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La Advertencia de Dios Al Mundo - Parte I
La Advertencia de Dios Al Mundo - Parte I
INTRODUCCIÓN
"Pues tampoco Cristo buscó su propio agrado; antes bien, como dice la
Escritura: Los ultrajes de los que te ultrajaron, cayeron sobre mí. En efecto, todo
cuanto fue escrito en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, para que con
la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza".
Romanos 15:3-4
Pero el mayor de todos los impactos fue el impulso de cooperación surgido entre
la Iglesia de la Unificación y otras iglesias cristianas en todo el territorio de los
Estados Unidos a partir del momento de la excarcelación del Reverendo Moon.
Dentro de la comunidad religiosa, la interacciones con el Movimiento de la
Unificación en los campos de la acción social, el ecumenismo, la reflexión
pastoral y la libertad religiosa cobraron un nuevo y sorprendente impulso. Las
actividades ecuménicas incluyen al Consejo Nacional para la Acción Social y
Eclesiástica, las Conferencias Ecuménicas para el Clero, la Asociación del
Sufrimiento Común, e innumerables sociedades locales y empresas cooperativas.
Los miembros de todas las confesiones cristianas están alabando a Dios por este
resurgimiento del espíritu y de la camaradería. La naturaleza interracial y
ecuménica de estas actividades ha generado refrescante espíritu de amor y buena
voluntad centrado en Dios, así como un nuevo sentido y una nueva dirección para
las iglesias de América.
Dentro de este contexto, muchos ministros desean tener algún tipo de "mensaje
desde prisión" del Reverendo Moon. Históricamente, muchos gigantes cristianos,
desde San Pablo a John Bunyan, y desde Dietrich Bonhoffer a Martin Luther
King, han escrito obras conmovedoras e importantes mientras cumplían
sentencias de prisión impuestas por autoridades hostiles. Como siempre, el
Reverendo Moon ha sido muy prolífico en su caudal de ideas e inspiración
mientras se hallaba en la prisión de Danbury. Diariamente, él continúa enseñando
y compartiendo, con otros su sabiduría. Nos habla especialmente del corazón de
Dios, y de la preocupación de Dios por la era actual. Está pensando también
mucho sobre el futuro de la humanidad; en este aspecto, se refiere a la necesidad
del diálogo religioso y la armonía para la obtención de la paz global; al amor
ideal, y a la educación de los jóvenes para llegar a crear verdaderas familias,
centradas en Dios; al mundo espiritual, y a la relación de lo espiritual con el reino
físico de la vida. Cuando está con otros religiosos, el Reverendo Moon pone el
énfasis en la revelación qué ha recibido respecto al pecado y a la salvación, la
vida de Cristo, y la segunda llegada. Como este libro ha sido preparado para
sacerdotes y pastores cristianos, hemos puesto también el énfasis en este aspecto
de las enseñanzas del Reverendo Moon.
Una palabra sobre la forma de abordar este material. El Reverendo Moon está
hablando como profeta de Dios. La misión del profeta es advertir, castigar, guiar,
interpretar la palabra de Dios para la sociedad que le es contemporánea. La
autoridad primera del profeta emana de Dios, que habla a través de él, y muchas
veces el mensaje se opone a las normas religiosas o sociales salvaguardadas por
las instituciones religiosas y las escuelas teológicas. El Reverendo Moon no es un
teólogo consumado, motivado por el deseo de desarrollar aspectos teológicos
contemporáneos. Tampoco se halla motivado por el deseo de agradar a la
sociedad. Lo motiva solamente el deseo de proclamar la verdad de Dios.
He sido discípulo del Reverendo Moon durante veintisiete años. Puedo visitar al
Reverendo Moon en la prisión de Danbury dos o tres veces por semana,
escuchando sus palabras durante varias horas en cada una de esas oportunidades.
Me alegra que su contenido pueda estar ahora a disposición de un público más
vasto, y sin embargo, me siento apenado porque lo que se lee aquí no es sino una
ínfima parte del pensamiento del Reverendo Moon. Esperamos con ansia el día
en que se pueda publicar una mayor cantidad de sus enseñanzas.
EL IDEAL DE DIOS PARA EL MUNDO
Dios creó todas las cosas, pero en Su creación la humanidad ocupa la posición
central y suprema. Es muy importante por lo tanto que comprendamos
claramente la relación entre Dios y nosotros. En la historia han existido muchas
teorías con respecto a esta relación. Hay gran cantidad de opiniones diversas,
conceptos teológicos y escuelas académicas, pero la verdadera relación entre
Dios y los seres humanos sigue siendo una cuestión no resuelta.
Todas las personas desean la vida eterna. Del mismo modo, sentimos un deseo
innato de que nuestro amor e ideales sean eternos, inmutables, únicos y
absolutos. Muchos escritores a lo largo de la historia han descrito la belleza del
amor eterno. ¿Qué escritor se ha sentido inclinado a glorificar el amor que
cambia de un día para otro? Las numerosas religiones del mundo que dan
testimonio de una vida más allá de esta vida terrena, afirman la realidad de
nuestro deseo de eternidad.
¿Son los seres humanos la causa o fuente del universo, o alguien nos creó?
¿Cómo podemos ser la causa del universo, cuando ni siquiera nos hemos creado a
nosotros mismos? Es obvio que somos seres resultantes. Somos producto de
alguna causa. Por lo tanto, debe existir un sujeto o causa. Debe haber una causa
para la existencia de los seres humanos. Este sujeto o causa es entonces la
realidad esencial. Deberíamos estar tan seguros de esto como lo estamos de
nuestra propia existencia. El nombre que elijamos para esa causa no importa. Lo
más importante es que El está allí. Y lo llamamos "Dios".
Hagámosle nuestra pregunta a Dios. "¿Qué es lo más valioso para ti, Dios?" Dios
responderá: "El amor, la vida y mi ideal son las cosas más preciosas para mí".
¿Necesita dinero Dios? El creó todas las cosas. Todo Le pertenece de alguna
forma. No necesita dinero. ¿Necesita poder Dios? El ya es la fuente de todo
poder. ¿Y qué decir del conocimiento? Dios es omnisciente y la fuente de todo
conocimiento. Sí, Dios es todo esto. Pero ¿puede El solo conseguir amor, vida y
Su ideal? El desea compartir, dar y recibir en una relación recíproca con alguien.
Aún Dios todopoderoso no puede experimentar los valores del amor, la vida y Su
ideal cuando está solo. Por esto Dios creó a Su objeto, el hombre y la mujer a Su
imagen
Somos espejos que reflejan las características de Dios. Dios es como usted y yo.
Dios es el origen. Por lo tanto, nuestro amor proviene del amor de Dios. Nuestra
vida proviene de la vida de Dios, y nuestros ideales provienen del ideal de Dios.
Sentimos que éstas son las cosas más preciosas porque Dios sintió primero que
estas cosas eran las más preciosas. Dios es el Sujeto del amor, de la vida y de los
ideales. Nosotros somos los objetos del amor, de la vida y de los ideales. Si Dios
es absoluto, nosotros debemos ser absolutos. Si Dios es inmutable, nosotros
debemos ser inmutables. Si Dios es único, nosotros debemos ser únicos. Si Dios
es eterno, nosotros debemos ser eternos. Nuestra vida eterna no es una simple
fantasía, es una realidad. Puesto que Dios es eterno, Sus objetos, los hombres y
las mujeres, deben haber sido creados para la eternidad. De otro modo, no
podríamos reflejar la naturaleza de nuestro Dios eterno.
Si existe un Dios de amor, vida e ideales, y ese Dios no manifiesta todas estas
cualidades en los seres humanos, Su objeto, entonces Dios ha destruido su propio
propósito de creación. Dios proyectó Su propio valor pleno en Su objeto. Dios es
el Sujeto del hombre y de la mujer, y nosotros somos los objetos de Dios. Los
objetos son el total reflejo del sujeto. De modo que el hombre y la mujer juntos
son la forma visible de Dios, y Dios es la forma invisible del hombre y la mujer.
El sujeto y el objeto son uno. Dios y el ser humano son uno. El ser humano es
Dios encarnado. De otro modo, no sería capaz de reflejar plenamente la imagen
de Dios. Dios no podría convertir en realidad la alegría, que es el propósito de Su
creación. Cuando nosotros como objetos no somos tan perfectos como Dios, no
podemos reflejar plenamente el amor, la vida y el ideal de Dios. De modo que el
hombre y la mujer son tan importantes en valor como el propio Dios.
De la misma forma que nuestras mentes son reales para nosotros, Dios hubiera
sido una realidad viviente para nosotros. La mente nos dicta nuestras acciones, y
la relación entre Dios y los seres humanos debería haber sido la misma. En
nuestro estado actual debemos cuidar nuestras palabras antes de hablar, pero
¿tendría que hacer lo mismo una persona perfecta? Una persona perfecta es
automáticamente un reflejo de la mente universal, es decir, de Dios. Nadie que
fuera perfecto podría negar a Dios. Además, la dignidad y la integridad de los
verdaderos padres originales, los verdaderos Adán y Eva, se mantendrían durante
miles de años, y todos sus descendientes conservarían, como personas, la misma
dignidad e integridad que poseían Adán y Eva.
La relación entre Dios y la humanidad hubiera sido de perfecta unidad. Dios y los
seres humanos hubieran estado juntos por toda la eternidad. No podemos
separarnos de nuestra mente y, de la misma forma, los hombres y las mujeres no
se hubieran podido separar de Dios. Eso hubiera sido la perfección humana. Si no
hubiera existido la caída y esa perfección se hubiera mantenido, los seres
humanos se hubieran convertido en el núcleo del universo.
Hoy tenemos nuestra mente y nuestro cuerpo en una relación inseparable entre
ambos. Del mismo modo cuando Adán y Eva se perfeccionaran aquí en la tierra y
luego fueran al mundo espiritual, Dios hubiera sido la mente de Adán y Eva y
ellos hubieran sido el cuerpo espiritual de Dios, de modo que Dios y las personas
en el mundo espiritual hubieran sido inseparables, como un solo cuerpo. En este
mundo la gente habla de la muerte, pero en realidad no existe. La muerte es pasar
a un nuevo reino después de entregar el cuerpo físico. El yo espiritual se
convierte en el cuerpo en el mundo espiritual, y Dios se convertirá en el centro de
ese cuerpo como mente del yo espiritual.
Deseo dar un ejemplo del valor que tiene la religión, incluso para Dios. Si yo
hiciera gestos enérgicos y gritara, pero sin dirigirme a nadie, estoy seguro de que
cualquiera que me viera se preguntaría: "¿Está loco ese hombre?" Pero si tengo
alguien con quien hablar, alguien que me pueda responder, aunque sea un niño
pequeño, y me expreso de esa forma, entonces se me considera normal. La única
diferencia es la presencia de alguien como objeto.
Hasta el momento actual, muchas iglesias cristianas han colocado a Dios tan alto
en el cielo, y han hundido tanto a los hombres en el infierno, que ha existido un
abismo infranqueable entre ambos. Un río ancho y embravecido ha separado a
los hombres de Dios. Los hombres no han sabido comprender a Dios como
realidad viva. Hemos sido incapaces de ver que Dios está tan cerca, es tan real,
tan accesible, que hasta podemos vivir con El. San Pablo nos enseñó que
debemos ser los templos vivos de Dios. Sin embargo, el cristianismo
convencional ha sido incapaz de hacerlo realidad.
No importa lo rico y famoso que sea alguien, a menos que tenga a alguien con
quien relacionarse y compartir su alegría, su pena, sus opiniones y sus ideales, no
dejará de ser un hombre o una mujer digna de lástima. Sentimos alegría y tristeza
porque el corazón de Dios puede sentir alegría y tristeza. Nunca antes en la
historia habíamos creído que Dios pudiera sentir pena. Dios puede sentir
excitación o indignación, igual que nosotros. Nosotros, como objetos de Dios,
tenemos la habilidad de experimentar emociones, porque nuestro Sujeto, Dios,
tiene la misma capacidad. Dios es la primera Personalidad y la personalidad
humana proviene de Dios. ¿Qué podemos hacer entonces para convertimos en
verdaderos objetos de Dios? ¿Por medio de nuestros esfuerzos y nuestro trabajo
arduo únicamente? No. Existe un solo camino para unimos con Dios. Ese camino
es el amor, a través de la unidad en amor con Dios.
Voy a explicar esto un poco más. Supongamos que existe un hombre famoso.
Frente a él hay una mujer modesta y humilde, sin belleza ni educación. Sin
embargo, una vez que este gran hombre y esta humilde mujer establezcan una
relación de dar y recibir amor, ella alcanzará instantáneamente su nivel de
prestigio. Digamos que este hombre se apellida Jones y que se enamora de esta
mujer y se casa con ella. Ella se convierte entonces en la Sra. Jones y
corresponde a su amor con todo su corazón. Todo el poder, la autoridad y el
prestigio de que goza el Sr. Jones, son compartidos por la Sra. Jones en todos los
aspectos. ¿Qué es lo que nos enseña esto? Que una vez que tenemos una relación
de amor con Dios y nos unimos a El, nuestro valor aumenta instantáneamente a
Su mismo nivel. Este es el valor que Jesús tenía, un valor divino. Un amor como
éste es eterno, incambiable y único.
He dicho que Dios es Sujeto y que nosotros somos los objetos y que el objeto es
tan importante como el sujeto. Ahora nos gustaría saber exactamente qué
significa ser objeto de Dios.
El propósito fundamental de Dios al crear a los seres humanos fue darnos todo Su
amor, toda Su vida y todo Su ideal. Sobre nosotros recaerá todo el amor de Dios,
hasta el fondo mismo de Su corazón. Al convertirnos en Sus verdaderos hijos e
hijas, Su deseo se verá realizado. Ese es nuestro destino último. Entonces nos
saturará el amor de Dios. Conoceremos la alegría total y nos sentiremos llenos de
una atracción total en vuestras vidas.
No existe límite para la alegría. La alegría no tiene fin. Cuando poseemos el amor
de Dios, cada célula del cuerpo se alegra. Respiramos con todo el universo. En
ese estado nuestra vida alcanzará su realización plena. Así es como Dios desea
que vivamos, intoxicados de amor y de alegría. Y a través de nuestra alegría,
Dios, recibe alegría. La alegría de los seres humanos es la alegría de Dios, la
alegría de Dios es la alegría de los seres humanos.
Si la humanidad se hubiera unido a Dios, nuestro Padre, hubiera sido guiada por
El y hubiera vivido con El en el mayor amor, ¡qué felices hubiéramos sido! Y en
cuanto a Dios, qué feliz hubiera sido viviendo con Sus verdaderos hijos. Siendo
superior en todo sentido, El se hubiera sentido lleno de alegría. Hubiera vivido
con nosotros en el mayor amor. ¿Se han parado a pensar alguna vez lo
alegremente que hubiera reído y danzado y cuánto se hubiera alegrado al vernos
y al vivir con nosotros? Nuestra gran aflicción consiste en no haber sido capaces
de vivir con un Padre así, del cual provienen toda la alegría, toda la felicidad,
todas las danzas, todo lo bueno y alegre. Todo lo bueno se hubiera iniciado con
Dios. Pero nunca hemos visto ni experimentado la bondad en una medida tan
grande y completa.
El amor, la vida y el ideal están en el punto central donde padre e hijo se reúnen.
Una vez que nos unimos allí, el amor de Dios es nuestro amor, el ideal de Dios es
nuestro ideal y la vida de Dios es nuestra vida. Y no existe ninguna otra relación
en la que pueda haber mayor unidad de vida, de amor y de ideal, que la relación
de padre e hijo. Esta es la realidad esencial del universo.
Cuando una criatura nace, es la manifestación del amor, la vida y el ideal de sus
padres. Cuando alguien mira a su propio hijo, en realidad está mirando a su otro
yo. Está viendo el fruto de su amor, de su vida y de su ideal. Está mirando a su
segundo yo, otra forma visible de sí mismo.
Llevemos ahora esta verdad a una escala universal. Dios creó a los hombres y a
las mujeres como Sus hijos e hijas. El desea verse a Sí mismo en los seres
humanos. La Biblia dice: " . . . creó Dios al hombre a Su imagen, a imagen de
Dios lo creó; varón y hembra los creó". (Génesis 1:27)
Los seres humanos fueron creados a imagen de Dios. En otras palabras, Dios se
encarnó en los seres humanos. Somos el espejo del Dios vivo y cada una de Sus
virtudes, características y cualidades se hallan reflejadas en este espejo.
Ciertamente, Dios desea que los hombres y las mujeres reflejen Su amor, vida e
ideal. La vida humana es el fruto del amor, la vida y el ideal de Dios.
Quizá nos hagamos una importante pregunta. ¿Por qué creó Dios a los seres
humanos? Dios deseaba asumir una forma visible y el día en que Adán y Eva
nacieron fue casi como el día del nacimiento del propio Dios. A medida que
Adán y Eva crecían y maduraban, Dios crecía espiritualmente hacia una mayor
realización junto con ellos. Dios y Sus hijos eran la misma persona en realidad y
por lo tanto, cuando Adán y Eva reían, Dios reía, cuando se sentían melancólicos,
Dios también se ponía melancólico y cuando ellos trabajaban, Dios trabajaba.
¿Por qué debería ser así? Todo se dirige hacia la realización, tanto en la tierra
como en el cielo, con Dios y los seres humanos creciendo juntos. El crecimiento
de los seres humanos es también el crecimiento de Dios. Hablamos de
perfección, pero ¿qué significa eso? Perfección significa perfección del amor, sin
carencias de ninguna clase, el amor perfecto.
¿Sabemos que existe el amor por el hecho de haberlo visto? No vemos el amor,
pero sabemos que existe. ¿Manejamos al amor o es el amor el que nos maneja y
nos abraza? Lo segundo es exacto. El amor puede decir: "eres mío", pero nadie
puede decir: "el amor es mío". El amor no le pertenece a nadie, el amor pertenece
a todos. Supongamos que existiese un terrible dictador que deseara poseer el
amor para sí. No importa lo que pudiera decir ese dictador, el amor se reiría de él
porque nunca estará bajo el control de una persona. ¿Se puede unir a Oriente y
Occidente por medio del poder militar, o gracias al poder de la cultura y la
religión? El poder del amor es lo único que puede unirlos.
La vida en unión con Dios es la única gran manera de vivir, vida con Dios, vida
en Dios y Dios viviendo en usted. Este era el estado espiritual de Jesús cuando
dijo: "¿No creéis que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?" (Juan, 14: 10).
Dios y los seres humanos se abrazarán en un solo amor que todo lo consumará.
Este es el estado en el que Dios se convierte en Realidad viva. Ya no creeremos,
sino que sabremos. Y viviremos la verdad. Si realmente experimentamos esta
clase de amor y unidad con Dios, ya hemos probado la suprema experiencia de la
vida. De los muchos líderes cristianos que existen hoy en América, ¿cuántos han
tenido la maravillosa experiencia de recibir el profundo amor de Dios?
Dios nos creó para que viviéramos una vida intoxicada por Su amor. Desde que
perdimos esta capacidad original, buscamos intoxicaciones antinaturales o
artificiales, embriagándonos con alcohol, marihuana o drogas. El hombre y la
mujer, sin embargo, están creados para intoxicarse con el amor de Dios. No hay
nada que supere este sentimiento de felicidad. Cada célula del cuerpo explota de
alegría. Los ojos y oídos, los tejidos de la cara, los brazos y piernas, todo,
renacerá a la vida en una explosión de alegría. Ninguna otra cosa puede
compararse a esta clase de alegría. Una vez que una persona descubre la forma de
intoxicarse con el amor de Dios, rehusará probar las drogas, el alcohol o
cualquier otra cosa. Estas cosas son insípidas comparadas con el amor de Dios.
El amor de Dios es como la electricidad, que puede ser conducida por cualquier
parte del cuerpo. Si el amor de Dios toca la mente, ésta saltará, si toca las
emociones, éstas saltarán, y si toca los oídos o los ojos, éstos saltarán.
¿Hemos experimentado alguna vez el amor de Dios en forma tan vívida? Sentir
el amor de Dios es como recibir una descarga eléctrica; cuando alcanza a una
persona, él o ella pueden parecer inconscientes, pero por dentro están en realidad
temblando de alegría extática. Una vez que sentimos el amor vivo y activo de
Dios, deseamos cerrar los ojos, pero los ojos no se pueden cerrar. El cuerpo
entero está activado de tal forma que no se puede dejar de reaccionar ante ese
amor. Dios es todopoderoso y puede hacer cualquier cosa, de modo que
seguramente El desea que todos formen parte de un amor tan explosivo,
gigantesco y dramático, un amor que no es insulso e insípido.
El regalo que tengo para vosotros en esta noche es mi deseo de que comprendáis
que la verdadera relación entre Dios y los seres humanos es una relación de
sujeto y objeto. Vosotros sois Sus hijos e hijas. Una vez que hayáis alcanzado la
unidad con Dios, nada podrá perturbaros. Ni la tristeza, ni la soledad, ni la
enfermedad, ni ninguna otra cosa bajo el sol podrá desalentaros. Dios es la
seguridad definitiva. Podríais pagar muchos millones de dólares sin poder
comprar esa clase de seguridad. No tiene precio. No hay dinero que pueda
comprarla. Es la experiencia total de la vida. Fuimos creados para vivir con Dios.
Una vez que os convirtáis en esos hombres y mujeres, seréis el centro del
universo dondequiera que vayáis, ya sea a Marte o a la Luna, al mundo espiritual
o al mundo físico. No importa cuán pequeña sea la porción que ocupéis en el
centro, estaréis hechos a imagen de Dios. Tendréis un lugar en cualquier parte del
universo y seréis aceptado.
Vuestra vida es por lo tanto lo más valioso del universo. Por eso Jesús dijo:
"Porque ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo si pierde su alma? ¿O qué
recompensa dará el hombre por su alma?" (Mat. 16:26) Jesús está hablando de la
vida con Dios. La vida sin Dios es como una lamparilla eléctrica quemada que no
puede dar luz. Una vida sin Dios es la muerte.
EL MODELO DE BONDAD DE JESÚS
Nuestro primer paso para convertirnos en verdaderos hijos e hijas de Dios es
comprender claramente la idea que Dios tiene de lo bueno y lo malo. ¿Qué es
bondad y qué es maldad?
Pero ahora sabemos que no fue así de fácil. Dios empleó todo de Sí mismo en Su
creación. No se reservó ni una onza de poder. La creación fue Su obra total, Su
esfuerzo total al darlo todo de Sí mismo. Cuando Dios puso todo Su corazón y Su
alma en la creación de Su objeto, se estaba empleando a Sí mismo en un cien por
cien. Solamente así pudo crear Su segundo yo, el Dios visible.
Por lo tanto, después de Su creación, Dios ya no existía sólo para Sí mismo. Dios
empezó a existir para Su hijo y Su hija, Adán y Eva. Existe para amar, para dar.
Dios es la existencia totalmente generosa. Dios ya no puede existir solo. El amor
y el ideal sólo adquieren significado cuando hay una relación complementaria
entre dos partes. Dios inició la creación e hizo una inversión. No puede perder.
Cuando Dios impulsó todo Su amor, vida e ideal en Su segundo yo, debería, en
cierto sentido, obtener una ganancia. Dios sabía que al invertir todo lo que tenía
al cien por cien, Su objeto maduraría y le devolvería multiplicados los frutos de
Su amor, vida e ideal. Su objeto, el hombre y la mujer, lo son todo para Dios. La
vida del objeto atrae a Dios. Dios desea ir a vivir con Su objeto sobre la tierra.
Dios es el más grande de todos los artistas. Cuando creó Su obra maestra, el
hombre y la mujer, infundió (invirtió)Su corazón en el proceso. Invirtió Su alma,
toda Su sabiduría y todo Su esfuerzo en él. Dios sólo deseaba existir para Adán y
Eva y toda la humanidad. No escatimó ni una sola pizca de esfuerzo para
crearlos. Así, la humanidad se convirtió en la vida de Dios.
Dios estableció el patrón para el universo. En un mundo ideal vivimos para los
demás. El sujeto existe para el objeto y el objeto para el sujeto. La definición de
Dios de la bondad es dar totalmente, es el servicio total y la generosidad absoluta.
Debemos vivir nuestras vidas para los demás. Vivmos para otros y otros viven
para nosotros. Dios vive para los seres humanos y nosotros vivimos para Dios. El
esposo vive para su esposa y la esposa vive para su esposo. Esta es la bondad. Y
aquí abundan la unidad, la armonía y la prosperidad.
Deseo que sepáis que el amor es el impulso más sagrado y supremo. Si alguien
puede dar su vida por su esposa, es el más grande de los amantes. Del mismo
modo, aquellos padres que dan su vida por sus hijos poseen el más alto grado de
amor.
Debemos aprender las lecciones de amor que nos ofrece la naturaleza. Las
personas más santas siempre han estado en estrecha vinculación con la
naturaleza. Uno debería naturalmente desear salir cada día a mirar el cielo, los
pájaros y los animales para recibir nuevas lecciones de amor. Nuestro hogar debe
ser un hogar de amor, no sólo para nuestra familia sino también para las cosas de
la naturaleza. Todas las criaturas, incluso los insectos, desearán convertirse en
parte de nuestra "orquesta de amor". Tendremos plantas, animales, flores e
insectos viviendo juntos con amor.
El universo da la bienvenida a los hombres y mujeres que consideran al amor
como el valor supremo. ¿Hay alguien aquí que crea que me equivoco al decir
esto? El amor es todopoderoso, es mayor que la propia vida. No existen adjetivos
lo suficientemente amplios para describir el amor. Es absoluto, es inmutable, es
hermoso, es dulce, sin embargo ninguna de estas palabras puede abarcar al amor.
A través de toda la historia de la literatura y de la poesía, ¿qué es lo que más se
ha ensalzado, la vida o el amor? ¿0 quizás el poder y el dinero constituyen el
centro de la poesía? No, el amor es lo más valioso. La razón es muy simple y sin
embargo quizás la mayoría de los poetas no la comprenden totalmente.
No hemos nacido para nuestro propio bien, sino para el bien de otros. Mientras
que nuestra terminología sea "nosotros", el universo nos apoyará, pero tan pronto
como comencemos a pensar en términos de "yo" y "mi", el universo se volverá
en nuestra contra. En ultimo término, usted será expulsado del universo. ¿Puede
usted quejarse de esta regla?
¿Se molestarían los hombres si yo les dijera que han sido creados para las
mujeres? Quizás alguno pueda sentirse orgulloso de su masculinidad y no desea
oír hablar de esto. Pero este es el principio de la creación de Dios, y no debe
apenarnos oír estas palabras. El hombre vive para su pareja, no para sí mismo.
Supongamos una mujer posee una gran belleza. No importa lo hermosa que sea,
su belleza no es para su propia gratificación, sino para el deleite de los hombres.
Hemos sido creados para vivir para el prójimo. Esta es la razón misma de nuestra
existencia. Existimos para otros, para un objeto, para una pareja. Este es el
principio de todas las relaciones humanas en nuestra sociedad. Los padres existen
para sus hijos y los hijos existen para sus padres. Luego tanto los padres como los
hijos, cuando dan generosamente, se unen en un movimiento circular.
Cada persona resulta pequeña comparada con el tamaño del universo. Sin
embargo, siente la necesidad de vincularse con todo el universo. ¿Por qué
sentimos esa necesidad? Debe existir una razón para ello. Es porque el vasto
universo está realmente ligado a cada pequeña vida. El universo se relaciona con
cada embrión, con el origen de cada persona y luego cada embrión se expande
hacia el universo. El universo penetra en cada uno y cada uno se relaciona con el
universo, como una espiral de movimiento continuo desde dentro hacia fuera.
Toda existencia que se base en el principio de Dios de la acción armoniosa de dar
y recibir es una buena existencia.
Desde el punto de vista del arcángel, tanto Eva como Adán estaban en la posición
de su Señor. Esto significa que el arcángel sedujo a Eva, la esposa prometida a su
Señor. Después de esa vergüenza Eva quiso justificar su pecado y tentó a Adán
haciéndolo cometer el mismo pecado. Todos ellos desafiaron a Dios. ¿Si usted
estuviera en el lugar de Dios, qué haría? ¿Podría perdonarlos simplemente?
¿Podemos decir que Dios hace las cosas al azar sin seguir ninguna ley o
principio? Decimos que Dios es absoluto, ¿pero debe esto entenderse en el
sentido de que puede perdonarlos en una forma que pueda ser mala? Sabemos
que Dios es un ser absoluto solo en aquellos aspectos que son buenos.
A raíz de este trágico acontecimiento, Dios fue aislado por el hombre y la mujer
en el Jardín del Edén. Este es el significado de la versión del Génesis acerca de la
caída. La historia humana empezó mal, sin Dios. Las bases para la historia de
maldad de la raza humana estaban sentadas, y Satanás quedo establecido como el
gobernador de este mundo. Debemos comprender claramente lo que hizo
Satanás. Satanás robó y destruyó el único elemento que Dios estaba tratando de
perfeccionar con el hombre y la mujer: Su amor. La relación de amor entre Dios
y Sus hijos quedó destrozada. El egoísmo nació al comienzo de la historia
humana, y ahora nuestro mundo está repleto de asesinatos, mentiras y robos.
Todas estas acciones en el mundo del mal están motivadas por el egoísmo.
El mal subyuga a otros en su propio beneficio, mientras que el bien se sacrifica
por el beneficio de otros. Desde la caída del hombre, el trabajo de Dios ha
consistido en la restauración de la bondad original. Dios desea abolir el mundo
del mal y recrear el mundo del bien. Hemos perdido nuestra salud. Nos hemos
convertido en personas enfermas. La salvación de Dios es, por lo tanto, la
restauración de los seres humanos a un estado saludable una vez más. Este
mundo, que es el reino del infierno en la tierra, es un lugar que necesita un
salvador.
Cuando los seres humanos consuman su vida en el infierno sobre la tierra, al ser
elevados al mundo espiritual no pueden tener otro destino que el infierno.
Permítaseme una analogía. En el otoño se cosechan manzanas hermosas, pero si
una de esas manzanas está podrida el granjero se deshará de ella. No hay lugar
para ella. Estas personas que terminan en el infierno son basura humana a los
ojos de Dios. Una manzana puede tener la piel dañada, y sin embargo su interior
puede estar bueno, mientras que otra puede tener buen aspecto, pero estar podrida
adentro y no valer nada. Los seres humanos pertenecen a la segunda categoría.
No hay posibilidad de que una persona que ha caído y está corrompida por dentro
sea salvada fácilmente.
Aunque la superficie de una manzana esté algo dañada, si sus semillas están
intactas, todavía tiene valor. Sin embargo, con los seres humanos sucede lo
contrario, ya que están intactos en su exterior, pero podridos en su interior.
Después de la caída los seres humanos vieron pudrirse su interior.
Dios sembró la semilla del bien, pero antes de que El pudiera recoger su fruto,
Satanás invadió con su semilla del mal y cosechó su fruto maligno. Por esta
razón, Dios debe volver a sembrar la semilla del bien. Para este trabajo Dios
necesita ciertas herramientas. Las religiones del mundo han sido las herramientas
de Dios. A través de la historia, las religiones buenas han enseñado la forma de
vivir de Dios, centrada en el amor sacrificado y el deber. Es así que el
cristianismo puede ser considerado como la religión más avanzada y progresista
porque enseña este amor sacrificado y este deber en una forma suprema.
En la historia hay muchas enseñanzas. Una es que si alguien nos trata mal,
debemos pagarle con la misma moneda: ojo por ojo, diente por diente, muerte
por muerte. Sin embargo, la enseñanza más revolucionaria fue la de uno que dijo
"Ama a tu enemigo y reza por aquellos que te persiguen". No es necesario decir
que se trata de Jesucristo
En última instancia, podemos concluir que en este universo existe un solo ser en
el que se puede confiar totalmente: Dios; y Sus características se manifestaron a
través de Jesucristo.
Jesús vino como un salvador, pero su enseñanza fue "...el Hijo del hombre no
vino para ser servido, sino para servir ... " (S. Mateo 20:28) Jesús enseñó que el
amor más grande del universo es dar la propia vida por nuestros enemigos. La
enseñanza de la Biblia es contraria a la regla común en nuestra sociedad. Es
exactamente lo opuesto de aquello que es habitual en este mundo egocéntrico. La
Biblia nos enseña la generosidad completa y el sacrificio total. "El que halla su
vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará". (S. Mateo,
10:39). Parece casi insensato pensar seriamente en vivir de esta forma en nuestra
sociedad maligna. Pero una vez que se aprende el principio de Dios, se descubre
que no existe en realidad sabiduría mayor que ésta.
Para que lo traten bien a usted, primero debe tratar bien a otros. Se recoge lo que
se siembra. Siembre el mal para recoger el mal; siembre el bien para recoger el
bien. Su preocupación debe ser como dar, y como dar bien. En cuanto a lo que
reciba en cambio, debe confiar en Dios. El se ocupará de eso. Todos tenemos
solo una vida; al final de su vida, la pregunta sería que usted deberá contestar es
cuan bien amó usted en realidad a Dios. La pregunta ya fue planteada por Jesús,
tal como se registra en la Biblia. El les pedía a las personas que lo amarán más
que a sus propios cónyuges o hijos o cualquier otra persona.
Quizás usted piense en estas cosas y rece con esta actitud, pero la verdadera
prueba está en la forma en que usted vive su vida. Consideremos el caso de un
hombre bueno y un hombre malo. Supongamos que hay un hombre que tiene diez
amigos. Día tras día este hombre sirve generosamente a sus diez amigos. La
gente no puede dejar de amarlo. Puede convertirse en el mejor amigo de diez
personas. Entonces su influencia se extenderá a los parientes y amigos de esas
diez primeras personas. Al dar y servir generosamente este hombre se vuelve
próspero. Es un centro de armonía y unidad porque vive el principio de Dios. La
generosidad trae la prosperidad. He aquí un hombre bueno.
Pero supongamos que, por el contrario, este hombre les dice a sus amigos
"Ustedes diez, tráiganme todo a mi; ustedes están aquí para servirme". Antes de
que les diga esto tres veces a sus amigos, todos terminarían cualquier vinculación
con él. Pronto se encontraría solo. ¿No es esto cierto, aún en nuestra sociedad? Es
universalmente cierto: una doctrina egocéntrica, una filosofía egocéntrica, una
forma de vida egocéntrica lo lanzará a usted de lleno por el trágico camino de la
autodestrucción. Pero si usted vive su vida sirviendo a otros, hallará la
prosperidad. Podrá parecerle que ese camino lo conducirá a la ruina, pero no será
así. La única razón por la que no siempre le traerá prosperidad es que usted no
diera hasta el fin. Por la mitad usted súbitamente se vuelve escéptico. Cambia de
opinión o se apiada de sí mismo y se aparta así de la ley de Dios de generosidad
total. El buen resultado nunca se materializa. La generosidad total es el camino
de la prosperidad porque es el camino de Dios.
Los cristianos predican el amor a nuestros enemigos, pero Jesús también dijo que
debíamos amar a nuestro, vecino. ¿Quién es el vecino más cercano de un
cristiano? Ciertamente, otro cristiano. ¿Pero lo están haciendo? ¿Aman los
católicos a los mormones? ¿Aman los Testigos de Jehová a los Metodistas? No
importa que nos llamen herejes; quienquiera que practique este principio de amar
a sus enemigos está más cerca de Dios y es cristiano ortodoxo. Eso es lo que
creo. El amor puede unir. Si los cristianos practican el amor entonces nos
podemos unir con los cristianos y los cristianos pueden unir a todas las religiones
del mundo.
¿Son herejes los moonies o no? ¿Cómo puede usted saberlo? Si usted les dice a
los cristianos del mundo lo que es la Iglesia de la Unificación, pueden decir que
usted es un hereje. Lo importante es heredar la verdadera tradición y espíritu del
cristianismo, sin embargo, y siempre que heredemos esa doctrina y la
practiquemos, seremos los más ortodoxos.
Aunque los propios cristianos hayan violado muchas de las leyes de Dios, siguen
juzgando a otros, llamándolos herejes o anticristos. Algunos cristianos insisten en
que la Iglesia de la Unificación es falsa y herética, pero ¿están calificados para
juzgar? ¿Les dio Dios autoridad para ello? Si los cristianos sólo se preocupan por
su propia iglesia, serán juzgados por las personas que viven más allá del circulo
de su propia religión, las personas que se dedican totalmente a servir a Dios.
Podría pensarse que Dios está interesado en sólo una familia o una nación en
particular. Hasta el presente, cuando la mayoría de los cristianos rezan
fervientemente, llevando una vida piadosa, ellos o ellas están luchando por la
salvación individual, o a lo más, por la salvación de sus familias. Estamos
acostumbrados a llegar hasta ahí, pero no a ir más allá. No nos hemos dado
cuenta de que si realmente luchamos por establecer una nación regida por la
verdad de Dios, nuestras familias y nosotros mismos quedaremos incluidos en
ella. Al tomar en consideración cosas superiores, estas pequeñas áreas ya estarán
salvadas o incluidas. Hoy el cristianismo está declinando, y ésa es la causa. Y si
el cristianismo en su conjunto decae, aún la familia y el individuo estarán
perdidos. Muchos cristianos creen que cuando el Señor venga por segunda vez, lo
hará sólo para ellos o para su propia familia. ¿Se darán cuenta los cristianos de
que cuando Dios venga de nuevo, establecerá toda una nación elegida por Dios, a
modo de base desde la cual redimirá al mundo? ¿Existe un solo cristiano en el
mundo que crea firmemente que cuando Cristo vuelva debe haber una base
nacional establecida para que trabaje sobre ella? Si a usted le preguntaran qué es
lo que quiere salvar, usted respondería inmediatamente no que desea salvarse a sí
mismo, sino que desea salvar por lo menos a una nación. Porque usted sabe que
si usted pudiera salvar a toda una nación, su familia estaría incluida en ella, y
también usted. De modo que usted y su familia también se salvarían.
Si usted lo piensa, en los tiempos de Jesucristo esto también era cierto. Algunas
personas en aquella época pensaban que Dios había preparado cuatro mil años de
historia para enviar a Jesús a los judíos para salvar a esa nación. Ellos pensaban
que cuando Jesús llegara, se vengaría de sus enemigos, y lo deseaban. Su nación
dirigiría al mundo y todas las demás se pondrían de rodillas frente a ellos. Pero si
usted estuviera en la posición de Dios, ¿desearía usted salvar al mundo entero,
salvar a una nación o solamente a un individuo? La respuesta es clara.
¿Podremos encontrar una nación así en la tierra? No existe una nación como ésta
que se sacrifique a sí misma. Por lo tanto , la religión debe sacrificarse a sí
misma. La religión debe sacrificarse a sí misma por una nación, y esa nación
debe sacrificarse a sí misma por el bien del mundo.
Y el mundo debe sacrificarse por el bien de Dios. De esa forma se podrá alcanzar
el ideal de Dios de un mundo unido. Si esa religión está en América, entonces
debe sacrificar todo cuanto posee para salvar a América. Esa religión no deberá
luchar para multiplicar sus iglesias, sino que deberá trabajar para salvar a la
nación, sacrificando a sus propias iglesias. Si trabaja con ese espíritu, entonces
esa nación se convertirá a esa religión y finalmente se unirá con ella. Y cuando
esa religión se una con su nación, deben avanzar para salvar al mundo,
sacrificándose a sí misma. Por lo tanto, sin sacrificio, la voluntad de Dios no
puede ser realizada.
Estamos en posición de tener que liberar el corazón de Dios, que ha estado muy
dolorido debido a la caída del hombre. Debido a la caída, Su felicidad ha estado
comprometida, de modo que debemos liberarlo y aliviar Su pena, consolarlo. Sin
estar conscientes de este hecho , los cristianos o los miembros de cualquier otra
religión le han estado pidiendo a Dios que los libere y que haga esto y aquello
por ellos, sin tener noción de que somos nosotros en cambio quienes tenemos que
liberar a Dios.
Todos debemos trabajar por el modo de vida ideal. Yo existo para mi familia, mi
familia existe para nuestra sociedad, nuestra sociedad existe para nuestra nación,
nuestra nación existe para el mundo, todo el mundo existe para Dios, y Dios
existe para usted y para mí, para toda la humanidad. En este gran circulo de dar y
recibir hay armonía, unidad, y existe un proceso natural de prosperidad creciente.
Más aún, puesto que en este circuito toda existencia cumplirá con su propósito de
creación, existe una abundante y profunda alegría. Este es el reino de los cielos,
desbordante de sentimientos de felicidad.
En este mundo actual las naciones existen solamente para sus propios intereses
nacionales. Maquinan, se confabulan, estafan y mienten. Destruyen a otras
naciones para su propio beneficio. ¿Existe siquiera una sola nación en la tierra
que le prometa a Dios: "Dios, tu puedes usar esta nación como tu sacrificio y
como tu altar, si esa es la forma en que puedes salvar al mundo"? Díganme,
¿existe esa nación? ¿En donde?
No todas las religiones son buenas. Hay religiones centradas en Dios y religiones
centradas en Satanás. ¿Cómo podemos distinguir entre ambas? Podemos
distinguirlas observando sus acciones. Aquellas religiones que tratan de lograr las
posiciones más fuertes y conquistar a los débiles son las religiones malas. Las
buenas religiones siempre tratan de ocupar la posición inferior y tratan de
sacrificarse y servir. La religión de una nación debería inspirarla a trabajar por el
bien del mundo, y no solamente para sí misma. Una religión buena trata de
promover el espíritu de servicio en todo el mundo.
Jesús no les enseñó a sus discípulos a tomar represalias. Les dijo: ". . . a
cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra; . . . y a
cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos." (S. Mateo, 5: 39,41)
Nunca se deben tomar represalias; todo lo que se debe hacer es dar completa y
totalmente, y luego Dios nos lo devolverá aún con mayor abundancia.
Cuando Jesús fue crucificado, los soldados romanos lo atravesaron con sus
lanzas. Y Jesús rezo por sus enemigos: "Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen." (S. Lucas 23:24). Aún en el momento de morir en la cruz Jesús fue
tan sincero en su perdón. Su ultimo acto fue motivado por su amor hacia sus
enemigos. Su mente compasiva se apiadaba no sólo de su propio pueblo, sino
también de los enemigos de su pueblo. Encarnó la suprema forma de dar - un
modelo de amor. No estaba rezando solamente por ese soldado romano que le
clavaba su lanza; rezaba por el perdón de todo el Imperio Romano. Llego con
una misión universal, internacional, que no iba dirigida a una sola alma o a un
solo grupo. Hoy muchos cristianos están buscando su propio Cielo, su "pequeño
espacio allá arriba", pero ésa no es la forma en que lo ve Dios. O se gana todo el
mundo, o nada puede ganarse.
El mundo actual evoca la ira de Dios. Merece en verdad su juicio inflexible. Pero
Dios es amor, y El es paciente. Dios está reprimiendo Su ira porque El desea
salvarnos. Nos está dando la oportunidad de cambiar. Está esperando.
Veo un gran cambio, una nueva gran oleada revolucionaria llegando a América -
no con fuego ni con balas, sino con la verdad de Dios avivando la revolución del
corazón humano. He llegado hasta aquí para encender esta revolución espiritual.
La respuesta última no son las manifestaciones o las batallas legales. La
respuesta está en los corazones de los hombres y de las mujeres, en la revolución
pacifica que nos llevara del egoísmo a la generosidad.
Algunas personas podrán decirme: "Reverendo Moon, usted tiene unas teorías
interesantes, pero su contenido teológico debe ser examinado con mayor
atención". Pero esto se basa en un malentendido con respecto a mi. Hablo a partir
de la vida, no de la teoría. Les digo que estamos todos aquí para vivir la verdad,
como Jesús vivió la verdad.
Esto no es una teoría, una filosofía o una doctrina teológica. Es la verdad final de
Dios - no está para que se hable de ella, sino para vivirla.
Todos nosotros deseamos ser perfectos. Todos deseamos el cielo en la tierra, pero
preguntamos "¿Cómo se puede lograr?"
En el ideal de la creación de Dios fuimos creados para ser los templos de Dios,
los templos del espíritu de Dios, en donde Dios es el amo. "¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (I Cor. 3: 16)
Fuimos creados para ser los templos de Dios. Cuando alcancemos ese estado,
dejaremos de tener una voluntad corruptible. Las fronteras y las leyes ya no serán
necesarias, porque Su voluntad será nuestra voluntad. Con Su espíritu viviendo
dentro nuestro completamente, nos moveremos solamente adonde El nos guíe.
Entonces seremos perfectos, porque la fuerza que nos guiará y que nos dirigirá
será la fuerza perfecta.
Cuando alcancemos esta meta final estaremos en perfecta unión con Dios. Ya no
estaremos viviendo únicamente en el nivel humano, sino en el nivel divino.
Tomaremos las cualidades de Dios porque el Espíritu morara en nosotros y nos
poseerá como un templo perfecto; reflejaremos la virtud y el poder de Dios. Así
podremos ser tan perfectos como el Padre que está en los cielos. Este fue el
modelo original que Dios tenia destinado a la humanidad a través de Adán y Eva.
El matrimonio es el medio más importante de establecer el reino de Dios sobre la
tierra. Adán y Eva fueron los primeros hijos de Dios. Nacieron de Dios, crecieron
en Dios, y debieron madurar a la perfección en Dios. El designio de Dios era unir
a Adán y Eva en matrimonio divino. Entonces hubieran procreado hijos sin
pecado y se hubieran convertido en el padre verdadero y la madre verdadera de
toda la humanidad. Hubieran sido los "Padres verdaderos", estableciendo el
Reino de los Cielos en la tierra.
¿Existió este reino alguna vez? No. En lugar de ello, la historia se inició en la
dirección equivocada. Desde la primera mala acción, Satanás ha sido el dios de
este mundo. Por lo tanto, el propósito de la restauración de Dios, Su propósito de
salvación, ha sido restaurar la familia perfecta de modo que El pueda tener
verdaderamente su reino sobre la tierra. Para esto Dios necesitaba un modelo.
¿Quien podía establecer los criterios de perfección en la tierra?
Jesús vino a la tierra para ser el Padre verdadero eterno de la humanidad. Es por
eso que dijo que los verdaderos creyentes negarían a sus padres falsos, a la falsa
sociedad y a las relaciones falsas - para volver a su padre verdadero. La esencia
del cristianismo es la tradición del amor verdadero. Pero mientras se encontraba
cumpliendo con esta importante misión, Jesús fue crucificado. No hubo
posibilidad de que la tradición del verdadero amor alcanzara toda su plenitud en
la época de Jesús, y Jesús no quedó establecido como el padre eterno antes de su
crucifixión.
¿Qué es lo que distingue a Jesús de todos los otros líderes religiosos? Primero,
dijo que era el hijo unigénito de Dios, que poseía por lo tanto todo el amor de
Dios. Cuando se tiene el primer hijo, él o ella son el centro de un tremendo
desborde de nuestro amor. Si los seres humanos sentimos esta alegría extática
con nuestro primer hijo, ¿qué no sucederá con Dios? Porque Dios ve Su propia
imagen en su primer hijo y a través de él puede manifestar Su imagen a todo el
mundo, puede comprenderse cuan crítica es esa persona. ¿Qué puede hacer ese
hijo? ¿Necesita Dios únicamente un hijo? Dios sabía con antelación que El
necesitaba un par, lo que incluía a una hija. Debemos hablar de la hija de Dios,
especialmente aquí en América. Dios será más aceptado en este país cuando
hablemos de Su hija unigénita también.
Un hijo que vive sólo seria como una persona con un solo pie. Jesús sabía que
Dios esperaba a Su hija unigénita, de modo que Jesús procuró restaurar a una
mujer en esa posición. Es por esto que uno de los temas centrales en el Nuevo
Testamento es el de la esposa y el esposo. Los cristianos tienen que conformarse
actualmente con una visión bastante abstracta de esta relación matrimonial,
diciendo que tanto el hombre como la mujer están en la posición de esposos de
Jesús, y no solo ellos, sino que también la Iglesia. ¿Qué tiene que ver la iglesia
como institución con la esposa de Jesús? Sin duda que existe aquí cierto
significado simbólico, pero el deseo ultimo de Dios es darle una esposa física a
Su hijo.
¿Cómo podría Jesús besar a una institución? ¿Es cierto que vuestro presidente es
una institución de tanta importancia que no sabe como dar un beso? ¿Son los
grandes líderes tan grandes que no necesitan besar a nadie? Jesús fue el Rey de
Reyes; en ese sentido fue la institución más grandiosa, en consecuencia debió
permanecer célibe el resto de sus días, ¿verdad? No, era humano y necesitaba una
esposa como el resto de los hombres. ¿Debería sentarse en su trono y proclamar
el celibato como el modo de vida más sagrado, imponiéndoselo a sus súbditos?
Una enseñanza así no tendría sentido.
Jesús no solamente dijo que El era el único Hijo de Dios, sino que también negó
al mundo. No importa cuan hermoso o maravilloso pareciera el mundo, no
significaba nada a los ojos de Dios, en consecuencia, el ministerio de Jesús tenia
que comenzar con una negación del mundo. Jesús vino como el único hijo de
Dios para restaurar a la Hija unigénita de Dios y crear la familia única, la nación
y el mundo de Dios.
Llamándose el Hijo Unigénito de Dios, Jesús quiso decir que El y Dios eran la
única existencia verdadera y que su voluntad era cambiar al resto del mundo para
que éste también tuviese una existencia verdadera. Lo primero que trató de
recrear fue la Hija de Dios. Después intentó crear la familia, la sociedad, la
nación y el mundo de Dios.
¿Por qué necesita El amor? Porque Dios quiere embriagarse con el regocijo del
amor. Solamente el amor puede embriagarlo totalmente y provocarle un regocijo
que conmueva al mundo. Ese regocijo no inspiraría solamente cantos y danzas,
sino mucho más. Dios desea sentir el amor hasta el grado de poder olvidarse de
Sí mismo y de Su dignidad Divina y poder transformarse totalmente en un niño.
El paso más importante era restaurar a su esposa, Eva. Jesús era el hombre, Dios
y Jesús formaban una unidad, pero el no era Dios, el Padre. Cuando vuelva a la
tierra, va a hacerlo como hombre en la posición del tercer Adán.
Estas son revelaciones que Dios me hizo y quiero que vosotros entendáis bien los
puntos más importantes. Dios quería que Adán y Eva se unieran en un
matrimonio celestial en el Jardín del Edén. Como ello no sucedió en aquellos
tiempos, Dios quiso que Jesús cumpliera con Su voluntad de llevar a cabo ese
matrimonio. Pero tampoco Jesús lo hizo porque nadie creyó en él como el Mesías
en la tierra.
Jesús fue el segundo Adán. Era la voluntad de Dios bendecirlo con el matrimonio
celestial con la segunda Eva, su esposa restaurada.
Dios quiso traer a sus hijos a la tierra libres de todo pecado. Entonces, Jesús y su
esposa se hubieran transformado en los Padres Verdaderos de toda la humanidad
y toda la humanidad hubiera encontrado la vida uniéndose a ellos.
Jesús advirtió a las personas "Vosotros sois de vuestro padre el diablo" (San Juan
8:44) porque en el comienzo de la Historia humana nacimos como hijos de
Satanás. Por medio de la restauración de los Padres verdaderos, renaceremos
como hijos de nuestro Padre Celestial, Dios. Ello significara la salvación total
como Sus hijos verdaderos, no la mera salvación como sus hijos adoptivos a la
que se refiere San Pablo {Romanos 8:23)
No se cumplió la voluntad de Dios en los tiempos de Jesús. Esa es la razón por la
que viene otra vez. En el libro del Apocalipsis está la profecía del matrimonio del
Cordero. Esta boda se llevaría a cabo realmente. Los Padres Verdaderos de toda
la humanidad vendrán en nuestros tiempos. Dios impondrá su verdadera Familia
sobre la faz de la tierra. Todos estaremos facultados para traer hijos libres de
pecado al mundo. Ello sucederá cuando Jesucristo reaparezca. Entonces
comenzara el Reino de los Cielos en la tierra. Ese será el día de la esperanza, el
día de la llegada del Señor en el Segundo Advenimiento.
Ese será el día en que el ideal original de Dios se realizara por primera vez. Será
el día en que Dios habitara con hombres y mujeres. Dios estará lleno de regocijo.
Su propio hijo perfeccionado como el tercer Adán comenzará una historia
totalmente nueva sobre la tierra. En ese día nos transformaremos en imágenes
vivientes de Dios. Dios traerá Su Reino a la tierra.
LA PROVIDENCIA DE DIOS EN LAS ESCRITURAS
Sabemos que el mundo en que vivimos hoy no es literalmente el Reino de Dios.
Sabemos que la historia humana comenzó con el mal paso, del lado del mal. Esa
es la razón por la cual la Biblia dice que el dios de este mundo es Satanás.
Debido a la caída humana, Satanás nos domina en lugar de Dios. En
consecuencia, somos la encarnación de Satanás. Y pertenecéis al linaje de
Satanás en lugar del de Dios. Ello contradice la ley de la creación establecida por
Dios. Esa es la razón por la que ha habido mártires en el mundo religioso. En las
religiones primitivas, a veces se han matado personas como ofrendas o
sacrificios. Ello representó una forma equivocada de derramar la sangre satánica.
A los ojos de Dios no somos criaturas de Su creación. No somos verdaderos seres
humanos, somos simplemente seres satánicos, Sus enemigos. Somos los hijos de
Satanás que es el hijo de Dios. Ello es el resultado de la caída humana. Esta es la
razón por la que Jesús dijo: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo" (S. Juan
8:44). Contra los deseos de Dios, nuestros primeros ascendientes humanos
cayeron en una relación amorosa pecaminosa y prematura. Para que logremos la
salvación perfecta, debemos tener padres verdaderos, y tenemos que ser parte de
su linaje a través de un proceso de renacimiento. Leemos en la Biblia que cuando
Nicodemo visitó a Jesús y lo escuchó hablar del renacimiento, le preguntó
"¿Cómo podemos volver al vientre de nuestra madre?" Se dice que Jesús le
contestó "¿eres uno de los líderes de Israel y todavía no sabes lo que significa el
renacimiento?" En conclusión dijo: "Si no vuelves a nacer, no entraras en el
Reino de Dios".
Durante la caída, Adán y Eva confiaron más en Satanás que en Dios. Esa fue la
primera etapa. Durante la redención, debemos creer férreamente, absolutamente
en Dios. El resultado final de la caída fue el linaje satánico, sometidos a Satanás.
Se manchó nuestra sangre. Para que Jesús creara las condiciones para que
nosotros negáramos nuestro linaje satánico, finalmente él tuvo que derramar su
propia sangre. Hemos tenido que recibir su sangre para pertenecer a su linaje. En
la Comunión sagrada, el vino simboliza el linaje divino. Compartiendo el pan y
el vino nos transformamos en parte de su linaje. De esa manera pasamos de
pertenecer al linaje satánico a pertenecer al linaje divino.
La humanidad caída ha tenido que sufrir una carga de sangre, sudor y lagrimas.
Si se le pide a Dios que nos cuente algunas de sus experiencias desde la caída, El
no puede contar más que una historia de sudor, lagrimas y sangre. No tiene otra
historia. La mayoría de los cristianos no saben lo que significa Dios. Se Lo
imaginan sentado en Su trono disfrutando de la vida, pero eso no es para nada
verdad.
Alguien tiene que liberar a Dios y El no puede hacerlo sólo. Los padres, los
cónyuges, no pueden sobreponerse a sus angustias solos. Sólo los hijos pueden
librar de angustia a los padres, sólo la esposa puede librar de angustia al marido,
y sólo puede hacerlo el marido con respecto a su esposa. La única forma de
liberar a Dios de su dolor es transformándose en hijo de la piedad filial y así
terminar con Su angustia.
Se puede decir que la persona que no ha caído no tiene nada que ver con Satanás.
Dios puede usar Su providencia de salvación a través de ese individuo. Ese tipo
de persona es "Abel", o sea uno que se encuentre en una situación similar a la de
Abel. Se supone que Abel es la persona que puede recibir el amor perfecto de
Dios. El o ella deben poder triunfar sobre Satanás, Abel debe sacrificarse por la
humanidad. En otras palabras debe haber una persona que desee sacrificarse por
sus hermanos pecadores para liberarlos.
En los tiempos de Noé, nadie podía creer que Noé hubiera recibido un mandato
de Dios, tampoco nadie lo aceptó en su misión reveladora del diluvio que
vendría. ¿Pueden imaginar lo que la gente de la época pensaba de Noé? Durante
120 años subió y bajó aquella montaña trabajando en la construcción del arca.
¿Le gustaría a alguna de las señoras aquí presentes imaginarse en el lugar de la
esposa de Noé? No creo que se sentirían muy felices.
La esposa de Noé debe haberle preparado el almuerzo para llevar todos los días,
consumiendo sólo un poco de comida. Noé estaba tan ocupado con el arca que no
tenia tiempo para encontrar el sustento para su familia. A los pocos meses los
problemas familiares deben de haber surgido pero la esposa de Noé no tuvo que
aguantar la situación por 12 meses ni por 12 años, sino por 120 años. ¿Por qué
entonces Dios asignó a Noé una misión tan absurda? ¿Por qué Dios tiene que
actuar de esa forma? Hay una razón. Es por la existencia del mal. Dios no puede
habitar donde existe el mal. La dirección de los designios de Dios es 180 grados
opuesta a la dirección del mal. Dios aborrece el mal. Dios no puede aceptar las
cosas que acepta el mundo del mal. En consecuencia, Dios no quiere tener nada
que ver con el mundo del mal, o con cualquier cosa manchada por éste.
Dios llamó a Abraham que no provenía de una familia a cuya cabeza hubiera un
hombre de Dios, sino que provenía de una casa que construía ídolos, y le ordenó
que se separara del ambiente en que reinaba el mal y abandonara su tierra. Dios
quiso que Abraham fuese su paladín. Fue el mandato personal de Dios. Si
Abraham hubiera discutido el asunto con su padre, el constructor de ídolos, éste
le hubiera preguntado ¿estás loco? Abraham sabia bien que no debía contar a su
padre, las instrucciones de Dios. ¿Quién le hubiera creído? Su misión no era
simplemente saludar a su vecino. Dios le dio instrucciones para que viajara a
tierras lejanas, hasta Egipto.
En la Biblia hay muchos relatos sobre Jacob. Uno de ellos describe un ardid muy
ingenioso cuando compró a su hermano mayor el derecho de primogenitura a
cambio de pan y un guisado de lentejas. Y después, obtuvo la bendición de su
padre que estaba dirigida a su hermano mayor, Esaú. En este incidente, Jacob
sabia sin duda, que su hermano mayor se transformaría en su enemigo. Se
comprometió de todas formas. Esa voluntad, ese ardiente deseo de Jacob de
obtener la bendición de Dios era tan fuerte en su corazón que Dios se sintió
realmente reconfortado. Luego de obtener la bendición de Isaac, Jacob escapó al
peligro de que su hermano mayor lo matara, abandonando su tierra y dirigiéndose
a Harán.
Durante 21 años, Jacob sufrió una vida llena de tribulaciones en Harán. Durante
ese periodo, Jacob fue engañado muchas veces por su tío Labán. Labán engañó a
Jacob diez veces y éste nunca se quejó. El solo perseveró y esperó el día en que
pudiera volver a su patria bendecida.
Entonces, ¿de qué forma Jacob estableció la tradición de la creencia que le
permitió recibir la bendición y la protección de Dios? Puede parecer simple, pero
Jacob y su ofrenda no fueron suficientes: se necesitaba algo más, la ofrenda no
tenia que ser por Jacob solamente, él tuvo que hacerla por los israelitas y su
nación que era la nación elegida por Dios. En otras palabras, el sacrificio es algo
que debe ofrecerse para llevar las cosas a una dimensión más elevada y amplia y
de naturaleza más pública, tal como la dimensión familiar y nacional, para así
llegar a Dios y relacionarse con El. El hecho de recibir la bendición y la
cooperación de Dios depende de cuan arraigada se encuentre esta idea.
El deseo principal de Jacob fue compartir todas las bendiciones que poseía con su
hermano y sus padres y así transformarse en una unidad en armonía con ellos.
Jacob llevó la vida solitaria de un pastor pero durante todo este tiempo su
propósito último fue ganar dinero o la bendición material. Extrañaba su hogar.
Lamentaba lo que había hecho a su hermano mayor. Comprendía que Esaú
quisiera matarlo cuando le arrebató el derecho de primogenitura por medio del
engaño y sentía compasión por su hermano.
Lo que poseía Jacob y que era aceptable como ofrenda a Dios era que cuanto más
difícil se ponía la situación y más solo se sentía para enfrentarla debido a la
persecución a la que lo sometía Labán, más profundo se volvía el arraigo que
sentía con respecto a sus padres y hermanos. Ello siempre lo impulsaba a
preguntarse que podía hacer por ellos, ésta era su pregunta más importante.
Pensaba que podría compartir en su hogar lo que había adquirido pasando
veintiún largos años sometido al trabajo duro. Si se hubiese sentido centro en lo
más mínimo, creyendo que todo lo que había adquirido le pertenecía, Jacob
hubiera resultado un fracaso. Ello era así porque Dios bendijo a Jacob no por su
propio bienestar y prosperidad sino para que estableciera la piedra fundamental
en base a la cual los israelitas pudieran disfrutar la bendición. En otras palabras,
debía pensar en términos del beneficio publico para así poder triunfar. Cuando
Jacob completó el periodo de veintiún años con éxito, Dios le concedió, la
bendición del poderío económico y todo lo demás necesario pare llevar a cabo su
misión.
Aquel día finalmente llegó, y en el arroyo de Jabbok, en el camino de vuelta a
casa, Dios envió a un ángel a luchar con Jacob. Ahora, considerad esto: un ángel
enviado de Dios apareció repentinamente y se transformó en enemigo mortal de
Jacob. Dios estaba realmente sometiendo a prueba a Jacob y a la fuerza de su fe.
Jacob tuvo que luchar con el ángel y así lo hizo.
Jacob tuvo que luchar toda la noche. Nunca se dio por vencido. Y entonces, Dios
supo de la determinación de Jacob de pelear hasta el fin, incluso hasta la muerte.
¿Cuál fue la motivación y la significación de la lucha? Si Jacob hubiera sido
derrotado por el arcángel, todas sus posesiones, sus hijos, sus esposas, él mismo,
todos los que deberían estar unificados en una unidad total podrían haber sido
destruidos por manos satánicas. Sin embargo, si él ganaba, todo eso le
pertenecería a Dios y a sí mismo.
Lucharon toda la noche hasta que ambos se sintieron exhaustos, pero la lucha
todavía no había terminado. ¿Cómo les parece que fue la pelea? No fue pareja.
Hubo momentos en que Jacob estuvo casi derrotado. ¿Qué creen? ¿Quién cayó
más veces, Jacob o el arcángel? Es comprensible que Jacob cayera más veces
pero no se dio por vencido aunque enfrentaba a la muerte; peleó
desesperadamente para derrotar al arcángel. Se aferraba al arcángel una y otra
vez arriesgando su vida. Eso es lo que lo hizo feroz. Eso es exactamente lo que
sucede con nuestra vida dentro de la fe. Estáis desesperados por derrotar a
Satanás, pero Satanás es tan feroz que caéis una y otra vez. No importa cuantas
veces os encontréis al borde de la derrota, lo atacareis una y otra vez.
El arcángel sabía que tenía que dejar a Jacob al amanecer. Por lo tanto, poco
antes del alba, se desesperó y rompió el muslo de Jacob. ¿Cómo creéis que el
arcángel rompió el muslo de Jacob? Lo debe de haber hecho en un momento de
debilidad de Jacob, si en ese momento Jacob hubiera estado siendo derrotado, no
lo hubiera hecho. Sin embargo, Jacob no podía darse por vencido. Considerando
que perdía se enfureció aun más y atacó al ángel una y otra vez. Prefería perder
su vida atacando que perder la batalla. Jacob finalmente pasó la prueba. El ángel
de Dios se rindió y le dijo "No se dirá más tu nombre Jacob sino Israel porque
has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido" (Gen. 32:38).
Ahora Jacob iba camino a casa a encontrarse con su hermano Esaú. Podría
haberse dirigido a otro lugar a disfrutar de su poderío económico si no hubiera
considerado la voluntad divina. Podría haber dicho: Esaú es Esaú y yo soy yo;
¿qué tengo yo que ver con su vida? Pero su mente estaba tan ocupada con los
designios de Dios que quería encontrarse con su hermano y reconciliarse con su
pasado y calmar su corazón hasta que desapareciera el resentimiento. ¿Qué
debería hacer cuando encontrara a su hermano mayor, Esaú? En primer lugar
estaba dispuesto a renunciar a todas sus pertenencias, sus sirvientes y a sus hijos,
diciendo a su hermano que todo eso le pertenecía. Su actitud era: "Todo lo que
me pertenece es tuyo excepto la voluntad de Dios y su bendición que me
pertenecen eternamente". Adán, que ignoró la voluntad de Dios, fue egoísta,
importándole solo su persona, y perdió a sus hijos y todas las demás bendiciones
Divinas. Por el contrario, Jacob amaba tanto a Dios que estaba dispuesto a
renunciar a todo por la voluntad de Dios.
Ello es lo que diferencio a Jacob de Esaú. Así a nivel familiar, Jacob podía luchar
con Esaú arriesgando todo lo que poseía. Jacob pensaría: "Esaú, no puedes tener
toda esta riqueza a menos que me superes en la exaltación de la voluntad de
Dios". Con esta actitud, desafiaría a su hermano y negociaría con él. Pensaba
"Mientras tomes mis pertenencias, ello significa que los dos somos uno exaltando
la voluntad Divina".
Cuando Esaú recibió los obsequios de Jacob, su corazón se ablandó. Asó, los dos
hermanos que hasta ese momento habían sentido resentimiento y hostilidad uno
por el otro, se abrazaron, derramando lagrimas y bendiciéndose recíprocamente.
Una nueva era de la historia comenzaba en ese momento en una dimensión
mucho mayor. Allí, Esaú también compartió la bendición de ser Israel, el
victorioso. El relato de Jacob puede parecer muy simple, pero tiene un
significado histórico, ya que todo lo que debía llevarse a cabo de acuerdo con la
Providencia Divina se encuentra condensado en ese proceder.
Hombres como Abel, Noé, Abraham, Jacob y Moisés fueron paladines de Dios.
Ahora también consideremos a Juan el Bautista. Descrito en la Biblia como un
gran santo y profeta, Juan el Bautista recorrió el país como un vagabundo común.
Andaba descalzo, vestía piel de camello y un cinturón de cuero y se alimentaba
de langostas y miel salvaje. Esta no era una forma muy común de vivir aun en los
tiempos de Juan; y no creo que los padres de Juan el Bautista se sintieran muy
orgullosos de su hijo. Deben de haberse sentido avergonzados.
Suponed que os encontráis en la posición de los padres de Juan el Bautista y que
vuestro hijo año tras año se interna en la soledad del desierto y vive como un
vagabundo. ¿Cómo os sentiríais? He viajado por Israel y no creo que se
encuentren demasiadas langostas o miel silvestre en el desierto. Juan el Bautista
muchas veces tuvo que mendigar su comida. Imagínenlo, vistiendo una piel de
camello, su cuerpo medio desnudo, descalzo y con barba, yendo de un lado al
otro mendigando su comida. Si esta noche, me presentara aquí, descalzo, con
barba y vestido con una piel de animal, y luego afirmara que estoy proclamando
la palabra de Dios, estoy seguro que pensaríais que estoy loco. Debemos sentir
curiosidad por los objetivos y motivos de estas figuras providenciales. Todos
estos grandes hombres comenzaron su vida de fe, centrados, no en sí mismos,
sino en Dios.
¿Por qué los respetamos y los honramos y creemos en la contribución que ellos
han realizado? Simplemente porque fueron instruidos por Dios. También
deberíamos saber qué clase de vida llevaron en aquellos tiempos para satisfacer
los designios de Dios. Encontramos que se hallaban enfrentados a un conflicto -
sus vidas de fe y sus vidas de realidad. Sabemos que no poseían una sola
voluntad cuando enfrentaban un conflicto. También sabemos que solucionaron el
conflicto cuando se centraron en Dios y no en sí mismos. También sabemos que
debido a este conflicto entre Dios y el mundo aumentó su persecución y su
sufrimiento. Esa es la razón por la que son grandes hombres.
Siempre encontramos que su vida en este mundo fue una vida de soledad porque
sufrieron mucho, pero mucho, y fueron perseguidos por el mundo. Cuando no
tenían a nadie en quien confiar lo que pensaban y sentían, solo podían recurrir a
Dios y hablarle. También cuando consideramos sus vidas en este mundo, sus
vidas materiales - vivían tan pobremente, recibían tan pocas cosas materiales;
naturalmente ellos tenían que dedicar sus corazones y sus vidas a Dios. Cuando
pensamos como vivían en este mundo, el alcance de sus conciencias estaba tan
limitado que tenían que conocer todo a través de Dios. Así eran sus vidas.
Naturalmente tenían que vivir su vidas centrados en su unidad con Dios. En todas
las áreas -recreación, conocimiento - se lanzaban a una relación con Dios, porque
no había nadie más en quien confiar excepto Dios. No existía lugar donde
encontrar reciprocidad, buscar el objetivo, en consecuencia, se concentraron en
encontrar su objeto en Dios, de manera más seria de la que buscaban un objeto en
este mundo. Ya que la realidad de este mundo les resultaba tan estrecha, tuvieron
que confiar en los cielos para lograr llegar a Dios y de esa forma establecieron un
nuevo dominio uniéndose a Dios.
Aun si debemos desviarnos un poco para llegar a Dios, ni ellos ni nosotros
debemos sentirnos deprimidos. Existe una salida. No podemos estar
descontentos. Dios todo lo creó con el fin de lograr la felicidad, la satisfacción y
el contento. Cuando lleguemos a este estrecho desvío, encontraremos una salida
con la ayuda de Dios. Ese es el lugar donde encontraremos la verdadera felicidad
y contento. A partir de ese punto, surgirá la relación entre Dios y nosotros. Por
ejemplo, San Francisco ponía énfasis en la pobreza total, la nada en la que él
podía encontrar la felicidad, el agradecimiento y la satisfacción. A partir de ese
punto, Dios podía actuar y permitirle sentir la felicidad y el regocijo. La unidad
con Dios se puede crear a partir de ese punto. Debemos comprender que nosotros
como pecadores nos encontramos en medio de dos líneas, entre el mundo y Dios.
Debemos saber cuando limitarnos, así sabremos cuando la nueva era de felicidad
y regocijo comenzará.
Jesús nació de María, ¿por lo tanto ello significa que María era Dios? ¿María
tenía padres aquí en la tierra o proviene del cielo? Como María tenía padres ella
debe descender del linaje de los pecadores. María también provenía de padres
pecadores, debe existir entonces prueba de que ella no tenia nada que ver con el
linaje de los pecadores. Aun más nos debemos preguntar ¿cómo sabemos que
Jesús es realmente el hijo de Dios? ¿Cuál es la prueba ? En lo que se refiere a la
tarea religiosa, Buda realizó un trabajo mucho más importante, porque tuvo
muchos más discípulos durante su vida. Lo mismo se aplica a Confucio, Mahoma
tuvo mucho más éxito como líder que Jesús. ¿Cuál es el criterio que usamos para
decir que Jesús fue el Hijo de Dios?
Para comprender como María se separó del linaje de los pecadores, debemos
remontarnos a Jacob y a sus descendientes inmediatos. Jacob y Esaú tenían
aproximadamente cuarenta años cuando cumplieron la voluntad de Dios, sin
embargo, su éxito sólo afectaría a las personas de su edad o mayores. Nadie por
debajo de esa edad, podía beneficiarse por esa etapa de la restauración. En
consecuencia, Dios preparó otro paso en Su designio Divino que protegería a Sus
hijos desde su periodo de vida en el vientre de la madre hasta la edad de cuarenta
años. Este designio fue estampado en las tres generaciones siguientes de los
descendientes de Jacob. Está establecido en el Libro del Génesis, cap. 38.
Judá era el cuarto hijo de Jacob y el hijo mayor de Judá se casó con una mujer
cuyo nombre era Tamar. Según la Ley, si un hijo moría sin dejar descendencia,
su hermano debería actuar como esposo de la viuda de su hermano. Tamar no
tenía hijos cuando su esposo murió y cuando el hermano se negó a cumplir con
su obligación, también murió. Tamar había perdido toda esperanza de tener hijos.
Tres meses más tarde cuando fue evidente que la viuda Tamar estaba
embarazada, fue conducida ante Judá para ser juzgada. Podéis imaginaros el
horror de Judá, "Sacadla, y sea quemada", y ella contestó: "Del varón cuyas son
estas cosas, estoy preñada" y mostró las cosas que Judá le había entregado.
Cuando llegó el momento del nacimiento de los dos hijos de Tamar, la lucha se
produjo directamente dentro de su vientre. El Primer niño comenzó a nacer y la
partera ató una cinta roja en su muñeca. Este signo anunció la aparición del
comunismo en los últimos días. Se llamó también "Edón", que significa "rojo", a
Esaú (Gen. 25:30). Sin embargo, antes de que naciera el primer niño hubo una
lucha, y el hermano más joven hizo meter al otro nuevamente dentro del vientre y
él nació primero. A aquel hijo se lo llamó Fares y al otro Zara.
El resultado de esta lucha es que por primera vez la restauración de Caín y Abel
tuvo lugar dentro del vientre de la madre, el hermano menor sometió al hermano
mayor aún antes del nacimiento. La extraordinaria conducta de Tamar purificó el
linaje de Judá y lo liberó completamente de la influencia satánica desde el
momento de la concepción.
La situación de María era similar a la de Eva en el Jardín del Edén. María y José
estaban comprometidos pero no casados . Adán y Eva también se encontraban en
el periodo de compromiso porque estaban madurando. Un ángel hizo que Eva
pecara, pero un ángel hizo que María cumpliera los designios celestiales. María
también se encontraba en la posición de engañar a su marido y a su padre. ¿Creen
que María discutiría con su padre o con José sobre la concepción milagrosa de su
bebe? Estaba arriesgando su vida porque en aquellos tiempos una mujer adúltera
podía ser muerta a pedradas.
María fue la tercera mujer elegida por la providencia Divina. El linaje de Jesús
había sido purificado de toda influencia satánica a través de las victorias
anteriores de Rebeca y Tamar y aunque María concibió fuera del matrimonio,
Satanás no la pudo acusar. Aun dentro del vientre de su madre, Jesús ya era el
Unico Hijo de Dios, y después de su nacimiento, todo lo que el hizo lo hizo con
la autoridad de Hijo de Dios.
María concibió a Jesús fuera del matrimonio. De acuerdo con la Ley judía, una
mujer así debía ser condenada a muerte a pedradas. José se sintió indignado por
la situación de María y esperó silenciosamente a que llegara el momento
adecuado para romper su compromiso. Luego un ángel se le apareció a José y le
dijo: "Debes tomar a María como mujer. No la condenes porque ella tiene que
cumplir una misión especial que le fue encomendada por Dios. Si José no hubiera
sido un hombre justo, María hubiera sido automáticamente condenada a morir a
pedradas.
Ahora bien, creéis que José podría haber discutido este asunto con sus padres
diciendo, "Madre, Padre, mi futura esposa, mi prometida, ha concebido un hijo,
pero un ángel me ha dicho que ésta es la voluntad de Dios, en consecuencia debo
tomarla como esposa y cuidarla como tal". ¿Qué hubieran dicho los padres de
José? Hay muchas parejas mayores entre la audiencia esta noche. Poneos en la
posición de los padres de José. No habríais creído a José si él hubiera dicho eso.
Nuevamente, José tuvo que tomar su decisión solo, sin discutir el asunto con
nadie, llevó a su prometida a un lugar secreto para ocultarla.
En el momento del nacimiento de Jesús, Dios envió a tres hombres muy sabios.
Dios los guió hacia aquel lugar y ellos deberían proveer por Jesús, criándolo
hasta el momento de su matrimonio.
¿Qué hubiera sucedido si cuando se les dijo a los sabios que volvieran a su país, a
través de diferentes caminos de los que ellos esperaban, ellos hubieran llevado a
María y al santo niño? Si Jesús hubiera crecido oculto allí, los sabios se hubieran
transformado en figuras históricas de relevancia mundial. No se si eran los tres de
la misma nacionalidad o si eran de diferentes nacionalidades, hubiera sido aun
mejor si hubieran sido de tres nacionalidades diferentes. Si después de llevar a
Jesús a una de las naciones, todavía fuera perseguido, se lo podía ocultar en las
otras. Si hubieran ayudado a Jesús a crecer saludablemente, totalmente a salvo de
la invasión satánica, ¡cuán famosos serian! Entonces, los tres sabios podrían
haber sido los discípulos de Jesús. Las cosas hubieran sido mucho mejor. Como
nada de eso sucedió, como sabéis Jesús tuvo que buscar a sus propios discípulos.
Estoy seguro de que José debe haber pasado un periodo muy duro en el cual
estaba lleno de sospechas con respecto a María. José debe haber preguntado a su
futura esposa, "María nos encontramos muy unidos y no debe haber secretos
entre nosotros. Ahora dime lo que realmente te sucedió. ¿Quién es el verdadero
padre del niño que llevas en tu vientre?". Estoy seguro que cualquier marido
sentiría curiosidad en ese aspecto. Si yo hubiera estado en el lugar de José
hubiera hecho la misma pregunta a María. Pero María decía la verdad cuando
afirmaba: "Realmente no sé quien es el padre de este niño. Fue concebido por
Dios". ¿Cuántos de nosotros creeríamos en esa afirmación? Es más fácil creer
ahora porque nosotros sabemos quien es Jesús, pero eso no sucedía durante el
periodo de la vida de Jesús.
Hay un incidente en particular que ilustra este hecho. Un día, Jesús se encontró
con su madre en una boda en Galilea y María dijo a Jesús que se les había
terminado el vino. Contestó a su madre diciéndole "¿Qué tienes conmigo,
Mujer?" (S. Juan 2:4) El punto es que no la llamó "Madre", sino "Mujer".
Posteriormente, un discípulo de Jesús vino a él diciendo: "He aquí tu madre y tus
hermanos te buscan afuera." Y Jesús respondió: "¿Quién es mi madre y mis
hermanos?... He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la
voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre" (S. Marcos 3:
33-35) Ello indicaba que a los ojos de Jesús, los miembros de su familia no
estaban cumpliendo con la voluntad de Dios.
Jesús experimentó una gran angustia en el seno de su propia familia. Hay muchas
historias que aun no han sido reveladas. Se desconocen muchos hechos referentes
a su sufrimiento. La Biblia se refiere muy someramente a lo que sucedió a Jesús
en los primeros treinta años que precedieron a su ministerio publico. Si se tratara
de un relato glorioso, estamos seguros de que Dios y los discípulos de Jesús lo
hubieran revelado. Pero Jesús vivió en el dolor y el sufrimiento, fue una figura
oscura durante treinta años.
Cuando niño, Jesús sabía perfectamente que era especial. Oía lo que la gente
común pensaba sobre él, pero la imagen que tenia de sí mismo era
completamente diferente. Desde que era pequeño, nunca pudo hablar
abiertamente a su manera. El único consuelo que encontraba era en sus
conversaciones con Dios, y pasaba la mayor parte del tiempo orando a Dios y
pidiendo Su guía. Como resultado, Jesús se fortaleció durante ese periodo y las
circunstancias lo empujaron en una sola dirección hacia Dios y hacia la
realización de Su ideal. Sabia que la forma de pensar de la humanidad era muy
diferente de la de Dios y que debía ser corregida, también sabia que la sociedad
no comprendía en absoluto los designios de Dios y que El mismo debería
cambiarla.
Debido a estas circunstancias adversas, Jesús realmente tenia que orar a Dios
hasta que Dios le hablara y lo instruyera sobre lo que necesitaría en su tarea en el
futuro. A medida que Jesús maduraba y conocía más a Dios y en que consistiría
su propia misión, la angustia crecía en su corazón y le era más difícil tolerar su
medio.
Jesús siempre deseó que sus propios padres, hermanos y parientes lo ayudaran en
su misión. Si sus padres no lo hicieron ¿quién podría ayudarlo? Jesús fue la
figura central, el personaje de la misión Divina que envió Dios después de una
preparación de cuatro mil años. Existía gente preparada para poder hacerlo, para
poder establecer el Reino de Dios sobre la tierra, él debería haber podido
establecerlo entre su familia primero. El conocía la ley celestial de la familia
divina, en consecuencia, su propia familia debería someterse a esa ley. De
acuerdo con esa Ley Divina, José debería haber amado y educado a Jesús y ni
que hablar de su madre María. Jesús tuvo que educar a su propia madre y a sus
hermanos y hermanas. Ellos tendrían que haberlo amado más que nadie,
protegiéndolo, ayudándolo en su misión. Jesús fue un príncipe del Reino
Celestial. No fue un príncipe común del Reino de la tierra. Fue el Unico Hijo de
Dios y fue enviado a realizar su misión como única figura central enviada por
Dios. Aquella familia tenia que dar el ejemplo y establecer la tradición asistiendo
al niño. Debían ser muy sinceros y poner toda su dedicación al preparar su
comida, sus ropas, al hacerlo todo por él. Sus otros hijos deberían haber ayudado
a Jesús a llevar a cabo su misión. Pero la situación era conflictiva. Con todo esto
sucediendo en su medio, su vida tiene que haber sido muy desgraciada cuando se
preparaba para su misión sólo hasta que cumplió los treinta años.
Jesús conocía los planes que Dios tenía reservados para él, para Israel y para todo
el resto de la humanidad. Dios no posee existencia física, pero teniendo un
cuerpo, Jesús pudo experimentar la condición humana, y supo que tenía que ser
el centro para hacer volver a este mundo hacia Dios. ¿Creéis que él deseaba
profundamente que alguien le demostrara que lo comprendía o que quería oír
aunque fuera una sola palabra de amor dedicada a él, sabiendo que sin él nadie
tenia la posibilidad de tornar a Dios? Jesús deseó escuchar al sacerdote mayor
decir: "Debemos prepararnos para recibirte porque ese es el único camino de
nuestro retorno a Dios."
¿Conocemos a alguien que lo haya entendido y haya expresado eso? Los líderes
no sólo no lo recibieron, sino que se le opusieron directamente. La gente se
asombró un día cuando lo oyeron decir: "Yo soy la Ley" y "Moisés escribió de
mí". Proclamó "Soy el Hijo de Dios y El Padre Celestial me ha enviado". "Soy el
camino, la verdad y la vida, nadie alcanza al Padre si no es a través de mí".
¿Cuántos de nosotros hubiéramos aceptado esas afirmaciones extraordinarias si
hubiéramos vivido en esos días? Jesús asombró a la gente. Parecía tan
extravagante. Hasta Juan el Bautista tenia dificultades para aceptar a Jesús como
Hijo de Dios y Juan debía preparar a la gente y facilitar los caminos del Señor.
El único objetivo de Jesús era traer el Reino de Dios a la tierra a escala nacional
en primera instancia y luego a escala mundial. Con eso en el corazón ¿qué puede
haber predicado Jesús? ¿Habría dicho: "Hermanos, soy el Hijo de Dios y poseo
muchas bendiciones y obsequios para ofreceros. Si os unís a mí, os daré buenas
casas, vidas cómodas y muchas bendiciones. Os haré reyes y reinas poderosos en
el mundo". ¿No habrá dicho en cambio: "Hermanos, aun si vosotros y yo
debemos sacrificarnos, Dios desea que salvemos al mundo. Seamos los paladines
de la salvación del mundo"?
Hoy en día, es muy fácil aceptar a Jesús como el Hijo de Dios porque durante dos
mil años, la Cristiandad lo ha glorificado como Dios. Pero en aquellos tiempos,
los mayores no lo aceptaron. Y los sacerdotes tampoco lo aceptaron. No eran
menos inteligentes de lo que somos nosotros hoy en día, en realidad nosotros
hubiéramos cometido los mismos errores si hubiéramos vivido en los tiempos de
Jesús de Nazaret. Sólo lo consideraron un paria, un blasfemo y un hereje
extravagante. Simplemente no comprendieron que era el Hijo de Dios.
Jesús había sido esperado durante mucho tiempo. Se esperó al Mesías durante
dos mil años. Pero cuando finalmente apareció no hubo bienvenida para él. La fe
del pueblo de Israel en aquellos tiempos no era más intensa que la fe de los
Cristianos en la actualidad. Sin embargo, sabemos que la gente con que se
relacionó Jesús no era igual al resto de la sociedad. Sabemos que se mezcló con
prostitutas, con cobradores de impuestos y con pescadores. Conocemos el relato
sobre una joven que untó el cuerpo de Jesús con ungüento, luego le lavó los pies
con sus cabellos. Si hubiéramos presenciado todo eso, ¿Cuántos de nosotros
podemos afirmar que aceptaríamos de buen grado a Jesús como el hijo de Dios?
Los tres años del ministerio publico de Jesús no se acercaron para nada al
Mesiazgo. Nadie comprendió la verdadera misión de Jesús. La gente juzgó al
Hijo de Dios con la óptica de los pecadores, según sus normas mundanas, y lo
trataron como les pareció mejor. Muchas veces, en la ciudad de Jerusalén, Jesús
se enojó por la conducta inmoral de la gente. Incluso llegó a voltear las mesas de
los cambistas en un momento de ira. De acuerdo a las normas comunes debería
haber sido arrestado y ningún tribunal civil lo hubiera puesto en libertad. Pero de
acuerdo a la Ley Divina, Jesús no había cometido pecado alguno. La ley civil no
es la Ley Celestial. Pero este mundo pecador nunca podría brindar hospitalidad a
la pureza de Cristo.
Durante la era del Antiguo Testamento se usaban las cosas de la creación para
hacer ofrendas. La ofrenda física suponía una ofrenda nacional con el Mesías
como símbolo del sacrificio universal por la humanidad. ¿Por qué se necesita al
Mesías como la consumación física del sacrificio? Jesucristo vino para ser
sacrificado en el altar de la nación de Israel, pero el Mesías necesitaba seres
humanos para completar el sacrificio porque ellos serian los beneficiados, no el
Mesías. El Mesías no viene por sí mismo, sino por toda la humanidad. El Mesías
universal llegó a la nación de Israel, el altar universal, y el pueblo debía unírsele
y así ofrecerse como una unidad en el altar. Sin embargo, esa unidad no existió.
Jesús fue ofrecido como sacrificio en el altar, pero no había nadie que ofreciera
ese sacrificio a Dios. No hubo nadie unido con Jesús.
¿Cuál era la diferencia que existía entre Jesús y los corderos ofrendados en la
época del Antiguo Testamento? Los corderos lo ignoraban pero Jesús sabía muy
bien el mal que la humanidad había realizado y conocía bien lo que se requería
para terminar con ese pecado, y al mismo tiempo se sentía muy dolorido por
tener que ser ofrendado. Con anterioridad a Jesús ni los seres ofrendados ni los
seres humanos entendieron completamente por qué se necesitaba de las ofrendas
ni cual era el defecto de la ascendencia humana, pero en los tiempos de Jesús la
ofrenda misma conocía la totalidad del pecado humano.
¿Creéis que los pecadores se regocijaron por haber encontrado al hombre que los
podría librar del pecado? Jesús trajo con él el amor perdido, pero ¿cuál es la
respuesta más probable cuando viene el Mesías - que la gente se regocijara y
olvidara lo que ha hecho, o que ellos deban superar un sentimiento de confusión
antes de sentirse merecedores del salvador? ¿Puede una persona ignorar el mal
que ha hecho y aproximarse al salvador, o debería tal persona sentir tal
arrepentimiento sobre la seriedad de su pecado en el pasado que ni siquiera sabe
como conducirse? Es muy posible que cuando uno comprenda la magnitud del
propio pecado, uno tiemble ante el simple pensamiento sobre la inmensa
diferencia entre el Mesías y uno mismo.
En los tiempos del Antiguo Testamento, la gente hacia ofrendas sin saber su
significado, pero Jesús hizo su sacrificio por la humanidad sabiendo que moría
por ella. Si un hombre o una mujer están dispuestos a morir por el Mesías
entonces puede que la muerte real no sea necesaria. Este ha sido un valor
tradicional dentro del Cristianismo, pero observamos que comparado con esta
norma, el Cristianismo se ha desviado de las enseñanzas de Jesús. Podemos
volver a vivir si nos sometemos completamente y morimos sin establecer
ninguna exigencia. Si una persona está dispuesta a morir, entonces esa persona
vivirá, podrá morar en el paraíso. Esas fueron las enseñanzas de Jesús. Sin
embargo cuando conquistemos nuestras vidas a nivel personal, ese será
solamente el comienzo; luego tendremos que morir por el resto de la humanidad.
Y deberemos establecer esa relación con ellos para que ellos estén dispuestos a
morir por nosotros, y sobre esas bases podremos ir al paraíso.
¿Qué hubiera sucedido si los doce discípulos hubieran estado dispuestos a ser
crucificados antes que Cristo? ¿Cómo hubiera sido la historia del mundo?
¿Creéis que Dios hubiera resucitado sólo a Cristo y no a sus discípulos? No, Dios
es imparcial y ama a todos por igual y por cierto los hubiera resucitado a todos.
¿Los discípulos hubieran ascendido al cielo con Jesús? No hubieran abandonado
al mundo sino que hubieran vuelto junto con Jesús y hubieran ayudado a revivir a
la gente en el mundo. Antes de la caída, los ángeles participaban continuamente
en el mundo humano sobre la tierra , y lo mismo podrían haber hecho los
discípulos.
¿Por qué fue que Jesús ascendió a los cielos solo? Fue así porque no hubo nadie
dispuesto a morir con él. Si todos hubieran estado dispuestos a morir con Jesús,
Dios hubiera elevado a toda la nación al paraíso junto con Jesús? Puede ser que
sí. Pero como su propósito es salvar al mundo, Dios probablemente hubiera
creado el paraíso en la tierra en ese momento. La influencia de Israel se hubiera
extendido sobre la faz de la tierra en un periodo muy breve. Si ello hubiera
sucedido entonces la historia humana hubiera alcanzado su punto culminante y el
Cristianismo no, hubiera sufrido derramamiento de sangre. Dios hubiera
establecido el Reino de los Cielos en ese momento y no seria necesario que Jesús
volviera.
También fue necesario que los discípulos derramaran su sangre y murieran antes
de ir al paraíso porque Jesús fue allí solo. Solamente después podrían tener una
relación profunda con Jesús. Durante cuatrocientos años los Cristianos tuvieron
que literalmente derramar su sangre. Muchos se preguntan por qué Dios exige el
derramamiento de sangre y el martirio de las personas religiosas y ahora está muy
claro que todos debíamos haber seguido el camino de Jesús.
De acuerdo con los designios de Dios, debería haber otra ofrenda universal muy
importante en la que no existiera la separación entre el espíritu y el cuerpo. Ello
puede ser logrado a través de la gente unida que ofrende un sacrificio vivo que
sea aceptable para Dios. Para establecer una base, el Cristianismo debe estar
unido en un solo cuerpo. Esa es la condición primera y más importante que
debemos lograr. El corazón de Jesucristo sufre cuando contempla su cuerpo tan
desvergonzadamente separado. El Cristianismo en la actualidad es el cuerpo de
Jesús, pero cuando hay una sola mente ¿cómo pueden existir 1.000 cuerpos?
Debería existir sólo un cuerpo y una mente.
¿Son todas las jerarquías del Cristianismo realmente el cuerpo de Cristo? ¿Puede
el Papa en Roma afirmar que el está unido completamente a Cristo, y que la
mente de Cristo y el cuerpo del Papa son uno? Originariamente la intención de
Dios era que el Papa fuera el símbolo del cuerpo de Jesús, que representara a la
totalidad del Cristianismo.
En la realidad existe una separación insalvable entre Jesús y los hombres, a pesar
de lo mucho que se ha hecho para tratar de superarla. Es imposible que los
Cristianos en la actualidad se unan completamente con Jesús porque hace dos mil
años, la propia mente y el cuerpo de Jesús no fueron sacrificados juntos. Se
requiere aun otro paso gigantesco para completar la ofrenda universal profetizada
en la que el cuerpo de Jesús y la mente de Jesús estén totalmente unidos para
transformarse en el sacrificio viviente en el altar.
Jesús vino a lograr la unidad con su sacrificio. Debéis entender una cosa muy
claramente: cuando Jesús vino, ¿debería haber descendido a unirse a los
hombres, o los hombres deberían haber ascendido para unirse con él como
sacrificio?
¿Pediríais a Jesús que viniera a vosotros, prometiéndole que lealmente lo
esperaríais? ¿O le diríais: Señor, permanece sentado allí. Correré adonde te
encuentres? Somos nosotros los que debemos actuar y hacer algo. Esto es lo que
Dios y Jesús esperan de nosotros. Jesús no dijo que se arrepentiría por nosotros y
después traería el Reino de los Cielos mientras nosotros permanecemos sentados.
El dijo: "¡Arrepentíos porque se acerca el Reino de los Cielos!" Somos nosotros
los que debemos adaptarnos. Jesús no vino para cambiar. Somos nosotros los que
debemos cambiar. Este punto debe estar totalmente claro.
Si los ministros y los sacerdotes que hacen sus sermones los domingos de
mañana no pueden hablar de Dios como "mi Dios" o de la humanidad como "mi
pueblo" o del mundo como "el hogar de la familia humana", entonces son
herejes. Son fraudes si no pueden hablar de estas cosas con convicción.
Cuando estáis en el lecho, debéis pensar que sois Jesús recostado en el lecho. "Mi
cuerpo es el cuerpo resucitado de Jesús. Revivo el aliento de Jesús que fue
extinguido hace dos mil años". ¿Es esto ilícito de acuerdo con la Biblia? En
absoluto. La Biblia nos enseña que debemos formar una unidad con Jesús; Jesús
enseñó "Yo soy en el Padre y el Padre en mí". Jesús quiso decir que cualquiera
puede ser representante del Mesías. Que os transforméis en la manifestación
física del Mesías es la esencia de la ideología de Dios y de Jesús. Dios nos creó a
todos para ser el Mesías. Mientras existan personas que necesiten la salvación, se
necesita al Mesías.
EL CRISTIANISMO EN CRISIS
A partir de Jesucristo se podía establecer un mundo nuevo de salvación. Esa es la
historia del Cristianismo. Siguió el mismo curso que Jesús. Toda vez que el
Cristianismo se estableció en un país, los hombres y las mujeres que se
convirtieron a él, sufrieron dificultades y derramaron su sangre. Aquellos que
murieron soportaron ese sufrimiento para separarse del mundo y de Satanás. Se
pusieron en la posición en que pudieran recibir el amor divino y sacrificarse por
los demás. Si hubieran querido maldecir a los que los mataron, no hubiera habido
providencia para la restauración. Ellos tuvieron que orar por quienes los mataron.
Sin esa mentalidad el cristianismo no hubiera proseguido en la forma en que lo
hizo. Todo eso sucedió porque Dios tenia la intención de perdonar a Adán y a
Eva después de la caída si sólo un hermano o una hermana que no hubieran
pecado hubiera consolado a Dios en su dolor, hubiera pensado en su hermano o
hermana pecadores, y se hubiera sacrificado por el otro.
No existe ejército más fuerte que aquel que no teme la muerte. Ningún ejército
resulta invencible para un ejercito de fe. La historia es testigo de las hazañas de
ese ejército de Jesús. El imperio romano por fin cayó y Jesús conquistó Roma. El
Catolicismo Romano se transformó en el centro del designio de Dios de
salvación del mundo. El Papa estaba en la posición de transformarse en el paladín
de Dios.
Los Estados Unidos deben haber sido muy atractivos a los ojos de aquellos que
sonaban con un nuevo mundo. Aunque los Estados Unidos eran un territorio
desconocido, les prometían la libertad de cultos que ellos tanto deseaban. Los
Peregrinos deseaban formar una comunidad propia. Los Estados Unidos parecían
el lugar ideal, en consecuencia, tomaron la decisión valiente de establecerse allí.
Se sometieron al arriesgado viaje a través del Atlántico. Arriesgaron sus vidas,
encontrando fuerza en su fe que era más fuerte que el propio deseo de vivir.
Estoy seguro que sabéis que el Mayflower llegó a Plymouth Rock en Nueva
Inglaterra casi en pleno invierno. Noviembre en Nueva Inglaterra es muy frío. El
destino de los recién llegados era seguramente morir de hambre porque había
muy poco que comer. Considerando este hecho, realmente me inspira saber sobre
el depósito de grano en la bodega del Mayflower que no tocarían aunque
murieran de hambre. Guardaron ese grano para plantarlo en la primavera. Este
fue realmente un ejemplo de sacrificio supremo. Preferían morir con la esperanza
de un mañana antes que actuar llevados por la desesperación para vivir solo unos
días más.
Como la población de los colonos fue creciendo, finalmente los propios nativos
se tuvieron que correr para que los peregrinos agrandaran su propia colonia. Por
supuesto que esta tierra no pertenecía originariamente al nuevo pueblo
americano. La tierra ya estaba habitada, y desde ese punto de vista, los colonos
eran invasores. ¿Por qué entonces es que Dios les dio esa oportunidad a los
colonos? He aquí mi interpretación: Dios amparó a los colonos porque esto
estaba en Sus planes. Además, estos peregrinos cumplían con los requisitos de
Dios y le demostraban una fe inquebrantable. Dios no podía menos que ayudarles
y darles Su promesa para después cumplirla.
Este continente estuvo escondido por un motivo especial y no fue descubierto por
los Cristianos Europeos hasta que llegó la hora indicada. El pueblo de Dios llegó
en el momento apropiado. Llegaron a moldear el nuevo estilo de vida. Su
principal compañero era Dios. En la casa, en el cuidado de sus hijos, en el
campo, en la cocina o en la construcción, ellos dejaban que Dios compartiera su
trabajo. Era la única seguridad que tenían. Un granjero podría dedicarle su
familia y su granja a Dios, sellado con oraciones alrededor del hogar y en los
campos. Su vida cotidiana era vivida en nombre de Dios.
Luego que los visitó la primera primavera, ellos limpiaron los campos, plantaron,
cultivaron y recogieron la cosecha. Y atribuyeron toda su cosecha a la gracia de
Dios. Así fue que comenzó la preciosa tradición de la Acción de Gracias. Luego
del próximo invierno severo, lo primero que hicieron fue construir una iglesia. La
primera calle que construyeron fue la que conducía a la iglesia. De noche, al
amanecer, en la mañana y en la tardecita le rezaban a Dios. Estoy seguro que en
sus plegarias decían: "Dios, queremos construir un mundo para Ti que debe ser
mejor que el Viejo Mundo. Queremos construir un lugar donde Tú puedas morar
y ser el amo".
Y también tenían una visión que en el futuro esta nación cristiana haría más por
el resto del mundo que ningún otro país sobre la faz de la sierra. Estoy seguro
que después de construir la Iglesia construyeron un colegio. Querían colegios
sobresalientes para sus niños, que fueran mejores que cualquier otro colegio que
existiera en el Viejo Mundo. Y lo último fueron sus casas. Luego de construir sus
casas, se las dedicaron a Dios. Este es el legado de sus ancestros, lo sé. Puedo
visualizar la América temprana y veo una América hermosa porque Dios estaba
en todas partes. En el colegio, en la Iglesia, en la cocina, en la calle, en una
asamblea, en la feria, en todos lados estaba Dios.
A este respecto, Estados Unidos es una nación única en el mundo. Hasta vuestra
moneda, los billetes y las monedas tienen una inscripción tan hermosa como
"Creemos en Dios". Ninguna otra nación ha hecho algo semejante. Entonces, ¿de
quién es ese dinero? ¿Es dinero estadounidense? No, es dinero de Dios. Todos
los billetes y las monedas lo dicen. Vosotros sois los administradores y Dios ha
depositado su riqueza en vuestras manos. Sí, así es, esta nación no es la nación
americana, es la nación de Dios. Y esta nación existe para todo el mundo, no sólo
para América. Sí, América (Estados Unidos) se formó como una nueva nación,
una nueva nación cristiana, a la luz de una nueva tradición. La cadena de las
viejas tradiciones ya no existe en Estados Unidos. Deben desear construir sobre
esta fundación, una nueva nación protegida por Dios.
¿Qué fue, entonces, lo que hizo que América del Norte fuera tan próspera? ¿Qué
lo hizo posible? Fue la ideología cristiana. Sin la ideología cristiana no se podrían
haber unido orígenes nacionales europeos trascendentes, ni los cincuenta Estados
que ustedes conocen podrían haber aceptado un gobierno federal.
En la Biblia dice que es más difícil que un camello pase por el ojo de una aguja
que una persona rica vaya al Paraíso Celestial. Del mismo modo, es tan difícil
que una nación rica vaya al Paraíso Celestial. Realizar el Reino de los Cielos
sobre la tierra a través del pueblo norteamericano es tan difícil como encontrar
una aguja en un pajar. Sería mucho más fácil para una nación pobre como una de
Sudamérica o de Africa. La única manera de superar esto sería que ustedes los
norteamericanos se despojaran de todos los resultados de vuestra educación y
sofisticación y se dieran a los otros con sacrificio y para el bien de esos otros. De
ese modo, los norteamericanos podrían tener esperanzas; pero si desean mantener
todo lo que tienen y tratar de seguir a Dios, no funcionará. Si voluntariamente se
hacen cargo de una situación desgraciada, quizás haya esperanza para vosotros.
De hecho, si lo hicieran, el Reino de los Cielos en la tierra surgiría rápidamente.
Cuando miramos hacia atrás en la historia vemos que Dios se valió de la religión
para enseñarle a las personas a ser humildes y a perdonar. La Cristiandad se
distingue de otras religiones en que la práctica del amor cristiano es más
avanzada que ninguna otra en la historia, ya que se centra en el perdón y en el
sacrificio. Sin este ideal del perdón y del amor Dios no podría nunca salvar a la
humanidad.
En ese momento la semilla fue sembrada por el ladrón de la izquierda para que el
mundo que negara a Dios se convirtiera en el mundo comunista que hoy existe. Y
la semilla para la existencia de un mundo que tema a Dios fue sembrada por el
ladrón de la derecha. El mundo libre está en la posición del ladrón de la derecha.
Y Norteamérica está en el centro de esas naciones del mundo libre que le temen a
Dios. América ha sido elegida como la defensora de Dios, mientras que el
Comunismo le dice al mundo "No hay Dios".
Con el Renacimiento empezó la tendencia del pensamiento humano que eliminó
a Dios y lo puso fuera del universo; los seres humanos deseaban sentir que no
necesitaban a Dios. Ahora, 500 años después, vemos que desde el punto de vista
de Satanás esa tendencia resultó formidable para eliminar a Dios de la faz del
mundo. Hoy la gente está tratando de terminar para siempre con la religión.
Aquellas personas que creían en Dios tenían una gran dignidad, pero hoy en día
son objeto de burla. Las cosas están totalmente al revés. El cristianismo ha sido
dejado de lado por la ideología comunista de anti-Dios, que mofándose dice
"muéstrame a Dios y entonces te creeré". Pero los cristianos no tienen forma de
mostrarles a Dios porque ellos tampoco están seguros.
Los comunistas están completamente seguros de que pueden controlar las iglesias
y usarlas como sus herramientas. Están repartiendo dinero a sus miembros que
deberán convertirse en fieles asistentes a la iglesia. Aparecen como devotos
cristianos y dan grandes cantidades de dinero para la iglesia y de este modo
controlan al pastor, la administración de la iglesia y a veces hasta ellos mismos se
infiltran como pastores. Estos jóvenes revelaron que muchos curas comunistas,
pastores y ministros ya se han infiltrado en varias jerarquías eclesiásticas.
Las iglesias cristianas se han convertido en una etapa para algunos que ni
siquiera creen en Dios. La confusión generada por la teología de "Dios ha
muerto" ha entrado en la corriente principal de la Cristiandad. Los cristianos que
siguen a esos líderes están muy confundidos y se vuelven a Dios a preguntarle
"¿Dónde estás Dios?" "Contéstame. Estoy indefenso". Pero parecen no recibir
respuesta. Al mismo tiempo, las personas que niegan a Dios parecen demostrar
una gran confianza en ellos mismos y un gran entusiasmo, hablando de utopía y
del cielo en la tierra.
La lucha que comenzó con Caín y Abel hoy se ha expandido a nivel mundial.
Dios tira hacia su mundo y Satanás tira hacia el suyo. Dios está tirando de Abel y
Satanás está tirando de Caín. El designio divino de Caín y Abel es que el más
joven debe lograr la posición del mayor y que el mayor debe tomar el lugar del
menor. Este proceso de restauración del derecho de nacer debe cumplirse desde
la escala individual hacia arriba, por etapas, hasta llegar a la escala mundial. Dios
ha estado ganando etapas a través de la lucha celestial, lentamente colocando las
cosas en su orden original. Por el proceso del reverso, Dios comenzó su trabajo
en el extremo, trayendo todo nuevamente hasta su consumación en el centro.
La posición de Estados Unidos debe ser la de decir a los comunistas: "¿De qué
están hablando? Dios existe. Dios vive aquí, con nosotros". ¿Estados Unidos está
tomando esa posición? ¡No! Hoy por hoy los Estados Unidos están rápidamente
volviéndose autosuficientes y alejándose de Dios. Parecería que a los Estados
Unidos no les importase el resto del mundo. Pero América debe entregarse al
resto del mundo como paladín de Dios. Cuando los Estados Unidos ayudaban a
otros, enviaban misioneros y más ayuda a los que se morían de hambre, vivieron
su época de oro. La confrontación con el comunismo podía hacerse con fuerza en
aquel momento.
Pero hoy, América está retrocediendo. No es sólo accidente que la tragedia esté
constantemente azotando al mundo americano, como por ejemplo con los
asesinatos del Presidente Kennedy y del Dr. Martin Luther King, como también
con la muerte repentina del Secretario General de las Naciones Unidas, el Sr.
Hammarskjold y la del Papa Juan XXIII en la misma década. Desde entonces, el
espíritu de América ha declinado. Si esta nación, si los líderes de esta nación no
viven para cumplir con la misión que Dios les ha encomendado, esta nación será
azotada por graves problemas. Dios está empezando a alejarse de América. Esta
es la advertencia de Dios.
En nuestro tiempo todos los cristianos deberían convertirse en paladines
mundiales destinados a cumplir con Dios y con el rol del ladrón de la derecha.
Los cristianos deben levantarse y luchar voluntariamente por la salvación del
mundo. Pero los cristianos de hoy están demasiado ocupados perfeccionando sus
denominaciones separadas y los intereses de sus iglesias. Debemos unirnos con la
venida del Señor. El fin del mundo significa que está próximo el segundo
advenimiento del Señor. El Señor debe tener una base en alguna parte, un pilar
preparado sobre el cual pueda empezar a cumplir su misión. Dios sabía que el
Segundo Mesías necesitaría un nuevo entorno. Con ese fin Dios trabajó 2000
años para establecer un puntal importante: la creación de la democracia. Aquí en
los EE.UU, existe una democracia que apoya y sostiene los derechos
garantizados por la Constitución, incluyendo el derecho de libertad de expresión,
de reunión y libertad de cultos religiosos. Eso es lo más importante de lo que
Dios ha estado preparando para la llegada del Mesías. Si esta nación no
garantizara los derechos de la libertad religiosa, ¿podría yo predicar libremente
como lo estoy haciendo? ¿Estaría yo seguro en este país? Pero aún dentro de esta
democracia ha habido algunos mártires religiosos en América. América ha sido
creada para ser la base de la voluntad de Dios hacia el progreso, pero hoy
América está en un grave conflicto.
Hoy en día los cristianos siguen siendo minoría en el mundo. ¿Son respetados por
el resto de la población? Los cristianos se han vuelto arrogantes pensando que
son un pueblo de Dios especialmente privilegiado y que el resto del mundo está
condenado a morir. Muchos cristianos piensan que cuando vuelva Jesús ellos
serán elevados por los aires para encontrarse con el Señor mientras que el resto
del mundo se consumirá en el fuego del juicio final. ¿Cómo es posible que el
resto del mundo sienta admiración por gente así?.
Cuando llegué a los EE.UU., fui a Nueva York y me paré en la Quinta Avenida
durante la hora de más transito. Repentinamente comencé a llorar. Observé la
maravilla del Empire State Building y la magnificencia del nuevo Trade Center
(Centro de Comercio). Los dos edificios más altos del mundo. Pero me pregunté:
"¿Dios habita esos edificios?", Nueva York se está alejando cada vez más de
Dios. Es una ciudad para el crimen.. Una ciudad tan bella se está derrumbando.
Esta ciudad está llena de inmoralidad y signos de ausencia de Dios. Durante ese
tiempo que estuve contemplando la ciudad sólo pude sentirme espantado. Vi
tantas cosas juntas, y todas ellas resultaban intolerables a los ojos de Dios.
Y le pregunté a Dios "¿Es con este fin que Tu le diste la bendición a América?
Yo sé que Dios desea ver que Su espíritu es el que prevalece en esos grandes
edificios. En esos bellos automóviles. Desea que los jóvenes tengan un amor
fuerte hacia Dios y hacia los otros. No es necesario construir el "Empire State"
para glorificar a Dios. No es necesario tener un auto nuevo para glorificar a Dios.
Aun una simple roca sirve como altar cuando sobre ella se vierten lagrimas y
esperanzas al servicio de Dios; allí Dios estará con nosotros. Realmente puedo
ver que Dios está abandonando la gran ciudad de Nueva York. Nueva York se
está convirtiendo en la ciudad del mal.
América ha sido conocida como "el crisol donde se funde toda clase de gente";
donde personas de todos los colores, credos y nacionalidades se funden en una
sola raza. Para que algo se funda, es necesario calor. ¿Saben Uds. quién le
suministró ese calor a América? Dios fue quien le suministró ese calor. Sin Dios
nunca hubieran podido unir a toda esa gente que hoy conforma el pueblo
norteamericano.
América sólo pudo lograr la verdadera hermandad a través del espíritu del
Cristianismo, pero al empezar a perder este pilar, la fibra moral de América se
deteriorará. Hoy hay muchos signos de declinación en América. ¿Qué hay de los
jóvenes americanos? ¿Qué hay del problema de las drogas y de la delincuencia
juvenil? En el tiempo de Jesús el gran problema era la lepra. Las drogas son para
los EE.UU. de hoy lo que la lepra era en aquel entonces. Los jóvenes se están
corrompiendo con el uso del LSD , la heroína y otras drogas. China Comunista
fabrica opio para exportar a otros países. Contrabandeaban drogas hacia Vietnam
donde soldados americanos peleaban contra el Viet Cong. Cuando los soldados
volvieron llevaron con ellos las drogas a los EE.UU. Vendiendo la heroína en los
EE.UU. ganaban 10 veces más de lo que habían pagado por ella. En el pasado era
Inglaterra la que exportaba opio hacia China e India para corromper a los
jóvenes. Hoy China Comunista utiliza la estrategia para corromper a la juventud
occidental y nuestros jóvenes no se resisten a ello. Una vez que los jóvenes se
convierten en drogadictos, por más que traten de abandonar esta adición ya no lo
pueden hacer. Pero esta práctica es muy costosa. Los drogadictos harán cualquier
cosa por conseguir dinero. América pierde miles de millones de dólares por año
por el fenómeno de la droga. El otro día me enteré que el 92% de los miembros
de la Iglesia de la Unificación de los EE.UU. habían usado drogas antes de unirse
a nuestro movimiento. Podemos calcular que la mayoría de los jóvenes se
drogan. En Alemania los nazis asesinaron a seis millones de judíos. Pero muchas
más personas están muriendo a causa de la droga. Si dejamos que esto continúe
así, se extenderá por toda la nación, llegará a todas las personas. Pero, los
comunistas que están trabajando clandestinamente en este país, ¿consumen
drogas? No. Ellos prohiben a los jóvenes de su país que usen drogas. Ellos
utilizan las drogas como arma para corromper a los jóvenes del mundo libre.
Quizás ustedes quieran preguntarme: "¿Quién es Ud. para decirle estas cosas al
pueblo norteamericano?" Y quizás ustedes quieran responderme qué persona se
está haciendo responsable por este país. El futuro de América depende de los
jóvenes, y las iglesias e instituciones norteamericanas no están inspirando a sus
jóvenes correctamente. En América necesitamos una revolución espiritual. Los
americanos deben sentir que ha llegado el momento de una revolución en su
corazón. El individualismo debe arraigarse en una ideología centrada en Dios.
¿Quién hará esto? ¿Quién encenderá los corazones de la juventud americana? ¿El
Presidente lo hará? ¿Lo harán los prósperos hombres de negocios? ¿Lo harán las
iglesias norteamericanas?
Dios ni siquiera desea posar los ojos sobre el mundo de Satanás. Sin embargo el
Cristianismo, sin conocer los estrictos estándares de amor de Dios, se está
degenerando en una institución con fines sociales, para bailar y tomar y que
acepta fácilmente los valores del amor que declinan rápidamente. América
necesita arrepentirse. Teólogos, ministros, universitarios, y todos los americanos
deben arrepentirse juntos. Hace poco mi señora y yo recibimos a algunos
filósofos y teólogos en East Garden. Un Ph.D. de la Universidad de Harvard me
dijo: "Yo soy un Moonie. ¿Qué puedo hacer por Ud.?" Quizás él haya esperado
que le dijera que viajara predicando nuestras enseñanzas y que recibiera fama;
pero le dije que fuera un pararrayos y que fuera más perseguido de lo que había
sido Jesús por el bien de los jóvenes de esta nación, aun si por ello debía morir.
Le dije que si hacia eso la gente le brindaría siempre honores a su tumba. ¿Creen
ustedes que fui muy cruel o que fue una bendición lo que le dije?
Si en medio de la declinación del mundo cristiano surge un grupo que piensa con
amor en la relación de amor que debe existir entre la humanidad y Dios y que
estaría dispuesto a sacrificarse para la salvación de la humanidad, creo que esa es
la religión que Dios usaría como su instrumento. Si lo miramos desde el punto de
vista de Dios, a Dios le gustaría que un grupo de cristianos establecerá la
dimensión superior desde donde enseñarían el amor divino en la vida. Si se
encuentra ese grupo, el mundo cristiano nunca morirá; en cambio, habrá
reanimación y revitalización y el mundo volverá a la vida.
Los Estados Unidos de América fueron preparados por Dios para que fueran el
pilar de su voluntad. Las grandes riquezas naturales de este país no les pertenecen
a los americanos, le pertenecen a Dios, y ellas han sido puestas aquí por Dios
para que cumplan su voluntad. Así es como yo lo veo. Porque la ideología de la
fundación de esta nación es el Cristianismo, y el Cristianismo es la base para
poder recibir el corazón de Dios. Dios bendijo esta nación que se centraba
alrededor de personas cristianas. No la bendijo sólo para que los ciudadanos de
los Estados Unidos gozaran de prosperidad. Los bendijo para unir a todas las
personas del mundo en una sola en el amor de Dios, intercambiando bienes
materiales como expresión de su amor. Si esta poderosa nación pierde el amor de
Dios, la abundante bendición material que Dios les concedió les será retirada y
será nuevamente vertida en otra nación donde las personas reciban el amor de
Dios.
Cuando camino por las calles, veo muchas iglesias que se erigen hacia lo alto
como los símbolos del amor hacia Dios y del cristianismo. Debemos amar a esta
nación, ahora, con más intensidad que los cristianos en el pasado y debemos
desarrollar la cultura cristiana y convertirla en una cultura mundial de dimensión
superior. Esta gran ideología de democracia debería usarse en todo el mundo; sin
embargo los Estados Unidos sólo la usan para los ciudadanos de los Estados
Unidos. Debemos ayudar a convertir al mundo en un lugar mejor donde vivir y
no debemos dejar de lado esta responsabilidad, como los norteamericanos están
haciéndolo ahora.
Alguien debe ser el primero, y debe hacerlo ya. Aun cuando haya persecución.
Alguien debe entregar su vida para servir a Dios y hacer que Este vuelva a los
Estados Unidos. América es una nación cristiana, pero el Cristianismo actual no
puede erradicar el mal y por lo tanto ese Cristianismo no puede solucionar los
problemas; no tiene ninguna fuerza. Más aún, ha sido durante y en la cultura
cristiana que se han sucedido todos estos problemas; es por ello que debe surgir
una nueva fuerza que crezca con el Cristianismo para poder cumplir esta tarea.
Debemos lograr que nuestras iglesias se colmen nuevamente de autentica fe,
debemos crear nuevos hogares donde nuestras familias sean realmente felices, y,
finalmente, debemos crear una nueva sociedad, una nueva nación basada en los
valores espirituales, donde Dios pueda habitar. América debe ir más allá, debe
superar a la propia América. Es la única forma de que este país sobreviva. No os
preocupéis más de vuestro propio cielo, preocupaos de que el Reino de Dios baje
a este mundo, que venga a esta sociedad y que esté entre nosotros. Si podéis
lograrlo, cuando le digáis a Dios, "No quiero ir al Reino de los Cielos", Dios irá
tras vosotros y os instalará personalmente en la más alta posición de Su Reino.
Los verdaderos cristianos son aquellos que están deseosos de sacrificarse, de
sacrificar su propia iglesia y su propia denominación para cumplir con la
voluntad de Dios para la salvación del mundo.
Conozco bien esto. Esta es la voluntad de Dios. Es por eso que yo he venido a
América, donde me he convertido en una voz que clama en medio de la vorágine
del Siglo XX. Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos
supuestamente estaban centrados en Dios y tenían conciencia que el mundo se
estaba moviendo hacia "el gran y terrible día del Señor". Debería haber existido
en este país una posición y una actitud que sostuviera que lo más grande en este
mundo es el amor, es servir a Dios, que lo más importante es ir más allá del amor
hacia uno mismo y amar a la nación. Las personas deberían haber sentido la
inspiración para ser pioneros para la nueva era que estaba por llegar. Esa era la
visión que los Estados Unidos supuestamente deberían haber transmitido al
mundo. Si ese despertar se hubiera producido después de la Segunda Guerra
Mundial, hoy la situación de América no sería trágica.
¿Qué ha sucedido? Los Estados Unidos no tuvieron esa visión. Durante 40 años
este país ha estado transitando el camino del deterioro, de la auto-indulgencia y
del placer. Las drogas se han infiltrado en todo el país; los jóvenes han sido
corrompidos y han entrado cada vez más en el terreno de la delincuencia; el amor
libre se ha convertido en un estilo de vida. Pero no ha sido solamente en los
Estados Unidos que ha sucedido esto. Este país es pionero del mundo libre, de
modo que ha afectado a todo el mundo. Y lo ha afectado para mal. La actitud de
los norteamericanos se ha desparramado por todo el mundo.
Las personas dicen que en América hay mucha libertad. Pero ¿existe en América
la verdadera libertad? Aquí en América la gente habla de la paz, la libertad y la
unidad; pero no existe la paz ni la libertad real en América. Libertad es una
palabra de moda, pero cuando uno va a la verdadera raíz de esa palabra, a su
verdadero significado, no es lo que los americanos entienden por libertad; para
ellos es egoísmo. Hoy en día el mundo occidental está degradado por el abuso de
la libertad. La verdadera libertad está regida por las leyes del amor y junto con la
libertad está la responsabilidad. A menos que vosotros viváis de acuerdo con la
ley de amor de Dios, el destino de vosotros será la destrucción. Nadie puede
violar una ley y prosperar. La Biblia dice que si tu brazo o tu pierna te estorban te
los debes cortar. La Biblia utiliza un lenguaje muy severo para el pecado; no hay
otra realidad. Esto es exactamente lo que Jesús quería decir cuando dijo: "Si
vosotros queréis perder vuestra vida, cuidad bien de ella; si vosotros queréis
ganar vuestra vida, deberéis perderla". Deseaba revolucionar el mundo en el que
las personas estaban demasiado centradas sobre sí mismas y no pensaban en los
otros. A nadie le gustan las personas arrogantes y que sólo piensan en sí mismas.
Si, por el contrario, las personas son humildes y exaltan a los otros, son queridas
por todos. Debemos ser capaces de revolucionar la idea de individualismo y
convertirlo en altruismo. Esto es lo más importante.
Están capacitados para ganar decenas de miles de dólares por año; sin embargo
están trabajando en misiones eclesiásticas y llevando vidas de sacrificio. Sus
corazones son piadosos. Tienen un propósito: salvar a América. Desean que Dios
vuelva a América y saben que si sirven al mundo indirectamente están salvando a
América.
Estos jóvenes están trabajando para volver a encender el espíritu de América.
América tiene una gran tradición. Todo lo que hay que hacer es revivirla.
Necesitamos un nuevo movimiento de peregrinos con una nueva visión. Esto es
inevitable, porque Dios no le dejó a América otra alternativa. No tienen otro lado
a donde dirigirse. Ha llegado el nuevo movimiento de los peregrinos y no ha
llegado sólo para América, sino para todo el mundo. En otras palabras, el
movimiento para la salvación del mundo debe comenzar en este país. América es
la base, el pilar, y cuando América cumpla con su misión, recibirán la bendición
eterna.
Deseo desde lo más profundo de mi corazón que América vea el glorioso día de
la renovación.
EL JUICIO POR LA PALABRA DE DIOS
De Corea a América hay un largo camino, sin embargo Dios me ha estado
indicando este camino desde hace mucho tiempo. Si yo no tuviera algo nuevo
para revelar no hubiera venido hasta aquí a hablarles a todos vosotros. ¿Con qué
fin vendría yo a repetir cosas que vosotros ya sabéis? Me gustaría que vosotros y
yo, juntos ahora, abriéramos nuestros corazones a Dios, sin ningún tipo de
prejuicios, para que Dios pudiera hablarnos y nosotros recibir sus enseñanzas.
Jesús enseñó lo siguiente en el Sermón de la Montaña: Bienaventurados los
pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Esta noche os pido a vosotros que seáis los pobres en espíritu, que seáis los
mansos y que seáis los que tienen hambre y sed de justicia. Entonces, todos
juntos veremos el Reino de los Cielos, y estaremos satisfechos. Comencemos
ahora.
Cuando Jesús prometió que vendría por segunda vez, transmitió un sentimiento
de gran inminencia. Desde el día que Jesucristo ascendió a los cielos, los
cristianos han estado esperando su regreso a la tierra. Todos los cristianos han
esperado, durante los últimos 2.000 años de historia, que Dios regresara a la
tierra. Pero este extraordinario hecho nunca ha sucedido. Muchos se cansaron de
esperar. Algunos finalmente decidieron que este segundo advenimiento de Jesús
no se produciría. Y llegaron a pensar: "Este no es más que otro de los métodos de
Dios para mantenernos alerta".
Primero que nada debemos comprender que Dios no creó al mundo para que
finalizara. Siempre pretendió que el mundo del bien durara para siempre. Un
Dios que no cree para la eternidad no puede ser un Dios todopoderoso. El mundo
actual debe terminar, sin embargo, porque la caída inició una historia del mal. Es
necesario que se produzca el fin del mundo porque no hemos logrado el mundo
del bien que Dios quería. En lugar de convertirnos en personas del bien nos
hemos convertido en criaturas del mal.
Adán y Eva cayeron en tentación en el jardín del Edén. En ese momento ellos no
podían comprender totalmente cual era la voluntad de Dios. Entraron en un
estado de confusión e hicieron la elección equivocada. Debieron enfrentarse con
la obediencia a Dios - que hubiera traído como resultado el mundo bueno - o con
la obediencia a Satanás - que trajo como consecuencia su caída. Entre dos
opciones claras, Adán y Eva tomaron la equivocada. Trajeron el mal al mundo.
La intención original de Dios era la de crear su mundo ideal, un mundo próspero
y donde reinara la bondad que duraría para toda la eternidad. Pero los seres
humanos cayeron en tentación y la historia humana comenzó en la dirección
equivocada.
Es por eso que la historia del mundo es la historia del mal. Dios sembró una
semilla buena y sus intenciones eran las de recoger una buena cosecha. Pero
Satanás le robó su cosecha antes de que estuviera madura y cosechó el mal. La
historia humana es una cosecha de malezas.
Examinemos entonces cuando llegará el fin del mundo. Esto es muy importante
para nosotros. El evangelio dice que en los últimos días Dios separará las ovejas
de las cabras. ¿En qué se diferencian estos dos animales? Las ovejas reconocen a
su amo, el pastor, mientras que las cabras no siguen a un pastor. Hoy en día
vosotros sabéis que el mundo está dividido en dos campos opuestos. Uno es el
mundo democrático, el otro es el mundo comunista. Nuestro mundo libre dice
"Dios existe". Aceptamos nuestro pastor. El mundo comunista dice "Dios no
existe". Niegan a su pastor. De ese modo las ovejas pueden estar simbolizadas
por el mundo libre, y las cabras por los comunistas. En el momento en que se
formen estos dos mundos conflictivos en combate, sabremos que hemos llegado
al fin del mundo.
Los últimos días serán aquéllos en que deberán dividirse, separarse, el mal del
bien, ya que hoy en día están tan mezclados. Ni aún el más fiel creyente en Jesús
o la iglesia más justa sobre la tierra puede proclamar con orgullo que están
totalmente libres de la influencia satánica y del pecado y que siguen al pie de la
letra las enseñanzas de Jesús. Nadie puede decir que está viviendo en un amor
total, en un mundo ideal, donde no hay sufrimiento ni llanto. No hay en el mundo
ninguna iglesia ni ningún cristiano que pueda afirmar esto.
Esto significa que Satanás está también en las iglesias, Y que dentro de las
iglesias hay pecado como en cualquier otra parte. Si esto es cierto, si lo que los
fieles que asisten a las iglesias aman y odian es lo mismo que lo que ama y odia
el resto del mundo, entonces, hay muy poca diferencia entre el mundo y las
iglesias. ¿Cuáles son los pecados que más disfruta Satanás, los que se cometen en
el mundo o los que se cometen en las iglesias? Satanás prefiere los pecados que
se cometen en las iglesias, porque de ese modo le puede protestar a Dios: "¡Mira
a esas personas en la iglesia, no se aman, se odian!" "Tampoco son fieles, ésta
debe ser mi iglesia". Si las iglesias siguen en estas condiciones, cuando llegue el
momento de los últimos días habrán caído en la perdición junto con el mal y el
mundo profano. Esta es la forma en que Dios actúa: juzgará primero a las iglesias
y luego al resto de la sociedad.
¿Qué significa esto? ¿Qué debemos esperar? En primer lugar, por favor quedaos
tranquilos porque estas cosas no sucederán así, literalmente. Dios no destruirá
nada que esté sobre el universo. Dios a menudo expresa Su verdad a través de
símbolos y parábolas y estas cosas que se dicen en la Biblia sucederán
simbólicamente. Segundo, no hay ninguna razón por la que Dios debe destruir el
universo. No es el universo el que ha cometido pecado, sino las mujeres y los
hombres que en él habitan. Nos hemos desviado del plan original que Dios tenía
cuando nos creó. ¿Por qué debería Dios destruir a los animales, o a las plantas, o
a nada en la creación que hubiera cumplido con Su propósito, de la forma que El
lo hubiera querido? Dios no destruirá esas criaturas inocentes.
Quiero que comprendan que cuando decimos "el fin del mundo" no nos referimos
a la destrucción del mundo físico, sino que lo que queremos significar es que se
terminará con el viejo estilo de vida y comenzará una nueva era de la humanidad.
La Biblia dice: "Generación va y generación viene; mas la tierra siempre
permanece" (Ec., 1:4). En el Apocalipsis, leemos: "Y vi un cielo nuevo, y una
tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no
existía más" (Apocalipsis 21:1). Esa nueva tierra y ese nuevo cielo se refieren a
la venida de una nueva historia de Jesús, una época de un dominio nuevo.
Después que uno compra una casa nueva se muda con todas sus pertenencias y su
familia a ella ¿no es así? Entonces dirán que tienen hogar nuevo y que son
dueños de una nueva casa. Del mismo modo, cuando este universo esté ocupado
por hombres de Dios, se convertirá en un nuevo paraíso, en una nueva tierra.
¿En qué momento termina el día que estamos viviendo y empieza el día de
mañana? Si bien el cambio se produce en la oscuridad, no hay duda que pasamos
de un día al otro. El cambio es imperceptible al principio pero también es
inevitable e irrevocable. A pesar que hay cuatro mil millones de personas sobre la
tierra, no creo que ni siquiera una sola de ellas pueda señalar el momento exacto
en que termina un día y comienza el otro. De modo que podemos comprender
que desde el punto de vista humano no siempre se puede saber el momento
exacto en que suceden las cosas. Pero Dios sabe cuándo la noche se convierte en
día y cuándo termina el invierno y comienza la primavera. Y Dios puede señalar
la transición hacia una nueva historia.
Nuestro paso hacia una historia nueva es como un glorioso amanecer que emerge
de la noche más oscura. El punto en que se entrecruzan el mal y el bien no es
obvio. No se darán cuenta cuando esto ocurra, pero ocurrirá, ocurrirá como que el
sol saldrá mañana.
¿Cómo podemos saber entonces que se está aproximando el final? Dios no nos
ocultará el momento. No traerá repentinamente el juicio sobre la tierra: nos
avisará. Dios anunciará la venida del gran y terrible día por medio de sus
profetas. Amos 3:7 dijo: "Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su
secreto a sus siervos los profetas". Dios elige Sus instrumentos y a través de ellos
es que anuncia Sus planes. Esto ha sido lo que ha sucedido en toda la historia de
la Biblia.
La persona que Dios elija como su profeta debe vivir entre las personas que
habitan en este mundo del mal. Pero él o ella debe ser una persona de fe que
pueda demostrar virtudes para que Dios la elija como su instrumento. Para ello,
esta persona debe renunciar al éxito y a la fama en este mundo y apartarse
completamente de este mundo del mal. Debe purificarse cortando todo vínculo
con el mal. No será una persona popular en el mundo del mal. Dios es absoluta
bondad y por lo tanto el opuesto exacto es el mal. Esa es la razón por la que el
mal siempre persigue a las personas de Dios.
Noé fue un hombre elegido por Dios y el mundo del mal se burló de él. Dios le
dijo a Noé que construyera una barca. Le dijo que fuera a lo alto de una montaña
en lugar de ir a la vera del río o a la orilla del mar. El mandato de Dios era tan
ridículo a los ojos del mundo del mal que muchos se reían de Noé. Lo
ridiculizaban no porque pensaran que era un hombre en especial gracioso sino
porque seguía al pie de la letra las instrucciones de Dios. Los ojos del mundo no
podían entender la forma en que Dios obraba. De esta forma, mediante estas
instrucciones tan ridículas, Dios pudo comprobar la fe del hombre que había
elegido como Su paladín. Esto es lo que sucedió en el tiempo de Noé.
Dios ha dicho que comenzará una nueva historia en la que no habrá ningún signo
del mal. Dios exige una respuesta total de los seres humanos. Aquellos que
quieran seguir el camino de Dios deben empezar por abandonar y negar
totalmente el mundo del mal. Por eso es que las enseñanzas de Jesucristo fueron:
"El que halla su vida, la perderá, y el que pierde su vida por causa de mí, la
hallará" (Mateo 10:39). También dijo: "... y los enemigos del hombre serán los de
su casa" (Mateo 10: 36).
Cuando fui estudiante en Tokio, andaba en tren buscando los lugares donde vivía
la gente que más sufría. Aun en los días lluviosos, me bajaba del tren y me iba a
sentar en los bancos junto a las personas con aspecto de sufrimiento y me hacía
amigo de ellas. Siempre pensaba "¿Y si este hombre fuese mi hermano mayor o
mi padre y estuviera sufriendo por mi causa, qué podría hacer por él?"
Durante la guerra de Corea, me llevó cuatro meses viajando a pie llegar desde
Corea del Norte hasta Pusan. En Corea los hombres usan un tipo de pijama
blanco. En cuatro meses, no podéis imaginaros la mugre que tenía. Tuve que
darlo vuelta. No había lugar donde dormir; sólo al aire libre. Era diciembre, así
que cuando llegué a Pusan hacía mucho frío. Para pasar un poco mejor el frío de
la noche fui a pedir trabajo al puerto militar; era mejor trabajar que dormir.
Durante el día iba a las montañas; había entre los árboles un sitio donde podía
dormir y tenía tiempo para mí mismo. Lo disfrutaba. Cuando iba a trabajar,
contaba historias interesantes y los trabajadores se agrupaban a mi alrededor y
me traían comida. Pero no podía vivir así durante toda mi vida, de modo que tuve
una pequeña choza, apenas un poco mejor que una casilla de perro; un lugar
donde dormir cuyas paredes y techos eran hechos de roca y de barro. No había un
lugar llano donde construirla, de modo que la construí sobre una pendiente. El
lugar donde la construí era inclinado y por el medio del terreno pasaba un
manantial. En el techo puse unas cajas. El cuarto tenía dos metros. Todavía usaba
el pijama sucio de cuatro meses; no había una lavandería para mandarlo limpiar.
En esa situación de pobreza y humildad me encontraron personas buenas de
espíritu. No les importaron mis ropas, igual vinieron.
En el jardín del Edén. Dios lo creó, y también creó a Adán y a Eva, y les dio un
mandato. El mandato fue la palabra de Dios. Luego apareció Satanás y los
engañó con una mentira. Y esa mentira era el mundo del mal. Adán y Eva
debieron elegir entre dos mundos: de un lado estaba la verdad; del otro, la
mentira. Ellos eligieron la mentira.
Así como este fue el proceso para la caída, Dios traerá la verdad para la
humanidad con el fin del mundo. La palabra de Dios se escuchará a través de Su
profeta. Cuando la gente acepte la palabra de Dios, pasaran de la muerte a la
vida, porque la verdad conduce a la vida. El ser humano murió con una mentira y
renacerá con la verdad.
Por eso, el juicio viene por la palabra. La palabra del juicio de Dios será revelada
por Sus profetas, los que El haya elegido. Este es el proceso del fin del mundo.
Aquellos que obedezcan y que escuchen la nueva palabra vivirán. Aquellos que
se nieguen a escuchar la palabra de Dios, continuarán viviendo en la muerte.
Dios eligió a Noé para que transmitiera su palabra. Noé dijo: "Viene la
inundación. El arca es la salvación". Si hubieran escuchado a Noé, todos se
hubieran salvado. Sin embargo, lo trataron como a un loco, y así, murieron
porque se opusieron a la palabra de Dios. De acuerdo a la Biblia, sólo las ocho
personas que formaban la familia cercana de Noé fueron con Noé en el arca. Sólo
estas ocho personas creyeron, y sólo estas ocho personas se salvaron.
Y dijo Dios a Noé: "He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de
violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra". (Génesis
6:13). ¿Sucedió esto o no? Sabemos que las personas del mal murieron, pero, ¿se
demolió el mundo físico en el proceso? No. No se cumplió exactamente con estas
palabras; Dios no destruyó la tierra. Dios erradicó a las personas y abolió la
soberanía del mal dejando sólo a las personas bondadosas de la familia de Noé.
Esta fue la manera que tuvo Dios para restaurar el mundo original de bondad: a
través de Noé.
Pero el hecho de que estamos hoy anticipando el fin del mundo es prueba de que
la providencia no tuvo éxito en el tiempo de Noé. Debería explicar lo que le
sucedió a Noé después del diluvio; pero no puedo dedicarle mucho tiempo a ese
tema esta noche. Para abreviar, una vez más: el pecado entró en la casa de Noé a
través de su hijo Cam. Por lo tanto, el juicio de Dios a través de la inundación no
surtió efecto, fue nulo. Así, la historia del mal continuó, llevándonos al tiempo de
Jesucristo.
Con la venida de Cristo, Dios hizo un nuevo intento de terminar con el mundo.
Jesús vino a comenzar con el Reino de los Cielos en la tierra. Por eso, las
primeras palabras de Jesús fueron: "Arrepentíos, pues el reino de los cielos está a
vuestro alcance". El tiempo del ministerio de Jesús fue la época para el fin del
mundo. Ese gran y terrible día había sido anunciado en las profecías de
Malaquías 400 años antes del nacimiento de Jesús.
"Porque he aquí viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y
todos los que hacen maldad, serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha
dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz, ni rama (Mal. 4:1).
El juicio de Jesús ¿se llevó a cabo por medio de un incendio, en el sentido literal
de este termino? ¿Es que el día que vino Jesús todo quedó literalmente
convertido en cenizas? No. Sabemos que no fue así. Ya que esas profecías no se
cumplieron literalmente en aquella época, algunos dicen que ocurrirán cuando se
produzca el Segundo Advenimiento de Jesús. Pero esto no puede ser.
Juan el Bautista llegó al mundo como el ultimo profeta. Jesús dijo: "Porque todos
los profetas y la ley profetizaron hasta Juan" (Mateo 11:13). La venida de Juan el
Bautista debería haber aportado una profecía cercana en el tiempo y la Ley de
Moisés. Eso es lo que Jesús dijo que iba a pasar. El propósito de todas las
profecías que precedieron a Jesús era el de preparar al mundo para su llegada, y
el de indicar qué era lo que debería hacerse cuando el viniera. Estas profecías no
son para el momento del segundo advenimiento del Señor. Dios envió a su hijo
Jesús al mundo para la salvación total del espíritu y de la carne. La segunda
venida se hizo necesaria sólo porque la primera vez el resultado no se produjo.
¿Por qué entonces la época de la venida de Jesús fue el tiempo del fin del
mundo? Ya conocemos la respuesta. Porque Jesús vino a terminar con el mundo
del mal y a traer la soberanía de Dios a la tierra. Este fue el fin del Viejo
Testamento y el comienzo de la era del Nuevo Testamento. Jesús trajo la verdad.
Aun desde nuestro nivel humano, cuando nos proponemos lograr algo, luchamos
hasta conseguirlo. ¡Cuánto más Dios, que es Todopoderoso! Cuando Dios en la
Biblia habla del juicio por el incendio no quiere decir que el juicio se hará en
medio de llamas. Utiliza esta imagen simbólicamente.
JESÚS Y LA SEGUNDA VENIDA
Hablaré de algunas nuevas revelaciones de Dios que son vitales para la
comprensión de todos los cristianos. A menudo haré referencia a los elegidos de
Israel. Estoy seguro que entre los que hoy están aquí hay muchos Judíos y
Cristianos. Amo profundamente a todos los hermanos y hermanas Cristianos y
tengo una alta estima por los Judíos. Les ruego que comprendan, antes de que
comience mi exposición, que no reflejaré en ningún momento mis convicciones
personales. Solo estoy aportando la verdad.
Hay veces que decir la verdad se convierte en una tarea difícil. Sin embargo, es
mi misión y debo cumplirla. El contenido de mi mensaje de esta noche quizás se
oponga a lo que vosotros creíais anteriormente. Quizás algunas cosas os resulten
nuevas. Algunas veces parece que en la providencia, Dios busca que os enojéis.
Jesús fue un mensajero de Dios que criticó a las personas por ser blasfemos y ser
como serpientes y por cierto que muchas personas se enojaron. Si Jesús les
hubiera dicho a las personas de su tiempo que eran criaturas de Dios, ¿le habrían
matado? Otros santos, como Confucio y Mahoma, también le dijeron al mundo
cosas que no quería escuchar. Por eso os pido que penséis seriamente sobre lo
que escucháis.
Estoy haciendo una declaración muy importante, y que requiere valentía. Jesús
no vino a morir. Jesucristo fue asesinado. Líderes de las religiones más
preparadas lo entregaron para su crucifixión. Pilatos, el gobernador romano, lo
quería liberar, pero fue obligado a liberar a Barrabás en su lugar. ¡Qué lástima!
¡Qué tragedia!
Quizás esto les resulte sorprendente y les llame la atención, pero si eso es todo lo
que les provoca, sorpresa, entonces no logré transmitirles lo que deseaba. La
gente que vivió en la era de Jesús cometió una gran equivocación. ¿Pero ustedes
creen que ellos eran mucho más ignorantes y que estaban menos alertas de lo que
hoy podemos estar nosotros? No, en absoluto. Ellos habían aprendido el Viejo
Testamento palabra por palabra y se habían aprendido de memoria la Ley de
Moisés. Y de acuerdo a lo que ellos sabían, Jesús no reunía las condiciones que
debería tener el Mesías.
La nación de Israel en ese punto estaba en una posición muy difícil. Si querían
cumplir con la ley y los profetas tenían que abandonar la ley de Moisés como
ellos la entendían. Dos mil años de tradición se habían basado en el Antiguo
Testamento. Era muy difícil que la gente se despertara una mañana, revisara
totalmente su interpretación de la Ley y aceptara totalmente a Jesucristo como el
Hijo de Dios. Los líderes que tenían sus ojos pegados a la letra de la ley
simplemente no entendían el espíritu de la ley.
Elías había sido un profeta que había hecho obras milagrosas alrededor de 900
años antes de Cristo. Y estaba escrito que subiría al cielo en un carro de fuego.
Como ascendió al cielo se esperaba que volviera. ¿Ocurrió ese milagro antes de
la llegada de Cristo? ¿Tuvo el pueblo alguna noticia de la llegada de Elías? No.
Pero lo que sí oyeron un día fue la voz de Jesucristo declarando que El era el
único Hijo de Dios. Y Jesús no hablaba tímidamente sino con autoridad y poder.
Un hombre así no podía ser ignorado.
Los discípulos de Jesús no sabían el Antiguo Testamento. Mucha gente culta les
preguntaba cuando salían a predicar, "¿No conocen el Antiguo Testamento? ¿No
conocen la Ley de Moisés?". Los discípulos se sentían avergonzados cuando eran
atacados con los versículos de la ley y los profetas. Un día fueron a Jesús y le
preguntaron a él:
"... ¿por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas
las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron; sino hicieron en él
todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
Entonces los discípulos entendieron que les había hablado de Juan el Bautista".
(Mat. 17:10-13)
Según Jesús, Juan el Bautista era Elías. Esto era la verdad. Hemos determinado la
verdad según las palabras de Jesucristo. Pero los discípulos no podían convencer
a sus mayores y a los sacerdotes principales y a los escribas de este hecho. La
única autoridad que apoyaba esa noción era la palabra de Jesús de Nazaret. Por
eso el testimonio de Juan el Bautista era tan crucial. ¡Pero el propio Juan negó
que él fuera Elías cuando se lo preguntaron! Su negativa hizo que Jesús pareciera
un mentiroso. Dice la Biblia:
Juan hizo casi imposible que la gente supiera que había llegado Elías. Pero Jesús
declaró la verdad de todos modos. Dijo "... si queréis recibirlo, el es aquel Elías
que había de venir". (Mat. 11:14) Jesús sabía que la mayoría de la gente no podía
aceptar la verdad. En vez de eso, cuestionaban las motivaciones de Jesús. Para
que Jesús pareciera el Mesías, Elías tenia que llegar primero, de manera que la
gente pensaba que él mentía con el fin de su propio engrandecimiento. El Hijo de
Dios era cada vez más incomprendido por la gente.
Esta situación era muy grave. En esos días, la influencia de Juan el Bautista se
sentía en cada rincón de Israel. Pero Jesucristo era una figura oscura y ambigua
en su sociedad. ¿Quién estaba en posición de tomar las palabras de Jesús como
verdaderas? La falla de Juan fue la causa principal de la crucifixión de Jesús.
Sí, Juan el Bautista fue testigo y realizó la tarea que Dios le había asignado en
ese momento. Pero más tarde, le vinieron dudas y finalmente sucumbió ante los
rumores circulantes sobre Jesús. Uno de esos rumores declaraba a Jesús sin
padre, hijo ilegitimo. Juan el Bautista por cierto oyó ese rumor y se preguntaba
como una persona así podía ser Hijo de Dios. Aunque había sido testigo de Jesús,
luego Juan sospechó y se alejó de él. Si Juan el Bautista se hubiera unido
verdaderamente con Jesucristo, podía haber convencido a la gente para que
aceptara a Jesús como el Mesías, ya que el poder y la influencia de Juan eran
muy grandes en esos días.
Esto fue mucho después de que hubiera atestiguado que Jesús era el Hijo de
Dios. ¿Cómo podía preguntar "¿eres el que viene como el Hijo de Dios?" luego
del testimonio que le había dado el Espíritu? Jesús estaba realmente triste. Estaba
enojado. Jesús se negaba a responder directamente a la pregunta de Juan el
Bautista. En vez de eso respondía, "... bienaventurado es el que no halle tropiezo
en mí".
Déjenme explicar lo que quería decir Jesús. "Juan, lamento que me ofendas. En
un momento me reconocías, pero ahora dudas de mi. Lamento que tu fe haya
resultado ser tan débil." Después de este incidente, Jesús habló a las multitudes
con respecto a Juan. Les hizo una pregunta retórica: "¿Qué salisteis a ver al
desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? O ¿qué salisteis a ver? ¿a un hombre
cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que lleven vestiduras delicadas, en
las casas de los reyes están. Pero ¿qué salisteis a ver? ¿a un profeta? Sí, os digo, y
más que profeta. Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi
mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti " (Mat.
11:7-10)
Aquí Jesús afirmó que Juan era Elías, el llamado por Dios para volcar el pueblo
hacia el Mesías. El alabó a Juan desde su perspectiva, concluyendo con las
palabras: "De cierto os digo: Entre los que nacen de mujeres no se ha levantado
otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos,
mayor es que él". (Mat. 11: 11)
Por lo tanto Jesús, estaba diciendo, "Juan, viniste a servir como el más grande de
los profetas - fuiste a encontrar al Mesías, al Hijo de Dios. Has visto todo pero
has pasado por alto el punto principal, el núcleo de tu misión. No me has
reconocido y no has cumplido con las expectativas de Dios. Dios espera que
aparejes al Señor un pueblo apercibido. Has fallado".
Jesús dijo: "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos
sufre violencia, y los violentos lo arrebatan". (Mat. 11:12)
Dios envió a Juan como un precursor del Mesías. Su misión estaba claramente
definida "... preparar al Señor un pueblo bien dispuesto". (Lucas 1:17). Pero por
la falla de Juan, Jesucristo no tuvo una base sobre la que comenzar su ministerio.
El pueblo no había sido preparado para recibir a Jesús. Por lo tanto Jesús tuvo
que salir de su casa a trabajar por sus propios medios, tratando de crear una base
sobre la cual la gente pudiera creer en él. No puede haber duda de que Juan el
Bautista falló. Fue directamente responsable de la crucifixión de Jesucristo.
Nuevamente podéis querer preguntarme con qué autoridad digo estas cosas. Yo
hablé con Jesucristo en el mundo de los espíritus. Y también hable con Juan el
Bautista. Esta es mi autoridad. Si en este momento no podéis determinar que mis
palabras son la verdad, seguramente descubriréis que lo son con el transcurso del
tiempo. Estas son verdades ocultas presentadas a vosotros como nuevas
revelaciones. Vosotros habéis oído hablar de la Biblia. Si creéis en la Biblia
debéis creer lo que estoy diciendo.
"Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Yéndose un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre
mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no como yo quiero, sino como Tú."
(Mat. 26:38-39)
Jesús oró así no una vez sino tres veces. Si la muerte en la cruz hubiera sido el
cumplimiento de la voluntad de Dios, Jesús hubiera rezado en vez de eso, "Padre,
es un honor para mí morir en la cruz por tu voluntad".
Pero Jesús rezó pidiendo que esa copa no pasara por él. Si su oración proviniera
de su miedo a la muerte, esa debilidad lo descalificaría como Hijo de Dios.
Sabemos de muchas muertes valientes de mártires a través de la historia cristiana
y aun en otras partes, gente que no sólo se sobrepuso a su miedo a la muerte sino
que también hizo de su sacrificio final una gran victoria. De tantos mártires,
¿cómo pudo ser Jesús el único que mostrara su miedo y su debilidad,
particularmente si su crucifixión era el momento glorioso de su cumplimiento de
la voluntad de Dios? Jesús no rezó de esa forma por debilidad. Creer algo así es
un ultraje a Jesús.
Jesús quería vivir y cumplir con su misión primaria. Es un trágico error el creer
que Jesús rezaba por un poco más de vida terrenal debido a la fragilidad de su
alma humana. Nathan Hale, en la lucha por la independencia americana, pudo
decir en el momento de su ejecución, "Lamento tener una sola vida para dar por
mi país". ¿Creéis que Jesucristo era menos que Nathan Hale? No. Nathan Hale
era un gran patriota, pero Jesucristo es el Hijo de Dios.
Pensad en esto. Si Jesús vino a morir en la cruz, ¿no necesitaría él un hombre que
lo entregara? Sabéis que Judas es el discípulo que traicionó a Jesús. Si Jesús
cumplía la voluntad de Dios con su muerte en la cruz, entonces Judas debería ser
glorificado por ser quien hizo posible la crucifixión. Judas hubiera ayudado a la
voluntad de Dios. Pero Jesús dijo de Judas: "A la verdad el Hijo del Hombre va,
según está escrito de él; mas, ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre
es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido". (Mat. 26:24) Judas
se mató.
Dios les advirtió y los castigó, los convenció y los rezongó, los presionó y los
atormentó porque quería que su pueblo aceptara a su Hijo. Un día le preguntaron
a Jesús, "¿Qué debemos hacer para poner en practica las obras de Dios?
Respondió Jesús y les dijo, ésta es la obra de Dios, que creáis en el que El ha
enviado". (Juan 6:28-29) Israel hizo justo lo que Dios había luchado por evitar.
Rechazó al que El había enviado.
"Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no
están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es
el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre". (Juan
20:30-31)
Jesús dio la visión a los ciegos y curó a los leprosos. Curó a los heridos y bendijo
a los sordos con la audición. Resucitó a los muertos. Hizo estas cosas sólo porque
quería ser aceptado. Sin embargo la gente decía de él, "Este no echa fuera los
demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios". (Mat. 12:24)
¡Qué situación tan descorazonadora! Jesús pronto vio que era inútil tratar de
ganarse la aceptación de la gente. En su desesperación los castigó. "¡Generación
de víboras! ..." (San Mateo 12:34) No escondió su enojo sino que explotó de ira.
"¡Ay de ti Corazón! Ay de ti Betsaida!. Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran
hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran
arrepentido en cilicio y en ceniza". (San Mateo 11:21). Y lloró cuando se
acercaba a la ciudad de Jerusalén. " ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los
profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar tus
hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" (San
Mateo 23: 37)
¿Quién entendió el corazón destrozado de Jesús? Dijo: "¡Oh, si también tu
conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está
encubierto de tus ojos". (San Lucas 19:42) Para ese entonces Jesús sabía que no
había ninguna esperanza de evitar la muerte. Sin embargo oró a Dios en
Getsemaní y oró a Dios en la cruz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?" (San Mateo 27:46)
Así, Jesús murió en la cruz, no para cumplir su última esperanza, no por los
planes originales de Dios, sino por la voluntad de la gente pecadora. Cristo está
destinado a regresar desde entonces. Regresará para consumar su misión en la
tierra. La humanidad debe esperar su segunda llegada para lograr la salvación
completa del mundo.
De una forma Dios nos teme y Satanás también nos teme: por nuestra capacidad
de traicionar. Dios es la bondad absoluta y nunca cambia su posición; Satanás es
la maldad absoluta y tampoco cambia de posición. En este aspecto Dios y
Satanás son similares. Sin embargo, nosotros somos una mezcla del bien y del
mal. Estamos entre Dios y Satanás y tenemos la capacidad de cambiar. Por lo
tanto somos impredecibles. Un día una persona puede profesar su fe en Dios y
desear servirlo; al día siguiente, la persona puede blasfemar contra Dios, unirse
con Satanás y convertirse en su esclavo.
Dios no es una persona que quiera el derramamiento de sangre. Pero para salvar a
la humanidad caída, Dios tuvo que hacerlo. Porque si Jesús como ser humano
derramaba su sangre, Dios tenía una condición razonable para restaurar a la
humanidad. Por eso se vio forzado a enviar a Jesús a la cruz.
Jesús conocía el corazón de Dios y cuando fue crucificado dijo: "Oh Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" La crucifixión causó un gran dolor al
corazón de Dios; Dios lo había enviado como Su Hijo unigénito y Dios deseaba
que fuera el centro de Su única familia, única sociedad, única nación y mundo.
Esa era la esperanza de Dios. Cuando perdió esa esperanza debido a la rebelión y
a la falta de fe de la gente, Dios deseó enviar a otro Mesías, un segundo hijo a la
tierra. ¿Una vez que Dios ha concebido Su voluntad, puede abandonarla sólo por
la situación en la tierra?
¿Qué significa esto? Por sus propias palabras Jesús ofreció el perdón. Aun antes
de que Jesús hubiera derramado una gota de sangre, había perdón de los pecados.
Nadie tenía que esperar que Jesús muriera. Existía este camino de salvación al
aceptar el mundo de Jesús incluso en ese momento. Eso está en la Biblia. El no
dijo, "te perdonaré y te salvaré, pero espera hasta que me muera en la cruz".
Entonces, ¿hasta qué punto deberíamos ser como Jesús? Tenéis que alcanzar el
punto donde seáis uno en cuerpo y alma con Jesús. Por eso estableció la
condición del sacramento: los cristianos deben sentir que están comiendo el
cuerpo y bebiendo la sangre de Jesús. Deben sentir la vida y el amor de Jesús
más que ninguna otra cosa cuando comen el pan y cuando beben el vino, deben
sentir realmente que están bebiendo su sangre. Sin ese sentimiento, la salvación
no puede comenzar. Ese fue el método de Jesús para hacer que la humanidad
pasara del mundo de Satanás al de Dios, uniéndose así con el creyente a través de
la experiencia verdadera. Significa que Satanás es eliminado y que la humanidad
está adherida a Jesús, una consumación con el resultando en un cuerpo y en una
sangre, es decir una humanidad. Entonces podemos sentir esa unidad. A partir de
ese punto, la persona recibe el amor y la vida de Dios. Pero el Cristianismo tiene
además la visión de la gente obteniendo la salvación total, tanto a nivel espiritual
como a nivel físico. Con el Cristianismo tal como está ahora, no podemos ser
salvados en ambos niveles Por eso Jesús debe venir nuevamente: y sólo por la
misión del Segundo Advenimiento podemos obtener la salvación física,
cumpliendo la profecía del Señor de la gloria.
Por favor, pedid en vuestras oraciones que os guíen en estos temas. Pedid a
Jesucristo o a Dios. Si Jesús hubiera vivido y cumplido su misión primaria de
traer el Reino de Dios a la sierra, el Cristianismo nunca hubiera sido lo que es
hoy. El propósito de la venida de Jesús fue la salvación del mundo. El pueblo
elegido iba a ser el instrumento de Dios. Sin embargo, la salvación no era sólo
para el pueblo elegido de Dios. Para todos los hombres sobre la tierra, Jesús es el
salvador. Es el salvador de toda la humanidad. Como Jesús dejó este mundo
prematuramente, también nos dejó la promesa de su segunda venida.
Los cristianos son los segundos israelitas, pero el Mesías aun no ha llegado. En el
mundo cristiano no hay una base nacional porque no hay ninguna nación elegida
por Dios a nivel físico. Si comparáis a los primeros israelitas con los segundos
israelitas, el mundo cristiano, ¿cuáles tienen mayor valor? La nación de los
primeros israelitas, aunque pequeña en territorio, tenía soberanía tanto a nivel
físico como espiritual y en ese sentido era más grande que la segunda nación
israelita, que en el nivel espiritual ha cubierto a casi todo el mundo pero no ha
podido establecer algo como una nación a nivel físico.
¿EI Mesías debería venir solo al mundo cristiano o a todo el mundo? Lo que debe
hacer Dios, junto con los cristianos, es cubrir todo el mundo tanto a nivel
espiritual como físico. A la luz de eso ¿pensáis que el Mesías vendrá en cuerpo o
sólo en espíritu? En el mundo ideal que vamos a construir seremos liberados del
pecado tanto a nivel espiritual como físico, bajo la guía de Dios como nuestro
Padre. El Señor debe venir nuevamente en cuerpo para cumplir su misión de
salvar al mundo físico. Si viene en las nubes del cielo, espiritualmente, no puede
cumplir su misión de restaurar todo el mundo tanto a nivel físico como espiritual.
El problema es el pecado y la corrupción de este mundo y no del Cielo.
Por el gran profeta Daniel, la gente tenía toda la razón de esperar al Mesías sobre
las nubes del cielo. Los cristianos están esperando la llegada del Señor en la
misma forma hoy, en las nubes del cielo. Juan dijo: "... muchos engañadores han
salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien
esto hace es el engañador y el anticristo". (II Juan 7). La Biblia dice que mucha
gente negaba la aparición de Jesucristo en cuerpo. Y Juan condenó a esa gente
como el anticristo. Pero no olvidemos la profecía del Antiguo Testamento de la
venida del Hijo de Dios en las nubes del Cielo.
La gente hace dos mil años esperaba la llegada del Señor en las nubes del cielo,
asó cuando llegó Jesús en cuerpo, fue muy difícil aceptarlo. En ese momento
había discusiones entre los discípulos de Jesús y los piadosos de Israel. "Bueno,
si Jesús es el Hijo de Dios, ¿cómo aparece como un hombre? ¡Imposible! ¿Cómo
puede ser Hijo de Dios?, lo conocemos. Es el hijo de José, el hijo de María?
¿Cómo puede ser el Hijo de Dios? El Hijo de Dios debe venir en las nubes del
Cielo". ¿Cómo podían aceptar a Jesús? ¿Sobre qué bases? Los que creían en la
palabra del Antiguo Testamento y no en el espíritu, podían confundirse.
Quizás el Señor aparecerá con mucho ruido en las nubes del Cielo porque la
profecía lo dice. Pero por otro lado, el Señor puede aparecer como un ladrón en la
noche. Si viene en las nubes, seguramente no puede pasar inadvertido como un
ladrón. El espectáculo de su llegada en las nubes despertaría una tremenda
atención. No puedo imaginarme como una cosa así puede ser ocultada.
Entonces, ¿cuál es la verdad? Tenemos ante nosotros una cuestión crucial. ¿Cuál
es la verdad? Cuando veamos los signos de los Ultimos Días, la Biblia nos
exhorta a meternos en un cuarto obscuro y rezar. ¿Cómo sabremos cuando es?
Los ángeles no lo saben. Jesús dijo que ni siquiera el Hijo del Hombre podría
saber cuando iba a llegar ese día. Solo Dios sabe cuando será. Por eso tenemos
nuestra respuesta de Dios. No estoy diciendo que debáis creerme. No, sólo estoy
revelando lo que sé que es verdad, pero debéis verificar esa verdad con Dios.
Sabemos que aun después de que Adán y Eva cayeran en el Jardín del Edén, se
podían comunicar directamente con Dios. ¿Creéis que desde los días del Antiguo
Testamento y del Nuevo Testamento, Dios por alguna razón se ha vuelto sordo y
mudo? No, Dios está vivo y hoy podemos hablar directamente con El. Los
Hechos de los Apóstoles dice que en los últimos días, "... vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos
soñarán sueños ..." (Hechos 2:17) Debemos saber la verdad. Debemos saber
cómo lograr ser ciudadanos del Reino de Dios. Debemos saber cuándo vendrá el
Señor y cómo llegará.
Jesús hizo una vez una pregunta muy importante "... cuando venga el Hijo del
hombre, ¿hallará fe en la tierra?" (San Lucas 18:8). ¿Cómo nos afecta esa
pregunta hoy, cuando la fe cristiana cubre la faz de la tierra? Es porque aun hoy
tenemos fe, puede ser una fe equivocada, una creencia que espera que el Señor
debe venir en las nubes del Cielo. Hay pocos hombres y mujeres en la tierra con
la fe necesaria para aceptar al Hijo del Hombre que aparezca en cuerpo. Si ésta
no fuera la situación, no se cumpliría la profecía de la Biblia que estamos
discutiendo. Por favor notad que Jesús no dijo que no habría creyentes, sino que
dijo que no habría fe. Jesús también dijo:
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos. Muchos me dirán en
aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos
fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les
declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad". (San Mateo
7:21-23). Esta profecía no puede realizarse si su segunda venida es en las nubes
del Cielo.
Esta es la Biblia. Los que verdaderamente tienen ojos verán. Los que
verdaderamente tienen oídos oirán. A través de la historia, Dios ha enviado a sus
profetas antes del tiempo de cumplimiento. El advierte a la gente de Su plan. No
importa cuan devota es la fe cristiana hoy, no importa cuantos millones de
personas pertenecen a las iglesias cristianas, ellos, sus líderes y su mundo
declinarán si no aceptan al Señor, aparezca como aparezca. Este fue el trágico
destino de Israel y del Imperio Romano cuando negaron a Jesucristo, sin tener en
cuenta su probidad.
Por lo tanto debemos estar preparados para un nuevo mensaje. Jesucristo no vino
a repetir la Ley de Moisés. Así como Jesús se reveló a través de la nueva
expresión de la verdad, el Señor en el Segundo Advenimiento se revelará a través
de la verdad de Dios para nuestra época. Esa verdad no será simplemente una
repetición del Nuevo Testamento. Los primeros ascendientes perdieron el Reino
de Dios en la tierra. Satanás invadió el mundo y sedujo a Eva y Eva arrastró a
Adán dejando a Dios solo y separado de Sus hijos. Toda la humanidad ha sufrido
por lo tanto, el cautiverio del mal. Dios debe establecer por lo tanto un nuevo
linaje para la humanidad, para comenzar una nueva historia. La obra de Dios es
la restauración siempre en la dirección opuesta a la pérdida original. Esto
significa que Dios debe primero encontrar a Su Adán perfeccionado, un Adán
que en lugar de traicionar a Dios, sea uno con Dios. Y luego Adán debe restaurar
a su esposa a la posición de Eva. El Adán perfeccionado y la Eva perfeccionada
unidos podrán vencer a Satanás y expulsarlo del mundo. De esta forma los
primeros ascendientes justos de la humanidad comenzaran una nueva historia.
El primer comienzo de Dios fue alfa. Este fue invadido por el mal, así que El
restaurará al mundo en omega. Jesús es llamado el ultimo Adán en I Cor. 15:45.
Dios quería bendecir a Adán y a Eva con el matrimonio cuando estuvieran
perfeccionados. Como pareja celestial, podrían tener hijos de Dios. Esta vida no
se realizó en el jardín del Edén. Por eso Jesús vino en la posición de Adán. Dios
tuvo la intención de encontrar a la verdadera esposa y que Jesús se casara. Los
Padres Verdaderos de la humanidad se hubieran consagrado en la época de Jesús
y podían haber vencido y cambiado la historia de maldad del mundo. Como Jesús
no logró plasmar esa esperanza después de dos mil años él vuelve a la tierra
como hombre para completar la misión que cumplió sólo parcialmente. Se
establecerá el Reino de los Cielos en la tierra en ese momento.
La nueva historia de bondad comenzará así. Con la verdad de Dios y con los
Verdaderos Padres de la humanidad, un nuevo alfa comenzará en la historia de
Dios y continuará hasta la eternidad. El ideal de Dios es restaurar a la primera
familia perfectamente centrada en Dios en la tierra. Con este modelo como
centro, esta familia adoptará al resto del mundo. Seremos como ellos, y la
primera familia celestial se extenderá, multiplicándose en el Reino de Dios en la
tierra a nivel tribal, nacional y mundial.
El Reino de Dios será verdadero y tangible. Jesús entregó a Pedro las llaves del
Reino y dijo "... y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo
que desatares en la tierra será desatado en los cielos". (San Mateo 16:19) Asé que
el logro en la tierra debe preceder al cumplimiento en el Cielo; el Reino de los
Cielos se logrará primero en la tierra. En este momento solo un espacio
intermedio en el mundo espiritual está abierto. Se llama "Paraíso". Jesús y sus
discípulos viven en el Paraíso y aun ellos no pueden entrar en el Reino de los
Cielos hasta que sea establecido en la tierra. Una razón para esto es que el Reino
de los Cielos no es para individuos sino para la familia de Dios, para el padre, la
madre y los verdaderos hijos de Dios.
Por esta razón, Dios prometió a la humanidad que el segundo Mesías vendría
como representante de su amor original, trayendo la liberación del vinculo
satánico. ¿Cómo podéis reconocer al segundo Mesías? El Mesías enseñará este
principio punto por punto, deletreándolo. La Biblia promete que cuando llegue el
fin del mundo, ya no se nos enseñará por medio de símbolos y parábolas, sino
que aprenderemos directamente del Padre (San Juan 16:25). De eso se tratan las
enseñanzas de la Unificación, eso es lo que estáis recibiendo.
Cuando Jesús ascendió al cielo, trajo al Espíritu Santo que es la madre espiritual.
Eva dio nacimiento a hijos pecadores, pero el Espíritu Santo viene a darnos el
renacimiento espiritual. A través del poder del amor, un padre y una madre crean
nueva vida y lo mismo sucede en el proceso del renacimiento. Cada persona debe
volver al lugar del origen y nacer de nuevo, comenzando como cuerpo, sangre y
hueso en el Padre. Así que deben volver al cuerpo de Jesús en una vida sin
pecado, de sacrificio. Si amáis a Jesús y sabéis que es vuestro Padre espiritual ,
entonces debéis querer entrar en su corazón y nacer de nuevo como su cuerpo y
su sangre. Ese es el deseo que debéis tener.
No fuimos creados sólo con un espíritu sino que tenemos un cuerpo. El ultimo
paso que nos queda es volver a nacer, no solamente en espíritu, sino en cuerpo y
espíritu conjuntamente. El cuerpo de Jesús es necesario para ese propósito y él
debe regresar como persona viviente. Hasta ahora, el Cristianismo sólo ha
ofrecido la oportunidad del renacimiento del espíritu. Ahora en la nueva era
cuando Jesús vuelve como el segundo Mesías, se nos dará el poder de renacer
también en Cuerpo. Cada persona necesita este renacimiento físico antes de ir al
mundo espiritual. Además, el requisito para entrar al Reino de Dios en el cielo es
que seáis elevados a la categoría de hijos e hijas de Dios, amando al mundo como
lo ama Dios.
No podemos dudar que el Cristianismo hoy está en crisis. Es una crisis paralela a
la de la época de Jesús, en que las instituciones religiosas establecidas fallaron al
Hijo de Dios. En el mundo actual la tradición se ha transformado en un obstáculo
y las religiones no tienen forma de avanzar, sus disciplinas o tradiciones
anteriores son demasiado estrechas para abarcar al mundo. Por eso es que la
juventud está tan rebelde en su búsqueda de una atmósfera más abierta. Cuando
observamos el desequilibrio y la contradicción entre el mundo laico y el
religioso, sólo podemos concluir que si Dios está involucrado con este mundo,
entonces ha llegado el momento de que tome alguna actitud extraordinaria,
revolucionaria, para cambiar totalmente la concepción de la religión.
Dios debe concebir alguna religión universal. Porque el mundo está pronto, ya es
tiempo que Dios inspire una religión así. Sin esta religión, el mundo actual no
puede tener ninguna esperanza para el futuro. Dios debe tener una solución para
el mundo laico y el mundo religioso conjuntamente ya que es responsable de
ambos. ¿Qué camino tomaremos? Tenemos que cambiar o primero el mundo
laico o primero el mundo religioso. Por cierto que las religiones deben
mostrarnos el camino a través del surgimiento de una religión universal.
Las personas religiosas son siempre un problema para los que están en el poder.
Dios es siempre su objetivo. Por ello pueden ir más allá de las fronteras
nacionales, raciales y culturales. Son personas con las que es imposible tratar
porque el sentido aceptado del juicio no se aplica a ellos. A través de la historia,
las soberanías siempre se han sentido amenazadas por nuevos grupos religiosos.
Son personas difíciles de tratar porque no pueden ser controladas. Decirles "los
mataremos" no constituye una amenaza para ellos. Contestarán: "Háganlo".
E incluso hoy la juventud está buscando valores espirituales. No existe otro modo
de que puedan encontrar lo que quieren. Además, el interés creciente en la
religión se refleja en el aumento de inscripciones en las escuelas religiosas. Esta
es una indicación de que las personas que no pudieron encontrar soluciones laicas
están volviendo atrás para buscar una vida religiosa. Hace mucho que predije que
esto sucedería y que el año 1976 sería el punto culminante en la historia de los
Estados Unidos. A partir de ahí, la búsqueda de soluciones espirituales más que
materiales para los problemas de esta nación se intensificará. Reconocemos esta
crisis en nuestra época y también podemos ver el día brillante de la nueva
esperanza.
Esta es la época del despertar espiritual. Quiero que abráis los ojos y los oídos
para percibir la verdad. En esto consiste mi esperanza: que compartiendo este
mensaje con vosotros, podamos unirnos para prepararnos para el día glorioso de
la llegada del Señor. Consideremos el Dios de la Historia, comprendamos al Dios
de la Providencia y unámonos al Dios viviente en nuestras propias vidas.
Desde que Jesús murió han nacido niños en este mundo. Aunque son hijos del
pecado, son hijos de Dios y necesitan ser restaurados, pero no ha existido un
árbol de la vida del que puedan descender físicamente. El fin del mundo se
aproxima no sólo para los cristianos, sino para todas las personas del mundo. La
nueva historia de Dios comenzará con la llegada del Señor. Benditos aquellos
que lo vean y lo acepten. La esperanza del Cristianismo consiste en reconocer,
recibir y aceptar al Señor en el segundo advenimiento. Nos ha llegado la
oportunidad a todos. La mayor oportunidad que se nos pueda presentar a lo largo
de toda nuestra vida se nos ha presentado ahora. ¡Os ruego que seáis humildes y
sintáis esta gran nueva esperanza!
Aunque Dios pueda tener que perder a todo el mundo, a toda la nación, a toda la
tribu, a todo el clan, a toda la familia - si le queda una sola persona que tenga esa
actitud, esa devoción por el amor de Dios y unidad con Dios, Dios estará
complacido con esa persona, formando la base en el amor de Dios, Dios se
sentirá complacido con esa persona. A partir de esa persona, Dios puede ampliar
el espectro de Su amor y la esfera de Su amor abarcando al mundo entero
nuevamente.
EL CAMINO QUE ESTOY SIGUIENDO
20 de julio de 1984 (Antes de la partida para Danbury)
¡Mi fe no cambiará vaya adonde vaya! Decir que vuestra fe no cambiará implica
decir que vuestra mentalidad no cambiará. Por la misma razón, el mundo que
quiero no cambiará tampoco, vaya adonde vaya, en cualquier parte del mundo,
mi vida será la misma.
Existen conflictos entre los hombre y las mujeres, entre familias, tribus y
naciones. Existe el conflicto entre Oriente y Occidente. Como paladín de la
división, Satanás sabe precisamente como dividir al mundo. En consecuencia,
debe aparecer un hombre divino que posea poderes para lograr la unidad y vencer
el poder de la división. Cuanto regocijo ello causaría a Dios.
Sin embargo, cuando Jesús cargaba la cruz, se encontró solo; sus discípulos no lo
apoyaron, la nación elegida no lo apoyó y el Imperio Romano tampoco. Estuvo
totalmente solo. Pero en la actualidad, ¿qué hace el Reverendo Moon? El
Reverendo Moon vino a traer la unidad a esta era moderna. Es un unificador, usa
todos los medios para lograr la unidad. Así, no importa lo que tengamos que
enfrentar, lo lograremos. Las fuerzas de Satanás tratan de dividir a los adeptos del
Reverendo Moon (Moonies) y tratan de dividir al Cristianismo, pero no lo
lograrán.
El método de Dios siempre ha sido ser golpeado y luego restaurar una y otra vez
a través de la historia. Así, podemos llorar algunas veces sabiendo que nuestras
lagrimas nos traerán gran determinación y esperanza, que nos permitirán lograr la
victoria final. Pero si nos volvemos derrotistas nunca seremos capaces de recibir
las bendiciones ultimas de Dios. Sólo serán merecedores de esas bendiciones
ultimas aquellos que sobrelleven el sufrimiento y nunca vacilen, aquellos que
continúen hacia adelante.
Cuando la Suprema Corte rechazó nuestra revisión del 14 de mayo, nunca vacilé
en preguntarle a Dios, "¿por qué camino deseas llevarnos ahora?" Desde
entonces, en los dos últimos meses muchos Cristianos han logrado la unidad.
Hoy recorro el camino del encarcelamiento y le pregunto a Dios: "¿Qué es lo
próximo que me deparas? Hágase tu voluntad y trae la unidad de toda la
humanidad centrada en los Padres Verdaderos". Sé que vaya donde vaya,
encontraré personas que me seguirán; los extraños me seguirán, aun más allá de
la Iglesia de la Unificación.
Este es un día glorioso, victorioso e histórico. Por esa razón no quiero ser
despedido con lágrimas. Si las lágrimas os brotan espontáneamente, no deben ser
lágrimas de tragedia. Deben ser lágrimas de determinación que me digan:
"Confía en nosotros. Lograremos una victoria cien veces mayor en los días
venideros". Quiero que entendáis que si sentís tristeza en vuestros corazones hoy,
existe sólo una forma de aliviarla. El día en que vuelva podréis compartir
conmigo los miles de personas que lograron la unidad mientras yo estaba
ausente. Esa es la única forma en que seréis dignos de vuestras lágrimas.
Cuando Jesús fue crucificado, fue al infierno primero y abrió todas las puertas
allí. Hoy llevo mi cruz, pero no moriré. Abriré las puertas del infierno como
persona viva. A partir de ello, la resurrección y el Pentecostés llegarán. Así es
como entiendo el significado del día de hoy.
Cuando Jesús llevaba su cruz, dijo a la gente que no llorara por él. Les dijo que
lloraran, en cambio por sus hijos, su propio pueblo, su nación y por el mundo.
Jesús podía ver la desgracia que amenazaba al mundo. Quiero que entendáis que
aunque pocas personas se encuentran hoy aquí, escuchándome, existen muchas
personas en todo el mundo que derraman sus lágrimas en oración, desahogando
sus corazones por la voluntad de Dios.
¿He peleado una batalla inútil? No, a medida que luchaba para lograr este sueño
aparentemente imposible, supe que el mundo entero se reuniría por fin alrededor
mío. De ahora en más podréis salir y gritar al mundo y se conmoverán todos los
corazones ... Se despertarán sus conciencias y podréis unir vuestros corazones a
los de ellos.
Cuando amanezca, podremos ver el hermoso sol brillando en el este. Quiero que
entendáis que el amanecer se aproxima al mundo. Ahora los rayos del sol brillan
con más y más fuerza y marcharemos hacia adelante para siempre. Primero debe
brillar el sol del individuo; entonces el individuo hará brillar el sol de la familia,
luego el sol de la nación y por ultimo el sol del mundo y del universo. Esa es la
forma en que creceremos.
Así que no hay tiempo para descansar y por cierto que no tenemos tiempo para
llorar y sentimos desesperados. Sólo tenemos un camino para recorrer el camino
de la determinación y de la acción. ¿Por qué ello es así? Es así porque somos los
paladines y debemos liberar a Dios a través de la unificación. A partir de esa
liberación tendremos un dominio verdadero sobre la creación. A partir de ese
punto, el Reino de Dios en la sierra será una realidad. Lo sé con toda certeza. Ese
es el objetivo que quiero lograr hoy.
Quiero que entendáis que voy a prisión a nivel mundial esta vez. Ya he estado en
prisión pero a nivel individual, familiar y nacional. Este es mi destino. Jesús dijo
a las personas, si queréis seguirme, seguidme con vuestra cruz. Por lo tanto, si
queréis seguir al Reverendo Moon, debéis cargar la cruz universal. Una vez que
hayáis obtenido la victoria con la cruz universal, podréis venir a mi. Después de
que vosotros seáis victoriosos llevando vuestra propia cruz, entonces podré
abandonar la prisión. Quiero que entendáis eso.