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Recuperatorio trabajo práctico verónica

CARRERA:   Licenciatura en Psicología.

MATERIA: Psicoanálisis: Escuela Inglesa.

CURSO: Segundo año.

 AÑO: 2020

DOCENTES A CARGO: Prof. Ps. Silvana Best.

                                     JTP Lic. Magalí Pagge

ALUMNOS/AS: Bogunovich, Aldana.

                            Ferpozzi, Maia


DOS CARAS DE UNA MONEDA.
INTRODUCCIÓN:

En el siguiente trabajo se busca realizar el análisis y diagnóstico de las defensas del


personaje “Verónica”.  Se trata de una película llamada “Verónica” (2017) donde  la
trama narra la historia de una psicóloga retirada —interpretada por Arcelia Ramírez—
que vive aislada de la sociedad en una misteriosa cabaña, y que decide retomar el caso
inconcluso de Verónica de la Serna —Olga Segura—, una paciente la cual fue tratada
por un colega suyo el cual había desaparecido sin dejar rastro. Pronto la psicóloga se
dará cuenta de que recibir a la joven en su casa no fue una buena idea, pues su
comportamiento inusual la incita a caer en un juego bastante peligroso.

Para dicho trabajo se eligió el título de “Dos caras de una moneda”. Como se dijo
anteriormente, se busca realizar un análisis de las defensas utilizadas por la protagonista
del film, y como claro ejemplo de eso tomamos la escisión, un mecanismo defensivo
que aparece en gran parte del film. Decimos que la escisión es el mecanismo de defensa
más primitivo, por el cual el yo y un objeto único son divididos en dos. La primera
escisión se hace entre yo bueno y yo malo, y entre objeto bueno y objeto malo,
estructurándose así dos vínculos simultáneos entre un yo agresivo y un objeto
persecutorio, y un yo lleno de amor y un objeto bueno. Esto puede encontrarse en, las
dos Verónicas, desglosamiento de su yo por parte de la estudiante de psicología,
Verónica psicóloga y Verónica paciente. 

Parece ser  que Verónica introyecta su yo perverso en la paciente y su yo ideal en la


psicóloga, a su vez proyecta en su yo agresivo, características del objeto malo y en la
terapeuta caracteres del objeto bueno (signos maternos) como el cuidado de las heridas,
la comida, el alojamiento, etc. Es así que, más tarde, se genera una integración del yo y
se observa claramente cómo estas dos “caras” pertenecen a la misma moneda y al
mismo yo.

ANÁLISIS:

Hanna Segal (1996) afirma que desde el principio el yo es capaz de sentir ansiedad,
utilizar mecanismos de defensa y establecer relaciones objetales. Una de las
modalidades defensivas manifiestas en la película es la escisión, que es la que con
mayor frecuencia utiliza la protagonista. “Se vincula con el proceso de escindir al objeto
en dos partes, por un lado, en un objeto bueno, y por el otro, en un objeto malo” (Segal,
1996 pp. 40). En el film podemos observar dos personas diferentes a lo largo de toda la
película y solo al final nos damos cuenta que Verónica ha fragmentado su Yo en dos, de
modo que así utiliza el mecanismo de la escisión. 

Otro mecanismo defensivo es el uso de la introyección y la proyección. Con respecto a


esto Klein (1952) expone que los mismos son una serie de procesos endopsíquicos que
contribuyen a la doble relación con el objeto primitivo. Se proyecta las pulsiones de
amor y se las atribuye al pecho gratificador (bueno), así como se proyectan las pulsiones
destructivas al exterior y se las atribuye al pecho frustrador (malo). Al mismo tiempo,
por introyección, un pecho bueno y un pecho malo se instalan en el interior. El pecho
bueno, externo e interno, llega a ser el prototipo de todos los objetos perseguidores
externos e internos. Los diversos factores que intervienen en la sensación de ser
gratificado, son atributos del pecho bueno. A la inversa, cualquier frustración es
atribuida al pecho malo (perseguidor).

 Hanna Segal (1996) asevera que se establece una relación con el objeto ideal, así como
se proyecta fuera el instinto de muerte, así también se proyecta la libido, a fin de crear
un objeto que satisfaga el impulso instintivo del yo a conservar la vida. Esto se ve de
manera clara en la personificación de ambos “yo”. Parece ser que Verónica introyecta
su yo perverso en la paciente y su yo ideal en la psicóloga, a su vez proyecta en su yo
agresivo, caracteres maternos del objeto odiado (con respecto al abuso infantil) como la
indiferencia, el evadir las preguntas de la psicóloga, siendo irrespetuosa no
permitiéndole  realizar las entrevistas preliminares, y por otra parte, proyecta en su yo
idealizado, en la terapeuta, cuestiones del objeto amado (madre), y atributos del pecho
bueno como la sensación de ser gratificado y los signos maternos de carácter amorosos,
esto se puede percibir de manera clara en una parte del film donde Verónica psicóloga
trata de curar una herida de Verónica paciente, además también de darle comida y
alojamiento en su casa.

En el film también pueden encontrarse mecanismos defensivos latentes. Se ubicaran


dentro de estas defensas la idealización, la negación mágica omnipotente y la
identificación proyectiva.

Por lo que se refiere a las modalidades defensivas latentes podemos encontrar la


idealización  que según Segal (1996), es cuando se niegan características indeseables
del objeto, y se proyecta la propia libido. Consiste en un aumento exagerado de los
rasgos positivos y protectores del objeto parcial bueno, para  alejarlo del persecutorio y
hacerlo invulnerable, evitando así el temor a la persecución como el sufrimiento
psíquico. Podemos observar en el film el ejemplo claro de Verónica psicóloga donde se
le atribuyen aspectos positivos, tiernos, amorosos, como una idealización.

Luego de la idealización se produce la negación, Grassano (1998) asevera que la


idealización se vincula con la negación mágica omnipotente: las características
indeseables son negadas y es recubierto de bondad. La negación es un mecanismo
primitivo que responde a la impotencia del yo frente a sus impulsos destructivos y a
estos impulsos proyectados en el objeto. Tiene por finalidad no ver aquellos aspectos
del yo o del objeto que aterrorizan, y responde a la fantasía de que aquello que no se ve,
no existe, y por lo tanto no implica peligro; los malos sentimientos son sentidos como
inexistentes y aniquilados, disminuyendo así la ansiedad persecutoria. La negación se
propone negar tanto la destrucción del objeto, como los sentimientos de dolor,
dependencia y necesidad del yo. Según Klein (1952) la negación en su forma extrema
-tal como la hallamos en la gratificación alucinatoria- lleva hasta el aniquilamiento de
cualquier objeto o situación frustradora y está ligada al fuerte sentimiento de
omnipotencia que prevalece en los primeros estadíos de la vida. Como ejemplo de esto
es la negación de la madre al comienzo de la película cuando Verónica paciente no
puede distinguirla en su sueño (venado, cazador), y cuando no la ve en el freezer donde
guarda los troncos con hielo.

Como defensa latente también nos encontramos con  la negación mágica omnipotente,
la cual refiere que “las características indeseables del objeto son negadas, mientras
simultáneamente es recubierto de “bondad” (Grassano 1998, pp 285). Segal (1996)
afirma que otra forma de utilizar la negación omnipotente como defensa contra la
persecución excesiva es idealizar al objeto perseguidor mismo, y tratarlo como ideal. En
la película se observa como Verónica paciente trata a Verónica psicóloga como ideal
pero al mismo tiempo intenta controlarla y manejarla.

En el film se puede ver que la negación pasa a ser tan fuerte, que termina siendo una
negación mágica omnipotente. Se aniquila a la madre hasta matarla. Por lo que las
defensas son erigidas tras la culpa que le dio asesinar a la madre. Otra escena en la cual
nos encontramos con este mecanismo es el momento en el cual Verónica psicóloga mata
a la paciente, ejerciendo un claro control sobre el objeto que había tomado como
persecutorio. 
Por último, otro mecanismo que se observa en la película es la identificación proyectiva,
Elsa Grassano (1998) sostiene que la identificación proyectiva es el mecanismo por el
cual el yo deposita un aspecto de sí mismo en un objeto, que pasa a tener las
características de este vínculo proyectado, es decir, aspectos del yo o de un objeto
interno son escindidos y atribuidos a un objeto externo. Los aspectos proyectados
pueden ser sentidos como buenos o malos por quien los proyecta. Favorece la relación
empática de comunicación y entendimiento con el objeto ya que permite al sujeto
ponerse en el lugar del otro y lograr que el otro se ponga en su lugar. En la película
podemos observar cómo se depositan aspectos ligados al objeto materno, como por
ejemplo cuando Verónica paciente se lastima la mano y la psicóloga es quien la cura.
Podemos observar también la identificación proyectiva en una parte donde se presenta
una escena de relación sexual, Verónica paciente recuerda su trauma en torno a la madre
y comienza su provocación hacia Verónica psicóloga  a quien identificaba como a su
madre.

En la película podemos percibir además una reparación del yo, característica de la


posición depresiva.  Hanna Segal (1996) sostiene que ante la destrucción omnipotente
de la madre y la culpa y desesperación por haberla perdido despiertan el deseo de
restaurarla y recrearla para recuperarla externa e internamente. Surgen los mismos
deseos reparatorios en relación con otros objetos amados, tanto externos como internos.
Los impulsos reparatorios hacen progresar la integración. Se ocupa activamente tanto de
controlar la destructividad como de reparar y restaurar el daño realizado. Esto lo
podemos observar cuando la paciente asesina y entierra a la madre y luego vuelve a la
casa de la psicóloga y la enfrenta, diciéndole que ambas pertenecen al mismo yo, que
son creaciones de su inconsciente como mecanismos de defensa ante sus traumas de la
infancia,  hasta lograr la integración de una sola Verónica.

En relación al por qué de la elección de las defensas de Verónica, Hanna Segal (1996)
afirma que se necesitan detectar cuáles son las fantasías y cuáles son los factores
vinculares de la historia individual y de la situación actual que influyeron en la
estabilización de esos modos específicos de defensa frente a la ansiedad. Podemos decir
que Verónica opta por esos mecanismos de defensa ya que intenta separarse o alejarse
de las situaciones traumáticas que vivió en su infancia, (abuso por parte de la madre) y
siendo adulta (asesinato de la madre) , se aleja ya que recordar lo que sucedió le
resultaría incómodo o doloroso, razón por la cual ante la entrevista preliminar que se
somete con la psicóloga opta por no hablar sobre la familia o contar lo que sucedió en la
cabaña. La psicóloga, en cambio, reproduce lo que realizaba su madre como una manera
de no recordar lo sucedido, como si fuera otra persona. Esto evidencia que Verónica en
la actualidad no podría integrar en la personalidad ambas cosas del hecho traumático,
razón de la elección de las defensas.

Con respecto al por qué de las defensas, Hanna Segal (1996) expone que primero hay
que conocer cuáles son los peligros fantaseados que el yo intenta evitar, y qué cree que
le sucedería si abandona su modalidad defensiva. En términos generales sabemos que se
evita el sufrimiento psíquico pero necesitamos conocer como fantasea este sufrimiento,
como locura, muerte del yo/o del objeto, daño del objeto, abandono, dependencia total
del objeto, etc. Esto lo podemos observar en la película en el hecho que Verónica
intenta negar o evitar recordar los sucesos traumáticos, (abuso por parte de la madre) y
en su adultez (asesinato de la madre), lo que genera los mecanismos de defensa elegidos
por la misma. El no recordar nada sobre estos sucesos traumáticos, son maneras de huir
ante lo que tendría que enfrentarse, si abandona las modalidades defensivas tendría que
aceptar que su madre no es ideal, y admitir haberla asesinado y esto le causaría un gran
dolor.

Los procesos defensivos tienen un nivel evolutivo, con respecto a esto Hanna Segal
(1996) expone que existen, por lo tanto, defensas primitivas frente a ansiedades también
primitivas o psicóticas, y defensas adaptativas o más evolucionadas. En términos
generales existe la siguiente secuencia evolutiva: aparición de mecanismos esquizoides,
seguidos en la evolución normal por mecanismos maníacos y obsesivos
correspondientes en la entrada de la etapa depresiva. Con respecto a esto se puede decir
que en un principio Verónica presenta características de la posición esquizo-paranoide,
ya que aparecen mecanismos esquizoides como la escisión en dos Verónicas, la
idealización, la negación, etc.  Luego la protagonista entra en fluctuaciones constantes
de ansiedades persecutorias a maniacas por ejemplo la repetición de la masturbación y
del cultivo de hongos por la paciente y la psicóloga muestran un rasgo depresivo. Por
último, en el momento cuando la paciente asesina y entierra a la madre y luego enfrenta
a la psicóloga, diciéndole que ambas pertenecen al mismo yo,  hasta lograr la
integración de una sola Verónica se instaura una posición maníaca- depresiva.

En cuanto a las características de la configuración defensiva, Hanna Segal (1996)


sostiene que se refiere al nivel evolutivo, monto y calidad de las defensas prevalentes, es
decir, a su grado de patología o adaptación. Todas las defensas contienen aspectos
adaptativos y son indispensables para un ajuste adecuado a la realidad. Las defensas
dominantes, del cual dependerá el grado de limitación que pueda sufrir el yo, son
patológicas, ya que están basadas en fantasías intensamente hostiles y envidiosas y
traban la posibilidad de evolucionar hacia una adecuada elaboración de la situación
depresiva. Para medir el grado de patología o adaptación de la defensa se tiene que tener
en cuenta el grado de elasticidad o estereotipia, y el grado de compromiso de la
personalidad. Con respecto al grado de elasticidad podemos afirmar que en la película
se presenta un carácter de plasticidad, donde la defensa se manifiesta como recurso
defensivo frente a una situación de shock, en este caso a las situaciones traumáticas,
siendo luego modificada y reemplazada por otras. En relación al grado de compromiso
de la personalidad podemos decir que el yo se circunscribe a determinadas áreas o tipos
de vínculos (en este caso, por ejemplo, vínculo materno).

Conclusión:

Como conclusión podemos decir que al llegar el final de la película observamos la


integración de  una sola Verónica, o como hemos dicho en el título “dos caras de la
misma moneda”. Sin embargo observamos un fracaso en la reparación, luego de la
escena en que vemos la integración de una Verónica, aparece otra escena  donde la
llaman por teléfono para derivarle una paciente, pero ahora la propia Verónica está
ocupando el lugar de la psicóloga, se muestra que el cable del teléfono está cortado, por
lo tanto, la llamada nunca sucedió. Entonces decimos que  también fracasó la evolución
de la primera posición  en la que se encontraba Verónica (esquizo-paranoide). Por lo
cual, en esta última escena, donde se nota a simple vista  qué fracasa la reparación
podemos decir que Verónica se encuentra atrapada en una posición esquizo-paranoide.

Bibliografía:

· Klein, M. (1952), Algunas conclusiones teóricas sobre la vida emocional del bebé. En
Desarrollos en psicoanálisis (Vol. III, pp. 177-207). Bs.As.: Paidós.1974.

· Segal, H. (1996), La posición esquizo-paranoide; La posición Depresiva, Defensas


manícas y Reparación. En Introducción a la obra de Melanie Klein (pp. 29-45; pp-71-
107). Bs.As.:Paidos.
· Grassano Elsa (1998), Defensas en los tests gráficos. En Las técnicas proyectivas y el
proceso psicodiagnóstico (pp. 237-242). Buenos Aires: Nueva visión.

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