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La Corrupción
La Corrupción
¿Qué es la corrupción?
Tipos de corrupción:
El soborno
Desvío de recursos
Abuso de funciones
Enriquecimiento oculto
Obstrucción de la justicia
Colusión
Nepotismo
El cargo público utilizado como agencia de colocación familiar.
Causas de la corrupción
Desde lo político
Desde lo jurídico
Desde lo económico
Consecuencias de la corrupción
Impacto político
Impacto jurídico
Impacto económico
Hoy en día, el Perú y el mundo entero vive amenazado por la pandemia Covid-
19; sin embargo, nuestro país viene sufriendo, desde hace muchísimos años,
con otra pandemia casi tan destructiva, amenazante y dañina como el Covid-
19. Esta pandemia se llama corrupción. Con fecha 16 de marzo de 2020, el
Presidente Martín Vizcarra, declaró el estado de emergencia sanitaria en todo
el país. El citado decreto fue promulgado con motivo de prevenir la propagación
del Covid-19. Sumado a este Decreto, se han venido expidiendo diversas
normas respecto de distintos sectores como economía, agricultura, salud,
educación, defensa, etc. Sin embargo, lejos de cuestionar la necesidad de
dicho Decreto, surge una seria preocupación respecto a la alta tasa de
denuncias por delitos de corrupción que vienen suscitándose en distintas
instituciones del Estado, principalmente en el sector salud y la Policía Nacional
del Perú.
Con fecha 03 de mayo de 2020, el diario Gestión publicó el artículo titulado
“Fiscalía investiga 15 denuncias a nivel nacional por compras sobrevaloradas
para la PNP”. En dicho artículo hace una mención respecto de investigaciones
que estarían siendo conducidas por la Fiscalía Anticorrupción; entre ellas
destacan las de Chiclayo y Puno.
En la primera de estas, se investiga la compra de productos de uso sanitario
para los miembros de la Policía de Chiclayo; sin embargo, dicha compra por S/
125 mil soles, habría sido por productos (gel) adulterados y sin ningún registro
sanitario. Sumado a ello, se investiga que la empresa que se vio beneficiada
con la compra por parte del Estado, no solo tiene como Gerenta General a la
esposa del comandante de la PNP, comisario de Lambayeque; sino que
además registra que la proforma enviada por parte de la empresa a la Unidad
Ejecutroa Nº 28 de la Dirtepol Chiclayo habría sido enviada cinco días antes de
que la PNP pidiera la cotización de dichos productos.
Ante los hechos expuestos, podríamos presumir que dichos comportamientos
realizados entre la institución de la PNP en Chiclayo, así como presuntamente
su comandante, con el privado o extraneus, estarían configurando el tipo penal
del delito de colusión. En el ámbito de la contratación pública, el delito de
colusión no es un delito novedoso; ello en tanto, según la Defensoría del
Pueblo, el delito de colusión es el segundo delito de corrupción más frecuente.
Como señala Rojas, cuando la tipificación del delito se refiere a concertación se
trata de “acuerdos perjudiciales y no autorizados entre el negociador estatal y
los interesados que contratan o negocian con él. Esta concertación supone así
acuerdos ilícitos entre las partes.
Sin embargo, si bien el delito de colusión resulta ser uno de los de mayor
incidencia en el sistema anticorrupción peruano, el principal reto que afrontan
los miembros del Ministerio Público es el de probar el elemento principal del
delito, el cual es la concertación entre el funcionario público y el privado.
La expansión del covid-19 no ha evitado que ciertos funcionarios persistan en
el manejo ilegítimo de los recursos públicos.
COVID 19: Un aliado de la corrupción
Repartos irregulares de ayudas, compras sobrevaloradas, falta de
transparencia en adjudicaciones, estos son algunos casos vinculados a la
emergencia sanitaria que muestran la buena salud de unas prácticas ilegales
que todavía no han encontrado una vacuna efectiva.
Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Perú o República
Dominicana, entre otros países, han sufrido en los últimos cuatro meses unos
escándalos relacionados con corruptelas y el coronavirus, que han alarmado a
Gobiernos, autoridades internacionales y ciudadanos encerrados en
cuarentena.
Tanto es así que esta misma semana, Naciones Unidas ha creado un
Observatorio Regional de Precios de Medicamentos en América Latina para
evitar irregularidades en la compra de medicamentos e insumos médicos
durante la pandemia.
“La corrupción no solo viene por los Estados blandos, por la falta de
oportunidades, o de que las leyes no están bien hechas y permitan espacio
para la corrupción. Todo esto se puede y se debe mejorar. El tema cultural es
más complicado”, dijo Marta Lagos, la directora del Latinobarómetro, para
explicar estas malas prácticas en una región que se presenta casi ya como el
epicentro de la pandemia.
CASO PERÚ
Sin distinción por color político, el virus atraviesa las venas de los Gobiernos y
las Administraciones. En Perú, que es el sexto país en el mundo con mayor
número de enfermos (247,925 contagios), los casos de corrupción han sido
moneda corriente desde que estalló la crisis a principios de marzo. En el inicio
de junio, la Fiscalía anticorrupción tenía identificados 653 presuntos actos
ilícitos por parte de las autoridades públicas cometidos durante la pandemia.
El caso más significativo ha sido el escándalo de compra de materiales en el
seno de la Policía Nacional, que le costó el cargo al ministro del Interior y a
todo el alto mando del cuerpo de seguridad.
Según la investigación, varios oficiales del cuerpo habían adquirido materiales
de protección defectuosos para los agentes que operaban en las calles
controlando la aplicación del confinamiento. Las compras fueron irregulares, a
empresas opacas y con vínculos personales con los oficiales encargados de
adquirir los productos.
Este doble perfil de vendedor y comprador interesado, con políticos e
intermediarios buscando fondos extras del COVID-19 se ha dado en todo el
continente. Así parece suceder en Guatemala, por ejemplo, donde el
viceministro de Salud Rodolfo Galdámez, destituido el 20 de abril, está siendo
investigado al haber sido funcionario y proveedor del Estado al mismo tiempo.
En menor escala, el aprovechamiento ante la tragedia de COVID-19 también
ha inundado las calles latinoamericanas. En las primeras semanas de la
pandemia, la escasez de mascarillas y guantes provocó que los precios de
estos productos se triplicaran y vendedores de todo tipo incrementaron sus
ingresos con sobrecostes, como denunciaron sectores de la sociedad civil.
En este sentido, Marta Lagos lo tiene muy claro: “Lo más difícil son las
prácticas culturales. La corrupción está instalada en todos las partes. Hay
clientelismo. Y la coima, soborno, es lo más difícil de erradicar. Hay que
convencer que es un delito, una cosa dolosa”.
Avances contra la corrupción
En este sentido, hay iniciativas interesantes que pueden acelerar la mejora del
desempeño del país en aspectos de gobernabilidad. El gobierno de Perú, a
través de instituciones como la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, CAN,
está poniendo en marcha iniciativas para prevenir y castigar la corrupción, así
como facilitar los instrumentos para su denuncia. El Plan Nacional de Lucha
Contra la Corrupción (2012 – 2016) contempla una serie de iniciativas, para los
tres niveles de gobierno, con las que se pretende reducir vulnerabilidades a la
corrupción dentro del sector público, y promover la transparencia.
Desde 2010 el Banco Mundial respalda los esfuerzos del gobierno de Perú por
consolidar y fortalecer sus sistemas de prevención de la corrupción, y participa
en la elaboración de nuevas estrategias de transparencia.