que se
haya recurrido para designar al mediador, el deudor queda puesto en mora por el plazo de un año o el
término de prescripción si fuese menor.

Con esta ley se zanjaba la inconstitucionalidad del decreto con el que se pretendió reducir el lapso del
término de suspensión de la prescripción a veinte días, cuando el art. 3986 del Código Civil lo establece
en un año y así se dejaba definitivamente superado el debate doctrinario que se había generado en el
Foro porteño adoptando la sana doctrina acorde con la Constitucional Nacional.

Cuando se dicta la Ley 26.589, su art. 18 establece que, en todos los casos, los plazos de prescripción y
de caducidad se reanudarán a partir de los veinte días contados desde el momento en que el acta de
cierre del procedimiento de mediación prejudicial obligatoria se encuentre a disposición de las partes,
apartándose nuevamente de lo dispuesto en el art. 3986 de Código Civil al que ya hemos hecho
referencia.

Estamos evidentemente ante un conflicto de leyes dictadas ambas por el Congreso de la Nación,
circunstancia que nos induce a indagar cuál es la naturaleza de las leyes que dicta el Congreso nacional.

Como es sabido, legisla sobre las materias que le han sido expresamente delegadas por los Estados
provinciales según lo prescribe el art. 75 de la Constitución nacional, en especial el inc.12 que le
confiere la facultad de dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, de Trabajo y de la
Seguridad Social.

Las provincias a su vez se han reservado la facultad de dictar las normas de procedimiento en el ámbito
jurisdiccional y consecuentemente las que reglan el procedimiento de mediación en cada una de ellas.

La excepción es la Ciudad de Buenos Aires, que si bien desde la reforma constitucional de 1994 tiene
un régimen de gobierno autónomo y se dicta sus propias leyes, entre las que deberían estar incluidas la
leyes de procedimiento, como aún el Gobierno nacional no le ha transferido el poder jurisdiccional,
salvo para algunos delitos menores y las faltas contravencionales, es el Congreso de la Nación quien
dicta algunas normas de aplicación exclusivas en el territorio de la Capital Federal.

Por esta transitoriedad, mantiene la facultad de dictar las leyes que rigen el procedimiento en los
tribunales ordinarios con asiento en la Ciudad de Buenos Aires y el proceso de mediación prejudicial.
Es imprescindible distinguir cuándo el Congreso de la Nación legisla en el ámbito de las competencias
que le otorga la Constitución como Poder Legislativo nacional y cuándo sus normas son de aplicación
local en esta etapa de transición.

El motivo es que las leyes de carácter local que dicta el Congreso no pueden modificar las leyes que
dicta para toda la Nación.

La prescripción y, consecuentemente su suspensión, es materia de legislación de fondo y por ende, no


puede ser modificada por leyes locales.

Por lo cual el art. 18 de la Ley 26.589, vigente en la actualidad y de aplicación en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, en cuanto reduce a veinte días el plazo de suspensión de la prescripción una vez
concluida la mediación, es inconstitucional.

Así lo sostuvimos al comentar aquella ley y lo hicimos en estos términos:"Ahora es el Congreso de la


Nación el que, con una norma de carácter local, modifica el Código Civil, con lo cual el último párrafo
del artículo en comentario, que dispone que el plazo de suspensión de la prescripción se reanudará a
partir de los veinte días, desde que el acta de cierre se encuentre a disposición de las partes, es
inconstitucional". (5)

IV. EL NUEVO CÓDIGO CIVIL

En una norma expresa legisla sobre la suspensión de la prescripción por pedido de mediación. (6)

Ya hemos cuestionado el modo en que se determina la suspensión del plazo de prescripción en la Ley
26.589. Sostuvimos que: "Esta solución, además de comprometer la imparcialidad del mediador, le
otorga a este una responsabilidad de la cual podría pedírsele que rinda cuentas. Debemos pensar,
además, que el mediador puede no ser informado por el requirente de la existencia de un acuciante
plazo de prescripción, con lo cual la única premura que podrá tener, para cursar la notificación de la
audiencia, será el plazo que le impone la ley (art. 23)"; (7) que dispone que la fecha de la primera
audiencia deberá fijarse dentro de los quince días corridos de notificado de su designación.

La redacción del art. 2542, que mantiene la misma solución establecida en la Ley 26.589, vigente en la
actualidad, adjudica una responsabilidad al mediador que no lo exime de eventuales sanciones.

"Bajo la legislación anterior ya se han planteado cuestiones que involucraban la responsabilidad del
mediador, cuanto más ahora, que la propia ley lo convierte en responsable de una notificación que
definirá el momento en que comienza a correr el plazo de suspensión de la prescripción." (8)

Entendemos que el párr. 2º del art. 2542 del Código Civil, que es similar al último párrafo del art.18 de
la Ley 26.589, supera la inconstitucionalidad que hemos señalado respecto de esta última norma, atento
a que el Congreso nacional, en uso de la facultad que le otorga el art. 75 inc. 12 de la Constitución
Nacional, ha dictado una norma de fondo aplicable a toda la Nación. Con lo cual todas las leyes locales
deberán ajustarse a esta nueva prescripción.

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(1) De Almeida, Mario - Aiello de Almeida, María A., Régimen de Mediación y Conciliación. Ley
24.473; p. 187, Astrea, 2001.

(2) CNCiv. Sala M 30/4/89, LL del 1/9/98.


(3) Conf. de Almeida, Mario - Aiello de Almeida, op. cit., p. 186.

(4) "Cuestiones procesales de la ley de mediación", LL 1996-E-1127.

(5) De Almeida, Mario - Aiello de Almeida, María A., Mediación y conciliación: Comentario exegético
de la Ley 26.589 y su reglamentación; Astrea, 2012, p. 149.

(6) Art. 2542 Suspensión por pedido de mediación - El curso de la prescripción se suspende desde la
expedición por medio fehaciente de la comunicación de la fecha de la audiencia de mediación o desde
su celebración, lo que ocurra primero. El plazo de prescripción se reanuda a partir de los veinte días
contados desde el momento en que el acta de cierre del procedimiento de mediación se encuentre a
disposición de las partes.

(7) De Almeida, Mario - Aiello de Almeida, María A., op. cit., p. 142.

(8) O. cit.

(*) Abogado. Mediador.

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