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LO QUE APRENDI AL SER ATRACADO

(Relato verdadero de lo que me paso el domingo 8 de junio a las 5 45 pm)

En el día de ayer fui atracado por dos jóvenes que montados sobre una moto se acercaron y me
empezaron a palpar todo el cuerpo a ver lo que tenía en mis bolsillos y pantalón. Mi primera
expresión fue: “tranquilo, Dios está aquí y nadie saldrá lastimado, tomen lo que necesiten y
llévenselo, aquí hay paz”. De todo lo que tenia encima (celular, tablet, reloj y dinero) solo se
llevaron mi pequeño celular, no muy caro, un blackberry curve en buen estado. Al momento de
ellos partir les dije: “Jóvenes que Dios los bendiga, y me los guarde de alguna muerte trágica, y los
ayude en lo que necesitan”.

Seguí mi camino a la casa un poco aturdido, pues nunca me había pasado algo así, pero dándole
gracias a Dios de que solamente fue algo leve, pero muy triste pues se habían llevado mi celular en
donde tengo todos mis contactos, etc.

De repente 30 minutos luego de ese atraco, me entra una llamada en mi otro teléfono de parte de
un pastor, preguntando por el dueño de un celular que unos atracadores dejaron en su iglesia,
porque habían atracado a un “siervo de Dios” y no podían cargar con ese artefacto que le
pertenecía a un siervo. Ese pastor me llamo, nos juntamos, y en menos de 24 horas ya tenía mi
celular de vuelta conmigo.

Cosas que pude notar en este suceso:

1-Dios cegó la vista de los asaltantes, no pudieron ver cosas de más valor que cargaba conmigo, y
solo vieron un simple celular.

2-Durante todo el incidente se mantuvo la calma, violencia trae más violencia, en la vida todo se
recupera, menos el tiempo perdido, quien te hace perder el tiempo es peor que 10 atracadores
juntos.

3-Es mejor bendecir que maldecir, si los hubiera maldecido, hubiera entrado en su misma
frecuencia de vida, pues ellos están bajo maldición. Pero al bendecirlos sus vidas fueron
confrontadas y tuvieron que ceder ante la presión del Espíritu Santo por algo mal hecho que
habían cometido.

Por eso bendigan a quienes lo maltraten, la competencia no es quien es más fuerte, mejor vamos
a competir por quien bendice más al otro.

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